Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

MENSAJE DE TEXTO por Aifoss

[Reviews - 43]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holi :')  //no me peguen plss//

 

Queridos lectores, sé que en estos momentos me quieran empalar pero, hay una buena explicación de la razón por la cuál no actulize estas semanas... empece la universidad, me mudé de ciudad y ahora vivo sola...no son tan justificables, pero buenoooo. Además acababa de iniciar otro proyecto de un Fic Akakuro en Wattpad (mi primera historia publicada por allí jeje) 

 

Mucho hablooooooooooooo

LEAN ENTONCES!! XDDDDDD

Salimos de la habitación de mi padre y fuimos a mi camarote. Al entrar vimos a los chicos allí, parecía que estaban viendo una película todos juntos, incluso mis hermanos.


Se habían acomodado en torno a los sillones y al suelo con unas cobijas. Aomine corrió y se les echó encima a los chicos y ellos se empezaron a pelear jugando, al pobre Kagami lo traían más en friega. Tomé mi cámara y les comencé a tomar fotos a la bolita esa. Takao y Himuro estaban haciéndome gestos y también les tomé unas cuantas fotos. 

 

 

- ¿Qué veremos? –pregunté. 

 

 

- Juegos Macabros I, II y III –dijo Kagami alumbrándose el rostro de terror con una linterna. 

 

 

- Ok… –dije decepcionado, pues el terror no era lo mío. 

 

 

- Ehm… chicos puedo hablar con ustedes… -pidió Aomine refiriéndose al equipo. Ellos lo observaron y asintieron- en privado. 

 

 

- ¿Quieres salir o en la habitación está bien?- dijo Midorima 

 

 

- En la habitación, no es tan serio –dijo mi prometido. Los chicos pasaron a la habitación y mi hermano se quedó con Takao y Himuro. 

 

 

- ¿De qué querrá hablar Ao-chan con ellos? –se preguntaba Takao. Todos nos quedamos viendo a la puerta. 

 

 

- Supongo que es por el anillo que trae mi hermano en su dedo anular izquierdo –alegó Kouki. 

 

 

- ¿Qué? –dijo Himuro al verlo. Yo sonreí sutilmente y luego ellos se acercaron a mí. Riko vio mi mano y el resto me miraban confundidos. 

 

 

- ¿Hay algo que nos quieras decir? –habló Himuro sonriendo.

 

 

- … Bueno, Aomine-kun me propuso matrimonio hace unos minutos.- ardía hasta las orejas 

 

 

- ¡Aomine Daiki! –gritó Takao que comenzó a brincar emocionado y me abrazó fuertemente, todos estaban tan emocionados y reían de emoción. Mi hermana estaba sonriente y también me abrazaba emocionada. 

 

 

- No lo puedo creer, por fin atraparon a ese nigga –dijo Himuro- y pensar que creímos que de todos; el último que se casaría sería él. 

 

 

- Pues yo también me sorprendí –me sonreí. 

 

 

- ¡¿Qué?! –se escuchó desde dentro de la habitación. Nosotros nos quedamos en silencio. Me comencé a poner nervioso…muy nervioso, tal vez a los chicos no les agradaría la idea de que él se casara conmigo. 

 

 

- ¿Creen que los chicos se molesten? –pregunté. 

 

 

- La verdad no lo creo, sería demasiado tonto pensar que es un error Tet-chan –aseguró Takao. 

 

 

- Bueno, yo lo que sí sé es que es apresurado, nos conocemos poco… pero… -inicié.

 

 

- Es mucho el amor que se tienen –dijo mi hermano. 

 

 

- Sí.- me apené 

 

 

Estuvimos hablando de eso un rato más. Los chicos no salían de la habitación y yo comenzaba a sudar de nervios. Estuve moviendo mi anillo nerviosamente hasta que escuché que abrieron la puerta de la habitación. El primero en salir fue Akashi, me miró con decepsión y enfado para finalmente irse del camarote no sé a dónde;  luego fue Midorima y venía un poco más serio; salió Kagami y me levantó las cejas un par de veces a lo cual yo me sonrojé; Murakibara venía comiendo una paleta y me sonrió en forma de complicidad. Al final salió Aomine y me hizo media sonrisa. 

 

 

- Bueno, Aomine ha hablado con nosotros y… -comenzó Midorima- Tetsuya, te conocemos poco, has tenido altibajos en la relación que tienes con nosotros e incluso hemos visto tu carácter un poco alterado en ocaciones. 

Yo desvié la mirada, era verdad. Ellos no aceptarían que yo estuviera con su amigo. 

 

 

- Pero sabemos que eres una estupenda persona, con un gran corazón y dedicado a lo que realmente quieres, sabemos que haces sonreír a Aomine como nadie lo hace y sabemos que estarías dispuesto a defenderlo cuantas veces sea posible, así que… -yo puse mi mirada en Daiki y él tomó mi mano- ¡Bienvenido a la familia! –dijo Kagami cortandolo y corriendo a mis brazos. Murasakibara y Midorima simplemente sonrieron en forma de acepatación.

 

 

- Pensé… que estarían molestos conmigo –dije apenado. 

 

 

- Claro que no Kuro-chin, al contrario –dijo el grandulón- Ya era hora que Mine-chin sentará cabeza

 

 

 

- Gracias, en verdad gracias chicos…los aprecio mucho –hablé con la voz quebrada de emoción, las lágrimas se abarrotaban en mis párpados. 

 

 

- ¡Nosotros a ti también! –dijeron. 

 

Por fin había encontrado el lugar al que pertenezco. Por fin había encontrado un lugar en el cual estar cuando estaba feliz, triste, enojado e incluso emocionado. Ellos eran mis nuevos y  mejores amigos que alguna vez pude conocer. Eran amables, divertidos, talentosos, humildes, dedicados, y además eran simpáticos. Los quería a todos y cada uno de una forma especial. Takao y Himuro también eran realmente especiales para mí. Ellos dos me apoyaban en todo y me hacían sentir en familia cada que me encontraba con ellos.

Pusimos la película y nos asustábamos en cada escena, bueno, yo me asuataba en cada escena. En el suelo se encontraban Kouki, Riko y Kagami, luego Murasakibara y sobre su gran pecho estaba recostado Himuro. En el silloncito estábamos Aomine y bajó su brazo yo, luego estaba Takao aferrado al brazo de Midorima.

 

 Cuando las películas terminaron cada quien se fue a su camarote. Aomine y yo nos fuimos al de él, Kagami se quedó con mi hermana. Yo estaba ligeramente alcoholizado al igual que él y todo por culpa de Takao que insistió en brindar comprando dos botellas de Vodka. 

Nos recostamos y él tomó mi mano y se acercó más a mí. 

 

 

- ¿Te gustaría hablar un poco para conocernos mejor? –preguntó. 

 

 

- Claro –dije gustoso. 

 

 

- Hábleme de usted señorito –dijo como si me estuviera entrevistando para un nuevo trabajo. 

 

 

- Bueno, nací y crecí en Japón, específicamente en Osaka. Viví en la misma casa toda mi vida, era bonito porque teníamos un gran jardín. Mi madre murió cuando yo tenía 16 años. Mi cumpleaños es el 31 de Enero. Como sabes tengo una hermana un año mayor y un hermano varón menor que yo. Pertenecí al comité de la biblioteca en la secundaria. Soy alérgico a las bebidas carbonatadas, me perturban los payasos y me agradan los niños. No creo en los fantasmas aunque a veces me considero uno.- Aomine rió por lo dicho.- Odio las películas de miedo –él me abrazó- Es por eso que el día que me asustaste lloré.

 

 

- Lo siento Tetsu –dijo y me dio un beso en la corinilla de la cabeza. 

 

 

- No me gusta el pescado, pero sí los camarones. Me agradan los perros y tendría miles si pudiera, mi primer perro se llamaba Galleta y era un poodle. 

 

 

- ¿Galleta? –dijo él sonriendo. 

 

 

- Tenía hambre en ese momento –le informé con mi cara de poker y él se carcajeó-. Mi objeto más preciado es mi balón y mi cámara. Ambos fueron regalos de mi madre. Sé hablar japonés e inglés. 

 

 

- Eso es genial, serás mi traductor personal. 

 

 

- Sí, juzgando lo bilingüe que eres Aomine-kun.- reí

 

 

-Oe Tetsu, más respeto con tu prometido.- hizo un puchero y besé su frente

 

 

- Qué otra cosa te puedo decir… -dije pensativo. 

 

 

- No lo sé, háblame de tu vida amorosa –pidió con un deje de curiosidad. 

 

 

- Ehm… solo he tenido dos novios en mi vida, mi primer amor fue una gran decepción. 

 

 

- ¿Por qué? –preguntó interesado y celoso. 

 

 

- Lo tuve a los diez años. Se llamaba Izuki.

 

 

- ¿Y que hizo ese idiota?

 

Reí-. Izuki era lindo, se me declaró… luego fui al centro comercial y al regresar, tendría una cita con él. Me dejó plantado y al día siguiente dijo que ya no me quería. 

 

 

- Seguro ahora se arrepiente de haberte hecho eso –dijo Aomine dándome un beso en los labios. 

 

 

- Se arrepintió al día siguiente no te preocupes. 

 

 

- Desde pequeño atraías a los hombres –susurró Daiki en mi oído. 

 

 

-Supongo, solo cuando notaban mi existencia. Luego llegó Haizaki  y… bueno eso ya pasó.

 

 

- ¡Llega Aomine Daiki y les dice: Ya llegué putos, apártense que es mío! 
Me reí y lo abracé fuertemente más a mí. 

 

 

- Me gusta el basket aunque nunca fui experto, también me gusta nadar… por cierto tengo una medalla… 

 

 

- De oro, en la preparatoria y universidad –yo entrecerré los ojos- me lo dijo Riko cuando fingiste ahogarte. 

 

 

- Oh –dije apenado-, siento eso. 

 

 

- No te preocupes, me encantó… casi te besaba –dijo dándome otro beso. 

 

 

- Lo hubieras hecho… -susurré quedito agachando la cabeza de la verguenza.

 

 

- ¿Me hubieras dado una cachetada después? –preguntó. 

 

 

- Probablemente no, ese día me agradaron mucho tus ojos, me parecían muy lindos.- me sonrojé.- pero no quería parecer un chico fácil y rendido a tus pies 

 

 

- No lo fuiste, de hecho me parecías demasiado interesante. Ahora que te tengo, lo eres aún más –me sonrojé más.

 

 

(Narra Aomine) 

 

Me recosté sobre él y lo observé, él me miraba detenidamente y con cierto deseo en sus ojos. 

 

 

- ¿Si te pidiera algo, me lo concederías Aomine-kun? –preguntó. 

 

 

- Depende de qué quieras –respondí interesado. 

 

 

- No es algo imposible de conceder… -desvió su mirada. Tomé su barbilla y la acerqué a mi rostro.

 

 

- Lo que quieras Tetsu – me besó tiernamente. 

 

 

- Quiero… que me hagas el amor –dijo tocando mi pecho. Abrí mis ojos como plato y reí ante tan conveniente insinuación, en un rápido movimiento lo coloqué debajo de mí.

 

 

- ¿El futuro señor Aomine me está seduciendo? –pregunté aterciopeladando mi voz. 

 

 

- Tal vez un poco…- contestó ingenuo

 

 

- Me encanta… - lo besé fieramente. Le saqué su polera y shorts mientras él quitaba mi camisa, esta vez le haría saber que solo me pertenece a mí. Los dos sabíamos a lo que íbamos, me arrancó el pantalón que llevaba y la ropa interior no tardó en desaparecer. Tetsu estaba demasiado agitado y eso que aún no empezábamos… Al comenzar pude sentir cómo su piel se erizaba al sentir mi firme tacto recorrerlo, entreabría sus labios al no poder conterner cuando invadía su clavícula, expandío sus manos por la cama, luego tocó mi espalda gasguñandome a lo que yo gruñí; en venganza,  con mi boca mordía uno de sus botones de carne mientras con mi mano pellizacaba el otro.

 

 

Tetsu no dejaba de mirarme con cierta perversión y deseo, cosa que me encantaba. Así que con esa misma perversión, bajé dando cortos besos sobre su pecho y vientre, deteniendome al llegar a su miembro desatendido. Lo miré buscando que él me mirara, mientras yo daba pequeñas lamidas sobre la extensión de su hombría. Cuando encontré sus ojos, me detuve a dar suaves besos en la punta, sin embargo Tetsu me interrumpió al tomar mi cabello con ambas manos acercándome más. Exitado y ansioso, introduje su miembro poco a poco en mi boca, lentamente hasta que lo devoraba por completo, al sacarlo un poco lo succioné y cuando lo metía mis dientes lo rozaban ligeramente, algo que aparentemente le agradó a mi pequeño, no soltó el agarre de mi cabello marcándome un ritmo para seguir.

 

 

 

-Mmm! A-aomine… Más rápido!- lo metí y lo saqué de mi boca un poco lento por mi absurda inexperiencia pero eso parecía que lo estaba desesperando, tomó con ambas manos las sábanas y comenzó a moverse,  penetrando mi boca creando un nuevo ritmo, al principio fue tímido pero…

 

 

 

- Ahh! Daikii! Más! - ya no se contenía, ahora gritaba, suspiraba y gemía mi nombre tan descaradamente... 

 

 

 

- Resultaste todo un pervertido amor - me senté sobre mis rodillas y Tetsu comenzó a abrir sus piernas con las que me rodeó para acercarme más a él hasta topar con su expuesta entrada.

 

 

- Ha…hazlo…- no podía ni hablar cuando al acercarme a él sintió mi miembro rozar su ansiosa entrada. Me encantó la forma en que se retorció de placer mientras apenas pudo articular esas palabras.

 

Tomó mi mano derecha y la llevó hasta su boca, comenzó a lamer tres de mis dedos con los ojos cerrados mientras con su otra mano había tomado ambos miembros los cuales acarició y frotó juntos volviéndome loco, yo besaba su cuello, debajo de su oreja márcandole chupetones.

 

 

– Tetsu…- sentí que estaba a punto de correrme en ese instante ante tanta excitación. Tetsu soltó mi mano, afirmó con la cabeza sin decir nada, abrió un poco más sus piernas e introduje uno de los dedos a su muy estrecha y palpitante entrada, a lo cual el soltó un grito.

 

 

- ¿Quieres qué me detenga?- pregunté al ver los gestos de incomodidad que Tetsu hacía aún con los ojos cerrados, y después de mi pregunta los entreabrió.

 

 

- No…por…favor- su respuesta segura me exitaba. Lucía totalmente deseoso y desesperado de continuar, así que comencé a mover mi dedo hacia adentro y hacia afuera para que se fuera dilatando para mí y poder meter el segundo… Fue hasta que estaban mis tres dígitos dentro de él que otra súplica desesperada de mi prometido salió de su boca

 

 

– Da-aiki.- su rostro sudoroso y sonrojado se estremecía.- hazame tuyo.- esas palabras fueron el pase libre a soltar mis mayores deseos lujuriosos. Acomodé mi miembro hacia su entrada, Tetsu de nuevo me envolvió entre sus piernas arrastrándome hacia él provocando que entrara por completo y yo callera sobre mis brazos a los costados de su sonrosado rostro, dejándome ver unas cuantas lágrimas que inundaban sus ojos. Lo besé y ahogué su gemido del primer movimiento, movimiento que ÉL hizo alzando su cadera hacia mí.

 

 

Entendí que ya se estaba acostumbrando a mi intromisión así que, aún apoyado sobre mis brazos alrededor de su cara, ahora yo me movía, esa estreches dentro de él encerraba a mi miembro de una manera única y desquiciable.

 

 

Al principio fui lento por la posición en la que estábamos, con Tetsu abrazado de mi cuello, se me dificultaba moverme más rápido pero lograba dar pequeñas estocadas con los que él no dejaba de suspirar placenteramente en mi oído.

 

 

-¡Ahh!… ¡más!- mi prometido ahora también se movía pero no me soltaba del cuello, fue hasta que deslizó sus manos hacia mi espalda tocando fuerte con las yemas de sus dedos aferrándose mi.- Mmm… más!- Me hacía delirar la forma en la que nuestros movimientos se encontraban haciendo las penetraciones más profundas. Aproveché al incorporarme un poco, tomé su cadera para acelerar y adentrarme más llegando a tocar varios de los puntos que hacían a Tetsu estremecer por completo, se encorvaba y gemía más alto mi nombre. El cuarto se llenó de gritos y suspiros de placer, lo que me hizo moverme y embestirlo aun más rápido.

 

 

Susurró un par de veces mi nombre y de repente sentí cómo la piel de sus muslos se tensaba y una corriente eléctrica pasó por cada extremidad de mi cuerpo.

 

 

- ¡Ah! –gimió y sudando bajo mí se acercó para morder mis labios. 

 

 

- ¿Así? –pregunté mordiendo sus pezones a la vez que continuaba embistiéndolo. Lo miré y una gotita de sudor recorrió mi pecho hasta llegar a mi ombligo. 

 

 

- ¡Sí! –gritó excitado

 

 

Subí la velocidad de cada estocada tratando de llegar a esos puntos que ya había ubicado cuando sentí que pronto me vendría, entonces lo tomé y lo jalé hacia mí. Bajé un poco los movimientos, agarré su miembro con una de mis manos apretándolo, acariciándolo y masturbándolo a la misma velocidad que del vaivén de mi cadera.

 

 

- ¡AHH! ¡Daiki!... ¡Más!.. Ah!

 

 

Los gemidos más constantes de los dos, junto a los espasmos recorriendo mi abdomen y las contracciones que apretaban a mi miembro dentro de Tetsu anunciaban que juntos nos correríamos.

 

Fue hasta después de unas fuertes y salvajes estocadas más que llegamos a un muy  prolongado orgasmo, me corrí y dejé mi esencia dentro y él terminaba sobre su abdomen manchándose completamente para después caer rendido sobre la cama.

 

- ¡Dios, Tetsu me traes loco! –dije sonriendole. 

 

 

- Sh… -susurró acariciando mi cabello- yo aún no lo puedo asimilar… 

 

 

- ¿Qué cosa?- no comprendía 

 

 

- Que podría hacer esto… todas las noches por el resto de mi vida… -dijo entrecortadamente sonrojado. 

 

 

 

- ¿Solo en las noches? –dije insitándolo- ¿No se pueden dos veces al día? 

 

 

- Por mí perfecto – Él se acercó para besarme de nuevo y me abrazó. 

 

 

- Te amo –le susurre en el oído. 

 

 

- Yo también te amo Daiki.

Notas finales:

Subiré un cap más y así estaré al día :DDDDDDDD


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).