POV YOONGI
Caminaba lo más rápido que mis piernas podían. Sentía como la sangre fluía con fuerza por mi cuerpo, mis venas pulsaban.
Lo había encontrado.
Y ahora sólo debía permanecer cerca, cuidarlo y protegerlo como he prometido.
Llegué hasta una gran puerta de madera, sobre ésta estaba escrita la palabra "Park" y supe que sin dudas estaba donde debía estar.
Intenté calmar mi respiración y en cuanto lo logré alcé mi mano para golpear la gran puerta.
Los nervios carcomían mi piel.
No sabía qué decir, no sabía exactamente qué hacer.
La gran puerta fue abierta con lentitud y dos hombres con caras de pocos amigos me observaron de pies a cabeza.
—¿Quién eres?—atacó uno de ellos con una posición a la defensiva.
Mi cuerpo se relajó en el acto. Ningún alfa me amedrentaba.
Mi voz no funcionaba con alfas, pero estaba seguro que podía causar estragos en ellos.
—Necesito ver al señor Park—hablé lo más calmado que pude, pero usando un tono autoritario.
Ambos alfas temblaron en su lugar. Había logrado el efecto que deseaba. Ninguno de los dos tendría ninguna oportunidad de atacarme y salir ileso.
—Ve por el señor—El castaño empujó con su codo al más alto y éste titubeo antes de asentir unas cuantas veces y dar la vuelta.
Crucé mis brazos y observé al hombre que había quedado delante de mí. Intentaba no mirarme y podía ver claramente como pasaba saliva con fuerza por su garganta.
Hubiera esbozado una sonrisa si no estuviera preocupado por la mentira que estaba por inventar.
Después de unos cuantos minutos el hombre alto corría torpemente en nuestra dirección.
—El señor Park dice que lo recibirá en su despacho. Sigame—dijo y volteo luego de hacer una reverencia.
Caminé detrás de él.
El jardín de la casa era inmenso y hermoso.
Aquí estaba él, podía sentir su aroma, aunque intentara disfrazarlo.
Entramos en la casa y seguimos por un pasillo. El hombre hizo una reverencia y se marchó en cuanto llegamos a una puerta.
Toqué dos veces antes de escuchar un "Pasa" del otro lado.
Ingresé y pude ver a un viejo hombre sentado detrás de un gran escritorio.
Me examinó rápidamente y luego frunció su ceño.
—¿A qué se debe su visita? ¿Quién es usted?
Antes de responder hice una reverencia.
—Soy un viajero—respondí cuando me encontré erguido nuevamente.
—Eso lo puedo ver, pero quiero saber, ¿Por qué deseas hablar conmigo?¿Qué puedo hacer para ayudarte?
—Necesito un lugar en donde vivir, yo supe que usted es un hombre muy importante en esta tierra. Yo no tengo familia ni manada, la perdí hace muchos años.
Sus cejas se elevaron y luego apoyó su mentón sobre sus manos, para prestarme más atención.
—¿Cuál era tu manada?¿Quién era el alfa más importante?
—Mi padre, él era Min Kwang.
Sus ojos se abrieron llenos de sorpresa.
—¿La manada que fue exterminada por los cazadores?
—Esa misma—respondí intentando contenerme. Sabía perfectamente que no habían sido cazadores. No podían ser cazadores, ellos no eran tan fuertes.
—¡Oh como lo siento! Realmente no sabía que eras hijo de Min, yo conocí a tu padre...incluso sé de tu madre...
Rápidamente levanté una mano pidiendo que parara de hablar.
—Por favor...No tengo deseos de recordar nada de ello.
Él asintió repetidas veces.
—Lo entiendo, no te preocupes, yo te ayudaré. Puedes trabajar conmigo, algo encontraré para que hagas.
La puerta repentinamente se abrió y ambos nos sobresaltamos.
— ¡PADRE JIMIN OTRA VEZ ESCAPÓ!
—¡QUE TE CALLES! ¡Padre eso es una gran mentira, no creas en nada de lo que ella diga!
Observé de reojo al pequeño que venía gritando junto a aquella alfa con fuerte aroma.
—¡Estoy con visitas! Por favor vuelvan a sus cuartos y no molesten.
Me quedé observando a Jimin y él también lo hacía pero con disimulos. Estaba seguro que sabía quien era.
—¡Pero padre!
—¡Luego hablaré contigo Jimin! Ahora márchense —habló el mayor y ambos refunfuñaron.
La alfa me miró y sonrió.
—¿Quién es tu visita padre?—indagó mirándome fijamente.
—Él es... Lo siento aún no he preguntado por tu nombre.
—Min YoonGi—contesté mirando al omega.
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POV JIMIN
¿Ese tipo también había venido con el cuento a mi padre?
Como detesto a los alfas.
Así que su nombre era Min YoonGi.
Alfa engreído.
Me di la vuelta y caminé derecho a mi cuarto, luego me las arreglaría con mi tonta noona.
Entré y rápidamente tumbé mi cuerpo sobre mi cama.
—¡AUCH!
Volé de la cama cayendo de trasero al suelo.
—¡MIERDA TAEHYUNG!—grité mientras él marcaba una sonrisa en su rostro.
—Vine a hacerte compañía por si te castigaban, ya sabes—dijo y se quitó las mantas que lo cubrían para estirarse en la cama mientras apoyaba sus brazos detrás de su cabeza.
Bufé y me levanté del suelo.
—No ayudas, incluso si te ven aquí las cosas empeorarán.
—¿Por qué dices eso?No es como si fuera un desconocido para tu familia.
Me senté en una silla al lado de la cama.
Crucé mis brazos y suspiré con fuerza.
—Creo que ellos no entenderán nada si te ven tumbado en mi cama. Saben que eres mi amigo, pero...
—Soy un beta Jimin, nadie sospecharía de mí.
Sonreí.
—Eres un idiota Tae—negué repetidas veces mientras reía.
—Ahora dime... ¿Qué harás con el tema del acoplamiento?
Casi caigo nuevamente al suelo.
—¿Y tú como rayos lo sabes?—casi grito de la impresión, pero me contuve.
—Tu padre se lo dijo al mío—respondió mientras miraba sus uñas desinteresado.
—¡Mientes! Tu padre está de viaje, es imposible...Oh no, espera, ¡Tú me seguiste!—Apunté con mi dedo a su rostro y rápidamente una risa escapó de sus labios.
—Siempre adivinas Jimin, ¿acaso no serás una bruja en el cuerpo de un tierno omega?
—¡Quién rayos es tierno!¡¿eh?!—grité y salté sobre él para golpearlo—¡Jodido metiche, eres peor que una vieja chismosa!
Taehyung cogió mis muñecas con fuerzas y me volteo para quedar sobre mí.
—Debo protegerte...—susurró con sus ojos perforando los míos.
Por un segundo sentí que su mirada lograba estremecerme, pero quité esas ideas y comencé a reír en su rostro.
Él soltó mis muñecas y también rió.
Ambos nos sentamos en la cama.
—Realmente no quiero acoplarme, apenas tengo veinte años, soy muy joven. Además sabes de mi gran desprecio por los alfas.—Crucé mis brazos e hice un puchero.
—Lo sé, pero si tu padre quiere un alfa para ti, así será y lo sabes muy bien.
—¿Quién querría un omega inútil como yo?Ponte a pensar un segundo Taehyung. Ningún jodido alfa en su sano juicio querría a un omega in-fértil.
—¡No hables así!
—¡Es lo que soy y lo sabes!—grité mientras sentía como mis ojos picaban.
—Lo que pasó antes no debe interferir en lo que sientas de ahora en más. No encasilles a todo el mundo en el mismo lugar, puede que la persona indicada para ti esté más cerca de lo que crees y por necio no lo puedes ver.
—No lo sé, yo creo que me resigné. Moriré solo y... ¡Ya no hablemos más de esto!
—Está bien...pero sabes que no estoy de acuerdo contigo.
—Como digas.
Ningún alfa por más atraído que esté a mi aroma aceptara a un omega como yo. Uno incompleto e inservible.