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Jeho divoké oči (Ojos salvajes) por yue-sama

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Notas del capitulo:

primero que todo me disculpo por no contestar rw, pero esta vez si lo are.

gracias por apoyarme con esta historia, y esta cap salio largo pues me emocione! jajaja

espero de verdad que les guste.

—Estoy fielmente convencido de que eso es amor —dijo Dan.

 

 

Tsunade dejó un rato a su pequeño cachorro para ver lo que su Omega decía, cosa que comprobó al ver a Sasuke acostado en el jardín viendo las estrellas con Naruto muy cerca de él, podía ver lo respetuoso que se comportaba Sasuke y su Alfa gruñó orgullosa de él, si seguía así estaba muy segura de que les daría su aprobación muy pronto.

 

 

Dan hace mucho que había dado su permiso a la pareja, pero ella era la cabeza de esa familia y tenía que hacerse un poco la ruda, además Daichi todavía era muy pequeño como para celarlo y para que llegara a esa edad faltaban varios años.

 

 

—Puede que si — su Omega se veía tan contento, como si viera una novela.

 

 

Se acercó rápido y rodeó su cintura para luego besarle el cuello, apretando sus labios alrededor de su marca, haciendo que Dan gimiera alto, cosa por la que ella se sintió orgullosa, sabía que era un punto muy erógeno de los Omegas después de ser marcados y le encantaba poner sumiso a Dan de esa manera.

 

 

Pudo sentir como el peliceleste se pegaba a la ventana y abría sus piernas, oh diablos, ¿cómo era posible que la calentara así?

 

 

—Bonito, no me des tu culo así —pero Dan no se movió y ladeó más su cuello—. Amor no me provoques.

 

 

—Tsuna… —susurró y la Alfa perdió los estribos.

 

 

Agarró fuertemente sus caderas pegándolo a su cuerpo y estuvo a punto de reabrir esa marca, hasta que su celular sonó. Bufó molesta y quiso mandar todo a la mierda pensando tan solo en dejarle otra cría en el vientre a su Omega, pero sabía que ese número de teléfono solo lo tenían en la estación de policía y eso quería decir que el trabajo la llamaba, así que se despegó lentamente dejando un suave beso en los labios rojos de Dan y contestó, escuchó a Shino del otro lado de la línea, estaba agitado y moviéndose de un lado a otro.

 

 

—¿Qué pasa?

 

 

—¡En-encontré a uno de Akatsuki! —Tsunade contuvo un grito y abrió sus ojos con asombro.

 

 

—¿Qué?

 

 

—Ven ya y trae a Sasuke también, es algo delicado.

 

 

—Vale.

 

 

*

*

*

 

 

Se estaba rebanando los sesos, había estado de mal humor desde la semana pasada que Sai había aparecido dejándole un acertijo del demonio, y su pobre Kiba había sufrido su terrible actitud, así que había decidido encerrarse en la comisaría para pensar en cada pista que tenía, la información a medio mandar que siempre recibía y de la que al final nunca podía captar nada.

 

 

¿Acaso Sai estaba atrás de esa información a medias?, y si era el malo, ¿por qué le ayudaba?

 

 

Hace poco había estado mirando los datos en su computadora y después de un largo momento se levantó desesperado, sin prestar atención y terminó botando unos papeles que estaban apilados, comenzó a recogerlos notando la carpeta que hace mucho tiempo Sai le había dado enseñándole, aquella que contenía la información de los integrantes de Akatsuki.

 

 

La tomó y la abrió, viendo de nuevo las imágenes y se sorprendió al ver la imagen del sujeto desconocido, ocupaba una careta igual a la que Sai había utilizado, además se parecía a alguien que conocía, pensó un poco y al fin su cabeza hizo click. ¡Eureka! Había llamado tan rápido como pudo a Tsunade y ahora deberían estar en camino.  

 

 

Cuando ambos Alfas estuvieron dentro de la comisaría Shino pudo respirar más tranquilo.

 

 

—¿Y bien? —habló Tsunade—. ¿Quién es?

 

 

—¡Es Itachi! —dijo desesperado y Sasuke arrugó el ceño.

 

 

—¿De qué hablas? —preguntó Sasuke—. Es imposible.

 

 

—¡No, no lo es! Todo cuadra.

 

 

¿Cómo se atrevía Shino a culpar a su hermano de ser mafioso? Gruñó fuerte por el enojo, Shino se quitó las gafas incrédulo al ver como Sasuke reaccionaba.

 

 

—¿Cómo demonios llegaste a esa conclusión? —demandó Sasuke.

 

 

—Las pistas, la foto, ¡Sai!

 

 

—¿Sai? —habló Tsunade—. Sai desapareció hace mucho.

 

 

—Lo vi la noche pasada y me aconsejó tener cuidado con los Uchiha —miró a Sasuke apretando los puños—. Sabía que Sasuke no podía ser, y ahora que vi la foto de nuevo todo cuadró, la misma careta y…

 

 

—¡¡¡Basta!!! —gritó Sasuke—. ¡Nunca, me escuchas, nunca en tu vida vuelvas a decir algo así de mi familia!

 

 

Shino se enojó, eran dos Alfas peleando por ver quién tenía la razón y se sabía que la mecha se les prendía muy rápido, por lo que en poco tiempo comenzaron a gruñirse, Shino se acercó y le dio de mala gana la foto, Sasuke la miró, notando algo… Si se parecía a Itachi, no lo quiso creer, ¡era imposible!

 

 

Se hizo para atrás y dejó la foto ahí tirada, yéndose lo más rápido de ahí.

 

 

—Maldición —gruñó muy fuerte, frustrado.

 

 

*

*

*

 

 

El día de la fiesta al fin había llegado y Sasuke había tratado con todo su ser de no pensar en la duda que había sembrado Shino en él, pero era casi imposible al hablar de su hermano.

 

 

No podía entender por qué Itachi haría algo así, ser yakuza cuando ya lo tenía todo en la vida real. Era millonario y dueño de las mejores empresas del país, ¿por qué ser yakuza? No entendía y había decidido alejarse un poco de Itachi para no preguntar nada.

 

 

—¡Bah! —dijo después de un rato de estarlo pensando—. No lo creo.

 

 

Se estiró relajando la tensión de sus músculos, la fiesta estaba próxima a comenzar y aún tenía que ir a traer a su bonito Omega a la casa de Tsunade, y él ni siquiera se había vestido, había estado ayudando a su mama en la decoración y por andar tan desconcentrado había roto dos arreglos florales que le costaron dos buenos golpes de su mamá.

 

 

Agarró la pequeña caja que estaba encima de su cama y la miró, de una u otra manera Mikoto se había enterado de que su pobre salario se había reducido al haberle comprado un hermoso kimono a su Omega y no le alcanzaba para un disfraz decente, así que su madre se lo había comprado como un regalo.

 

 

Lo primero que ve al abrir la caja es una máscara de oni completamente blanca, con una enorme sonrisa y dos cuernos, uno largo y el otro más corto, es de cara completa, la agarró con cuidado y sonrió, se vería feroz con ella, siguió viendo y se dio cuenta que eran vestimentas de samurái, pero sin la armadura completa. Tomó un baño y se duchó lo más rápido que pudo y cuando estuvo listo comenzó a vestirse, notando que el disfraz pesaba un poco, finalmente agarró la máscara y salió rápidamente de ahí.

 

 

—Hijo —llamó Mikoto y él se detuvo—, ¡¡¡no olvides tu peluca!!!

 

 

—¿Qué? —dijo sin voz—. ¿Peluca?

 

 

—Sí, ¡eso va con una peluca blanca! Te verás maravilloso —dijo con grandes ojos amorosos y Sasuke se mordió la lengua para no negarse. Agarró la peluca y la miró como si fuera su peor enemigo.

 

 

—Gracias.

 

 

—¡Te ves tan hermoso! —dijo muy contenta la mujer—. Ahora ve a traerme a mi nuero.

 

 

—Si Ma —dijo Sasuke sonriendo.

 

 

Salió de la casa y subió a su carro, yendo directamente a la casa de Tsunade, cuando llegó aparcó y caminó a la puerta, tocó suavemente y el pequeño Dan abrió examinándolo de pies a cabeza.

 

 

—¡Wow! ¡¡Eres un guerrero!! ¿Y la máscara?

 

 

—En el carro —señaló—, no quiero que Naruto se asuste al verme —confesó y Dan sonrió con ternura.

 

 

—Ven pasa, Tsunade está ayudándolo con los últimos retoques.

 

 

Se sentó en el sofá y habló con Dan mientras tanto, cuando escuchó los pesados pasos de Tsunade bajar las escaleras, se puso alerta y miró en esa dirección esperando a su rubio, por supuesto no pasó mucho para que eso sucediera, Naruto estaba hermoso, no podía describirlo, quería llegar a él, abrazarlo, desordenarlo, llenarlo de su olor y no dejarlo salir. ¡Oh demonios! Respiró profundamente y se levantó, el pequeño Omega comenzó a bajar las gradas y cuando estuvo abajo se acercó a él, Sasuke notó cómo arrastraba el precioso kimono dándole la apariencia de estar flotando.

 

 

Los movimientos se veían muy elegantes, y él lucía muy bien el kimono, su cabello tenía un pequeño recogido con rulos desordenados saliendo por doquier, y además había pequeños adornos de piedras decorando el peinado. Llevaba en sus manos la máscara de un felino mitad negra y mitad blanca que le cubriría la mitad de la cara.

 

 

Naruto lanzó una exclamación al verlo y su Alfa hinchó el pecho orgulloso al notar que lo había dejado sin palabras.

 

 

—Te ves hermoso —habló primero Sasuke acercándose y dándole un suave beso en los labios, que tenían un poco de pintalabios rojo, y Naruto se sonrojó.

 

 

—¡Tú te ves increíble!

 

 

—No me has visto con la máscara y la peluca —dijo Sasuke y los ojos azules de Naruto brillaron.

 

 

—¡¡Por Dios!! Que emoción, me duele el estómago de tan solo pensar en eso —dijo Naruto y todos sonrieron.

 

 

—Con su permiso nos tenemos que marchar —Dan asintió y Tsunade lo miró.

 

 

—No regresen tan tarde Uchiha.

 

 

—Sí, mamá Alfa —se burló Sasuke y la rubia estuvo a punto de pegarle, pero se fueron antes de que pudiera hacer algo.

 

 

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Cuando llegaron a la mansión Uchiha, Naruto se quedó sin habla, ¿esa enorme casa era de su Alfa?

 

 

Vio como Sasuke salía del carro agarrando su máscara y la peluca, poco después lo vio ponérselas, completando el disfraz y de verdad se quedó sin aire, su Alfa daba miedo, se miraba respetable y majestuoso. Él salió del carro y se puso su máscara, completando su atuendo también.

 

 

Naruto sonrió feliz y Sasuke estuvo a su lado rápidamente, se agarraron las manos y comenzaron a caminar hacia la casa, notando como varios invitados entraban dejando ver sus maravillosos disfraces y máscaras.

 

 

—¿Conoces a toda esa gente? —preguntó impresionado.

 

 

—Oh que va —rió Sasuke—, son amigos de la familia, y la verdad no los conozco a todos.

 

 

—¿Esta es tu casa?

 

 

—En parte —dijo Sasuke—, tengo mi cuarto aquí, pero vivo en mi propio departamento.

 

 

—Estoy muy nervioso…

 

 

—Tranquilo —besó su frente—, todo va a estar bien.

 

 

Naruto pareció calmarse al oler el fuerte aroma de su Alfa, así que cuando cruzaron las grandes puertas de la mansión vio otro mundo, las cosas eran tan elegantes y bellas, era increíble y él se emocionó, quiso ver todo con mucho cuidado guardándose el recuerdo muy dentro de él.

 

 

—¿Quieres algo de beber? —preguntó Sasuke y Naruto asintió—. Ya vengo no te muevas.

 

 

Naruto asintió, pero no pudo evitar moverse y mirar una pintura con mucho interés, vio a varias personas hablando y disfrutando de una buena charla, todos ahí se habían lucido con sus trajes.

 

 

De pronto sintió una suave mano posarse en su hombro y se volteó asustado, era una mujer, el vestido que ocupaba era hermoso, ella era de baja estatura y no llevaba una máscara. Era muy hermosa, pelo negro y ojos del mismo color, le recordaba a alguien…

 

 

—Eres el Omega más hermoso del lugar.

 

 

Él no pudo evitar el sonrojo que se instaló en su cara, sonrió un poco apenado y ella también sonrió amable, tocó suavemente su cabello y sacó de una bolsa un pequeño presente, Naruto la miró extrañado, la Omega tomó de la caja un collar y se acercó a él, el rubio no sintió peligro, pero aun así no entendía muy bien lo que pasaba.

 

 

—Este es el logo de nuestra familia —dijo sonriente—, y ya te considero un miembro de ella.

 

 

Y ahí comprendió, esa señora era la mamá de Sasuke, sonrió feliz y la abrazó, no se contuvo sin saber si estaba bien, la mujer sonrió enormemente al ver que su hijo no se había equivocado al hallar un niño tan dulce como ese.

 

 

—¡¡Muchas gracias!!

 

 

—Me llamo Mikoto —se presentó—. ¿Y tú eres?

 

 

—¡Naruto! —gritó Sasuke y este pegó un brinco.

 

 

Vio aparecer a su Alfa y aunque no le pudo ver la cara sabía que estaba agitado y quizás un poco molesto por haberse movido, pero cuando los vio juntos pareció tranquilizarse.

 

 

—¿Así que te llamas Naruto? Es un hermoso nombre.

 

 

—¡Casi me da un infarto! —regañó Sasuke y Naruto se pegó a su cuerpo tratando de tranquilizarlo—. No vuelvas a separarte así…

 

 

—No lo regañes, estábamos teniendo una buena conversación —Sasuke asintió, mirando a su Omega, buscando heridas, aunque no quisiera era su Alfa protector. En la revisión notó algo que no estaba antes, un collar con su logo familiar por lo que gruñó suavemente, ese collar lo hacía suyo delante de todos, se sintió muy bien.

 

 

Levantó un poco su máscara y se acercó a su cuello besándolo lentamente y haciéndolo jadear, era completamente hermoso.

 

 

—¿¡Qué haces Sasuke Uchiha!? —se escandalizó Mikoto—. ¡Estás en una fiesta!

 

 

—Lo siento Ma, pero se ve tan hermoso en su cuello que no pude evitarlo.

 

 

La música comenzó a sonar, era música de salón, suave y tranquila.

 

 

—¡Mejor vayan a bailar!

 

 

Naruto dudó un poco ya que él no sabía bailar, pero a su Alfa le pareció una buena idea y él no iba a negarse, así que fue arrastrado a la pista de baile y se sintió un muñeco en los brazos de Sasuke quien pasó una mano por su cintura mientras que la otra se juntaba con la suya.

 

 

—Pon tu otra mano en mi hombro y trata de seguirme, no es difícil.

 

 

Y así comenzaron a bailar suavemente, lento y sin exagerar, Naruto comenzó a ponerse nervioso al ver cómo los miraban, la mayoría reconocía que ese era el menor de los Uchiha por el logo que tenía en la parte trasera de su vestimenta y el Omega en sus brazos quizás fuera su pareja.

 

 

Naruto enterró su cara en el pecho del Alfa y siguieron bailando.

 

 

Cuando la música acabó, se separaron lentamente y Sasuke tomó su mano besándola frente a todos para luego llevarla a su corazón.

 

 

—Lo hiciste muy bien.

 

 

—¿Tú crees? Creo que te pise varias veces.

 

 

—Un dolor que puedo soportar como valiente con tal de tenerte en mis brazos.

 

 

Sasuke quiso quitarle la máscara que lo privaba de ver el hermoso sonrojo que su Omega tenía, poco después llamaron a la mesa para comer.

 

 

Dejó sentado a Naruto con su madre mientras él iba a su habitación por su celular, cuando iba a llegar al tope notó la voz de su hermano.

 

 

—Si entren y… —Itachi al verlo calló—, tráiganme esos papeles —demandó firme, colgando después para acercarse a Sasuke sonriendo—. Esos incompetentes del trabajo, no pueden hacer nada bien —dijo antes de bajar las escaleras.

 

 

Eso era sospechoso… pero al parecer Itachi no se había dado cuenta de quién era él. Dejó de pensar, ahora mismo no importaba, solo quería disfrutar la velada. Trató de hallar su celular, pero no lo encontró, tendría que preguntarle a su mamá donde lo había dejado después de todo el ajetreo de antes de la fiesta.

 

 

*

*

*

 

 

Itachi bajó los escalones y se puso su máscara, su traje era el de un guerreo, completamente blanco con pelaje negro y una capa con decorados dorados, su máscara de póker, por lo menos podía ocultar todos los sentimientos que tenía.

 

 

Todo estaba saliendo como él quería, así que salió de su casa sin hacer mucho ruido y sin que nadie lo notara —cosa para la que era bueno—, se subió a su carro y fue directo a la casa donde se suponía que estaba su Naruto. Cuando llegó vio el carro de sus cómplices, al aparecer ya habían entrado así que solo tenía que esperar a que ellos salieran con su preciada carga, sin embargo, en vez de eso escuchó disparos y se alarmó, ¿esos idiotas no podían hacer nada bien? Estaba a punto de meterse a la fuerza en la casa, cuando escuchó el llanto de un bebé acompañado del rugido de una Alfa muy enojada.

 

 

¿¡Qué demonios!? Por la puerta salió uno de sus cómplices con sangre.

 

 

—N-no está…

 

 

—¿¡Cómo que no está!?

 

 

—¡No está! —gritó desesperado.

 

 

—¿Y el otro?

 

 

—Está muerto, ¡vámonos!

 

 

Itachi arrugó el ceño, aunque su máscara no dejaba ver quien era, él vio a la Alfa asomarse por la ventana, la rubia le disparó, pero él lo esquivo. Maldita Alfa que lo tenía hasta los huevos, se dio media vuelta y caminó tranquilamente hasta su carro subiéndose en él y yéndose.

 

 

Si Naruto no estaba ahí, tendría que estar con Sasuke… y Sasuke estaba en la fiesta. ¡Oh, maldición! Lo había tenido en frente de sus narices. Se apresuró en llegar a su casa y comenzó a buscar con desesperación a alguien rubio.

 

 

Se quitó la máscara que le molestaba tanto y siguió buscando.

 

 

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La comida había terminado y Naruto parecía satisfecho y feliz. Sasuke se había ido un rato a conversar con sus amigos mientras Naruto terminaba su postre. De pronto Naruto vio a lo lejos una cara muy familiar, brincó en su asiento dejándose llevar por su curiosidad, se levantó y siguió al hombre que parecía buscar a alguien.

 

 

Cuando estuvo cerca lo comprobó, aunque era una persona de su infancia lo reconocía, había sido el único bueno con él.

 

 

—¿Itachi?                              

 

 

Itachi dejó de buscar y vio hacia la voz que le llamaba, notando a un hermoso Omega de pelo rubio. Con brusquedad le quitó la máscara notando el rostro de Naruto, su parecido con Minato era increíble.

 

 

—¿Naruto? ¡Estás tan grande!

 

 

Itachi miró a todos lados para ver si alguien se había fijado, pero todos parecían absortos en sus conversaciones así que aprovechó y jaló a Naruto bruscamente provocando que este se quejara por el jalón que le había dolido.

 

 

—¿Q-qué haces? S-suéltame —tartamudeó, ese Itachi no era su Itachi.

 

 

—No, tu vienes conmigo —demandó y Naruto se asustó, quiso gritar, pero Itachi fue más rápido y le tapó la boca, comenzó a desesperarse y pegó un chillido en busca de su Alfa.

 

 

—¿¡Qué crees que haces!?-dijo sasuke.

 

 

Sasuke apareció agitado, había corrido al no ver a su Omega más aun al escuchar el llamado de auxilio y completo terror que Naruto había lanzado, se apresuró a encontrarlo, notando como Itachi retenía a Naruto.

 

 

—Me lo llevo de aquí —dijo Itachi y Sasuke perdió los estribos.

 

 

Se quitó la máscara y la peluca e Itachi pareció al fin reconocerlo.

 

 

—¿Qué mierdas haces? Devuélvemelo —demandó Sasuke, acercándose amenazadoramente para recuperar a su Omega.

 

 

—¿Con qué derecho me pides eso? —preguntó Itachi con un gruñido atravesando su garganta.

 

 

—¡Él es mi Omega destinado! —dijo e Itachi lo miró con los ojos desorbitados por la rabia, miró el collar que Naruto tenía y gruñó fuertemente, ¿¡qué se creían!?

 

 

Naruto era suyo y de nadie más.

 

 

—No lo creo —bramó Itachi y Sasuke también gruñó marcando su dominio.

 

 

—Es mío, devuélvemelo —todos ahí habían voltearon a ver notando la pelea de ambos Alfas, la presencia dominante de Sasuke había puesto a todos los Alfas tensos y a los Omegas muy asustados.

 

 

—¡¡No!! —gritó Itachi.

 

 

—¿¡Por qué!? —los ojos de Sasuke se convirtieron en una raya peligrosamente celeste, estaba a punto de transformarse en su tigre y destrozar a su hermano.

 

 

—¡Porque es mi hijo!

Notas finales:

que les parecio? 

quiisiera saber, por favor dejar rw, es bastate importante para mi.

si hay alguna duda por favor hacerla.

nos vemos hasta la proxima

les quiero mucho!!

difraz de sasuke

disfraz de itachi.

desfraz de naru

mascara naru.

 


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