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Jeho divoké oči (Ojos salvajes) por yue-sama

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Notas del capitulo:

muchas gracias por todos sus comentarios  y  todo!

tambien ya conteste sus rw.

de verdad ustedes se merecen esto y mucho mas, espero que este simple cap, les guste.

estoy un poco emocionada e de confesar

aquí el cap.

por sierto, alguien ve GOT? eres de las mías?

Cuando dicen que las malas noticias viajan rápido es cierto, tan pronto como el cuerpo de Jiraiya se había encontrado sin vida, comenzaron los arreglos para el funeral.

 

 

Tsunade arrugó el ceño sin saber a ciencia cierta cómo decirle eso a Naruto, si bien, ella no había sido llamada para atender el caso sobre la muerte de aquel Omega, Shino había viajado a la escena y había sido él quien le había informado sobre la muerte.

 

 

Bien, bloqueó su celular y entró a la casa, había tenido que salir para poder contestar y no alterar a Dan, los encontró en la sala viendo una película, muy entretenidos. Sin tener remedio se sentó entre los dos causando que ambos Omegas lo vieran sin comprender, miró a ambos, pero dejó su mirada en Naruto.

 

 

—Oi, necesito decirte algo.

 

 

—¿Qué pasa, Tsuna? —dijo Dan preocupado, podía sentir la incomodidad de su Alfa y no le gustaba que estuviera así, quería calmarla.

 

 

Sin pensarlo se restregó un poco contra ella, llamando su atención y la rubio bramó un poco, enterrando su cabeza en el cuello de Dan y suspirando contra la piel sensible de su Omega.

 

 

Dan, tan sensible como estaba por el embarazo, se agarró del brazo de su Alfa y ladeó más su cuello con sumisión.

 

 

—Ahora no bonito —murmuró.

 

 

—Mmhm —asintió tontamente y gimió quedito cuando Tsunade besó suavemente su marca de unión.

 

 

Se separó lentamente y volvió a mirar a su rubio Omega, acariciando suavemente sus cabellos. Naruto se dejó mimar, de verdad que le gustaba ese ambiente lleno de caricias y cariño.

 

 

—Oye pequeño renacuajo —trató de sonar tranquila—, tengo malas noticias…

 

 

—¿Malas noticias? —Naruto la miró alarmado—. ¿Sasuke está bien?

 

 

Tsuna sonrió, su pequeño se preocupaba tanto por el tonto de su compañero, asintió dejando más aliviado a Naruto, pero con un gran signo de interrogación.

 

 

—Jiraiya está muerto…

 

 

—¿Qué…? —dijo sin aliento—. ¿El señor Jiraiya está muerto?

 

 

—Sí…

 

 

Naruto se quedó callado y vio hacia otra dirección, ahora la película de comedia que veían se sentía tan amarga y sin chiste, se sentía mal, si bien, nunca compartió un lazo con él, quizás pensó que en un futuro cercano podrían convivir más y tal vez darse la oportunidad de quererlo y perdonarlo, después de todo era el único familiar que le quedaba vivo.

 

 

—¿Cómo murió? —murmuró por lo bajo.

 

 

Tsunade se quedó callada, no creía que decirle a Naruto que el Omega mayor se había suicidado fuera lo correcto para su salud mental, no quería que cargara con más muertes de las que ya llevaba en los hombros, así que negó suavemente y pasó su brazo por los pequeños hombros de Naruto atrayéndolo a su cuerpo para después hacer lo mismo con Dan, y así, en silencio, se quedaron viendo una película que había perdido todo el sentido después de esa noticia.

 

 

Naruto simplemente se dejó apapachar por Tsunade.

 

 

*

*

*

 

 

Su cuerpo se sentía diferente, había algo distinto que no podía descifrar y eso lo tenía con muchas preguntas, su celo había acabado y Kakashi estaba vistiéndose mientras él admiraba esa fuerte espalda cubierta de sus arañazos, haciéndole sentir bien por dejárselos, así el estúpido Omega de Kakashi sabría que se había revolcado con él. Siempre había existido algo insano en lo que Kakashi le hacía sentir.

 

 

Arregló su ropa y se puso algo cómodo, después de todo su piel todavía seguía algo receptiva, el fuerte aroma de Kakashi todavía estaba impregnado fuertemente en él y no le molestaba en su totalidad, le hacía sentir protegido.

 

 

Kakashi lo miró directo a los ojos y Gaara enfrentó su mirada en claro desafío, ambos desprendían tal fuerza que dejaría a cualquier paralizado, Kakashi bufó y Gaara arrugó el ceño.

 

 

—Vete de aquí, Kakashi —demandó.

 

 

En sus ojos podía ver fuego puro. El fuerte aroma a enojo dejó a Gaara quieto, pero el potente rugido que el Alfa dio —demostrando quien tenía el dominio—, hizo que Gaara se tambaleara y que Kakashi lo tomara en sus brazos.

 

 

—Enséñame el cuello.

 

 

—N- no —tartamudeó.

 

 

Hazlo —uso su voz Alfa.

 

 

Diablos, Gaara, completamente humillado y dominado hizo lo que le ordenó y Kakashi sonrió con superioridad, Gaara estaba por golpearlo nuevamente, pero el dulce beso que recibió en su cuello lo dejó aturdido mientras sentía sus mejillas acalorarse.

 

 

Cuando Kakashi estaba por separarse, Gaara cambió rápidamente a su zorro, evitando que Kakashi viera sus mejillas rojas, eso estaba fuera de su límite.

 

 

De pronto, Shikamaru entró al cuarto y Gaara aprovechó para salir corriendo por la puerta abierta, escapando de ese sonriente lobo.

 

 

—Hay pequeño zorro… ¿Qué estás haciéndome?

 

 

Shikamaru arrugó el ceño al escucharle decir eso para después hablar.

 

 

—Bien, tengo noticias de ese pequeño zorro y no le gustaran.

 

 

—¿De qué hablas?…

 

 

 

 

—….

 

 

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—Gaara-sama —murmuró una joven, haciendo que Gaara detuviera su cobarde huida para mirarla. Paró sus orejitas en busca de que dijera algo, pero la chica le hizo una señal y entendió que eran cosas importantes, así que decidió ir a un lugar más privado donde pudieran hablar.

 

 

Cuando llegaron Gaara se transformó y buscó algo con que tapar su desnudez.

 

 

—¿Qué pasa Temari?

 

 

—Tengo noticias que puede que no le gusten.

 

 

—Habla —demandó.

 

 

Esa rubia era sus ojos y oídos dentro del lugar, era la mejor en eso, ella podría saber los secretos del Estado si así lo quisiera. La rubia lo miró y entonces habló sin problema.

 

 

—Su padre ha decidido casarlo.

 

 

—¿Qué…? —no podía ser—. ¿¡Con quién!? —dijo enojado sin saber por qué.

 

 

—Pues con….

 

 

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Gaara iba hacia el despacho de su padre hecho una furia, claro, iba a destrozar todo su preciado despacho, ¿cómo se atrevía?

 

 

Cuando llegó, se encontró con dos guardias delante de las puertas, estuvo por pasarlos hasta que le negaron la entrada, ¿¡cómo se atrevían!? Los miró mal y estuvo a punto de hacer un escándalo, pero se detuvo cuando vio que Sai salió por la puerta mirándolo.

 

 

—Tu padre está en una reunión ahora y no creo que pueda atenderte.

 

 

Gaara solamente lo miró con molestia sin dedicarle una sola palabra y esperó paciente hasta que la reunión concluyera, a pesar de que eso tardó muchas horas, porque si creía que se iba a ir, así como así, no lo conocían, él era Gaara no Sabaku, el maldito hijo de su puto padre.

 

 

Cuando las puertas al fin se abrieron y la gente comenzó a salir de ahí, pudo reconocer a varias personas importantes, las cuales eran pilares del clan. Ese hecho lo molestó aún más, su padre no lo había invitado y eso solo le demostraba que Temari tenía razón, se sintió traicionado y muy dolido.

 

 

Se adentró sin dejar que su padre saliera y lo miró infinitamente enojado.

 

 

—¿Qué pasa ahora, Gaara?

 

 

—¿¡Cómo pudiste!? ¿¡¡¡Cómo!!!? —gritó enojado—. ¡Di mi vida para esto, maldición! ¿Cómo puedes pagarme de esta manera? ¿¡Qué sentido tenía mi vida si ibas a hacerme esto!?

 

 

Rasa se levantó enojado de su asiento y miró mal a su hijo Omega.

 

 

—¡Te he dicho que no me gusta que Temari se inmiscuya en mis asuntos!

 

 

—Y a mí me importa una mierda, ¡contéstame! —dijo desesperado—. ¿Harás que todas mis lágrimas, mi sangre y dolor se esfumé como si nada? ¿¡No me permitirás ser tu sucesor!?

 

 

—La decisión está tomada, acabo de hacerlo oficial.

 

 

—Bravo —dijo casi llorando—, a mí solo me lo dirías mucho después ¿no? Padre… di todo de mí, ¿por qué me haces esto? —se quebró.

 

 

Por la puerta entró Sai viendo la escena con tranquilidad y seriedad, entonces Gaara explotó en llanto.

 

 

—No lo entenderías.

 

 

—Claro que no, ¿por qué dárselo a un hijo Omega si tienes a un Alfa? Y ni pienses que me casaré con él.

 

 

—Lo harás, todo está planeado, estarás al lado de Sai ayudándole a llevar este negocio.

 

 

Gaara apretó sus puños y le dio la mirada más iracunda para después salir dolido de ahí. Estaba tan molesto y triste, no es que le molestara no ser el jefe del clan, lo que realmente le disgustaba, era todo lo que tuvo que luchar para serlo. Había gastado tantos años de su vida para ser un digno sucesor y ahora su padre le cedía el puesto a su mano derecha… ¡Maldito sea Sai!

 

 

Había perdido tanto tiempo, soportado todo el dolor y dejado de lado su niñez y calidez para nada, ¿cómo su padre había podido hacerle eso? Y ahora para colmo una boda, una maldita boda.

 

 

Ya no sabía que odiar más…

 

 

¿El que su padre lo casara o que ya no podría verse con Kakashi?

 

 

Mierda…

 

 

*

*

*

 

 

Naruto entró al departamento de Sasuke para poder levantarlo, ya era tarde y su Alfa no se había despertado y no lo había ido a recoger como lo prometió. Ese día era el funeral de Jiraiya, y él necesitaba ir, sentía que se lo debía.

 

 

Tsunade y Dan entraron tras él y esperaron en la sala, Naruto entró al oscuro cuarto de Sasuke y jaloneó un poco las cortinas permitiendo que la luz entrara, lo primero que vio fue la fuerte espalda y piel de porcelana de su Alfa.

 

 

Suspiró tembloroso y se acercó con cuidado, poniendo sus manitas contra la espalda, viendo como la piel se erizaba fuertemente.

 

 

Sasuke despertó rápidamente viendo a su rubio, su mente se sentía nublada y además le costaba mucho acordarse de que día era.

 

 

Naruto le acomodó el cabello y acarició sus mejillas.

 

 

—Estás caliente —dijo suave.

 

 

Sasuke se levantó un poco y besó los suaves labios que se entregaban a él con devoción, estuvo por echarlo a la cama y montársele encima para devorar bien esa boquita, pero la voz de Tsunade le hizo gruñir.

 

 

Naruto se separó de él con las mejillas rojas y salió de la habitación, Sasuke bufó malhumorado para después salir de la cama, sin importarle que no llevaba camisa. Cuando entró en la sala y vio como Tsunade abrazaba a Naruto su Alfa gruñó alterado y se apresuró a jalar a Naruto presionándolo contra él, le enseñó los dientes a la Alfa rubia y comenzó a respirar pesadamente, sus fuertes manos aprisionaban las caderas del menor haciendo que gimiera, Sasuke quería llevárselo de ahí, encerrarlo y que nadie más posara sus ojos en él, Tsunade frunció el ceño y Dan se puso tras de ella, sintiéndose aturdido por las fuertes feromonas de Sasuke.

 

 

—¿Qué pasa Sasuke? —preguntó suavemente Naruto, pero Sasuke solo podía gruñir mientras olía con deseo el delicioso aroma a vainilla que tanto le gustaba, y que en esos momentos le hacía agua la boca. Ya no podía pensar bien y el fuerte calor lo estaba dejando aturdido.

 

 

—Sasuke, estás entrando en celo —dijo Tsunade—. necesito que nos vayamos ya, Naruto.

 

 

—No —gruñó—. ¡Es mío!

 

 

—Es tuyo, pero ¡entiende! ¡Entrarás en celo, lo despedazaras!

 

 

Con esas simples palabras le hizo saber que era cierto, si bien, el celo de un Alfa normal era fuerte, el de él era doble al ser un Alfa pura sangre, así que se contuvo de volver a presionar sus cuerpos y lo soltó suavemente, a regañadientes, dejándolo libre.

 

 

Naruto lo vio con las mejillas rojas y Sasuke se dio la vuelta antes de arrepentirse de dejarlo ir y aventársele encima para hacerlo suyo.

 

 

—Volveré —dijo Naruto y Sasuke asintió, era mejor que no volviera, no hasta que su celo hubiese pasado.

 

 

Tsunade se subió al auto junto a Dan mientras el pequeño rubio veía por la ventana hacia donde estaba el piso de Sasuke.

 

 

—¿Él estará bien?

 

 

—Es fuerte, y ya lo ha soportado antes, así que si —dijo la Alfa—. Hay que irnos ya o llegaremos tarde.

 

 

—Está bien.

 

 

Cuando llegaron la pequeña misa había comenzado y algunas personas que lo conocían estaban ahí, Naruto se acercó un poco, seguido de Tsunade y Dan.

 

 

Cuando la pequeña ceremonia acabó, se dio un pequeño tiempo antes de comenzar a bajar el féretro. Naruto no sabía si estaba bien que él se acercara, así que se dedicó a observar, vio a un hombre mayor acercarse y llorar un poco, dejando con gran tristeza una rosa, lo escuchó susurrar un “Perdóname” para así alejarse con lo que parecía ser su esposa e hijos, luego vio a más personas acercarse.

 

 

Cuando la mayoría de personas se habían ido y él al fin había agarrado el valor necesario para poder ir a ver su cuerpo, se quedó congelado en su lugar al ver a un rubio acercarse al féretro y acariciar el cristal.

 

 

Naruto tembló al ver su perfil, no podía ser cierto… ¿Cómo no lo había visto antes? Era imposible… Imposible

 

 

—Papá…

 

 

Notas finales:

ay mierda .-. -alguien reacciono asi?-

si hay alguna duda por favor hacerla, yo tratare de responder.

y como siempre nos vemos el proximo jueves!


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