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Jeho divoké oči (Ojos salvajes) por yue-sama

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Notas del capitulo:

Primero que todo FUERZAS MEXICO!!  Eh estado muy preocupada con toda la situación, mi beta es de México y he estado comunicándome con ella, de verdad pido a dios que todo mejore.

Hay muchos países que lo están pasando mal, así que chicos oremos por ellos.

Por segundo, que creen, me cayó una cosa grande de porcelana en el pie y me duele como la mierda!

Por tercero, alguien es de el salvador? tengo compatriotas por aquí? si no es así de que país me leen?

aquí el cap.

 

Tres meses después…

 

 

Sasuke solo veía como metían a Itachi de nuevo en la celda sin poder hacer nada, había recuperado a su hermano, pero no en las mejores condiciones, ahora Itachi no podía hablar ni escribir, y, estaba claro que, al no poder cumplir su parte del acuerdo como testigo, habían programado su traslado a una de las cárceles.

 

 

El tiempo se le acababa, en una semana se casaba con su rubio, y el maldito caso aún no avanzaba, así que, ya con las esperanzas casi acabadas y resignado a tener solo pruebas circunstanciales del caso, no espero atender una llamada que le otorgara de nuevo un poco de poder.

 

 

—Bien, sí, sí…

 

 

Sasuke colgó y agarró su chaqueta para luego salir rápidamente de la comisaría. Manejó directo al aeropuerto y unas horas después de haber llegado fue directo a las oficinas de migración, donde se ubicaban las celdas y ahí encontró a varios policías coreanos, por lo que sonrió.

 

 

—Bienvenido oficial Uchiha —dijo el jefe y Sasuke hizo una reverencia—. Fueron encontrados algunos de los integrantes de Akatsuki que escaparon, sin embargo, uno de ellos estaba embarazado y debido a su grave estado de salud no podía viajar, así que esperaron hasta que la cría nació para traerlos aquí, a Japón y procesarlos.

 

 

—Bien —dijo Sasuke—. Me gustaría verlos y hablar con ellos, por favor.

 

 

—¿Con qué propósito oficial?

 

 

—Podrían colaborar con nosotros en un caso muy importante contra Akatsuki.

 

 

El jefe lo mira por largos segundos para después suspirar, dándole un asentimiento de cabeza, entonces Sasuke se encamina hacia una de las celdas, en la que pudo ver a los dos Omegas abrazados y a una pequeña cosita envuelta con sabanas entre ellos.

 

 

Sasuke sintió empatía, a pesar de que eran Omegas, sabía que estaban implicados en los delitos realizados por Akatsuki, y, eran de igual manera, culpables, pero, ver al pelirrojo llorando mientras el otro lo abrazaba, le hacía tener escalofríos, solo podía ver la imagen de su Naruto con sus dos cachorros fallecidos… No se sentía para nada bien.

 

 

—Sasori —llamó y el pelirrojo levantó la mirada rápidamente limpiándose las lágrimas.

 

 

—¿Q-qué haces aquí?

 

 

—Trato de ayudarlos… aunque todavía no estoy seguro de que lo merezcan.

 

 

—Él solo era un prostituto —dijo alterado Deidara—. ¡Eso no es ningún crimen! Deberían dejarlo en libertad.

 

 

—¿Eso es verdad? —Preguntó Sasuke mirando a Sasori, que bajó la mirada dirigiéndola a su cachorro—. Ya habíamos hablado de eso antes y tengo un código de honor, me salvaste al curarme, yo trataré de salvarte, pero necesito que hagan un acuerdo conmigo.

 

 

—Solo dilo —dijo Sasori.

 

 

—Necesito que declaren todo lo que saben de Akatsuki para así poder refundirlos en la cárcel, a cambio trataré de disminuir sus sentencias por haber colaborado con la policía, los fiscales y la FPA.

 

 

—Diremos todo —dijo al fin Sasori.

 

 

—Oye —habló el rubio—, dame sus años de condena a mí —los ojos azules vibraban y parecía decidido—. No quiero que Sasori se separe de nuestro cachorro, ¿entiendes policía?

 

 

—No está en mi poder, pero haré lo posible. Ahora díganme, ¿dónde están los miembros restantes de Akatsuki?

 

 

—Los malditos de Konan y Pain son como sombras… nunca los hallarás. Además, Akatsuki era grande, tan grande que tiene infiltrados en todos lados.

 

 

Sasuke asintió.

 

 

—¿Kisame?

 

 

—Él también traicionó a Akatsuki —dijo Sasori suavemente—. En el momento en el que todo se descontroló Kisame sabía de sobra lo que pasaría, estoy seguro de que, sin él, Akatsuki todavía seguiría en pie. Él nos avisó y nos dio boletos de avión para que nos fuéramos, así que traicionamos al clan y pagamos por ello.

 

 

Sasuke siguió preguntando lo esencial y gracias a eso comprendió que, tanto Konan como Pain, estaban cobrando venganza contra los ejecutores de la caída de la gran mafia, ahora también comprendía porque Itachi había sido atacado de esa manera.

 

 

 

Con gran confianza salió del pequeño lugar y fue hacia su jefe y entre los dos llevaron a ambos Omegas a un lugar seguro, ya que la comisaría había dejado de serlo desde el pasado ataque a su hermano, por lo que ahora procurarían darles un cuidado especial, no querían arriesgarse a perder otros posibles testigos.

*

*

*

 

 

Naruto miraba cuánto esmero ponía Dan al imaginar el arreglo del salón, él Omega mayor mencionaba emocionado donde podían ir las flores, las mesas, la pista de baile y muchas otras cosas. El rubio sonrió con dulzura, Dan estaba tan redondo, y aun así tenía la energía de andar de arriba para abajo.

 

 

—Tiene mucha energía —dijo suavemente la persona a su lado—, así como este cachorro.

 

 

Naruto lo miró y sonrió, Minato estaba ahí con ellos, milagrosamente era un día normal que podía hacerse pasar por bueno, al menos tenía conciencia de quienes eran ellos, y cargaba con felicidad a Daichi, que ronroneaba por estar en los brazos de Minato.

 

 

—Está emocionado por la boda —dijo feliz Naruto—, y yo estoy tan nervioso.

 

 

—Una boda… eso suena bonito.

 

 

—Y lo es —dijo otra voz y Naruto volteó para ver a Tsunade entrando con dos botellas de agua, entregándole una a Minato y acercándose a un emocionado Dan para darle la otra—. Creo que Dan recuerda nuestra boda y quiere recrearla.

 

 

—¡Claro que no! —dijo Dan haciendo un puchero—. Solo quiero asegurarme de dejar tan bonito este lugar para que nuestro niño celebre.

 

 

Dan agarró la mano de Minato y este sintió su corazón calentarse, sonrió con pena y asintió, de verdad que se sentía bien estando en familia. Minato sintió un cosquilleo recorrer su cuerpo, al fin, después de mucho tiempo, pudo volver a sentir al animal que llevaba dentro y se le fue la respiración.

 

 

Su emoción creció mucho y no pudo evitar abrazar a todos ahí, para después quedarse pegado a Naruto y abrazarlo bien —no sin antes haber entregado a Daichi a Tsunade—. El pequeño rubio no supo cómo reaccionar y solo logró abrazarlo de vuelta.

 

 

—¿Sabías que vienes de una familia de reptiles y anfibios? —Naruto lo vio y asintió suavemente, recordando a su abuelo Alfa muerto—. Mi mamá era un sapo y mi abuelo también lo fue, ahora que lo pienso, también recuerdo a un abuelo que fue un gran cocodrilo…

 

 

—Papá, ¿tú que eres?

 

 

—Yo soy una serpiente… Una muy grande, de hecho.

 

 

—¿En serio? —brincó emocionado y Minato asintió.

 

 

—Y, por lo que he escuchado cada vez que te acaricio, tú ronroneas, así que eres un lindo gatito grande.

 

 

—Soy un tigre —dijo orgulloso—, aunque soy muy pequeño para dar miedo.

 

 

Minato sintió y vio la puerta abrirse, dando paso a un apuesto Alfa, algo en él se le hizo familiar, pero decidió dejarlo al aire y luego pudo sentir como su pequeño, aún en sus brazos, se ponía ansioso por ir hacia su Alfa, así que lo soltó y lo vio correr hacia su prometido, este lo cargó como si no pesara y le dio un beso en los labios.

 

 

Sasuke avanzó hacia donde estaba el resto, cargando a Naruto como si fuera un koala y Minato escuchó las refrescantes risas de ambos, por lo menos sabía que no lo dejaba en malas manos.

 

 

—Papá —dijo Naruto haciéndole cosquillas a Sasuke para que lo soltara—, él es Sasuke.

 

 

—Un gusto señor Minato —dijo formal—. Naruto me ha hablado mucho de usted.

 

 

—Y yo creo que él también me ha hablado mucho de ti. Es un placer conocerte.

 

 

Sasuke sonrió y Minato supo porque su pequeño había caído por ese Alfa.

 

 

Así pasaron una tarde donde pudo conocer a fondo a su futuro yerno.

 

 

*

*

*

 

 

Kakashi entró al cuarto, que estaba a oscuras, llevaba haciendo eso durante un mes, ya que los dos primeros meses Gaara no había querido verlo, luego dejó la comida en la mesa y buscó al Omega, esperando verlo en la cama, pero no fue así.

 

 

Se alertó al escuchar las arcadas provenientes del baño, se acercó rápidamente y algo en él de verdad se sintió devastado, no era lindo ver a su bonito pelirrojo en el suelo sin fuerzas después de vomitar todo.

 

 

El Omega apenas tuvo la fuerza necesaria para levantar levemente su cabeza, viéndolo, y Kakashi inmediatamente fue hacia él, lo levantó un poco y agarró una toalla, la humedeció y con ella limpió la cara del pelirrojo con cuidado, cuando este estuvo limpio, lo cargó en forma nupcial y lo llevó a la cama. Estaba preocupado, apenas estaba en el tercer mes, y el pequeño Omega no pesaba nada y se sentía débil contra su cuerpo.

 

 

—He estado vomitado todo desde hace dos horas —dijo suave—, me duele la garganta.

 

 

—Aguanta un poco.

 

 

Lo acostó arropándolo, era triste ver que la gran presencia y fuerza de Gaara ya no estaba, cada vez que Kakashi lo miraba el pelirrojo se veía más pequeño, y claro que tenía miedo, nunca lo había visto tan frágil.

 

 

Alcanzó una bolsa de dónde sacó una botella de agua y unas vitaminas, le ayudó a incorporarse y con suavidad le dio de beber. Gaara se dejó cuidar, nunca pensó que Kakashi haría eso por él, cada vez que el Alfa estaba cerca todo eso era mucho más llevadero, no se sentía tan mal y su Omega ronroneaba pidiendo más, él ya estaba cansado de pelear contra su Omega, tenía que madurar y dejar todo el rencor atrás, quizás Kakashi tenía sus razones para no quedarse con él.

 

 

Gaara cerró los ojos y dejó que Kakashi lo limpiara un poco, después sintió las reconfortantes sábanas de su cama y estuvo a punto de dormirse de nuevo, pero se tensó un poco al sentir como Kakashi se metía a la cama con él, pegándolo a su cuerpo y dejando su fuerte mano posada sobre su vientre y su respiración en su cuello. El Omega olisqueó el aire, olía a pino, olía a su Alfa, a protección, volvió a cerrar los ojos y se durmió.

 

 

Kakashi pudo sentir el momento exacto en el que Gaara se había quedado dormido, suspiró tembloroso contra él, no sabía qué le pasaba, sentía quebrarse cada día que pasaba a su lado, ya no era esa persona fuerte y agresiva, ese gran Alfa que controlada, que daba respeto y miedo. Con Gaara era todo lo contrario, antes eso le molestaba, pero ahora… simplemente ya no importaba. Esa faceta suya nunca sería mostrada en la vida pública, así que aprovechaba esos momentos en los que nadie tenía los ojos puestos en él para quebrarse y ser solo un hombre con un corazón que bombeaba sangre a su cuerpo.

 

 

No el jefe de la mafia ni tampoco el Alfa fuerte… Era simplemente un hombre.

 

Metió la mano bajo la camisa de Gaara y acarició la piel pálida, sintiendo la pequeña redondez, aún era diminuta, claro está, pero ahí estaba… su cachorro.

 

 

 

Nunca había experimentado eso, con Iruka todo había sido tan diferente, celos compartidos e hijo procreados, pero nunca estuvo en el proceso y con Gaara… Por Dios, todo iba a ser tan diferente, su Alfa estaba emocionado y no muy estable mentalmente, sentía una gran posesividad hacia Gaara y su cachorro, no quería que nada malo les pasara.

 

 

Sus sentidos se agudizaron cuando escuchó unos pasos detenerse en su puerta, soltó a Gaara con cuidado y lo arropó, luego se levantó y fue hacia la puerta, encontrándose con los ojos negros de Sai, que lo miraban con seriedad.

 

 

—¿Cómo está? —preguntó.

 

 

—Está durmiendo —era extraño, tenía que admitirlo, ahora tenía que compartirlo y era una relación de tres.

 

 

—¿Ha comido? Tiene que subir de peso.

 

 

—Ya lo sé —bramó y Sai lo miró directo a los ojos.

 

 

—Tienes que cuidar a mi esposo —dijo fuerte y claro—, ¡no voy a permitir que ese cachorro lo mate! Lo necesito a mi lado.

 

 

—Cállate —gruñó.

 

 

Sai suspiró y miró sobre el hombro de Kakashi, encontrando una matita de pelo rojo asomándose entre las cobijas, luego regresó su vista al peliplateado.

 

 

—Bien, cuando se despierte y le des de comer, ven a verme, las responsabilidades siguen y los negocios entre nosotros también. Haz que tu tiempo aquí en Japón valga la pena, para que la Bratvá no piense que solo has venido a perderlo.

 

 

Sai hizo una reverencia y se fue por los pasillos, Kakashi simplemente se quedó ahí…

 

 

El Alfa apretó fuertemente la puerta y la cerró, se sentó en la esquina de la habitación viendo a Gaara dormir, luego suspiró, sabía que pasaría tiempo fuera de la Bratvá y no quería siquiera pensar en que se hiciera una revuelta sin él ahí para controlarlo. Nunca se había ausentado tanto tiempo, sus hijos estaban ahí, su razón de ser, estarían desprotegidos…

 

 

Decidido, agarró su celular, tenía tantas cosas que resolver.

 

 

*

*

*

 

 

Los días pasaron entre montones de papeles y tazas de café, Sasuke miraba los documentos y se estiraba en su asiento, ya casi todo estaba listo. Se frotó los ojos y bostezó un poco, ya era de madrugada y él todavía estaba en la comisaría. Ya casi estaba listo el caso contra Akatsuki.

 

 

Escuchó la puerta abrirse y se tensó, miró hacia atrás encontrándose con su jefe.

 

 

—Por Dios, muchacho —recriminó el viejo Alfa—. ¡Estás a unas horas de casarte y todavía estás aquí!

 

 

—Lo siento jefe, estoy por irme.

 

 

—Me alegra escuchar eso —Sasuke se levantó y arregló los documentos, luego apagó la luz y se acercó a su jefe, este lo miró y agarró sus hombros sonriendo—. Mañana es tu día y espero que muchas bendiciones lleguen a tu matrimonio.

 

 

Sasuke sonrió y vio a su jefe alejarse, cerró su oficina y se fue de ahí. Al llegar a su departamento, abrió la puerta y fue hacia su cuarto dispuesto a tirarse en su cama sin cambiarse, simplemente quería dormir y ya, pero se detuvo rápidamente al ver a su rubio en el centro de la cama dormido, abrazando su almohada y solo con una de sus camisas puestas.

 

 

Entonces Sasuke se quitó el abrigo y fue hacia Naruto, acostándose con cuidado para no despertarlo, admiró la cara pacífica de su rubio y sonrió, segundos después pegó sus labios en la frente del rubio, besándolo suavemente.

 

 

—En unas horas más todo será caótico, pero, aun así, será uno de los mejores días de mi vida.

 

Notas finales:

ya estoy trabajando en el próximo especial, quien esta emocionado?

También si tienen dudas por favor hacerlas, conteste todos sus RW.

Hay de algún personaje de los que no eh hablado por un gran largo tiempo que quiera que vuelva a aparecer?

nos vemos el próximo jueves.

 


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