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Jeho divoké oči (Ojos salvajes) por yue-sama

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Notas del capitulo:

Hola mi buena gente!

Ando un poquitín apurada así que no diré mucho, ya conteste sus rw, muchas gracias por ello.

Bien... espero les guste el cap y siento y pienso que debo de advertir, este cap es puramente en Rusia! así que si no te gusta el tema de kakashi con gaara, sai, y los demás, por favor no leas.

Si te gusta eres bienvenido a leer y espero saber que te pareció el cap, al final haré un pequeño resumen para las personas que no leen el cap.

Aquí sin más.

 

 

—Dame mi abrigo —dijo armando un berrinche.

 

 

—Eres un Alfa compórtate como uno.

 

 

—No dejo que ninguna Beta me dé órdenes, así que, ¡dame mi maldito abrigo Konan! —bramó.

 

 

Konan rodó los ojos molesta y regresó sobre sus pasos, entrando de nueva cuenta en el jet, una de sus subordinadas le tendió el abrigo, así que regresó con él, tirándoselo en la cara al Alfa y luego siguió su camino sin decir más.

 

 

Él estaba molesto, muy molesto de hecho, se puso el abrigo de mala gana y contempló el frío panorama que tenía enfrente. Odiaba Rusia, la odiaba de verdad, de haber sabido que Konan lo iba a sacar de la cárcel para ir hacia allí, hubiera preferido quedarse en la prisión con Kakuzu, pero haber escapado del lugar había sido emocionante, sus manos se habían llenado de la sangre de los guardias mientras Kakuzu y zetsu hacían un motín como distracción. Había sido un buen estímulo, algo que no había tenido en mucho tiempo.

 

Miró como Konan seguía avanzando en la pista y Hidan resopló comenzando a caminar hacia donde los esperaban dos carros negros blindados. Se subió a uno y lo primero que notó fue que habían servido dos vasos de ron que gustoso se tomó, calentándose un poco con ello, la segunda cosa que notó fue al bonito Omega frente a él.

 

 

—Es un gusto tenerte de vuelta, Hidan —el Alfa tuvo que retener un bufido.

 

 

—Cuanto tiempo, Iruka —sonrió de lado.

 

 

—Me alegra que regresaras a la familia.

 

 

Después de unas horas de trayecto con conversaciones monótonas entre ellos, que buscaban evitar crear un ambiente tenso, llegaron a la casa principal de la Bratvá y Hidan suspiro aliviado, salió del carro con porte poderoso, llamando la atención de aquellos hombres que hacían sus rondas, luego vio a Konan saliendo del siguiente carro, y, de inmediato, esta se acercó a él, llamando la atención de Iruka.

 

 

—¿Y ella quién es?

 

 

—Es mi prometida —mintió.

 

 

—Pero es una Beta —Konan frunció el ceño al escuchar a Iruka, y el Omega, al ver eso, mejor se quedó callado—. Bueno, está bien. Ven pasa, estás en tu casa después de todo. Mi marido no se encuentra, así que, espero que si tienes dudas me busques para hablarlo o en su defecto a su mano derecha, Shikamaru.

 

 

Hidan asintió serio e Iruka emprendió la marcha para perderse por ahí, luego miró con atención toda la casa hasta que vio tres matas de pelo asomándose por la entrada, al parecer Kakashi había tenido tres cachorros.

 

 

Sonrió tenso causando que los niños quisieran retroceder y marcharse.

 

 

—Vengan acá y saluden a su tío.

 

 

*

*

*

 

 

Había pasado dos meses metido ahí, ya se había ganado la confianza de varias personas, personas que no estaban conformes con Kakashi. Konan le había dicho que tenían que actuar ese mismo día y Hidan estaba dispuesto a todo. Bajó las escaleras confiado, mirando a todos los invitados de la fiesta, esa reunión se hacía cada año y todos los integrantes de la Bratvá asistían, por ello, ese era el momento perfecto.

 

 

Miró a lo lejos a los tres mocosos de Kakashi y sonrió cruel al notar el tremendo horror de Levka al verlo, le gustaba ese sentimiento, había estado torturando al chiquillo desde hace tiempo, dejándole moretones y golpes de los que nadie sabía, incluso lo había privado del aire mientras lo ahorcaba, dejando las marcas de sus dedos. Por supuesto que lo tenía amenazado, diciéndole que si contaba algo materia al pequeño y tierno Mikaela.

 

 

Gracias al miedo de su sobrino, agarró valor y llegó a la sala principal, donde todos estaban reunidos comiendo, llamó la atención de varios cuando entró y eso hizo que sacara el pecho imponiendo su presencia.

 

 

Cuando Iruka estaba a punto de dar el discurso correspondiente, Hidan agarró una copa y la golpeó, robándole el momento al Omega, luego se subió en una mesa provocando que varios objetaron asombrados, pero Hidan no se detuvo, por el contrario, sonrió más al ver la conmoción de Iruka.

 

 

—Buenas noches mis señores, soy Hidan. Si son nuevos en la Bratvá, quizás no sepan quién soy, pero estoy seguro de que los más viejos lo tendrán muy claro.

 

 

Los otros líderes de la Bratvá que estaban ahí —aparte de Kakashi—, asintieron, claro que sabían quién era Hidan.

 

 

—Soy el único y verdadero heredero de la Bratvá, no mi hermano Kakashi, perdón… bastardo hermano. Yo soy el único hijo legítimo de mi padre, Sakumo Hatake, pero Kakashi lleno de ambición y poder, me desterró de mi querida nación, de mi adorada Rusia, me sacó de mis raíces para tener el camino libre para quedarse con la Bratvá, y yo, a muy temprana edad desaparecí… Me dejó a mi suerte en otro país, lejos del lugar que me correspondía.

 

 

Todos ahí se quedaron callados, Iruka no podía creer lo que Hidan estaba diciendo, eso no había sido de esa manera, ¿por qué Hidan estaba mintiendo así? ¿Qué pretendía lograra con eso?

 

 

—Yo seré un buen líder, no como Kakashi, ¿o no? ¿dónde está su jefe? ¿Ah? —alzó la voz—. Lleva afuera 6 meses —todos asintieron dándole la razón—, ese no és el trabajo de un jefe. ¿¡Qué demonios está haciendo afuera descuidando la Bratvá!? ¡Es imperdonable, no se merece el puesto!

 

 

—¡¡Si!! —gritaron.

 

 

—Escójanme a mí y todo cambiará. Vengan a mí y tomemos el poder juntos.

 

 

Iruka miró con horror como más de la mitad de los hombres presentes se movilizaban hacia donde estaba Hidan mientras que el resto se quedaban firmes en sus lugares, nunca traicionarían a Kakashi. Los viejos líderes, en cambio, decidieron irse, era una pena ver cómo se desmoronaba una parte de la Bratvá, quizás dando origen a una pequeña guerra civil.

 

 

—Bien —dijo de mal humor al ver que no había conseguido a todos los hombres—, ahora, tráiganme la cabeza de Iruka y de los tres mocosos de Kakashi.

 

 

Iruka se asustó y miró con incredulidad a Hidan, pero este sólo le dedicó una mirada muerta que lo hizo estremecer. Inmediatamente empezó a retroceder tratando de escapar, pero un Alfa lo agarró y lo dejó quieto en su lugar.

 

 

—¿¡Por qué haces esto!? —gritó Iruka—. ¡Te abrí las puertas de esta casa como tu familia! ¿¡¡Por qué me traicionas!!?

 

 

Iruka pudo ver como sus hijos temblaban asustados al ser arrinconados en una esquina. A su vez, Levka se sintió impotente al ver que un feo y fuerte Alfa tomaba a Mika de sus brazos arrebatándoselo sin piedad, y luego ponía sus toscas manos en el pequeño cuello de su hermano, causando que Mika rompiera a llorar al instante.

 

 

Sin embargo, una fuerte tacleada hizo que el Alfa soltara al bebé, y al verlo, Levka corrió apresurado para agarrarlo. Pudo notar que detrás del Alfa estaba un lobo de pelaje blanco y supo de inmediato quién era. Mihail había llegado a salvarlos.

 

 

A Mihail le había hervido la sangre al ver como ese Alfa había agarrado a su cachorro, así que no pudo evitar transformarse y correr hacia él, tenía que protegerlo y salvarlo. Le dio una mirada a Levka y este entendió de inmediato transformándose en un lobo gris, Zaria, al ver la acción de su hermano, hizo lo mismo, al igual que el pequeño, cosa que Levka aprovechó, agarrando del pellejo a su hermanito para salir corriendo rápidamente de ahí.

 

 

Mihail gruñó fuertemente y mordió a ese estúpido Alfa que había tocado a su cachorro, rápidamente lo despedazó, arrancándole partes de carne y matándolo. Al terminar, miró el caos a su alrededor, notando que los pocos hombres que defendían el honor de Kakashi seguían luchando arduamente contra los rebeldes. Pudo ver como un Omega le pegaba fuertemente a Iruka rompiéndole el labio y él gruñó, sería una dura pelea…

 

 

Levka corría sin parar, sus pequeños pulmones no aguataban más, y, de no ser por sus pelajes, estaba seguro de que se hubieran congelado hace mucho. La fría nieve tocaba sus patas, y él podía ver al pequeño lobo negro que era su hermana, temblar.

 

Cuando decidió detenerse para tomar aire Zaria aulló angustiada, por lo que Levka soltó a Mika y la golpeó, eso había sido una estupidez, podría haber revelado su ubicación a los rebeldes, así que, cuando escucharon ramas rompiéndose, detuvieron todos sus movimientos.

 

 

Levka se puso en frente de Mikaela y Zaria le siguió, ambos mostraron sus dientes y comenzaron a gruñir mientras su pelaje se erizaba, mostrándose listos para atacar en caso de ser necesario, sin embargo, dentro de las ramas salió un gran lobo negro y ambos se callaron de inmediato, era Shikamaru.

 

 

El lobo negro se acercó rápidamente revisándolos, buscando alguna herida o daño, los olfateó y los lamió un poco, tratando de tranquilizarlos, luego agarró a Mika del pellejo y comenzó a correr de nueva cuenta con Levka y Zaria siguiéndolo. No sabía que había pasado, de hecho, de no ser por el aullido de Zaria, nunca hubiera sabido que algo pasaba.

 

 

Corrió lejos de ahí hasta que estuvieron a kilómetros de la casa principal, muy metidos en el bosque de la montaña, ahí se encontraba una cabaña que había sido especialmente construida por si algo como eso pasaba. Dejó a los niños entrar mientras el aseguraba el perímetro, no quería pasar peligro con ellos cerca. Su deber era claro, no debía permitir que nada les pasara a los hijos de Kakashi.

 

 

Los niños entraron a la cabaña y rápidamente se transformaron, quedando desnudos, pero eso no les importó, simplemente se encogieron en el suelo, abrazándose a sí mismos y comenzaron a llorar fuertemente. Tenían tanto miedo.

 

 

Shikamaru entró y miró a los niños llorar, se transformó en hombre y rápidamente buscó unas sábanas para cubrirlos, él buscó ropa y se la puso para luego encender la chimenea dejando salir sus feromonas para tratar de tranquilizarlos.

 

 

Cuando al fin consiguió que su llanto se volvieran leves sollozos, Shikamaru se acercó a ellos con ropas para que se cambiaran.

 

 

—¿Qué pasó, Levka?

 

 

—Traicionaron a papá —dijo más tranquilo. Shikamaru lo miró incrédulo y pronto el enojo llegó a él—. Fue Hidan, hizo que varios hombres de mi padre lo apoyaran a él. Mi papá todavía está ahí, tienes que ir por él —dijo afligido.

 

 

—No, el jefe me dio órdenes precisas, cuidarlos a ti y a tus hermanos si algo pasaba, Mihail tendrá que cuidar de Iruka. Ellos vendrán hacia acá, Mihail sabe de este lugar —los niños se acercaron al fuego tratando de calentarse, era una noche muy fría. Mika se acomodó mejor contra sus hermanos y estos suspiraron viendo el fuego—. ¿Cuántos hombres traicionaron al jefe?

 

 

—La mayoría —dijo Zaria—. Sólo unos pocos siguieron peleando por nuestro padre.

 

 

Shikamaru gruñó molesto, se habían aprovechado de que él no estaba. Había estado haciendo sus rondas y el simple hecho de no haber estado ahí para poner orden le molestaba. ¿¡Cómo se atrevía esa rata sucia de Hidan!? Con gusto lo despedazaría con su mandíbula.

 

 

Se asomó por la ventana mirando hacia afuera, buscando indicios de peligro, pero a lo lejos sólo pudo ver como el lobo blanco de Mihail llevaba encima a un Iruka desmayado, eso hizo que Shikamaru se sintiera más aliviado.

 

 

Agarró el teléfono decidido, era hora de marcarle a Kakashi.

 

 

*

*

*

 

 

—No lo entiendes —bramó enojado—. ¡Es mi familia!

 

 

—No me importa —dijo serio Sai.

 

 

—Me llevaré a Gaara te guste o no.

 

 

—Gaara no se irá a Rusia —gritó enojado, perdiendo la impecable compostura que siempre tenía—. Ni se te ocurra, no daré el permiso para que lo lleves a una absurda guerra.

 

 

—Entonces en tus manos quedará si algo le pasa a mi cachorro y a él. Será tu culpa si pierdo a alguno de los dos —gruñó.

 

 

—Mierda —apretó los puños—. Es mi Omega —dejó en claro y Kakashi lo miró con enojo—, y espero que lo entiendas. Si algo le pasa a Gaara, ten por seguro que el clan Sabaku irán tras de ti y no pararemos hasta tener tu cabeza.

 

 

Kakashi asintió tenso y se apresuró a salir de ahí, sus hijos estaban en peligro y eso lo tenía frenético. Fue hacia su cuarto entrando de golpe y comenzó a empacar rápidamente, de pronto sintió las suaves manos de Gaara posarse bajo su camisa, tocando su cuerpo, cosa que lo hizo estremecerse por completo y jadear.

 

 

Gaara lo abrazó fuertemente, logrando que el Alfa comenzara a drenar su enojo y desesperación, lo abrazó de vuelta, calmándose con el aroma de Gaara, luego metió su cabeza en el cuello del Omega para olisquearlo y morder la suave piel.

 

 

Sonrió un poco al sentir al cachorro saltar en el vientre de Gaara, adoraba sentir entre sus cuerpos el hinchado vientre de su Omega. Besó con suavidad las mejillas pálidas de Gaara y este acarició suavemente su plateado cabello.

 

 

—¿Qué pasa, Alfa? —preguntó adormilado.

 

 

—Tenemos que irnos a Rusia… Fui traicionado y mis hijos corren peligro.

 

 

—Me dejarás —dijo separándose un poco de Kakashi y este miró el miedo que eso le provocaba a Gaara.

 

 

—No dije: “Tengo que irme” dije que…

 

 

—Tenemos que irnos, pero, Sai nunca dejara que…

 

 

—Ya hablé con él —le cortó—. Te prometo que te cuidaré, pero tengo que resolver esto…

 

—Bien —dijo Gaara.

 

 

El pelirrojo agarró más ropa ayudando a Kakashi a empacar para salir lo más rápido posible, nunca había visto tan vulnerable al Alfa, parecía que su punto débil de verdad eran sus hijos, por un momento se sintió afortunado de que el padre de su pequeño fuera Kakashi, parecía que siempre iba a estar pendiente de él o ella.

 

 

Cuando todo estuvo listo, Kakashi salió con una maleta que prácticamente tenía más ropa de Gaara que dé él, por su parte, el Omega se puso un abrigo que escondía ligeramente su hermosa barriga.

 

 

En el momento en el que salió, sus subordinados ya lo esperaban en la puerta y al verlo hicieron una gran reverencia, que Gaara correspondió asintiendo con una fuerte mirada, y, aunque al principio el embarazo había sido difícil y casi nadie podía verle la cara, los últimos meses habían sido mejores, logrando imponer tal como lo hacía antes. A pesar de todo, nunca nadie le perdió el respeto.

 

 

Se sorprendió un poco al ver a un grupo de hombres esperándolo para irse con ellos, estuvo a punto de replicar, pero miró a su esposo, quien estaba junto a ellos también, camino en su dirección e hizo una pequeña reverencia —después de todo, tenían el mismo poder en el clan—, que Sai le devolvió con un pequeño asentimiento.

 

 

—No es necesario —dijo Gaara.

 

 

—Claro que lo es, no mandaré a mi esposo sin protección.

 

 

—Gracias —dijo después de una larga pausa—. Volveré a casa… Espero me esperes.

 

 

—Siempre estaré aquí con los brazos abiertos.

 

 

Sai se acercó a él y le dio un suave beso en cada párpado, para luego darle un respetuoso beso en la mejilla, después de ello Gaara sonrió un poco y se alejó para ir al carro donde Kakashi se guardaba lo mejor que podía la molestia de haber visto esa escena, sin embargo, no dijo nada cuando Gaara buscó su mano, que, por supuesto, él no le negó, tomando la más pequeña y apretándola contra la suya.

 

 

*

*

*

 

 

—¡Papá! —gritó Zaria corriendo hacia Kakashi sin importarle nada, al carajo la frialdad, de verdad lo habían pasado mal, y aunque ella era una Alfa para ellos no importaba, Kakashi no la rechazo, por el contrario, la abrazó fuertemente alzándola sin esfuerzo, todo esto, bajo la atenta mirada de Gaara, que se encontraba unos pasos detrás de Kakashi, quien apenas habían entrado a la cabaña.

 

 

—¿Dónde está Levka?

 

 

—Ahí —señaló la niña.

 

 

Gaara tuvo que tragarse el chillido de emoción que le causó ver a los dos lobos que estaban dormidos y acurrucados uno junto al otro, uno gris, y, el otro, un pequeño cachorro blanco. ¿Esos eran los hijos de Kakashi? ¡Eran hermosos!

 

 

Al estar tan distraído, Gaara se asustó cuando escuchó el gruñido de Kakashi, así que quitó sus ojos de los niños dormidos para ver como el Alfa fulminaba con su mirada a un Omega de pelo café y se tensó cuando lo vio avanzar con fuerza hacia él.

 

 

El Omega pareció retroceder en su asiento, y Gaara miró a Shikamaru en busca de ayuda, pero éste miraba serio la escena sin hacer nada.

 

 

—Kakashi —llamó Gaara, pero este apenas le hizo caso.

 

 

—¿¡Qué!? —chilló el otro Omega—. Esta es la puta japonesa, ¿¡verdad!? —gritó Iruka fastidiado, levantándose del asiento y Kakashi gruñó enfadado—. ¿¡¡Cómo te atreves a traerlo aquí cuando tu familia sufre!!?

 

 

—Tú… —enseñó los dientes y su aroma se volvió espeso, provocando que Gaara tuviera que retroceder—. Maldito bastardo.

 

 

Estuvo a punto de golpearlo, pero Mihail se interpuso entre los dos, sin embargo, aún con ello, Kakashi no lo miró, sus ojos estaban puestos en Iruka y nada más que en él.

 

 

—Por favor, jefe —murmuró Mihail.

 

 

—Quítate —demandó, pero el otro Alfa no se movió—. No te quites si no tengo razón, ¿acaso Iruka defendió a mis hijos? ¡Quiero la verdad Mihail!

 

 

El Alfa movió la cabeza y negó lentamente.

 

 

—No…

 

 

—¿Acaso gritó pidiendo ayuda para mis hijos?

 

 

—No…

 

 

—¿Por quién gritó entonces? —dijo más enojado al saber que tenía razón.

 

 

—Por sí mismo.

 

 

—Quítate —bramó.

 

 

Entonces, Mihail le cedió el paso, y evitó voltear para no ver como Kakashi golpeaba fuertemente a Iruka y lo sometía. El Omega chilló mientras Kakashi hacía que lo mirara a los ojos y con sus colmillos al aire habló de manera dura.

 

 

—¡Por una vez en tu vida, preocúpate por tus hijos!

 

 

Luego, lo soltó rápidamente e Iruka cayó al suelo, por su parte, Zaria se había convertido en lobo acercándose velozmente a sus hermanos que con el alboroto habían despertado y miraban todo acojonados, sabían que la relación de sus padres no era la mejor, pero nunca habían visto a Kakashi tan enojado con la familia, ni mucho menos golpear a Iruka.

 

 

Gaara al verlos tan asustados, se acercó a ellos y les acarició cerca de las orejas, consiguiendo que los niños lo miraran, ellos captaron de inmediato quién era él, así que se acercaron con mucha curiosidad, notando la redondez de Gaara.

 

 

Kakashi estaba a nada de convertirse en su lobo y perder control irremediablemente, pero se tranquilizó un poco al notar como Gaara convivía con sus hijos, luego de eso salió de la cabaña con Shikamaru y Mihail siguiendo sus pasos.

 

 

—Quiero que reúnan a los hombres que me quedan. Esto, señores… será una cacería.

 

Notas finales:

Resumen:

 

hidan llega a Rusia a reclamar el mando de la bratva, kakashi es su hermano bastardo, hidan pone encontra a muchos hombres de kakashi para quitarlo del poder, al final lograndolo, shikamaru logra poner a salvo a los tres niños de kakashi, el alfa de iruka también pone a salvo a iruka, kakashi pierde la cabeza y desea regresar a Rusia a poner orden.

 

y se lleva a gaara con él, gaara ya tiene 6 meses de embarazo y al fin conoce los cachorros de kakashi, al final kakashi piensa comenzar una cacería contra hidan.

 

y ahí termina todo.

 

bien, espero les gustara el cap, muchísimas gracias por todo.

 

ATENCIÓN!! El domingo publicare nueva historia sasunaru, omegaverse, espero puedan darle el visto bueno también a la historia, nos vemos el domingo!

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