Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Jeho divoké oči (Ojos salvajes) por yue-sama

[Reviews - 852]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!

 

Muchas gracias por el apoyo de siempre y comentar, ya conteste sus rw.

AVISO IMPORTANTE.

 

no actualizare la próxima y pueda que la próxima tampoco... quizá lo haga antes de acabar el año... pero no estoy segura, espero puedan entender.

 

aquí el cap.

—Me alegra escuchar que tienes una mejoría increíble.

 

 

—Cada día me siento mejor.

 

 

—Eres un Omega muy fuerte, Minato.

 

 

El Omega siseó con cariño al sentir la suave caricia en su mejilla, tenía prácticamente un año de estar viéndose con ese Alfa, un hermoso Alfa que había aparecido cuando menos lo esperó y que le ayudó en cada paso de su recuperación.

 

 

Shikamaru era su nombre, y, aunque no le gustaba su trabajo e incluso al principio tuvo miedo, supo que Shikamaru era una persona dulce con una coraza de piedra.

 

 

El Alfa no demostraba mucho sus emociones, pero siempre lo cuidaba y protegía. Minato se sentía bien a su lado, y, a pesar de que los primeros meses fueron difíciles porque sentía que traicionaba la memoria de alguien amado —aun cuando no recordara de quién—, ahora sentía las mismas emociones que solo Kushina pudo despertar en su momento.

 

 

Gracias a la cercanía entre ellos, el Omega aprovecho para restregarse feliz contra el Alfa y este lo acarició con más confianza.

 

 

Después de mucho tiempo, Minato había logrado sintonizarse con la serpiente en su interior y con ello vino la sanación, por supuesto que todo eso debía seguir un proceso, pero ahora eran menos frecuentes los cortocircuitos que tenía en la cabeza.

 

 

—Gracias —murmuró bajito.

 

 

—¿Por qué me agradeces, Omega? —ambos se miraron a los ojos.

 

 

—Por estar a mi lado.

 

 

—Encontré oro aquí en Japón.

 

 

Shikamaru se acercó lentamente hasta juntar sus labios en una delicada muestra de cariño, y en respuesta, el Omega lo agarró fuertemente de la camisa. Había pasado tanto tiempo desde eso que había olvidado lo que sentía ser sostenido con amor… En ese momento quiso llorar.

 

 

*

*

*

 

 

Sasuke miró a Itachi notando que se había ido deteriorando con los años y no era el mismo hombre que fue hace mucho. Itachi al verlo le hizo una señal, así que se acercó.

—¿Qué tal vas?

 

 

Itachi comenzó a hacer señales, ya que no podía hablar y tampoco podía escribir así que había tenido que aprender el lenguaje de señas, y, de igual manera, Sasuke lo hizo solo para poder hablar con su hermano.

 

 

Supongo que bien —había dicho.

 

 

—Me alegra saber que te pasaron a una zona más calmada, has sido bueno.

 

 

Pudo escuchar el bramido que Itachi profirió y eso lo hizo sonreír, a pesar de que Itachi estaba desgastado aún conservaba algunos rasgos característicos.

 

 

¿Cómo esta Deidara?

 

 

—Supongo que bien, no lo he visto desde hace unos meses. Por otro lado el cachorro de Sasori esta grande y ambos van bien.

 

 

Me alegra.

 

 

—¿No estás enojado con ellos por declarar?

 

 

—Si ellos no lo hacían lo iba a hacer yo, así que no hay problema —ambos se quedaron callados hasta que Itachi volvió a hacer señas—. ¿Minato?

 

 

Sasuke desvió la mirada al mismo tiempo que carraspeó su garganta.

 

 

—Bien.

 

 

¿Por qué no me hablas más de él? —parecía enojado y Sasuke lo notó.

 

 

—Porque no tienes derecho a saber nada de él ni de su vida. Tienes que superarlo.

 

 

Lo he superado.

 

 

—¡Pues no lo parece! —dijo levemente enfadado—. Todas tus conversaciones se desvían hacia él.

 

 

Sasuke se levantó dispuesto a irse, él no podía profundizar en la vida de Minato con alguien al que le tenía miedo. Itachi simplemente se quedó ahí viéndolo marcharse. En ese momento quiso tener voz para gritar, quiso hacer muchas cosas, pero solo pudo esperar hasta sentir como los guardias iban hacia él para sacarlo de la zona de visitas, luego se soltó bruscamente y caminó por su cuenta hasta su celda, donde se tiró en la dura y fría cama mirando el techo.

 

 

Su hermoso Minato estaba vivo… Si él hubiera sabido eso antes, nunca habría dejado pasar esa oportunidad.

 

 

Fue hace tres años que supo que su Omega vivía; el mismo día en que dictaron su sentencia. Diablos…

 

 

Aun recordaba que cuando salió del juzgado custodiado por los policías, junto a sus demás compañeros —o al menos aquellos que quedaban—, miró a todos los periodistas arremolinarse contra ellos, pero algo más captó su atención, su Naruto estaba ahí, esperando a Sasuke en la puerta, sin embargo, lo que lo congeló fue darse cuenta de que el pequeño rubio no estaba solo.

 

 

Se le fue el alma al piso al ver a Minato ahí, ¡estaba hermoso! De hecho, no pudo ni darse cuenta de que se había soltado bruscamente de los policías, casi corriendo hacia el Omega. Todos los presentes jadearon por el repentino movimiento, y Minato al verlo, también se congeló, pero luego pegó un chillido e Itachi rugió en respuesta.

 

 

Sus manos estaban encadenadas al frente de su cuerpo, así que pudo agárralo de los brazos haciendo que Minato comenzara a respirar rápidamente. En ese momento deseó tanto tener lengua para poder decirle algo, su pecho quemaba. En un movimiento brusco soltó sus brazos, agarrando en su lugar su débil cuello, lo escuchó jadear y se calentó, Dios mío, qué sensual estaba. Olisqueó el cuello de “su” Omega y saboreó la excitación… Como adoraba su aroma, casi se volvió loco.

 

 

—¡Suéltalo! —gritó Naruto

 

 

Itachi apenas le dedicó una mirada, pero continuó centrado en Minato, y, cuando lo golpearon para que lo soltara, no pudo hacer mucho, luego llegaron los refuerzos y lo despegaron de su adoración de tantos años, así que solo tuvo oportunidad de conectar sus ojos negros con los azules de Minato, disfrutando del terror en sus ojos hasta perderlo de vista. Después de eso, tuvo que calmarse a como diera lugar, ya que su pene se había puesto erecto.

 

 

Definitivamente estaba enfermo….

 

 

*

*

*

 

 

—Naru… ¡¡Naru!!

 

 

El rubio bajó su mirada notando como Daichi le tendía su súper héroe favorito.

 

 

—¿Qué haces Dai-chan? ¿Acaso no es tu favorito?

 

 

—Sí, pero… es tuyo.

 

 

El rubio dejó de hacer la comida y se agachó quedando de rodillas y agarrando con suavidad el juguete de Daichi, que en segundos quiso arrepentirse haciéndole pensar a Naruto que lloraría, pero, al contrario, solo sonrió para después irse corriendo.

 

 

El Omega sonrió conmovido, se alegraba mucho de que Daichi lo buscara con tanto cariño, de hecho, la estaba haciendo de niñera. La pequeña Haru estaba sentada haciendo un desastre con la masa.

 

 

Actualmente el pequeño Daichi contaba con 4 años y Haru con tres. Por su parte, él hacía de niñero ya que Dan había tenido doble jornada de trabajo así que le había pedido ayuda cuidando de sus hijos, después de todo no había una persona en la que confiaran más que en su cachorro mayor. Por supuesto que el rubio había aceptado feliz, adoraba a esos niños.

 

 

—Bien, Haru-chan, deja de hacer eso, me va a costar mucho limpiarte después.

 

 

La cargó para poder limpiarla un poco y cambiarle la ropa, luego agarró una toalla húmeda y comenzó a asearle la cara haciendo que la bebé hiciera pucheros, entonces apareció Daichi corriendo con su celular y pareciendo asustado.

 

 

—No para de sonar —dijo angustiado y Naruto rió fuertemente.

 

 

—Ven —el niño le dio el celular y Naruto contestó rápidamente.

 

 

Habló por un rato con Kiba, pero nunca les quitó los ojos de encima a Haru y Daichi. Cuando terminó de hablar dejó su celular y miró el fondo de pantalla, sonriendo tiernamente.

 

 

Tenía a Gaara de fondo, y… ¿cómo es que tenía a Gaara de fondo de pantalla? Fácil… hace unos meses se habían encontrado por casualidad, Naruto estaba dando una vuelta ya que había salido a comprar cosas para la cena de esa noche, pero decidió tomarse un poco más de tiempo caminando y mirando algunas tiendas. Cuando estaba dispuesto regresar a su carro para volver, miró como un carro negro paraba frente a una heladería y tuvo curiosidad ya que carros como esos no se miraban muy seguidos —era un auto que llevaba los vidrios polarizados—, y, cuando vio una mata de cabello rojo salir del carro, se congeló…

 

 

Reconocería ese cabello donde fuera.

 

 

Embobado, se acercó rápidamente, y sus suposiciones no fueron equivocadas, era Gaara y tenía… ¡¡estaba embarazado!! ¡Su vientre estaba enorme!

 

 

—Dame un de choco… No, bueno… ¿Tiene de chocolate con cereza?

 

 

Naruto sonrió enternecido, parecía que tenía un antojo. Realmente él quiso saber de Gaara hace mucho, pero no había encontrado nada.

 

 

Cuando Gaara al fin tuvo su helado en las manos, pudo sentir una mirada sobre él, así que se volteó dispuesto a enfrentar a quien fuera y casi se le cae el helado al ver a Naruto ahí parado.

 

 

El rubio notó la mirada asustada de Gaara y se sintió un poco mal, sabía que no habían terminado en los mejores términos, pero Naruto había aprendido a superar esa parte de su vida, y, aunque sabía lo que era Gaara, se acordó de todo lo que el pelirrojo había hecho por él dentro del zoo, no podía estar más que agradecido con Gaara por ello. No le guardaba rencor, no guardaba más que cariño y respeto por él.

 

 

Para el rubio, todo ese triste capítulo había sido cerrado, al final de cuentas, si no lo cerraba, nunca iba a poder ser una persona normal.

 

 

—Cuanto tiempo —dijo Naruto suavemente con temor de espantarlo.

 

 

—S-sí, mucho tiempo —tartamudeó.

 

 

—¡Eso es toda una sorpresa! —dijo feliz señalando su vientre, el pelirrojo pareció tranquilizarse y sonrió.

 

 

—Es el segundo de hecho.

 

 

—¿¡Segundo!? Waaa —dijo Naruto emocionado para luego hacerle una señal y preguntar—. ¿Puedo?

 

 

—Sí, claro —concedió el Omega.

 

 

Naruto fue directo a él y tocó suavemente su vientre, sintiéndolo duro, y de pronto algo en él quiso sentir eso también, más aun, cuando sintió la suave patadita que él bebé dio contra su mano. Su pecho se hinchó anhelando también un hijo, y, aunque el sentimiento lo asustó, lo aceptó de inmediato.

 

 

—¡Se movió! Es maravilloso, ¿puedo tomarte una foto? Estás hermoso —Gaara lo permitió y el rubio le sacó una foto con su celular.

 

 

—Gracias —sonrió, y, cuando ambos se separaron, cayó el silencio, pero Gaara volvió a hablar—. Oye Naruto… tengo que pedirte una disculpa…

 

 

—No tienes porque —dijo finalmente—. Mi abuelo hizo cosas malas, de hecho, mis dos abuelos hicieron cosas que no debieron, y no te culpo por ello. No tenías la información completa y ahora los únicos que la conocemos somos mi papá y yo, y, me gustaría que así se quedara.

 

 

Gaara lo miró por largo rato y supo que no quedaba nada de aquel niño del zoo, se sintió muy orgulloso, ahora Naruto era todo un hombre y eso le hacía sentir tranquilidad.

 

 

—Respeto tu decisión.

 

 

—Sólo me hubiera gustado verte antes.

 

 

—Tengo una vida que no va con tu estilo —no quería decir “criminal” enfrente de todos los que pasaban por ahí—, y no quisiera involucrarte en esto, y menos aun cuando tu esposo es policía. Es mi némesis por destino.

 

 

—Yo también lo comprendo —dijo el rubio.

 

 

—Señor, tenemos que irnos… Estamos llamado mucho la atención —dijo uno de sus hombres y Naruto supo que era hora de despedirse.

 

 

—Parece que esto es un adiós —dijo Gaara y el rubio sonrió radiante.

 

 

—Un adiós no, es tan sólo… un hasta pronto.

 

 

El rubio lo abrazó fuertemente teniendo cuidado con su vientre y Gaara quiso llorar, conteniéndose con todo su ser. Despidiéndose finalmente con una sonrisa…

 

 

Así Naruto había conseguido la foto de Gaara.

 

 

Salió de sus pensamientos cuando la puerta fue tocada, supo que era Dan al ver la hora, así que cargó a Haru en sus brazos y fue a abrir. El peliceleste entró con su largo cabello amarrado en un moño y vistiendo un traje de camarero, y, al ver a su hija, su expresión casada cambio a una feliz.

 

 

—¡¡Mi bebé!!

 

 

—¡Papá! —gritó la nena y Naruto se la cedió.

 

 

Cuando Daichi apareció, corrió hacia Dan y este lo recibió con los brazos abiertos, llenándolo de besos.

 

 

—Muchas gracias por cuidarlos —Dan se acercó y se restregó contra él besándolo también y Naruto ronroneó feliz—. Tengo que irme, vine en taxi.

 

 

Entonces el rubio corrió hacia la cocina agarrado las galletas que había hecho y se las dio a Dan, y luego los despidió feliz desde la puerta.

 

 

Bien ahora tenía otra cosa que hacer…

 

 

--------------------------------------------------

 

 

Contuvo un chillido de alegría y siguió preparando la comida, no quería que se le quemara, la última vez así había sido y la casa se había llenado de humo, así que mejor espero paciente a que Sasuke llegara hacia él.

 

 

El Alfa entró a la casa y sintió el rico aroma de la comida, sus tripas se removieron por el hambre y seducido por el olor fue a la cocina, encontrando a su hermoso esposo.

 

 

Quedó tentado con la imagen, así que se acercó con el sigilo propio del gato que era y abrazó por detrás a Naruto, asustándolo, luego ronroneó y el rubio sonrió, por lo que Sasuke besó suavemente su cuello apretando sus cuerpos en un abrazo.

 

 

—Sasuke.

 

 

—¿Mhmm?

 

 

—Estoy embarazado…

 

 

Naruto pudo sentir el preciso momento en que Sasuke lo volteó y cayó al suelo arrodillado, abrazándose a sus caderas para enterrar la cara en su vientre. De igual manera pudo sentir como su camisa se mojaba, y supo que su Alfa estaba llorando…

 

 

Por supuesto que, no pudo contenerse y comenzó a llorar también.

 

 

 

Notas finales:

imagen -clik para ver.-

Si hay dudas por favor hacerlas.

La idea de shikamaru con minato fue completamente de lucy, y aprecio mucho su idea, me encanto.

 

les quiero mucho y hasta nuevo aviso! -me estaré comunicando por la pagina de facebook.-

 

nos vemos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).