Naruto despertó desorientado, no sabía cuántas veces ese enorme tigre albino lo había tomado durante esos dos días pero se sentía cansado y su cuerpo temblaba.
Apenas había comido algo ya que el tigre se lanzaba contra él minutos después de haber terminado.
No era tonto sabía que después de eso iba a cargar con unos lindos cachorros en su vientre, pero seguía confundido y claro, preguntarle a ese tigre que ahora dormía en una esquina de la jaula no era lo ideal.
Presentía que todavía estaba drogado como había dicho Tsunade.
¿Había alguien ahí adentro que le pudiera explicar las cosas que quería saber?
La rendija del cuarto de Sasuke se abrió y Naruto supo que le estaban dejando ir antes de que el otro se levantara, se paró en sus cuatro patas como pudo y salió a paso lento de ahí.
Cuando entró a su cuarto pudo ver platos llenas de fruta y comida además de botellas de agua, y se sitio estúpidamente feliz, lo estaban mimando, cambio rápidamente a su forma humana notando como su vientre estaba hinchado.
Se asustó, no se notaba mucho pero él podía ver la diferencia, trato de apretar un poco y cuando lo hizo la semilla de Sasuke resbaló por su entrada, avergonzándolo mucho.
Salió corriendo hacia el baño y lavó su pequeño cuerpo como pudo. Aun sentía el olor a pino impregnado en su piel, y no era como si le molestara, de hecho le gustaba y el ronroneaba con ese olor encima, pero de cierta manera se sentía apenado.
Salió del baño y se sentó a comer muy animado, después de toda tenia demasiada hambre como para ignorar esa deliciosa comida.
Las frutas poco a poco se fueron acabando al igual que el agua y cuando eso sucedió la misma chica que había entrado en su jaula para ponerle el collar estaba ahí.
—Hola —saludo ella.
—Hola —dijo con temor, no la conocía no sabía quién era ella.
—Soy Konan —Naruto asintió—, te tengo un premio por haber sido un buen chico, ¿lo quieres?
—Sí —dijo de inmediato.
—Entonces cámbiate y ven conmigo, ya que tu antigua cuidadora ya no está —la vio sonreír pero esa sonrisa contenía algo muy oscuro y le dio miedo.
—¿Tsunade ya no está?
—No ya no está, Pain se encargó de eso.
—Pero…
—¡Apúrate! —demandó—. No vaya a ser que se me quiten las ganas de ser buena contigo.
Naruto obedeció rápido vistiéndose con las únicas prendas que tenía ahí dentro, luego la chica tomó su muñeca con fuerza y comenzó a arrastrarlo. Era obvio que no se comparaba con el cariño que tenía Tsunade con él pero decidió no decir nada.
—Vamos con tus amiguitos, ¿a quién quieres ver?
No había sabido nada de Gaara desde que le pidió a Tsunade su ayuda así que fue fácil su decisión, Konan lo condujo hasta la jaula de Gaara.
—Te doy media hora, después de eso regresaré Naruto.
—Está bien.
Naruto se metió al cuarto de Gaara y lo halló sentado en una pose muy rígida, hasta parecía enojado, el bonito aroma que siempre tenía Gaara se arruinaba con un olor agrio quizá por su enojo.
—¿Gaa-chan?
—Naru —volteo a verlo casi al instante y frunció más el ceño.
El pelirrojo se levantó de la silla y se acercó sin separar sus ojos de su cuerpo ni una vez, olisqueó el aire y frunció la boca también.
Lo acorraló contra la pared y acercó su cara para oler el cuello de Naruto.
—¿Por qué hueles a Alfa? —demandó el Omega.
—Ah yo… ¿Alfa? ¿Qué es Alfa?
—Naruto… Pero que…
Naruto comprendió, Gaara había llegado a ese zoológico no hace mucho tiempo en realidad, quizás afuera ocupaban otros términos que él no sabía ya que había pasado toda su vida encerrado.
—Gaa-chan he pasado toda mi vida aquí no conozco los términos que tú ocupas…
—¿No sabes nada? —preguntó al fin quitando su ceño fruncido y alejándose.
—No lo siento… ¿Me darás clases? —dijo feliz.
—Eres tan inocente, ¿qué haré contigo?
Gaara lo abrazo fuerte, a pesar de que era un Omega odiaba ver como un ser tan inocente como Naruto estaba ahí adentro sin saber ni una mierda de lo que pasaba en el mundo exterior.
—Comencemos con ¿qué es un Alfa?
—Comenzaré diciendo que tú y yo, somos Omegas… Antes de que lo preguntes, los Omegas podemos ser tanto hombres como mujeres…
Gaara comenzó a relatar punto por punto lo mejor que pudo viendo como Naruto se tensaba con cada cosa que le decía. No era fácil estar abriendo a la fuerza la perfecta burbuja de vidrio en la que había vivido para sacarlo de ahí.
—Entonces… ¿yo dormí con un Alfa?
—Si Naruto… Tuviste relaciones con un Alfa y es muy posible que estés en estado.
—Lo sé —dijo llevando su mano a su vientre—, ¿por qué me sentía tan raro al olerlo?
—Quizás por las feromonas que ocupó ese Alfa. También esa mujer… era Alfa.
—¿Tsunade?
—Sí, ella… Naruto este zoológico no es seguro, nada que tenga que ver con los malditos Betas lo es…
—¿Qué? pero…
—Escucha hubo una guerra en la que hubieron tantas muertes, los Betas atacaron por…
—¿¡¡De qué demonios están hablando!!? —rugió Pain.
Naruto saltó del asiento en donde estaba y Gaara guardó silencio, Pain entró al cuarto y jaló a Naruto para sacarlo de ahí no sin antes acercarse al pelirrojo para darle una cachetada, Gaara ladeó la cara y gimoteó por el dolor.
—Cállate —demandó Pain.
Gaara lo miró de la manera más iracunda que tenía, aunque sus ojos se llenaron de lágrimas que no se permitió soltar, solo las contuvo en sus ojos.
Pain sabía que ese maldito Omega tenía fuerza y mucho espíritu.
—Maldito hijo de puta —susurró con odio el Omega—, espera a que mi 父上 venga por mí.
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Naruto lloraba desesperado, estaba contra la cama y Pain encima de él completamente enojado, tenía miedo y su asustó más cuando Pain puso su mano en su vientre, no sabía con exactitud si esperaba un cachorro o no, pero sintió miedo de que le hiciera algo.
—Puede que no lograra hacerte esto cuando eras más joven pero ahora lo haré y lo disfrutaré…
—Por favor no —dijo sollozante.
Pain le arrancó bruscamente los pantalones y de inmediato abrió sus piernas, Naruto trato de soltarse pero una mano de Pain fue directo a su cuello cortando su aire y tuvo que quedarse quieto y llorar.
Recordó cómo cuando era más joven Pain le había humillado de la misma manera sin llegar a violarlo.
Lo vio desabrocharse el cinturón y cerró los ojos.
Escucho un click y todo paró.
—Suéltalo o te disparo en la cabeza.
Abrió los ojos y vio a Konan parada detrás de Pain apuntándole con una pistola, Pain soltó su cuello y se alejó de él poco a poco.
—Espera a que Orochimaru se entere —dijo ella.
—¿De qué se va a enterar? —dijo con fastidio.
—De que eres un problema en mi culo —dijo enojada—. Ahora ¡¡fuera!!!
Naruto se quedó temblando, de alguna manera se sentía más seguro con el Alfa que estaba del otro lado de su zona, quería volver ahí y acurrucarse con él.
“Su mamá gruñó enojada al ver cómo agarraban del pellejo a su bebé provocando que el pequeño cachorro chillara, un hombre alto y fuerte lo tenía por el pellejo y cuando su madre quiso levantarse para ayudarlo el hombre la piso logrando que saliera más sangre del costado de su mamá.
La tigresa lloriqueó, a la vez que el hombre se alejaba con su carga en las manos.
—Mátala —ordenó.
Un Beta apareció y le disparó en la cabeza a la tigresa, el cachorro lloriqueó por su mamá pero el hombre grande no lo soltaba, sacó sus pequeñas garras para liberarse pero aun así no pudo.
—Estate quieto —rugió y el pequeño cachorro obedeció—. Así que un Omega ¿eh? Serás un perfecto puto.
—¿Qué haces Kakuzu? ¿Tienes a un cachorro ahí? —dijo una voz.
No recordaba con exactitud lo que había pasado después de eso, era demasiado pequeño para recordar con claridad, pero sí sabía que esos dos habían hablado entre sí.
Después el otro hombre con pelo azabache lo había agarrado en sus brazos y se lo había llevado lejos de ahí, dándole su calor y tocando suavemente sus orejitas por lo que se sintió ronronear con él.
—Un hermoso bebé —dijo feliz el hombre—, soy Itachi y te pondré a salvo…”
Abrió sus ojos inquieto.
Tenía tiempo sin recordar a ese hombre que lo había dejado en el zoológico.
Itachi…
Eso había sido hace 14 años, recordaba que Itachi llegaba al zoológico y jugaba con él, también recordó que solo él había hecho que dejara su forma de tigrillo para ser un bebé humano, había quedado tan asustado que solo quería estar en su forma de tigre pero él le tuvo paciencia, aun cuando después, así como si nada se había ido y no había vuelto nunca al zoológico, tanto tiempo había pasado y eso había hecho que Naruto lo olvidara.
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“—Lo sentimos mucho pero su esposa está en estado de coma, después de la operación no reaccionó como esperábamos… Tiene que ser fuerte.”
Sai había visto como el pobre Omega de Tsunade se había quebrado al escuchar esas palabras del doctor y él también se había sentido realmente mal, si no hubiera sido por su descuido nada de eso habría pasado.
Tsunade estaba en coma y por lo tanto la operación que tenía bajo su cargo se había detenido. No podía hacer nada para ayudar a Sasuke, ni a los Omegas de ahí adentro, no hasta que su jefe reordenara todo.
Ahora estaba ahí custodiando la puerta del cuarto de Tsunade y podía escuchar los sollozos del Omega, era precioso con su cabello celeste largo, y su vientre hinchado a la espera de su primer hijo.
Agarraba la mano de Tsunade fuertemente y pedía que volviera, que no los dejara solos.
Sai quitó la mirada de ahí y vio cómo se asomaba su compañero, venía con sus característicos lentes, le dio un golpe en su hombro y le sonrió.
—Todo saldrá bien esa mujer es fuerte y lo sabes —dijo Shino.
—Lo sé, sé que es fuerte.
—Ni el diablo la va a querer en el infierno.
—Toda la razón —y por fin sonrió.
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—Al parecer nuestros amigos tienen problemas…
—¿Qué tipo de problemas? —dijo fastidiado—. No pueden tener más problemas que nosotros, ser yakuzas no es fácil, escúpelo —demandó un hombre con pelo largo y ojos afilados, con cicatrices en su boca, claramente un Alfa.
—Konan le quiere sacar las tripas a Yahiko, tenemos que decírselo a Orochimaru-sama, Kakuzu.
—Dime algo Tobi, ¿esa máscara que ocupas te quita el oxígeno o qué? —el chico negó—. Entonces ¿cómo piensas que eso le va a importar al jefe? Que le saque las tripas y ya —dijo fastidiado el Alfa.
—Konan va a viajar desde la república checa hasta aquí y trae a Yahiko y si no se lo notificamos al jefe se va a poner feo.
—¿¡Qué pasó aquí!? —dijo un rubio entrando por la puerta, demasiado feliz y revoltoso, con un dulce olor, claro un Omega.
—Konan quiere sacarle las tripas a Pain —dijo otro Omega saliendo de las oscuridades, asustando al Alfa y al Beta, ya que supuestamente estaban solos.
—Ya decía yo que se había contenido por demasiado tiempo —se burló el rubio.
—¿Verdad que sí? —dijo el otro Omega.
—¿¡Qué demonios hacen aquí!? —demandó el Alfa.
—Tranquilo Ka-chan —dijo el rubio.
—Kakuzu —rugió el Alfa—. Respétame pequeña puta.
—Espera que le diga a Itachi y verás, mierda de Alfa —dijo ofendido el Omega—, como que me llamo Deidara.
—Váyanse —demandó el Alfa cansado, acababa de regresar de matar algunos estorbos y estaba herido y cansado, el enmascarado se dio la vuelta y salió jalando a un escandaloso Deidara con él—. Tú también fuera Zetsu.
—Sí, sí… —y al fin se quedó solo.
—Al jefe no le va a gustar esto… Akatsuki se está reuniendo de nuevo