/Dato de respaldo… activado… hp recuperados… modo genocida. Desactivado/
-haagggg- gimió bajito mientras abría sus ojos con dolor, lo primero que ubicó fue la oscuridad seguido de un techo de loza blanco grisáceo… gustoso se hubiera preguntado “¿Dónde estaba?” pero, se le podría decir que era un cliente recurrente por culpa del imbécil de su “jefe”… estaba en el laboratorio de Alphys, en una de sus salas de reposo
-o te vuelves más débil o tu hermano se está propasando contigo- escucho a lo lejos la voz de la científica, suspiro, no tenía ni ganas de responder, de hecho, no podía ni siquiera mover su cuerpo
-… ¿Cuánto tiempo llevo aquí?- reunió la fuerza para preguntar, luchando para girar su mirada y poder ver a la criatura que le veía superior y con un gesto molesto
-2 días y una noche, el bastardo de tu hermano me pregunta por ti- dijo simplemente, comenzando a examinarlo sin importar sus heridas notorias
-al menos tus hp se recuperan rápido al ser solo 1- dice observando su cuerpo maltratado y magullado, incluso la lesión nueva de su brazo izquierdo
-esta vez intento matarme- dijo bajito con cierto resquicio de dolor pero viendo perdidamente hacia el techo del lugar
-no tenía ganas de defenderme… será esa la razón- dedujo para sí aunque audible para Alphys quien solo negó con fastidio, aunque muy internamente incluso ella debía de admitir que estaba preocupada por su salud… después de todo, Mettaton lo había salvado de milagro, lo había visto cercas de su show tirado en el suelo…
Incluso al robot ídolo se le olvido su odio mutuo y corrió por todo Hotland para llevárselo a esta y que le salvara la vida… prácticamente, ya se estaba volviendo cenizas cuando Alphys le salvo la vida… de nuevo. Hasta ella se había asustado, si, asustado, Papyrus le había dejado tan mal que fue mero milagro que sobreviviera. Pero… ¿Papyrus… quería matarlo?... incluso eso se le podría decir que era escabroso… sabia que el esqueleto más alto era un imbécil de primera, pero no que llegaba a ese punto
-aun dentro de este infierno- dijo Alphys… para sí, pero ambos sabían, silenciosamente, que ella estaba diciéndolo por el…
-aun en este infierno… lo que tienes ni por asomo es una vida- le dijo con pesar, con verdadero pesar pero siguiendo examinando cada herida, viendo cuanto podía curar o dar medicamentos para que se salvara
-hehehe… solo digamos que… “estoy en los huesos”- dijo algo divertido, ganando que por fin la chica dejara de ver sus heridas para ver su rostro, gracias a sus lentes no se podía ver su mirada, pero realmente estaba sorprendida, incluso habían lagrimas en los ojos de Sans… había dejado de lado esa mascara de indiferencia para mostrar un mirar roto y asustado… casi derrotado
El silencio se mostro pesado, cada uno por su lado, Alphys quería ayudar a Sans… dentro de lo que cabía, quería ayudarlo de verdad… pero, en ese infierno que vivían ¿Cómo podía ayudarlo?. Entre sus silencios y sus propios pensamientos, el sonido de una de las maquinas apareció, al presionar un botón de su teléfono se mostro la imagen de una cámara de seguridad, Papyrus estaba en su laboratorio de brazos cruzados y viendo hacia todos lados con molestia, incluso Alphys mostro enfado, pero giro su mirada a Sans, tomándolo de su frente lo obliga a recostarse, parpadea, otras ocasiones le cuesta más trabajo tumbarlo, pero ahora, aun con el mínimo de fuerza ha logrado recostarlo, aun esta débil, demasiado débil como para soportar otra paliza del animal de Papyrus
-no hagas ruido, le diré que estas inconsciente- es todo lo que dice y sale rápidamente, no sin antes volver a desconectar la videocámara y dejando solo al contrario
-mejor que estoy muerto- susurro después de un rato de que la científica saliera, suspiro cansado, tratando de acomodarse en su lugar… su mente volvió a perderse en la batalla, había tenido miedo en ese momento, más que en otras ocasiones… ¿Papyrus realmente le quería muerto? No entendía el por qué… ni siquiera sabia por que había aparecido antes de lo esperado… es más, ni siquiera debían de verse sino hasta la noche
*jodida y puta vida la mía* se dijo mentalmente… aunque recordando las palabras de Alphys, le dio cierta gracia una en particular… “ni por asomo es una vida”… ¿y qué quería que hiciera? ¿Qué escapara como un vil cobarde? ¿Qué matara a su propio hermano?
-escapar es una buena idea ¿sabes?- al girar su mirada a su costado derecho su ojo derecho se activa de inmediato, aquel perro que creó la Data Madre aparece de entre la oscuridad, su “miedo” inicial desaparece de inmediato al verlo, suspira cansinamente apagando de paso su ojo y observa cómo llega hasta el aquel perro pero a una distancia prudente para que se puedan ver sin que al esqueleto le costara o lastimara
-no lo es- dijo en su defensa tal vez… aunque ni siquiera el sabia por que se negaba a escapar
-te negaste a matarlo cuando estabas en modo genocida… no puedes pelear contra él en ese estado, siempre estas agotado por ocupar el poder de la Data Madre y aun no llega la “excepción”… si no haces algo, morirás a manos de alguno de los de aquí- le dijo el perro molesto sentándose y babeando de un modo rítmico, Sans chasqueo su legua molesto y volvió su mirada al techo con fastidio
-no puedo alejarme de él hasta que llegue la “excepción”… solo podemos hacer esto más fácil- se dijo mientras luchaba por ponerse de pie con trabajo, escuchando el crujir de todos sus huesos, sus ojos se cierran con fuerza y gruñidos de dolor aparecen junto a pequeñas lagrimas, el perro niega mientras lo observa y se pone en pie
-entonces déjame ayudarte con eso- dijo el perro activando desde el mismo Sans sus propias habilidades
-¿Qué… que rayos planeas hacer?- pregunto confundido y desconfiado el otro
-darles una distracción- finalizó
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Han pasado ya un par de semanas después del último incidente… aquel perro molesto realmente creo una distracción bastante grande bajo mis costos…
Se dejo ver a sí mismo, con todo y un gran show de colores, restableció con mi ayuda todo lo destruido por Papyrus y Undyne en una de sus misiones de investigación… frente de ellos, frente de todo el mundo, se dejo ver como si realmente quisiera ser encontrado; desde entonces, todo el mundo lo observa, Papyrus está todo el tiempo con el…
Hizo creer que intentaba escapar y ahora mi herm… jefe lo vigila, el perro se encuentra en el laboratorio de Alphys encarcelado, no le han hecho experimentos aun por suerte, pero es gracias a él que por lo menos Papyrus ha dejado de tratar conmigo tanto… puesto que está prácticamente todo el tiempo con aquel perro que, ha demostrado que sin la necesidad de su fuerza, puede ir y venir a cualquier lado, incluso intentamos una vez un loco experimento…
Se dejo ver a mi lado, incluso me estaba obligando a que le diera caricias y un hueso… solo me golpearon hasta no poder mas y se apartaron de mi cuando aquel perro dijo que si seguían me volvería cenizas… explico varias cosas interesantes que nadie más sabia… pero en lo único que se centro en ese momento es…
*La Data Madre no puede revivir a los muertos y tampoco puede recuperar instantáneamente a un monstruo a menos que se finalice una ruta por la “excepción”*
Desde ese momento, aun mas que antes, la distancia entre Papyrus y yo creció… de hecho, desde el momento en que salí de la sala de observaciones de Alphys medio curado… menos de “medio” corte palabra con el… todo lo que me ordenaba, callada y sumisamente le obedecía… aun cuando no lo hacía bien… aun cuando seguía golpeándome, he dejado de rezongar… por lo tanto, había vuelto un par de veces…solo hasta la aparición del perro molesto…
Mas que una “ley del hielo”… simplemente, ya me canse de tratar de defenderme de él… si realmente me va a matar, que lo haga ya y asunto arreglado…
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Eran altas horas de la noche, por fin se escuchaba entrar con cansancio a Papyrus después de un largo entrenamiento, Sans se encontraba en la cocina bebiendo tranquilamente un vaso de agua, ni siquiera había ido a ver a Grillby después de su entrenamiento… cuando ambos hermanos se vieron, el silencio reino y Sans ignoró olímpicamente al mayor al seguir bebiendo de su vaso y sirviéndose otro poco mas
Escucho sus pesados pasos acercarse a él, sintió un escalofrió desagradable recorriendo su cuerpo y pudo sentir perfectamente como Papyrus se colocaba detrás suyo, trago duro, no solo por el agua que tenía en su boca, sino por la presencia del contrario detrás suyo… ahora estaba contra el fregadero y su hermano… las posibilidades de escapar se reducían drásticamente al tenerlo así de cercas…
-¿quieres algo de mí?- se aventuro a preguntar con la voz más neutra que podía, aunque incluso el podía escuchar el leve resquicio de temor en su propia voz… algo que odio aun mas de si mismo
-me perteneces…- solo le escucho, sus ojos se abrieron con sorpresa y desconcierto, pero no le dio tiempo a decir nada cuando sitio una de las manos de Papyrus tomando con fuerza su cuello y apretándolo con fuerza, soltó un pequeño gruñido de dolor, cerrando sus ojos, fue guiado por la casa hasta la habitación del menor, en todo momento, Sans había tratado de liberarse de las garras del contrario, había luchado por mantener distancia… pero estaba muy agotado, estaba cansado por el entrenamiento y por ser la Data Madre, que no podía defenderse en realidad…
Fue lanzado estrepitosamente a la cama del menor, desorientado, sintió que algo se subía encima suyo y lo acorralaba con su peso, al ver al frente, se encuentra con el rostro de su hermano demasiado cercas del suyo… se genera en sus mejillas y rostro un sonrojo notorio, después de todo, no está ni por asomo de acostumbrado a tener a nadie… NADIE tan cercas de su rostro… le pone aun más nervioso que nada
-¿q-que haces?- pregunta asustado y confundido
-dejar una marca- susurra el otro… Sans puede sentir como sus manos son pegadas a la cama, Papyrus usa su poder para controlar el alma de Sans y dejarlo inmóvil mientras este se endereza y saca de entre sus cosas un collar para perros de color rojo con púas blancas y una gruesa cadena dorada, Sans abre sus ojos con sorpresa ¿Papyrus realmente le iba a colocar ese collar para perros?
-vas a comenzar desde abajo… ¡como un animal!- le dice Papyrus mientras le coloca el collar al cuello y jala de la correa, Sans cierra sus ojos con algo de molestia y comienza a jalarse hacia atrás, el poder de su hermano desaparece y con una patada lo tira al suelo, se sienta con dolor y comienza a buscar como quitarse el collar del cuello, se niega, de hecho, prácticamente actúa como un perro salvaje al sacudirse de ese modo para alejar el collar de su cuello
-¡quítame esta mierda!- ordena recuperando su enfado y por unos momentos su dignidad… pero al estar peleando por quitarse el collar, no ha notado que su hermano le lanza una patada directo al rostro que le hace hacia atrás, el collar hace su trabajo deteniéndolo, lastimando su cuello al frenarlo de ese modo tan brusco y regresándolo a su lugar
-¡cierra la boca estúpido perro!- gruño el más alto mientras jalaba de la correa, Sans entreabrió sus ojos para ver a su hermano, con ojos sorprendido y un repentino deseo de atacarlo que es callado al ver su mirada…
¿Odio? ¿Preocupación? ¿Resentimiento?... ¿Por qué de pronto lo hacía?... al ver que Papyrus ha relajado un poco mas su mirada, el también se tranquiliza; al final, solo desviando su mirada a un costado… ¿Por qué hace eso? No le agrada en absoluto pero… debe admitir que lo ama… tal vez y más de lo que debería
Y en el tranquilo silencio de la noche, Papyrus duerme relajadamente en su cama y Sans… en el suelo, apenas recargado en la cama del contrario… incomodo pero tranquilo, se permite pensar un poco más las cosas… solo hasta que siente el poder de la Data Madre activarse. Gira la mirada con fastidio, cerrando sus ojos, en vez de dormir, la Data Madre se activa regenerando lo destruido ese día… ¡¿es que no hay día que no se destruyan nada los habitantes?!
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/Activación. Inicio del encuentro/ pudo sentir en su interior como todo comenzaba, abrió sus ojos, estirándose pesadamente en su lugar, miro a sus alrededores, estaba de nuevo en su cabina de vigilancia, pero ignorando completamente todo, se tele transportó con velocidad a un árbol, recargándose en este desde una de sus ramas, cerro su ojo derecho y tranquilamente comenzó a observar
Un par de minutos más tarde vio aparecer un niño humano, gruño con deseos de destruirlo, pero no necesitaba mucho, la Data Madre lo ha reconocido… ese niño humano es la “Excepción” a sus poderes… lo que significaba que aunque lo matara, regresaría un sinfín de veces y por igual, sería prácticamente imposible el poder arrebatarle su alma… la séptima alma, era invulnerable no importa lo que pasara… suspiro fastidiado y cuando vio que se había alejado lo suficiente salto bruscamente rompiendo una gruesa rama y desapareciendo de inmediato
Sintió la cadena gruesa golpetear suavemente en su pecho y por unos momentos toco el collar que desde aquel día tenía, gruño con fastidio y desvió la mirada en una seña molesta y asqueada, pero se preparo… apenas vio al humano en el puente, se preparo…
-humano…