~Yo no quería desaparecer en la oscuridad~
Papyrus abrió sus ojos, se encontró acostado en su cama, justo en su habitación, la noche aun se cernía sobre todo, se levanto de golpe y miro a todos lados, abrió la puerta de su habitación buscando el cielo aun nocturno pero solo encontró lo que había visto durante tantos años, el techo de piedra del monte Ebott. Parpadeo confuso
“El humano”
Sus ojos se abren con sorpresa y vuelve su mirada a su habitación, buscando esta vez la chaqueta de Sans y su libreta, pero ninguna de ambas han estado presentes. Papyrus comienza a buscar desesperadamente, no encuentra absolutamente nada aun cuando, desde que tiene la chaqueta y su libreta las deja en el mismo lugar, su escritorio. Sale de su habitación y corre hacia la habitación de Sans, rogando encontrar al mencionado esqueleto… pero en su habitación no hay nada
-¿Pero… que?- se pregunta confuso, se arregla rápidamente y sale sin tocar nada mas de su casa, corre hacia las afueras encontrándose en el medio de Snowdin, busca por todos lados… no está Sans, todos están aun dormidos en sus casas. Corre hacia el puesto de vigilancia de Sans, solo ha encontrado al ave observando en la dirección en la que aparecería el humano… al ver al ave se frena un momento y avanza lentamente hasta estar en su punto de visión, aunque supone que el ave ya lo habría visto desde antes
-¿En dónde está Sans?- pregunto fríamente, el ave solo lo miro he inclino la cabeza como si no comprendiera sus palabras. Edge bajo la mirada con dolor, su energía del inicio desapareció ante él, avanzo arrastrando los pies entre la nieve y se recargo en el puesto de vigilancia de su hermano, a un lado del ave que miraba como lentamente terminaba de caer la ultima nevada, Edge tomo un hondo suspiro de derrota y volvió su mirada al ave que también veía el paisaje que no cambiaba
-¿El no va a volver?... ¿Sans no va a volver?- pregunto derrotado, completamente destruido por saber la verdad, el ave solo voló lejos, lo más lejos pudo perdiéndose en el medio del bosque de Snowdin, Papyrus observo aquello silenciosamente y cerro sus ojos suavemente
-supongo… que nunca regresará- susurro suavemente dándose la media vuelta y volver sobre sus pasos lentamente, arrastrando en todo momento sus pies y dejando caer las lagrimas de la derrota y la desesperación… sabiendo ahora que sin importar lo que haga, Sans jamás volvería a su lado… jamás
~Tuve miedo del vacío que me rodeo~
Pasaron varios días, no hubo rastro ni del humano ni de Sans, Papyrus estaba mal, al menos ahora todo había vuelto a la normalidad… todos los monstruos muertos habían aparecido de nuevo, el rey en particular no parecía haber notado nada, ni siquiera alguien tan astuta y perspicaz como lo era Undyne había notado alguna diferencia, solo la desaparición de Sans, y tal vez, lo más raro, que Papyrus se mostrara decaído pero sin interés en ir a buscar a su hermano… simplemente dijo lo que todo el mundo comprendió pronto…
Sans había muerto
Algo que debía de agradecer en gran medida Papyrus es que Undyne le había obligado a tener una muy buena memoria, a recordar cosas que solo vería una sola vez en su vida, pues, a según palabras de esta, notar ese tipo de detalles podría ser la diferencia entre vivir un día mas o morir. Así que Papyrus recordaba gran parte del contenido de la bitácora de Sans, lo había estudiado tan a profundidad que incluso había memorizado muchas cosas, pero aun así, entre sus recuerdos y lo que realmente había leído, Papyrus no puede saber si habían comentario sobre una situación así…
Una situación donde la Data Madre siga en su universo pero no su guardián, sabía que no habrían notas de algo así en la bitácora de Red, por el simple y sencillo hecho de que nunca había pasado algo así, así que de todos modos, aun cundo buscara, no encentraría nada al respecto y eso le hacía sentir más miserable
~Tengo miedo… quiero que él me perdone pero… ya no se, ni por qué sucedió todo esto para empezar~
Papyrus despertó de una fuerte pesadilla a mitad de noche, no había rastros del humano desde hacía casi dos semanas desde que ambos habían vuelto al subsuelo con su reset, tampoco había vuelto a ver a la Data Madre, busco por todos lados y no encontró a nadie, aun cuando fue a la puerta que daba hacia las ruinas, nunca nadie le respondió
Aun cuando era media noche, Papyrus se levanto y arreglo, salió con tranquilidad de su habitación ya cambiado y se asomó una vez más en la habitación de su hermano… Sans no estaba ahí, lo busco por toda la casa, algo que hacía desde que había vuelto al subsuelo, pero no lo encontró. Salió de la casa y busco en su ático, tampoco estaba ahí
Avanzo a pasos lentos, buscando en todos los lugares que podía de Snowdin, pasando a Waterfall antes de que fuera la hora en que debía de despertar, opto por ir a ver aquel lugar donde Sans a veces pasaba el rato de vago; encontró lo que ya había visto, el campo de flores eco más hermoso que antes, tranquilo y sin voces, se adentro al campo y se sentó en el medio de todo, sintiendo la tranquilidad de una soledad que le penetraba mas allá de lo que incluso algún ataque llego a perforar en si mismo
Papyrus miro al cielo, en esa zona, más específicamente, en Waterfall siempre habían piedras preciosas incrustadas en el techo, lo que daba la sensación de ser una noche estrellada, recuerda que eso se lo dijo su hermano cuando ambos eran niños y el más pequeño que Sans, en ese entonces Sans aun le ganaba por una cabeza y media… recuerda la primera vez que lo llevo a ese lugar y le mostro lo hermoso que eran aquellos minerales que podían ser confundidos con las estrellas del cielo
~Solo desee ser comprendido… solo desee su amor… solo desee que me aceptara, solo por eso, quise cambiar… ¿Hice lo correcto o me volví a equivocar?~
Papyrus dejo caer lentamente las lagrimas mientras observaba el falso cielo de estrellas, recuerda que cuando salieron a la superficie Frisk les mostro a todos las estrellas, esa vez, Sans no había estado, lo había dejado inconsciente de la ultima paliza que le había dado… ahora se siente miserable… se habían prometido que cuando salieran del agujero donde todos estaban, ellos verían juntos las estrellas la primera noche, sin importar que, sin importar incluso si ese día había nubes, Sans le juro a Papyrus que haría lo que fuera por mostrarle las estrellas del cielo, aun si para eso debía hacer milagros…
Pero Papyrus simplemente miro las estrellas en compañía de alguien mas que no era su hermano y su mente cruelmente le siguió recalcando lo que él ya sabía, todo lo que sucedió aun antes de la llegada del humano, como poco a poco fue destruyendo la confianza que alguien como Sans tenía, como poco a poco lo fue degradando, lo volvió algo menos que basura, aun cuando había sido Sans quien siempre le protegió, quien siempre le mostro que hacer, quien siempre le recordó que debía de ser más inteligente que fuerte…
El único que velo por su seguridad, estando enfermo, estando sano, teniendo casi siempre hambre de niños, no importo que, Sans siempre miro primero por Papyrus, por que para Sans, Papyrus había sido lo más importante, siempre lo dijo, siempre lo recalco en su libreta y muy discretamente, sin necesidad de palabras, Papyrus sabía que Sans siempre lo demostró con sus acciones; no hubo día que Sans no se preocupara por su hermano, Papyrus había visto, que no había habido día que Sans no hiciera algo por y para el
Incluso cuando Papyrus colocó el collar en su cuello, cuando erróneamente tomo a su hermano de un modo equivocado… cuando lo apego de un modo indebido para que nunca se alejara de su lado, Sans jamás se negó, no solo jamás le puso un alto verdadero, también le siguió la corriente, aun cuando ambos sabían que estaban destruyendo a Sans, el jamás se negó… por que para Sans, siempre fue importante Papyrus
Tan importante, que incluso la vida misma de Sans paso a ser lo último en importarle al mismo esqueleto con tal de velar siempre por el… Papyrus se sentó entonces entre la hierba y coloco sus manos para ocultar su avergonzado rostro… Papyrus… ¿Qué le has hecho a Sans?...
~No importó cuanto traté, al final seguí siendo yo… ¿Acaso… es tan malo que sea yo mismo?~
¿De verdad lo odiabas tanto? El odio, Papyrus se detuvo un segundo en su lamentación solo para preguntarse ¿Realmente odiaba tanto a su hermano? Tan rápido como su pregunta se formulaba, había otra voz ya gritando “¡No! ¡Yo jamás odie a Sans!” mas sin embargo, sus acciones siempre dijeron algo muy diferente…
“Te odio” ¿Cuántas veces Papyrus le dijo semejantes palabras a su hermano? ¿Cuántas veces, las palabras hirieron a Sans más que los golpes? Había algo muy cierto, la pluma, es más fuerte que la espada… las palabras ganaran una batalla contra la violencia… y Papyrus había utilizado ambas armas contra su propio hermano, lo ataco, lo rompió, lo destruyó mas allá de lo que nunca nadie había podido lograrlo
Pero incluso el comenzó a confundirse… la palabra odio, se había vuelto tan ambiguo para el después de haberlo utilizado por tanto tiempo con su hermano, pero comprendía el dolor de la culpa, aquel terrible sentimiento que estaba ahogándolo en ese momento
Encontró entonces, una abrumadora y oscura distancia entre él y su hermano, una distancia, que el mismo había creado con el pasar de los años, con el pasar e incrementar de su terrible ego y su egoísmo… había un punto donde incluso el mismo no se comprendió… Sans no era un dios, mucho menos un santo… era algo tan cercano, tan extraño tener a alguien cercas suyo mientras veía a todo el mundo lejos de él, que temiendo que le hiciera daño, temiendo que su propio hermano lo odiara por ser como era, busco con desesperación que escapara de su lado…
¿Qué era exactamente lo que quería conseguir con Sans? Se había dado cuenta que se había vuelto algo monstruoso, algo, que dañaba a su hermano; cuando Sans escapo de su lado, se sintió aliviado… ya no lo volvería a ver, pero al menos, una parte, muy interna de él se sintió salvado, porque así y solo así, Sans estaría a salvo de sí mismo y de su mal carácter, de su ser lleno de violencia que lo había herido tanto… mas sin embargo, tenía miedo, miedo de que al final su hermano lo terminara odiando…
Papyrus quería disculparse por todo lo que le había echo a Sans, pero era demasiado tarde, no importaba que tanto se regresara el tiempo con un reset… Sans no volvería a su lado… no podría disculparse con él jamás…
~Consiguieron atacarme donde más me dolió… donde jamás me pude recuperar~
-Sans… perdóname- susurra destrozado, volviendo a cubrir su rostro entre sus manos, lleno de una abruman te desesperación al saber sus errores y que no puede repararlos, coloca su rostro lo mas cercas de sus rodillas aun siendo cubierto por sus manos enguantadas, las lagrimas se vuelven una tormenta constante que apenas es interrumpida por el sonar de un reloj, cuando Edge baja la mirada entre sus lagrimas encuentra su reloj marcando que ya era hora de ”despertar” y hacer todos sus deberes…
Se mantuvo en silencio otro rato mas, escuchando solo el eco de las flores a su alrededor repitiendo su misma frase “Sans… perdóname” no había mas, Papyrus tomo su tiempo para poder controlarse, limpio los últimos rastros de lagrimas y se levanto, caminando a paso lento hasta llegar a la casa de Undyne, una vez se vieron la mujer no dijo nada al respecto, solo… como si no pasara nada, ambos comenzaron con su trabajo de ese día
El día paso tranquilo y lento, demasiado lento al parecer de Edge, el humano no volvió a aparecer ese día aunque poco le importaba a Papyrus llegados a este punto, solo miraba a cualquier lado, haciendo su trabajo como debía pero haciéndolo (a ojos de todos) de un modo más mecánico que nada… la noche alcanzo pronto al Underground y con pasos lentos que se arrastraban por todos lados volvió a su hogar
-estoy en casa- susurro mirando al suelo… sabiendo de antemano que nadie iría a su llegada, prendió las luces y comió algo rápido en el mismo silencio sepulcral en el que siempre estaba su casa, termino de comer e hizo una limpieza rápida a su hogar, buscando de paso entre las habitaciones, entre cada lugar donde Sans solía ocultarse si no es que estaba…
Una vez más no volvió a encontrar a nadie más que el polvo y la soledad creando una canción de silencio pesada a su interlocutor… Papyrus avanzo lentamente, mas desanimado que antes por entre los pasillos de su casa, sintiéndola abrumadoramente grande y solitaria, mira el último lugar que le falta por limpiar, la habitación de su hermano… mira la puerta, sabiendo ya de antemano que no verá a nadie, entra con la mirada en el suelo…
Es en ese momento como el niño que ya creció, pero que de todos modos espera impaciente en el árbol encontrar sus regalos pero que teme saber lo que ya ha pasado en años anteriores… encontrar el pino vacio y la ilusión asesinada cruelmente por el tiempo pasajero… Papyrus entro del mismo modo… aun guardando esa chispa de ilusión, de esperanza para poder ver a su hermano… pero temiendo que al subir la mirada encuentre la habitación en el mismo vacio…
Una vez entra y cierra a sus espaldas cierra sus ojos y con el mismo temor pero deseando de corazón volver a ver a su hermano, alza su mirada, abriendo sus ojos de golpe encentra la oscuridad de la habitación, prende la luz y el bote que traía con el agua sucia y el paño para limpiar cae estrepitosamente esparciendo todo su contenido por el suelo… eso es lo que menos le interesa a Papyrus… solo observa lo que espero con anhelo y por fin le es entregado…
-Sans…