Seguía de cercas a aquel perro, hasta que llegaron a un peñasco, Sans miro por lo lejos, a la lejanía, rodeado de los bosques, se podía alcanzar a ver la aldea de Snowdin, apenas estaba oscureciendo, así que supuso que su hermano no llegaría hasta más tarde, sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo y se abrazo a si mismo mientras giraba a ver al perro que se había detenido en una especie de cueva
Enarco una ceja pero entro de inmediato, no quería que nadie lo viera y sabiendo que Alphys no es alguien que exactamente deja pasar por alto los pequeños detalles, debía de ser rápido antes de que alguien más se diera cuenta de su ausencia… trago duro y siguió al perro hasta llegar por fin por un estrecho camino, apenas para una persona, a sus lados, brillante y cristalina agua acumulada, incluso parecía que el frio desaparecía al seguir hacia adelante…
Confundido, pudo ver más adelante una gran puerta, demasiado grande, tal vez del mismo tamaño que aquella puerta que separa las ruinas, negó suavemente mientras lo observaba y veía al perro detenerse frente de este, Sans se permitió unos momentos pera observar la cueva como tal… la misma era apenas iluminada igual que Waterfall, incluso aquellos hongos fosforescentes brillaban tranquilamente dando un ambiente más tranquilo
-¿Qué hacemos aquí?- no aguanto y le pregunto, el perro solo ladro y agito su cola efusivamente
-detrás de esta puerta, esta tu salvación- Sans solo pudo enarcar una ceja a forma de incredulidad, el perro se sentó y observo al contrario
-la Data Madre tiene sus propios sistemas de protección, pero yo encontré esta data guardada, al parecer, hay un camino más allá de aquí, pero yo no tengo manos y es forzoso que la Data Madre o la Data de Respaldo abran esta puerta, a mi me resulta imposible… pero, pude investigar y es un lugar bastante apartado de aquí… es aun más abajo que Underground
Su explicación le parecía de cierto modo, confuso, pero, si el perro molesto tenía razón, muy posiblemente ese lugar sería su propia salvación… y si era cierto lo que pensaba… … …
Exhaló sonoramente mientras veía la puerta, bajando unos momentos sus hombros en señal de derrota, tomo una rápida bocanada de aire y cerro sus ojos. Al instante de abrirlos, su ojo derecho brillaba con el mismo carmesí de siempre, dio un par de pasos para por fin estar frente de la puerta, el perro molesto se había quitado de inmediato y ahora, observaba con cierto asombro y alegría que Sans había logrado realmente abrir la puerta; aunque realmente, aquella puerta, como a una ilusión óptica, había desaparecido por completo, dejando ver algo confuso, su interior. Por ende, Sans gira su carmesí mirada hacia el perro quien, al ver el interior solo se encoje levemente desviando la mirad por un par de seguidos para volver a verlo
-solo sigue adelante… podrás escapar por aquí… la puerta regresara después de que pases, así que serás el único que pueda entrar o salir- explico, Sans se mantuvo callado, observando lo quepa recia ser un muy angosto, apenas una abertura, el esqueleto niega suavemente y regresa su mirada al perro blanco, inclinándose para estar “a su nivel” lo acaricia suavemente de la cabeza y le mira otro poco
-parece ser que de aquí en adelante, no podremos volver a vernos como tal…- le dice calmadamente, el perro solo ladra y se restriega mas con la mano huesuda del contrario, dándose una última despedida
-cuídate… y gracias- finaliza, quitándose la mochila y comenzando a pasar con cuidado, apenas tiene el espacio suficiente para poder pasar
-cuídate- le escucha al perro, un par de pasos más adelante, la tenue luz que lo ayudaba a ver desaparece, al girar la mirada hacia atrás, la puerta ha desaparecido… suspira un poco y continua, activando su ojo carmesí, logra ver apenas por donde va
Tiene que caminar de costado, como un cangrejo piensa por unos momentos, pero no puede pasar de otro modo, comienza a cansarle el tener que caminar así, pero, como si la misma montaña le hubiese escuchado, la estrechez del camino desaparece dejándole en una cueva completamente oscura, traga duro y tantea con cuidado el terreno, guiándose por la piedra que se siente húmeda y rocosa, continua caminando, cuidando no tropezar con las piedras que siente pero que no puede ver exactamente
Al seguir otro poco mas de camino, la magia rojiza de su ojo desaparece para ver con asombro como aun en aquella oscuridad, poco a poco comienza a ver pequeñísimos destellos de luz, incluso, podría decirse que le recuerda de cierto modo a Waterfall. Sigue cuidadosamente, la oscuridad desaparece gradualmente entre mas avanza, pero lo que le ayuda a iluminar su camino, de un modo tenue, es una especie de musgo fluorescente, realmente, a ojos de Sans, le permite recordar esas noches agradables donde puede ver las estrellas iluminando su camino; ahora que puede caminar sin problemas y a sus anchas, se toma su tiempo para observar el lugar tan majestuoso por el que pasa, incluso, puede alcanzar a ver las flores eco y aquellos hongos fluorescentes por igual…
Aunque es agradable a su vista, termina por fin la cueva que asemeja el manto nocturno, sin embargo y para su propia sorpresa, su camino es cortado al ver por fin el final de la cueva junto a una gigantesca puerta, muy similar a la que vio al principio, tallada en madera, con acabados dorados y plateados por la poca luz que alcanzaba a ver, con detalles floridos, enredaderas e incluso pequeñas aves y por lo bajo, un campo igual lleno de flores, Sans enarca una ceja algo confundido, pero apenas da otro paso y toca la puerta con la palma de su mano, aquella puerta se abre
Gigante y pesada, se escucha el chirrear al momento que se abre de un modo lento, pero incluso así, puede sentirlo, solo “él” puede abrir semejante puerta, le parece curioso, incluso la Data Madre tiene sus “secretos” dentro de el mismo… le parece interesante, pero prefiere ya no prestarle más atención. La puerta por fin termina de abrirse y Sans solo entonces toma la oportunidad para pasar, notando que, apenas esta algo lejos de la misma, esta comienza a cerrarse automáticamente; igual de sorprendido, observa cómo se cierra detrás suyo, dando un sonoro “click”, la puerta se ha cerrado por fin. Niega levemente, aun sorprendido de que pueda haber un lugar así, regresa su rostro al frente, viendo apenas una enredadera gruesa, apenas puede distinguir que se trata de flores y hojas; estira su mano con cuidado, notando la suavidad y frescura de la misma, parpadea confuso y por fin, se hace paso entre estas, cuidando de no romperlas para que no se note su presencia, sus ojos se abren en sorpresa…
-pero que mierda…- susurra sorprendido, ha encontrado un diminuto paraíso
Hasta donde el mismo Sans sabe, ha ido bajando, incluso está seguro que esta aun más abajo de donde se encuentra Underground… y aun así, confundido puede observar como si se tratase de un gigantesco domo… un pequeño paraíso. Ya que frente suyo, solo puede ver un gigantesco campo verde, tan grande, que incluso le parece difícil de ver su final, los verdes pastos son adornados con flores de varios y vivos colores y algunos árboles de grandes copas y extensas sombras…
Para este punto, el frio parece haber desaparecido por completo, pues, aun para su sorpresa, se alcanza a percibir el cálido sol, aunque, por más que Sans mira al cielo, no puede ver un cielo azul, mas bien, solo el final de la cueva apenas perceptible… varios metros de distancia separan al “techo” de aquel paraíso y el esqueleto se toma un momento para preguntarse cómo demonios puede haber luz de sol en ese lugar si esta aun más abajo del mismo Underground
Suspira algo cansado de tanta “cosas lindas” prefiere poder llegar a algún punto rápido, pero, entre mas camina alejándose de aquel lugar por el que ha venido, se encuentra con un pequeño riachuelo de aguas cristalinas , se detiene apenas un momento para poder beber un poco, sus aguas son frescas y dulces, se detiene un rato para observar el lugar, sentándose en aquel lugar, mira al vacio, trata de ver por el lugar por el que ha venido y siente un ligero suspiro nacer de su pecho junto a una calma aburrida que comienza a agradarle…
Se siente aun algo incomodo… después de todo, recuerda que solo le dejo a su herma-… “jefe” una simple nota donde decía que no volvería jamás a su lado… ahora se pregunta si fue una buena idea, después de todo, aunque le ha tratado como una basura sin sentimientos y demás, siente… realmente le ama, mas allá de ese sentimiento de “hermandad” el realmente lo ama como algo mas… pero valla, tenía una mente tan enferma y retorcida como la de su propio hermano… pues ¿Cómo era posible que amara a alguien que ni siquiera le trataba ni por asomo de bien? ¿Cómo era posible que quisiera a alguien que solo sabía lastimarlo y que le ha hecho aun más daño que todos sus enemigos juntos? No importa cuantas vueltas le dé vueltas al asunto, siempre termina con la misma idea… “esta tan enfermo como su hermano” y bueno, no solo le deprime, también le divierte la ironía de la situación
Ríe ante sus propios pensamientos, cerrando sus ojos y soltando una que otra palabra burlesca a ambos… pero al final, subiendo su mirada al lejano techo, por unos momentos, se permite la duda… ¿Papyrus estará bien si él se va de su lado? Después de todo, es él quien hace todos los deberes de la casa… pero, también es él quien soporta a su fastidiante hermano, quien soporta las humillaciones, las burlas, los golpes y… actualmente, hasta violaciones…
-nha, ya era hora de dejar eso de lado- dice poniéndose de pie y viendo a todos lados
-¿ahora a donde se supone que debo de ir?- se pregunta, siguiendo su camino, pasa de aquel riachuelo y continua de frente, lo mas derecho que pueda… encontrando otra puerta, se queda unos momentos callado, pensando en si es una buena idea, en el peor de sus casos, puede que vuelva al mismo lugar y al final tenga que quedarse a vivir en reclusión en ese lugar lleno de verdes pastos… pero, si hay algo mas además de eso, de igual modo, quería verlo
Así que, decidido a seguir avanzando, abre la puerta, pasando de aquel lugar, solo se encuentra con un bosque espeso, de verdes y brillantes hojas, no hay nieve y es algo que le alivia, le da la idea de que no está en Snowdin… sigue su camino, pronto, para su confusa sorpresa encuentra a lo lejos de lo que parece una colina, un muy extraño pueblo… por supuesto, entre su confusión mira al cielo, puede ver en la oscuridad apenas perceptible el mismo techo de piedra… es parte aun de la tierra, pero hay luz que brota de lámparas y que a su vez, permiten ver perfectamente hacia abajo, el pequeño “pueblo” que hay
-¿había más debajo de nosotros?- se pregunta con sorpresa, colgando su mochila al hombro, comienza a caminar con cuidado, bajando la colina, se toma su tiempo, su cuerpo se siente cansado… ¿Cuánto lleva caminando desde que salió de su casa? Ahora recuerda que no estaba curado por completo… esperaba que no fuera a suceder nada malo pues estaría en graves problemas…
Tardo bastante tiempo aun para su propio gusto, pero ya estaba bajo de la colina, a las faldas de entrar al pueblo que se veía con gran espacio igual que Snowdin, incluso se atrevía a decir que apenas, un poco más poblado que el anterior. Confuso, camino sujetando su mochila con fuerza, colocando su capucha en la cabeza, comienza a caminar lentamente, sintiendo las miradas de todos, se sorprende al ver, que… por lo que podía alcanzar a ver, esas personas eran…
*¿Monstruos y humanos?* se pregunto confundido, habían seres muy similares a los humanos, aunque lucían ciertos rasgos animales como ellos, incluso, habían monstros… así que se sentía realmente confundido, respiro hondamente… ¿A dónde carajos se fue a meter?
-¡¡¡haaaaaaaaaa!!- sorprendido, escucho frente suyo un gran grito, así que, rápidamente alzo la mirada, encontrando a un niño pequeño, confundido, se le podría denominar que era parecido a un niño humano, de piel morena, de cabellos plata y de grandes ojos verdes, pero que veía en ese momento con miedo hacia el frente, pues, en una esquina de lo que parecía una casa, una esquina comenzaba a derrumbarse
-¡mierda!- reaccionó mas por mero instinto que por placer, su ojo izquierdo se activo, estiro su mano y creó un hueso alto de color rojo, sosteniendo los escombros, su ojo volvió a brillar con fuerza, con su mano manipula el alma de aquel pequeño, solo para alejarlo un poco de aquellos derrumbes, mas por precaución, sabe que no pasara nada mas después de eso, aunque, prefiere no correr riesgos…
El momento se calma, se acerca lentamente mientras busca una de las vigas caídas, colocándola de nuevo en su lugar, el derrumbe de la casa cesa, su ojo regresa a la normalidad y gira su mirada para ver al niño “humano” encontrando al pequeño que, aun con su piel morena se veía algo pálido, pronto cambiaba su rostro a uno sorprendido y lleno de emoción
-no deberías de andar jugando por ahí con estas cosas… mocoso- se mofó del menor, pero este solo dio un gran salto y con un mirar lleno de emoción y felicidad se acerco peligrosamente a Sans, notando el esqueleto que apenas le llegaba al pecho… por unos momentos ha recordado a su humano “Frisk” y siente un nudo en su estomago al recordar de inmediato a su propio hermano
-¡eso fue asombroso!- le grito el pequeño sacándolo de su pasado, Sans da un paso hacia atrás observando que el pequeño le mira con ojos llenos de estrellas gigantes, sus puños en su pecho y un mirar entusiasta, el silencio le invade, incluso ha olvidado decirle algún insulto, solo observa esos ojos, sintiendo por unos momentos que le recuerda al dulce mirar que alguna vez le vio a su pequeño Papyrus… baja la mirada de un modo más tranquilo
-¿estás herido?- pregunta, el pequeño le mira confundido y niega efusivamente con una gigantesca sonrisa
-gracias a usted no me paso nada ¡muchas gracias señor!- dijo el pequeño muy efusivo, Sans soltó una leve risilla y desvió la mirada
-Sans, Sans el esqueleto, ese es mi nombre… mocoso- le dijo divertido, el pequeño mostro aun más emoción y comenzó a saltar con mucha felicidad, Sans solo pudo enarcar levemente uno de sus ojos al ver su felicidad, incluso, podía sentir la felicidad del pequeño
-ese joven salvo al pequeño- escucho que comenzaban los susurros, desvió la mirada esperando un ataque, pero en su lugar solo pudo observar como comenzaba a acumularse la gente, viéndolo con felicidad, con admiración y algunos otros, comenzaban a darle las gracias por haber salvado al pequeño que, alegremente comenzaba a gritar sobre “su salvador”… y para Sans, lo único que sitio, fue un agradable sentimiento cálido que hacía mucho no sentía realmente…
*este lugar… podría ser mi nuevo hogar* se dijo sonriendo por fin de un modo honesto, notando que el pequeño saltaba a sus brazos y se restregaba con felicidad dando una y sin fin de veces las gracias por haberle ayudado