18:53:35
En el camino hacia el centro comercial, donde seguro estarán las próximas horas de la noche, Hoseok no ha parado de quejarse de la mala nota que tuvo en matemáticas, justificando que el profesor tenía algo contra él.
– De seguro será porque delate que utilizaba peluca. Perdón pero él fue el que se la quitó sin más.
– Estabas en el baño de profesores. Obviamente que se la quitaría sin más. Tiene todo derecho a enojarse. ¿Que hacías en el baño de profesores en primer lugar?
– No hables como si no supieras. Sabes que fue por tu culpa.
– No planees culparme; no te obligue a entrar al baño de profesores, Hobi.
– Ya, pero no podía orinarme en los pantalones.
Andaban con poco dinero asique les basto con dos grandes sándwiches. Tomaron sus órdenes y se dirigieron a un lugar apartado donde generalmente se sentaban desde que entraron a la preparatoria y ya van dos años de eso.
– Diablos, todavía tengo hambre. – dijo Hoseok luego de terminar el ultimo bocado de su sándwich.
– Ya llevas dos, más la mitad que te di. – Jimin tomo entre sus manos el refresco y dio un sorbo a su bebida mientras frunció el ceño hacia Hoseok.
Hoseok al igual que Jimin tomo su refresco pero llevo su mirada hacia la ventana mirando hacia el exterior. Jimin se preguntó en que estaría pensando Hoseok, desde hace un tiempo que se encontraba perdido en sus pensamientos. Jimin dejo el refresco en la mesa y volvió su vista hacia Hoseok.
– ¿Ya has pensado sobre lo de la historia? – Supuso que es eso lo que tanto pensaba.
– A decir verdad… – Luego de estar unos segundos en silencio finalmente respondió. Levanto sus piernas hacia arriba hasta apoyar sus pies en la mesa y cruzarlos.
– ¿Qué haces? Baja los pies. – A Jimin no le enojaba el comportamiento de Hoseok pero como quería algo de “seriedad” de parte de él, termino corriendo de la mesa con fuertes codazos los pies de su amigo.
– Creo que mejor no. –soltó Hoseok después de que sus pies fueran corridos.
– ¿Mm?
– Deberías buscar a alguien más que te ayude. –Hoseok se acomodó en su asiento, apoyo los codos y los brazos en la mesa. Tenía una mirada decisiva en su rostro.
– ¿Qué busque a alguien más?
– Si, enano. Hay otras personas que podrían ayudarte.
– Ya, pero… ¿Quién? No conozco a nadie más.
– Podrías buscar tal vez.
Jimin no entendía la negación de Hoseok por ayudarlo, no es como si le estuviera pidiendo dinero o que lo ayude a asesinar alguien. Incluso si fuera eso, Hoseok aceptaría sin preguntar.
– No, Hobi no entiendo. –Jimin estaba por preguntarle el porqué de su negación pero fue interrumpido.
– Ah, conozco a alguien que es bueno también. Es muy bueno escribiendo. Diría que es un genio de las palabras. Aunque no creo que…
– Entonces…
– Ya, se lo peguntare.
– ¿Qué diablos Hobi? ¿Por qué no quieres ayudarme?
– Tranquilo. Se lo que hago. De algún modo te ayudare.
Jimin continuo por el resto de los segundos mirando incrédulo a Hoseok. Al último término suspirando fuertemente y aceptando la respuesta de Hoseok. Hoseok le regalo una sonrisa acompañada de su pestañeo. Y salieron del centro comercial, para volver a sus casas con el apocalíptico frío de Diciembre. De seguro las gafas de Jimin terminaran empañándose por la helada.
–.–
Al otro día mientras Jimin le explicaba un ejercicio de matemáticas a su compañero de clases durante la hora del almuerzo, Hoseok apareció de la nada en el salón –ya que hace unos minutos había salido del salón para almorzar en la cafetería- y saco del salón a Jimin del brazo.
– Hobi ¿Qué haces? – pregunto Jimin mientras era arrastrado por el pasillo.
– Vamos a buscar al amigo del que te he hablado.
– ¿Amigo? Oye, le estaba ayudando a Jinyoung con las ecuaciones. –Jimin se soltó del agarre de Hoseok y se paró en seco en medio del pasillo.
– Las matemáticas pueden esperar. –Hoseok continúo caminando y le dio un gesto a Jimin para que lo siguiera.
Jimin no tuvo más opción que seguirlo hacia donde fuera que lo estuviera llevando para saber de qué hablaba. Caminaron por los pasillos hacia las escaleras, Hoseok se detuvo delante de unos chicos sentados en ellas.
– Hey, Namjoon.
Un chico de gafas levanto la mirada hacia a Hoseok y le sonrió. Jimin conocía a Namjoon como uno de los más inteligentes de segundo año y del instituto en sí. Siempre ocupaba los primeros puestos en las listas de los exámenes, pero es lo único que sabía de él, aparte de que era amigo de la infancia de Hoseok.
– Oh, Hoseokie ¿Qué te trae por aquí? – Namjoon dio un vistazo hacia Jimin y le ofreció una media sonrisa en forma de saludo, tal vez. Jimin lo saludo de la misma manera.
– Te venia pedir un favor. Va, él – Hoseok palmeo el hombro de Jimin – te venía a pedir un favor.
Jimin giro hacia a Hoseok extrañado por lo que acababa de decir. Namjoon solo levanto las cejas también algo extrañado.
Hoseok volvió a hablar esta vez hacia Jimin. –Ya sabes, enano. Lo de la historia.
No es que Jimin se haya acostumbrado a ser llamado enano, sino que estaba demasiado nervioso como para quejarse sobre ello. Además pedirle a casi un desconocido un favor así no le agradaba.
– Ah… – Jimin llevo la mirada hacia Namjoon – Resulta que he empezado a escribir una novela online… – Tuvo que pensar un segundo si se le decía online o de otra forma – Y he podido escribir los primeros capítulos pero…
– No tiene la creatividad suficiente para continuar. –intervino Hoseok. Namjoon solo asintió y siguió escuchando.
– Si… – Jimin sintió ser herido artísticamente – así que le pedí ayuda a Hoseok. Entonces, él me dijo que tú podrías ayudarme.
Namjoon volvió a asentir y luego soltó una carcajada. – ¿El? – Señalo a Hoseok – ¿Enserio?
– Sip, a mí también me sorprendió.
– Que extraño. El generalmente se ofrece a si mismo si se trata de ayudar a un amigo. – Jimin estaba de acuerdo con eso pero últimamente no entendía lo que pasaba por la mente de Hoseok.
– Ya dejen de hablar de mí. Que esto no tiene nada que ver conmigo. – Hoseok intervino llamando la atención de los otros dos. – Y centrémonos a lo que vinimos.
Jimin rodo los ojos, iba a decirle a Hoseok que se callara que él tenía todo controlado pero… no quería perder su tiempo y era mejor continuar. – Sí.
– Entonces Namjoon. ¿Qué opinas?
– Amm…– Namjoon parecía habérselo pensando mucho antes de responder– La verdad es que pareces buen chico Jimin y tus gafas son realmente mi estilo. – ¿las gafas? – Pero estas semanas y de seguro las que vienen voy a estar muy ocupado con las preparaciones para los eventos y demás. – Jimin no sabía que Namjoon era miembro del comité de estudiantes.
– No creo que ocupe tanto de tu tiempo. –opino Hoseok a segundos de la respuesta de Namjoon.
– Sí, pero prefiero tener más tiempo y la mente despejada si se trata de escribir algo tan trabajado como una novela.
Hoseok parecía haber quedado satisfecho con las palabras de Namjoon, ya que se quedó en silencio.
– Entiendo… – Jimin rasco algo nervioso su mejilla.
– Cuando este menos ocupado me encantaría ayudarte. Generalmente me piden ayuda para los exámenes y estoy algo sorprendido. Y eso me parece genial.
– Si, igual no te preocupes. – Jimin trato de esbozar una sonrisa aunque en realidad estaba un poco decepcionado. Namjoon asintió y llevo la mirada hacia Hoseok.
– Podrían pedirle ayuda a Yoongi-hyung. De seguro anda holgazaneando y tendrá mucho tiempo libre.
– Pensaba hacerlo pero decidí no molestarlo en su serenísima vida. – respondió Hoseok hacia Namjoon y luego comenzó a hablar con él como auténticos amigos– Además oí que entro al equipo de baloncesto y ahora se dedica a atormentar a los novatos.
– Ya me lo imagino.
Y continuaron hablando mientras Jimin no entendía nada de lo que hablaban hasta que sonó el timbre avisando que deberían volver a sus respectivos salones para otras torturantes horas de matemática.
–.–
Al terminar la jornada escolar, como todos los días, Jimin y Hoseok fueron a casa juntos. Hoseok vivía a una cuadra antes que la casa de Jimin, por lo que habitualmente paraba en esta cuadra y se despedía de Jimin. En algunos casos si tenían que terminar de hablar de algún tema o realizar un trabajo de a grupo iban a la casa de Jimin. Pero como este no era el caso y ya estaban a pasos de la residencia Park, Jimin se dignó a preguntar.
– Hobi ¿No te iras a casa?
Hoseok detuvo el paso y frunció el ceño. – ¿De qué hablas enano? Tenemos que terminar tu bendita novela ¿cierto?
– ¿Qué? – Jimin se paró en la entrada de su casa y espero a que Hoseok respondiera. Hoseok solo suspiro y se acercó a Jimin. Lo rodeo del cuello con el brazo.
– Vamos, está helando aquí. – Hoseok arrastro a Jimin hasta la puerta, espero a que Jimin abriera la puerta con su llave y entraron.