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El internado Omega de Domino por MizaiTan

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Notas del capitulo:

Hello! Lo prometí en mis otros fics que traería este capitulo esta semana y lo cumplí.

Creo que de los capitulos más frustrantes que he escrito desde siempre. No por el contenido, sino más bien porque lo escribí hace un mes pero no me gustó y lo volví a hacer, luego me enfermé y estuve internada en la clinica y al volver se perdió el capitulo. Luego lo volví a hacer, y cambié algunas cosas y aqui estamos. Yei!

Oh, ya pasó un poquito de tiempo pero igual este capitulo está dedicado a... mi! Por mi cumple! ... Los que vienen de mis otros fics deben estar cansados que repita eso jeje. Pero mis autorregalos eran actualizaciones de todos mis fics, que se puede hacer?

Volvamos al fic... Creo que hay algunas duditas por aqui y por allá que me gustaría despejar antes que lean el capitulo. Es importante:

En primer lugar hablemos de lo que se diferencian los omegas a otros y de por qué son tan infravalorados y llamados putas… El celo.

¿Saben lo que es una gata en celo? Ese es precisamente el punto. El omega alcanza su máximo estado para aparearse en ese punto, sus feromonas le hacen oler más dulce para atraer a los alfas, su necesidad de aparearse lo hace cambiar incluso de mentalidad para poder tener sexo.

Los alfas pueden oler a un omega en celo y sus sentidos se vuelven posesivos y lujuriosos con ganas de aparearse con el omega. Si el omega no tiene pareja (recuerden que pareja tiene que ver con la mordida en el cuello) y está en un sitio abierto los alfas pelearan para tratar de llegar primero.

El celo dura tres días, y para evitar embarazos hay que tomar anticonceptivos especiales antes que empiece el celo. ¿Por qué no condones? Porque sus mentes están tan metidas en aparearse que no pensarán en ponerse un condón. Para evitar problemas los omegas solteros deben quedarse en sus habitaciones encerrados hasta que pase el celo para que el olor no llegue al exterior.

Si preguntan por Joey, aun con la hierba sufría del celo y se encerraba en su cuarto. No un cuarto acondicionado para tapar los olores pero mientras estuviese encerrado y la puerta de la casa no se abriera no había problemas. El papá de Joey no se sentía atraído por el simple hecho que es su padre y el olor no era atrayente para él. Simplemente se emborrachaba y lo dejaba a su suerte.

Cada cuatro meses viene el celo. Pero Mizai, por qué no hemos visto ningún celo si ya han pasado dos meses del inicio de clases? Porque no ha sido importante, simplemente eso. Si lo notan salto el tiempo así que en el transcurso algunos de los chicos habrán pasado su celo. En cada habitación del internado hay una puerta para entrar a una habitación amoblada y protegida para que los olores no salgan ni entren cuando cierren la puerta. Es una habitación para el celo obviamente.

En este universo no es algo sorpresivo y viene con regularidad cada 4 meses. Es como la menstruación, sencillamente eso.

Otro punto que diferencia a los alfas (Esto para todos los pervertidos) es que en la base de su pene tienen un bulbo o un nudo que se hincha cuando se corren. Han visto a los perros quedarse “pegados” después de hacerlo? Es lo mismo. Después de unos minutos el nudo se deshace cuando todo el semen ha quedado dentro. Conclusión: Se deben quedar en esa posición por un tiempo XD

Es un sistema para aparearse y tener crías. Pero por la edad de jóvenes y eso los chicos usan condón. Los alfas tienen un condón especial que llega hasta la base del nudo pero igual se quedan pegados hasta que toda la descarga salga.

Me siento maestra de biología.

Otro punto importante y lo preguntaron mucho en los comentarios… Por qué Kaiba no se puso celoso como Marik?

Bueno hay dos explicaciones para eso.

Primero, leyeron la explicación de Bakura de los instintos alfas? Cuando se encuentran con el alma gemela el alfa inconscientemente cambia, los alfas son territoriales con lo que es suyo pero lo manejan de forma diferente al conocer a sus almas gemelas.

-Bakura defendió a Ryo de los matones en la calle.

-Yami es demasiado considerado con Yugi.

-Marik quiere la atención de Malik sólo para él.

-Kaiba acepta a un omega y no permite que nada le pase.

Esos son cambios en ellos, obviamente cuando se vuelvan pareja sus instintos se reforzarán y los harán territoriales, protectores, posesivos. Así que no necesariamente la primera reacción es celos, vale? Todos lo manejan diferente. Claro que en cuanto notan que son sus almas gemelas… Ese es otro cantar.

Segundo, es OBVIO que hay una química en ese par, todos lo notamos hasta los empleados pero en realidad ahora mismo están en el punto de llevarse bien, aunque duela aún no se sienten atraídos románticamente entre sí. Kaiba se siente cómodo con Joey y está en la etapa que se sorprende con alguien como él y Joey disfruta su tiempo con Kaiba mucho más que antes y también se siente cómodo, pero aún no hemos llegado a ese punto. Los instintos de Kaiba le hacen proteger de daños a Joey de forma inconsciente pero no ha llegado al punto de sentir celos.

A pesar que Marik era perro y solo quería un polvo con Malik si sentía atracción, lo demostraba todo el tiempo y Yami a su manera también estaba atraído o sino no invitaría a Yugi a todos lados.

Pero no se alarmen, este es un proceso lento para este par que no lo han notado pero el destino cada vez los atrae más

Yugi se siente una persona horrible.

3 de la mañana y aún no puede dormir.

Voltea su cabeza para ver a Joey durmiendo desordenadamente en su cama y luego hacia abajo nota las figuras acostadas de Ryo y Malik en los futones de repuesto de cada habitación.

Después de la noche que tuvieron decidieron dormir los cuatro juntos. Y Yugi solo puede deprimirse con ese pensamiento.

Muerde su labio inferior al pensar que dos de sus amigos se van, no se volverán a ver hasta que sean mayores.

¿Por qué su vida tenía que ser tan miserable? No se siente seguro con nada. Nada es confiable.

Estaba seguro que los alfas eran monstruos, luego los betas se le sumaron y ahora Ryo confirma que incluso los omegas lo son. ¿Eso significa que los tres omegas que están en la misma habitación no son sus amigos?

Se sienta y sacude la cabeza con fuerza por ese pensamiento. Se estaba desviando. Ellos no son malos, los omegas no…

Ya no está seguro de nada. Porque si los omegas son malos también lo haría malo.

Mira a Ryo y piensa en lo enamorado que está de su alma gemela aunque no lo ha visto en años. Es lo que parece motivarlo, el deseo de volver a verlo. ¿Cuándo perdió Yugi esa inocencia? Ryo es quien la ha vivido duro como un omega es un país aún más discriminatorio que Japón, y aun es fiel a sí mismo. ¿Cómo lo hace?

Mira hacia Joey, el omega más peculiar que ha conocido. Un chico que no tiene ni la más remota idea de ser un omega y es su modelo a seguir. Quiere ser así de valiente. No temer de alfas ni betas porque tiene la fuerza para defenderse.

Yugi lo sabe, son sus amigos que conoció en este internado. Quienes se han apoyado a pesar de ser desconocidos no hace mucho. Ellos no son malos. Estos tres omegas son lo único de lo que está seguro ahora. Y por tanto su deber es protegerlos.

Odiaría que algo les pasara.

Quizás aún estaba a tiempo. Sabe dónde ocultaron las bolsas de té. Sólo es cuestión de tirar el contenido y reemplazarlo para que no se fueran. Ya luego pensarían en una forma de ayudar a Ryo para que no se fuera.

Sí, eso haría. Quita la sabana.

-¿Yugi?

Se congela con una voz que al voltear nota a Malik mirándolo mientras soba su ojo adormilado.

-¿Qué pasa? ¿No puedes dormir? – Le pregunta Malik al ver que no le responde. El egipcio se levanta del futon, con cuidado de no tropezar a Ryo y se sienta en la cama al lado de Yugi.- ¿Pesadillas?

Yugi lo mira con la poca claridad que entra por la ventana.- ¿Cómo puedes estar tan tranquilo sabiendo que ellos se van? – Le pregunta con extrema curiosidad, ignorando su pregunta. Incluso desde antes de la cita con ese alfa a Yugi no le había fascinado la idea.

Malik suspira exasperado.- ¿Aún con eso?

Yugi se sonroja.- No puedo evitarlo. Estoy asustado por ellos. ¿Y si los lastiman? – Pregunta preocupado.

Yugi escucha el inicio de una risa y ve a Malik tapando su boca con la mano.- Joey puede con varios hombres a la vez. Y estoy seguro que enseñará a Ryo. No me preocupa.

-P-Pero…

-Pero te entiendo Yugi.- Dice Malik poniendo una mano en su hombro.- Yo tampoco quiero que se vayan. Joey es la persona más parecida a mí que he encontrado, nos entendemos muy bien y Ryo…- Yugi nota la sonrisa suave que se forma en su rostro.- ¿Es muy apresurado decir que lo considero ya mi mejor amigo?

Yugi de inmediato sacude la cabeza.- Yo me siento igual con Joey.- Dice por primera vez feliz en un tiempo pues alguien lo entendía.

-Si te soy sincero el plan no es de mi agrado. Pero.- Dice antes que Yugi lo interrumpa.- Eso no significa que no sé que es la mejor opción.

Yugi toma ambos brazos de Malik.- Debe haber otra salida, esto es demasiado.

-Yugi, esto tampoco es fácil para ellos. Ambos vienen de cambios drásticos para ser metidos aquí y ahora pasar por un nuevo cambio.- Se suelta con cuidado de las manos temblorosas de Yugi.- Es su decisión. Entiendo tu miedo pero ahora no debemos presionarlos. ¿Entiendes? Deben estar relajados para que se puedan ir tranquilos. De por si Joey se está conteniendo de partirle la cara a los desgraciados omegas para no tener problemas ni ser castigado.

Yugi siente lagrimas formarse en sus ojos. Se siente egoísta y malcriado pero aun quiere protegerlos.

-Me siento tan confundido.- Confiesa en voz baja.- Ya no sé lo que es bueno y lo que es malo.

Malik se recuesta en la cama de Yugi tomando la almohada.- No te inquietes, ambos aun nos quedaremos por un largo rato. Podremos descubrirlo.

Yugi lo mira y se siente débil. Está pensando en proteger a personas que se pueden proteger solas mientras él mismo es un cobarde que aún no sabe quién es bueno y quién es malo.

Y de repente le atacó la vergüenza al recordar ciertas palabras suyas.- Malik.- Le llama viendo su figura relajada.- Lo de tus hermanos… Yo… Dije cosas que no debía.

Yugi no está seguro si ve una sonrisa o se la imagina, debido a la oscuridad.- No pasa nada. Está olvidado.

-Yo…

-Como compensación yo me quedo en la cama y tú ve al futón.- Señala el suelo mientras se acurruca bajo la sabana.- Buenas noches.

Yugi lo mira para luego levantarse al futon sin quejarse, parecía un trato justo. Mira hacia el armario donde están guardadas las bolsas de té. Luego ve a Malik ya dormido. El escenario perfecto para deshacerse de ellas.

Pero pasa de largo para acostarse en el futon.

Aún tiene miedo, pero ya no está seguro de qué.

 

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-Les quiero partir la madre.- Joey golpea su puño contra su palma en señal de su enojo.

Malik le pone una mano en el hombro para intentar calmarlo, aunque la lo aprieta porque él mismo se siente furioso.- Me vengaré en cuanto se vayan, los castigos me valen mierda.

Ryo los mira a ambos para luego negar.- Cálmense. Por eso no quería que supieran.

Joey lo mira para luego inclinarse cerca de su silla y darle un golpe en la frente a lo que Ryo se queja en seguida.- No seas estúpido. Debiste decirlo desde antes.

-¡Si! – Malik está de acuerdo golpeando el puño sobre la mesa.- ¿O para qué coño crees que estamos aquí?

Joey se pasa una mano por su cara en señal de frustración.- Es que, ¿Los viste pasar, no? – Le pregunta a Malik que asiente.- Incluso nos saludaron y ofrecieron sus postres. Malditos hipócritas.- Sisea molesto.

Ryo los mira y levanta sus manos para apaciguarlos.- ¿Podemos olvidarnos de eso y comer el almuerzo, por favor?

Los otros dos miran y luego suspiran asintiendo, aunque aún con un humor de perros.

Los tres luego ven a Yugi acercarse a su mesa con su propia bandeja, y se veía deprimido, muy parecido a los anteriores días.

Pero antes que pudiesen decir algo Yugi habló.- Lo estoy intentando. De verdad.- Deja la bandeja para sentarse y ocultar su cara con sus manos.- Pero aún tengo miedo.

Joey suspira y pasa una mano por el extraño cabello de su amigo para tratar de calmarlo.- No te preocupes, tómate tu tiempo.

El maestro de matemáticas es un beta. De los pocos betas en la escuela omega. Para estar en esa posición el beta se esforzó mucho para demostrar que ama a su esposa e hijo y quería tomar la oportunidad de enseñar a omegas, pues su hermana gemela era un omega y entendía las necesidades de estos.

Luego de miles de certificados, recomendaciones y acuerdos con el Gobierno se le dio la oportunidad.

La matemática que enseñaba era básica y de conocimiento de alguien de secundaria, pero la enseñaba con respeto y sin pasarse con ningún estudiante.

A Joey le gustaba él. Un poco de algo más que feromonas omegas es un solo espacio era bueno.

Pero desde el miedo de Yugi todo ha sido complicado. Tiembla de miedo cada vez que la sesión comienza y en cada clase ha tenido que retirarse por no poder soportar más y mandado a la oficina de la enfermera.

Hoy se superó y logró llegar hasta el final. Yugi trató de demostrarle a Joey que no estaba asustado para que él pudiese estar tranquilo. Le dijo que debía preguntar algo al maestro y que podía ir por el almuerzo primero.

Pero sólo necesitó que todos los estudiantes se fueran y quedara a solas con el maestro para salir corriendo.

-Ya sé que dicen que la maldad no tiene que ver con ser alfa, beta u omega.- Yugi alza la vista para ver a los tres.- ¿Pero entonces cómo sé quién es bueno y quien es malo?

-tch, tch.- Malik chasquea la lengua negando con una sonrisa viendo a Yugi.- La vida no es blanco y negro. Hay gris.

Yugi alza sus cejas con curiosidad. -¿Gris? – 

-Si, gris.- Asiente Malik señalando a Joey.- Por ejemplo, este tipo. No es un perverso asesino pero tampoco una dulce florecilla que solo piensa en hornear galletas.- Recibe un palmazo de Joey.

Ryo se ríe de la cara dolida de Malik para luego ver a Yugi.- Lo superarás. Incluso podrás volver a salir con ese alfa.

Yugi hace una mueca con eso.- No quiero. Me asusta, parecía una bestia.

Bueno, eso fue un avance. Por fin Yugi decía algo de Atem.

-Yugi.- Le llama Joey en un tono de regaño.- Ya te dije que eso va con su naturaleza. Es un súper-alfa, así que al enojarse tiene un olor que hasta doblega alfas.- Yugi tiembla con eso.

-Aunque eso es injusto. ¿Saben? - Dice Malik apoyando su barbilla sobre su mano.- Hay algunos imbéciles que nacen con más suerte que otros. Estar en la cima de la cadena incluso más arriba que los alfas.

Joey no deja que eso le afecte y se alza de hombros.- La genética a veces es una perra.

Y los otros tres asienten a eso, completamente de acuerdo.

El sonido de un mensaje se oye y los cuatro miran hacia el celular de Yugi que mira con miedo el aparato.

-¿Qué pasa? – Pregunta Ryo.

-Es Atem. Me ha estado escribiendo mensajes pero simplemente no puedo contestar.

Los otros tres sienten lastima por el alfa.

Joey toma el celular por curiosidad, desbloqueándolo con éxito con la contraseña que le dio Yugi hace más o menos un mes.- Oh. No es Atem.- Dice Joey mirando con curiosidad para luego tenderle el celular a Yugi.- Es Tea.

Yugi mira el teléfono sin hacer ningún intento de tomarlo aunque con expresión triste.- ¿Soy un mal amigo, no? – Pregunta a nadie en particular.- La conozco de casi toda mi vida y ni siquiera puedo hablar con ella.- Muerde su labio inferior en impotencia.

Joey suspira y baja el celular.- Entonces ella es un buen inicio.- Yugi mira a su amigo.- Poco a poco empiecen a escribirse y hablar. Ella es como una hermana, ¿No? – Yugi asiente.- Cuando estés listo dile que venga.- Yugi se estremece con la idea.- Nada te hará ella y si aún te asustas dile a Malik que esté contigo.

Malik asiente determinado.

Yugi los mira y asiente tímidamente. Podría ser un buen inicio aunque antes tendría que tener el valor de al menos mandarle un Hola.

 

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Miércoles en la noche Ryo admite que está asustado. En sólo tres días dejaría de ser un omega que no puede valerse por sí mismo para ser un beta… que no puede valerse por sí mismo.

De verdad debería pedirle consejos a Joey. Debería empezar a poder defenderse sin problemas además de aprender a cocinar.

No puede hacer casi nada ni para salvar su vida. También tendría que pedir consejos a Joey de eso, según sabe Joey lo hace muy bien en las clases de cocina pues él solía hacerlo cuando vivía con su padre.

Tiene mucho que aprender pero tiene la mente abierta para eso.

La verdad, si pudiese ser un poco egoísta, le gustaría irse con Malik y Yugi. Su tío fue muy bueno mientras se quedó con él en Japón pero los tres omegas que conoció en el internado los considera su verdadera familia.

Y apartarse por tanto tiempo de su familia lo mataba. Era injusto que sólo él tuviese que siempre perderlo todo.

Pero debía ser fuerte. Si pudo aguantar abusos por toda su vida, unos pocos años apartados no sería nada.

Piensa con resolución cuando abre la puerta de su habitación y ve a Malik hablando por celular, aun con su delantal por haber estado limpiando los baños.

-Castigado por tu culpa, ¿Quién más? – Reclama Malik aun sin notar a Ryo

.

-En ese internado son mojigatos.- Marik responde molesto.- ¿Qué esperan? ¿Qué siempre tengas sexo de día? ¡La gracia es en la noche!

-Que crudo eres.- Malik voltea los ojos.- Además que debo asistir a clases de etiqueta omega porque no pudiste contener tu maldita polla

-La maldita polla que no tuviste vergüenza en montar.- Responde con suficiencia a lo que Malik se le crispa una vena.

-Fue la calentura del momento, nada más.

Se oye una risa.- Sigue diciéndote eso.

-Dijiste que ibas a cortejarme. Te informo que estás haciendo un mal trabajo, imbécil.- Malik voltea los ojos.

-¿Qué mejor que hablarte de mí polla? – Malik solo quería ir y romperle la cara al idiota. Luego se voltea y nota a Ryo en la puerta que luego se sonroja y entra.

-Tengo que colgar, idiota.

-Puedes llamarme de este número cuando tengas ganas de un poco de sexo telefónico.- Se ríe y Malik simplemente le cuelga enojado y con un sonrojo al maldito pervertido.

Ryo camina a su cama y se sienta mirando a Malik con un sonrojo e insistentemente. A lo que éste le alza una ceja.- ¿Qué?

-Pues.- Habla Ryo tímidamente por un tema donde no es muy versátil.- ¿No habías dicho que odiabas a Marik? ¿Por qué ahora hablas con él con teléfono y hasta tuvieron sexo?

Esa pregunta ni siquiera se la ha podido responder Malik con claridad. No está enamorado del alfa pero siente una atracción extraña en cuanto tuvieron sexo.- No tengo idea yo mismo.- Confiesa finalmente.- Supongo que tenemos cuerpos compatibles.

Ryo frunce el ceño.- ¿Aun cuando antes te fastidiaste con él?

-Aún es un imbécil por lo que dijo de Egipto.- Malik se cruza de brazos.- Pero sé que lo hizo para llamar mi atención. Tuvimos sexo y pensé que sería todo. Además me ayudó a quitar esta maldita frustración sexual que llevaba.- Ryo se sonroja con eso.- Pero luego habló de cortejarme y aun me llama. Estoy curioso más que todo porque aún sigue insistiendo cuando los de su tipo se detienen en el primer polvo.- Pone una mano en su barbilla pensativo.

Ryo lo mira aun sonrojado por lo de frustración sexual.- ¿Estás bien teniendo sexo sólo por curiosidad? – Malik voltea a verlo con una ceja levantada.- Lo que me han enseñado de eso es que el sexo es para trabajo y lo que he leído de cuentos es que se hace con amor.

Malik se ríe sin pena con lo último dicho por Ryo.- ¡Esa está muy buena! – Se sigue riendo e incluso se limpia una lágrima del ojo, esquivando la almohada que un avergonzado Ryo le tira.- El lado bueno de no ser un beta es que podemos ser tan calenturientos como queramos desde que tenemos nuestro primer celo y nadie puede decirnos nada. Está en la naturaleza.

-Me gusta más la idea del amor.- Dice soñadoramente Ryo y sólo por eso Malik no le dice nada, porque espera que Ryo consiga lo que quiere, pero igual no cambia su propia forma de pensar.

Malik se alza de hombros.- Hace muchos años dejé de ser virgen sólo porque quería saber lo que se sentía tener un compañero en el celo.

Eso llamó la atención de Ryo.- ¿Y cómo es? – Pregunta francamente curioso.

Malik sonríe malvadamente asustando a Ryo.- Mucho mejor que un consolador, te lo apuesto.

Recibe otro almohadazo.

 

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-No puedo creer que vengas sin el pequeño Ryo.

-Lo sé, a mí también me dan ganas de dispararle a alguien por eso.

-Ya estaba preparada. He tejido tres gorros de lana para él. - Se escucha un suspiro.- Quiero verlo.

Bakura suspira.- Yo también, mamá.- Entrega su maleta y se dirige a una de las sillas para esperar el abordaje.

-Pero no te preocupes, cariño.- Escucha la voz tranquila y amable de su madre, completamente apuesta a la suya.- Es tu alma gemela, se verán pronto.

Por primera vez desde que llegó a Inglaterra sonríe levemente y sin malicia pero de inmediato quita la cara, pues algunos subordinados lo despiden y no puede demostrar nada en su cara.

-Sí, sí. Eso has dicho por años.- Responde con molestia al recordar tanta espera.- Aunque creo que tengo una pista.

-¿Ves? Eso es bueno. Valió la pena el viaje.

Habla un rato más con su madre para luego colgar. Él sabe que ella espera a Ryo tanto como él mismo. Los tres canallas son más bien curiosos por su famosa alma gemela.

Lo bueno de volver a Japón es que volvería a ver a su madre. Cuando Marik le dijo que la llevó al hospital mandó al diablo a toda la oficina y se iba a ir corriendo con ella. Para luego enterarse que era apendicitis y que la operación había salido bien y que ahora descansaba en casa.

Tener el sello de millonarios hace todo más fácil, como siempre quiso él.

Su madre lo sacrificó todo por él y Bakura le daría todo el universo sin problema alguno. Por eso la sola mención del nombre de su madre en un mal sentido le ha hecho partirle la madre a más de uno.

Inglaterra fue un infierno y Egipto no se quedaba atrás. Todo por ser omega. Al menos en Japón las cosas empezaban a cambiar.

Si ser un omega era tan poca cosa para todos, él se aprovecharía de ser un puto súper-alfa para compensar a su madre y su alma gemela.

Su celular vuelve a sonar y alza una ceja cuando ve quién es. Pone una sonrisa malvada contestando.- Sacerdote~ Ya estaré pronto allá, ¿Tanto me extrañabas para llamarme antes? –

-Cállate, ladrón.- Bakura solo ríe con su tono exasperado. Es tan fácil de burlar.

-¿A qué debo el honor?

-Desde hace un par de días he estado investigando algo que podría interesarte.

Bakura mira hacia el puesto de salchichas, pensando que debería comer algo antes de irse.- ¿Y qué podría ser? – Pregunta no muy interesado.

-Encontré a un chico llamado Ryo.

La sonrisa y los pensamientos de comida desaparecen instantáneamente. Probablemente lo esté mostrando en el olor porque algunos lo miran pero le importa una mierda.- ¿Qué? – Dice en tono bajo.

-Podrían existir cientos de Ryo en el mundo además que éste está en Japón por lo que no estaba seguro.- Dice Kaiba sin perturbarse por el tono.- He tratado de entrar al sistema pero el estúpido Gobierno ha hecho un buen trabajo protegiendolo

Bakura frunce el ceño.- ¿Entonces qué rayos te hace pensar que es mi Ryo?

-Él es peliblanco.- Bakura siente que su corazón se detiene de repente.- Y lo poco que logré sacar es que es un chico europeo.

-¡¿Dónde?! – Grita al celular haciendo esta vez alejar a todos a su alrededor. Sus ansias salen de su cuerpo con fuerza y nadie se atreve a acercarse a un súper-alfa en tal estado.

La pregunta era ambigua pero Kaiba demostró que es un genio entendiendo enseguida.- Estoy seguro que el Guardián y el Faraón te han hablado de ciertos omegas de un internado. Ese chico está con ellos.

Bakura trata de calmarse pero solo sale con respiraciones fuertes y superficiales porque está enojado, muy enojado.- ¡¿Y por qué demonios nadie me había dicho nada?!

-No puedo verte pero estoy seguro que estás haciendo una escena bochornosa. Cálmate de una vez que estás bajo el nombre de KaibaCorp.

Bakura se enoja aún más con ese reclamo.- ¡Sacerdote!

Se escucha un suspiro.- Pues el niño es tímido y casi no sale del internado. Ni siquiera sabíamos cómo se llamaba porque no habla mucho, hasta que hubo un incidente con el enano que le gusta el Faraón y escuché el nombre. Así que cálmate de una vez, maldito ladrón.

Bakura se calma y trata de filtrar su olor. Al menos con esa explicación de mierda ya no tendría que cometer un triple asesinato.

-Aunque aún no puedo garantizar nada, así que no eleves tus esperanzas.- Sentencia Kaiba

-Es mejor que nada.- Concluye Bakura pero no puedo evitar que un atisbo de triunfo llegue a él. Luego recuerda algo y vuelve su sonrisa malvada.- Oh~ ¿Ese no es el mismo internado que el Guardián comentó donde hay un omega que no puedes ignorar, sacerdote?

La única respuesta que recibió fue un bufido y el pitido de la cancelación de la llamada. Se ríe con fuerza y las personas se alejan aún más del maniático.

Kaiba es tan fácil de burlar.

Él mismo le dio la respuesta.

 

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El viernes debería ser un día tranquilo para los estudiantes. Pensar en qué hacer el fin de semana. Si se follarían a algún omega, porque la sequía de éstos en un instituto que solía ser mixto está afectando la cordura de más de un alfa.

Quienes ganaban de esa situación eran los prostitutos omegas que ahora tenían más clientes.

Se supone que deberían pensar eso el viernes en la mañana. Pero más de uno se acojonó de miedo cuando un dúo particular entró por la puerta.

Los primeros años no los reconocieron en apariencia ni tampoco los nuevos estudiantes pero sólo con escuchar los rumores alrededor entendieron de inmediato de quienes se trataba.

Todos les dieron el paso y el par de alfas caminan con suficiencia, reiterando su título como el dúo delincuente.

Uno de los alfas se paró de frente a ellos.- ¿Qué se creen? – Se queja frunciendo el ceño.

Bakura sonríe pero nada amablemente y pone su mano en el codo de Marik.- Aww, mira, Guardián. Trata de ser el héroe.- Se burla mientras señala al alfa como si fuera un niño inmaduro.

Marik se ríe.- Eso veo, ladrón.

El alfa frunce el ceño y se quita el maletín que trae dándoselo a una chica beta de su grupo de amigos. Quitará el terror de la escuela en cuanto se deshaga de esos dos. Y así de paso se coronaría el nuevo rey alfa del lugar. Está en tercero y ellos en segundo, es físicamente superior y ampliaría la ventaja.

Les hace una seña a su grupo de amigos y de inmediato otros tres alfas lo imitan.

Bakura abre la boca en fingida sorpresa.- Guardián, ¿Desde cuándo la gente aquí tiene cojones para tratar de ganarnos? – Mira a su amigo negando con la cabeza.- Has descuidado a los perros rabiosos mientras estaba fuera.

Los cuatro alfas gruñen con el comentario y toda la escuela los rodea en el pasillo. Una pelea se ve inminente.

Marik cruje sus nudillos con una sonrisa diabólica.- Parece que hay que volver a domesticarlos. – Y empezó la “pelea”

Kaiba y Atem entraron un par de minutos después para ver a varios personas reunidas en un solo punto que luego empezaron a dispersarse rápidamente.

-¿Qué está pasando, sacerdote? – Pregunta el egipcio desconcertado. Podía entender que una pelea alfa había pasado y es algo que pocos pueden detener, peor aún sin un maestro cercano, pero no entendía por qué todos huían.

Kaiba suspiró y siguió avanzando.- Ese par ya ha vuelto a hacer de las suyas.

Atem quiere preguntar pero cuando pasa por el vano que conecta los pasillos alcanza a ver a Bakura y Marik con ropa en sus manos mientras en el suelo cuatro alfas fueron dejados en el suelo, golpeados y desnudos con flechas hechas en marcador apuntando a sus penes.

Si, trabajo de ese par.

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Casi todos los estudiantes tuvieron una convulsión cuando vieron al imponente Seto Kaiba y su elegante primo Atem, sentados en la misma mesa que el dúo demoniaco.

Sólo de pensar a cuatro súper-alfas juntos ya tenía a todos cagándose en sus pantalones. Por lo que no era de extrañar que las mesas cercanas a la de ellos estaban vacías.

Bakura se estira feliz en su asiento.- Ahh, que bueno es estar en casa. Tener un tipo diferente de respeto.

Marik se ríe a su lado.- Y más aun viendo la cara de miedo sentados con el Sacerdote.-  Golpea fuerte su espalda haciendo gruñir a Bakura en disgusto y por lo que le devuelve el golpe más fuerte.

Kaiba solo toma de su café negro sin preocuparse de los fuertes golpes que ambos se dan.- Es increíble que los imbéciles aún ignoren que nos conocemos. Patético.

Con más de un año y aún nadie se hace la idea que ellos tres se conocen. Aunque es difícil de decir desde el punto de vista de un tercero. El año anterior y este en diferentes clases, y Kaiba almorzando en su asiento o yendo a la empresa a esa hora hace difícil entender la relación.

Hoy está simplemente desocupado y no aguanta los rumores del “dúo delincuente” de sus compañeros de clase. Era fastidioso.

Atem sólo mira a otro lado sin tocar su bento hasta que Bakura le tira agua de su vaso.

-¿Qu--?! – Su cara y la parte de arriba del uniforme quedan empapadas mientras los dos idiotas se ríen a sus anchas.

-¡El Faraón está en otro mundo! – Se ríe Bakura sin parar.

Marik hace ruidos de besos.- Tiene el corazón roto~

Atem sólo piensa. Ojalá me hubiese encontrado con otros niños que no fuesen tan imbéciles. – Son unos idiotas.- Los mira de muerte para tomar un pañuelo y limpiarse la cara.

Si él fuera más salvaje los golpearía pero su madre saldría de su tumba sólo para darle un par de nalgadas por irrespetuoso.

-No, ustedes son los idiotas.- Dice Bakura cruzándose de brazos.- Si no fuera por el culo apretado ese.- Hace un gesto con la barbilla apuntando a Kaiba que le frunce el ceño.- Nunca me hubiese enterado que había un Ryo cerca.

Marik, que tomaba su soda en ese momento, la escupe con fuerza. Aunque los efectivos reflejos de Kaiba lo hacen esquivarlo.

Atem deja el pañuelo en la mesa con sorpresa en la mesa y mira a su primo de inmediato.- ¿Lo encontraste? – Pregunta estupefacto.

Kaiba los mira a los dos y sacude la cabeza decepcionado.- El chico que anda con los omegas que ambos persiguen se llama Ryo.

Marik se rasca la cabeza buscando en su memoria pero la imagen es difícil de localizar. Cosa que pasaba igual con Atem.

Al final Marik termina negando.- No lo recuerdo bien.

-Igual por aquí.

Bakura les gruñe a los dos.- Andan tratando de cargarse a un omega que les cegó los sentidos. ¡El sacerdote dije que era peliblanco! ¿Cómo mierda se les pasó por alto? –

Marik se alza de hombros aunque Atem al menos se ve ligeramente avergonzado.

-Aún no hay garantía.- Dice Kaiba dejando su café, lo único que tomaba para su almuerzo.- Debes verlo para estar seguro.

-¡Por supuesto que lo haré! – Golpea la mesa con sus palmas.- ¡¿Dónde está ese internado de mierda?!

-Lo mejor es verlo en otro sitio.- Dice Marik y contesta la pregunta que Bakura está a punto de hacerle.- El Director es Pegasus.

Bakura abre los ojos hasta su límite.- The hell?! – Reacciona en inglés, mostrando lo sorprendido que está.- ¿Qué demonios hace ese bastardo ahí?

Marik se alza de hombros.- ¿Quién sabe? Ya sabes que él es de los que más apoyaban esa mierda pero logró ponerse ahí de alguna forma.

Siendo Pegasus uno de sus anteriores rivales comerciales más fuertes antes no tenían una gran relación. Dejó el negocio hace unos tres años y de repente reapareció como un pro-omegas y uno de los principales exponentes de la propuesta del internado.

Bakura resopla.- Bien. ¿Tienen los contactos de sus amigos para encontrarme con él?

Atem se deprime enseguida.- Yugi no me habla desde hace días.

Kaiba sólo le alza una ceja.- Todo porque no te controlaste.- Se cruza de brazos mirándolo fijamente sin tregua alguna.- Te lo tienes merecido por decirme que no sé controlar mi olor.

Atem siente que se hunde más en su silla.

Bakura quiere reírse pero mira a Marik para que le dé una respuesta.- Yo podría preguntarle a Malik pero quizás no me responda hoy hasta la noche. Me dijo que hoy tiene clase de etiqueta omega toda la tarde y no podía llevar su celular.- Bakura alza una ceja en disgusto con eso y Marik sonríe con maldito orgullo.- Lo castigaron por haber perdido el toque de queda por haberlo follado.

Bakura choca los cinco con él mientras Kaiba rueda los ojos y Atem lo mira matadoramente.

-Bueno, eso sólo nos deja una opción.- Los tres miran al castaño que los mira para luego cruzarse de brazos.

-¿Qué?

Bakura sonríe gatunamente.- No te hagas, sacerdote~ - Acerca su silla para ponerse más a su lado haciendo que Kaiba lo mirara con disgusto.- He escuchado que tienes una historia con un omega.

-Solo es un omega que me lo encuentro en todos lados.

-Pero eso no te molesta, ¿eh? – Pregunta con sorna Marik haciendo al dúo delincuente reír.

Kaiba se alza de hombros.- No es molesto así que me da igual.- Pero eso animó a los otros incluso a Atem.

-No puedo creerlo, primo. ¿Lo admites? – Pregunta con asombro Atem.

-¡El sacerdote está enamorado! – Grita Bakura sin pena y Kaiba lo golpea fuerte en la rodilla y sonríe cuando se queja del golpe.

-¿Quieres ayuda o no?

-¿O sea que sí tienes el número? – Pregunta Bakura alzando las cejas.

-Mokuba lo tiene.- Corrige de inmediato Kaiba.- E incluso el Faraón lo tiene. Así que no se hagan ideas.

Bakura sólo se ríe.- Ohh. Decidió ganarse primero a la familia. Me agrada el chico.- Siente otro golpe pero sigue riéndose sin parar.

 

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 El viernes luego de clase Joey no podía creer que estaba prácticamente jalando a Yugi fuera de la cama mientras Ryo observaba la escena riéndose.

-¡Sólo son unas pequeñas compras! – Jala sus dos piernas y no puede creer la fuerza que tiene Yugi para no soltarse de la cama.

-¡No!

-¡Vamos! ¡Son nuestras últimas compras juntos!

Yugi vacila un poco con eso pero aún se sostiene con fuerza.- ¡No!

Joey suspira y se rinde. Es genial que ya no le prohíba salir, pero sería aún más genial si al menos los tres pudiesen caminar en su último día del internado así sea para pasear. Aún tenían que comprar un par de cosas más comida para el camino.

Habían decidido comprar tiquetes para el tren bala de Hokkaido para las 8 de la mañana. Así que irían a comprar comida y a caminar un rato pero Yugi no quería.

-Bien.- Se resigna Joey atando el lazo en su cuello.- Te traeremos a ti a Malik algo, ¿De acuerdo?

-Bien.- Murmura Yugi con su cara enterrada en la almohada.

Joey le da una última mirada para luego salir y cerrar la puerta detrás de él.

Ryo le pone una mano en el hombro en apoyo y ambos caminan para salir del internado.- Es frustrante ¿No? – Dice Joey ignorando a los alfas que los miran a las puertas del internado. Ya acostumbrado a la vista.- Que Yugi esté así y no poder hacer nada.- Continua su frase anterior.

Ryo asiente de acuerdo.- Ojalá pudiesemos hacer algo hoy antes de irnos.

Joey le asiente y ambos caminan por la calle hasta llegar a la estación donde se montan y notan que no hay asientos.

-¡Por aquí! – Ven que dos chicos alfas se levantan y señalan los asientos. Ambos omegas se miran y Joey se alza de hombros para ir a sentarse.

Los alfas quedan de pie no muy lejos de ellos pero sin insinuar nada, además de un acto de caballerosidad.

-Vaya.- Susurra Ryo viendo al par riendo entre sí agarrados para no caerse.- Desde que entré al internado no he visto a un alfa actuar bien sólo porque sí.

Joey le sonríe.- Por eso reafirmo lo que le dije a Yugi. Ser buenos o malos no tiene nada que ver con ser alfas.

Incluso cuando bajaron en la próxima estación los alfas solo les sonrieron mientras tomaban nuevamente sus lugares y seguían sus recorridos.

Era bueno ver que algo de la defensa omega servía. Quizás es más duro cambiar la mentalidad arraigada de alguien mayor que de un joven que está más abierto a todo.

Aunque igual no quita que el resto de los alfas los follen con la mirada.

Caminan para llegar al centro comercial. En eso el celular de Joey suena y el rubio nota que es Mokuba, por lo que contesta enseguida.

-Hola, Mokuba.

-¡Joey! – Contesta el chico emocionado haciéndolo reír.- Quiero encontrarme contigo.

Joey se sorprende por la rápida invitación.- Pues supongo que está bien.

-Y también con tu amigo, el que se llama Ryo.- Eso sí que era raro.

-¿Ryo? – Pregunta a Mokuba y se voltea a ver a su amigo pero se sorprende cuando no lo ve. Gira pero no lo encuentra.

-¡Si, él! – Se emociona Mokuba sin saber el estado de pánico de Joey que se dio la vuelta para correr por donde vino mirando a todos lados.- ¡No lo vas a creer pero él…!

-Lo siento, luego hablamos.- Responde agitado colgando de inmediato

Pasa por un callejón y nota unos alfas acosando a alguien. Mira con enojo la escena y no le gusta para nada. Aunque no quiere dejar a Ryo a su suerte decide acercarse para darles una lección rápida.

Se acerca apretando los puños y de repente vio una conocida cabellera peli-blanca detrás de uno de los barriles.

Joey acelera y sin ser visto se pone detrás del mismo barril. Tapa la boca de Ryo para evitar que grite del susto y los delate.

Ryo voltea a verlo con miedo en sus ojos pero se relaja al reconocerlo.

-¿Qué mierda haces aquí? – Susurra Joey molesto.

Ryo señala a la chica omega en uniforme mientras uno de los tipos toca su falda y aprieta su otro puño.- Vi lo que pasaba y quise detenerlo pero sólo pude esconderme.- Dice triste.

-¿Y por qué coño no me dijiste? – Sisea Joey aun con enojo.

-Estabas ocupado hablando por teléfono.

Joey se da un facepalm. Estúpida crianza omega inglesa.- Quédate aquí.- LE susurra para luego levantarse y salir del escondite.- ¿¡Qué coño creen que hacen?!

Tres de los alfas dejan a la chica para mirar al nuevo omega que apareció. Los otros dos se vuelven un poco más agresivos y tocan los seños de la chica haciéndola sollozar.

-Miren.- Señala uno de los alfas con varias perforaciones que sonríe mirando lascivamente a Joey.- Ya no tendremos que compartir un omega. ¡Ahora tenemos dos!

Desde su escondite Ryo mira con miedo y preocupación. Si tan sólo fuera más valiente. Joey con tantos alfas era difícil.

Joey hace una mueca y avanza hacia delante.

A veces el destino puede ser un maldito al hacer sus cosas, pero cuando se empeña en algo no descansará hasta que se haga.

Por ello justo pasó una camioneta blanca en ese momento.

 

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Mokuba quita el celular de su oreja un poco extrañado.

-¿Qué dijo? – Pregunta Bakura sentado a su lado en la camioneta de Marik, junto a los otros dos alfas.

El plan era dejar a Kaiba y Atem en KaibaCorp mientras los otros dos alfas y Mokuba se encontrarían con Joey y Ryo.

Mokuba lo mira.- Parecía agitado y me pidió que le llamara luego.

Bakura frunce el ceño nada feliz.- Cinco minutos, enano.

Y Mokuba no es idiota, porque sabe que no tiene inmunidad con el demonio a su lado y le asiente enseguida.

Van por una calle solitaria que está cerca de una estación y Atem ve algo que no le gusta.- Para el auto, Guardián.

Marik lo detiene y lo mira con el ceño fruncido.- ¿Qué mosca te picó Faraón?

Atem se quita el cinturón mientras baja el vidrio para señalar.- En ese callejón que pasamos entre esos dos edificios habían varios tipos reunidos sobre una chica.

-Tan caballeroso.- Voltea los ojos Bakura pero también se quita el cinturón y abre la puerta.- Pero estoy molesto y si unos pendejos están ahí para ser golpeados me uno.

Atem asiente y está a punto de abrir la puerta para llegar al callejón que está a unos pocos metros cuando un grito los sorprende.

- ¿¡Qué coño creen que hacen?!

-¿Ese fue Joey? – Pregunta Mokuba al notar la dirección del grito.

Pero incluso desde antes que Mokuba terminara de decir el nombre ya su hermano había abierto la puerta y se había bajado.

Marik hace lo mismo un segundo después. Nadie se metería con un omega de su grupo, nadie.

Bakura no entendía quién era ese Joey pero vio a sus tres amigos correr por lo que los imitó. Pero nada los preparó para lo que encontraron.

Allí estaba Joey en la mitad del callejón dándole un golpe en la nariz a uno de los acosadores, dejándolo instantáneamente inconsciente en el piso. El rastro de destrucción no se quedaba ahí, pues otros cuatro alfas estaban tirados en el sucio suelo sin moverse y con sangre cerca.

Sólo habían pasado unos cuantos segundos del grito y ya el chico omega tenía a todos inconscientes.

Kaiba corre y se acerca a Joey independientemente de todo y pone sus dos manos sobre sus hombros, sorprendiendo al chico pues acababa de verlos.

-¿Estás bien? ¿Qué pasó? – Pregunta serio y mirándolo a los ojos.

Joey lo mira para luego levantar sus manos.- Estoy bien aunque con los nudillos lastimados. El tipo de las perforaciones dolió al golpearlo.- Se ríe sin muestra de extremo cansancio.

Kaiba ve las manos y luego mira que la cara del omega está intacta para luego alejarse asintiendo, satisfecho.- Siempre te metes en líos, perro.

Joey le frunce el ceño.- Cállate, ricachón.

Marik y Bakura se acerca aun con la boca abierta mientras Atem se apresura a socorrer a la chica que está asustada y sentado en el suelo.

-¿Tu hiciste esto, rubito? – Pregunta Marik, mirando una destrucción digna de todo delincuente con estrellas.

-¿Esto? – Señala Joey a los tipos desinteresadamente.- No es nada. La he tenido peor.- Se alza de hombros.

-¿Un omega delincuente? – Pregunta Bakura emocionado y riendo.- Esto no se ve todos los días.

-Y aquí hay algo mejor, Ladrón.- Dice Marik alzando las cejas sugestivamente.- Quizás ya fue obvio pero este es el famoso omega del que tanto hemos hablado.

-¿Ah? – Joey hace una mueca a la frase sin entender.

Pero Bakura captó enseguida porque se echa a reír mientras avanza a poner una mano en el hombro de Joey.- ¡Y ahora me caes aún mejor!

Joey no entiende e inconscientemente voltea a mirar a Kaiba con la duda pintada en toda su expresión. Y este le hace un gesto con la mano para que no les preste atención.

Joey luego vuelve a mirar al alfa a su lado entrecerrando sus ojos.- ¿Cuatro? – Se pregunta y luego pone una mano en su palma al darse cuento.- ¡Eres el cuarto! ¡O sea que debes ser el ladrón!

Bakura sonríe más y mira a Kaiba.- Oh~ Así que le has hablado de mí. Que íntimos.

Joey le quita su brazo del hombro con el ceño fruncido. Es casi cómico que tanto Kaiba como Joey se crucen de brazos al mismo tiempo.

Y aún más que ninguno se da cuenta que no niegan nada.

La chica se acerca con Atem detrás de ella y se inclina repetidamente a Joey que se rasca la nuca con torpeza.

-Gracias, gracias.- Dice varias veces a lo que Joey le dice que no fue nada.

La chica luego se retira sin más problemas.

Bakura se quiere burlar otra vez de la pareja cuando parece que Joey se da cuenta de algo y se voltea hacia unos barriles.- ¡Es seguro! ¡Ya puedes salir!

-Oh, nos consideras seguros.- Dice Marik riendo a lo que Joey, sin miedo alguno de los súper-alfas, lo golpea en el brazo. Y Marik hace una mueca porque en realidad dolió como una perra.

Bakura está a punto de reír cuando se congela al escuchar a Joey de nuevo.

-¡Ven, Ryo!

Los alfas de inmediato se voltean y Bakura siente como una cámara lenta ralentiza el momento en que una cabeza peliblanca comienza a salir del improvisado escondite para luego elevarse completamente.

-¿Cómo no nos dimos cuenta? – Susurra Atem al fondo.

-Somos unos malditos ciegos.- Contesta estupefacto Marik.

Bakura lo sabe, no necesita ver la marca. Sus pies se mueven solos cuando Ryo sale y empieza a acercarse a Joey.

Ryo no lo ve venir cuando se siente abrazado con fuerza.

Joey frunce el ceño con enojo y avanza para detener al alfa cuando Kaiba pone una mano en su hombro. El rubio lo mira cuestionándolo y Kaiba le susurra.- Mira.- Aún sin despegar la mano de su hombro.

Joey voltea y nota que no hay cara de miedo en Ryo como esperaba.

Ryo siente el abrazo pero antes que el pánico suba un olor familiar entra por su nariz. Está apoyado en un pecho que no conoce pero ese olor.

Abre los ojos al máximo cuando ve un cabello blanco que no es el suyo sino más largo. No debe hacerse ilusiones, no es sano, pero eso no evita que mire hacia la cabeza que está apoyado en su hombro y parece no querer despegarse.

Tiene miedo de equivocarse y siente lágrimas que llegan a sus orbes.- B-Ba…

El alfa levanta la cabeza un poco y nota ese par de ojos y esa cara que puede reconocer. Tienen mucho tiempo que no se ven pero puede reconocerlo.

Ryo pone una mano en su boca del asombro cuando Bakura lo suelta, pero no lo aleja.

-Ryo.- Susurra Bakura y Ryo no puede aguantarse más y salta con energía para colgarse del cuello del alfa que es más alto que él.

-¡Bakura! – Da un grito poco característico de él que resuena en el callejón mientras el alfa lo sujeta para que no se caiga, abrazándolo por su espalda.

Joey no es sentimental pero aprieta su labio inferior al ver la escena y la sonrisa de Ryo. En busca de apoyo levanta su mano para ponerla encima de la de Kaiba que sigue en su hombro.

Kaiba siente su mano y cierra sus ojos para tratar de no ser un intruso con lo que ocurría.

Ryo se baja de Bakura para luego empujarse a su pecho en un abrazo apretado mientras Bakura pasa una mano por su cabello.

-Te encontré.

Notas finales:

Al principio parecia un capitulo de transición y de repente pum! final esperado por todos! No quería ser mas maldita y poner mas cliffhanger, llevo un rato haciendolo y no quería dejar a nadie tan picado después de tan larga pausa

Y si, Bakura es un maldito depravado delincuente... Que es un niño de mamá y muere por Ryo XD Quien diria que dos omegas conquistan su vida.

Me gusta la idea que Malik no sea virgen porque seamos sinceros. Alguien virgen no se dejaría coger asi como asi en un sotano. Malik debía de tener buenas ganas y experiencia. Además que alguien asi debía haber en el grupo de amigos no?

Si notan, aunque no todos estuvieron en contacto sí hubo algo de cada pareja. Quería reafirmar la posición en la que todos se encuentran.

Espero les haya gustado, quedé con ganas asi que mañana seguiré escribiendo a ver si me sale pronto el capitulo pero no prometo nada.

Besos

PD: Mi placer culpable es Joey y Seto siendo lindos sin ellos mismos darse cuenta


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