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El internado Omega de Domino por MizaiTan

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Notas del capitulo:

Hola! Por fin, ya queria subir el capitulo, tenía muchas ganas pero algo llamado: Tesis de grado de la universidad me lo impedía... Bueno no alargaré antes del cap.

Por lo tanto disfruten!!

 

A pesar que su familia posea actualmente grandes riquezas, y que estas cada día están en constante expansión, Atem no se consideraría como un malcriado. Su padre y su madre le dieron educación por tutores durante toda su vida, donde le enseñaron no solo academia sino también modales, el mundo de los negocios, el baile y la música, incluso desde antes de conseguir la fortuna que hoy su familia y amigos poseen su educación siempre ha sido por medio de tutores, puesto que su madre beta fue criada de esa forma y esos mismos valores que aprendió quería que su hijo los heredara.

Decir que tenía poco contacto con la sociedad por este punto es mentira, puesto que desarrolló habilidades sociales como caballero en reuniones y bailes importantes. Muchos omegas y betas lo miraban con respeto y gracia, no solo por su dinero sino también por su comportamiento. No le gustaba presumir, pero debía admitir que recibir todo el tiempo cálidas miradas era algo de lo que estaba acostumbrado.

Por ello no tenía idea de qué hacer en su actual situación. Donde recibía miradas que nunca habían sido dirigidas a él: Desprecio y acusación.

-F-Fue un accidente – Declaraba Atem arrodillado junto al omega que por error noqueó con la puerta. Solos los que se encontraban en el interior notaron lo ocurrido.

-¡Idiota! ¿Qué le has hecho al niño? – Dijo una mujer mayor que se acercó.

Atem no sabía qué hacer. Desde donde estaba escuchaba los comentarios de “animal”, “maltrata-omegas”, “debemos llamar a los guardias”. Al escuchar este último se puso nervioso, tratando de pensar en una salida.

Una de las encargadas del lugar se acercó con su teléfono en mano y el ceño fruncido. Sin embargo su expresión cambió a una de confusión al ver a ambos chicos.- Oye, ¿Son familiares?

Los clientes detuvieron sus quejas al notar que efectivamente ambos se parecían, lo cual apenas en ese momento notaba Atem. Por lo tanto lo usó a favor.- Eso es correcto. Es mi medio hermano. Lo seguí hasta aquí porque él estaba curioso pero no noté que se quedó en la puerta. ¡En serio fue accidente! – Y para dar énfasis tomó el cuerpo del chico suavemente para abrazarlo.

Algunos se conmovieron al verlos, y al ser hermanos no veían problema en hacer la vista gorda, otros no estaban muy convencidos.

Para no hacerse obvio, el egipcio tomó al omega en brazos, apoyando su cabeza en su hombro.- En serio, disculpen las molestias, en seguida nos iremos.-

Abrió las puertas tan rápido como pudo antes que algunos de los de adentro dudara más. Al salir se encontró con los guardias. Le hicieron preguntas sobre el estado del chico, este dijo que su hermano menor se había desmayado en la tienda y lo llevaría al hospital principal de la ciudad.

-De acuerdo, te dejaremos pasar.- Dice uno de los guardias al convencerse por su parecido en la cara y cabello. Atem asintió reafirmando el agarre en Yugi y caminando rápido a la limosina.

-¿Qué demonios…? – Dice Kaiba al ver a su primo entrar

Kaiba, escribiendo en su Smartphone, esperaba a su primo entrar a la limosina con un pastel no con un omega inconsciente.

-No sé qué estés pensando pero no es nada malo, solo… solo tropecé con él. Ay Dios mío.- Pasa sus manos por su cara, viendo al chico en su regazo aun con los ojos cerrados.- No puedo creer que noqueé un omega.- Y además de eso mintió descaradamente a clientes e incluso a oficiales. “Madre sería capaz de bajar del cielo solo a darme una buena bofetada por eso”

Kaiba suspiró, no creyendo su suerte.- Y ahora, ¿Qué hacemos con el…- Se quedó callado al detallar al chico.

Atem abrió sus ojos sorprendido y vio directamente a su primo, no notando la auto-interrupción del castaño.- ¿A qué te refieres con “qué hacemos con él”? ¡Pues llevarlo al hospital! Ya de por si mi conciencia me está matando.- Baja sus ojos a ver al chico, preocupado por su estado.

Su primo no le responde. - ¿Sacerdote?

-Hm, tengo la extraña sensación que he visto a este chico en algún lado.- Dice aun viendo su rostro, luego se alzó de hombros.- Bueno, si no lo recuerdo supongo que no debe de ser importante.

Atem frunce el ceño por lo dicho pero prefiere no empezar una pelea, así que se dirige al conductor.- Por favor, llévenos al hospital más cercano.- El hombre asintió, comenzando a andar.

Kaiba apoya su codo en la puerta y pone su barbilla en su palma, mirando por la ventana enfadado.- Ahora por tu torpeza tendré que posponer todo.

-Si si, lo siento.

Solo habían avanzado por unos tres o cuatro locales, debido al tráfico que estaba un poco pesado, cuando por la ventana el castaño notó a cierto rubio caminando por el andén. A ese tarado por supuesto que lo reconocía, si por él su imagen estaba saliendo en varios medios de comunicación. Frunció el ceño incluso más.

Atem oye a su primo gruñir y notaba que mira a un punto. Al ver suelta una pequeña risa, que llama la atención de este.- Oh, así que otra vez el mismo chico, ¿eh?

-Cállate.- Ambos ven entrar al chico a la misma pastelería para luego salir enseguida, notándose algo preocupado, mira a ambos lados luciendo un poco desesperado. Eso despertó el interés de ambos alfas, aunque el castaño no lo admitiera. Incluso algunos transeúntes se detuvieron a preguntarle si le pasaba algo este negó rápido y comenzó a regresar por dónde vino.

-¿Qué le habrá pasado? Parece como si hubiese perdido algo. – Dice Atem.

Kaiba entrecerró los ojos. Algo no estaba bien. Ve al rubio caminar y luego mira al chico en el regazo de su primo. De repente se acordó.

-Claro, por eso me parecía familiar.- Ve el rostro confundido de su primo así que responde calmadamente.- Este chico estaba con ese omega rubio cuando se me tiró en frente. Tal vez busca a su amigo.

Atem abre los ojos.- ¡Detenga el auto! – Pues ya habían comenzado a avanzar. Kaiba frunce el ceño, pero su primo no le presta atención a eso.- Dile al chico que se suba a la limosina, yo le explicaré lo que pasó con el chico, no puedo gritarlo en la calle.

-¿Estás loco? No me interesa ni un poco la idea de hablar con ese niñato otra vez. – Kaiba se cruza de brazos y ve nuevamente por la ventana cómo el chico comenzaba a preguntar a los transeúntes. Suspira. - Estúpido instinto alfa de querer ayudar a los omegas.-

Atem le sonríe mientras ve a su primo bajar el vidrio.- Oye tu.- No es necesario que suba la voz para ganar la atención de los transeúntes cercanos. Incluso algunos omegas cercanos saltaron al escucharlo, sonrojándose y algunas yéndose avergonzados, pero el omega rubio aun miraba a otro lado, ni siquiera prestando atención. Kaiba vuelva a intentar.- Tú, perro.

Dicho rubio salta levemente con el apodo y voltea su cabeza, al verlo frunce el ceño y se aleja. Una vena vibra en su frente. Está a punto de mandarlo al caño, cuando su primo se acerca a la ventana.- ¡Tu, el chico rubio! – Joey voltea un segundo levantando la ceja al ver ambos alfas.- Por favor, acércate. Tengo que decirte algo.-

Joey frunce mucho más el ceño. Y le muestra su dedo medio. – No me interesa, alfa. – Sigue caminando.

Kaiba respira pesadamente.- ¿Ves? Es un idiota. Pues dejemos que siga buscando, ni que importara.-

Atem suspiró.- Pues es entendible, ¿Cómo va a creer en la palabra del tipo que casi lo atropella y un alfa que…- Se detiene al ver que Joey se acerca unos guardias, justo los mismos que él engañó.- ¡Ahh!.-

-¡¿Qué demonios?!

-Sacerdote, ve a detenerlo. ¡Va hablar con los guardias sobre el paradero del chico! – Dice apurado. “Madre siempre me dijo que mentir tiene consecuencias, pero ¡No sabía que tan rápido!”

Kaiba chasquea la lengua y sale de la limosina. Él sabe que no puede dejar que ese chico abra su bocota, pues condenaría a su primo que apenas y llegaba a Japón. Se acerca a paso ceremonial, mientras todos se apartan reconociéndolo.

Joey está a punto de hablar con el guardia cuando estos se quedan mirando detrás de él. El rubio voltea para ver a Seto Kaiba acercándose. Él lo sabe, conoce su lengua filosa; si se cruza con el ricachón capaz y diga alguna estupidez que le haga ganarse un guardia por 6 meses. No gracias. Además su prioridad era encontrar a Yugi por lo que avanzó más lejos.

Kaiba aceleró el paso hasta que por fin tomó del brazo al rubio. Este inquieto lo movía.- Suéltame, idiota.- Habla bajo para no llamar la atención, no necesita que aquellos guardias sepan y le hablen a Pegasus.

-Jum, que bueno que hablamos en el mismo idioma, perro – Dice igualmente susurrando, complaciéndose por dentro al ver la mirada de enojo del rubio

-¿Qué demonios quieres?

- No creas que me es gratificante volver a verte – Dice Kaiba haciendo mala cara

-Entonces para qué demonios me sigues. – Joey sentía su ira en todo su ser y aún más las ganas de darle un puño al bastardo que tenía en frente.

- Alguien me acompaña en mi limosina que puede ser de tu interés.

Joey se cruza de brazos y una sonrisa burlona aparece en su rostro.- No necesito que seas mi dama de honor, Kaiba. Puedo encontrarme marido yo solito, gracias.-

- Cállate de una vez.- Susurra enojado a punto de gritarle.-  No me hagas arrepentirme de venir a decirte. Se trata de tu amigo, el que estaba contigo ese día

-¡¿Yugi?! -

-Cállate, idiota.-

- ¿Lo secuestraste o qué? – Lo mira enojado

Kaiba suspira exasperado por terminar esa conversación.- Mira, solo vengo a buscarte, las explicaciones te las dará el tipo que ocasionó todo esto.

-Más te vale que no sea un engaño para violarme, pervertido. Se defenderme muy bien

- Ni quien quisiera tocarte, imbécil

Una vena le parpadeó a Joey en su cabeza pero se relajó y caminó junto a Kaiba devuelta a la limosina, al entrar se sorprende al ver el alfa de antes cargando a su amigo. Espera que Kaiba cierre la puerta para acercarse al tipo con el ceño fruncido.

-¡Oye! ¿Qué le hiciste a Yugi? Si lo que quieres es aprovecharte de él te garantizo que no saldrás bien librado.- Se empieza a deshacer su lazo, a lo que Atem desesperado de no empezar una pelear niega varias veces.

-¡Fue sin intención! ¡Lo juro! – Baja al chico de su regazo al asiento a su lado. Lo acomoda y luego se vuelve a dirigir al molesto rubio.- Sin querer lo golpee con la puerta al entrar a la pastelería, tengo intenciones de llevarlo al hospital, pero ni siquiera lleva consigo su ID.

Joey se calma un poco con la historia, ya se había desenrollado las mangas así que con un suspiro vuelve a ponerlas en su sitio, viendo con odio el lazo que sabe que debe volver a ponerse.

-Pues poco puedo hacer, mis cosas y las suyas están con unos amigos.- Dice Joey.

-Jum, perro inútil.- Gruñe Kaiba luego de indicarle al conductor ir al hospital.

Joey aprieta un puño en su dirección. “Tengo tantas ganas de matarlo, y que ni crea que le agradeceré por avisarme”. Toma una respiración profunda.- Puedo llamarles para que traigan todo al hospital, supongo que tendríamos que esperar a que lo atiendan cuando lleguemos.

-Ni hablar.- Habla Atem firmemente.- Es mi responsabilidad lo que pasó, me aseguraré que lo atiendan en cuanto llegamos, su proceso de identificación lo podemos posponer.-

-¿Eh? ¿Eso se puede?

Kaiba suspira exasperado.- Claramente, ¿con quién crees que estás hablando?

Joey alza sus hombros y voltea a ver a Kaiba aburrido.- En realidad apenas ayer me enteré que eras Seto Kaiba y más o menos a lo que te dedicas.-

-¿Eh? ¿No lo sabías? – Pregunta Atem sorprendido, la versión de su primo del incidente fue otra pero el olor de este chico era honesto.

-Para nada, y ni siquiera me importa tampoco.- Kaiba frunce el ceño con lo dicho pero prefiere no escuchar más, por lo que se pone sus audífonos. Joey lo mira y pierde el interés por lo que su atención vuelve al alfa al lado de su amigo.- Entonces, tu… em…

-Oh, disculpa, mi nombre es Atem. Soy el primo de Seto Kaiba.- Ofrece su mano como saludo, sin saber que esto es una falta de respeto en Japón de un alfa que apenas conocía un omega, es impropio. Pero Joey no era un omega común, el pasó toda su vida como un beta y era normal ser presentado así para él. Incluso se sintió aliviado de ver un alfa que le daba su nombre sin ojos lujuriosos ni con gestos “amables” o inclinaciones.

Con una sonrisa toma su mano en respuesta.- Soy Joey Wheeler. Y por si tienes curiosidad, este chico.- Señala a su amigo.- Se llama Yugi Muto.

-Yugi, eh.

El resto del viaje fue en silencio, a excepción de algunas llamadas realizadas por Kaiba y la que hizo Joey a Malik

Al llegar fue como le explicaron a Joey, entraron y ya tenían una camilla lista para Yugi. El solo veía con la boca abierta, pues incluso cuando él llegaba sangrando igual debía hacer todo el proceso. “Lo que hace el dinero”, pensó con un poco de armagura.

Una enfermera hace una seña para que los sigan al consultorio, Atem y Joey avanzan en lo que Kaiba los detiene.- Ya cumplí llamando al personal. Lo demás depende de ti.- Atem le asiente en respuesta.- Nos vemos luego, faraón.- Mira a Joey alzándole una ceja.- Y espero no verte más, perro sarnoso.

-¡Hey! ¡Tengo nombre, ricachón!

-El cual no me interesa saber.- Se voltea para irse, quedando con el final de la discusión, haciendo que Joey gruñera. Aunque se escuchaba como un quejido más que gruñido, si le preguntaran a Atem.

Con una gotita deslizándose empuja levemente al rubio en su camino al consultorio.

 

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-No tiene una contusión ni ningún problema cerebral. Aún está algo aturdido y puedo que esté adolorido cuando se levante, pero con la intravenosa que le inyectamos no será tan fuerte. Por tanto en cuanto esta se acabe puede irse, con la condición que lo tome todo con calma. Recetaré unas pastillas en caso de migraña. – Ese fue el diagnóstico del médico, que aseguraba que todo estaría bien.

Atem y Joey se permitieron relajarse mientras veían al chico acostado. En ese momento suena el celular de Joey con un nuevo mensaje, siendo Malik que anunciaba que acababa de llegar. Joey se levanta haciendo que los dos alfas de la habitación lo miraran.- Disculpen, las cosas de Yugi acaban de llegar, voy por ellas.- Se retira rápidamente, cerrando la puerta.

Atem nota que el doctor se quedó mirando por donde se fue Joey, y no sabe por qué pero eso le disgustó. El chico le caía bien, actuaba muy liberal para ser omega y eso estaba bien para él en todo sentido, por tanto le caía como una patada en el culo ver esa mirada en el otro alfa.- Doctor, ¿Cuándo despertará Yugi? – Pregunta más por distraerlo.

El doctor sale de su ensoñación para aclararse la garganta y levantarse.- Pues yo diría que lo más opcionado es despertarlo, para que tengamos una observación de su estado según su punto de vista.- Busca en su estante hasta encontrar una botella transparente con un líquido también incoloro. El doctor lo destapa y desde ahí el egipcio puede sentir el fuerte olor.

Atem asiente, viendo que el doctor poner la boca de la botella cerca de la nariz del chico omega, este cierra con fuerza sus ojos para luego poner una mano en su cabeza.- Duele…- Dice en un gemido.

Atem se enternece al ver sus grandes ojos. En su opinión su único parecido es el cabello, pues el chico tenía un aura angelical y unas facciones delicadas. Facciones que ahora se veían aterradas mirando todo a su alrededor y su olor pasó a uno alterado.

-Sr. Muto. ¿Recuerda lo que pasó? – Pregunta el doctor viendo a su paciente comenzar a temblar.

Yugi no escuchaba, solo algo era claro para él: Estaba en una habitación cerrada con dos alfas muy cerca suyo. No vio la bata del doctor ni detalló la habitación, solo sabía que estaba atrapado.

Empezó a hiperventilar. Atem se acerca y pone una mano sobre la de Yugi y comienza a llamarle.- Yugi. ¡Yugi! – Este solo niega con la cabeza en repetidas ocasiones.

-Parece un ataque de pánico. Lo mejor será darle un medicamento.- El doctor se acerca a su puesto a llamar por el intercomunicador a una enfermera.

Atem lo ve, y nota que el chico susurra algo, acerca su oído lo más que puede y lo escucha.-… Alfas… Hay alfas…- ¿Podría ser… que Yugi estaba asustado de ellos?

Demonios, y justo Joey se fue en ese momento.

Ve su mano sobre la de Yugi y entrelaza sus dedos, haciendo que este respingara y cerrara con aun más fuerza los ojos. No sabe que le hace acercarse a susurrarle para ayudar a calmarle.- No te preocupes, Yugi. Ese alfa malo no te hará nada, yo no lo permitiré.-

Yugi aún está hiperventilando, pero se esfuerza en abrir un poco su ojo y ver a un alfa terriblemente cerca de su rostro. Pero por alguna razón no puede volver a cerrar su ojo a pesar del miedo que siente.

-¿Quieres ver a Joey? – Pregunta en un intento de ganar su confianza un poco para que no se sintiera tan asustado.

Al nombre de su mejor amigo Yugi asiente tímidamente abriendo ambos ojos, teniendo lágrimas en ambos. Atem no soporta verlo así, no sabe si son sus instintos o qué, pero ver a Yugi en tal estado le rompía el corazón.- Te prometo que llegará pronto.- Aun le susurra, a pesar de ver su estremecimiento al hacerlo, pero si no lo hacía el doctor los escucharía.- Lo conocí hoy, es un gran chico.- Yugi lo mira un poco interesado por eso último.- Así que te protegeré de cualquier alfa que se te acerque hasta que él llegue, ¿De acuerdo? – Aprieta un poco su mano entrelazada.

Quizás se pasaba un poco, pero algo dentro suyo le hacía reaccionar así, con ansias de proteger a éste chico.

Yugi lo miraba mordiéndose el labio inferior, no sabiendo si creerle, pero al escuchar de su amigo y la voz dulce del alfa pues estaba inclinado a estar de acuerdo. Asiente levemente con pequeños jadeos, sus temblores calmándose un poco

Atem le sonríe. En eso el doctor se levanta.- ¿Ya se siente mejor el Sr. Muto?

Yugi comienza a temblar más fuerte de nuevo. Atem toma con sus dos manos la de Yugi.- Aquí estoy, nada te pasará.- Le dice serio. Yugi lo mira aun temblando.

El doctor notó todo como una negativa.- Hm, creo que lo mejor será un calmante. Pero debemos esperar que se le acabe la intravenosa. Aún tengo algunos chicos que atender, por lo que tomaré otro consultorio. Avísame en cuanto se agote la intravenosa y veremos si aún es necesario el calmante.- Atem asiente, aun mirando a Yugi para darle confianza.

El doctor se retira, haciendo el ambiente tenso irse parcialmente. Yugi exhala un poco aliviado. Aunque aún teme haberse quedado a solas con un alfa, pero en su interior algo le decía que este chico era… ¿diferente? No sabía cómo describirlo

Atem le sonríe.- ¿Ves? Ya se fue. Ahora podemos esperar tranquilamente a Joey.- Quita sus manos de las de Yugi.

Este detiene su flujo de pensamientos de confiar o no, para ver su mano vacía, dándose cuenta que este chico fue un apoyo en su momento de crisis, que extrañamente se le estaba pasando. Así que se sentía vacío de repente.

Yugi levanta su mano para agarrar la chaqueta de Atem, sorprendiendo a éste.- M-Mano.- Suelta la chaqueta y deja su mano en el aire. El egipcio se sonroja un poco para luego asentir y tomar su mano.

-Mi nombre es Atem.- Le dice en un intento de distraerlo, pues aun temblaba levemente, pero no tan brutal como antes, ya incluso no hiperventilaba.- Quiero disculparme contigo, sin querer te golpee en la cabeza con la puerta de la pastelería. Así que te traje al hospital.

Yugi frunce el ceño y por primera vez analiza la habitación, dándose cuenta de los equipos técnicos y las imágenes explicativas. Haciéndolo sonrojarse.- ¿E-Ese era el doctor?

Atem asiente, viendo con diversión cómo Yugi se sonroja y trata de cubrir su cara con su mano libre.- Que vergüenza… Debe pensar que estoy loco.

Atem ríe, escuchando detrás de él la apertura de la puerta. Viendo entrar a Joey y a un chico moreno casi de su misma altura. El rubio sonríe al ver a su amigo.- ¡Yugi! Qué bueno que estás despierto.- Se acerca y pone su mano en rodilla. El otro chico también se acerca.

-Que susto me hicieron pasar. Le dije a Ryo que fuera al internado en lo que yo tomaba un taxi para llegar. Y ya pasamos el registro de tu entrada antes de llegar.- En eso su atención se centra en las manos de los peli-raros. Levanta una ceja.- ¿Eh? Te echaste pareja en lo que nos fuimos.

Ambos chicos miran aun sus manos y se apartan con rapidez. Joey ríe con su reacción al igual que Malik.- ¡C-Claro que n-no! ¡Me esta-aba ayu-udando!

-Aja, ahora eso se le llama ayudar.

-¡Malik!

 

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Después de un rato en lo que se acababa la intravenosa y notar que efectivamente Yugi no necesitaba la medicación para pánico, siempre y cuando el doctor estuviera a una distancia segura. Los chicos se dirigían a la salida.

Yugi no se sentía tan incómodo alrededor de Atem aunque pasado su ataque de pánico no tenía nuevamente la confianza para hacer contacto físico con él.

Joey y Malik veían con algo de diversión al chico que caminaba delante de los tres omegas hacia la salida y luego a su bajo amigo. En realidad era algo tierno de ver a ambos, sobretodo porque no olían ni veían malas intenciones en el chico.

Atem se volteó a verlos.- Llamé a un amigo para que viniera a recogernos.

-Oh, no tenías que molestarte.- Dice Joey restándole importancia.- Podíamos tomar un taxi.

-Por supuesto que no, fue mi culpa que hayan llegado aquí en primer lugar. No me permitiría a mí mismo dejar que el chico que fue herido por mi culpa viajara incómodo. Es mi responsabilidad que llegue bien a casa.- Dice serio mirando a Yugi.

Este se sonrojó.- A-Atem.

“Ikemen”*. Fue el pensamiento de Malik y Joey. Aunque algo del cursi discurso les gustó. En ningún momento dijo: Porque ustedes son omegas. Solo hablaba de la seguridad de Yugi.

Malik mira a Joey y asiente. Joey le asiente en respuesta. Ambos anotando un punto extra al alfa en su lista imaginaria.

Al llegar a la puerta ven una gran camioneta blanca, último modelo, estacionada del otro lado de la calle y un chico recostado a la puerta.

-Esa es.- Dice simplemente Atem atravesando la calle con los omegas, mientras estos pensaban en el lujo con ruedas que estaban viendo.

-¡Oh, faraón! – Dice el chico en su dirección.- Veo que a solo un día y ya te metiste el problemas.

Este ríe nerviosamente.- Si nada que hacer.- Ve como Yugi se esconde detrás de Joey. Suspira.- Gracias por llegar, guardián.

-No hay problema, además tuve la oportunidad conducir mi camioneta por un rato.- Dice emocionado viendo a su querida posesión. Atem asiente, sabiendo que aunque le guste mucho, su motocicleta es más versátil y no tan grande para movilizarse por la ciudad.- Ahora bien, preséntame.- Dice mirando a los dos omegas, pues el más bajo estaba oculto detrás del rubio.

Atem levanta una ceja sospechoso.- ¿Para qué?

Marik pone una mano en su pecho ofendido falsamente.- Quien sabe que tonterías estés pensando.- Sonríe ahora en dirección a los omegas.- Pues para saber a quién llevo.

Malik y Joey se miran y asienten en entendimiento mutuo, el chico llegó a recogerlos sin pedir nada, lo mínimo era algo de educación.

-Mi nombre es Joey.- Responde el rubio y luego señalando al chico detrás.- Y este es Yugi.

-Y mi nombre es Malik.- Responde este.

Marik asiente en respuesta a ambos aun sonriendo.- Yo soy Marik. Ustedes díganme dónde y los llevaré con gusto.-

Atem se le acerca para decirle mientras les hace seña a los omega que se vayan montando en la parte trasera.

Joey se inclina hacia Malik y le susurra.- ¿Otro ikemen?

Malik asiente en razón.- Así parece.

Yugi los mira a ambos confundido pero prefiere no preguntar y simplemente montarse al auto. Donde por consideración a él, Atem dijo bajar los vidrios para que sus aromas no estuviesen encerrados. Gesto que agradeció.

Faltaba quizás una hora para el toque de queda, así que estaban bien de tiempo al llegar.- Oye, Marik.- Dice Malik llamando su atención.- Déjanos a una calle, para no llamar la atención.

Marik lo mira por el espejo, le sonríe y asiente.- No hay problema.

Llegaron a la parada dicha. Los omegas bajaron rápidamente y Yugi se inclinó a Marik que aún estaba en su asiento, agradeciendo por traerlos. Joey y Malik solo asienten con la cabeza. Atem sale rápidamente y se acerca a ellos, dándole una sonrisa a Yugi y levantando su mano.

-Fue un placer conocerte Yugi, aunque hayas salido herido con eso y por ello me disculpo.

Yugi ve la mano y tiene ganas de dar una paso atrás de la impresión, pero luego ve que el chico no tiene las malas intenciones que huele en la mayoría de los alfas, por lo que toma su mano tímidamente, haciendo que la sonrisa de Atem crezca. Joey sonríe y no nota peligro por lo que decide avanzar por su cuenta con las mochilas hacia el internado.

Malik estuvo a punto de seguirlo cuando ve al conductor haciéndole una seña para que llegue donde él. Voltea a ver a Yugi que al parecer se ríe de algo dicho por Atem así que se alza de hombros y se acerca al otro ikemen.

-¿Si?

-Malik, ¿No? – El chico asiente.- Me gustaría preguntarte algo.- Aun le sonríe viendo como el omega asiente nuevamente.- ¿No sabías que tu olor…

Por otro lado Atem había terminado de escribir su número en un papel para dárselo a Yugi y este hacía lo mismo.- En serio fue un honor conocerte, espero que estemos en contacto.- Yugi asiente algo tímido. Cuando en eso ambos oyen un fuerte sonido, voltear para ver que Marik tenía su mano sobre su nariz, cayendo de sus dedos algo de sangre y a Malik con una cara de enojo apretando su puño.

-¡Eres un maldito pervertido! – Le grita Malik para empezar a regresar, tomando la mano de Yugi para jalarlo con él. Este no entiende muy bien por lo que se voltea y ondea su mano a Atem en despedida.

Atem lo hace también igualmente confundido. Muchos alrededor murmuran al ver la escena. Cuando los omegas se habían ido Marik expandió su aroma súper alfa y gruñó enojado.- ¡¿Qué ven, imbéciles?! – Haciendo que efectivamente todos se apartaran.

Atem se acerca al auto, pues Marik aún seguía en su asiento. Cuando este se quita la mano de la cara se hace obvio que su nariz sangraba y estaba magullada. - ¿Qué pasó? – Pregunta confundido no afectado por su olor y dándole igual su enojo.

Marik respira pero le duele hacerlo así que se queja.- Ese idiota. Lo traté bien en el recorrido, incluso esa sonrisa que derrite a los omegas.- Toca otra vez su nariz.

Al notar lo que pasó Atem se echó a reír ignorando la mirada que le dio su amigo.- Ya me imagino, ¿Rechazó cuando le propusiste algo, eh?

-¡Solo le dije que su olor me conquistaba! – Atem le levantó una ceja no creyéndole. Este rodó los ojos. – Bueno y también le dije que le podía llevar un rato a mi casa.- Atem aún seguía en la misma pose. Él suspiró exasperado.- ¡Esta bien! Use mi olor para seducirlo y le dije que era muy buena en la cama.- Ve a Atem negar con su cabeza decepcionado de su comportamiento.- ¿Cuál es el problema de echarse un buen polvo, eh?

-Pues que se nota que no le interesaba.

-¿Y qué iba a saber yo? Siempre caen cuando les pregunto, incluso más rápido cuando estoy en mi camioneta. – Gruñe mientras Atem niega por última vez y se dirige a la puerta.

Ambos suben los vidrios. Marik pone sus manos en el volante y mira a Atem antes de arrancar.- Todo omega cae a mis encantos.

Atem suspira poniéndose el cinturón de seguridad.- Pues no todos al parecer.

-Este no será la excepción. Te apuesto a que lo puedo conquistar.- El vehículo comienza a andar aun con la mirada de Atem.

-Más te vale no hacer nada malo con el chico.

Marik sonríe, aunque su sonrisa no se parece a nada a la que le daba a los omegas.- No me llaman el “conquistador Marik” por nada. El caerá por su propia cuenta, ya lo verás.

 

 

ESCENA BONUS.

-“Su llamada está siendo dirigida al buzón de…”

Una chica rubia de lentes cuelga algo molesta por la voz de la contestadora del celular de su amigo que no había visto hacía tanto tiempo.

-El idiota dijo que llegaría hace dos horas con un pastel y nada que aparece.- Frunce el ceño al ver el reloj y suspirar. Su amigo  nunca llegaba tarde a nada.

La alfa miró por última vez el reloj, antes de levantarse del sofá para pedir a su nana que preparara su cena. Demonios, y ella que había hecho espacio para el pastel.

Notas finales:

*Ikemen: Aquellos chicos guapos de buen porte, que tienden a mostrar una actitud encantadora y divertida

Que tal? Buena conty despues de la espera?

Como dije arriba, estaba escribiendo mi tesis de grado. Desde febrero de este año la empecé y pues dura todo el año, solo que la parte mas dura, la cual es la investigación, es en el primer semestre. Y esa parte tiene evaluación y jurados... Creanme esas 198 hojas fueron duras de escribir y mas aun exponerlas. Pero ya estoy en vacaciones. Por fin!!

Bueno sobre el cap... Que tal? Para aquellas personas que esperaban ver a Marik y Malik les regalo su escena... Jajaja si, el destino no está con estos chicos. Lo peor es que ni ellos ni los puzzles han notado que ese día se encontraron a sus almas gemelas.

Además que Joey y Kaiba se volvieron a encontrar. y como perros y gatos, de nuevo XDD.

Ahora si, todos los chicos se han encontrado con su alma gemela, y la cosa está grave:

Caballero alfa que no sabe mucho de la forma de pensar japonesa x Omega con miedo a los alfas

Alfa conquistador de omegas x Omega que apoya la igualdad

Alfa que piensa en omegas como plagas x Omega con pensamiento beta y alfa.

Pobre de mis chicos... Bueno, y bakura? Jajaja, eso será sorpresa. Mientras, Ryo aun debe enfrentar su propia batalla que poco a poco se notará.

Me agrada volver, espero hayan disfrutado el cap.

Bye!

PD1: Si leen mi historia "La nueva vida", pues las razones del retraso son las mismas, el martes subiré el nuevo cap, y el especial será despues del martes.

PD2: Mientras escribía no podía evitar pensar en que la pobre Rebecca se quedó esperand su pastel XDD. De allí la escena bonus, que en realidad no tiene mucho que ver con la trama pero queria escribirla


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