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THEY KISS AGAIN por Cerdo-conejo

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Notas del capitulo:

Hola mis queridos conejitos, me da muchísimo gusto saludarlos nuevamente. Primeramente quiero ofrecerles una disculpa por haber publicado el capítulo hasta hoy. Sucede que, como muchos de ustedes saben, yo soy médico y el Sábado tuve guardia en el hospital. No había previsto eso, y el Domingo se fue la luz todo el día, así que pude publicar el capítulo hasta hoy que salí de mi turno. Me complace informarles que, como se los prometí, aquí tienen un nuevo capítulo. Espero que lo disfruten y le den mucho amor.
FANFIC: "They kiss again"
CAPÍTULO 29: "Carta desde París"
FECHA DE PUBLICACIÓN: Lunes Mayo 25, 2020.
PRÓXIMO CAPÍTULO: Sábado. Junio 06, 2020.

CAPÍTULO 29: “CARTA DESDE PARÍS”

 

 

            PARK JUNG MIN salió del baño cerrando la puerta detrás de él. Hyung Jun se levantó de inmediato y caminó hacia él. El rostro de Jung Min no demostraba ninguna expresión, en cambio el de Hyung Jun demostraba ansiedad.

 

B –“¿Lo hiciste?” – Jung Min tragó saliva y sus mejillas empezaron a arderle aún cuando él no era de los chicos que solían ruborizarse, nunca. Hyung Jun encontró adorable este gesto; y cabe mencionar que sólo había visto a Jung Min ruborizarse dos veces antes de ese día. Sonrió y se acercó a él para acariciar su mejilla –“Hey, Min…”

 

J –“Lo hice. Debo esperar cinco minutos” – interrumpió mientras se alejaba y lo rodeaba para dirigirse a la sala de estar. Hyung Jun sabía perfectamente que ese gesto no era porque estuviera rechazándolo, más bien era que Jung Min no estaba nada cómodo cuando se sonrojaba. El mayor lo había admitido la primera vez que Hyung Jun notó su sonrojo.

 

-Flashback-

 

No fue difícil para ellos llegar a un acuerdo. Ambos lo deseaban con el alma, así que fue fácil aceptar; lo difícil sería llevarlo a cabo. Luego de hablar sobre el tema y decidir que buscarían ser padres, Jung Min y Hyung Jun pasaron dos semanas planeando cómo y cuándo iban a intentarlo; es ahí donde no lograban ponerse totalmente de acuerdo. Hyung Jun había sugerido un plan elaborado que consistía en una tarde relajada en casa, preparar un ambiente romántico y luego ir a la acción. Jung Min, sin embargo, prefería ir a la acción directamente. El menor se negó rotundamente y expuso su punto.

 

J –“¿Por qué no? No es como si fuera la primera vez que hacemos el amor. Tú conoces mi cuerpo y yo conozco cada parte del tuyo, ¿cuál es el problema?”

 

B –“Min, sé que tú y yo hemos hecho el amor antes, pero no de esta manera” – dijo el menor con suavidad mientras se acercaba a él y acariciaba la mejilla del más alto –“Va a ser la primera vez que tú vas a entregarte a mí, y quiero que sea tan especial como lo fue para mí cuando me entregué a ti” – sonrió y se acercó lo suficiente para que su boca quedara al lado de su oído –“Definitivamente voy a hacer que recuerdes cada segundo que mi pene esté dentro de ti” – susurró. Jung Min se estremeció y una extraña sensación que jamás había sentido empezó a recorrer su cuerpo, y esa sensación empeoró cuando Hyung Jun mordió levemente el lóbulo de su oreja. El menor entonces se alejó lo suficiente para ver su rostro, y lo que vio lo dejó más que sorprendido –“Jung Min, ¿acabas de sonrojarte por mis palabras?” – Jung Min de inmediato parpadeó y negó eufórico con su cabeza.

 

J –“Claro que no”

 

B –“Sí lo estás. Nunca te había visto sonrojado” – eso era imposible. Él era Park Jung Min, y él nunca se sonrojaba.

 

J –“Yo no me sonrojo”

 

B –“Estás sonrojado” – sonrió y enredó sus propios brazos alrededor del cuello de Jung Min –“Y eso me encanta”

 

J –“¿Sí? Pues yo lo odio, así que no te acostumbres a ello, porque no volverá a pasar”

 

B –“¿Por qué, mi amor?” – dijo en tono serio, pero al mismo tiempo delicado para no sonar agresivo o demandante. Jung Min recordó la última vez que se sonrojó y el por qué lo odiaba tanto –“Dime, Jung Min, ¿por qué lo detestas tanto?”

 

J –“La última vez que me sonrojé fue… fue cuando Il Woo trató de llevarme a la cama por esa estúpida apuesta. En ese momento me sentí humillado y desde entonces el sonrojarme lo tomo como un signo de debilidad de mi parte” – Hyung Jun frunció el ceño. Iba a replicar, pero Jung Min dio un fugaz beso en sus labios –“No lo malinterpretes, por favor. Lo que digo es algo personal, y quiere decir que yo me siento débil e inseguro cuando me sonrojo; pero eso es sólo mierda que hay en mi cabeza, porque yo adoro cuando te sonrojas” – sonrió y lo besó con ternura.

 

B –“Entiendo, pero Jung Min…” – el menor junto sus frentes –“Tú no eres un hombre débil en absoluto, créeme”

 

-Fin flashback-

 

J –“¿Jun?” – Jung Min agitó una mano frente al menor para llamar su atención, ya que parecía muy ensimismado en sus propios pensamientos –“¿Qué te pasa? Llevo hablándote un buen rato” Hyung Jun se encogió de hombros.

 

B –“Lo siento, es sólo que estaba pensando en cómo llegamos a este punto”

 

J –“¿A qué te refieres? ¿A estar aquí, viviendo juntos, o…?”

 

B –“A estar aquí, juntos, esperando un resultado que cambiará nuestras vidas para siempre” – Hyung Jun se acercó y tomó a Jung Min por la cintura acercándolo a él. Jung Min sonrió y también lo tomó por la cintura.

 

J –“Bueno, mi amor, eso lo recuerdo perfectamente. ¿Tú no?” – preguntó mientras mordía su labio. Hyung Jun sonrió y asintió con la cabeza mientras hundía su rostro en el cuello del más alto y recordaba los hechos de hace dos meses.

 

-Flashback-

 

Hyung Jun tomó la nuca de Jung Min y estiró su largo cuello para besarlo; primero lento y suave, después fue aumentado el ritmo hasta que el beso se volvió demandante e intenso. Con su mano libre acarició su abdomen sobre la ropa y fue subiendo hasta su pecho. Jung Min optó por dejar sus manos sobre la cadera del otro. El beso se interrumpió y de pronto sintió como su cuerpo era empujado y enseguida sintió como su espalda chocaba contra la pared. Abrió grandes sus ojos por la sorpresa; pero Hyung Jun no lo dejó protestar o quejarse, enseguida volvió a devorar su boca ferozmente. Jung Min, a pesar del beso, parpadeó un par de veces tratando de adaptarse a ese gran cambio. Ceder el control de la situación no era algo fácil para él ya que estaba acostumbrado a tomar el mando en todo, pero ahora era Hyung Jun quien estaba dominándolo. Por una parte la idea lo excitaba, pero su cuerpo estaba tenso y no podía relajarse por más que lo intentaba.

 

B –“¡Maldita sea, Jung Min!” – gruñó el menor contra sus labios –“Ya deja de pensar de una maldita vez, incluso puedo escucharte” – Hyung Jun nunca había utilizado ese tono de voz, y el sólo escucharlo envió una descarga eléctrica directo al miembro del más alto. Jung Min tragó saliva, cerró los ojos y respiró profundamente –“Sólo… deja de pensar y empieza a sentir, sólo a sentir” – Hyung Jun pegó su cadera a la de Jung Min y empujó hacia adelante. Jung Min apretó con fuerza sus ojos y llevó su cabeza al hombro del más bajo en un intento de ahogar un gemido –“Eso es, mi amor” – Hyung Jun enredó sus dedos entre las finas hebras del cabello de Jung Min y tiró hacia atrás sin hacerle daño. Volvió a besarlo mientras movía su cadera y acariciaba su costado izquierdo.

 

J –“¡Mgh!” – gimió sobre sus labios. Hyung Jun sonrió al notar que poco a poco Jung Min iba relajándose. Llevar el mando de la situación tampoco era fácil para él, pero no se permitió demostrar que estaba igual de nervioso y asustado que Jung Min. Hyung Jun tenía muy claro que el objetivo de todo eso era procrear un bebé, pero él se descubrió dejando su meta en un segundo plano y ahora sólo tenía una cosa en mente que era más importante para él: hacer que Jung Min lo disfrutara al máximo. Ese pensamiento fue lo que le dio la seguridad que necesitaba.

 

B –“Jung Min, te amo” – murmuró Hyung Jun antes de colar sus manos debajo de la playera de Jung Min y empezar a deslizarla mientras aprovechaba para acariciar su bien tonificado torso. Amaba sentir como los músculos se contraían bajo su mano mientras recorría cada centímetro de esa suave piel aperlada. Amaba sentir que él también era capaz de hacer que Jung Min se estremeciera con su tacto –“Manos arriba” – el mayor obedeció y la playera abandonó su cuerpo –“Amo todo de ti Jung Min, absolutamente todo” – Hyung Jun se alejó un poco y tomó la mano de Jung Min. Con pasos firmes terminaron de llegar a la habitación que ahora compartían por las noches desde que Hyung Jun se mudó a vivir con él. Una vez que la puerta se cerró detrás de ellos, el menor tomó la cadera de Jung Min y lo giró de tal forma que quedaran de frente uno al otro. Volvió a besarlo, pero mucho más lento esta vez. Fue obligándolo a retroceder hasta que el mayor sintió que sus piernas tocaban el borde de la cama. Jung Min iba a sentarse, pero Hyung Jun negó con la cabeza.

 

J –“¿Por qué no?”

 

B –“Quiero desnudarte primero” – sin perder el tiempo sus manos fueron al pantalón del otro y desabrochó el botón, aunque se tomó su tiempo para bajar el cierre. Jung Min sonrió inevitablemente al sentirse un poco más seguro, pues esa era la primera acción que le resultaba familiar. Hyung Jun besó su cuello mientras colaba su mano dentro del bóxer.

 

J –“¡Ahh, Jun!” – gimió. El menor masajeó un par de veces su miembro antes de alejarse y empezar a bajar la ropa. Se arrodilló para poder quitarla por completo; y en realidad Jung Min esperaba que se incorporara de nuevo, pero eso no sucedió. Hyung Jun permaneció de rodillas y mordió su labio mientras miraba el miembro semi-erecto frente a él.

 

B –“Podemos arreglar esto” – murmuró. Tomó con firmeza la base del miembro de Jung Min y lamió sus labios antes de llevárselo a la boca. Jung Min casi pierde el equilibrio por eso.

 

J –“¡Oh mierda!” – gruñó. El menor trabajó en su miembro. Chupaba con ímpetu y serpenteaba con su lengua por toda la longitud; en ocasiones se detenía a jugar especialmente con la punta –“¡Dios, Jun!” – Jung Min cerró sus ojos, llevó su cabeza hacia atrás y empezó a mover su cadera. Hyung Jun estaba preparado para eso, así que dejó que Jung Min embistiera su boca mientras él empezaba a desabrochar sus propios pantalones. Cuando Jung Min tomó su cabeza y marcó un ritmo más rápido, supo que su pareja al fin se había relajado. Coló su mano dentro de su ropa interior y empezó a acariciar su miembro. Así pasaron unos minutos, hasta que Jung Min detuvo el movimiento de su cadera –“Jun, detente” – el menor frunció el ceño y lo miró.

 

B –“¿Por qué?”

 

J –“Porque no creo que pueda soportar mucho más”

 

B –“De acuerdo” – Hyun Jun asintió y entonces se puso de pie –“Entonces desnúdame” – demando. Eso no era problema para él, a pesar de que el Hyung Jun dominante estaba de regreso. Jung Min llevó sus manos a la camisa celeste del menor y entonces uno a uno fue desabrochando los botones. Recordaba perfectamente esa piel tan blanca y suave, y recordaba como se sentía besarla; pero él quería volver a sentirla sobre sus labios, así que se inclinó un poco y besó justo por debajo de la clavícula de Hyung Jun. El menor cerró los ojos y masajeó su propio miembro sobre la tela mientras disfrutaba como la boca del más alto recorría su piel. Sintió la suave tela de su camisa deslizarse por sus hombros y abrió sus ojos. Él mismo terminó por quitarse la camisa cuando vio que Jung Min parecía muy concentrado estimulando sus pezones con su boca; y no es que e quejara de ello, pero tenía un doloroso problema creciendo y palpitando entre sus piernas –“Por favor Min, los pantalones” – suplicó. Jung Min obedeció y llevó sus manos a desabrochar los pantalones del otro. Lentamente fue bajándolos junto con la ropa interior dejando así su miembro erecto descubierto, entonces no pudo evitar morder su labio con anticipación –“Hazlo” – soltó de pronto. Jung Min sabía perfectamente a lo que se refería, pero él quería escucharlo de su boca.

 

J –“Hacer, ¿qué?”

 

B –“Chúpalo” – dijo sin titubeos. Jung Min le dedicó una media sonrisa antes de meter el miembro de Hyung Jun en su boca –“¡Oh, sí!” – gruñó el menor. Jung Min ya lo había hecho muchas veces antes, pero de alguna manera esta vez se sentía muy diferente; quizá porque sabía que esa noche Hyung Jun lo haría suyo. Se sorprendió a sí mismo deseando que eso sucediera y gimió –“¡Mierda, Jung Min!” – gimió el menor también al sentir las vibraciones del gemido que soltó el otro, entonces decidió que ya no quería seguir esperando. Tomó suavemente el cabello de Jung Min para detener sus movimientos –“Min, es suficiente” – por un segundo vio la decepción en los ojos del otro, pero él sonrió para tranquilizarlo y después lanzó su promesa –“Esto no ha terminado, y ya no puedo esperar más” – Jung Min se levantó y lo miró.

 

J –“¿Qué harás al respecto?” – retó con esa arrogancia que lo caracterizaba, pero Hyung Jun se acercó aceptando el reto que estaba decidido a ganar.

 

B –“Te quiero en la cama, ahora” – ordenó. Jung Min retrocedió sin dejar de mirarlo y se subió a la cama permaneciendo de rodillas esperando más indicaciones –“Sobre tu espalda, y abre las piernas” – lentamente Jung Min hizo lo que le ordenó y espero. Hyung Jun masajeó un par de veces su miembro y rodeó la cama para llegar hasta el buró de lado izquierdo; entonces abrió el cajón y sacó un pequeño tubo de lubricante. Lo abrió y depositó una pequeña cantidad sobre sus dedos –“Muy bien, ahora voy a prepararte, ¿está bien?”

 

J –“De acuerdo” – Hyung Jun mordió su labio y frunció el ceño, entonces el más alto notó que estaba dudando –“Jun, sólo recuerda cómo lo hago contigo. Ve uno a la vez y estaré bien” – el menor asintió y se acercó a él. Jung Min abrió un poco más sus piernas y el menor se arrodilló entre estas mientras llevaba sus dedos lubricados hacia su entrada.

 

B –“Relájate, mi amor” – Hyung Jun empezó frotando uno de sus dedos para empezar a estimularlo. De inicio encontró un poco de resistencia, pero casi enseguida se percató que Jung Min también estaba empujando su cadera contra su dedo, entonces decidió aplicar un poco más de presión y su dedo logró penetrarlo con facilidad.

 

J –“¡Ahh!” – Jung Min gimió y Hyung Jun lo miró asustado.

 

B –“¿Dolió?”

 

J –“¡Diablos, no!” – gruñó –“Se siente… malditamente bien. No te detengas Jun, por favor” – Hyung Jun pudo ver en su rostro que no mentía, pues el placer estaba plasmado en él. Sonrió más tranquilo y empezó a mover su dedo dentro de él. La respiración de Jung Min empezó a ser irregular y sus mejillas empezaron a teñirse de un sutil tono rosado. Ahí estaba de nuevo sonrojándose por él. Un segundo dedo acompañó al primero y Jung Min arqueó su espalda –“¡Ahh!” – el menor nunca había visto a Jung Min de esa manera, pero se dio cuenta que adoraba volver loco al hombre que amaba. Pasaron unos minutos en los que trabajó con sus dedos, hasta que el dolor en su miembro fue insoportable, así que los sacó de su interior tan lento como pudo. Nuevamente tomó el lubricante, pero esta vez derramó una generosa cantidad sobre su miembro y masajeó para esparcirlo.

 

B –“¡Oh, Dios mío!” – acariciar su miembro con esa sustancia viscosa sobre él era más placentero de lo que imaginó. Estuvo tentado a seguir masturbándose hasta correrse, pero renunció a esa idea. Tomó con firmeza la base de su miembro y se acomodó sobre Jung Min –“Min…”

 

J –“¡Sólo hazlo y cierra tu bendita boca Jun!” – gruñó mientras lo tomaba de la nuca y lo acercaba un poco más a él –“Te quiero adentro ahora” – Hyung Jun sonrió.

 

B –“Ni siquiera en este momento puedes dejar de ser mandón, ¿eh?” – Jung Min estaba a punto de protestar, pero sintió como el miembro de Hyung Jun presionaba contra él –“Está bien, ¿lo quieres? Entonces voy a dártelo” – y entonces empujó su cadera hacia adelante para introducir sólo la punta de su miembro.

 

J –“¡Oh, mierda!” – gruñó Jung Min mientras arqueaba la espalda. Él esperaba que doliera, pero eso no pasó. Lejos del dolor que esperaba, sintió un placer indescriptible. Hyung Jun coló una mano entre ellos y tomó el miembro ajeno.

 

B –“Jung Min, te amo” – dijo antes de besarlo; y entonces empujó con fuerza su cadera para hundirse por completo dentro del hombre que amaba con toda su alma. El gemido de Jung Min quedó atrapado por ese beso salvaje. Agradeció que Hyung Jun no se moviera de inmediato, porque aquello sí que había dolido; aunque eso no le importó en absoluto. Saber que ahora pertenecía a Hyung Jun lo hizo olvidarse de todo, excepto de ellos dos y el amor que se tenían –“Por Dios, Jung Min, se siente tan bien” – susurró y hundió su rostro entre el cuello del más alto para tratar de controlar sus impulsos de moverse frenéticamente. Él sabía que debía esperar a que se acostumbrara a esa intromisión. Intentó distraerse besando el cuello del otro y masajeando su miembro para que se olvidara del dolor, y parece que su esfuerzo había hecho el efecto deseado en el otro.

 

J –“Ya puedes moverte Jun” – jadeo bajito y Hyung Jun lo agradeció. Muy lento fue saliendo de él, y antes de hacerlo completamente volvió a empujar con fuerza –“¡Oh, sí!” – el menor siguió embistiendo mientras el más alto se aferraba a las sábanas en un intento desesperado por controlar su cuerpo. Las embestidas lentas del principio ahora eran frenéticas y un tanto salvajes. Jung Min no pudo evitar preguntarse si Hyung Jun sentía lo mismo cuando le hacia el amor. Recordó entonces su rostro lleno de placer y eso lo hizo llegar a la conclusión de que se sentiría bendecido si él lograba que su bebé sintiera la mitad del placer que ahora le estaba dando a él –“¡Dios Jun!” – gimió mientras su cuerpo temblaba.

 

B –“¡Ahh!” – Hyung Jun no estaba mejor. A ese punto él ya no se sentía dueño de su cuerpo, pues parecía que este se movía por cuenta propia, pero eso le encantaba. Separó un poco más las piernas de Jung Min y empujó con fuerza una vez más, entonces Jung Min literalmente convulsionó mientras gritaba. Hyung Jun supo entonces que había encontrado el sitio exacto para volverlo loco. Repitió esa acción un par de veces más, y eso fue todo. El orgasmo sacudió su cuerpo con violencia. Jung Min arqueó su espalda bruscamente mientras explotaba en la mano de Hyung Jun y su cuerpo tembló de placer; y el placer fue aún mayor cuando escuchó a Hyung Jun gritar su nombre mientras se corría en su interior. El menor se dejó caer sobre su cuerpo y él lo recibió gustoso. Jung Min se había recuperado un poco, pero Hyung Jun seguía luchando por obtener un poco de aire.

 

J –“Sólo respira, mi amor” – susurró Jung Min mientras lo apretaba contra su pecho. Así permanecieron varios minutos, hasta que los latidos de ambos corazones lograron regularizarse –“Así que ya no eres un bebé, ¿cierto?” – dijo el mayor mientras besaba su frente con ternura.

 

B –“Hace mucho dejé de serlo” – replicó el menor, pero aún así sonrió –“¡Dios, Jung Min! Tienes esa maldita habilidad de volverme loco en cada momento”

 

J –“Bueno, podría decirte lo mismo, acabas de volverme loco” – comentó él con naturalidad

 

B –“Bueno, quizá podamos tomar turnos a partir de ahora” – bromeó pensando que Jung Min no aceptaría.

 

J –“Considéralo un hecho” – eso definitivamente Hyung Jun no lo se lo esperaba.

 

B –“¿Qué acabas de decir?”

 

J –“Dije que sí, estoy de acuerdo en tomar turnos”

 

B –“Estás bromeando conmigo, ¿no?”

 

J –“Estoy hablando muy en serio” – Hyung Jun lo miró como si no lo conociera –“¿Qué? No me mires así. Literalmente acabas de joderme hasta hacerme tener uno de los mejores orgasmos de mi vida, por supuesto que no me molestaría repetirlo” – Jung Min giró en la cama quedando sobre su lado izquierdo para ver de frente a Hyung Jun –“Además, vamos a tener que repetirlo si pretendes embarazarme”

 

B –“Park Jung Min, nunca dejas de sorprenderme”

 

J –“Eso es porque te amo” – dijo y se acercó a besarlo.

 

-Fin flashback-

 

La alarma del celular sonó y Hyung Jun dio un respingo.

 

B –“¡Oh, Dios!” – Jung Min se alejó de él.

 

J –“Llegó la hora” – Jung Min acarició la mejilla de Hyung Jun y sonrió –“Escucha Jun; sé cuánto deseas esto, pero recuerda que es la primera prueba, ¿de acuerdo? Si el resultado no es lo que esperamos…”

 

B –“Entonces estará bien, porque podemos seguir intentándolo” – Hyung Jun sonrió –“Estaré bien, Jung Min. Voy a estar bien sea cual sea el resultado, siempre y cuando tú permanezcas a mi lado”

 

J –“Siempre voy a permanecer a tu lado” – prometió y tomó su mano –“Ahora vayamos a ver esa prueba” – Jung Min entró primero al baño y tomó en sus manos la prueba de embarazo. Las instrucciones decían que una rayita en el centro era negativo, y dos eran positivo. Si sus ojos no mentían él…

 

B –“¿Y bien? ¿Cuál es el resultado?” – Jung Min miró a Hyung Jun y se acercó a él.

 

J –“Parece que Yong Hwa tenía razón. Tu esperma es, literalmente, ‘muy’ funcional” – dijo mientras le mostraba la prueba. Los ojos de Hyung Jun se aguaron cuando vio dos líneas rojas.

 

B –“Min… tú…”

 

J –“Sí, mi amor. Vamos a tener un hijo” – agregó antes de acercarse y abrazarlo –“Estoy tan feliz”

 

B –“¡Oh, Min! Un hijo, un hijo de los dos. ¡No puedo creerlo!” – exclamó mientras dejaba que sus lágrimas corrieran libres por sus mejillas –“Te amo Min, te amo tanto”

 

J –“Yo también te amo” – el mayor tomó su mano y la llevó a sus labios para besarla –“Llama a Yong Hwa, quiero asegurarme que todo esté bien con el bebé” – Hyung Jun frunció el ceño. Cuando Jung Min tomó su mano, él pudo darse cuenta de que estaba temblando y sabía perfectamente por qué.

 

B –“Hey, Jung Min” – sonrió para que el otro se tranquilizara un poco –“Escucha, sé que estás asustado, pero no tienes nada qué temer. Estoy seguro que vas a ser un excelente padre”

 

J –“Pero, ¿y si no? ¿Qué pasa si no puedo ser un buen padre para este bebé? No quiero que mi hijo termine odiándome como yo…” – sus palabras fueron calladas por un fugaz beso sobre sus labios.

 

B –“Escúchame bien, Park Jung Min. Vamos a hacer esto juntos, y lo haremos lo mejor posible porque este bebé es hijo de los dos. Además, no importa lo que salga de tu boca, sé que a pesar de todo tú amabas a tu padre”

 

J –“No”

 

B –“Admítelo, mi amor. Tú amabas a tu padre a pesar de lo terrible que resultó, por eso te duele tanto y por eso tienes tanto miedo. ¿Me equivoco?” – Jung Min se quebró entonces.

 

J –“Sí, amé a mi padre. Me hizo tanta falta cuando era niño y lo odié por eso, pero siempre lo he amado” – Hyung Jun limpió las lágrimas de las mejillas de Jung Min y lo abrazó.

 

B –“¿Lo ves? Amaste a tu padre a pesar del daño que te hizo. No hay manera de que nuestro hijo te odie, porque tú jamás serás igual a él.No hay ninguna maldita forma en el infierno en la que tú seas un mal padre, porque yo no te lo pienso permitir, ¿lo entiendes?” – Jung Min se aferró a él con ese remolino de emociones.

 

J –“¡Malditas hormonas! Yo nunca lloro, y mírame ahora”

 

B –“Bueno, es parte del embarazo” – Hyung Jun besó su frente y se alejó –“Yong Hwa nos espera en una hora” – Jung Min lo miró confundido. No vio a Hyung Jun llamarlo en todo ese tiempo –“Lo llamé ayer por la noche, justo después de que vomitaste toda tu cena” – explicó mientras se encogía de hombros –“Algo me dijo que esto pasaría, o tal vez yo sólo estaba deseando que sucediera”

 

J –“Apuesto a que sí” – declaró con una amplia sonrisa.

 

 

LA SEMANA HABÍA PASADO muy rápido para Young Saeng; y por ello estaba sumamente agotado, en todos los sentidos. Últimamente sólo quería dormir y se sentía débil, pero siempre se obligaba a levantarse y dar su mejor sonrisa.

 

DH –“¿Saengie?” – lo llamó Dong Hae por tercera vez –“¿Estás bien? Luces muy pálido”

 

S –“Sólo estoy muy cansado. El área de pediatría es agotadora”

 

DH –“¡Lo sé!” – exclamó Dong Hae. Apenas llevaba un par de días en el área y ya estaba agotado, no imaginaba cómo debía sentirse Young Saeng que llevaba unas semanas ahí –“Aprovechando que ya terminamos los pendientes, ¿quieres ir por un café? Yo te invito esta vez”

 

S –“Me encantaría uno en este momento” – ambos caminaron con pasos lentos hacia el elevador. Todo el camino fue en completo silencio, hasta que llegaron a la cafetería. Dong Hae fue el que habló para pedir.

 

DH –“Quisiera pedir dos cafés, por favor. Americanos, con leche y poca azúcar”

 

L –“Y también un té verde, por favor” – agregó Hyun Joong a sus espaldas El semblante de Young Saeng cambió en un santiamén al ver a su esposo ahí.

 

S –“¡Hyun!” – exclamó antes de lanzarse a sus brazos.

 

L –“Hola” – Hyun Joong se acercó a darle un corto beso sobre sus labios, después su atención fue hacia Dong Hae –“Hola Dong Hae, me da gusto verte”

 

DH –“Lo mismo digo” – la joven rubia informó que ya estaban listas las bebidas.

 

L –“Permítanme invitar esta ronda” – Hyun Joong sacó el dinero y pagó por las bebidas. Dong Hae y Young Saeng tomaron su café y Hyun Joong el té verde; sin embargo rápidamente tomó el café de las manos de Young Saeng reemplazándola por té verde –“De ahora en adelante asegúrate de beber solamente té, ¿de acuerdo?”

 

S –“¿Por qué? Me gusta el café”

 

L –El té es mejor para ti en este momento” – dijo mientras se encogía de hombros. Young Saeng lo miró confundido –“Dong Hae, ¿te importa si te lo robo?” – Dong Hae sonrió y negó con la cabeza –“Bien, ¿Qué dices si vamos a dar un paseo?” – Young Saeng no tuvo que pensarlo. Tomó la mano de Hyung Joong y se dejó guiar por él. Los pasillos de hospital no eran el mejor lugar para dar un paseo, pero los grandes ventanales ofrecían una de las mejores vistas de la ciudad –“Esta mañana lucías muy pálido, todavía lo estás. ¿Cómo te sientes?” – preguntó para romper el hielo.

 

S –“Me siento bien. Un poco cansado, pero estoy bien” – respondió y apoyó su cabeza en el hombro de su esposo –“Me encanta cómo te preocupas por mí”

 

L –“Ya te lo dije, es porque te amo” – Young Saeng obligó a Hyun Joong a detenerse y se colocó frente a él.

 

S –“Yo también te amo mucho” – se acercó a besarlo. Hyun Joong, ayudándose de su mano libre, tomó al menor por la cintura pegándolo más a su cuerpo. El beso poco a poco se fue intensificando, hasta que Hyun Joong se alejó y sonrió de medio lado mientras movía su cadera hacia adelante.

 

L –“¡Ahh!” – gimió muy bajito el mayor cuando su miembro se frotó de forma placentera contra la pierna del menor –“Debería alejarme, pero tengo tantas ganas de hacerte el amor ahora mismo” – gruñó mientras volvía a frotarse.

 

S –“Hyun” – suspiró Young Saeng mientras cerraba sus ojos. Durante las últimas semanas Hyun Joong había estado actuando un poco diferente. Ahora era más atrevido y hacía o decía cosas para insinuar su deseo por Young Saeng. Incluso parecía que ni siquiera en un lugar público podía detener sus instintos primitivos, que evidentemente se habían intensificado. Y no es que el menor se quejara de eso, simplemente odiaba cuando Hyun Joong le insinuaba cosas que no llevaba a cabo; porque eso era lo que había estado haciendo. Siempre encendía su deseo sexual, pero pocas veces terminaban en la cama cumpliendo sus promesas.

 

L –“Te deseo mucho” – susurró en su oído mientras una mano traviesa acariciaba su miembro sobre la ropa –“Mucho en verdad” – agregó antes de bajar a besar su cuello. Young Saeng se negó a que la situación se repitiera, por lo que se armó de valor y colocó su mano libre sobre el pecho de su esposo para alejarlo un poco.

 

S –“Detente aquí, Hyun Joong” – advirtió con voz ronca –“No sigas a menos que tu intención sea terminar lo que empezaste, porque estoy harto de terminar masturbándome en el baño pensando en ti” – Hyun Joong cerró los ojos, claramente en un intento por contener un gruñido. Su mandíbula y todo su cuerpo se tensaron. Cuando abrió los ojos su mirada casi atravesó a su esposo.

 

L –“Young Saeng, ¿te has masturbado pensando en mí?” – preguntó serio. Por primera vez Young Saeng no se ruborizó ni se sintió avergonzado con ello, quizá porque la situación en verdad lo frustraba.

 

S –“Tal vez… un par de veces” – admitió –“Pero es tu culpa, porque haces que me excite hasta el infierno y luego te alejas sin terminar lo que empezaste”

 

L –“¡Oh, mierda!” – gruñó. Jamás se habría esperado tal revelación, y tampoco imaginó lo mucho que eso logró excitarlo –“Bien, tú ganas” – dijo mientras lo tomaba de la mano y lo arrastraba con él. ‘Sólo espero no arrepentirme de esto’ pensó el mayor, porque ciertamente había una razón por la cual no había hecho el amor con Young Saeng en las últimas dos semanas. Claro que siempre se había excusado con que estaba demasiado cansado.

 

S –“Hyun, ¿qué vas a hacer?” – pero él no respondió. Llegaron a su consultorio y Hyun Joong prácticamente lo arrastró adentro para después entrar él y cerrar la puerta asegurándose de ponerle el seguro. Tomó las bebidas y las puso en uno de los muebles, entonces sonrió arrogantemente –“Hyun…”

 

L –“Voy a hacer justo lo que me pediste, pero hoy no tengo la paciencia ni el tiempo para ser delicado y tierno contigo” – advirtió mientras se acercaba. Cuando llegó lo giró y pegó la espalda del otro a su pecho –“Y hoy tampoco traigo los condones” – dichoesto, llevó sus manos al pantalón del más bajo y desabrochó el botón para después bajar la cremallera. Coló una mano en su ropa interior y estimuló su miembro mientras lo obligaba a caminar hacia el escritorio.

 

S –“¡Ahh!” – gimió Young Saeng cuando sintió la caricia sobre su miembro erecto; sin embargo eso no duró mucho, pues cuando llegaron al escritorio de Hyun Joong fue obligado a inclinarse sobre este.

 

L –“Sólo una cosa” – dijo Hyun Joong mientras bajaba el pantalón de Young Saeng junto con su ropa interior hasta dejarlos justo por debajo de sus glúteos –“Por favor, mi amor…” – hubo una pausa y sintió como el miembro claramente erecto de Hyun Joong se frotaba entre sus glúteos. Se preguntó en qué momento había liberado su miembro, pero decidió que eso no importaba –“Intenta no gemir tan alto” – entonces, sin más aviso que eso, Hyun Joong lo penetró de golpe.

 

S –“¡Ahhh!” – gimió Young Saeng mientras se aferraba al escritorio. Hyun Joong gruñó y empezó a embestir con fuerza. Young Saeng sintió como su cuerpo empezaba a temblar. La invasión brusca y sin preparación había dolido, pero casi enseguida el pacer explotó dentro de él cuando el mayor empezó a moverse. Hyun Joong tomó con ambas manos la cadera del menor para impulsarse en cada estocada.

 

L –“¡Ahh, Saeng!” – gruñó y se inclinó sobre en cuerpo de su esposo –“¡Carajo, Young Saeng! ¡Estás matándome!” – dijo en su oído. Young Saeng no estaba mejor. Apenas podía respirar y luchaba por mantenerse en silencio. Hyun Joong se impulsó y llegó todavía más profundo, si eso era posible, y entonces los sentidos de ambos se nublaron.

 

S –“¡Oh, mierda!” – exclamó –“¡Por Dios Hyun Joong!” – gritó el menor. Hyun Joong tensó su mandíbula y siguió embistiendo en el mismo lugar con fuerza. Estaba muy cerca de su límite, y sabía que su esposo estaba en igualdad de condiciones, por ello tomó el miembro ajeno y lo estimuló al mismo ritmo que lo estaba embistiendo. Un par de segundos después ambos llegaron al orgasmo con un sonoro gemido que llevaba sus nombres. Hyun Joong se corrió en el interior de Young Saeng, mientras éste terminó manchando el escritorio. El mayor bajó a besar el hombro de su esposo mientras salía con cuidado de su interior. Young Saeng, despojado de todas sus fuerzas, se deslizó hasta caer de rodillas –“¡Joder!” – exclamó mientras intentaba respirar.

 

L –“Sí, eso acabo de hacer” – bromeó Hyun Joong. El menor lo miró y frunció el ceño.

 

S –“¡Oh, vamos! ¿Cuándo te volviste tan malditamente pervertido?” – el mayor sonrió y se agachó hasta quedar a su altura para ayudarlo a levantarse.

 

L –“Desde la primera vez que te hice el amor. Desde entonces me volví adicto a estar dentro de ti”

 

S –“¿Entonces, ¿por qué no me llevaste a la cama antes?”

 

L –“Estaba cuidándote” – Young Saeng parpadeó sorprendido. Hyun Joong sonrió mientras acomodaba su miembro dentro de sus pantalones y subía la bragueta, luego ayudó al menor a acomodar su ropa –“Será muy difícil para nosotros tener sexo durante un tiempo. Resulta que llegaron los resultados de esos estudios que te realizaste ayer. De hecho, estaba buscándote hace un momento por eso”

 

S –“Bueno, todo está bien conmigo, ¿verdad?”

 

L –“Sí, yo diría eso” – Hyun Joong se acercó lo suficiente para susurrar –“Pero hay un bebé creciendo dentro de ti”

Notas finales:

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