- ¿Quitarme qué? - pregunto Ritsu no entendiendo nada de la situación.
Takano pudo haber reído, pero en esos instantes, la idea de cumplir una de sus fantasías lo cegaba.
- Desnúdate - dijo la instrucción con más claridad.
Entonces Ritsu entendió.
- ¡Pervertido! - chillo con el ceño fruncido.
Takano esperaba esa reacción.
- Soy tu novio Ritsu ¿acaso no confías en mí? Al parecer no - susurro fingiendo decepción, haciendo sentir mal a Ritsu.
- Es que yo… yo tengo miedo, nunca he hecho algo así - admitió con la esperanza de que Takano entendiera y dejara de insistir.
- No tienes por qué sentir miedo - intentó convencer - solo seré yo quien te vea, además no es como si pudiera tocarte.
“Es que me avergüenza”
- ¿Enserio lo tengo que hacer?
- Si no quieres entonces no - comenzó a decir fingiendo comprender - pero entonces eso significa que no confías en mí, ni me amas.
- ¡Pero yo si te amo! - grito por instinto, no quería que Takano dudase de su amor.
- Entonces comienza a desnudarte - volvió a insistir al ver a Ritsu un poco desesperado.
La mente de Ritsu comenzó a hacer corto circuito, no sabía qué hacer, su mente le decía que mandara a Takano a volar, mostrar su cuerpo era algo demasiado indecente, pero por otro lado su corazón que estaba completamente desconectado de su cerebro le gritaba que si no lo hacía arruinaría todo, y todos los planes que se había hecho a futuro con Takano como su esposo se irían por la borda.
- Supongo que está bien – tragando duro aceptó colocando su computador en la cama y comenzando a retirarse la camisa de su pijama, dejando sus pezones rosas al descubierto de la hambrienta mirada que le seguía.
A él no le gustaba que lo mirasen así, sentía su intimidad profanada, pero al mismo tiempo se sentía feliz pues Takano le quería.
Takano miro a Ritsu, era un doncel hermoso, el más lindo que había visto.
Fijaba su mirada en el pecho descubierto, los músculos definidos, admirado los pezones rositas, tan suaves y apretables, seguramente se pondrían duros después de un par de caricias, y también miraba el vientre de Ritsu, la cintura bien definida y el ombligo alargado.
La tienda de campaña comenzaba a formarse en sus pantalones, no dudo ni un segundo en abrir su pantalón y sacar su falo de aquella prisión. Ritsu se puso aún más nervioso e incómodo de lo que ya estaba al ver a Takano masturbándose mientras le veía. Cerro los ojos fuertemente no queriendo verlo.
- El pantalón - recordó Takano, claro pues Ritsu seguía medio vestido.
- ¡Ah sí! ¡Lo siento! - disculpándose comenzó a quitarse el pantalón, Takano enserio parecía desesperado por verlo desnudo.
Takano agradeció el de nuevo volver a ver esas lindas piernas. Ritsu con el rostro ardiéndole como nunca antes, reflexionaba sobre si aquello era correcto, entendía que Takano era su pareja y debían de hacer cosas más íntimas, pero la mirada que le dirigía su novio era demasiado pervertida como para soportarla.
En enserio no quería nada de eso.
- Ahora quítate el box… - Takano se detuvo al escuchar un ruido.
- ¡TÍOOO! ¡TENGO HAMBRE! – golpeaba Ryu de repente la puerta de la habitación,
El pobre Ritsu dio un brinco en su cama, por un momento creyó que el pequeño entraría y lo vería ¡Se moriría de la vergüenza si llegara a pasar algo así! Miro a Takano quien estaba molesto.
Definitivamente, toda excitación había desaparecido.
- Takano-san lo siento – se disculpó Ritsu antes de cerrar su ordenador y dar todo por terminado.
- Esper… ¡Mierda! – gritó frustrado.
Acomodo su ropa de nuevo y fue a abrir la puerta de la habitación.
- ¿Por qué tardaste tanto? - pregunto Ryu con el ceño fruncido, pero su rostro se suavizo ligeramente al ver el aura negra que desprendía su tío.
- ¡¿Por qué carajos apareces en el momento más inoportuno?! – recrimino Takano mientras pensaba en lo cerca que estuvo de verle el culo a su Ritsu.
- No lo sé, creo que es un don – contesto como si nada – ahora ve a la cocina que tengo sueño y no puedo ir a dormir sin cenar – hablo para luego bostezar mientras caminaba hacia la sala para ver la televisión.
“Está si me la pagas” pensó Takano conteniéndose.
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- ¿Qué te sucedió Ritchan? – preguntó Kisa al ver llegar a un Ritsu con aspecto cansado, se le notaba unas ligeras ojeras bajo sus ojos verdes.
- No dormí muy bien, por culpa de Takano-san – admitió lo obvio, aunque Takano no había tenido que ver del todo con que se desvelara.
- ¿Pero qué será que hicieron anoche? – comenzó a decir Kisa en tono pícaro, Ritsu se sonrojo.
- Nada – musito desviando la mirada.
- A mí nadie me engaña, ¡Ritchan felicidades! Cuéntame ¿Cómo fue? ¿Te dolió?
- No entiendo Kisa-san – hablo Ritsu confundido ¿Por qué habría que dolerle?
- ¿De qué estamos hablando? – Ritsu aun parecía perdido – ¿tu tuviste sexo con Takano-san?
- ¡NO! – se negó Ritsu rojo de la vergüenza – nada de eso, solo hablamos por video llamada y…
- ¿Y? – pidió que continuara al ver su nerviosismo.
- No, me da mucha vergüenza.
- Vamos Ritchan, no le diré a nadie.
- De acuerdo.
Mientras tanto Takano llegaba al lugar, seguía molesto con Ryu, apenas y le había dirigido la palabra en todo del día, se sentaron en la misma mesa y aguardaron a que el castaño se acercase a pedir la orden y así Takano aprovecharía para invitarlo a salir por la noche, le pediría a Yokozawa que cuidara de Ryu, con suerte y Kirishima mataría al niño esta vez.
- ¿Qué desean ordenar? – Takano alzo la mirada confundido al no escuchar la voz de su castaño, en su lugar se encontraba el raro amigo de este, ese que lo había intentado seducir solo para comprobar si estaba enamorado de Ritsu, extraña forma de demostrar su amistad ¿no?
- ¿Dónde está Ritsu? – pregunto Takano de inmediato ¿sería acaso que el menor se había enfermado? Pero si apenas el menor le había mandado un mensaje en la mañana preguntándole si estaba molesto por lo de anoche y no menciono que no tenía planeado ir a trabajar.
- Salió a comprar unas cosas – mintió Kisa pues había mandado a Ritsu por algo al almacén antes de que se diera cuenta de que Takano ingresaba por la puerta de la cafetería – vamos, no creo que le haga daño que yo tome su orden por hoy – bromeo al ver la cara de mal humor del pelinegro, este de mala gana dejo le tomaran la orden a él y a su sobrino – bien, en un momento le traigo su pedido… solo una cosa más – dijo mirando fijamente a mayor, Takano le miro interrogante – deje de aprovecharse de la inocencia de Ritchan, pervertido.
- ¡Lo sabía! – grito Ryu mirando triunfalmente a su tío – sabía que anoche estabas haciendo algo perverti… - Takano cubrió la boca del niño pues las personas del lugar miraban con curiosidad la escena.
Kisa se fue en dirección a la cocina, donde Ritsu también iba llegando, lo primero que hizo el castaño fue revisar si Takano ya había llegado y al comprobarlo tuvo la intención de ir hacia él, pero Kisa le detuvo.
- No te preocupes por tu novio, ya lo fui a atender, si quieres puedes llevar su orden en cuanto esté lista – Ritsu asintió sonrojado, le avergonzaba cada que Kisa se refería a Takano como su novio, aunque fuera verdad.
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Takano le había invitado a salir de nueva cuenta, eso lo ponía más nervioso, su mente se encontraba demasiado confundida desde lo que había pasado la noche anterior, o más bien desde el día en que había tenido que resguardar el miembro de Takano en su boca, de solo recordarlo comenzaba a sentir un extraño cosquilleo por todo su cuerpo.
Sacudió su cabeza alejando esos pensamientos impuros.
¡No, él era un doncel decente!
Pero si lo era ¿Entonces porque había hecho eso anoche?
…………
Encendió el ordenador completamente nervioso, ya se encontraba de nueva cuenta con su pijama puesta, hacia tan solo unos momentos había estado a punto de quedar completamente desnudo ante Takano-san, se sentía muy avergonzado de sí mismo, pues pese a su negativa al principio termino accediendo, tal vez porque en el fondo pensaba que aquello lo haría sentir igual de bien que cuando chupo el “eso” de su novio.
Por más que se negara a aceptarlo aquello le había gustado demasiado, lo cual lo llevaba a la siguiente situación. Recordó la película que por accidente Ryu había puesto el otro día, así que en contra de lo que su fuerte moral le dictaba, el joven Ritsu, intento buscar más videos de ese tipo. El nunca jamás había visto porno.
Pero siempre hay una primera vez para todos.
Continuara…