El primer video se enfocaba en un joven de largo cabello, que sentado en un pequeño columpio miraba el paisaje, Yuri se concentró en él, notando al poco tiempo que era Victor quien simplemente se perdía en el paisaje.
—Siempre escuché que era hermoso, pero realmente supera los estándares que me habían dicho de él. — Otabek y el rubio se habían quedado mirando al peliplata, quien a pesar de lucir realmente atractivo como omega, denotaba una extraña sonrisa, que podía notarse fingida.
— Es tan bello, pero parece triste.
—Bueno Yura, me dijiste que en ese periodo Yuuri lo había rechazado, un omega embarazado y rechazado debe ser terrible, según me contaba JJ, muchos omegas después de ser rechazados caían en profundas depresiones y en algunos casos terminaban en la muerte.
El rubio escuchó atento a su pareja, mirando nuevamente el video, concentrándose en como al parecer era su abuelo el que gravaba el redondo vientre del peliplata.
La imagen se cortaba de golpe y Yullia aparecía en el fondo, tomando el largo cabello del peliplata, su vientre estaba muchos más grande y aunque no lo dijera, el peliplata se veía cansado.
—Se ve cansado…
—Bueno, la fecha de la grabación es diferente, puede ser que ya estés más grande y probablemente su cuerpo gasta más en tenerte.
Se quedaron observando, cuando una voz un poco más infantil se escuchaba, Yuuri estaba con ellos y Victor sonreía mientras lo escuchaba.
—Yuuri me dijo que le tomó un tiempo aceptar mi existencia, pero que luego de eso me había tomado mucho cariño…— Yuri miró a la mujer que estaba en el video. — mamá mira con mucho cariño a Victor, a veces la extraño mucho.
—Tu madre era maravillosa, por lo mismo Victor y Yuuri deben estar tan cómodos con ella.
El video terminaba con una escena de Victor señalando que le dolía la espalda y llevándose las manos al vientre con desesperación, mientras Yuuri a su lado, trataba de sostenerlo.
—Termina con el día de tu nacimiento.
—Por un lado me alegra que no esté grabado, siempre escuche a mi abuelo decir que di mucha pelea, al parecer Victor sufrió bastante conmigo.
Otabek miró la hora, esperando que el rubio quisiera descansar, que continuaran en los días siguientes con todo.
—¿quieres que duerma verdad Beka? —Yuri sonrió y agregó al ver la cara de sorpresa de su pareja. — te conozco hace años y puedo no estar marcado, pero sigo siendo tú pareja, y tú amigo, puedo reconocer algunas cosas, en realidad me siento cansado, pero la curiosidad me está matando, Beka tengo miedo. —Se giró tratando de ocultar sus lágrimas de la atención de su pareja. — con todo lo que he visto, con lo que he escuchado, solo parece que soy el culpable de que Victor este mal, que me dejó solo por mis errores.
—Yuri…—Otabek rodeo al rubio y deposito un suave beso en su mejilla, para acomodarse junto a su oído y buscar que el otro se calmase. — No eres culpable de nada, por ahora lo único que podemos hacer es esperar, pero sin importar lo que pueda pasar, me quedaré a tú lado y lo enfrentaremos juntos.
Esa noche durmieron abrazados, esperando que a la mañana siguiente las cosas estuvieran más tranquilas.
Otabek lo despertó con bandeja con el desayuno, Yuri se sentía somnoliento, la verdad es que no recordaba cuanta falta le hacía dormir junto a su pareja.
—JJ salió a correr, aún está confundido por el tema de su pareja y de cómo debe enfrentar todo ahora.
—Deberías estar con él. — Yura hizo una mueca ante el dulce sabor del café que el otro había preparado. —JJ siempre nos ayuda y ahora nosotros no hacemos nada por ayudarlo.
—Mi hermano tiene que ver que hará Yura, no podemos hacer nada, además de apoyarlo y ver si realmente si será capaz de continuar con su decisión.
—¿Ya sabes que hará? Pareces seguro. — Yura tenía la vista fija en las medias lunas que descansaban sobre la bandeja.
—Mi hermano es una buena persona, se hace el fuerte, pero es muy inseguro, tengo claro que no sabrá que hacer y que probablemente elegirá algo que no haga sufrir a nadie, pero solo puedo esperar Yura y ver si es lo correcto.
El rubio se quedó inquieto por las palabras del otro, pensando por un segundo en cómo era Jean y en como su alfa planteaba la situación, era verdad, JJ era un alfa, pero a diferencia de muchos el tenía un buen corazón, su pasado era difícil y el siempre hacía lo mejor para todos, aunque tuviese que sufrir con ello; la imagen de Victor llegó a su cabeza, junto con un millón de dudas, por un segundo se imaginó a si mismo, embarazado de alguien que no fuera Otabek, siendo rechazado por su abuelo, siendo rechazado por todos aquellos que alguna vez habían sido su familia, pero el había llegado al mundo, estaba justo sentado en ese cuarto.
—Beka, creo que fui un idiota en juzgar a Victor…
—Aún tenemos tiempo Yura, aún podemos hacer algo para cambiar si crees que simplemente te equivocaste, el y Yuri te están dando una oportunidad de crear una relación con ellos, deberías tomarte tú tiempo y pensar si es lo que quieres o solo cumplirás la promesa que Nikolai te dejó.
Yura se quedó en la cama ese día, la verdad es que a pesar de que en la casa del peliplata nada le faltaba, no era igual de cómodo y relajante como tener el olor de su alfa cerca.
Yuuri apretó la chaqueta del Kansajo, ellos llevaban una vida juntos, estaba acostumbrado al alfa, a sentir, no podía imaginar lo que sería ser tocado por otro alfa o que le llegará su celo estando solo, el jamás había estado solo, siempre había tenido a su abuelo para él.
—¿Princesa? — JJ estaba en la puerta con una sonrisa fanfarrona en los labios.
—Idiota, cuantas veces tengo que decirte que dejes de llamarme de esa manera.
—Prefieres que te llame gatita, lo sabía, le diré a Otabek que me lo permitiste.
—No le digas nada a Beka. —Yuuri le aventó uno de los cojines que estaban en la cama. —dime, si entraste a mi habitación sabiendo que sigo en la cama y que Otabek no está, es que realmente quieres preguntarme algo importante.
—La verdad es que no quería preguntarte nada, solo quería conversar.
—¿Te preocupa ese omega? —Yuuri se sentó a su lado, mientras las manos JJ jugaban con sus dedos, haciendo más obvio el nerviosismo que el mayor sentía.
—No quiero obligarlo, pero su celo serán peores ahora que nos encontramos, además ese chico beta, no podrá hacer nada para calmarlo, aunque tenga conocimientos o incluso lo inyecten, hasta que no lo marque o lo embarace, su cuerpo se desesperara de peor manera. —JJ se llevó las manos al rostro.
—¿Cómo lo sabes? Desde que te conozco no has tenido relación con ningún omega, excepto por Isabella y simplemente la dejaste cuando te dijo que su alfa había aparecido para marcarla.
—Yuuri, no soy quien para contarte está historia, debe ser Otabek quien te explique.
Yuuri suspiró pesadamente a sabiendas de que había tocado un tema que su pareja y cuñado evitaban siempre que era posible, su relación consanguínea; y aunque la duda en ese instante lo carcomía, simplemente quería darle apoyo al otro.
—Deberías darle unos días, has negocios, crea un par de empresas, haz la magia del famoso Rey JJ, dale el tiempo que necesita para estar estable y no potenciar de peor forma su celo y simplemente reúnete con él. — Yuuri le tomó la mano y agregó. — pero está vez, trata de buscar algo que también te pueda hacer feliz, debes dejar de pensar en los demás primeros.
Se quedaron en la habitación, hasta que un olor muy fuerte se hizo presente, Otabek era territorial, incluso con su hermano cuando se trataba de Yuuri, se había prometido darle su espacio, pero el rubio era una bomba de tiempo dada su edad y lo que el Kansajo a toda costa quería evitar, era que el otro viviera su primer celo solo.
—pensé que no se cerrarían las puertas si no me encontraba presente. — Otabek se puso a la defensiva, haciendo que la actitud de su hermano mayor también cambiase.
—Puedes revisar a tu gatita hermano, no le he tocado un pelo…— JJ salió y aunque Otabek sabía que fingía su actitud, siempre se ponía a la defensiva cuando se trataba de su pareja.
—Beka…
—Lo sé Yura, no eres un omega indefenso, es solo que…
—Temes que alguien me haga lo que mi padre le hizo a Victor.
Un silencio reinó en la habitación, dejando a la joven pareja metida en sus pensamientos, mientras escuchaban los cantos del Canadiense en la habitación continua.
—Nunca tuve muchos amigos Beka, creo que tú, JJ y el idiota de Emil, fueron los primeros a los que pude llamar cercanos, además tenía a mi abuelo, a mamá y a papá, tenía a Yakon y a Lilian, además de todos ustedes nunca necesité a nadie, cuando mis padres murieron y se armó el tema del compromiso con JJ, tenía miedo, pero gané mucho más de lo que perdí, cuando supe que Yullia no era mi madre, algo dentro de mí se rompió, pero sabes, creo que siempre supe que Victor existía, que gracias a él yo estaba en este mundo.
—¿Lo recordabas? — Beka lo miró confuso, ya que desconocía esa sensación que el otro le comentaba.
—No, en realidad si, bueno no…—se llevó las rodillas al pecho. — Había noches en las que al cerrar los ojos, simplemente veía a alguien de orbes azules que me miraba, a veces recordaba unas color chocolate y una risa, luego sentía que me llamaban.
—Nunca me lo dijiste.
—Creo que pensé que era solo un sueño. —Yuuri respiró tranquilo y agregó. — Beka, ellos no tenían a nadie, yo sé que hice algo en mi cumpleaños, yo los alejé y los dañé, ellos eran niños y los alejé de su familia, eso lo tengo claro, lo veo y lo siento, ahora, solo tengo miedo, creo que cuando sepa la verdad me odiaré. — los ojos del rubio se aguaron. — tengo miedo a odiarme Beka, a darme cuenta de que fui yo quien hizo daño.
—Podemos para y simplemente volver.
—Pero…
—Yura mira. —Otabek te tomo las manos, depositando un suave beso en sus palmas. — JJ y yo somos tú familia ahora, esté o no tu abuelo, Emil es tú amigo y te llevas bien con Michele y Sara, Yakov te espera en la pista, mientras además de cierta mujer querrá mostrarte una nueva coreografía, podemos tomar nuestras cosas y volver a casa, volvemos a Rusia y continuamos con nuestras vidas.
—Pero y JJ, su omega.
—JJ podrá decidir y viajará luego, con o sin su omega, el volverá, lo que ahora quiero sabes Yura, lo que tu deseas, quieres tomar tus cosas y volver a casa, olvidarte de Victor y Yuri. —L a mirada del rubio se cruzó con la de su pareja. — volvemos a casa y Yullia será tu única madre.
El rubio puso una de las manos de su pareja sobre su mejilla. — si Beka, volvamos a casa, olvidemos de Victor para siempre.