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Conociendo a mamá por Samantha0507

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Victor acarició el cabello de su hijo, mientras este se estremecía nuevamente, probablemente aún quedaban rastros del calor provocado por el reciente celo que había vivido el rubio.

 

—Mi pequeño.

 

Victor estaba metido en la cama, junto al omega, quien simplemente dejaba salir suspiros fuertes, como si el aire hubiese estado muy metido en sus pulmones durante mucho tiempo.

 

Yuuri miraba la escena apoyado nuevamente en el marco de la puerta, sin evitar sonreír al notar el aura de felicidad que ahora dejaba ver Victor sin destajo, esa alegría que podía notarse en su sonrisa, la cual no había sido tan grande desde que ambos habían estado con el menor, cuando ellos también eran menores.

 

—Se quedó dormido sin comer, no es sano, menos ahora que pasó su primer celo.

 

—¿Crees que sea mejor que lo despertemos? —Victor miró a su pareja, acariciando la mejilla del rubio con ternura.

 

—Aún no está lista la comida, por ahora, lo mejor es que le demos tiempo para que descanse

 

—Iré a ayudarte…—Victor hizo ademan de levantarse, cuando la mano del rubio dio un suave jalón a la camisa del mayor, quien se giró sorprendido, al notar por primera vez como su hijo le estaba exigiendo su presencia.

 

—Quédate. — Yuuri se acercó a la cama y dejó un suave beso en la frente de Yuri y luego uno en los labios de Victor. — es cierto que no podemos volver al pasado y tener a nuestro bebé Victor, pero nuestro hijo es un niño aún, nos necesita, creo que lo justo es que le demos toda la atención que le negamos.

 

—Lo hicimos por su bien…

 

—Sí, pero nunca pensamos si el realmente pensaba diferente, creo que también éramos muy niños, tomamos una decisión demasiado pronto y no pensamos realmente si debíamos seguir tratando de luchar por estar a su lado.

 

Ambos se quedaron en silencio, Yuuri salió del cuarto, sin recibir una respuesta de su pareja; se fue a la cocina a mirar la comida y por mucho que deseaba mantenerse sereno por la situación que estaban pasando, la sonrisa en sus labios, simplemente se posaba en su rostro, como si por primera vez en mucho tiempo la felicidad que tanto deseaba tener junto con Victor, estuviese a su alcance.

 

Continuó con la comida, tarareando una cancioncita, una y otra vez, cerrando los ojos y balanceándose como si en sus pensamientos estuviera en medio de una pista.

 

Pasaron largos minutos, hasta que Yuuri se percató que no estaba solo en el lugar, la presencia a sus espaldas lo hizo sonreír nuevamente.

 

—Pensé que estarías dormido…—el olor era dulce, una fragancia que fácilmente se podía confundir con el olor a las fresas de un pastel recién horneado. — me alegra que te pusieras algo sobre los hombros, estar metido en la cama y ahora venir así de golpe, puede ser malo para tú salud, Yurio. — El japonés se giró y sonrió al notar el visible sonrojo en las mejillas del menor, quien lo miraba, con ternura desde el pasillo que unía las habitaciones con la cocina.

 

—¿Cómo sabias que tenía el abrigo de mamá?

 

—Su olor. — Yuuri cerró los ojos e inhaló profundamente. — es inconfundible para mí, podría encontrar a Victor donde fuera, su olor es mi droga, no hay algo que conozca mejor que como se siente algo que pertenece a tu madre, no hay nada que ame más en esta vida, que lo que sentir a Victor, aunque sea solo su olor, me produce.

 

—Lo amas mucho…—el rubio se acercó y se sentó en la mesa, mirando al moreno. — No sé cómo es que ni me odias, yo soy el hijo de una traición, siempre dicen que el omega que tiene el honor de encontrar a su destinado, deberá sentirse honrado de entregarse por primera vez a su alfa, pero tú aceptaste un omega que llevaba en el vientre el hijo de otro.

 

—No a todos nos crían igual Yurio, no a todos nos dicen que los omegas son simplemente reproductores, aunque no puedo negarte que rechacé a tu madre antes, pensando en que era una falta de respeto, pero muchas cosas que me hicieron replantearme si estaba haciendo lo correcto o no, finalmente terminé por enamorarme de tú madre y bueno de ti también, mientras los omegas están esperando, su olor disminuye, junto con sus feromonas, yo sabía que era mi destinado, pero me enamoré de Victor por quien era, no por ser mi omega.

 

Yuri se quedó en silencio, con la mirada perdida, como si en su cabeza, miles de preguntas pasaran de lado a lado, logrando que el rubio simplemente se perdiera un poco más en lo que pasaba.

 

El timbre de la puerta, evitó que ambos continuaran la conversación, Yuuri le pidió al menor que abriera la puerta, mientras el sacaba del fuego la comida.

 

El rubio no tardó, aunque miró por la rendija antes de abrir, temiendo que fuese un alfa y lo pudiese atacar, pero su sorpresa fue mayor al notar que las personas en la puerta no eran otros que la pareja de amigos que antes había conocido.

 

Yuri les abrió, su mirada se cruzó inevitablemente con quien traía un olor notoriamente conocido para el rubio, les dio paso y rápidamente el moreno se alejó de ambos.

 

—Tú eres el omega de JJ. — Yuri había esperado que el beta se fuera al encuentro de su amigo en la cocina de la casa, antes de hablar, no queriendo ser indiscreto en la relación de ambos. — su olor, es sutil, pero puedo sentirlo, algo parecido al olor de la madera húmeda, pero creo que para tú pareja no es muy obvio. —agregó cuando la mirada de Seung Gil se posó en el con un gesto de duda en el rostro.

 

—En realidad creo que Pichit puede sentirlo perfectamente, pero que simplemente finge que no se ha dado cuenta de ello.

 

—Debe ser difícil, el no parece una mala persona, ¿cómo lo está llevando tú cuerpo?

 

—Horrible, siento que ya no puedo con el calor de mi cuerpo, de aquí. —El coreano señaló su viente. — los supresores no me hacen nada y hace unos días terminé vomitando, he tenido que volver a los supresores inyectables, como cuando era menor.

 

Yurio sabía que su cuerpo cambiaría ahora que su primer celo había llegado, pero a pesar de eso sabía que podía esperar, que tenía el tiempo más a su favor que Seung, que por ahora podía darse el lujo de que Otabek no lo marcara y no sería nada como que el otro estaba viviendo.

 

—¿De verdad el olor de Jean es tan fuerte? —Seung Gil solo miraba al suelo, al parecer estaba avergonzado de estarle preguntarle al chico.

 

—La verdad es que si, ¿te marcó?

 

El pelinegro se levantó el chaleco, dejando ver la marca una mordida, no era realmente profunda, pero dejaría algún rastro en la blanca piel del muchacho. — es una marca temporal, hace unos días el calor llegó de golpe mientras estaba con él, no pudimos conseguir los supresores y mi olor estaba molestando a otros alfas y omegas, logró calmarme, pero me hizo desear más ser poseído por él…

 

Ni Yurio, ni mucho menos Seung Gil notaron como habían dos personas escuchando la conversación.

 

—Pichit…—Yuuri lo miró, pero el moreno le sonrió y le pidió que volvieran a la cocina, el japonés estaba preocupado por todo lo que estaba sintiendo su amigo, la verdad es que era una situación bastante triste. —Pichit, lamento mucho que escucharas eso, pero Yurio es mi hijo y su pareja es Otabek, JJ podría venir a esta casa ahora y Seung…

 

—Calma Yuuri, no pasa nada.

 

—Pero y Seung Gil…

 

—Voy a dejarlo. — Pichit estaba serio, logrando que el japonés comprendiera que la decisión estaba más que tomada. — Celestino tomó contacto conmigo, creo que no puedo dejar el pasado tan atrás.

 

—Pensé que ya lo habías superado.

 

—Sí, también lo pensé, pero solo necesité escuchar a Celestino para comprender que, aunque pasen años, es igual para mí…— Pichit sonrió y mirando a su amigo, agregó. — No le he dicho nada, solo Celestino lo sabe, me iré esta noche, dejaré a Seung Gil para siempre, voy por mi felicidad.


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