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UN DIARIO DE CARTAS por rurufusu

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Notas del capitulo:

Holi    Antes de leer el capy les dejo una nota que les servirá para entender bien la plática entre Donovan y Cristian:   La saga tiempo congelado se centra en un soldado llamado Rea quien es amante del príncipe Argón y único heredero al trono, por quien comete incluso asesinatos cuando era solo un aprendiz de caballero y se convierte a pesar de su corta edad en amante del príncipe.   Rea por el bien de Argón marcha a la batalla y defensa de la frontera ante la amenaza de una inminente invasión, atrincherado en las viejas ruinas de un antiguo molino da todo de sí en la defensa de su país, en ese molino pasara terribles y dolorosos momentos tanto dentro como fuera del campo de batalla al ver morir uno por uno a su amigos y compañeros de batalla.    Ignorando por completo que ajeno a su sacrificio el actual rey impone a Argón casarse con la hija de otro rey en un intento desesperado por ganar fuerza y ser capaces de sobrevivir a la guerra, sin pensarlo ni considerar por un momento a Rea, Argón acepta el matrimonio.   Por un golpe del nefasto destino Rea es herido y enviado de regreso al reino, solo para enterarse que su amante tiene meses de haberse casado, estando devastado deja todo y decide suicidarse.  

 

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con miedo sostenía el pomo de la puerta, no sabía si salir o no de nuevo fuera de su hogar, estaba aterrado con la idea de enfrentar de nuevo el mundo exterior y mas al sentirse completamente solo por no tener a James esta vez para apoyarlo.  

 

Días atrás su mejor y único amigo le avisaba que saldría de vacaciones junto a la familia de Steven un alfa que a su juicio era un excelente partido para su amigo, no había conocido jamás a otro alfa tan caballeroso y atento como Steven lo era con James, recordando vagamente como lo tratara Cristian aquel día en la cafetería.

 

  Este día deseaba poder salir como solía hacerlo e ir directo a la librería, pasearse por los pasillos y ojear los libros hasta encontrar uno que fuera de su agrado o algún nuevo volumen de una saga que adoraba "tiempo congelado" irónicamente un drama romántico que adoraba.   -¿ Estás seguro de esto?, no quiero que te lastimen de nuevo- nervioso observo como su hijo estaba por salir de nuevo, sintiéndose aterrado por la sola idea de verlo irse y no ser capaz de protegerlo una vez que pusiera un pie fuera del umbral.

 

  -Louis lo dijo, debo salir solo...confió en él y si pasara algo te llamare de inmediato, no puedo seguir escondiéndome detrás de las paredes de la casa, quiero recuperar mi vida- tenía miedo, pero no estaba dispuesto a dejar que esa horrible sensación de estar desamparado e indefenso volviera a privarlo de su libertad, no dejaría que Eric y Omar siguieran torturándolo.   Respirando profundo trato de calmarse, confiaba plenamente en su psicólogo hasta ahora nunca se había equivocado al darle consejos y podía decir sin temor a fallar que Louis era un excelente, su segunda salida fuera de casa fue para asistir a una comida en casa del alfa.  

 

-Me aterra que salgas, si te pasa algo malo no podre ayudarte como paso esa vez y eso solo pasara porque soy un pésimo padre- seguía culpándose por aquel accidente, aun cuando no era su culpa, sentía que parte de la responsabilidad recaía en el por no poner freno al alfa en cuanto supo la forma tan horrible en que trato a su hijo.

 

  -No fue tu culpa, fue mía por aferrarme a una relación sin futuro- por doloroso que fuera admitirlo no podía dejar esa cruel verdad, de ser inteligente habría dado un paso a un lado y con dignidad seguiría su camino en la búsqueda de un compañero adecuado y no en la de un idiota superficial que solo se basaba en la apariencia física para juzgar a otros.

 

  -Cuídate hijo...solo te pido eso- a punto de llorar, se resigno a no poder evitar que su hijo saliera, una parte entendía muy bien el porqué tomaba esas decisiones a su juicio tan temerarias y otra parte menos racional se negaba a aceptar que su hijo creciera por sí solo y afrontara los problemas de la vida sin su ayuda, algo muy tonto si lo pensaba al ver lo maduro que era Donovan frente a sus problemas tal como si fuera un adulto.  

 

Con cierto temor decidió salir, aun le costaba cierto trabajo cruzar la puerta de su hogar, ya podía digerir las miradas insoportables de las personas con las que se cruzaba por la calle y a las que hacia frente sin bajar la mirada con pena, gracias a que tenía una confianza renovada en sí mismo y amor propio para no dejarse caer de nuevo en el lodo.

 

  El aire frio de la mañana golpeo su rostro, una refrescante sensación lo invadió y una emoción igual a la de un niño a punto de comprar un juguete nuevo lo invadió, a pasos pequeños estaba retomando su vieja vida y dejando atrás todo lo que le hiciera daño, esperaba que un poco de paciencia pudiera retomar todo para sentirse de nuevo completo.

 

  Sus pasos hacia mucho que dejaron de pesarle, ya no sentía el peso al mover sus pies y la opresión en su pecho poco a poco se esfumaba como si fueran pequeñas piedras atascado en ese lugar por mucho tiempo, una a una caían cuando le hacía cara a un problema grande o pequeño y lograba supero con esfuerzo sin huir o esconderse, solo los hacía caer de a poco.   Sin darse cuenta llego hasta la puerta de la librería, amaba ese lugar y su peculiar costumbre de tener en exhibición los estrenos permitiéndoles a sus clientes leerlos, quería buscar el nuevo volumen de su saga favorita, leería un poco antes de salir y regresar a casa.  

 

La encargada del lugar rara vez hablaba más de lo necesario, dedicándose en su mayoría a cuidar el lugar y evitar algún robo o daño deliberado en los libros de lectura. Una peculiar y extraña mujer sin importar el día siempre tenía puesto un vestido negro y su cabello perfectamente recogido con una coleta alta.  

 

Tímido recorrió cada estante en su afán de encontrar el nuevo volumen, pero después de casi 40 minutos buscando el dichoso libro sin señales de poder encontrarlo había empezado a desilusionarse y pensar que estaba agotado, a un paso de darse y en un golpe de suerte pudo ver la característica portada en tonos purpura y violeta ¡el ultimo tomo escondido entre libros de filosofía!, apresurando su paso casi corrió hasta el estante y emocionado jalo el libro solo para toparse con otra mano tomando el mismo libro desde el otro lado del estante.

 

  Sus piernas temblaron al olfatear un muy conocido aroma y toparse frente a frente con esos ojos azules que no creyó volver a ver, quedando embobado por completo mirando esos ojos y aquel rubio cabello caer en desorden sobre la cara del alfa.  

 

**~~++..**~~++..**~~++..**~~++..**~~++..**~++..**~~++..**~~++..**~~++..**~~++..**~~++..   -No

 

me esperaba encontrarte aquí, perdona de  nuevo por asustarte te juro que no era mi intención- estando arrepentido por hacer que el omega cayera de espaldas por el susto, aun teniendo el libro en mano se apresuro en ayudar al pequeño, aun no sabía porque parecía siempre asustar al niño.   -...soy tan torpe, no quise caerme de cara contra el piso, me sorprendió mucho verte de nuevo Cristian- apenado completamente por dar tan penoso espectáculo por segunda vez frente al alfa, agradecía estar sentado en una de las mesas de lectura de lo contrario sus temblorosas piernas seguramente ya habrían fallado mandándolo al suelo.

 

  -Me sorprendió verte, no me esperaba encontrarte aquí y menos que también fueras fan de esta serie...no es muy popular entre estudiantes- podía contar con los dedos de una mano a sus compañeros de curso que eran seguidores de esa saga, la gran mayoría de sus fans solían ser mayores a 20 años.  

 

-Es bastante inusual, su trama es obscura...digo Rea sacrifico todo por Argón y este lo traiciono en cuanto pudo, se hundió en una guerra para defender a un país por el amor que tenia al futuro rey y este en cambio no dudo en casarse con la hija de un aliado político de su padre- a su juicio la trama había tomado un giro bastante cruel, incluso al leer en este ultimo tomo que Rea se encontraba dentro de una cueva y estaba a punto de cortarse las venas.

 

  -¡¡Es horrible!! No puedo entender el egoísmo de Argón...si te soy sincero, no esperaba que te gustara esta historia y me alegra tener  con quien hablar de ella ¿me podrías dar tu numero de móvil?- aun no sabía el porqué se sentía tan cómodo con el omega, hasta ahora con ninguno había tenido esa agradable sensación de tranquilidad, no sabía el porqué pero todos los omegas que trato parecían mas interesados en querer algo con el que en conocerlo más a fondo.

 

  -Por mí no hay problema en darte mi numero, parece que podremos ser buenos amigos- apenado saco torpemente su móvil, no era muy bueno recordando números así que tenía por costumbre guardar su propio numero en una carpeta, tratando de no dejar caer el teléfono de sus temblorosas manos..El fuerte olor del alfa lo ponía muy nervioso.  

 

-Anota el mío también, así podremos estar en contacto- algo que no podía negar  era lo cómodo que se sentía al estar cerca de ese pequeño, era muy común tener esa comodidad entre otros alfas y muy raro tenerla con algún omega, teniendo como un claro ejemplo al odioso chico que siempre estaba pegado a su grupo y odiaba como este se le pegaba todo el tiempo.

 

  -Pero, ¿tu omega no se molestara contigo? por estar en contacto con otro omega, esa vez de la cafeterita se vio que no le agrade nada- recordando como aquel omega le dedico una mirada de odio, aun le producía cierto malestar recordar ese incomodo momento.

 

  -¿Eh? ¿Te refieres a Nao?, el no es mi omega, es hermano de uno de mis amigos y siempre está con mi grupo...si te soy sincero, es un tipo bastante pesado no me cae bien- aun cuando muchos decían que tan lindo omega sería una gran pareja, el no lo veía así y le resultaba muy molesto el derecho de posesión que parecía creer que tenia sobre él.  

 

Más de una vez externo su molestia por esa situación al hermano del omega, no se sentía muy cómodo con tener cerca a un omega que se sentía con derechos sobre él cuando no eran ni serian nada más que conocidos, en el mejor de los casos.

 

  Así que prefería salir la mitad del tiempo solo, de esa forma no tenia que soportar al insoportable omega y le agradaba mucho poder ir a cualquier lugar sin tener que estar dando explicaciones de a donde tenía que salir o quien estaba, lo único que agradecía  de estar completamente solo  

 

Aunque le era doloroso reconocer que no se encontraba solo por gusto propio, el que debía ser su omega Terry Adams era del tipo que no gustaba de tener un compromiso fijo y tener más de un compañero dentro o fuera de sus celos, Terry no parecía interesado en tener una relación formal con nadie y el tampoco tenia interés en tener un compañero que no fuera fiel.  

 

Sin darse cuenta del tiempo que tenían hablando tanto del libro como de cualquier tontería que cruzara por su cabeza, las horas pasaron volando sin que lo notaran...realmente se sentía muy cómodo con ese omega, sin mencionar que su olor resultaba muy agradable, hasta ahora nunca había olido un aroma tan delicioso que perteneciera a un omega.  

 

Pesándole demasiado  el tener que poner fin a su conversación, ya la noche estaba por caer al momento de salir del local y no le quedo mas opción que despedirse del omega, estando parado sin  moverse observo como el niño se perdía de vista.

 

  *Ve con cuidado, no te distraigas y llega a casa directo*

 

  Antes de emprender su propio camino de regreso envió un mensaje al número del pequeño omega, esperando que realmente pudieran ser buenos amigos.

 

Notas finales:

Gracias por si atención y por leer esta historia n.n


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