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UN DIARIO DE CARTAS por rurufusu

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Notas del capitulo:

Sé que merezco ser apedreada por ser una autora del asco impuntual y no puedo quejarme si me odian por tardar tanto.   Aquí les traigo el nuevo capítulo que dejara muy claras las intenciones de unos de los protagonistas de esta historia...sin más los dejo leer a gusto n.n

 

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  Algo que no tenía planeado hacer, ni de broma era salir de paseo con Cristian a la playa ese día, estando ahora atorado por horas en su closet buscando algo decente para ponerse en su salida.   Aunque no era la primera vez que salían solos, ya tenían un par de semanas saliendo frecuentemente a varios lugares siempre eran locales de un ambiente muy relajado y agradable para pasar el rato y aun le resultaba un poco incomodo como solían mirarlo los demás al estar a un lado de un alfa como Cristian, un hombre que no podía pasar desapercibido por nadie.  

 

Hasta ahora el momento más incomodo para el había resultado su ida al cine donde las empleadas parecían mirarlo con desprecio desde la caja, solo por estar al lado del alfa, que parecía ignorarlas por completo para centrar toda su atención en él y los bocadillos que estaban comprando para ver sin problemas una película.  

 

Para evitar más problemas así de nuevo prefería evitar los lugares más concurridos, entre menos personas le resultaba mas cómodo y agradable, aun no era capaz de superar por completo su trauma y  soportar estar rodeado de personas.

 

  Su muy tranquilo día parecía irse al caño desde muy temprano, el alfa simplemente de sorpresa le mandaba un mensaje, bastante inusual y que no creyó que realmente fuera cierto, estando casi en shock después de leerlo.  

 

*Este sábado saldré a la playa con unos amigos, ¿te gustaría venir?*  

 

*¿Es broma cierto?, no me parece graciosa*  

 

*¡Claro que no es broma!..Pensé que sería lindo que vinieras  conmigo, fuiste el primero que pensé en invitar ¿vendrás?*  

*Está bien, ¿dónde nos podemos ver?*

 

  *Mándame tu dirección, pasare por ti a las 10*

 

  Con los dedos temblando apenas pudo mandarle una respuesta adecuada y adjuntar su dirección, no supo cuando termino abriendo de golpe las puertas del closet y arrojando al suelo cada pieza de ropa que encontraba a su paso, no se dio cuenta de cuando Edgar termino a su lado ayudándolo a buscar un bañador.  

 

-¡Dios esto es estresante!, no sé cómo demonios podre encontrar algo que este decente para salir con todo este desastre de ropa- ahora veía los inconvenientes de no tener cuidado al momento de sacar las prendas que usaba a diario, terminando con un verdadero caos de ropa mal doblado o simplemente arrojada sin cuidado dentro del closet.

 

  -Ya deja de quejarte como si fueras un niño, si me hicieras caso de mantener tu cuarto en orden no estaríamos aquí buscando debajo de cada camisa o pantalón ese bañador que te compre el mes pasado- con la ligera esperanza que su hijo saliera de paseo con James había comprado varias cosas útiles en caso de que su hijo quisiera salir, un par de bañadores nuevos y un juego nuevo de traje termino por si este quería ir de paseo a las montañas nevadas.

 

  Aun no podía dejar atrás la conmoción de enterarse que la persona con quien saldría no era James si no un alfa, estando a un paso de caerse de espaldas al ver con sus propios ojos la línea de conversación que su hijo había tenido con ese misterioso hombre...no era broma, realmente su pequeño bebe ya estaba en camino a recuperarse por completo y todo gracias a los buenos consejos de su doctor, quien parecía guiar los pasos de su hijo desde lejos.

 

  -¡Aquí esta!...mami- saliendo de entre aquel tumulto de ropa vio a Mario el más pequeño de sus gemelos agitando su mano con el evasivo bañador, más que ayudarlos sus pequeños traviesos solo habían entrado al tumulto de ropa para jugar y desordenar aun más el desastre, solo después de una hora se ponían a ayudarlos en su búsqueda.  

 

Pudo ver como Mauricio el gemelo faltante salía de entre un par de camisas, este parecía poco interesado en ayudarlos y más en jugar con la ropa.

 

  -No estoy muy seguro de ir, papa...tengo miedo, no sé si pueda estar rodeados de tantas personas me aterra un poco esa idea- aun tenia cierto miedo de verse rodeado de tantas personas, aunque no lo dijera abiertamente aun tenía muy fresco el recuerdo del horrible día que pasara en su ex escuela y a manos de aquel bastardo sin corazón.

 

  -Todo estará bien, si ese chico es como lo describes puedo garantizar que será una muy buena experiencia para ti amor. No puedes seguir encerrado en casa, aunque nos da miedo lo que pueda pasar fuera, pero debes salir- asustado y aterrado, se veía obligado a dejar volar fuera del nido a su hijo y aun cuando sabía que era por su propio bien no podía hacerse a un lado fácilmente, temía que su hijo pasara de nuevo por algo horrible.  

 

-¡Hermanito estará bien!, nosotros cuidaremos de él y nunca hermanito llorara- abrazando las piernas de su hermano mayor, no entendía del todo la conversación quiso demostrarle a su padre y hermano su apoyo.

 

  No del todo seguro de si estaba tomando la decisión correcta, trato de calmarse y así no mostrarse aterrado cuando Cristian pasara a buscarlo. Lo que menos deseaba era mostrarle al alfa cuan patético podía ser al estar nervioso y casi podía asegurar que se  veía patético.  

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  No Sabía aun el porqué se sentía tan cómodo hablando de cualquier tema, incluso muy tarde por las madrugadas. Por más que pensaba el motivo por el cual sentía tan natural tener un contacto cercano con el omega, hasta ahora no podía recordar tener una relación así con nadie.

 

  Tenía ya un par de semanas de intercambiar mensajes, aunque fuera por la más pequeña cosa y antes de darse cuenta o reaccionar ya se encontraba mandándole un mensaje a Donovan contándole sus tonterías, como le iba en el día o simplemente quejándose de lo pesado que le resultaba estar metido en su ruidoso salón de clases rodeado de idiotas.

 

  Sumándole como extra a sus problemas el acoso de Nao durante los descansos, estando por demás arto de ese tan obsesivo y acosador comportamiento de aquel omega ya estando un paso de olvidar la condición de omega del otro y partirle la cara a golpes como lo haría con cualquier otro alfa.

 

  Para evitar cualquier desagradable inconveniente con Nao, su salida con Donovan era un secreto para casi todos excepto para el puñado de amigos con los que saldría y sus padres que conocían muy bien su relación con aquel omega y parecían aprobarla al considerarla bastante sana y beneficiosa para ambos.

 

  Al ver el reloj noto que apenas tenía el tiempo justo para salir y recoger al omega, mirando sus manos se dio cuenta que estas tenían un ligero temblor, estaba nervioso y no sabía realmente el porqué lo estaba.

 

  -¿Llevas el dinero?, tu padre y yo no queremos que se expongan a regresar por la noche, así que reservan una habitación en algún hotel de ahí y se regresan a primera hora por la mañana, el dinero debe ser suficiente para cubrir incluso las comidas- observando desde el umbral de la puerta a su hijo y notando lo nervioso que estaba, algo muy raro e inusual en el, por su parte estaba seguro que aquel omega era responsable de poner así a su hijo.  

 

-Si llevo todo el dinero, también llevo el cargador del celular y si recuerdo que debo llamarlos antes de irme a dormir y antes de regresar- estando un poco fastidiado por la forma de actuar tan exagerada de su padre omega, solía atribuirle tanta protección a ser el único hijo que podía salir de casa, su hermanito recién nacido difícilmente podría pasar por esas incomodas situaciones al no ser capaz ni de alimentarse por sí solo.

 

  Su familia era muy pequeña de solo 4 personas y la razón principal de no tener más hermanos recaí en que su padre Sebastián había enfermado poco después de su nacimiento una muy extraña e inusual enfermedad de la sangre, teniendo que tomar de forma frecuente anticonceptivos para evitar salir embarazado de nuevo al durante el tratamiento para curarlo por completo y casi por puro milagro o un descuido su hermano nacía.  

 

El único ausente en la casa era su padre alfa Raúl, quien solía estar fuera de casa hasta cerca de las 11 de la noche, algo que resultaba normal si entendía que su trabajo le exigía demasiado y pasar mucho tiempo fuera de casa, desde que tenía memoria siempre había sido así.  

 

Tomando el bolso en donde tenía guardadas todas sus cosas, se dispuso a salir, poniéndose aun más ansioso al pensar que el omega tan divertido y lindo estaría esperándolo.

 

  Pareciéndole demasiado gracioso la cara de estupefacto que el padre de Donovan mostro al verlo por primera vez, casi podia jurar que se la caeria la mandibula al suelo, una escena entre comica e incomoda, no se esperaba esa reaccion por parte de aquel omega cuya parecido fisico con Donovan era extraordinario y su delicado  aroma delataba su condicion de omega.

 

  Donovan estaba a su juicio encantador con ese ligero conjunto muy apropiado para su salida, estando embelesado al verlo, olvidando por completo a todos los demás camino directo al pequeño omega de forma descuidada e inconsciente acomodo un mechón que cubría uno de los ojos de Donovan, ese color de ojos le gustaba mucho.  

 

El camino a la playa le pareció muy corto, hablar todo el trayecto con Donovan...todo fue perfecto hasta su llegada a la playa y pudo ver que entre su grupo de amigos estaba alguien a quien no deseaba ver: Nao, tal parecía que el odioso omega se había colado en la salida gracias a su hermano y eso le resultaba muy molesto, de verdad que no quería verlo en sus vacaciones.  

 

Simplemente no soportaba tener cerca a ese molesto omega, cada vez soportaba menos tener que tratarlo por mera educación a su hermano quien era uno de sus mejores amigos, podía comparar con gran facilidad la incomodidad que Nao le hacía sentir con ese acoso que ya no podía soportar, algo totalmente diferente a como se sentía teniendo cerca a Donovan con quien parecía tener una conexión bastante profunda y natural.   

 

Agradeció que Donovan entendiera su gesto de disgusto e inconformidad con solo mirarlo y disimuladamente tomara su mano para llevarlo a otro lugar, no entendía como era posible que ese omega fuera capaz de leerlo tan bien con solo mirarlo como si fuera un libro abierto.  

 

-Lo lamento mucho Donovan, no esperaba que ese bicho se colara a este lugar- no deseaba amargarle el día al omega arrastrándolo a sus problemas, no tenía la culpa que aquel tipo actuara como un desagradable acosador.  

 

-No tienes porque disculparte, no sabías que el vendría, lo mejor es olvidarnos que esta aquí y solo disfrutemos el día- aunque también le pareció muy desagradable ver de nuevo al otro omega, solo pudo disimular su disgusto ya que no tenía derecho a molestarse con esa situación.

 

  -Te compensare, la próxima vez te llevare a la montaña a esquiar, es muy divertido estar en la nieve y no le diré a nadie ni invitare a otras personas- agradecido que el pequeño supiera llevar tan bien esa situación, no deseaba incomodarlo y que este ya no quisiera volver a salir con él, todo por culpa de Nao, a quien ya pensaba ponerle un alto definitivo.  

 

Pasando gran parte del día solo en compañía del omega, disfruto demasiado sentir cosas tan pequeñas e insignificantes como la cálida arena colarse entre sus desnudos pies y la fresca sensación del agua fría sobre su piel, evitando del iberamente al otro grupo y  a Nao.

 

  No recordaba desde hacia cuanto no la pasaba tan bien en compañía de alguien más que no fuera parte de su familia, Donovan resultaba ser muy agradable. Gracias al sofocante calor, había decidido comprar un par de bebidas frías que pudieran refrescarlos antes de salir a buscar algún bocadillo, que por la hora del día ya era más que necesario tomar.

 

  Teniendo cuidado de no derramarlas en especial la bebida de frutas que sabia amaba el pequeño omega, regreso con cuidado evitando chocar con algún otro turista que deambulaba por la ajetreada playa gracias al periodo de vacaciones, por lo general esos días en tiempo normal se encontraban casi desiertas y esquivando a cualquiera que cruzara su camino fue muy cuidadoso de no derrabar algo del frio liquido contenido en unos muy curiosos vasos descartables de papel con estampados de flores.  

 

Hasta que vio algo que hiso hervir su sangre de rabia: Donovan tirado en el piso llorando mientras trataba de protegerse con sus manos y Nao a punto de golpearlo aunque no pudo escuchar que le gritaba con tanta rabia al otro omega, no supo cuando dejo caer los vasos a la arena y menos fue consciente de cuando su puño golpeo con todas sus fuerzas al omega, que con el impacto tan brusco había rodado sobre la arena y un hilo de sangre salía de su boca.  

 

Apresurándose ayudo a Donovan a levantarse y limpiarse toda la arena de encima, solo para afrontar un problema aun mayor: Antonio el hermano alfa de Nao había visto cuando golpeaba a su hermano y furioso se le iba encima, guiado meramente por su instinto de alfa para proteger a su indefenso hermano que lloraba sin consuelo a un  par de metros de ellos.  

 

Empujando al omega a un lado en un intento de protegerlo del ataque, respondió a la agresión de una forma por demás violenta y que no creyó sería posible, como si su bestia interna guiada por el instinto tratara de proteger a su pareja del peligro. El instinto alfa podía ser peligroso y hasta mortal en una lucha por defender a su pareja, muchos casos de peleas a muerte se tenían registradas para decir que un alfa mataría a otro por proteger a su omega y aun cuando Donovan no lo era, no permitiría que el otro alfa lo  lastimara.  

 

Cuando sus sentidos volvieron y pudo sentir la sangre del otro escurrir por sus puños, tomo de una forma descuidada la mano de Donovan haciéndolo gemir de dolor, sin decir nada o explicar a su grupo de amigos el porqué habían peleado de esa forma, jalo al omega de regreso a donde tenían sus bolsas y tomándolos con descuido abandonaban la playa.

 

  Pudo ver el rostro confundido y aterrado del omega cuando lo jalaba fuera de la playa obligándolo a seguirlo, no sabía cómo explicar porque había reaccionado así y haciéndose consiente de algo que hasta ese momento parecía haber ignorado: su bestia interna asumía con posesividad la propiedad del omega como pareja, reaccionar con tal violencia para defenderlo hacia evidente que había ignorado algo muy importante, de forma inconsciente marcaba propiedad sobre Donovan, lo tomaba como suyo.  

 

Abrumado por descubrir eso, no sabía como debía reaccionar de ahora en adelante y como poner claro al omega que ya no podrían ser amigos que su relación ya no podría ser como antes, sabía que al ser consciente del deseo de su bestia por tomarlo como pareja, sus acciones se basarían por completo en su instinto.

 

Notas finales:

Muchas gracias por su tiempo y atención n.n


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