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Let It Burn por Anna-chan

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Notas del capitulo:

Hola! Anna-san aqui! 

Ando un poco desanimada por muchos problemas.

Sin más, aqui les traigo otro capítulo, se que es un poco largo, pero es que me inspire para escribirlo.

Espero que les guste :3

 

Zero suspiro resignado. Observo el uniforme negro con rayas blancas, era el primer día de clases. Cross le dijo que él sería el prefecto del colegio, compartiría el puesto con Yuuki. Se puso el uniforme, no se le veía tan mal, es más, le gustaba como le quedaba. ¿Cómo le quedaría el de la clase nocturna? Era una locura juntar a los vampiros y a los humanos en un mismo sitio. Negó con la cabeza, al menos podía practicar con los vampiros desobedientes.

 - Zeeerooo – Canturreo Yuuki pateando su puerta.

 - ¿No es muy temprano para estar jodiendo, Yuuki? –

 - No seas malo y ábreme la puerta. – Los chillidos de la niña le parecía divertido.

 - Ya voy, ya voy. –

Zero abrió la puerta de su habitación. Ahí estaba la castaña, modelando su uniforme, ya con quince años podía ingresar a la academia. Zero con dieciséis años era el compañero de Yuuki, ambos se miraron en el espejo. De donde Dios sepa donde, la adolescente ya tenía una cámara en la mano. Se sacaron unas fotos, al parecer Yuuki estaba muy emocionada, Zero también lo estaba, pero le asustaba un poco la idea loca del Director. Tenía que admitir que le interesaba todo eso.

Bajaron las escaleras, iban preguntándose cómo les iría, nunca tuvieron contacto con personas de su misma edad. Abajo, Kaien ya les esperaba con el desayuno en la mesa. Batido de chocolate con pan tostado, beicon y huevos revueltos. Se sentaron dispuestos a desayunar cuando Kaname hizo su aparición en la cocina. Con el uniforme blanco con rayas negras de la clase nocturna, Zero le silbo de forma picara y Kaname le guiño el ojo. Yuuki lanzó un grito de fangirl ante las acciones de sus hermanos. Ambos sabían que la princesa los emparejaba a diestra y siniestra, y a ellos les gustaba verle feliz a ella, por lo que hacían esas escenas frente a ella.

 - ¡Kyaa! ¡Mis hijos ya son grandes! – Cross lanzaba flores y corazones. Típico de una madre muy cariñosa y dramática.

De su mandil verde saco una cámara, sonrió y les gritó a sus hijos para que se formaran. Era el primer día de colegio de sus niños, aunque de niños ya no tengan nada. Obligado, Zero dejo su desayuno tan rico para que su “madre” les quitara una foto, sin embargo, Yuuki con rapidez se puso al lado de Kaname. Zero iba a colocarse al lado de la castaña, pero esta la miro de forma amenazante, por lo que también se puso al lado de Kaname. Cross prosiguió a tomar la foto, y cuando el flash se hizo presente, el pura sangre abrazo a ambos por sus hombros, los otros abrazaron la cintura del vampiro. La foto quedo inmortalizada, todos, incluido Zero, estaban sonriendo. Kaien volvió a llorar de forma dramática, aun no podía creer que sus retoños ya iban a la academia.

……………………………..

Ichiru abrió la puerta de golpe. Chasqueo la lengua al no encontrarla ahí. Meditó un rato, un recuerdo volvió a su memoria. Debía estar en su antigua casa ¡Cierto! Ella frecuentaba mucho ese lugar. Salió de la casa en la que se encontraban escondiéndose. Vago por mucho tiempo, había pasado por lo menos unos treinta minutos caminando hasta que llego a una zona boscosa, paso a través de los grandes árboles, escuchaba el sonido cercano de las aguas corriendo en el rio que había detrás de su casa.

Allí la vio, con sus cabellos blancos ondeando con el viento, miraba aquella mansión un poco abandonada. Estaba llorando, se notaba por las lágrimas rezagadas en sus ojos rosas. Su vista se fijaba en un solo punto de aquella casa. La ventana de su vieja habitación que compartía con su hermano.

 - ¿Tía Shizuka? – Su voz se perdió con el viento.

 - Mi niño… - Se estaba quebrando, el dolor la consumía. – Yo… estaba consciente de lo que hacía, pero mi cuerpo no me respondía, fue como si mi alma se desprendiera de mi cuerpo, fue horrible.

-FlashBack-

La nieve se hundía a sus pies. Los copos caían sobre su cabello y el frío enfriaba sus lágrimas. Era una noche sin estrellas, hermosa, que parecía guardar misterios terribles tras su belleza. ¿Qué hacía ella frente a esa casa? Pero lo que más rondaba en su mente era ¿Cómo había llegado aquí? No sabía y no encontraba respuesta alguna. Subió por el porche hasta llegar a la puerta. Toco el timbre y en tres segundo un niño de cabellos blancos abrió la puerta, sus ojitos violetas la miraban confuso.

 - Tía ¿Qué haces por aquí tan tarde? – Zero la dejo pasar. Fue en un instante, cuando le dio la espalda a la vampira.

 - Huye, mi pequeño…-

Zero se giró con rapidez, pero Shizuka ya le tenía agarrado por los hombros. La vampira se rio y lanzo al niño, traspaso la segunda pared, chocando con la escalera. En la cocina se encontraban Ichiru y sus padres, habían sentido la presencia de la vampira cerca, no se preocuparon, seguro venía a visitarlos como todos los días. Iban a poner un plato más para ella, cuando el estruendo los alarmo. Raiser cogió sus armas, mientras Valeana escondía a Ichiru advirtiéndole que no salga hasta que ella diga. Ichiru asintió y se escondió.

Fueron corriendo, preparados para matar a los niveles e que seguían a la pura sangre, pero no se prepararon para eso. Shizuka tenía a Zero agarrado del cuello. Ante tal imagen, Valeana disparo en dirección a la vampira, Shizuka soltó al niño y esquivo aquella bala. Zero estaba por gritarle algo a sus padres, los ojos naranjas eléctricos de Shizuka volvieron a mirarle.

 - ¡Vamos, pequeño Zero, transfórmate! – Shizuka alzo a Zero por los aires, para luego, con fuerza, estamparlo hacia la otra pared.

 - ¡Deja a mi hijo en paz, Shizuka! – La cazadora estaba llorando, eran amigas y la vampira la estaba traicionando.

 - ¡Mamá, papá! ¡llévense a Ichiru y salgan de aquí! –

 - ¡Huyan por favor, antes que les mate! – La vampira soltó más lágrimas.

Tanto Raiser como Valeana no entendían que pasaba ¿Por qué Shizuka estaba atacando solo a Zero? Entonces el cazador se dio cuenta. Los ojos de la vampira que solían ser rosas, ahora eran naranjas muy electrizantes. Volvió a agarrar al niño por el cuello, mientras una sonrisa se formaba en los labios, aún estaba llorando. Los Kiryuu iban a atacar, gritaron el nombre de la vampira para que se detenga. Los ojos de la vampira brillaron en un matiz de fuego. Zero abrió los ojos con desmesura al ver a sus padres ser desmembrados frente a él.

Ichiru, al no ver regresar a su madre, decidió salir a investigar que pasaba. Al oler la sangre derramada fue corriendo a buscar a Valeana, pero no puedo llegar tan lejos por tropezar con algo. Se maldijo y miro hacia atrás. Sus ojos se abrieron como platos y las lágrimas comenzaron a caer. El cadáver de su padre había hecho que se tropezara, miro hacia al frente, solo para encontrarse con el cuerpo sin vida de su madre. Entonces un chillido atrajo su atención, su hermano estaba siendo estrangulado por aquella vampira que tanto quería, no podía moverse, el miedo y la sorpresa lo dejaron en un estado de shock. Quería creer que esa no era su tía ¡Claro que no lo era! ¡Su tía no era capaz de algo así!

Zero intentaba alejar las manos de la vampira para que el aire vuelva a sus pulmones, pero no lo lograba, Shizuka era mucho más fuerte que él. Comenzaba a ver borroso, su rostro se había vuelto azul. En un último intento por alejar a la vampira, con mucho esfuerzo, alzo sus manitas y acaricio el rostro de su tía. Los ojos de Zero cambiaron de tonalidad volviéndose color naranja con matices de fuego. Sonrió. Una espesa niebla envolvía a Shizuka, sus ojos comenzaron a dar paso al rosa.

 - Zero, mi pequeño…- Aflojo el agarre que tenía en el cuello. Abrazo al niño llorando como una niña pequeña.

 - Ichiru…- Observo a su hermano, quien se encontraba asustado, le sonrió. – Tranquilo, el peligro ya va a pasar.

 - Yo, lo siento tanto, no podía controlar mi cuerpo, pero si estaba consciente de todos mis movimientos. Perdonenme por favor, todo fue mi culpa. – Shizuka seguía abrazando a Zero.

Ichiru miraba con miedo. Le asustaba la niebla que salía del cuerpo de la vampira. Se sentía destruido, tenía tantas ganas de llorar, pero el miedo no le dejaba. Fue entonces, cuando vio la dulce mirada que Zero le dirigía a su tía, que lo entendió, Shizuka no tenía la culpa. Se acercó a ellos, el peso de la tristeza le hizo arrodillarse frente a la pura sangre.

 - Tranquila, tía, no fue tu culpa. – Susurro Ichiru mientras le acariciaba la cabeza a la vampira.

 - Ichiru…- Sus ojos volvieron a aguarse, extendió uno de sus brazos para alcanzar al otro gemelo. Ichiru no aguanto mucho, abrazo a su tía descargando las lágrimas que estuvo guardando. Zero tampoco no se quedó atrás. Abrazo a su tía y lloró también, lloró la perdida de sus padres, lloró el dolor de su hermano y de su tía.

Shizuka estaba destrozada, no había podido detener aquello que estaba asesinando a su familia. Porque ella los consideraba una familia, una familia que nunca pudo tener. El dolor horrible de cabeza volvió a presentarse en ella. ¡Por todos los cielos, no otra vez! No quería que ‘eso’ volviera a tomar su cuerpo. Por nada del mundo dejaría que esa cosa lastimará a sus pequeños. Zero se dio cuenta de eso.

 - Tía, bebe mi sangre. – Tanto Shizuka como Ichiru se sorprendieron.

 - ¡Pero Hermano! –

 - ¡Zero, no te convertiré en un vampiro! – El dolor de cabeza se intensifico.

 - ¡No me importa! Si bebes mi sangre volverás a la normalidad. – Zero se cortó el cuello con sus uñas.

 - Pero Zero… -

 - ¡Solo hazlo! – Gritó el niño, haciendo que todas las ventanas se rompieran. Ichiru se asustó y se alejó un poco.

Shizuka no tuvo otra opción.  Abrazo de nuevo al pequeño y Lo mordió. Zero cerro los ojos y acaricio los hilos de luna de la vampira. Ella se dedicaba a beber, dejando que la sangre dulce apaciguara aquel dolor de cabeza. Sintió como algo abandonaba su cuerpo, escucho la voz de Zero en su interior, iba a responder cuando otra voz retumbo en su cabeza. Te estaré esperando. Madre.  Fue lo último que escucho cuando volvió a sentirse completa. Saco sus colmillos y lamió la herida para que cicatrizara.

 - ¿Estas mejor, tía? – Ichiru le paso un pañuelo para que se limpiara.

 -  Sí, estoy mejor, ya me siento yo misma. – Acaricio de forma cariñosa a Ichiru -Zero, esa voz… -

 -  Lo entiendo, pero quiero que no lo sepas, a su debido tiempo te lo contaré. – Los ojos de Zero volvieron a su color natural. – Ahora necesito que hagan algo.

 - ¿Qué es? – Ambos presentes preguntaron.

 -  Quiero que salgas de aquí y te lleves a Ichiru contigo. Deben huir, los cazadores ya deben saber del incidente. –

 - ¡No te dejare abandonado, hermano! – Ichiru corrió a abrazar a su gemelo.

 - Escúchame, Ichiru. – Agarro con sus manos el rostro de su hermano mayor, y lo miro a los ojos. – Lo vas a hacer, debes salir de aquí lo antes posible. –

 - ¡Zero no te dejare aquí! – Shizuka abrazo a los niños. – Voy a llevarles a los dos a mí casa y se quedaran conmigo. –

 - No, deben irse sin mí. – Zero miro a ambos. – ¡Deben dejarme aquí y huir lo antes posible! –

 - ¡No lo haré! – Shizuka estaba convencida. - ¿Sabes lo que hará el loco de Rido si te dejo aquí?

 - Tía, por favor, váyanse y dejadme no más aquí. – Zero se apartó de ellos, se puso de pie y agarro una espada. – Ichiru. –

 - Zero, no quiero dejarte aquí. – Ichiru se acercó.

Zero le paso la espada. Shizuka se puso de pie. Estaba preparándose para llevarse a los gemelos de ahí, cuando un estruendo en la parte superior hizo temblar el suelo. Zero agarro el arma que su madre tenía, la del calibre cuarenta y cinco. La Bloody Rose centelleo correspondiendo al aura del niño quien la empuñaba.

 - ¡Váyanse ya! ¡Ahora! – Sintieron una fuerza empujándolos.

 - ¡Zero! – Ichiru intento agarrar a su hermano.

 - Ichiru, no olvides que te amo. – Miro a su hermano con amor profundo. – Tampoco te olvides de lo que debes hacer a partir de ahora. –

Entonces el miedo se apodero de Shizuka, agarro de la mano a Ichiru y lo llevo con ella. Se alejaron de la casa, corriendo a una velocidad inhumana. Estaban ya a una distancia de cien metros, cuando una onda expansiva proveniente de la mansión Kiryuu los obligo a tumbarse en el piso. Era tan arrasante que la onda terminaba destruyendo todo a su paso. El fuego consumía todo a su paso, cuando estaba por alcanzarlos, un viento helado apago todas las llamas. Era demasiado helado como para que sea el clima frío. Escucharon el rugido fuerte de una bestia, una explosión, luego todo quedo en silencio. Solo se escuchaba el rio que fluía con rapidez chocando con algunas piedras.

Esperaron unos treinta minutos más y regresaron a la casa. Cuando llegaron, solo encontraron la mansión un poco destruida, al parecer la explosión no produjo efecto en ella. Registraron la casa, no encontraron nada, la presencia de Zero desapareció junto con la otra que era desconocida. Salieron de la casa, siguieron un rastro de huellas que dejaron atrás los dos cazadores. Shizuka escondió su aura y se precipito hacia el bosque. Desde lejos pudo apreciar como los cazadores Yagari y Kaien llevaban el cuerpo moribundo de Zero.

Volvió con Ichiru, le sonrió, el pequeño agarro su mano y ambos desaparecieron.

-Fin FlashBack-

 - Aún puedo recordar el dolor que sentí ese día. – Shizuka se adentró en la casa. Está ya no contaba con puerta principal y todas las ventanas estaban hechas añicos. Las paredes destruidas y con charcos secos de lo que alguna vez fue sangre, al parecer aquello que había atacado a la casa solo causó estragos en el interior.

 - Ne, tía…- Llamo Ichiru tras ella. La vampira volteo.

 - ¿Quieres saber lo que paso en realidad ese día? – Ichiru pregunto decidido, Shizuka solo asintió.

 - Estoy lista para saberlo. –

………………………………………………

Todos los estudiantes de la academia Cross se encontraban en un salón de teatro, estaban separados por turnos. Los de uniforme negro eran pertenecientes al turno diurno y los de uniforme blanco eran de la clase nocturna. El director Cross estaba habiendo el acto de bienvenida a los alumnos, explicándoles las reglas correspondientes a cada turno, les dijo el horario de los recreos y el horario de cambio de turno. Le dijo que los alumnos salen de vacaciones, en invierno y en verano. Algunas que otras normas y entonces debía presentar a sus respectivos profesores.

 - Ahora, demos la bienvenida al quien será el supervisor de ambos turnos. – Un hombre de ojos azules y cabellos del mismo color, con pinta cowboy y un parche en el ojo izquierdo, se situó al lado del director. – Él es Yagari Toga, profesor de historia, ética y también el supervisor de la academia Cross.

 - ¡EHHH! ¡¿Otou-san?! –

Tanto Zero como Yuuki estaban sorprendidos. Yagari Toga, cazador y maestro de Zero y Yuuki. Esposo de Kaien Cross, por ende, el padre de ambos. No salían de su asombro. Su propio padre seria su supervisor, pero eso no les tenía que asombrar, si su “Madre” era el director de su propia academia.

“Esto sí que será interesante…”  Fue lo que Zero Kiryuu de dieciséis años pensó en ese instante.

Notas finales:

Gracias por leer!

Me gustaría saber ¿Esta historia les gusta?

Espero sus respuesta. 

Nos leemos luego.

Anna-chan


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