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Betta turquoise por Siri_Looper

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Notas del capitulo:

Resumen porque la autora es una floja y no actualiza hace meses ¡lo siento!

 

El capitán TOP y el Bigbang realizaban una tarea por encargo de la marina, llevar una carta a Growl. En el camino descubre que se trata de una trampa, Yang quería sacarlo de Nirilia para atacar su mansión y buscar su tesoro.  

 

Seung Hyun regresa a Nirilia, ahí encuentra su mansión quemada y a sus sirvientes en prisión, ahora debe rescatarlos, se enfrenta a Yang y descubre que este tiene encarcelados al a tripulación del Suju que habían desaparecido hace algún tiempo por las garras de Lee So Man.

 

Detalles importantes, no olvidar:

- Seung Hyun se asocia con otros barcos piratas que pretenden empezar una guerra con la marina.

- Seung y Ji Yong se aman, este último descubrió que el moreno no es humano, su piel sana con el agua de mar y los seres marinos parecen ayudarlo.

- Daesung estaba muy preocupado por una sirvienta llamada Lee Hi cuando se enteró que habían atacado la mansión. 

 

 

Yang era amarrado en su propia oficina, Daesung y Ji Yong lo maniataban mientras Seung Hyun miraba por los grandes ventanales de la habitación hacia el mar, allá estaban los cinco barcos piratas acercándose.

 

Después de escapar de Growl, mientras iba rumbo de vuelta a Nirilia, el Bigbang se volvió a encontrar con sus colegas piratas cuando hizo una parada en un puerto no oficial, allí los cinco capitanes llegaron a un acuerdo, ayudarían a Seung Hyun a escapar a cambio de Yang, la idea original era llevárselo con ellos y sacarle toda la información posible sobre lo que había pasado con la tripulación del Suju, si no sabía nada podían usarlo para extorsionar con una recompensa en información a la Marina. Pero si Yang no mentía y a quienes buscaban estaban prisioneros ahí mismo, debería reformular su plan ¿para qué quería llevarse al jefe de la marina si podía llevarse a sus amigos?

 

Dejaron al jefe de la marina atado en su oficina con la boca vendada y lo escondieron debajo de su gran escritorio, si tenían suerte lo encontrarían cuando los barcos ya estuvieran lejos de tierra.

 

— ¿Qué haremos? — pregunto Daesung a TOP, el plan era escapar con Yang mientras que SeungRi y Taeyang hacían lo mismo con los hermanos, pero los planes habían cambiado.

 

— Debemos ir a las mazmorras, si este maldito no miente y están ahí, no podemos dejarlos — estiro su mano y tomo firme la de Ji Yong, Dae afirmo con la cabeza, tomo su pistola y salieron con cautela de la oficina.

 

 

— — — — —

 

 

Mino bajaba unas oscuras escaleras aun disfrazado de guardia de la Marina, preguntó argumentando que era nuevo y aun no conocía bien el lugar, de esa forma logro encontrar las mazmorras, el lugar era muy frio, las paredes oscuras estaban húmedas y el olor a encierro a ratos se hacía insoportable.

 

Al terminar las escaleras se encontró en un pequeño pasillo, una puerta de metal al final y dos guardias frente a ella que parecían aburridos, jugaban a las cartas en una pequeña mesa de madera, levantaron la vista cuando vieron al moreno acercarse.

 

— ¿Quién eres? — pregunto el guardia que más rápido se levantó.

 

— Yang me envía… — respondió Mino sin pensarlo mucho — dice que ya pueden irse.

 

— ¿Solo uno? ¿Por qué? — hablo el mismo hombre incrédulo y con razón, las órdenes directas del jefe habían sido tener al menos dos guardias ahí todo el tiempo.

 

— Pueden irse — las manos de Mino sudaban y su corazón estaba acelerado — es lo que dijo, mi compañero viene en un minuto.

 

— Espera… — se acercó el segundo hombre quien lo miraba directamente a la cara — yo te conozco…

 

El hombre lo miraba a la cara tratando de recordar donde lo había visto antes, abrió grande los ojos cuando cayó en cuenta que lo había visto en la prisión hace un par de días, atrapado tras los barrotes de una celda, pero fue muy tarde para hacer algo al respecto un puñetazo fracturo su nariz antes de darse cuenta de que ocurría, dio varios pasos atrás mientras sentía la sangre caliente correr por su rostro y un tremendo dolor en la cara.

 

El otro hombre se lanzó sobre Mino al ver como golpeaba a su compañero, trato de inmovilizarlo, forcejearon un momento, cayeron al piso, el moreno estaba atrapado, su espalda contra el piso, el guardia más robusto y fuerte sobre él, paso todo en solo unos segundos. 

 

— ¡Maldito! — grito Mino tratando sacar al otro que se había acomodado a horcajadas sobre su estómago, fue callado con un golpe sobre su boca, en seguida se mareo y sintió en sabor de la sangre sobre su lengua.

 

— ¿Mino eres tú? — una vocecilla salió de detrás de la puerta de metal, Mino la escucho mientras recibía el segundo golpe.

 

Jin Woo, era la voz de Jin Woo, si estaba ahí, llamándolo, quizá estaba herido, necesitaba de su ayuda. Debía ganarle a ese sujeto para ver otra vez el rostro de su hermano, si no lo hacía todo acabaría en ese horrible lugar, jamás podría verlo de nuevo ni decirle las cosas que había comenzado a sentir por él. Por un segundo la imagen de Jin Woo sufriendo atravesó su mente y la rabia lo invadió, con una fuerza que no sabía que tenía y un grito furioso empujo al guardia de su pecho, el hombre se sorprendió y vacilo un momento, momento en el que Mino aprovecho para liberarse de su agarre y levantarse.

 

El guardia lo miro furioso, busco su espada, pero no estaba colgada en su cintura, su arma estaba descansando a un lado de la puerta de metal junto a la de su compañero, se las habían quitado cuando comenzaron a jugar a las cartas pensando que no pasaría nada en las mazmorras.

 

Mino empuño la espada robada que llevaba colgada a la cintura, pero no pudo sacarla de su estuche, unas manos lo atraparon por atrás inmovilizando, el otro guardia que se había recuperado del repentino golpe en la nariz.

 

El moreno no podía hacer mucho contra dos hombres, entro a un estado de seminconsciencia cuando comenzó a recibir fuertes puñetazos en el estómago, hubiese caído de no ser porque uno de sus oponentes lo tenía bien sujeto por debajo de los brazos. El joven comenzaba a cerrar los ojos, la voz de Jin Woo seguía escuchándose pero cada vez más lejos “¡¿Qué está pasando allí?! ¡Mino!” pensó que esa sería la última vez en oírla, pensó que se estaba muriendo cuando al fin los golpes cesaron y el agarre en su espalda desapareció, comenzó a desmayarse, su cuerpo caía de frente hacia el suelo, pero el golpe contra la superficie no llego, unos brazos lo atraparon apenas antes de desmayarse por completo, entre sueños alcanzo a ver un destello color turquesa hasta que finalmente perdió la conciencia.

 

Ji Yong y Daesung acabaron con los guardias, en treinta segundos ambos quedaron convertidos en cadáveres, uno de una estocada en el corazón y otro de una bala en el estómago. 

 

— ¡Mino! ¡Mino! — le decía Seung Hyun al desmayado sirviente entre sus manos, le daba débiles golpes en el rostro, pero este no reaccionaba.

 

— ¡Por favor que está pasando! — nuevos gritos de Jin Woo tras la puerta acompañados de sus golpes desesperados contra el metal.

 

— ¿¡Jin Woo!? ¿Eres tú? — pregunto Daesung.

 

— ¿Daesung? ¡Por Dios! ¡Estás vivo!

 

— Espera te sacaremos de ahí… — comenzó a buscar las llaves, miraba alrededor hasta que vio como Ji Yong sacaba un manojo de llaves de la cintura de uno de los cadáveres y se acercaba a la puerta.

 

Cuando la puerta fue abierta se encontraron con un Jin Woo despeinado y acalorado, su barbilla está cubierta por una muy ligera barba y sus ropas desordenadas y sucias por el piso de tierra de las mazmorras.

 

— ¡Ji Yong! — exclamo el joven pues fue lo primero que vio fue a verse liberado de su prisión. Se lanzó a sus hombros para darle un fuerte abrazo, aguantaba las lágrimas de felicidad al verlo con vida. 

 

— Jin Woo… — se acercó TOP por el pasillo, detrás de los otros dos.

 

— Señor Seung Hyun, está vivo también — se limpió con la manga un pequeño rastro de lágrimas de sus ojos — que felicidad… ¿Y Mino? Escuche su voz… ¡Mino!

 

Detrás de TOP, acostado en el pasillo, con la cabeza sobre la gabardina del capitán, Jin Woo vio a su hermano y corrió sin pensarlo en su dirección. Los tres piratas que quedaron cerca de la puerta pudieron verlo entonces, los hombres que habían estado detrás de Jin Woo, dentro de la celda, el capitán Leeteuk frente a ellos, su aspecto era deplorable, sus ropas sucias, una barba poca poblada en su rostro, pero a pesar de eso Seung Hyun sintió un escalofrió por la emoción.

 

Ser pirata era un trabajo arriesgado, TOP y el Bigbang podían congraciarse de sus años de trayectoria, pocos de los barcos más antiguos que él aún estaban navegando las aguas de forma libre, la mayoría había sucumbido ante la marina u otros gajes del oficio. Pero el capitán Leeteuk era diferente, había pasado por tanto y seguía firme guiando el Suju y por eso Seung Hyun lo admiraba, tenerlo en Nirilia y poder ayudarlo era un honor para él.

 

— Capitán TOP — dio algunos pasos adelante, a pesar de su apariencia mantenía la cabeza en alto — esto no me lo esperaba.

 

— Ni yo… — respondió Seung en casi un balbuceo, en seguida miro alrededor, en la espalda de su contraparte la tripulación del Suju miraba curiosa y atenta a la reacción de su jefe — están todos acá…

 

— Si — sonrió Leeteuk un poco avergonzado — Lee So Man nos pilló desprevenidos y hundió nuestro barco.

 

— Es una lástima, eso escuche, pero allá afuera hay refuerzos para llevarlos lejos…

 

— Déjame adivinar, Onew y Suho, esos niños jamás aprenderán — dio una pequeña carcajada orgulloso, recordó con cariño a quienes fueron sus aprendices alguna vez.

 

— También están los nuevos, el BTS y el GTO7, seguro se mueren por conocerte.

 

— ¿Es en serio? ¿Todos ellos están aquí? — Seung sonrió y afirmo con la cabeza — vaya… entonces supongo que saldremos de aquí al fin.

 

Leeteuk se dio la vuelta, le sonrió a su tripulación y ellos se relajaron, no conocían a TOP tan bien como su capitán, pero si el confiaba era suficiente para ellos. Jin Woo le explico a sus amigos que lo habían mandado ahí para cuidar a los cautivos, uno de ellos estaba enfermo, Yesung se la había pasado con fiebre durante mucho tiempo y no podían confiar en nadie para cuidarlo, tampoco dejar que muriera, las personas de la prisión encontraron una buena idea enviar como enfermero a Jin Woo, no podría hablar porque pronto sería ejecutado. Jin Woo cuido bien de Yesung, sanó su fiebre que había sido producto de la humedad de las mazmorras y sanó algunas heridas del resto, de esa misma forma logro despertar a Mino, los años sirviendo en la mansión le habían enseñado muchas cosas sobre medicina, levanto las piernas de Mino para que su sangre circulara y mientras el resto hablaba y planeaba el escape limpio las heridas de su rostro. Se alegró cuando al fin y muy lentamente el moreno abrió los ojos y esbozo una mueca de sonrisa casi entre sueños.

 

— Hola — dijo Mino solo consiente de lo hermoso que era Jin Woo, no se había dado cuenta hasta ese momento, justo en esos instantes su cabeza entumecida no pensaba en nada mas, aun ni siquiera recordaba que estaba en medio del cuartel de la marina a punto de escapar.

 

— ¿Cómo te sientes? — pregunto el mayor, se acomodó en el suelo y con cuidado tomo la cabeza de su hermano para posarla sobre su regazo, necesitaba hacer que terminara de despertar, pronto deberían pelear para salir de ahí.

 

Discutieron la forma de salir de ahí, los piratas estaban en clara desventaja, los tripulantes del Suju habían pasado bastante tiempo encerrados en las mazmorras, no estaban en las mejores condiciones para pelear y además estaban desarmados, solo Leeteuk y Siwon contaban con las espadas que les quitaron a los guardias muertos. El líder no quiso separa a los suyos y TOP estuvo de acuerdo, confiarían en el poder de su número, llamarían la atención escapando todos juntos, pero en caso de tener que pelar podrían defenderse unos con otros y quizá en el camino encontraran guardias a quienes quitarles las armas, también consideraron que la mayoría de la gente del fuerte estaría demasiado ocupada con el ataque de los cinco barcos que venían por el mar como para prestarle demasiada atención a su huida.

 

Fuera de las mazmorras recorrieron los pasillos en busca de la salida, Leeteuk vio de forma fugaz los barcos en el mar por una de las ventanas, ahí estaban el EXO y el SHINee a quienes les tenia especial cariño, también el Bigbang, el BTS y el GOT7, sintió escalofríos al ver los barcos juntos por un mismo objetivo, él ansiaba la guerra, ansiaba vengarse de la marina por el tiempo que lo obligaron a acatar sus órdenes y ese era el comienzo de la lucha.

 

Las cosas parecían ir bien, llegaron al patio del cuartel, este estaba rodeado de un muro de piedra y frente a ellos el gran portón abierto, una vez fuera debían conseguir botes y llegar hasta los barcos para escapar. Seung Hyun iba a la cabeza de la mano con Ji Yong, podía ver el borde del muro de piedra y sentir el aire del exterior acercarse por el pasillo.

 

— Esa es la salida — hablo TOP y acelero el paso, pero se detuvo en seco cuando llego al umbral de la gran puerta y tuvo visión del exterior.

 

El portón de salida estaba abierto, pero frente a él cerca de treinta hombres de la marina lo esperaban, armados con sus pistolas y espadas.

 

— Mierda — escucho Seung murmurar a Leeteuk a sus espaldas juntos con otros sonidos negativos.

 

Ji Yong estaba asustado, demasiadas emociones en tan corto tiempo, apretó con firmeza la mano de Seung, pero también apretó la empuñadura de su espada en la otra mano, estaba listo para pelear, su corazón estaba acelerado, pero quería luchar porque ahora era un pirata y tenía claro quiénes eran sus enemigos, sabía que era lo que debía defender.

 

— ¿Creíste que sería tan fácil? — una voz conocida entre la multitud, Yang, que había sido rescatado de su oficina, salió de entre los guardias, ellos abrieron paso para dejarlo pasar al frente, detrás de él caminaban otros guardias, arrastraban contra su voluntad a Taeyang, SeungRi, Yoon y Hoon, estaban prisioneros, amarrados de manos, no habían tenido suerte en su escape y habían sido capturados, ahora eran rehenes.

 

— Lo siento hermano — hablo Young Bae mirando a TOP a los ojos, este pudo ver la angustia en ellos.

 

— Entrégate o los matare, matare a cada uno de ellos y me asegurare de que lo veas — dijo Yang con odio en su voz.

 

— ¡No lo haga señor! — grito Yoon prisionero dispuesto a dar su vida por la libertad de su jefe, en seguida recibió un golpe del guardia que lo sostenía.

 

— Si me entrego ¿dejaras que todos se vayan? — pregunto Seung, recibió una mirada asesina de Ji a su lado, solo lo vio de reojo y lo ignoro, sabía que Ji lo odiaría por eso, pero no tenía opción, todas esas personas dependían de él, le habían dado su confianza y no podía traicionarlos.

 

— Claro, tienes mi palabra…

 

La palabra de Yang no valía nada, Seung lo sabía, no podía confiar en él, pero en ese momento no tenía muchas opciones, no podía pelear con tantos guardias y la única forma de salir de ahí era atravesando ese grupo de hombres armados. La única salida en ese momento era esa pequeña posibilidad de que Yang estuviera diciendo la verdad y dejara irse a todos a cambio de su persona.

 

Seung Hyun pensó un momento más sus posibilidades, miro alrededor en busca de mejores opciones, otras vías de escape, pero finalmente se rindió, no había nada que hacer, tiro su espada al suelo y dio un paso adelante, exclamaciones entre los otros piratas, todos diciéndolo que no lo hiciera. Quiso dar un nuevo paso en dirección a Yang, pero la mano de Ji Yong todavía lo sostenía.

 

— No — dijo fuerte y claro el castaño cuando el otro lo miro hacia atrás con ojos suplicantes para que lo soltara.

 

— Ji… por favor… no hay otra forma…

 

— No — repitió firme con ojos llenos de furia, hace tiempo que no veía esa expresión en su rostro, la ira centellante en sus orbes, la misma expresión que tenía aquella noche cuando se conocieron al bordo del Bigbang, pero esta vez era diferente, antes Ji no logro intimidarlo, era solo un burgués prisionero, pero ahora era su novio y Seung tenía miedo porque esa mirada le decía que el menor jamás le perdonaría lo que estaba haciendo.

 

— No lo hagas TOP, podemos pelear — escucho nuevamente la voz de Leeteuk detrás de él, lo miro y después a su tripulación, algunos parecían enfermos, otros cansados, todos demasiados delgados, no estaban en condiciones de una pelea, no al menos una de esas magnitudes, si peleaban, sin duda habría bajas.

 

Más voces diciéndole que no lo hiciera, pero ya había tomado la decisión, “no le tengo que pedir permiso a nadie” pensó de forma súbita y se soltó de un tirón repentino del agarre de Ji Yong.

 

— ¡Estúpido! — grito Ji lleno de rabia al verlo dar un nuevo paso en dirección a Yang.

 

— Suéltalos — dijo Seung sin avanzar, se refería al grupo de Taeyang.

 

Yang hizo una seña con la cabeza y los guardias soltaron a los prisioneros, Seung dio un nuevo paso adelante mientras que sus compañeros se alejaban de sus captores, estaban intercambiando lugares pues esos mismos hombres avanzaban para ahora para atrapar a TOP.

 

Ji Yong veía desde atrás sin saber qué hacer, tan solo en unos segundos vio como el amor de su vida se acercaba a una muerte segura, sintió un vacío en el estómago, no podía permitir que se lo arrebataran, menos tan pronto de haberse rendido a lo que sentía, el castaño apretó la empuñadura de su espada, la acomodo para prepararse a pelear, corrió junto a Seung dispuesto a matar a los guardias que iban a capturarlo, avanzaba, comenzó a alzar su espada, pero justo cuando estaba a solo un paso de ellos y cuando todo el mundo ya se había dado cuenta de lo que planeaba, el lugar se perdió entre polvo y ruido.

 

Ji Yong cayó al suelo, en seguida se sentó en la tierra y busco a Seung con la mirada, había polvo por todas partes y sombras mover entre el desastre, sus ojos picaban, un nuevo ruido se escuchó en el lugar, eran cañones, los barcos desde mar atacaban el fuerte, habían dado contra el muro que tenían cerca, los escombros volaron en el aire hiriendo a algunos guardias que estaban más cerca de él.

 

— ¡Seung! — gritaba Ji Yong buscando a su amado sin éxito.

 

— ¿Estas bien? — pregunto alguien que se agacho a su lado, era SeungRi, Ji solo le respondió moviendo la cabeza y siguió buscando.

 

El polvo comenzaba a disiparse, se escuchaban nuevos cañonazos chocar, pero parecían estar más lejos, Ji se levantó del suelo con su espada en la mano y al fin lo vio, a Seung Hyun junto a Leeteuk, ambos empuñando una espada, las dos apuntaban al mismo lugar, el cuello de un indefenso Yang, sus guardias estaban alrededor, no sabían que hacer, si debían atacar o no.

 

— ¡Déjalos irse! — grito Seung enfurecido y empujo la punta de su espada contra la piel del otro.

 

Yang le lanzo miradas llenas de odio, lo pensó algunos segundos y finalmente dio la orden para dejarlos salir del fuerte. Los subordinados de TOP y Leeteuk comenzaron a salir, a pasar entre los guardias sin quitarles la vista a sus líderes, también Ji Yong avanzo a la salida preparado para atacar de ser necesario, no le quitaba los ojos a TOP y este a su vez no dejaba de mirar a Yang con ojos enojados, solo fue un segundo de descuido, solo un pequeño instante cuando Seung desvió la mirada para asegurarse que su novio estuviera bien, sus miradas se cruzaron y el mayor vio la expresión de Ji cambiar a una terror, pero no fue lo suficientemente rápido, todo paso solo en tal solo unos segundos.

 

Yang saco un cuchillo de entre sus ropas, Seung miraba a Ji Yong, de reojo vio cómo su enemigo se movía peligrosamente, pero no alcanzo a hacer algo al respecto, tampoco Leeteuk porque estaba en el otro costado del hombre, Seung Hyun fue apuñalado en el estómago.

 

— ¡No! — grito Ji Yong y corrió en su dirección, vio como Seung daba un paso atrás confundido y caía sentado al piso entre los escombros, su espada quedo inerte en el suelo, el cuchillo de Yang goteaba sangre, el peli turquesa se llevó ambas manos al estómago y luego se las miro comprobando que estaban cubiertas de sangre.

 

— ¡Maldito bastardo! — grito Leeteuk, ponía mucho esfuerzo en contenerse y no atravesar a su enemigo, si querían salir de ahí debían ocupar a Yang, no podía matarlo, por lo menos no aun.

 

— ¡Seung, Seung Hyun…! — llego Ji a su lado, se agacho con él, tiro su espada en cualquier lado y miro la mancha de sangre en su ropa extenderse.

 

— Ji… — murmuro Seung con ojos angustiados como si pidiera disculpas.

 

— Shhh… — lo hizo callar el menor, no sabía qué hacer, solo atino a rajar las ropas del otro y mirar la herida, la sangre corría por la piel morena hasta el borde de su pantalón.

 

— Hay que llevarlo al agua — dijo Daesung que acababa de llegar a su lado con la respiración agitada.

 

— ¿Qué? — pregunto Ji, pero fue ignorado, Dae se acomodó, paso uno de los brazos de su amigo por sus propios hombros y lo levanto, Ji se movió rápido y se puso al otro costado para ayudar a parar al herido tomándolo del otro brazo, el capitán gimió de dolor cuando fue alzado de pie, sus piernas estaban débiles y no podía mantenerse bien, de no ser por los dos que los sostenían no hubiese podido pararse.

 

— El agua de mar puede sanarlo — dijo Daesung y comenzó a caminar hacia la salida del fuerte, los guardias solo miraban, su jefe aún estaba en peligro y además sentían cariño hacia el capitán TOP, todos esos guardias eran de Nirilia, sabían lo que el moreno había hecho por la ciudad, muchos de ellos solo obedecían ordenes contra su voluntad.

 

— Ji… Yong… — murmuraba Seung, estaba frágil por la pérdida de sangre y el dolor, su cabeza colgaba débil hacia un lado.

 

 — No hables, lo empeoraras… — dijo Ji esforzándose por mantener la calma, recordó en el Bigbang, como la herida en la mano de Seung sano al contacto con el agua del océano, además confiaba en Daesung, el parecía saber mejor que hacer.

 

Todos salieron del fuerte, el último fue Leeteuk que sostenía el cuello del Yang amenazándolo todo el tiempo con su espada, con la ayuda de Siwon y Donghae lo arrastraron contra su voluntad, podrían seguirlo usando de rehén hasta que llegaran a los barcos.

 

Seung Hyun estaba inconsciente, ahora su cuerpo colgaba entre su amigo y novio totalmente lacio, dejaba un camino de gotas de sangre entre la tierra, cerca había una pequeña playa, solo algunos metros de arena entre enormes rocas que separaban la tierra del océano.

 

— ¡Seung Hyun! — se alarmo Ji cuando se dio cuenta que el otro estaba inconsciente, talvez muerto, volvió a llamarlo más veces con la voz quebrada.

 

— Tranquilo Ji Yong, solo hay que llevarlo al agua… — Daesung mantenía la calma, pero estaba igual de asustado, sabía que su amigo podía sanar rápido, pero si llegaba a morir antes de llegar al mar no habría vuelta atrás.


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