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Bloodless por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola!!

El capitulo de hoy es un capitulo especial, en mas de un sentido. Es un narrador nuevo, por lo que hay una vision fresca de las cosas, o al menos eso espero. Despues tenemos que el capitulo es un salto de tiempo, un poco nada mas, asi que espero lo disfruten.

Días antes….


 


 Ser invisible… eso es algo que se hacer muy bien. No cualquiera puede hacerlo y si antes  era algo difícil ahora con lo que han cambiado las ciudades es realmente fácil seguir a alguien sin que lo note incluso para los humanos. Justo ahora…


— ¿puedes dejar de seguirme?   


— Soren me dijo que lo hiciera—  es muy aburrido solo seguir a alguien,  sin hablar y fingiendo que no estoy. ¿Cómo puedo hacerlo si de todos modos él sabe que existo?


— Eres una molestia— no me molestan sus palabras, Soren me las dice muy seguido. Nikolai, el chico que Soren me pidió que siguiera y mantuviera a salvo a como dé lugar. No me molesta hacerlo, si es por Soren yo haría cualquier cosa.


— ¿A dónde vas?


— ¿porque carajo tendría que decirte eso? no hará que me dejes de seguir ¿o sí?


— No— según el plan de Soren, es muy importante que este chico siga vivo. Al inicio me daba lo mismo seguirle o no, tampoco iba hablarle pero resulto ser interesante.  Ya tengo varios días que le sigo a donde va por las noches, hoy es la primera noche que no está realmente molesto.


— como quieras—  esta noche, camina hasta el hospital donde trabaja su padre— ya que estas aquí, sirve de algo y dime si viene alguien.


— ¿yo?


— tsk ¿Quién más? Claro que tu— es muy raro, y vaya que me he topado con humanos de lo más raros.  ¿Por qué sigue haciendo esto por su amigo? Robar sangre en un hospital para Drew… por la forma en que se comporta, no parece que sea de las personas que se preocupan por los demás.


— ¿No crees que es una actividad muy extraña para una cita?—  pregunto, entrando con él. No ocupo quedarme afuera.


— ¿una cita? ¿Con quién?— su tono es burlón. Yo sonrió también.


— soy tu novia ¿no?


—  no, Anna, no.


— soy Anya, que cruel eres.


— pff, bueno, entonces te llamare Ann, se me olvida tu nombre—  ¿Ann? Bueno, al menos se acerca un poco. No me importa tampoco que cambie mi nombre. ¿Por qué sigue haciendo esto por su amigo?  Lo entendería si fuera Drew quien hace esto.  Simplemente no entiendo a este chico.  


Casi no me habla, yo tengo que hablarle si quiero saber algo aunque es muy distinto preguntarle algo a que me  lo responda.  Le sigo sin más de regreso a la casa. Ese lugar es otra cosa increíble, es tan grande que fácilmente pueden vivir ahí una docena de personas, ¿será muy aburrido para él vivir aquí?   Niko es una persona extraña…  nunca habla con más humanos más de lo necesario, como he visto hacer a cientos. Si no le hablan él no les habla.  En casa, le veo jugar y sonreír con su mascota, justo ahora lo hace. ¿Qué tiene de especial ese animal?


— Anya— Soren me llama, desde la habitación aun escucho su voz.  Los humanos que hacen la limpieza aquí ni siquiera han sospechado que alguien más se esté quedando en casa.   Soren está ahí, sentado en la cama.


— ¿Qué?— y tal y como la primera vez que le vi, Soren parece un ángel.


— ¿noticias de nuestro amigo?


— No, ninguna desde la última— Soren. Ese vampiro que conocí hace tantos años.  Le debo mucho a Soren, que no podría pagárselo.


— entiendo. ¿Y cómo sigue nuestro otro amigo?


— ¿Niko? es raro, y no lo entiendo mucho. No es amable con nadie que no sea su perro, no habla con otros humanos más de lo necesario, y además…


— ah, ya lo sé pero no ocupamos preocuparnos por eso ¿no crees?  Mantenlo seguro, él es nuestro as bajo la manga si las cosas se arruinan— umm no me gusta que Soren diga esas cosas. 


Mi vida no inicio hasta que morí. Cuando desperté lo hice sola, aturdida y tenía a todo parís para mí.  Nunca conocí al vampiro que me creo, y si no morí en ese entonces es solo porque desperté con un instinto muy fuerte, sabía que hacer aunque nunca lo había hecho antes. Así pude vivir un par de años, ocultándome en los cementerios, en los rincones más sucios y abandonados que podía encontrar. Hasta que llego, como un ángel e inevitablemente me vi atraída por ese ángel tan inusual. Le seguí por días antes de que me notara, pero para entonces yo ya había visto que ese ángel era en realidad un demonio.  


— ¿A dónde vamos  hoy?


— ¿no puedo estar a solas?  Es asqueroso saber que me observas todo el tiempo— Niko hace un gesto de asco también. 


—  trabajo.


— claro, ¿Por qué no dejas de ser su perra y haces lo que quieras?


—  Esas palabras no son amables, esa no es la forma de dirigirse a una chica—  él parpadea, poniendo una mueca.


— Suenas como Drew— me dice, sigue caminando. Reconozco la dirección,  vamos a esa casa donde tocan. Me gusta poder pasear por las calles, fingiendo que aun soy humana— tu… ¿sabes que paso con Drew?


— umm, está bien. Le vi hace unos días, y seguía andando.


— Ese idiota… me sorprende que siga vivo— ¿Cómo es tan cruel con él? su amigo se desvive por él, es tan obvio como le atrae que me sorprende no se dé cuenta… bueno, eso no nos importa. Los otros humanos con los que toca son también amables, me agradan, me hablan como si fuera una humana. ¿Cuándo fue la última vez que yo tuve amigos?  Soren es la única persona constante con la que he hablado los últimos doscientos años.   “Los chicos de la banda” así los llama Niko, piden mi opinión, hacen bromas, y todos parecen felices, excepto Niko.


— ¿Por qué?— pero no me responde.


Eso es lo único que hace ese chico, no hace nada más.  Cuando está en la casa tampoco es muy amable, le he escuchado discutir con el hombre que es su padre. Todas las noches me quedo observándole, tratando de adivinar qué es lo que piensa Niko.


— hey, tu… ¿estás ahí cierto?— su voz me sorprende un poco, pues tiene rato acostado, dándome la espalda aunque no sabía que estaba ahí.  


— aquí estoy.


— umm… ¿Por qué sigues aquí?


—porque Soren me lo pidió.


— ah, sí, y siempre haces lo que dice. Que estupidez, de seguro tienes otras cosas mejores que hacer.


— en realidad no.


—… si Drew hace lo que le  dijo el idiota ese, ¿de verdad estará bien?— pregunta, después de un largo rato de silencio.


— Soren nunca se equivoca, estará bien.


— Creo que fue una mala idea aceptar eso— oh, él no sabe porque fue todo esto. En realidad Soren no le dejo otra opción al otro chico y no se lo puedo decir, no se lo diré porque puede complicar las cosas.


— ¿estás preocupado por Drew?


— No— sonrió. Los humanos no tienen idea de lo fácil que es leerlos, saber que piensan.


— oooh, pues preguntas mucho para no estar preocupado. Si estas preocupado no tienes que ocultarlo, está bien que lo hagas.


— No estoy preocupado— gruñe.


—  es normal que los humanos se preocupen por las personas que son cercanas a ellos, si quieres puedo intentar averiguar más sobre Drew.


— que no estoy preocupado por ese marica— me dice, lanzando una almohada a donde cree que estoy, pero en realidad da muy lejos. Me mira molesto desde la cama.


—  bueno, entonces no—  ¿entonces si está preocupado? Que interesante— si te sirve, no está ahí solo por eso, para un vampiro es importante poder valerse por sí mismo y él bueno…


— Es un inútil, lo sé— y una sonrisita aparece en su rostro. ¿Acaso esta triste? No, más bien me parece que extraña a Drew. Umm,  si… solo le he visto hablar realmente con él, ¿está resintiendo entonces que no está? Eso pondría de mal humor a cualquiera ¿tanto le hace falta la presencia de Drew?


— puedo ser su reemplazo si quieres.


— ¿Qué?


— por nuestra culpa él no está, si quieres puedes hacer lo que hacías con él conmigo, de todos modos tengo que seguirte a todos lados.


—  Eso es una mierda— me dice, acostándose de nuevo— ni siquiera eres un chico.


— ah, entonces es cierto que no sabes tratar con las chicas.


— cállate, mejor cuéntame más sobre vampiros— ¿debería? En todos lados está prohibido contarles a los humanos sobre nosotros, no conozco a nadie que lo haya hecho y que después siguiera vivo.  Pero este chico ya lo sabe, Drew le ha demostrado nuestra existencia.


— ¿Qué quieres saber?


— lo que sea. No puedo dormir, y Drew no ha sido de mucha ayuda. Dijo que habías vivido muchos años, cuéntame de eso—  sé que Soren está escuchando, y como no me dice nada, me pongo a hablarle de cómo me convertí y de lo que hacemos todos los vampiros, hasta que me doy cuenta de que se ha dormido, ya casi al amanecer.


— Anya, ven—  me levanto de donde estaba, siguiendo la voz de Soren— ¿Qué fue eso?


— no lo sé. Pensé que no te molestaría.


— No me molesta, pero creí que no le agradábamos a Niko—  más bien tu no le agradas.


—Solo hice lo mismo que contigo, le seguí a donde sea—  al final termina acostumbrándose a mi presencia.  ¿Debería decirle lo que pienso?  Aunque creo que él ya lo sabe.


— eso siempre funciona.


— Soren ¿Por qué no dejas esto?— pregunto otra vez. ¿Por qué no quiere solo olvidarlo y seguir?  Ponerse en peligro por algo como eso, no vale la pena.  Bien podríamos irnos a un lugar lejano donde no haya nadie, donde podamos pasar desapercibidos.


— eso no pasara Anya.


— si lo que te preocupa es ese chico, puedo sacarlo de aquí también.


— eso no me importa. ¿Aun sigues con eso? estoy más cerca que nunca de lograrlo ¿Por qué detenerme?—  es inútil disuadir a Soren.


— Entiendo— hace mucho que sé que por más que Soren parezca un ángel, en realidad es lo más alejado a uno que pueda parecer— ¿puedo dormir contigo?


— sí, si— un demonio, eso fue lo que vi en sus ojos la primera vez que le encontré sobre el cuerpo de algún infortunado humano. Cada que observo sus ojos, no encuentro nada más que eso, y aun así me da tanta tranquilidad.


Cuando vuelve la noche, encuentro a Niko en la sala, abrochando las cintas de sus botas. Mishka está a un lado suyo, moviendo la cola mientras me ve acercarme.


—  ah, eres tú. ¿Por qué no te gruñe? A Drew no lo podía ver después de que se convirtió.


— porque se ocultar mi instinto, no le dejo saber que soy peligrosa. ¿A dónde iremos hoy?


—  Hoy tengo concierto— le sigo a la calle. Este algo nublado hoy— ¿vas a seguirme con esas ropas?


— ¿Está mal?— observo mi blusa amarilla, mi falda blanca y los zapatos negros.


— Es un concierto de rock, dímelo tu— no sé nada del rock que no sea el ruido que hace y eso porque he estado acudiendo a los ensayos.


— ¿Debería vestirme como Carol entonces?—  él sonríe, negando.


— es demasiado, consigue alguna camisa negra de camino— una camisa negra, es fácil de conseguir. Adelanto unos pasos a Niko cuando pasamos por el centro, entrando a una tienda. Sería fácil robar una de cualquier lado, hoy quiero ser más humana que de costumbre.


— ¿Esta te parece bien?— le digo mostrándole la que tome, cuando ya estoy en la fila. Al parecer es una tienda barata y está llena de humanos.


— en realidad no, pero es mejor a comparación de esas mierdas.


— abusas mucho de las groserías ¿lo has notado?


— Vete al diablo— me dice,  dejándome para ir a ver la tienda. Creo que los  demás humanos no soportan a Niko, y Niko no soporta a  otros humanos— lleva estos también.


— ¿Qué es?— pregunto, viendo los dos tiras negras sobre la camisa que deje en el mostrador.


—  Lo que sea—  dice, y él paga todo. Parece que no es tan inexperto con estos temas— solo póntelos, que ya se hizo tarde—  o tal  vez no tanto.


— ¿De verdad nunca has tratado con una chica?—  lo que Niko me dejo en el mostrador es un par de listones negros, que ato en  mi cabello haciendo dos mechones.


— Sí, pero no me interesa—   la música que hace Niko con su banda es muy distinta a la que he escuchado, sí, he escuchado antes rock pero no sé, verlo de frente lo hace diferente.  La música siempre me ha gustado. Cuando llego al concierto, me doy cuenta de que mi anterior blusa no encajaba con este lugar. Todo es tan distinto en este lugar, nadie sospecha que podría ser el último día de su vida si quisiera. El ruido es atronador, el calor solo aumenta hasta que termina.  


— oye, chica ¿Qué tal estuvo?


— excelente, me gustó mucho— eso verdad, es fácil olvidarse de todo estando aquí.


— Oye, Niko ¿A dónde vas?— grita la chica, Carol.


— A casa— todos están eufóricos aquí, puedo olerlo— tengo que llevarla a ella— dice, señalándome. ¿Ah? ¿A mí?— vamos Ann.


— Voy—  le sigo a la salida por la parte de atrás— ¿desde cuando tienes que llevarme?


— ya me quería ir, sirve de algo al menos.


— eso no es muy amable.


— ¿Y? no te daré las gracias—  las calles son silenciosas después del concierto.  Al parecer, este concierto solo es un ensayo para otro más grande que será pronto.


— no las quería de todos modos.


—… ¿de verdad te gusto el concierto?


— sí. Es muy diferente a lo que conocía, y mira que es mucho.


— eres como Drew, ninguno conoce sobre esto, en realidad somos una mierda tocando— hay una sonrisa en sus labios. Tiene razón, yo no conozco mucho sobre esto.


— gracias por la ropa.


— solo porque todos saben que vienes conmigo, sería una jodida vergüenza que llegaras así.


— ¿tú compones canciones?


— A veces—  ¿ya se acostumbró a mí? Entonces si se siente solitario, le falta Drew y no digo que tenga un interés romántico en él.


— ¿Puedes hacerme una canción?— pregunto cuando llegamos a la casa. Soren no está, debió salir a cazar esta noche, huele aun el tinte  que uso para teñir su cabello.


— ¿ah? Estás loca— se burla, acariciando al perro.


— ¿Por qué no? me gustan las canciones— quizá no sea el único que se siente solo.


— no hago canciones así, y solo escribo acordes, no letra.


— no importa.


— a lo mejor algún día.


— ¿lo prometes?


— si… hey, Ann ¿recuerdas que dije que no extrañaba a Drew?


— sí.


— pues mentí, le extraño un poco… siempre venía a los conciertos, aunque no entendía ni un carajo— su voz suena un poco nostálgica.  


— ¿lo ves? No fue tan difícil admitirlo.


— tsk, por eso nunca digo nada. ¿Vas a darme una terapia o qué?—  y de nuevo, está molesto.


— No, pero ya te había dicho que podías hablar conmigo como si fuera Drew.


— eso es una gran mierda. Si insistes con eso, te golpeare aunque seas una chica— desde entonces, hablamos un poco más cada noche. Más bien, yo le contaba y le hacía preguntas. Niko me agrada, es peculiar para ser un humano y puedo ver porque Drew esta tan enamorado de él: detrás de esa apariencia de chico malo, Niko no es más que un humano normal que necesita de otras personas.


— ¿Anya? ¿Y Niko?


— ya se ha dormido, lo hizo otra vez esta noche— le digo, acomodándome mejor a un lado de Soren. Falta mucho para que amanezca.


— Odio estar sin hacer nada—  dice, suspirando— me siento muy inútil.


— No eres inútil— le digo, Soren no es nada inútil.  Soren fue el primer vampiro real que vi, del que aprendí en serio más cosas que nunca.   Soren era indescriptible, hermoso como ningún otro hubiera visto, educado… y un vampiro terrible, capaz de asesinar sin compasión.  Yo ya había querido morir en varias ocasiones, me aterraba salir del lugar donde habitaba, no aspiraba a más, no conocía otra forma de vivir que la de ser un inmundo espectro de la noche, y él me mostro que podía ser otra cosa, alguien tan bello como él… quise seguirle desde entonces.   


— gracias.


—… ¿Soren?


— ¿Sí?— dudo unos momentos. Sé que no le gusta que hable de estas cosas, pero tengo que insistir, todo esto no terminara bien si las cosas siguen como van, no puedo ver el futuro pero no lo ocupo.


— ¿podemos detener esto? no te gusta como son las cosas aquí, podemos ir al otro lado del mar, a las américas ¿aún lo recuerdas? El sueño americano de los humanos, podemos ir allá, o a oriente, escuche que haya no hay clanes, podemos vivir como si nada hubiera pasado, por favor.


—… ah, ¿no vas a detenerte, cierto? está  bien, cuando terminemos con esto—  me dice, y por primera vez en mucho tiempo, sonrió de verdad.


— ¿¡Lo prometes?!


— Si, como digas— me dice, tomando uno de los listones que Niko me compro— ¿y estos?


— un regalo. Soren, hare todo lo que se ocupe para acabar rápido esto—  él me sonríe, amo su sonrisa, me gusta verle feliz.  Ah, por fin… todo estará bien pronto, confió en que Soren termine esto bien, sus planes son perfectos y lleva muchos años esperando este momento, no podría solo arrebatarle ese placer.


— confió en ti, Anya— me dice, mi propio demonio de ojos violetas.


 ¿Pero que no acaso los demonios fueron ángeles alguna vez?  

Notas finales:

Debo hacer una confesion: es la primera vez que escribo algo narrado desde el punto de vista de una mujer. XD supongo que algun dia tenia que pasar, fue extraño. Tambien ha sido lo mas hetero que he escrito... meh, quiza algun dia.


En fin, despues de eso, espero que les gustara el capitulo ^.^ Nos leemos la proxima semana.


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