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Bloodless por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Queridos lectores:

El siguiente capítulo contiene escenas de abuso de sustancias. No estoy de acuerdo con el uso de ellas, y este capitulo no es para alentar o estar de acuerdo con su consumo.

 

Aclarado eso, gracias a la persona que me ha enviado un mail al correo, es la primera vez que pasa y en serio lo agradezco de todo corazon.

 

¿Aún no es demasiado tarde para salir a plena luz del sol? No puedo creer que en serio haya hecho eso… sigo de pie en el mismo lugar donde Niko me dejo.  


No puedo creer que lo hice…. Lo hice... el sabor de la sangre de Niko sigue en mi boca. Ah, qué mal suena eso. Empeore por completo la situación entre nosotros, si Niko me detestaba  por haberme enamorado de él, ahora me va odiar… no, no me va, me odia.  Y no tengo manera alguna de explicar lo que paso,  ni yo mismo se porque lo hice.


Pero me gusto.


Soy una horrible persona. Siento que no falta mucho para que salga el sol, soy demasiado cobarde como para quedarme aquí, aunque Niko me odie y posiblemente quiera matarme él mismo. Quizá le deje hacerlo solo para hacerle feliz ¿Cuántas puñaladas se ocupan para que me perdone?


Arg, Drew deja de pensar tonterías. Suspiro, caminando al departamento que me rentan. No pienso ir a la casa de Niko hoy, o definitivamente moriré. No, no puedo ir ahí tampoco…  Soren anda por ahí. Creo que es hora de regresar a los túneles. Espero que al menos ahí las cosas no estén tan mal.


— Oye, Drew ¿Dónde te metiste?— Gabriel es el primero que me ve.


— por ahí…— siendo el vampiro más horrible del universo entero.


— menos mal, Isolde esta como loca pensando que quizá te habías encontrado a esos vampiros que andan rondando últimamente.


— ¿ah sí?— puedo imaginar de quienes se tratan— bueno, pues no lo hice. Solo… no tenía ganas de estar por aquí— me deprime estar aquí. Este lugar y yo no somos buena combinación, menos con lo que acabo de hacer. Pensándolo mejor, es el lugar perfecto para pasar los próximos doscientos años.


—  ¡Tu!— algo me comprime con fuerza, tanta que las heridas que me hizo Soren duelen un poco— ¿Dónde te metiste?


— Lo siento— murmuro desganado.  Isolde me suelta, retirando su cabello de la cara. Cometí muchos errores estos últimos días ¿Cuántos días ocupas para echar tu vida a la mierda? Dos al parecer.


— ¿paso algo?


— no.


— ¿Tienes idea de lo peligroso que es encontrarte con un vampiro que no sigue las reglas?— ¿Qué, ahora todo mundo está molesto conmigo? me lo merezco.


— No, no lo sé— si lo sé, pero no puedo decírselo— estuve en un lugar solo, no me acerque a nadie— miento. Mentir es algo que últimamente he mejorado. Ojala pudiera mentirle a Niko. Niko… pensar en él hace que me den ganas de llorar.


— hey ¿Qué pasa?— las manos de Isolde me obligan a mirarla. Ahora mismo podría contarle todo por la forma en que me mira.  ¿Cómo puedo traicionar a estas personas? Solo me dan más ganas de llorar.


— Nada—  digo, apenas con un tono débil. No creo que convenciera a nadie, incluso Gabriel me mira con curiosidad.


— Drew…— pasa que no quiero hacer nada para que esto sea destruido y quien me obligo a hacer esto le dijo a mi mejor amigo que me gustaba, por si fuera poco le mordí cuando discutíamos. Que mierda.


— Todos tenemos que ir al centro— Lorraine llega por uno de los pasillos. ¿Qué?  No me gustan las caras que ponen los demás.


— ¿Qué pasa?— esta vez soy yo quien pregunta.


— Rápido, antes de que salga el sol— me veo arrastrado por Isolde. Ya casi todos están aquí, creo. La única vez que he visto a todos reunidos fue el día de mi bienvenida.  Da igual, Niko me odia, pase lo que pase. ¿Aun puedo morirme?


— ¿Qué tanto estas murmurando?— me susurra Isolde.


— Nada—  no alcanzo a ver lo que hay adelante, en el centro.  Y entonces escucho un alboroto, alguien está gritando. ¿Es un vampiro? No suena a humano.  Donovan entra, entre él y otro sujetan a un vampiro, no recuerdo haber hablado con él antes. Es quien gritaba, creo… un gemido me hace ver entonces lo que no había visto cuando llegue.


En el centro hay una chica, una humana de cabello color castaño. Me recuerda un poco a Anya… un momento…


— ah, que tonto— susurra Isolde otra vez. Hay más murmullos.


— ¿Qué? ¿Qué pasa?— Gast entra en ese momento, y todos se quedan callados, a excepción de la chica, que hipa levemente ¿ha estado llorando toda la noche?    


— Desobediencia— su voz suena clara— Se ha roto una de las reglas más importantes para nosotros— los murmullos vuelven a subir— se le ha revelado a esta humana nuestra existencia— un débil gemido sale de la chica.


Oh, mierda… esto es… esto es…


— En serio es un tonto— Lorraine está al otro lado mío.


— Los humanos no pueden saber de nosotros— continúa Gast— y es  por eso que esta noche, se aplicara el castigo por eso— se gira hacia el vampiro que tienen sujeto— ¿lo entiendes, verdad? Es por el bien de todos— le veo girar la cara y cerrar los ojos. Gast hace una seña. Los vampiros de adelante van hacia la chica… yo doy pasos hacia atrás, quiero vomitar. Voy a vomitar.


Salgo corriendo,  pero aun así alcanzo a escuchar el grito agudo de la chica.  Joder, joder, joder…. ¿¡Eso le hacen entonces a los humanos que saben!? Mierda… esto no es un castigo solamente, también una advertencia.  Y Niko… dios, Niko… me tengo que sujetar de una pared para no caerme. Estoy agitado, y dando arcadas pero sin llegar a vomitar.


Eso es asqueroso, aterrador…. ¿permiten tal atrocidad? ¿Ellos no pueden sentir algo por nadie entonces?  Si ese vampiro quería a la chica… ¿¡porque no dijo nada?! Pudo irse, huir con ella…


— Drew… oh chico— alguien me pone la mano en el hombro— tranquilo.


— ella… ella esta.


— sí.


— ¿Por qué…? no les iba hacer daño… ella…


— Drew, hay reglas muy estrictas. Contarle a un humano es la mayor de las blasfemias contra el grupo— el grupo, el grupo ¡A mí no me importa el grupo,  me importa Niko!


— Isolde, pero ¿Por qué?


— ya lo entenderás. Por favor, ten cuidado con no romper las reglas, aunque el castigo es para ella en esta ocasión, él también estará castigado.


— No es justo— balbuceo.


— aun eres muy humano, Drew. Shh, cálmate— me abraza, como si fuera mi madre. También la abrazo. Esto es horrible, si sigo así, también Niko… Niko también está ahí— todo está bien.


— no, no lo está— le digo.


No sé cómo llegue a mi cuarto esa noche, ni recuerdo haberme quedado dormido por el día. Tengo pesadillas sobre eso, sobre Niko siendo llevado en ese lugar.  Me dan ganas de no volver a dormir jamás.


Es temprano cuando despierto. ¿Tiene que ver con las pesadillas? No lo sé, solo quiero ir con Niko, hablar con él para arreglar todo,  para contarle lo que paso y decirle que lo mejor es que ya no nos veamos. Quizá por un tiempo, no lo sé. Creo que él no querrá verme nunca más, así que es el mejor momento para alejarme… aunque eso duela más que cualquier golpe que me dieran.


Lo mejor ¿eh? A veces lo mejor no es lo que uno quiere. Niko estará muy feliz de que ya no nos veamos, eso lo sé. ¿Podré soportarlo? Sinceramente no lo sé. Niko era lo único que me hacía soportar esto, alguien en quien podía confiar, mi refugio cuando todo lo demás salía mal.  No quiero dejar a Niko, pero lo que pasó anoche… Soren nunca dijo tal cosa nunca.


No me sorprende que Niko no esté en casa. Tampoco está en el hospital. Ah, ya sabía yo que sería difícil, pero vamos… ni siquiera Anya aparece para decirme donde está. ¿No se lo habrán llevado ya, cierto? no… hubieran venido por mí, como con ese otro vampiro.  ¿Quizá Soren? No, el tampoco dejaría la oportunidad de echármelo en cara.  ¿A lo mejor tuvo ensayo? No le deje ir la semana pasada.  Cuando llego a la cada donde ensayan, no hay nadie.  Dios, estoy comenzando a preocuparme.


Esta vez no corro como loco por toda la ciudad, o casi, pero ando con más cuidado. Sé que no pudo irse, porque escuche a Mishka en casa y Niko jamás se iría sin su perro. ¿Dónde estás? Escucho algunas risas, y luego su voz… ¿pero qué…? Estoy bastante lejos de su casa… y el lugar es horrible.  Hay cuatro personas en lo que parece un viejo parque, aunque está seco y no hay juegos infantiles. Niko está entre ellos.   


— ¿Niko?—  me acerco, él voltea y sonríe. Sonríe, una sonrisa de verdad.


— ¿De verdad estas aquí?— suena tan… alegre.  ¿Qué mierda está pasando?


— Niko…— me interrumpo. El aire sopla y me lleva el conocido olor de Niko, y algo más— ¿Niko? Arg, pero que idiota— murmuro. Conozco el olor, me recuerda ese primer centro nocturno al que fui con Donovan— ¿Qué hiciste?— mi voz suena dura. No puedo creer que Niko en serio, en serio fuera capaz de usar drogas.


— no te entiendo.


— olvídalo. Vamos— le tomo con fuerza del antebrazo. Ni siquiera ver un parche debajo del collar, justo donde le mordí anoche, me hace sentir mal. Pero que idiota… ¿en serio? Arg, sí que jamás entenderé a Niko.


—Oye, no quiero— si hace un intento por resistirse no lo noto.


— hey, él no quiere irse— uno de los que está con Niko intenta hacer que lo suelte, le doy un empujón que le hace caer al suelo.


— Nos vamos— gruño, jalando a Niko comienzo a caminar.


— espera…


— cállate, Niko, solo cállate porque no sé qué hare si me haces enojar mas— Niko solo emite un quejido. ¿Puede ser más tonto? Realmente estoy molesto. Como cuando mi hermana estropeo mi libro favorito, pero esto es peor. No hablamos en todo el camino, y eso que está lejos. Niko se tropieza de vez en cuando porque voy muy rápido para un humano, pero yo solo sigo caminando. Después de todo lo que paso, solo esto faltaba.  No hay nadie en casa de Niko, pero eso no es raro.


— Mishka— llama Niko, el perro salta a nuestro lado mientras le obligo a subir las escaleras. Cierro la puerta, dejando al perro fuera. Sé que no tiene la culpa, pero no quiero que vuelva a tenerme miedo— ¿Qué te pasa?— le obligo a sentarse en la cama.


¿Qué te pasa a ti?— suelto. La voz de Niko no tiene ni un asomo de su habitual burla,  su mirada es relajada, nada de enojo, indiferencia ni nada.  Esto me da más miedo que verle normalmente.  Y también me enoja.


— nada, no me pasa nada— y ríe bobamente.  Su risa me hace enojar más. Escucho un sonido plástico cuando Niko se mueve. Casi de inmediato encuentro en la bolsa de su chaqueta otra bolsita plástica con pastillas amarillas.  ¡Por favor! Con un gruñido me dirijo al baño— Drew ¿Qué haces? No hagas eso— Niko me sigue con la mirada cuando tiro todo al inodoro y bajo la palanca— ah, allá va la felicidad.


— si no cierras la boca, en serio te voy a golpear… ¿Por qué tienes que ser tan idiota?


— Idiota… si, quizá lo sea— murmura otras cosas y de pronto se pone a cantar en ruso ¿Rusia tiene himno nacional?


— ¿Desde cuándo haces esto?— pregunto, cruzado de brazos delante de él. Porque de algún modo sé que no es la primera vez que lo hace.


— No me acuerdo…— y sigue cantando.


— Niko…— ah, no tiene caso— quédate quieto— le digo. Aunque estoy molesto, lo mejor será dejar a Niko cómodo. No tengo idea de que  mierda fue lo que tomo ni cuánto va durar. Me inclino para quitarle la chaqueta, no hay nada de especial ni romántico en esto. Sus brazos me rodean el cuello y de pronto su cara está muy cerca de la mía.


— quieres besarme ¿cierto?— cierro los ojos, suspirando con un cansancio que no siento. Con algo más de fuerza tomo las manos de Niko y le regreso a la cama.


— sí, quiero besarte pero no cuando estas drogado.


— cobarde…— murmura— tampoco puedes golpearme, a nadie en realidad— le ignoro, comenzando a desatarle una de las botas. ¿Qué clase de nudo es este? Forcejeo un rato, furioso contra las agujetas— ¿sabes? siempre digo que eres un cobarde, pero yo también lo soy.


— Solo duérmete ya—  espeto notando que de hecho, tiene cara de que se dormirá en cualquier momento.


— odio mi vida, odio vivir aquí. Ya no quiero estar vivo, y mira, aquí sigo. No tengo el valor para matarme.


— oh, por favor Niko ¿Qué tonterías estas diciendo?— refunfuño, aventando la bota que me faltaba— es increíble, odias tanto tu vida y escogiste la peor salida que pudo existir— otra risa. No es nada divertido.


— ¿tú crees?


— eres un completo idiota. Cualquier otra opción es mejor, Niko.


— ¿si? A mí me parece una buena opción, se siente bien—  yo solo gruño. Esto es algo que jamás pensé ver, hubo cientos de rumores en la escuela sobre que Niko hacia estas cosas, los recuerdo bien y también recuerdo que nunca les creí. Niko me parecía demasiado fuerte, genial, como para hacer esas cosas. Y ahora, me siento muy desilusionado de  Niko. No creo que se recupere de aquí a mañana, pienso en todas las veces que llego a faltar a la escuela. ¿Fue por esto?


— Tú eres mejor que esto Niko— le digo, un poco más calmado. Me inclino para quitarle el collar, mis ojos se enfocan en el parche que cubre mi mordida.


— ¿y que querías que hiciera? Mi mejor amigo está enamorado de mí, y por si fuera poco me muerde ¿Qué quieras que hiciera con eso? hay cosas con las que solo no puedo lidiar.


— no te atrevas a culparme por esto—  le gruño de nuevo.


— que pesado.


— esto es una mierda.


— otra vez dijiste mierda. No te queda usar esas palabras— dice, mirándome. Este no es mi Niko. Cierro los ojos, dios, necesito paciencia.


— ¿Por qué no llevabas tu collar anoche? Dijiste que te ayudaba para que no te mordieran— si lo hubiera llevado, tal vez me habría detenido.


— hacía mucho calor, lo deje aquí. No creí que fueras a buscarme.


—Que estupendo— murmuro con sarcasmo— ¿Qué voy hacer contigo?— murmuro para mí, frotándome la cara con frustración. Sé que él lo seguirá haciendo, seguirá tomando estas cosas.  Niko comienza a cantar de nuevo.


¿Cuánto tardara en volver a conseguir esas cosas? No mucho por lo que aprendí en la escuela de cómo se manejan estas cosas. Niko no puede estar solo, pasa mucho tiempo solo, eso es malo para cualquiera.


— quita esa cara, no es feliz.


— no estoy precisamente feliz, Alekseev—  me mira, ladeando la cabeza y parpadeando con curiosidad.


— ¿Por qué me llamas así?— de no ser porque tengo miedo de hacerle demasiado daño por no medir mi fuerza, hace un buen rato que le habría golpeado. Ni siquiera pensar en la sangre o la sed me hace distraerme.  Soren, los vampiros de los túneles, nada importa más que Niko.


— porque estoy molesto. Tú me haces enojar— él sonríe, y se deja caer en la almohada— no sé qué es tan divertido. 


— todo es divertido. Estoy feliz.


— No, tú no estás feliz, estás drogado— le regaño, pero el solo gira en la cama, acomodándose mejor.


— Es lo mismo— le veo bostezar. Pero que tonto e idiota eres, Niko— en serio, no quiero seguir vivo— me quedo sin decir nada. Pienso en la chica humana, en el vampiro que no hizo nada para impedir que la mataran. También pienso en las palabras de Isolde, de hace varios días. Los humanos mueren, mueren a cada minuto que pasa. 


Niko va a morir. Siento que me he congelado mirándolo. Si sigue usando esas cosas posiblemente muera mucho antes. Niko…


— ¿no quieres tu vida?


— no.


— Entonces… entonces dámela— sus ojos me enfocan con dificultad— si no quieres tu vida, entonces dámela y yo me hare cargo de ella.


— No entiendo— balbucea— pero haz lo que quieras, ya me da igual. Nada puede ser peor que esto— suspiro, acostándome a su lado en la cama. No puedo estar muy molesto con Niko, jamás podría enojarme realmente con Niko, me enoja lo que hace. Le abrazo— estas frio— me dice, su voz soñolienta, pero se acurruca contra mí.


— Eres realmente un tonto—  suspiro. No tarda mucho en quedarse dormido, lo sé cuándo su respiración se vuelve calmada.  Ya no puedo perderlo de vista.


Me levanto. El reloj marca las dos y algo de la mañana. Solo unas horas, sé que Niko no va a despertar, y tengo algo que hacer. Siento que algo ya no es igual en mí, y no me importa.  Nada importa excepto Niko.  Así que me dirijo con una decisión que no había tenido jamás a la casa donde Soren esta. Conozco el camino. No me encuentro con anda inusual  en el camino.  


Con todo esto, solo he llegado a una conclusión. Abro la puerta con más fuerza de la que quiero, pero me da igual. Dentro están los tres, Soren, Anya y el  otro vampiro pelirrojo.   Soren está sentado frente a mí, usando la silla como si fuera una especie de trono, sus dedos entrelazados delante de él, los codos apoyados en sus rodillas. Anya se levanta del suelo, pero antes de que ninguno diga nada, me detengo, mirando Soren a los ojos.


— Lo que sea— los ojos de Soren brillan— hare lo que sea, te diré todo— lo siento, lo siento mucho por todos los vampiros de los túneles. Los siento, Isolde, pero esto es más importante, Niko es más importante— te diré todo y seguiremos con tu plan, pero… dame a Niko. Convierte a Niko para mí—  porque Niko va a morir, Niko no quiere su vida, Niko me dio su vida y la única forma en que puedo cuidarle para siempre es si él tampoco puede morir.  La única forma de que no muera es que se vuelva como yo, como Soren, como Anya... me da lo mismo si es egoísta, si soy una mala persona. Niko me dio su vida, entonces que se aguante.


Soren sonríe. Los colmillos relucen en su sonrisa. 

Notas finales:

 

Gracias por leer, espero que les haya gustado a pesar del contenido y despeje un poco de las dudas que podrian quedar. Si alguien se siente ofendido por lo aquí escrito, lo siento de verdad, no es mi intención al escribir, y de hecho mi intencion es mostrar lo contrario. 

Gracias por leer.


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