- PREFACIO -
"Hace mucho tiempo, en un lugar donde las historias de magia y criaturas sobre naturales se han olvidado entre las memorias del tiempo....
Existía un mundo que era nutrido por la santalita, un enorme cristal mágico que alimentaba con su aura la vida del mismo, siendo custodiado por la diosa Etro quien era su protectora y usuaria, una deidad con inmensa compasión además de generosidad, velaba por los humanos, ayudándoles en sus penas así como en sus alegrías, Hacia que el día y la noche se hicieran presentes, purificaba las almas cuando debían partir al otro lado así como encontrar el camino hacia su nueva vida...
Durante siglos aquel mundo vivió en paz siendo testigo de una prosperidad como ninguna otra hasta que... Etro desapareció.
Etro vigilaba el mundo que protegía desde su trono, la ciudad de cristal, el Valhalla... Una tierra que solo los dioses podían pisar y morar.
Cada alma que era purificada debía dejar la oscuridad con la cual había vivido hasta su muerte en aquel sagrado lugar antes de ser perdonada y tuviese la oportunidad de renacer de nuevo pero, tal oscuridad y pena llego a un punto que el Valhalla no pudo contener del todo, aun cuando la misma Etro intento con todo su poder hacerlo...
Tal fue su agonía que al no poder contener el caos que aquella oscuridad representaba, esta escapo sin remedio al mundo mortal creando así a los cadentes, enormes y siniestras criaturas malignas cuya única existencia solo servía para destruir todo aquello que la luz creaba, utilizando las penumbras que la noche les ofrecía para matar a todo ser vivo que se cruzase en su camino, solo la luz y el poder de la santalita era el único medio para detenerles el paso y apresarlos pero no era suficiente para destruirles.
Para contener el caos que aquellos seres representaban, Etro debía sumirse en un sueño eterno de cristal dentro de la misma profundidad de su reino por lo cual, debía elegir a un sucesor, un alma que pudiera ser capaz de contener a los cadentes hasta que ella recuperara todo su poder y purificara el mundo de una vez por todas.
El mundo que protegía se encontraba dividido en dos grandes reinos, que gobernaban por sobre los demás territorios siendo solo separados por el inmenso mar.
Nueva Hasetsu, Reino gobernado por los Katsuki, Una familia noble que había adorado y seguido las normas de Etro, heredando su voluntad como sus deseos, gracias a esto desarrollaron los dones de la magia, tanto la positiva como la negativa.
Nueva Crisis, Reino Gobernado por los Nikiforov, Familia Noble que se caracterizaba por su determinación, sus avances tecnológicos como su astucia para hacer crecer cualquier proyecto que tuvieran en sus manos, adoraban a etro pero no de la misma forma que los Katsuki, para ellos Etro eran una deidad necesaria para la vida del mundo pero no para ellos que explotaban cada territorio que obtenían.
Ambos reinos poseían tecnología que era utilizada para hacer prosperar hasta el rincón más oscuro y recóndito del globo, pero solo los Nikiforov hacían su uso en extremos mientras los Katsuki la utilizaban en lo necesario dependiendo más de la magia.
Ambas familias siempre tuvieron grandes acuerdos de paz, la amistad que florecía entre ambas era inquebrantable, aun cuando eran diferentes en muchos aspectos su visión por hacer florecer sus reinos y mantener la armonía en ambos siempre se había hecho presente.... Hasta el día del decreto lo cual provoco una gran fractura entre ambos.
Etro con sus últimas fuerzas a través de su oráculo, eligió a su sucesor...
Muchos pensaron que el rey de nueva crisis seria el elegido, puesto que su inteligencia, valor y determinación era superiores al rey de Nueva Hasetsu quien, aunque no poseia gran armamento o tecnología avanzada como los Nikiforov, era alguien bondadoso, noble y justo en cada decisión dada por tal motivo cuando Etro eligió a los Katsuki como sus descendientes provoco que el mundo se dividiera por completo... Puesto que Etro había puesto la magia sobre la muy desarrollada tecnología.
La familia Nikiforov simplemente se retiro durante algunos años, lo cual hizo pensar a muchos que simplemente seguía los deseos de la diosa.
Los Katsuki fueron los encargados de proteger la santalita, siendo el rey el único que poseía el anillo Nibelungos el cual le daba acceso directo al poder del cristal, el cual utilizo para detener el avance de los cadentes en el mundo, levantando la gran barrera que cubría el globo, la cual estaba conectada a la energía vital de su creador así como al oráculo de la diosa Etro.
Durante años la paz volvió sobre el mundo, los cadentes se encontraban atrapados detrás de la barrera que les impedían el paso, muchos creyeron que nada podía destruir la paz que los Katsuki ofrecían hasta que los Nikiforov decidieron comenzar la guerra.
Los Nikiforov durante años desarrollaron armamento velico en secreto, utilizando la energía de los cadentes que se llagaba filtrar a través de la barrera, cuya influencia se difuminaba tras unos segundos pero que ellos supieron aprovechar para crear sus propias criaturas metálicas y atacar nueva Hasetsu.
Los Katsuki debieron utilizar la magia que poseían potenciada por la santalita que estaba destinada a destruir a los cadentes para combatir a los Nikiforov, una guerra que duro siglos, dejando muerte y destrucción a su paso, devastando al mundo, derrumbando poco a poco la barrera que los protegía de la oscuridad inminente... Hasta el día de hoy, cuando los Nikiforov lograron lo que por siglos cada generación intento, Destruir a los Katsuki, adueñarse por la fuerza de la santalita para apropiarse de su poder y ser los únicos gobernantes del mundo... en contra de las ordenes de la deidad que alguna vez los hubiese protegido."
つづく / Continuara....