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Amores Que Pasan El Tiempo por Hibari Ai

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«Querida vida… ¿Qué demonios te hice hoy?» Fue el pensamiento de Tsuna al aterrizar de cabeza en quién-sabe-dónde. No salía bien de un dolor de cabeza para entrar en otro.

 

Se incorporó lentamente sosteniéndose la cabeza en un intento de que el dolor disminuyera. Miró de soslayo su alrededor y se dio cuenta que el único que había aterrizado de cabeza como él había sido el joven de cabello alborotado y piercings en su rostro, los demás habían sido lo suficientemente inteligentes como para frenar su caída con sus manos e impulsándose para quedar de pie. Excepto la persona encapuchada, esta se había quedado levitando, eludiendo el contacto con el suelo.

 

— ¿Qué demonios me estás mirando, crío?—Interrogó Viper al darse cuenta de cómo el chiquillo lo estaba observando— ¿Es que nunca habías visto a alguien utilizar las Llamas de La Niebla?

 

Eso atrajo toda la atención del grupo a Tsuna. Lo que le puso nervioso. ¡Odiaba ser el centro de atención!

 

— ¿Eh? No es eso… Es solo que… Em... Has actuado muy rápido, a mí me ha tomado por sorpresa el repentino traslado.

 

—Eso deja dicho que eres un ingenuo. —El tono con el que habló fue acusador—Para sobrevivir en el mundo subterráneo tienes que anticipar todo. Siempre estar un paso delante de los demás.

 

Tsuna se encogió ante el tono usado hacia su persona mientras sus pensamientos revivían el infierno por el que pasó cuando era pequeño.

 

«Lo sé… Y probablemente más que ustedes.»

 

Otra voz se dejó escuchar.

 

—Ahora mismo no es momento para abordar esos temas. Debemos descubrir en dónde estamos—Cambió de curso la conversación Verde. Observando minuciosamente su alrededor.

 

Era un lugar bastante amplio, parecía un salón de baile, sin embargo estaba completamente despojado de los respectivos muebles que debían estar ahí. Las paredes tenían un tapizado a cuadros en blanco y negro, y el piso parecía inestable, a pesar de que estaba firme, el suelo no daba la impresión de serlo.

 

—Es una ilusión… Un espacio ilusorio, para ser más exacto— Le respondió Viper mientras aterrizaba lentamente—Uno muy fuerte, cabe agregar. La persona que hizo esto es muy poderosa. No he podido romperlo. Estamos atrapados aquí hasta que la persona que nos trajo le dé la gana de sacarnos—Le explicó algo fastidiado—Tsk. Una vez sepa quién es le haré pasar por el mismísimo infierno por hacerme perder tanto dinero.

 

A varios les bajó una gota por la sien al escuchar lo último. ¿Qué tenía que ver el dinero con su situación actual?

 

Verde se quedó pensando en la información dada hace un momento. Si Viper “el mejor ilusionista”, no pudo romper la ilusión, entonces, ¿cuán poderosa es la persona que los encerró aquí, en este espacio?

 

—No me quedaré aquí esperando como niña buena a quién-sea-que-vaya-a-llegar—Se dejó oír Lal. En su voz se notaba que no estaba muy feliz con su posición actual—Somos un blanco fácil, cosa que no me gusta ser. —Dio a entender—He roto varias ilusiones antes, esta no será diferente—De su cuerpo comenzaron a salir Llamas Tipo Lluvia. Toda su figura estaba cubierta por las mismas.

 

Viper quiso informarle que no se trataba de una ilusión normal pero se contuvo, él ya le había avisado, así que simplemente se encogió de hombros y se quedó observando cómo Lal dejaba fluir sus llamas por los bordes de todo el espacio ilusorio intentando romperlo. Si ella quería gastar su energía en vano, él no la detendría.

 

Los demás simplemente estaban observando todo. A ciencia cierta, no creían que Lal pudiera sacarlos del espacio ilusorio, no con sus Llamas de la Lluvia. No era la correcta para eso por sus propiedades. La calma. Quizás una tipo Tormenta…

 

—Ara, qué impacientes…

 

Esa voz resonó por todo el lugar, provocando que todos se pusieran posición de ataque y rebuscaran todo lo que sus ojos les dejaban ver para saber de dónde provenía aquella voz.

 

De repente Reborn se volteó y apuntó adonde estaba Tsuna.

 

— ¿Quién eres?

 

Tsuna se quedó helado. Esa barítona voz le hizo temblar de pies a cabeza. No pudo reprimir el escalofrío que recorrió todo su cuerpo y a duras penar contenía su temblor. Esos pecaminosos ojos escudriñaban todo su ser, viendo su alma, su espíritu, dejándolo completamente expuesto ante él sin poder evitarlo. Era una sensación verdaderamente abrumadora. Podría disparar en cualquier momento y Tsuna no dudaba que lo hiciera.

 

— ¿Quién está ahí? ¿Y en nombre de quién estás aquí?

 

Fue cuando cayó en cuenta que Reborn no le estaba hablando a él, sino a alguien detrás de su persona. Justo en ese momento dejó salir todo el aire que, inconscientemente, había retenido.

 

«No creo que sobreviva si vuelvo a experimentar eso.»

 

Lentamente se volteó y dejó salir un pequeño susurro que fue audible para todo aquel que se encontraba atrapado en la ilusión.

 

Checkerface

 

La mayoría afiló su mirada al escuchar esas palabras, así que ese era el tal “Checkerface”.Quien los había llevado allí. La persona que los juntó…

 

Un momento.

 

¿Cómo era posible que él sabía que la persona que acaba de aparecer es Checkerface?

 

Y fue cuando todos cayeron en cuenta…

 

De que el pequeño chico que aparentaba ser más frágil que el mismo cristal, el que parecía que se había equivocado de dirección por lo inocente de su mirada, sabía más de lo que dejaba ver.

 

Debían de andar con cuidado.

 

A Tsuna le recorrió un escalofrío al verse en el centro de todas esas miradas.

 

—Un gusto verte de nuevo, Little Sky—Le respondió—A pesar de que no ha pasado mucho tiempo desde que nos encontramos—Le dijo mientras avanzaba.

 

— ¡No te muevas!

 

Reborn disparó.

 

La bala no lo tocó.

 

Checkerface se había tele-transportado justo en el medio de todos ellos.

 

—Sabía que mis cálculos no se equivocaban al elegirte—Dijo mirando al asesino.

 

— ¿Quién eres?—Su aura asesina aumentaba cada vez.

 

—Oh, solo soy yo—Le restó importancia.

 

Reborn estaba a punto de volverle a disparar. Se estaba impacientando. Quería respuestas. ¡Ya!

 

—No seas tan impaciente—Dijo Checkerface notando cómo estaba el otro—Como ya dijo el Pequeño Cielo aquí presente, soy Checkerface y estoy aquí para formar/reunir a los más fuertes del mundo. Pero eso ya lo saben...—El diseño a cuadros del espacio ilusorio comenzó a cambiar, ahora no era a blanco y negro, los colores variaban desde el índigo, pasando por el morado, el rojo, el azul, el verde, el naranja, hasta el amarillo—Lo que no saben es que los llamé aquí para informarles sobre su primera misión. La recompensa va a ser extraordinaria—Agregó al saber la avaricia de uno de los involucrados— ¿La aceptarán? Esta será la última vez que les permita dimitir.

 

«No es como si tuviera otra opción» Fue el pensamiento de Tsuna. Checkerface sonrió, como si pudiera escuchar los pensamientos del anterior nombrado.

 

El silencio le confirmó lo que ya sabía.

 

Ninguno se negaría.

 

—Bien—Chasqueó sus dedos y un papel apareció frente a Tsuna. Era pequeño, blanco y estaba doblado en cuatro.

 

— ¿Qué es esto?—Le cuestionó Tsuna, tomando el papel, inmediatamente este se tornó naranja. El de pelo castaño miró al de sombrero a cuadroscon desconfianza. ¿A qué venía todo esto?

 

La sonrisa de Checkerface se amplió—Son las pautas para su primera misión y las coordenadas de su nueva casa.

 

Fon se extrañó ante estas palabras— ¿Nueva casa?

 

—Como han escuchado. Mientras estén trabajando para mí vivirán bajo el mismo techo. Así podrán conocerse mejor—Por alguna razón Tsuna sintió una ligera burla en sus palabras—Eso era todo lo que tenía para decirles—Ya notaban cómo el espacio ilusorio estaba desapareciendo junto con quien lo habían creado.

 

Nadie iba a detener su marcha, pero todavía tenían una duda.

 

Fon tuvo la amabilidad de expresarla.

 

—Para nuestras próximas misiones...

 

—Y recaudación de recompensas…—Agregó Viper.

 

El de cabello trenzado simplemente sonrió. Ay, la avaricia… — ¿Cómo nos contactaremos con usted?

 

Checkerface lo miró por encima de su hombro y contesto: —Estaré en contacto con el Piccolo Cielo para sus nuevas misiones.

 

Tsuna se señaló a sí mismo.

 

« ¿Y por qué a mí?»

 

—Sus recompensas se depositarán en sus cuentas, respectivamente. No habrá preferencias ni distinciones, a todos se les pagará lo mismo.

 

Asintieron para sus adentros. No había ninguna queja. Era lo justo.

 

— ¿Hay algo más que deseen preguntarme?—Les cuestionó. Pasaron algunos segundos y al no escuchar sonido alguno terminó de desaparecer, dejándolos en medio del bosque, a pocos metros de la fuente.

 

— ¿En serio, el bosque?—Se quejó Skull— ¿No pudo ser más creativo? ¡El gran y poderoso Skull no debe-

 

— ¡Cállate, lacayo!

 

— ¡Reborn-senpai, no me pegue!

 

Lal, ignorando el escándalo que se estaba formando, se acercó al más joven.

 

—Oye, ¿qué dice eso?—Obviamente refiriéndose al papel entre sus manos.

 

Al notar la cercanía, Viper y Verde decidieron acercarse también.

 

Tsuna tomó aire, desdobló el papel y comenzó a leer. —Dice...

 

Ya que esta es su primera misión como grupo, será algo sencilla. Solo tendrán que robar un objeto. Un anillo para ser más precisos. En estos momentos está en posesión de la mano derecha del jefe de la Famiglia Cipriatto, una vez lo consigan envíenlo a la dirección que está al final de la hoja. Mientras más rápido terminen su misión, más grande será su recompensa. Es todo.

 

Checkerface.

 

—Al final pone la dirección...—Confirmó Tsuna.

 

—No puede ser cierto...—La incredulidad desbordaba en las palabras de Lal— ¡Pero si casi no nos ha dicho nada! ¿Qué es lo que piensa? Quiere que nos infiltremos en una Famiglia para buscar a un tipo que debe tener cientos de anillos con él... Es completamente absurdo.

 

—Además de que nos está subestimando—Dijo Verde.

 

Tan pronto como esas palabras salieron de la boca del científico, sintieron un repentino aumento de aura asesina en el ambiente.

 

—Oh, así que nos están subestimando...

 

La sonrisa que tenía Reborn prometía dolor, mucho dolor.

 

—La próxima vez que me lo encuentre le daré razones para no subestimarme.

 

Todos, sabiamente, se alejaron unos pasos del asesino. No querían terminar con un agujero de bala, muchas gracias, pero no, gracias.

 

—Oye, mocoso —Llamó Reborn al más joven ignorando la distancia que tenían los demás de él y se acercó a Tsuna —No me interesa si le juraste a alguien el no hablar, pero no pienso trabajar con alguien sobre el cuál no sé absolutamente nada. Así que si sabes lo que te conviene...—El cañón de su pistola estaba inocentemente a centímetros de la cabeza del más pequeño—Vas a hablar.

 

Tsuna tuvo el impulso de ir a esconderse detrás de Fon, pero sabía que si movía otra parte de su cuerpo que no fuera la boca terminaría con un hermoso agujero en su cuerpo. Y por el bien de todos, esperaba que eso no fuera a ocurrir.

 

Esta vez nadie lo defendería, todos estaban de acuerdo con las palabras de Reborn. Tal vez el método usado por el de patillas rizadas no fuera el mejor, pero daba sus resultados. Después de todo, nadie le niega nada al asesino, y aun menos si este te está apuntando.

 

—M-mi nombre es Tsuna, diminutivo de Tsunayoshi—Agregó rápidamente al notar cómo el cañón estaba completamente en su cráneo. Al parecer eso no satisfizo a Reborn. Fon tomó nota de que esta vez no dijo su apellido, sin embargo, se quedó callado, no pensó que fuera relevante—Ve-vengo de Japón, sin embargo me mudé a Italia con mi padre cuando cumplí los 5… Em… Tengo 15 años… — ¿Qué más podía decirles?—Fui elegido para ser parte de los siete más fuertes porque ningún otro Cielo cumplía con los requisitos que Checkerface exigía, o sea, según él, de alma pura y muchas otras cosas que me avergonzaría decir… —Eso pareció complacer al asesino ya que bajó y guardó su arma. Tsuna se relajó y soltó un sonoro suspiro. Que esta vez el arma fuera dirigida totalmente a él fue, en sobre manera, aterrador, pero daba gracias a Dios que había terminado.

 

—Un Cielo, eh…—Reborn sonrió misteriosamente… Ja, esto se estaba poniendo divertido—Entonces, ¿cómo lo haremos?, líder…

 

Lal se ofuscó por lo antes dicho.

 

— ¿¡Cómo que “líder”, Reborn!? ¿Acaso te volviste loco? ¡Un simple niño no puede ser nuestro líder!

 

—En realidad, Lal—Intervino Verde—Le tengo que dar la razón a Reborn porque, independientemente de que sea un niño, es el único Elemento Cielo entre nosotros—Dijo mientras se acomodaba sus lentes—Lo que lo hace, instintivamente, nuestro líder.

 

La única mujer del grupo fulminó con la mirada al más joven, haciendo que este se refugiara en Fon, quien le dio la bienvenida con una sonrisa.

 

— ¡El gran y poderoso Skull tampoco está de acuerdo con que ese chiquillo sea su líder!—Reborn le dirigió una mirada de muerte y Skull también fue a refugiarse detrás del chino—B-bueno, creo q-que pu-puedo sopor-rtarlo.

 

—A pesar de que no me agrade mucho la idea, tengo que aceptarlo pero si me haces perder dinero, juro que no volverás a ver un centavo en lo que te resta de vida—Viper dirigió su indiferente mirada a Tsuna, como si no lo acabara de amenazar—Comienza a hablar.

 

Tsuna, quien se escondía tras Fon, se asomó con vacilación.

 

—Bueno…—Dijo con algo de duda—Lo primero sería averiguar todo lo que podamos sobra la Famiglia Cipriatto, porque, siendo sincero, nunca había escuchado sobre ellos—Las expresiones de los demás le dieron la razón—Verde, ¿crees que puedas encargarte de esa parte?—El nombrado simplemente asintió para luego sentarse en un árbol caído y comenzar a investigar en su laptop.

 

—No me tomará mucho tiempo.

 

Al parecer hizo bien al elegirlo para esa tarea. Se le veía muy entretenido.

 

Una vez tomó confianza continuó.

 

—Si no es mucha molestia— Se dirigió esta vez a la persona encapuchada— ¿podrías decirme tu nombre?

 

—Viper—Le respondió algo sorprendido por la delicadeza con la cual fueron pronunciadas esas palabras. Tal vez no fuera tan mala idea que ese niño fuera su líder.

 

— Viper… —Le dedicó una pequeña sonrisa— ¿Crees que puedas ir a confirmar esta dirección?—Dijo mostrándole el papel donde estaba anotada las coordenadas de su nueva casa—No quiero andar a la deriva una vez terminemos.

 

—Será fácil—Respondió para luego desaparecer. Sin notar que los pensamientos que tuvo ocasionaron que a Tsuna se le fuera el aire por un momento.

 

Dejando lo recién descubierto de lado, con algo de vacilación se acercó al del traje de cuero. Los ojos de los que quedaban puestos en él.

 

—Skull, ¿cierto?

 

— ¿¡Cómo es posible que no conozcas el nombre del gran y maravillo— ¡BLAF!— ¿¡Por qué me pegas, Lal!?—Cuestionó el motociclista desde el suelo.

 

La anteriormente nombrada bufó.

 

—A pesar de que no me agrade mucho la idea y de que hemos puesto en duda sus habilidades, el chico está siendo amable con nosotros. ¡Así que no seas grosero con él!

 

Skull se molestó porque le pegaron por alguien tan ordinario como aquel chiquillo. Tan común, tan usual, tan… agua en el mar. No pudo evitar pensar que lo que acababa de pasar no fue nada justo.

 

Viendo lo ocurrido, Tsuna se acercó al herido y comenzó a acariciar su cabeza con dulzura. Esto hizo que Skull saltara un poco ante el contacto, pero se dejó hacer. Nadie nunca había sido tan considerado con él.

 

— ¿Te duele mucho?

 

Con el rostro completamente sonrojado y sus ojos cubiertos por su pelo, negó quedamente. Todo esto siendo observado por Lal, Fon, Reborn y Verde, quien había dejado momentáneamente la investigación para ver la escena.

 

El castaño sonrió cariñosamente: —Ya veo…

 

« ¿Qué es este sentimiento tan cálido?» Eran los pensamientos de Skull en esos momentos. Podía sentir la aceptación fluyendo en él… Como lo entendía… No lo estaba juzgando, lo estaba acogiendo… Dándole la entrada… Fue cuando sintió que algo dentro de él encajó suavemente.

 

Tsuna amplió sus ojos ante la repentina sensación y se llevó una mano al pecho, como si estuviera confirmando algo que ya sabía. Lo que había estado esperando por tanto tiempo… ¿Podría ser que…?

 

Tan pronto vio la misma sorpresa y emoción en los ojos de Skull, no pudo evitar sonreír, tan hermosa y ampliamente que Fon tuvo que ocultar su rubor tras una manga de su traje, Lal y Reborn desviaron la mirada, Verde volvió su mirada a su laptop y Skull… Skull se sonrojó hasta las orejas sin poder hacer otra cosa por la corta distancia que tenían él y Tsuna.

 

—Al parecer he encontrado a uno de mis Elementos—La sonrisa aún perduraba en su rostro. Eso llamó mucho la atención de los demás. ¿Cómo era posible que un Cielo no tuviera Elementos? Era prácticamente imposible— ¿Crees que puedas hacer algo por mí?

 

— ¡Po-por supuesto!—Lo que sea para complacer a la persona que en tan poco tiempo se había vuelto muy importante para él.

 

— ¿Ves esta dirección de aquí?—Le mostró el papel que antes le había expuesto a Viper. Skull asintió animadamente, ya queriendo cumplir con el primer pedido de su Cielo—Tengo un mal presentimiento de ella. ¿Te molestaría ir a revisar si hay algo mal?

 

— ¡De ninguna manera, ahora mismo iré!—Se puso de pie rápidamente y cuando se iba, notó que su moto estaba a unos cuantos metros de ahí, lo que le hizo saber que no estaban muy lejos del parque.

 

Todos observaron cómo Skull montaba su moto y se iba.

 

—Es muy interesante…

 

A pesar de que Verde estaba hablando no despegaba su vista de su laptop.

 

Eso extrañó a Tsuna— ¿A qué te refieres?

 

Pero Verde no fue quién respondió.

 

—Los Tipo Cielo son muy escasos—Se dejó escuchar Fon. Desprendiendo un aura tranquila y sabia—Normalmente cuando aparece uno es rápidamente bombardeado por múltiples Elementos que desean ser acogidos en su Armonía. Por eso nos hemos encontrado algo raro tu anterior comentario, ya que eres un Cielo dimos por sentado que tenías todos tus Elementos.

 

—Ah, eso…—Le restó importancia con una pequeña sonrisa—Es algo más complicado de lo que parece.

 

¿Ah, sí? Tenían curiosidad por saber. Nunca habían interactuado tan de cerca con un Cielo. No se encontraban de estos en cualquier lugar. Cada vez escaseaban más. Y si este que tenían al frente no tenía inconveniente en ilustrarlos… Esta era su oportunidad de informarse todo lo que pudieran.

 

Uno no se hizo rogar.

 

—Explícate.

 

El Hitman, a pesar de tener esa aura de muerte y cinismo que siempre lo caracterizaba, se podía notar el leve indicio de la curiosidad en sus ojos. Era muy sutil, pero allí estaba.

 

La sonrisa de Tsuna se había vuelto algo triste y nostálgica—Yo simplemente no puedo tomar a cualquiera…—A su mente vinieron la imagen de sus amigos—Hace falta algo más que simplemente el deseo de hacer a alguien Mi Elemento, o el llevarse bien con esa persona, se tienen que cumplir ciertos requisitos. Uno de ellos es la aceptación, no es solo el Cielo el único que debe aceptar a sus Elementos, estos también deben aceptar a la persona que eligieron como Cielo, después de todo no le confías a cualquier persona tu hogar—Lo decía como si fuera una verdad universal—También debes ser capaz de depositar tu vida en esa persona, dejar que tome decisiones por ti, que vea una parte de ti que nunca le muestras a los demás… Todas esas son algunas de las cosas que deben de tomarse en cuenta para elegir a los Elementos, ya que no es decisión única del Cielo, los Elementos juegan una parte muy fundamental a pesar de que estos no se den cuenta...—Tomó algo de aire para luego soltarlo en un sonoro suspiro—Debo agregar que si te sientes indigno de estar cerca de un Cielo o no te sientes capaz de estar a su altura por una u otra razón, nunca podrán tener un lazo de Cielo-Guardián.

 

La información revelada fue impactante para el grupo recién formado. No se lo esperaban.

 

—Nunca me pasó por la mente que eso fuera tan complicado—Lal en verdad se había quedado sorprendida por la reciente aclaración.

 

Tsuna se volteó, dándoles la espalda y comenzó a caminar lentamente—En realidad no lo es. Acaban de ver cómo Skull y yo acabamos de conectarnos. Simplemente es cuestión de confiarle absolutamente todo a otra persona—Dijo como si no fuera la gran cosa, muy consciente de los pares de ojos sobre su ser—Muchos lo ven como un gran sacrificio, pero es algo que tienen que hacer si quieren estar bajo la Armonía de un Cielo, y aunque no lo crean, nosotros, los Tipo Cielo, siempre estamos buscando a nuestros Elementos, siempre a la espera... Anhelamos la confianza de otros… Es algo así como una necesidad que tenemos—Detuvo su marcha, oprimiendo fuertemente sus puños, un aura depresiva se había reunido a su alrededor—No saben lo duro que es cuando sientes todas esas emociones de los Elementos cercanos a ti, con los cuales tienes un profundo vínculo, quienes desean intensamente que seas su Cielo y… que por una razón sumamente estúpida, no te elijan como el mismo—El dolor con el cual fueron pronunciadas esas palabras hizo que muchos de los presentes consideraran la idea de ir a consolarlo y darle cobijo en sus brazos—El que Skull confiara tan rápido en mi aún me shockea, cumplió con todos los requisitos en tan solo unos pocos segundos sin darse cuenta, y acabándonos de conocer—Tsuna volvió a darles la cara y sonrió—Ahora mismo estoy muy feliz de tenerlo como mi Elemento.

 

«Esa sonrisa debería ser ilegal» Fue el pensamiento colectivo que todos tuvieron.

 

Se quedaron unos momentos en silencio, analizando e interpretando lo recientemente expuesto. Siempre pensaron que el proceso de elección era sencillo, no algo tan complicado como lo que acababan de escuchar. No, eso no era cierto; en verdad, nunca pensaron que habría algún procedimiento de selección. Lo que estaba plasmado en sus cabezas era que el Cielo rechazaba o aceptaba a cualquiera que este quisiera. Jamás imaginaron la agonía que este pasaba al estar cerca de innumerables Elementos sin poder hacer algún lazo con estos, sintiendo su desprecio, sus dudas, inseguridades y quién sabe qué cosas más.

 

Un pensamiento cruzó por la mente de Reborn que, honestamente, no le gustó nada.

 

Cero.

 

Nulo.

 

—Dices que puedes sentir las emociones de los Elementos que te rodean…—Dijo el asesino lentamente… Eso alarmó en sobre manera a los demás. Tsuna no se inmutó—O sea que… ¿puedes percibir nuestras emociones desde que nos acercamos a ti?

 

«Esa es una muy buena observación de tu parte, Reborn, pero…»

 

—Si fuera tan sencillo… —Tsuna se quedó en silencio unos segundos, mirando a lo más profundo del bosque. Su mirada se perdía entre los numerosos árboles y animales que había allí. Sabía que tenía que responder a la pregunta formulada por el asesino, este no era poseedor de mucha paciencia, lo había vivido de antemano y no fue muy placentero que digamos. Tsuna posó su mirada sobre la del Hitman y este juró que vio un destello anaranjado en esos achocolatados ojos, pero se fue tan rápido como apareció. Quizás fue su imaginación… —Si me permites responderte con otra pregunta…

 

—…

 

Tomó el silencio del cuervo como una positiva— En el poco tiempo que llevamos de conocernos… ¿Me has considerado una persona digna de ser tu Cielo? ¿O siquiera has considerado la opción?

 

—No—Su respuesta fue inmediata, directa y sin remordimiento alguno.

 

—Entonces la respuesta para tu pregunta es esa. No—Entendiendo que quizás esa información no sería suficiente para saciar su curiosidad, añadió: —Si alguna vez decides que yo sea tu hogar, o Cielo, que es lo mismo, estaré al tanto de tus emociones.

 

«También si alguna parte de ti lo llega siquiera a considerar podré hacerlo. Por muy pequeño o ligero que sea el deseo» Pensó mientras notaba cómo los demás parecían satisfechos con su respuesta. «Pero eso es algo que no les pienso decir»

 

Por alguna razón no quería hacerlo. Sentía que iba a ser una mala idea que, si lo hacía, se arrepentiría por el resto de sus días y por una vez en su vida, quería pensar en él primero, quería ser egoísta. Y eso haría.

 

 

Luego de esa conversación se quedaron en silencio. Cada uno en sus pensamientos. En el ambiente se respiraba la paz. Fon estaba sentado en posición de loto al lado del tronco seco donde estaba Verde tecleando en su portátil. Lal Mirch había escalado un árbol y estaba ajustando su rifle en una de sus ramas. Reborn estaba recostado en la base del mismo de brazos cruzados y su sombrero cubriendo sus ojos pero no su vista. Y Tsuna…

 

—Hahahahaha…

 

Tsuna estaba sentado en la rama del árbol que se encontraba frente a Lal. Con las manos extendidas y estas llenas de pequeñas avecillas de diferentes colores y proporciones, incluso había algunas que no paraban de revolotear en su cabeza. Las que estaban posicionadas a sus costados se frotaron contra él haciéndolo soltar una pequeña risa que atrajo las miradas de todos los presentes, sacándoles una pequeña sonrisa a ellos también.

 

Era increíble.

 

A penas llevaban unas cuantas horas junto a él y ya le tenían aprecio… Su poder de armonía era asombroso. No les quedaba duda que era un Cielo bastante poderoso.

 

—Los veo muy cómodos allí.

 

La voz del recién llegado los sacó a todos de sus cavilaciones, haciendo que las aves en los brazos de Tsuna alzaran vuelo y que las hojas comenzaran a caer debido al viento que provocaban sus alas.

 

—Oh, Viper—Habló Tsuna—Bienvenido.

 

Daba gracias a que su manto cubría su rostro para que no se dieran cuenta del sonrojo que estaba seguro que tenía. Maldita sea la sonrisa del moreno. Tosió un poco para tratar de quitarse el rubor, Reborn sonrió burlonamente muy consciente los pensamientos del otro y Tsuna se preguntaba por qué el encapuchado estaba tan avergonzado… Decidió ignorarlo, como desde mucho tiempo hacía con las emociones de sus amigos que no se decidían a tenerlo como Cielo. Así le resultaba menos doloroso. Fuese cual fuese la emoción.

 

—He confirmado las coordenadas de la casa—Dio a conocer, creando un modelo a escala de la misma con sus llamas—Es espaciosa. Tiene dos pisos, las habitaciones están arriba, son ocho, con un baño para cada una y uno en el primer piso. Posee un jardín y un amplio garaje. Además de lo obvio, cocina, recibidor… Al entrar noté otra carta—Dijo mientras hacía desaparecer la ilusión—Pero no la leí, pensé que sería mejor hacerlo todos juntos.

 

—Fue una decisión bastante madura para alguien que hasta ahora trabajaba solo, Viper—Habló Verde, cerrando su laptop en el proceso—Veo que te has adaptado a que trabajarás en grupo de ahora en adelante.

 

Viper se molestó un poco por el comentario—No sé lo que esté pasando por tu retorcida mente ahora mismo pero van a tener que pagarme por la información que les acabo de dar.

 

Verde ni siquiera se inmutó, ignorando al otro por completo y se dirigió a Tsuna: —Tengo toda la información lista. Desde las posiciones de los guardias, pasando por su sistema de seguridad y cantidad de miembros tanto fuera de su base como dentro, hasta en dónde estará nuestra presa en lo que sobra del día y toda la semana que viene.

 

El pequeño cielo se sorprendió un poco por toda la cantidad de información que pudo conseguir el científico en tan escaso tiempo. Su intuición no falló al decirle que él era el correcto para la tarea. Con un leve impulso, bajó de la rama del árbol aterrizando suavemente en el suelo.

 

—Bien, lo único que falta es que Skull llegue.

 

Eso descolocó un poco a Viper: — ¿Qué llegue? ¿Dónde está?—Porque cuando él se fue, el motociclista aún seguía aquí.

 

—Lo mandé a que confirmara la dirección en donde debemos dejar el anillo—Le respondió Tsuna—No tengo un buen presentimiento de ella.

 

Eso llamó la atención de Reborn: — ¿A qué te refieres?

 

El más pequeño negó suavemente con la cabeza: —No lo sé, es solo… No estoy seguro de que…

 

La repentina llegada de una motocicleta negra con Llamas de la Nube en las ruedas cortó cualquier cosa que iba a decir.

 

Skull había llegado.

 

— ¡Tsuna!—Gritó este quitándose el casco y parándose frente a su Cielo— ¡No existe! ¡La dirección no existe! No hay lugar en la ciudad con esa dirección. La calle que pone sí existe pero lo demás no… No hay edificio, casa o callejón al cual llegar con esa dirección…

 

El antes llamado se desconcertó, la incredulidad fluyendo a través de toda su cara—Que no existe…—Toda la atención estaba puesta sobre él. ¿Qué haría ahora? Era lo que estaba en los pensamientos de todos… No obstante Tsuna estaba desconcertado ¡Pero si fue el mismo Checkerface que había escrito la dirección! ¿Cómo era posible que…? En ese momento detuvo sus pensamientos… Checkerface… Fue cuando recordó con quién estaba tratando y la incredulidad fue reemplazada por la irritación—Cuando lo encuentre…—Susurró, pero como estaban en completo silencio, todos lo escucharon. Tsuna suspiró con pesadez y se dirigió al grupo, masajeándose las sienes por la repentina jaqueca que le azotó—No importa.

 

— ¿Qué no importa, Tsunayoshi-kun?—Le preguntó Fon acercándose—Si no sabemos en dónde dejar el anillo no podremos entregarlo.

 

—Y si no podemos entregarlo no recibiremos nuestra recompensa—Añadió Viper algo molesto por la conclusión a la que llegó Tsuna. Si no recibía su dinero lo dejaría en quiebra.

 

A Tsuna le bajó una gota por la sien al sentir las emociones que provenían de Viper. Tenía que encontrar una manera en la cual hiciera que este dejara de preocuparse tanto por el dinero.

 

—Sí, no importa—Reiteró, esta vez con más fuerza—Checkerface es poseedor de las Llamas de la Niebla—Reveló. Y los pensamientos de los demás se reforzaron en cuanto a las cavilaciones de que Tsuna era más de lo que aparentaba—Si él quiere el anillo simplemente que lo tele-transporte de nuestra nueva casa hasta dónde-sea-que-él-esté—Tsuna fue pasando su mirada por todos ellos— ¿Alguna objeción?

 

Reborn sonrió acomodándose el sombrero. Cuánto se estaba divirtiendo con este chico. Había tomado por completo el rol de líder. Y lo que más le sorprendía era que no le molestaba en lo absoluto.

 

—Ninguna.

 

Tsuna asintió para sus adentros y le pidió a Verde que les comunicara sobre lo que había investigado. Todo fue simple, los puntos de entrada, de salida, los cambios de hora, reuniones, posición de cámaras, el horario del objetivo… Al escuchar toda la información miró al cielo.

 

—Atardeciendo…

 

Lo pensó un poco, llegó a una conclusión.

 

—Lo haremos hoy al anochecer—Informó—Verde, necesito que hackees todo el sistema de seguridad de la base. Quiero que tengas total control del lugar por si ocurre algún imprevisto—Miró al de bata, esperando su respuesta.

 

—Puedo hackear la base desde fuera—Dijo mientras ajustaba sus lentes—Pero para ser sus ojos en ella necesitaré entrar a su sala de control. Físicamente.

 

Eso no sería problema.

 

—Lal—Llamó Tsuna inmediatamente. La nombrada asintió, esperando la orden. El chico lo había estado haciendo bien. No tenía de qué quejarse—Acompaña a Verde. Asegúrate de que llegue ileso y no te separes de él.

 

—Entendido.

 

«Bien, esa parte está cubierta. Ahora… Infiltración.»

 

—Viper y Skull, ¿creen que podrían hacerse pasar por nuevos reclutas? Así tendremos a quiénes nos informen desde el punto de vista de los que habitan allí. Nos sería muy útil esa información para saber cómo movernos y evitar cualquier confrontación innecesaria.

 

Al encapuchado le pareció una excelente idea. Este chico le caía cada vez mejor.

 

—No hay problema.

 

— ¡Yo tampoco tengo problema alguno, Tsuna!—La emoción de Skull por acatar lo que su Cielo le dijera enternecía mucho a Tsuna.

 

A Viper se le hizo extraño tanta confianza entre ellos. ¿Qué habría ocurrido mientras no estaba?

 

Fon, viendo la confusión del otro, decidió informarle los sucesos mientras no había estado. El ilusionista se sorprendió al escuchar lo acontecido en su ausencia. ¿Quién lo hubiera imaginado? Quiso preguntar más cosas pero Fon negó, diciendo que no era el mejor momento para eso, le concedió la razón y puso su atención en Tsuna.

 

—Teniendo eso cubierto…—Murmuró Tsuna pasando la vista por los integrantes faltantes. La detuvo en Fon—Verde dijo que dos representantes de una Famiglia venían a hacer una alianza con esta, la Famiglia Cipriatto. Tú y yo los interceptaremos y nos haremos pasar por ellos para poder acercarnos al jefe. Lo distraeremos y lo alejaremos de nuestro objetivo.

 

Fon asintió, estando de acuerdo con la estrategia.

 

Una barítona voz le hizo dirigir su mirada al poseedor de la misma.

 

— ¿Y yo qué debo hacer?

 

Reborn estaba cruzado brazos recostado en un árbol, con sus ojos puestos sobre él, esperando… Y Tsuna presentía que estaba vigilando todos sus movimientos. Lo que le sorprendió fue que no le molestaba en absoluto.

 

—Tú irás por el anillo—Le dijo— ¿Estás bien con eso?

 

Vio cómo el asesino se acercaba al grupo y levantaba un poco su sombrero, haciendo visible sus ojos. Se podía notar la diversión en ellos. Siguió de largo y sacó su arma.

 

—Andando.

 

 

Estaban una castaña y un peli-negro, vestidos de traje, en la puerta de entrada de la mansión de la Famiglia Cipriatto. Esperaban a que les abrieran para poner en marcha su plan. El de mayor estatura trataba con todas sus fuerzas no reírse de su compañera, no se notaba para nada feliz con su situación. Es que…

 

— ¿Por qué tuve que ser yo?—Murmuró prácticamente—Si tú tienes el cabello más largo—Dijo entre avergonzado y molesto por lo que estaba pasando.

 

El de pelo trenzado respondió: —Es cierto—Le concedió la razón—Pero tú pasas más por mujer que yo, Tsu-chan—Viendo como su pequeña compañera hacía un gran puchero por el artículo femenino la risa que trataba de contener se le escapó.

 

La castaña no tuvo más opción que resignarse ante la aplastante verdad, que su cuerpo fuera pequeño para ser hombre no era su culpa. ¡Era de los genes! De su hermosa madre cabe destacar, pero ella no baila aquí. En serio, no era justo.

 

« ¿Por qué tuvo que haber una mujer entre los representantes? No es justo. Tuve que disfrazarme así porque en la mansión ya estaban conscientes de que venían un hombre y una mujer» Pensó Tsuna lamentándose de su estado. Fon tuvo que hacer esfuerzos gigantes para tratar de controlar su risa, lo cual no logró, por la escena y terminó avergonzando más al de menor estatura.

 

Fue cuando se abrió la puerta y recompusieron sus expresiones.

 

Era hora de comenzar.

 

—Muy buenas noches—Dijo la castaña al mayordomo que la recibió en la entrada—Somos los representantes de la Famiglia Colombo—Informó mientras señalaba a su compañero, este saludó con un movimiento de cabeza que fue correspondido de igual forma—Venimos a una reunión con el jefe de la Famiglia Cipriatto.

 

El mayordomo les dio el paso—Por supuesto, síganme. El Don los espera.

 

En el transcurso del camino unos auriculares, que pasan desapercibidos por la vista, aparecieron en las orejas de Tsuna y Fon.

 

“Aquí Nebbia y Nuvole” Claramente era la voz de Viper “Infiltración exitosa. Procedemos a conseguir toda la información posible de los reclutas.”

 

—Bien…—Le contestó Tsuna, procurando no ser escuchado por el mayordomo. Notando que este no le prestó atención, continuó—Procuren que no se percaten de que es un interrogatorio.

 

“Entendido…”—Pasaron unos segundos para después agregar—“Permiso para golpear públicamente a Skull.” A Tsuna se bajó una gota por la sien al oír tal petición. ¿Qué habría hecho ahora el motociclista?

 

—Denegado…

 

“Tsk. Team 3 fuera.”Luego de eso, la conversación se cortó, Tsuna y Fon compartieron una mirada, y simplemente el auricular del más pequeño desapareció.

 

Fon puso un mechón de su pelo detrás de su oreja y trató de comunicarse con el otro grupo, suavemente para que no los descubrieran.

 

Pioggia y Tuoni, informen su situación.

 

“…”

 

— ¿Team 2?

 

“…”

 

El de pelo trenzado le dirigió una mirada de preocupación al más bajo. Este se extrañó, ¿habrá pasado algo? Iba a preguntar pero alguien se le adelantó.

 

— ¿Pasa algo?—El mayordomo había detenido su paso y los miraba desconfiadamente. Les había escuchado hablar muy suavemente, si bien no entendió lo que decían, fue suficiente para levantar su guardia, no iba a permitir que cualquiera con intenciones desconocidas se acercara a su jefe, por muy próximos aliados que pudieran ser.

 

Los infiltrados (Dígase, Tsuna y Fon), se tensaron ligeramente. ¿Tan rápido los habían descubierto? No, decidieron después de observar los ojos del otro, era solo un sentimiento vano, no tenía pruebas de que ellos no eran a quienes su jefe esperaba pero… Debían encontrar una excusa pero ya.

 

—No, no es nada—Trató de calmarle Tsuna—Es solo que… Bueno, usted sabe… No soy una persona muy luchadora—En serio que no le gustaba referirse a sí mismo como “ella”… Pero ya que, no tenía de otra— y eso… así que me preguntaba cuántas personas de su Famiglia habría en la sala junto a su jefe, porque, ya sabe…—Fon le miraba con una interrogante en su rostro. ¿Era en serio?—Por si la reunión se sale de control, no estemos en desventaja—Si Fon no supiera que estaba mintiendo se sentiría ofendido… ¡Pero si él era más que suficiente para protegerlos a ambos!

 

 Y fue tan pronto tuvo esos pensamientos que a Tsuna le llegó una oleada de emociones que por poco lo sacan de concentración.

 

El mayordomo se relajó ante la respuesta—Así que era eso…—Lo susurró, pero fue escuchado. De la que se habían salvado—No se preocupen por eso, el jefe solamente estará acompañado por su mano derecha, y estoy seguro de que si le piden a este que salga, lo hará. No habrá problema cuando ninguno de ustedes es una persona luchadora—Les dijo, entendiendo su preocupación. Poniéndolos en la misma bolsa sin saber que estaba completamente equivocado.

 

«Que Tsunayoshi-kun no sepa cómo defenderse no me incluye a mí también» Pensó Fon «Bueno, ya más tarde le preguntaré si es cierto o simplemente fue pura actuación.»

 

Tsuna suspiró sonoramente y le sonrió al mayordomo—Es bueno saberlo—Dijo mientras miraba de reojo a su compañero.

 

«Estoy seguro de que tendrá varias preguntas… Ya luego podré responder todas sus dudas» Eran sus pensamientos. Lo observó unos segundos más, luego la devolvió a su guía por aquella mansión.

 

—Sigamos, es por aquí.

 

Y continuaron su camino.

 

La mansión estaba llena de objetos muy valiosos y sumamente caros por todos lados. Cada vez que miraban hacia un lugar se encontraban con un jarrón de porcelana del año ve-tú-a-saber, con una pintura hecha por sabrá-su-madre-quién, esculturas moldeadas por el-vecino-del-frente-de-mi-casa, o con pequeñas fuentes de oro construidas en-donde-el-diablo-tiró-las-tres-voces… En verdad… ¿Era tan necesario gastar tanto dinero en cosas así? Llegaron a la conclusión de que las personas que viven aquí eran sumamente vanidosas, y eso simplemente era la impresión que les daba su base.

 

Tsuna tomó en cuenta que Fon volvió a acomodarse el pelo.

 

“Pioggia y Tuoni… Aquí…” Era Lal, en su voz podía notarse la irritación “Tuvimos algunos problemas de camino…” Explicó el por qué de su tardía respuesta “Pero ya los resolvimos” Agregó mientras miraba los cuerpos inconscientes a sus pies “Nada relevante, ahora procederemos con el control de la base… Ah, cierto, el científico está ileso. Team 2 fuera.”

 

A Fon le bajó una gota por la sien y juró haber escuchado a Verde quejarse. La manera tan desinteresada de Lal para informar que Verde estaba bien… No pudo evitar suspirar… Suponía que iba a tener que acostumbrarse a sus nuevos compañeros. Su vida iba a ser muy agitada desde ahora en adelante.

 

Tsuna casi se ríe de la cara tan resignada que tenía Fon en estos instantes, era como si estuviera acepando algo inamovible, pero se contuvo, no era el lugar ni el momento. Fue cuando el auricular del mayor desapareció que el suyo volvió a hacer acto de presencia. Esta vez alguien trataba de comunicarse con él.

 

“¿Cuándo se supone que se darán prisa y harán que el objetivo se quede solo?” A Tsuna le encantará ver el día cuando el Hitman tenga suficiente paciencia como para llevar el plan en paz. Tenían pocas horas de conocerse y ya sabía que eso no sería posible dentro de un marco de tiempo cercano.

 

“Ya he revisado su habitación y no había ningún anillo ahí, debe llevarlo puesto. Por cierto… Mi nivel de paciencia no tiene nada que ver contigo, Tsuna, es solo que pude haber terminado con esto desde hace un rato.”

 

«Y con varias explosiones y muertes de por medio, ¿cierto?» Pensó. Tsuna no se sorprendía de que el asesino pudiera leer su mente, total, era más fácil así, no tenía que abrir la boca y el mayordomo no se daba cuenta de que algo estaba pasando.

 

“No me uses de excusa, Tsuna. Además, claro, ¿qué es una misión sin un poco de caos de por medio?”

 

« ¿Una misión exitosa?» Obvio que Reborn no iba a pensar de igual forma.

 

“No, Tsuna; es una misión aburrida, pero eso lo podemos dejar para otro día, ahora no me cambies el tema y responde mi pregunta”

 

El pequeño cielo iba a contestarle que si podía leer su mente que lo descubriera él mismo, pero el recuerdo de un cañón peligrosamente cerca de su cráneo lo hizo reconsiderar.

 

“Buen chico”

 

—Solo danos unos minutos, ¿sí? Ya casi te lo mandamos. Ten un poco de paciencia—Recalcó irónicamente. Ya no trataba de ser cuidadoso con sus palabras y había llevado su celular a su oído. El mayordomo lo miró de manera interrogante y con mímicas le respondió “el jefe”, lo que lo hizo calmarse— Al menos eso puedes darnos, ¿no?

 

“Sole fuera”

 

—Lo tomaré como un sí—Guardó su celular y el auricular desapareció sin que el hombre lo notara—Lo lamento—Se dirigió hacia el mayordomo—Al parecer el jefe está algo impaciente por terminar con todo esto. Espero no le haya molestado.

 

El hombre negó con su cabeza y detuvo su paso frente a una gran puerta de madera la cual tenía un diseño de un gran tigre—Es aquí—Tocó varias veces hasta que se escuchó el “adelante”. Con una seña les dijo que esperaran y entró a la habitación, varios minutos después salió—El jefe les espera—Hizo una reverencia y se marchó.

 

Tsuna y Fon intercambiaron unas miradas y entraron.

 

La oficina era exageradamente lujosa, jarrones de porcelana por aquí, estatuas de mármol por allí, fuentes de oro por allá… Francamente todos esos lujos no le gustaban ni un poco a Fon ni a Tsuna, claro que estos dos sabían ocultar muy bien su disgusto. En medio de la habitación se encontraba Marco Cipriatto, décimo quinto jefe de la Famiglia Cipriatto, sentado detrás de su escritorio y a un lado de este se encontraba su mano derecha y objetivo, Aldo di Rosse.

 

—Bienvenidos sean, representantes de la Famiglia Colombo—Les dio la bienvenida el capo—Espero que su recorrido por mi mansión les haya parecido agradable.

 

A Tsuna no le salía tal mentira de la boca así que el de mayor estatura tuvo que responder—Por supuesto que sí, de hecho mi compañera aquí presente y yo veníamos charlando un poco durante el camino, aunque creo que le hemos causado algo de desconfianza a la persona que nos guió hasta aquí—Agregó con algo de pena.

 

—Oh, ¿es así?—Su tono revelaba que se estaba divirtiendo con la reciente información—No se lo tomen en cuenta, es muy paranoico. Pero eso no debe importaros mucho, es mejor terminar con esto de una vez. Por favor, tomen asiento—Eso hicieron en un sillón doble justo en frente del escritorio del Don, Tsuna a la izquierda y Fon a la derecha. Mientras el Don  hablaba abría una gaveta y de ella sacaba varios papeles, una vez puestos en su escritorio le dirigió una mirada a su mano derecha quien comprendió y asintió para luego salir de la habitación.

 

«Ok… Eso fue fácil…» Pensó Tsuna.

 

Ante la cara de confusión de sus invitados, el Don decidió informarles el por qué de su decisión—Benjamín, el mayordomo que los trajo, nos informó de sus dudas con respecto a su fuerza y la nuestra—Sonrió burlonamente y a Tsuna le entraron ganas de partirle los dientes—Ahora si algo sale mal tendrán más oportunidades de escapar—Sí… Tsuna quería dejarlo sin dentadura, preferiblemente de manera permanente.

 

El de descendencia china viendo que su compañera estaba a escasos pasos de perder la compostura, respondió—Es muy considerado de su parte Don Cipriatto, estamos bastante agradecidos por su atención hacia nosotros—Tomó la mano de su acompañante y la apretó suavemente para que reaccionara.

 

— ¿Eh? Sí, sí… Estamos muy agradecidos… —La castaña prácticamente escupió esas palabras, notando que el Don no se percató de eso. Alzó la mano que no estaba sujetando Fon, era muy cálida y no pensaba soltarla y se puso a ojear su contenido al igual que su compañero. Era lo típico de una alianza entre dos Famiglias mafiosas, que no podían aliarse con Famiglias enemigas a ellos, que tenían que hacer fiestas para que todos sus miembros se conozcan y no ataquen al contrario y muchas cosas más que no les interesaban a los que estaban “leyendo” el documento pero tenían que hacer entender que estaban haciéndolo.

 

—Todo está en orden—Dijo Fon mientras depositaba el papel en el escritorio y firmaba con la pluma que estaba en el mismo. Tsuna imitó su actuar pero con su mano izquierda, ya que la derecha era ocupada por la mano del mayor.

 

—Si no le molesta darnos una copia de este documento para dársela a nuestro jefe—Pidió la castaña. Obviamente mintiendo, pero no sabía lo que el mayordomo le había contado así que era mejor estar seguros—Hace un rato ha llamado y no se escuchaba para nada contento de que lo hiciéramos esperar—Esta parte no era mentira puesto que Reborn no estaba nada feliz por el retraso que ellos habían tenido separando a su objetivo de su jefe.

 

—Por supuesto, no hay ningún problema. Solo tendrán que esperan unos momentos.

 

 

El cuarto le hacía justicia a la mansión. Lleno de cuadros que adornaban las paredes, una gran cama, un cuarto de baño con piso de plata y bordes de oro, un vestidor automatizado en todo el sentido de la palabra y grandes muebles colocados estratégicamente por todo el aposento.

 

Claro que el que estuviera lleno de lujos no significa que fuera impenetrable.

 

El único brillo que alumbraba la habitación era la luz de la luna… Después, todo era consumido por las sombras, en medio de toda esta oscuridad se encontraban dos hombres, el primero, cuyo traje estaba totalmente impecable y sus profundos ojos negros demostraban aburrimiento a la misma vez que burla, estaba cómodamente sentado en un sillón jugando con algo que lanzaba y atrapaba en su mano… El viento movió las cortinas de la habitación y la luz de la luna alumbró aquel objeto durante varios segundos… Un anillo… Este tenía forma de una serpiente, de modo que se enrollaba en el dedo de su portador, tenía la boca abierta y dentro de ella había una piedra azul… El segundo, cuyo traje estaba lleno de polvo y arrugas, además de tener un hoyo de bala en su hombro derecho, sus ojos estaban mirando al más allá, estaba completamente inmóvil en el suelo, no estaba muerto pero lo estaría muy pronto si alguien no acudía a él rápido porque no podían contar con la otra persona en la habitación ya que fue él la persona que lo dejó en ese estado.

 

Con algo de parsimonia el hombre antes sentado se dirigió a la ventana por la cual entraba la única luz y salió sigilosamente… Nadie se dio cuenta de su presencia en el lugar… Y mucho menos se notaría su ausencia.

 

“Sole reportándose: Misión completada, objeto pedido a mi cuidado. Ahora me dirijo a la ubicación de Pioggia y Tuoni…”

 

Todos escucharon el mensaje del asesino e inmediatamente comenzaron los preparativos para salir de la mansión. Tsuna y Fon ya tenían la copia para su supuesto jefe y se despedían del Don, programando otra visita y esperando que sus respectivas Famiglias se llevaran mejor de ahora en adelante gracias a la recién formada alianza. Viper y Skull se escabullían del entrenamiento de los nuevos reclutas, ya no tenían nada que hacer allí. Y Lal y Verde… Bueno…

 

Reborn estaba deslizándose entre las sombras por los pasillos para llegar a su destino. Unos guardias aparecieron y los dejó inconscientes al instante, al momento de dejarlos atrás sin importarle un poco que alguien descubriera que se habían infiltrado a la base, oyó la voz de Lal por su auricular.

 

“Tuoni no te quiere aquí, Sole, dice que interrumpirás su tan preciada concentración. En sus palabras, no las mías.”

 

Skull se cae de la risa que le entró por el reciente comentario de Lal, sino hubiera sido porque Viper le tapó la boca con un bozal ahora mismo su carcajada estuviera resonando por todos los auriculares.

 

“Dile que me importa muy poco lo que piensa, voy para allá. Sole fuera.”

 

En una de las muchas habitaciones de la mansión, había una que estaba repleta de pantallas que mostraban toda la base de la Famiglia Cipriatto, era la sala de control, en ella se podía notar los múltiples cuerpos esparcidos sin ningún orden en específico por el piso de azulejos, ya en el centro de la sala sentado frente a las pantallas y tecleando en los teclados presentes se encontraba Verde y a unos pasos detrás, Lal, vigilando que nadie entrara a la habitación.

 

—Ya lo escuchaste… —Le dijo Lal al científico, no tenía la necesidad de repetir lo que había dicho Reborn porque el otro tenía su auricular puesto.

 

—No me gusta tener que informarle todo a Reborn…

 

“Yo también te odio”

 

Hitman de pacotilla…

 

“Científico de tercera” Era obvio que Reborn no se quedaría callado ante el insulto claramente escuchado.

 

—Muérete, bastardo.

 

“No, muérete tú, demonio anti-social”

 

Lal no quería creer lo que sus oídos estaban escuchando… Estos dos hombres… Estos dos grandes hombres de renombre… ¿Estaban discutiendo como un par de niños de cinco?

 

No podía ser cierto…

 

—Cállate, caos andante.

 

“¿No tienes algo mejor que decir, duende verde?”

 

— ¿Y tú qué me dices, demonio sádico?

 

“Mi vocablo siempre está repleto para poner en su lugar a intentos científicos que quieren salirse de su lugar”

 

Oh, esto iba muy en serio.

 

Pero al parecer alguien escuchó sus plegarias de parar a esos dos.

 

“¡Ya fue suficiente! ¡Compórtense como los adultos que son y dejen de pelear como infantes! Esa discusión suya es bastante patética y no tiene sentido alguno.” Tsuna no estaba nada contento con que su recién formado equipo ya tuviera problemas. ¡Lo peor es que era por una tontería!

 

“Ahora, Verde, vas a dejar que Reborn vaya a su ubicación sin reclamos”

 

—Tsk.

 

“¿Has entendido?”

 

—Sí, he entendido—De mala gana, no es como si estuviera muy contento con la situación.

 

“Y tú, Reborn, cuando llegues con el Team 2 ni se te ocurra molestar a Verde. ¿Escuchaste?”

 

“…”

 

“Lo tomaré como un sí. Le preguntaré a Lal lo que hiciste así que no importa realmente lo que respondieras. Team 1 fuera.” Fue en ese momento que Reborn decidió abrir la boca.

 

“Tsk. Eso no es nada divertido, Tsuna.”


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