La clase paso normal aunque podía sentir las miradas algo indiscretas de sus compañeros, apoyo el rostro en su brazo sobre la mesa, el olor de todos ellos era penetrante y lo hacía sentir mareado, aparto la vista de la ventana ya que la luz lastimaba ligeramente sus ojos y se centró en el maestro que apuntaba en la pizarra.
Este se volteo buscando entre los alumnos quien pasaría al frente viéndolos encogerse en sus asientos para evitar ser elegidos, sonrió con burla acababan de regresar de unas largas vacaciones y aun así no demostraban el espíritu que debían tener los jóvenes. Se fijó al fondo y ahí lo vio, si recordaba bien era Zero Kiryuu, sus miradas se cruzaron haciéndolo estremecer, se veía un poco diferente a como lo recordaba.
Aclaro su voz con un ligero nerviosismo.
-Kiryuu pasa al frente y resuelve los ejercicios-
Zero entrecerró los ojos inclinándose sobre la mesa un momento para comenzar a caminar con las manos en los bolsillos. Sus compañeros parecieron ponerle especial atención cuando pasaba cerca de ellos comenzando a oírse sus cuchicheos emocionados, algo sobre su forma desordenada de traer el uniforme o la manera agresiva y sensual de caminar, frunció el ceño, el maestro no parecía moverse se había puesto muy nervioso conforme se acercaba a él, pero al tenerlo de frente reacciono apartándose a un lado para dejarle espacio. No eran del todo difíciles aun recordaba las formulas, paso una mano por su cabello pensando y los murmullos atrás de él se incrementaron, volteo un momento mirándolos molesto y el maestro se inclinó en su escritorio exigiéndoles que guardaran silencio ya que estaban en clase y le pidió que continuara con el ejercicio mostrando una sonrisa.
La campana se escuchó justo cuando termino de resolver el ultimo, tocaba el descanso. Espero a que se levantaran y salió rápidamente del salón sería buena idea alejarse de ellos en ese momento, tomo aire fuera del edificio soltando un suspiro y escuchando las voces incrementarse en el lugar conforme los alumnos salían de los salones.
Entro en la casa del director probablemente el estaría en la oficina en ese momento, se acercó a la cocina tomando un vaso de agua notando un ligero sabor dulce y se sentó a la mesa recargando la cabeza entre sus manos, aún se sentía algo aturdido por la abrumadora presencia de los humanos alrededor de toda la escuela.
Pasaron unos minutos y la puerta se abrió entrando Kaien, sorprendiendose al verlo.
-¿Que sucede hijo te sientes bien?-
Asiente como respuesta mirándolo.
-¿No deberías estar en la oficina?-
-Lo dices como si estuviera evadiendo el trabajo-
Hace una mueca y ríe levemente aunque si era de esa manera.
- ¿No es así?-
-No… ¿Cómo puedes ser así con tu padre que tan solo vino porque olvido algo?-
Ahí venia el drama, Cross se apoyó en la mesa con una expresión triste a lo que solo lo miro seriamente cruzandose de brazos, esos viejos trucos jamas habian tenido efecto en el haciendo que Kaien regresara a su pose seria como si nada hubiese pasado, acomodandose el chal que portaba y mostrando una sonrisa tranquila.
-Te ves algo cansado-
Sus ojos mostraban preocupación. Zero apretó un poco los labios titubeando en responder, aun sentía algo de tensión en el ambiente alrededor de ellos por lo que había pasado el día anterior.
-No ocurre nada-
El director dudo de las palabras que acaba de escuchar, pero no lo forzaría a decírselo ya que se notaba algo incómodo.
-¿Podrás con el cambio de clase tú solo?-
-Lo hare... aun soy guardián de la academia-
Un sonido anuncio que debían regresar a clases puesto que el descanso había terminado, así que se levantó en silencio caminando fuera de la casa pero Kaien pronto lo alcanzo para regresar juntos y una vez en el edificio se separaron.
-No te esfuerces mucho.... -
Se despidió con una sonrisa viendolo alejarse.
Entro al salon ignorando a sus compañeros y tomo nuevamente su puesto al fondo de la clase, las miradas estaban sobre el pero nadie parecia tener el suficiente valor para acercarse conociendo la actitud hostil.
La clase termino y ahora venia la parte complicada.
Salió rápidamente del salón debía llegar antes de que las puertas se abrieran, conforme se acercaba vio algo que ya se esperaba encontrar, un enorme grupo de alumnos rodeando las puertas con regalos y cartas de amor mientras parloteaban de cosas que jamás pasarían, chasqueo la lengua molesto, si el olor era fuerte en el salón ahora se había intensificado bastante por la gran cantidad de personas reunidas en un solo lugar, el solo hecho de respirar le rasgaba la garganta por la sed... podía describirlo como una sensación parecida a beber un líquido caliente y acido que perforaba su garganta.
Intento aguantar la respiración e ignorar el sonido de los latidos acelerados que le atraían mientras se adentraba en la multitud entre empujones haciéndolos retroceder con los brazos, normalmente estos obedecían a regañadientes pero parecía ser un poco diferente puesto que también había chicos entre ellos, ahora se acumulaban más personas por el tiempo en que no estuvieron en la escuela y no admiraron a los de la clase nocturna.
Le estaba costando más esfuerzo del esperado, las chicas se aferraban a él sonriendo y podía escuchar sus murmullos que cada vez aumentaban mas de volumen a su alrededor, lo rodearon completamente, sentir la cercanía de sus cuerpos lo incitaba a tomarlos y alimentarse de todos ellos, un lado furtivo que antes no había sentido con tanta insistencia.
-Oye ¿No crees que Zero se ve diferente de lo usual?-
-Ahora que lo mencionas se ve mucho más atractivo-
-¿Cómo así? yo creo que se ve más sensual ¿No creen?-
-Qué cosas dicen… pero su figura miren su cuerpo es como si ocultara algo, tan misterioso...-
-Y que lo digas es justo como tener a un miembro de la clase nocturna entre nosotros y está justo a nuestro alcance-
Los chillidos de excitación aumentaron.
-Tiene un aura tan salvaje como si perteneciera a alguna banda de rock-
Unas chicas a su lado ríen.
-Yo estaba pensando justo eso, como del tipo que no siguen las reglas-
-Si, si, del tipo rebelde y salvaje-
Suspiran al unísono viendo como intentaba alejar a todo el grupo de la entrada molesto con el ceño fruncido y los dientes apretados, no pudieron resistirlo y corrieron hacia él aferrándose a su cuerpo, lo abrazaban y se le insinuaban.
Sintió las manos recorrerlo y el acoso, lo peor es que no solo eran chicas, una mano toco su trasero y volteo el rostro furioso, era suficiente. Al parecer las chicas habían notado la mirada amenazante y cruel que mostraba en el pasado y las hizo temblar en sus lugares para después alejarse unos cuantos pasos puesto que casi podían sentir su vida en peligro.
El ruido de la campana para el cambio de clase sonó y Zero consiguio que todos retrocedieran a los lados haciendo espacio al centro, la puerta se abrió a su espalda y al girarse a unos cuantos pasos de distancia apareció Kaname encabezando a la clase nocturna, sus miradas se cruzaron mientras este comenzaba a caminar hacia él de forma calmada y elegante.
Aparto la vista y se movió a un lado del camino viendo a los demás vampiros salir atrás de su líder, los tremendos gritos y la euforia lo alteraron ligeramente y retrocedió unos pasos recargándose contra uno de los árboles, se cruzó de brazos aferrando las manos al uniforme, era demasiado, podía sentir como la sangre recorría sus cuerpos y escuchar sus corazones excitados, incluso su respiración acelerada a causa de los gritos de admiración.
Sus dientes escocían, entrecerró los ojos para evitar que cambiaran de color, era un juego peligroso el intentar controlarse y ver cuánto podía resistir en esa situación, subió una mano cubriéndose la boca sintiendo sus colmillos alargarse, apretó los dientes mirando el suelo.
Kaname lo miro fijamente deteniéndose un momento notando la acción, pero no fue el unico. Al verlo detenerse los demas vampiros lo imitaron fijando su vista en aquello que el veia. Takuma sonrio acercandose.
-¿Que sucede Kaname?-
Zero levanto el rostro ¿Por qué se habían detenido? No aguantaría mucho tiempo en aquel lugar, frunció el ceño y aparto la mano de su rostro controlándose.
-Clase nocturna sigan avanzando-
Ordeno y como esperaba las palabras molestaron a la mayoría de los vampiros quienes le dirigieron sus miradas amenazantes, Kaname entre cerro los ojos sonriendo ligeramente y miro a Takuma.
-Continuemos-
Siguió caminando e inmediatamente le siguieron los demás, Yuki se quedo más atrás rodeada de vampiras que le hablaban animadamente intentando ser amistosas con ella por ser una sangre pura, aunque esta lucia algo pensativa, miro a Zero y este aparto la vista como si no la hubiese visto, apretó los labios mirando el suelo y avanzo más rápido alcanzando a Kaname seguida de las demas.
Se apartó del árbol viendo a los miembros de la clase nocturna alejarse y se interpuso en el camino de los humanos.
-Regresen a sus dormitorios inmediatamente.-
Se escucharon los abucheos puesto que no querían obedecer, pero las miradas penetrantes que les mandaba Zero eran amenazadoras y no se atrevían a escaparse, así que comenzaron a marcharse al edificio viendo de lejos a los vampiros, aunque era por poco tiempo el que pudieran apreciarlos era increíble... poder verlos tal cantidad de personas tan hermosas y perfectas de modales finos y familias influyentes reunidos en un solo lugar era casi como un sueño estar en la misma escuela que ellos, tenían a Zero pero su actitud era tan pesada y casi violenta que no les permitía acercarse, lo vieron mientras comenzaban a retirarse a los dormitorios, seguramente registraría todo el lugar buscando a quienes se atrevieran a no seguir las reglas para castigarlos él mismo.
Entro al establo con dificultad dejándose caer en el suelo con la respiración entre cortada, Lily relincho y se precipitó hacia él moviéndose ansiosamente, Zero casi se arrastró hacia la paja sujetando con una mano su garganta viendo a su yegua colocarse a su lado.
Su garganta ardía horriblemente parecía que esa situación había sido demasiado para él, cerró los ojos con fuerza estos ya eran tan rojos como la sangre y sus colmillos se habían alargado, le empezaba a costar trabajo respirar, entre abrió los ojos inclinándose sobre la paja y mirando una de sus manos la acerco hasta su boca y apartando la camisa mordio con fuerza su muñeca, la sangre se deslizo por su garganta conforme los colmillos se hundían más en su piel, un sabor caliente y una sensación extraña que hizo temblar su cuerpo levemente, no creía que esa acción ayudara en algo... pero beber su propia sangre al menos lo calmaria de momento.
Lily miro la sangre asustada dando unos golpeteos sobre la tierra, parecía dudar entre acercárse o salir a pedir ayuda. Estiro un brazo hacia ella intentando indicarle que estaba bien a lo que se acercó lentamente bajando el cuello hasta tocar su mano.
Le acaricio la cabeza con suavidad y aparto los dientes de la piel de donde ahora se deslizaba la sangre mientras la herida se cerraba al instante, lamio la substancia en silencio y se dejó caer hacia atrás sobre la paja ocultando el rostro con su brazo.
-Esto será nuestro secreto Lily-
Soltó un suspiro cansado mientras recorría por última vez los alrededores de la escuela sin notar ninguna presencia fuera de lugar, regreso a la casa y al entrar Cross ya lo esperaba, él haría de guardia las pocas horas que quedaban de clase.
-¿Qué tal el primer día?-
Le sonríe colocándose un abrigo negro.
-Normal... parece que tu discurso funciono, nadie ha roto las reglas por ahora-
-¿Enserio? Como director todos deberían seguir las reglas que diseñe-
Rie levemente saliendo de la casa, despidiendose con la mano levantada.
-Walter-
La puerta del estudio se abre dando paso al mayordomo quien se acerca sonriente sosteniendo en sus manos una charola de plata.
-Sir integra-
Realiza una reverencia colocando la taza de té ingles frente a ella.
-¿Que averiguaste de la información que solicite?-
-Me temo sir Integra que no es mucha, los miembros de la SS Reich comandados por el mayor tal como dijo el amo Alucard se han mantenido en las sombras durante mucho tiempo reuniendo información y fuerza, haciéndose con un batallón de muertos vivientes imperfectos y vampiros artificiales que aumento gradualmente con el tiempo, todo lo que ellos quieren si me permite decirlo es guerra, demostrar su poder acumulado para ver correr la sangre de inocentes, ir contra Hellsing y contra las demás asociaciones, pero hasta el momento se desconocen sus orígenes-
-Entiendo no tienen un punto de partida, ahora es matar o morir solo de esto se decidirá al ganador-
Cruzo las manos frente a su rostro ¿Que estaban planeando? debía haber algo más detrás de todos sus movimientos ¿Por qué ocultarse durante tanto tiempo? esa razón tenía que descubrirla.
-Las demás asociaciones deberán mantenerse al margen Hellsing trabaja solo, no necesitamos traidores entre nosotros y pasaremos sobre aquellos que se interpongan en nuestro camino-
Walter sonríe.
-Estoy de acuerdo-
-¿Amo Alucard?-
Abre la puerta lentamente escuchando el crujido de la madera antigua y entra de forma nerviosa, todo estaba oscuro ¿Acaso no estaba? no, sentía su presencia en la habitación, a paso lento se acercó al ataúd negro y suspiro ¿Por qué tenía que ser ella? tenia ordenes de la líder y era importante informarle.
-Maestro…-
Nada.
Se inclinó en el suelo ¿Cómo podría despertarlo?.
-Que miedo no puedo hacerlo...-
La puerta atrás de ella se escuchó y volteo rápidamente sorprendida mirando a Pip ¿Qué hacía en ese lugar? Lo ve con desconfianza mientras se acerca, lo que le faltaba si el hacía algo tonto y molestaba a su maestro ese sería el final para los dos.
Bernadotte sigue el camino de bolsas de sangre vacías que llevaban hasta el ataúd conforme las esquivaba.
-Este lugar es terrorífico-
Menciona sintiendo un escalofrió que lo hace abrazarse a sí mismo.
-Justo como el, este lugar le pega mucho -
Ríe y Seras le hace una seña para que guarde silencio de forma nerviosa.
-Oye en este lugar podría haber fantasmas-
Se estremece mirando a los alrededores y la ve suspirar pero también voltea mirando el lugar solo por si acaso.
-¿Qué? No hay fantasmas ni uno solo…-
Bueno eso esperaba.
Pip la mira incrédulo después de todo si existían los vampiros también deberían existir otras cosas aunque ciertamente esperaba que no.
-¿Que no se supone que tienes que despertarlo?-
-Como si pudiera hacer eso-
Se fija en la tapa del ataúd notando las marcas plateadas.
-¿Qué es eso?-
Se inclina a un lado de Seras.
-¿Qué?-
Dirige su vista a lo que señala, eran palabras en otro idioma.
-No lo sé, nunca he sabido su significado-
Tenía miedo de preguntar porque había visto a su maestro en ocasiones mirar esas palabras seriamente como si le recordaran algo, parecía que ese ataúd era muy importante para él.
-Huy... aterrador y misterioso-
Sonríe con algo de burla ganandose una mirada desaprobatoria.
-Bueno a lo que venimos-
Se acerca colocando las manos sobre el ataúd.
-¡Espera! ¿Qué estás haciendo?-
Pone las manos sobre las de Pip deteniéndolo, a ese tipo se le iban las cabras algunas veces ¿Acaso quería hacer enojar a su maestro? ¿No se imaginaba las consecuencias?
-¿Cómo qué? Obviamente voy a despertarlo-
-¡No lo hagas!-
-¿Y crees que gritando no se despertara?-
Le sonrie mientras esta se cubre la boca con ambas manos asustada, no se había dado cuenta de que había levantado la voz.
Bernadotte levanta la tapa y ahí estaba, el rostro dormido y sereno del vampiro, lo miran un momento en silencio.
-Aun dormido es algo…-
-¿Crees que este soñando?-
Pip se sorprende.
-¿¿Soñando?? ¿Los vampiros sueñan?-
Lo mira molesta ¿Cómo podía decir esas cosas?... Aunque ella también lo había pensado antes.
-No, enserio, siempre lo he visto mas como un animal salvaje-
-Que grosero… bueno tal vez un poco-
Mueve la trenza de su cabello hacia atrás y coloca una mano en su rostro pensando.
-Oh ¿Y qué tal si está teniendo un sueño caliente?-
Seras lo golpea en la cabeza girando el rostro molesta mientras este ríe quejándose un poco por el golpe y sujetándose la cabeza.
-Alucard… Alucard despierta -
Una voz dulce se escucha al fondo, abre los ojos viendo un hombre viejo y calvo disfrazado como hada madrina, el vestido rosa de volantes, la tiara que brillaba y la barita mágica lo convertían en una visión bastante desagradable.
-¿Quién eres?...-
-Soy tu arma, el espíritu de Jackal Willis…-
Pone una cara tenebrosa.
-Ahora es muy tarde nunca podrás dejar este lugar, este es mi espacio ¡El espacio de Jackal Willis serás mi súbdito y trabajaras aquí te guste o n…!-
Alucard comienza a dispararle sin inmutarse.
-¡No! ¡¡Detente Willis!! ¡Escúchame por favor!-
Le dispara en la cabeza y comienza a desinflarse.
-Bien hecho-
Sale un hombre de traje blanco y sombrero con un puro en la boca desde atrás de un árbol.
-Él era un impostor yo soy el espíritu de Casull, se te olvido regresarle su arma a Zero así que despierta, termina con esta guerra y volvamos con él.-
Abre los ojos ligeramente sorprendido, aparta la tapa del ataúd inclinándose viendo la habitación donde se encontraba.
-Ja-
Pasa una mano por su cabello sonriendo levemente.
-Huh….que miedo casi nos descubre mirándolo-
Le susurra a Pip temblando mientras ambos estaban pegados a la pared del otro lado de la puerta, Victoria había reaccionado rápidamente cuando su maestro parecía apunto de despertar y jalo a Pip corriendo fuera de la habitación, aún era joven para morir otra vez, ambos estaban con los nervios de punta por casi ser descubiertos.
-Oye Seras ¿No crees que exageraste un poco?-
Pip suspira abriendo la puerta.
Esta se asoma aun nerviosa viendo a su maestro sentado junto a la mesa con las piernas estiradas y levanta el rostro mostrando los ojos del color de la sangre, traga saliva intentando actuar con normalidad y Pip entra como si nada.
-Maestro… ¿Sucede algo?-
Alucard los mira sin interés tomando una copa de vino.
-Un sueño extraño-
-¿Un sueño extraño? Ahora que lo dice hace poco tuve uno también…-
Comienza a recordarlo aunque sería mejor no pensar en algo tan bizarro o le daría dolor de cabeza.
-Ah cierto... amo Alucard tenemos que salir, el enemigo comenzó a moverse ya tenemos las coordenadas-
Alucard se levanta mostrando una sonrisa torcida tendría lugar otra pelea.
Seras y Pip sienten el aura macabra desprenderse de él y retroceden instintivamente.
Las chicas rodearon a Zero acumulándose alrededor de donde permanecía sentado intentando ignorarlas, repentinamente sentían demasiada atracción hacia él, las miro molesto por quinta vez mientras estas parloteaban haciendo una que otra pregunta indiscreta. El maestro entro al salón llamándoles la atención vaya broma como si también fuera culpa suya.
Por fin era el final de las clases durante el descanso había pasado de todos escondiéndose en la azotea del edificio, había visto a varios grupos de otros salones buscarlo por la escuela, solo podía pensar en lo irritantes que eran jamás habían actuado tan molestas a su alrededor.
Se levantó esquivando a sus compañeros dirigiéndose a la entrada, quería terminar rápidamente con el asunto.
Como era de esperarse todos rodeaban el lugar amontonándose contra la enorme puerta, ni siquiera quería acercarse pero la mayoría lo noto volteando a verlo como si de una presa se tratase cuando debería ser lo contrario, unas chicas se amontonaron en uno de los muros que separaban los edificios intentando subir y colarse al otro lado. Zero les llamo la atención sin embargo no podía acercase ya había sido rodeado por algunas personas molestas e insistentes, algunas alumnas comenzaron a jalonear a las chicas que intentaban hacer una pirámide para alcanzar lo alto de la pared.
-¿Que hacen? ¡Yo también quiero ir!-
Grito una de ellas.
-¡No es justo!-
Dos de ellas se pusieron a su lado empujando la pirámide humana.
-¿Cómo se atreven? ¡No hagan enojar a Zero!-
-¡Eso mismo, no quiero que se enoje con todas por su culpa!-
Las jalaron de tal manera que todas cayeron estrepitosamente al suelo.
Estaban siendo más ruidosas de lo que estaba acostumbrado a tolerar, gritaban los nombres de los de la clase nocturna como si no hubiese un mañana y ahora incluso el suyo, habia mas personas que ayer, suspiro pesadamente pasando la mano por su rostro y su cabello de forma cansada y las chicas armaron un alboroto al ver tal escena, intento ignorarlas y pasar de ellas haciéndose espacio hasta llegar a la entrada, sobraba decir que por el camino muchos le habían intentado meter mano y algunos lo habían conseguido desarreglándole el uniforme.
Un grupo de chicas lo miraban emocionadas.
-¡Esos guantes lo hacen lucir tan sexy!-
Menciona una de ellas mirándolo.
-Tan atractivo y misterioso-
Dice otra llevando las manos a su rostro sonrojándose.
-Esas vendas… me pregunto si estará herido por alguna pelea ¡Tan salvaje!-
Se emociona mirando a sus compañeras.
-Si es así yo podría reconfortarlo-
Coloca un dedo en su boca como si diera un beso.
-¡Mei eres tan sucia!-
Rieron.
-Yo también lo haría-
-Y yo-
-Creo que cualquiera…-
-Es alto, pálido y hermoso tan perfecto-
Suspiran ilusionadas en su propio mundo.
Logra hacer espacio en la entrada apartándolas a los lados mandándoles miradas de advertencia, antes obedecían de inmediato y mantenían cierta distancia de él, pero ahora solo funcionaba en ocasiones pues si bien para ellas era estimulante verlo de esa forma también les daba una sensación de temor que lograba acelerar sus corazones.
La puerta se abrió y los miembros de la clase nocturna se aproximaron viendo al prefecto que parecía no lograr controlarlas.
-Parece que está teniendo problemas-
Menciona Kain mientras todos miran la escena.
-¿Deberíamos ayudarlo?-
Dice amablemente Takuma sonriendo y Aido y los demás lo ven molestos.
-¿Porque deberíamos? Tipos como el no merecen ser ayudados por nosotros-
-Aido ¿Estas molesto porque ahora tiene más seguidores que tú?-
Mira a su primo enojado.
-¿Quien tiene más seguidores? ¡El solo es un nivel E!-
Rima y Shiki intercambian miradas.
-Lo está-
Menciona Rima y Shiki asiente.
Zero no la estaba pasando muy bien apenas podía controlarse, beber su propia sangre había ayudado sí, pero no calmaba su sed y el estar rodeado de tantas posibles fuentes de alimento… desprecio ese pensamiento cerrando los ojos molesto consigo mismo ¿Cómo podía pensar en ellos como alimento?
Las chicas se acercaron a Zero y este las miro seriamente, el estar tan cerca a su alrededor sin tener en cuenta el peligro que corrían le daba una ligera sensación de desesperación, el aroma amenazaba con descontrolar su sed y podía sentir la presencia de los vampiros manteniendo la distancia atrás de él esperando para entrar.
Una de las chicas fingió ser empujada y se aferró a su pecho alzando el rostro y pasando las manos a su cuello, Zero entrecerró los ojos el olor era tan penetrante al estar colgada de él que podía sentir como inundaba su garganta, apretó los dientes apartándola y les mando una mirada amenazadora que las hizo retroceder y colocarse a los alrededores, Kaname se acercó y los alumnos hicieron espacio inmediatamente, miro a Zero este cubría su boca y su nariz con una mano entrecerrando los ojos y mirando con furia a sus compañeros que no se atrevieron a moverse de sus sitios, pero había algo, actuaba de forma extraña o era acaso… sonrió viéndolo fijamente mientras caminaba y las chicas a su alrededor se apartaban con respeto ya que no querían que el presidente de la clase nocturna las odiara o se molestara con ellas no resistirían algo así, a pesar de tener a sus ídolos enfrente mantenían cierta distancia de él admirándolo desde lejos, se desvió de los demás y se acercó a Zero, este levanto el rostro molesto por el acercamiento y retrocedió un paso, a su espalda estaba el muro por lo que no podía seguir retrocediendo, miro la sonrisa que parecía mostrar burla y algo de diversión mientras los ojos borgoña lo miraban con interés acercándose aun mas, Zero permaneció firme en su lugar.
-¿Que sucede Zero? Pareces sofocado-
Lo tomo por la muñeca apartando la mano de su rostro en un rápido movimiento, Zero abrió los ojos sorprendido mostrandolos rojos regresandolos rapidamente a la normalidad, pero Kaname lo había notado y ahora sabía que sus suposiciones eran correctas, se zafo del agarre mirándolo con furia.
-Nada que tenga que ver contigo Kuran-
Se apartó de él ignorándolo, los demás vampiros habían presenciado la escena no les había gustado la forma en que el prefecto había tratado a su líder, un simple nivel E se había atrevido a tratar de esa forma al líder de los vampiros. Las miradas asesinas eran dirigidas a Zero pero este simplemente volteo el rostro, Kaname hizo una seña y el sequito avanzo siguiéndolo, aun mostraba una sonrisa en su rostro por lo que acababa de averiguar.
Yuki aprieta los labios, también había visto esa escena ¿Por qué Kaname se había acercado de esa forma a Zero? No… aún más importante ¿Por qué Zero actuaba así? ¿Acaso no se encontraba bien? La última vez que lo vio parecía estarlo, la caída al nivel E había disminuido después de la pelea con Rido aunque había sido herido ahora lo veía bien pero… si su sed regreso entonces…
Zero se giró comenzando a caminar hacia los dormitorios para vigilar la zona mientras regulaba su respiración, no sabía que incluso podía sentir sed por otros vampiros a ese grado… ¿Lo descubrió? Aun si era de esa forma probablemente lo tomaría como uno de los ataques que sufría en el pasado y eso no era del todo incorrecto, tendría que tener cuidado con Kaname, no conocía sus intenciones al regresar a la academia, solo sabía que la asociación de cazadores y la de los vampiros habían llegado a ese tipo de acuerdo. Después del ataque de Rido para mantener la paz entre humanos y vampiros querían regresar a como estaban las cosas antes de que ocurriera y evitar la tensión por los sacrificios que habían tenido lugar. ¿Pero por qué Kaname? ¿Era más fácil hacerlo regresar cuando podían pedir por otro sangre pura? No encontraba la razón, sabía que había pocos sangre pura pero si Kaname ahora era considerado como el rey de los vampiros y Yuki su pareja ¿Acaso no debería ser más preciados para ellos o creían que mandándolos a ese lugar no corrían ningun tipo de riesgo? Como fuera el caso seguramente había algo más entre ambas organizaciones.