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For angels to fly por Shaoran Lee

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La primera cosa que Naruto sintió a la mañana siguiente, fue el ligero latir de su cabeza. Gruñó y rodó sobre su estómago, buscando con dedos torpes una almohada para enterrar su cabeza. Nunca quería dejar su cama. Iba a matar a Kiba por cualquier tipo de mierda que le hubiera puesto a sus bebidas anoche. 

Cuando su torpe búsqueda por una almohada fracaso, abrió un ojo lentamente, pero después se dio cuenta de que no estaba en el peligro de siempre cuando el sol se cuela por sus persianas y lastima su vista. Podía escuchar la lluvia golpeando su ventana. Estudió su habitación con la vista, y frunció el ceño cuando pudo divisar sus almohadas y sábanas tiradas en el piso. Se sentó en su cama.

Naruto se dio cuenta de que estaba completamente desnudo.

Fue ahí cuando los recuerdos de la noche anterior vinieron flotando a su cabeza. Se dejó caer de golpe en la cama y cubrió su cara con ambas manos.

Sasuke.

Era más como un recuerdo de las sensaciones; piel cálida, un corazón latiendo al mismo tiempo que el suyo, gruñidos graves y gemidos agudos que escapaban de su garganta sin su permiso. Naruto recordaba los nervios que había sentido en cuanto vio a Sasuke completamente desnudo, nervios que se desvanecieron para convertirse en sensaciones más placenteras en cuanto se envolvieron el uno al otro, una vez que estaba adentro del chico, sintiéndose más cerca de este extraño que de cualquier otra persona que hubiera conocido en toda su vida. A pesar de la inocencia que Sasuke había demostrado, era todo lo contrario, le susurraba palabras sucias al oído, y cómo olvidar la forma en que se había arrodillado y llevado a Naruto a esa caliente y húmeda boca, sin dejar de sonreírle. 

Se había acostado con una…persona de compañía.

Y no sólo eso, con una persona de compañía…masculina.

"Disfrutable" es la última palabra que podía describir su experiencia, ninguno de los dos había sido cuidadoso o gentil; a diferencia de eso sus caricias habían sido todas con intención y propósito. Aún podía sentir las uñas circulares de Sasuke enterrándose en su espalda, aún podía sentir sus manos revolviendo su cabello y claro que recordaba los besos compartidos. No hubo lindas palabras al oído (a menos que "más te vale cojerme tan duro que no pueda caminar mañana" cuente), tampoco hubo arrumacos después. No, había sido rudo y salvaje, había sido un "jala y empuja" por el que Naruto había hasta rogado. "Explota-mentes" probablemente sería una mejor palabra para describirlo. Su experiencia con Sasuke había sido una experiencia irreal, pero también había sido el sexo más caliente de su vida. 

Naruto odiaba la inmunidad de Sasuke. La forma en que había actuado tan normal y acostumbrado. Mientras que Naruto había experimentado el mejor sexo de toda su vida y aún ni siquiera lograba pararse de la cama. Había algo en ese chico que lo tenía perdiendo la cabeza y lo odiaba. 

Eso era lo que lo molestaba, la sensación en su pecho. No le molestaba que Sasuke fuera un hombre, o que le pagaran para tener sexo con otras personas. Le molestaba que hubiera caído a sus pies desde el momento en que lo vio, todo joven y con ojos de inocencia, pero todo había sido como otro día de trabajo para Sasuke. Había dejado a Naruto babeando, tirado en la cama, y en cambio él, seguiría adelante con su vida, completamente no afectado. 

"But she caught me in the conter, it wasn’t me" sonó su timbre de celular, sacándolo de sus pensamientos.

Buscó con la mirada sus pantalones, hasta encontrarlos colgando de la lámpara de su mesa, suspiró con pesadez 

y se puso de pie hasta sacar su teléfonos del bolsillo.

-¿Qué quieres? –

-Ahora, ¿es esa la forma de hablarle al chico que está sosteniendo una taza con un café muy fuerte, con tu nombre escrito? Ten cuidado, comenzaré a creer que no me amas –la voz de Kiba le contestó –

-Dios, si –dijo Naruto –lo lamento por la rudeza con la que te contesté –se sentó en el borde de su cama -¿dónde estás? –

-Entrando al elevador, pero pensé en darte una llamada, para ver si estabas vivo, antes de subir –

-Pues, supongo que ya no puedo llamarte y quejarme de que no me cuidas bien. Planeaba marcarte y abusar psicológicamente de ti, por lo de anoche –

-¿Qué hice yo? –preguntó inocentemente –

-No uses ese tono conmigo Inozuka, te conozco muy bien. Pensaste que si me emborrachabas lo suficiente podrías salirte con la tuya. Es inexcusable –dijo Naruto escandalizado –

Kiba se rió y Naruto pudo oír a lo lejos, el familiar sonido de las puertas del elevador abriéndose – Lo siento mucho cariño, pero estoy en tu piso justo ahora, ponte ropa y puedes gritarme en unos momentos –

-Lo haré – dijo Naruto, terminando la llamada y buscando un par de boxes –

Con el sonido de la puerta, entró sin avisar un Kiba sosteniendo dos vasos de café en una mano, y en la otra una bolsa de papel café. Su usual peinado en puntas, estaba aplastado contra su frente en tiras mojadas. Inmediatamente puso la bolsa en la mano de Naruto y fue directo al sofá, sin decir una palabra –

-Buenos días a ti también, cariño –dijo Naruto con sarcasmo, mientras cerraba la puerta –

Kiba estaba ocupado acomodando los vasos de café, y buscando el control remoto –Amigo, acabo de colgar en el teléfono contigo hace treinta segundos, y yo –dijo remarcando la palabra –salí a enfrentar a la feroz lluvia, sólo para conseguirte un café y un pastelillo –

Naruto lo consideró –No puedo discutir contra eso, supongo –abrió la bolsa de papel, espiando el contenido y casi gimió cuando el olor del pastel llegó a su nariz –eres mi mejor amigo –

Kiba tomó un sorbo de su café –Así que dime, ¿Qué te pasó anoche? –

Naruto se rió, y sacudió su cabeza –Oh no no no, créeme, estoy seguro de que tu noche fue mucho más interesante. ¿Qué pasó al final con la chica del club? –

-¿Estás intentando esconderme algo Naruto? –

Naruto sólo suspiró –Sí. –

-Eres un terrible mentiroso –se carcajeó Kiba ante el débil intento de su amigo –

- Lo sé –dijo Naruto mientras que se acomodaba su suéter, tratando de evitar el contacto visual –nunca, nunca, ni en un millón de años, adivinarías lo que me pasó anoche –

-Okay –respondió Kiba lentamente –Entonces, ¿por qué no me dices? –

Naruto lo miró, con la cara roja –tienes que prometer que no te reirás –

-Lo juro –

-Bueno, anoche después del club…terminé, bueno…eh, recogiendo a alguien en la calle, si es que me entiendes –

Kiba sonrió y sacudió la cabeza –Espera, que hay de malo con eso. Lo he hecho un millón de veces –

-Claro que lo has hecho –dijo Naruto rodando sus ojos –Pero…era un chico –

-Un…chico –dijo Kiba parpadeando de sorpresa- Así de un..¿hombre? –

-Sí. –

Ambos miraron a la televisión sin saber que decir.

-También, mejor te diré la historia completa en lugar de prolongar esto. No era sólo un chico…era, bueno por falta de una mejor palabra, un prostituto –

Kiba continuó mirándolo, y una expresión extraña atravesó su mirada.

-Un prostituto –

-Sí. –

-Un hombre prostituto. –

-Sí. –repitió Naruto un poco desesperado –

-Así como, un tipo que le pagan por tener sexo con otras personas –

-Eh…sí. –

-Anoche, saliste a la calle, recogiste un hombre prostituto y…tuvieron sexo –

-Otra vez, sí. –respondió perdiendo la paciencia –

Se estaba comenzando a desesperar, pero se alarmó cuando Kiba, se dobló hacia enfrente con un sonido extraño proveniente de su nariz -¿Kiba? ¿Estás bien amigo? Di algo, ¿Qué te sucede? –

Después se dio cuenta que los sonidos provenientes de Kiba, eran en efecto, risas.

-Mierda, tienes que estar jugando –dijo Naruto enojado, mientras que Kiba se hacia atrás y adelante, sosteniendo su estómago mientras reía incontrolablemente –

-¿Te cojiste un prostituto? –Se burló, ahora acostado en el piso – Hombre, es la mejor cosa que he escuchado en toda mi vida. Realmente no sabía que lo tenías en la sangre. Le diré a tu madre. Le diré a todos los que conozco –sin parar de reír –

Naruto sólo lo observó, hasta que sus carcajadas se convirtieron en unas risitas, y ahí se agachó y lo golpeó en el brazo.

-¡Hombre! Te acabo de decir algo muy importante ¿y te ríes? Esperaba un poco más de tu jodido apoyo –

Kiba se puso de pie, y se acomodó en su posición original a un lado de Naruto, limpiándose las lágrimas de risa -¿Qué? Eres gay ahora ¿a quién le importa? –

-¡No! Bueno, no realmente. No creo. No lo sé. –

-Okay, entonces eres bisexual –dijo rodando sus ojos –Mira realmente no cambia mucho las cosas, es sólo que ahora cuando salgamos, tienes el doble de oportunidad de acostarte. Es ingenioso, la verdad. –

-¿Entonces, realmente no te importa? –

Kiba bufó –Sólo encuentro muy gracioso que pagaras por hacerlo. No sabía que estabas tan desesperado, amigo. –

-Ya enserio, ¿qué pasó con la chica? –preguntó Naruto feliz, de dejar el tema ahí –

A pesar de ser el que inició la conversación, Naruto estaba teniendo problemas para prestarle atención a Kiba, quien detalladamente le contaba cómo había pasado la noche anterior. Se encontró a sí mismo, pensando en lo que él había hecho la noche anterior, y su entrepierna le dolía cada que el chico de cabellos negros aparecía en sus recuerdos. Naruto se dio cuenta de que Kiba se había detenido a media oración, y sacudió su cabeza, poniéndole atención. 

-¡Estás pensando en sexo justo ahora! –acusó Kiba –

-Pues estás hablando sobre eso –

-Si pero tú, estabas todo, con ojos de pasión y lamiéndote los labios, y toda esa mierda hombre. Si te soy honesto me siento un poco violado –

-No estaba haciendo eso –dijo Naruto rodando sus ojos –

-Si lo estabas. Honestamente comenzaba a temer que te cojieras, ese vaso de café en cualquier momento –Kiba se acercó y colocó la taza de Naruto en la mesa –Mucho mejor –

Naruto sólo lo observo –eso fue grosero –dijo –

-Eso es lo que pasa cuando estás pensando en cojerte a un tipo, mientras que tu mejor amigo intenta mantener una profunda y significativa conversación contigo –

-Si Kiba, eres tan profundo –dijo Naruto un poco molesto –Por eso es que esos triángulos que tienes en la cara son tan rojos, están llenos de sabiduría filosófica –

Continuaron molestándose el uno al otro y riendo al final, como siempre lo hacían. Su tarde había resultado ser muy divertida con Kiba, como habitualmente lo eran.

Esa noche, por otro lado, fue una historia completamente diferente.

Tan pronto como Kiba dejo su apartamento, se encontraba calentando su cena en el microondas, y se sorprendió pensando en Sasuke. ¿Qué estaría haciendo en ese mismo momento? ¿También trabajaba los domingos, o era como su día libre? ¿Seguiría en las calles vagando bajo la fuerte lluvia, o estaría teniendo sexo con alguna persona millonaria?

-¡Mierda! –gritó Naruto, golpeando la meseta de su cocina, se encontró a sí mismo en una situación realmente ridícula, estaba pensando que era una pena que alguien tan joven como Sasuke, se encontrara en esa situación. Si analizaba las cosas, él tenía a su familia, a Kiba y muchos amigos más, y siendo sinceros se sintió un poco mal de que alguien tan joven como Sasuke se tuviera sólo a sí mismo. 

-No hay nada que puedas hacer por él, ahora deja de pensar estupideces y comete tu puta cena –se dijo a si mismo mientras avanzaba hacia el televisor –

No tenía caso seguir pensando en Sasuke, después de todo, no es como que lo volvería a ver ¿cierto?

Notas finales:

Espero les haya gustado,muchas gracias por leer.


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