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Caminando entre dragones por Kaiku_kun

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Notas del capitulo:

Como dije, un día antes de lo habitual, así no hay conflictos con fin de año :) espero que os guste jeje

40. El viaje de Kanna

 

Tohru volvió de otro día más con Loki. Kanna y Kobayashi enseguida se dieron cuenta de que se había peleado con alguien. Iba magullada y parecía enfadada.

—¿Qué te ha pasado? ¿Necesitas que te cure? —preguntó inmediatamente su mujer.

—¡He tenido que luchar contra un gigante por una estúpida flor! —Y se encerró en el baño, cabreada.

—Vaya… ya hablará luego si quiere.

Kanna, que estaba cómodamente recostada en la falda de su madre, se acabó sentando y prefirió irse a su cuarto. Kobayashi se quedó perpleja con la reacción de las dragonas. A saber qué les había picado a ambas.

Pero la más pequeña tenía un plan en mente que no tardó en poner en marcha. Cansada de la actitud de Tohru y de que Kobayashi prefiriera esperar a que se calmase, se encerró en su cuarto, buscó el calendario del cole, algunas cosas en su mochilita y se dijo:

—Mañana.

No le era muy difícil ocultar cualquier intención que tuviera ante su madre, y Tohru estaba más preocupada por algo que ya no tenía remedio (que Kanna descubriera su secreto) que por su amiga. Pasó desapercibida fácilmente hasta que se fue al colegio al día siguiente.

Durante esos días de locura, Kanna iba sola al cole, volando y camuflada. Había encontrado un buen escondite para transformarse, así que siempre era la última en dejar la casa (saliendo por una ventana, porque no sabía cerrar con llave). Cuando llegó hasta allí, a quien buscó primero fue a Shota, casi ignorando a Saikawa, que la seguía llorando por la falta de atención.

—Hola Shota —le saludó—. ¿Y Lucoa?

—Se acaba de ir.

—Espérame aquí —casi le ordenó a Saikawa. Ella dejó de llorar.

Kanna salió corriendo por otra calle de entrada al colegio, pues sabía que su amiga pechugona prefería ir caminando a los sitios aunque estuviera sola. No tardó en encontrar a Lucoa, tarareando tranquilamente.

—Lucoa.

—¡Kanna! ¿No deberías estar en el colegio? Niña mala… —Pero lo dijo con el tonito travieso, le había gustado.

—Es Tohru. Pasa algo.

—¿Qué es? —Abrió ligeramente los ojos, en señal de preocupación.

—Me dijo que habló con Loki antes de volver de Okinawa.

Lucoa se irguió, algo incómoda. Pensó por unos segundos en silencio, con Kanna expectante delante de ella, y luego dijo:

—Vamos a tener que mentir a tu madre. Hay que llevar esto en secreto.

—Vale.

—Mañana es sábado. Di que pasarás el día conmigo y tus amigos. Te pasaré a buscar.

—Vale —repitió la niña.

Antes de que Lucoa le dijera nada, volvió corriendo hasta el colegio y compensó su falta de atención a Saikawa dándole la mano. Pasó el resto del día estudiando y jugando, sin pensar en lo que vendría.

—¿Vienes a casa hoy? —le preguntó la niña.

—No puedo, tengo que prepararme para mañana.

—Va-vale, no pasa nada…

Saikawa intentó no ponerse triste ante la negativa, pero cedió un poco. Kanna la volió a coger de la mano.

—Te compensaré. Estoy preocupada por Tohru —le confesó.

La niña se calmó y le dio ánimos para su familia, que al parecer lo estaba pasando mal. Con esto, Kanna se marchó hasta su escondite, se transformó y salió volando de vuelta a casa. Allí, Tohru ya estaba preparando la cena y Kobayashi se estaba quitando la chaqueta: acababa de llegar.

—Kobayashi —la llamó, abrazándose a su pecho.

—Hola cielo —la saludó—. ¿Has tenido un buen día?

—Sí. Mañana iré a jugar con Shota y Saikawa. Lucoa me vendrá a buscar.

—Claro, estupendo —accedió Kobayashi, toda inocente, sonriendo y acariciándole la cabeza.

Así de fácil, así de simple. No es que a Kanna le gustara hacer eso, pero pensaba y sentía que toda su familia estaba en peligro y quería hacer algo al respecto.

Mientras tanto, Tohru suspiraba en la cocina. Su mujer la oyó:

—¿Cómo te ha ido hoy en Midgard?

—Bueno, ahora queda solamente esperar, me llamarán de nuevo. De momento, ya he acabado mi trabajo.

Si Kanna estaba en lo cierto, Tohru trabajaba con Loki y el dios le habría dicho que le dejara hacer a él… lo que hacía que Kanna se estresara. Por eso, en vez del al sofá, se acercó al enchufe para recargar pilas para el día siguiente. Luego cenó como siempre y esperó al momento habitual para irse a la cama.

Lucoa llamó a buena hora la mañana siguiente. Kanna estaba algo impaciente y se había comido el desayuno a más velocidad de lo habitual. Cuando por fin se vio libre de su hogar, casi empujó a Lucoa a que echara a volar hacia la montaña.

—¿Crees que Loki está engañando a Tohru de alguna manera? —le preguntó en medio del aire. Kanna asintió con la cabeza—. Si es lo que pienso, si se trata otra vez de la poca longevidad de Kobayashi…

—Eso me temo.

—Entonces ve a hablar con su padre o con Nidhogg. Yo preguntaré entre los de mi facción si saben algo.

—Vale.

Lucoa creó el portal y se metieron ambas por él. Esta vez no iban a aquella isla pedida de la mano de Odín, donde celebraron su fiesta todos juntos, así que se separaron.

A Kanna no le costó detectar la presencia del padre de Tohru, que descansaba en unas montañas al norte de su posición. Voló recta hacia allí y aterrizó suavemente. Pese a eso, alertó al dragón que buscaba.

—Eres la amiga de Tohru, ¿qué haces aquí?

—Ella ha hablado con Loki. Están planeando algo.

—¡Maldita sea esa cría, sabía que la había notado entrando y saliendo de este mundo! ¡No puede estar nunca contenta! Vamos a ver a Nidhogg. Él sabrá qué hacer.

De nuevo, marcharon al norte, hacia un enorme tronco que se perdía en las profundidades de la tierra. Todos los dragones sabían que el hogar de Nidhogg no estaba en Midgard, sino en Niflheim, el mundo de hielo, donde se alimentaba de la muerte y de las raíces del árbol Yggdrassil. Ese tronco enorme era parte de ése árbol, y había una manera de llamar al dragón milenario sin tener que cambiar pesadamente de mundo (pues llegar a Niflheim requería de mucha energía: era una tierra desolada, un lugar prohibido para casi todas las criaturas): llamar a Ratatösk. Ratatösk era una ardilla que conectaba a Nidhogg con su némesis, un águila que vivía en la copa de Yggdrassil, muy cerca de Asgard. La ardilla buscaba causar problemas, guerras, inventando chismes entre ambos y enviándoselos al contrario, pero también era un excelente mensajero si se le reclamaba. Cuando apareció, veloz como el rayo, el padre de Tohru lo paró.

—Dile a Nidhogg y a los dioses que Loki ha estado contactando con Tohru por alguna razón. Puede que la esté engañando o chantajeando.

—Sí, señor, claro, seór, adiós, señor —dijo Ratatösk, riendo descabelladamente y tan rápidamente como el resto de su cuerpo al moverse.

Cuando desapareció, enseguida vieron en la distancia que más dragones se acercaban. Lucoa estaba entre ellos.

—Veo que hemos tenido la misma idea —dijo ella, acompañada de otro dragón más grande. Era el líder de la facción neutral.

—Ya he enviado el mensaje —dijo el padre de Tohru.

—También hemos oído que hace dos días participó en un torneo con los Jotuns por un Cabello de Freya —anunció el líder de la facción Neutral.

—¡Pero si ella no lo necesita! ¡Ya es suficientemente fuerte! ¿En qué demonios se ha metido esta cría?

El estrépito hizo que se distrayeran y vieron a Ratatösk, que en segundos ya había cruzado medio universo. Lucoa aprovechó para añadir ese dato que su líder había proporcionado, y salió zumbando de nuevo.

—No creo que tarde mucho.

—¿Creéis que Loki quiere causar la guerra de algún modo? —preguntó Lucoa.

—No entiendo qué conseguiría con una flor de los gigantes y hablando con un dragón.

Kanna, que empezaba a desubicarse en aquella conversación, se quedó pendiente de que la ardilla volviera con una respuesta de los dioses o de Nidhogg (puesto que no había dado el mensaje aún). Ésta apareció al cabo de una hora de charla entre los mayores, que acabaron concluyendo que estaba seduciendo a su presa con la inmortalidad.

—Nidhogg ha dicho que ha oído que Tohru ha estado en Jotunheim, y que le mantengáis al corriente; Odín en persona ha dicho que vigilará a Loki e investigará y aconseja que los dragones vuelvan a sus hogares; desde Jotunheim, un gigante llamado Bördur ha dicho que han robado un pedazo de hielo de Utgard. Este mensaje ya ha sido entregado a todos.

Y se fue zumbando a causar discordia, puesto que los dragones presentes no tenían nuevos mensajes para darle.

—¿Qué tenía que ver eso del trozo de hielo de Utgard?

—Ese hielo es mágico. No puede ser una coincidencia que haya ocurrido esto con la aparición de Tohru tan reciente —reflexionó el líder de la facción Neutral.

—Kanna, será mejor que vuelvas a casa —le pidió el padre de Tohru—. Vigila a tu familia y habla con Lucoa. —Luego se dirigió a la dragona mayor—. Tú contactarás con nosotros todos los días por si ocurre algo. Entra en Midgard y te encontraremos.

Ambas asintieron y la bandada de dragones se dividió de nuevo. Lucoa y Kanna volvieron a la Tierra en completo silencio, cada una reflexionando sobre sus cosas. La mente infantil de Kanna no iba del todo desencaminada cuando pensaba que Loki quería separar a Tohru y a Kobayashi de ella de alguna manera. Lucoa intentaba cuadrar aquel montón de hechos recientes en el puzle en el que Loki y Tohru participaban.

Cuando llegaron a la Tierra, ya era por la tarde. Para seguir disimulando, Lucoa llevó a Kanna hasta su casa después de haber peleado amistosamente en un descampado, para que se notara el desgaste de energía.

—Vaya, sí que estás cansada —dijo Kobyashi, cuando vio que a la niña se le cerraban los ojos incluso de pie—. Anda, vete a echar la siesta, te llamaré en un ratito.

—¿Está aquí Tohru? —preguntó Lucoa.

—Está en el baño.

Justamente en ese instante salió y saludó de buena gana a su amiga pechugona. Lucoa la analizó, disimuladamente, mientras tenían una charla intrascendente con Kobayashi sobre lo bien que se lo pasaba Kanna en el cole. Y no le resultó difícil ver que estaba cansada, disgustada y que probablemente lo que escondía le causara problemas para dormir.

—Ya se pueden dar prisa los dioses en tomar cartas en el asunto —reflexionó en voz alta, mientras volvía a su casa.

Notas finales:

Debo confesar algo: EL FINAL YA ESTÁ ESCRITO. Es inevitable. A parte de otros extras y/o comentarios y opiniones que haga luego sobre lo que ido viendo de vosotros... la historia acabará en el capítulo 42 o 43 si me queda largo el 42 (de ése solo tengo el esquema hecho, el 41 ya sí que está escrito XD). No os deprimáis(?)


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