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El vampiro y el plebeyo por ryuzaki uzumaki

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Notas del capitulo:

¡Pedradas al final!


¡A LEER!


 

Shun caminaba a su casa con lentitud, aun le lastimaba aquella herida en la costilla, pero no más de lo que le dolía el corazón, las palabras de Hyoga seguían rondando su mente, no solo eso, recordaba la crueldad con la que lo había tratado –Deja de seguirme…- dijo el menor fastidiado por que el rubio estaba a un metro detrás suyo

-No te sigo- respondió restándole importancia << ¿Acaso te dio amnesia y olvidaste lo mala persona que fuiste conmigo?>> se dijo Shun asimismo mientras caminaba un poco más rápido sujetándose fuertemente la costilla

-Tu casa esta para el otro lado- el mayor no se quedó atrás, acelero el paso hasta igualar el de Shun y caminar a su lado -¡Basta te digo!- ambos se miraron, el menor con molestia y el mayor simplemente sin expresión alguna

-Quiero cerciorarme que no regrese a atacarte- Hyoga giro su rostro ocultándose con los mechones dorados que caían al costado de su cabeza

-¡No es necesario! ¡No quiero que otro monstro como tú me vigile para después comerme! ¡Ya bastante nervioso estoy con que estés cerca de mi mientras sangro!

-Te estás pasando…

-¡Y a mí que me interesa! ¡¿Acaso no pensaste en que te estabas pasando cuando estábamos en tu casa?! ¡¿Me pides sea piadoso cuando tú no lo fuiste?! ¡Idiota!- Shun opto por salir de ahí dejando al vampiro con la mirada clavada en la húmeda tierra, él tenía razón.

Durante unos segundos que para Hyoga fueron eternos considero si ir tras él o simplemente dejarlo ir, ya no quería molestarlo, realmente quería estar con él, ¿Pero ahora de qué manera? Había roto toda oportunidad de poder estar a su lado y ahora teniendo la oportunidad de enmendar la situación el orgullo se lo negó, dio marcha atrás, no lo seguiría desde la copa de los árboles, sabía que estaría bien, Pandora estaba mal herida o aun seguiría tumbada en algún lado del bosque, Hyoga camino con algo de pesadez, era ese momento en el que tu corazón te grita << ¡Ve tras él!>> y tu lógica te dice << Eres un idiota, recoge la poca dignidad que te queda y retírate a tu solitaria y fría casucha>>

Dejo ir a Shun una vez más, la última vez que lo dejo ir un vampiro lo ataco, por suerte percibió el hedor de su sangre, salió disparado en cuanto supo que el dueño de aquella adictiva fragancia era su pequeño Shun, pero el temor de ser él quien podía terminar devorándolo fue mayor, tomo una flor de Vainilla y se la metió en sus fosas nasales, esa flor no huele, ¡Apesta! Lo suficiente como para empalaga el sentido del olfato de Hyoga y que este no distinguiera otra cosa, seguro tendría ese empalagoso aroma por semanas.

El sol era próximo a salir, pero afortunadamente su casa estaba a escasos metros de distancia, no era como si le agradara estar de regreso a esa fría y solitaria choza, fue cuando una fantasía hizo presencia en su mente, Shun le esperaría dentro con una gran sonrisa, fuera de día, tarde o noche él estaría hay siempre, esperando por su regreso, estando en el penúltimo escalón Shun correría siempre a abrazarlo ¿y por qué no? quizá le regalaría un pequeño y cálido beso, Hyoga se sonrojaría por tan ingenua acción pero a la vez perfecta para la situación, le abrazaría rodeando su cintura, miraría profundamente sus ojos hasta que este por la vergüenza desviara la mirada, quizá sin decir nada o un susurro se escaparía de esos pequeños y albinos labios –Basta…- una riza boba escaparía de los labios de Hyoga y para no desperdiciar su sonrojo lo haría más notorio con un beso en su mejilla, sus manos dejarían de lado su cintura para tomarlo por sus mejillas atrayendo nuevamente su mirada a la suya –Shun… estoy en casa

Pero nada de aquello pasaría, siempre llegaría solo a la casa, la oscuridad seria quien le recibiría y el frio quien le acogería, abrió la puerta camino hasta su cama y se dejó caer derrotado << Mierda…>>  Fue cuando una sorpresa mayor le hizo estallar en lágrimas, el hedor de la vainilla desapareció para darle lugar al de Shun, incluso de esa pequeña molestia que cometió sin dudar para salvarlo la curo.

Abrazo la almohada que custodiaba pequeños vestigios de su olor, las lágrimas escapaban sin compasión -¡Dios Te amo!- grito mientras la almohada cubrió sus labios y absorbía las lagrimas

Un enorme estruendo le hizo dejar de lado la almohada, el rubio no contaba con ventanas, por lo que no sabía que es lo que pasaba, hasta que para su sorpresa su puerta se abrió con brutalidad, Seiya estaba entrando con prisa no sin antes dejar la puerta cerrada -¡Ayúdame!

-¡Seiya!- el rubio se levantó pero nuevamente callo en el mullido colchón al ser sentado por Seiya -¡¿Qué ocurre?!

El castaño jadeaba con nerviosismo y sin mencionar había palidecido considerablemente –Shiryu… ¡Secuestraron a Shiryu!- el castaño comenzó a llorar como si le hubiesen arrebatado su razón para vivir

Hyoga abrazo al castaño dejando que este llorara, no era de acciones afectivas, pero no era tan frio para no notar que su amigo sufría, además de que en esos instantes él también pasaba por momentos desesperantes –Desde el principio… ¿Qué paso?

Seiya se dejó caer de rodillas en el suelo –Ikki quería darle una lección al monstro que ataco a tu hermano… Shiryu y yo lo acompañamos, pero porque teníamos nuestras dudas, temíamos que la familia Kido estuviera implicada

El rubio se paralizo ¿Todo este tiempo lo suponían? -¿Y bien?- él ya sabía la respuesta

-¡La familia Kido está aquí! En una cabaña cerca del pueblo y entre ellos esta… -Hyoga empezó a sentir como su cuerpo sudaba por temor, sus manos le temblaban y un escalofrió recorrió su espalda al tan solo imaginarse aquel nombre –Ella… Saori, está aquí

Hyoga apretó con fuerza sus puños intentando tranquilizarse -¿Qué más?

La chica que ataco a Shun le conto que tú estabas aquí y se molestó mucho, ¡Quiere verte sufrir! ¡Quiere venganza!- Hyoga palideció al escuchar eso, ¿Por qué querría venganza? Nunca le hizo nada, al contrario ella le había arrebatado más de lo necesario

-Que venga, no me interesa- Hyoga se levantó y el castaño únicamente se limitó a mirar –A ver si por fin consigo morir de una vez por todas

Pero el rubio se había olvidado de lo más importante  -¡Pero Hyoga! Shiryu e Ikki fueron secuestrados

-Claro, te ayudare a salvarlos y de paso me encontrare con mi anhelado destino

Seiya había comprendido que no le había dicho lo necesario –Pero Hyoga… no planea matarte- El rubio miro atento al castaño

-¿Qué quieren entonces?

-Te harán sufrir utilizando a Shun

Notas finales:

¿Como reaccionara Hyoga?


¿Que haran los Kido respecto a eso?


 


¡PEQUEÑO LO SE!


Pero lo mejor esta por venir


Muchas gracias por sus comentarios y por las personas que hasta ahora an demostrado interes en #Audicionplebeyo


como siempre ya saben que pueden dejarme sus comentarios, me motivan muchisimo para continuar espero ansiosa!


Nos leeremos ♥


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