Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El vampiro y el plebeyo por ryuzaki uzumaki

[Reviews - 54]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Pedradas al final!


¡A LEER!

Seiya se había ido dejando en completo silencio a aquel rubio herido, se colocó bocabajo intentando que las cobijas no se pegaran en aquella herida, no le preocupaba pronto sanaría, pero las palabras del castaño vagaban en su mente, “Te has enamorado de ese niño”

No podía ser, nunca más caería en esas artimañas, aunque era inevitable el pensar en aquel joven muchacho, sus ojos, su sonrisa, su voz, su aroma, su calor, todo de él lo hacía sentir de una manera única, una sonrisa boba salió de sus labios al recordarlo aun en el aire admirando aquel paisaje, en ese momento Hyoga quería decirle que ese paraje no era ni la mitad de bello a comparación suya.

Ladeo su cabeza con brusquedad intentado expulsar aquellas ideas que había jurado no experimentar –Jamás… - se dijo así mismo, pero justo después de soltar esa idea al aire su corazón se oprimió. Si no quería amar << Entonces ¿Por qué…?>> -Duele…- pronuncio en un susurro que incluso el dudo si lo dijo o pensó, cerro sus ojos perdiéndose en sus sueños.

Un tremendo ardor lo despertó junto con un grito de dolor -¡Demonios duele!- salto de la cama alejándose de lo que al principio creía un ataque, se colocó en guardia girándose a la cama para encontrarse con el pequeño Shun derribado en el suelo por el susto, ambos se miraron incrédulos, parpadeando intentando asimilar los hechos -¡¿Qué haces en mi casa?!- pregunto el rubio aun asustado

-Vi-vine a verte- Shun se quedó tumbado aun en el suelo sin hacer un movimiento brusco, temía que Hyoga estuviera adormilado y le atacase

-¡¿Cómo entraste?!

El menor señalo la puerta –Cuando llegue estaba abierta

-¡Maldito Seiya! ¡Tiene la cola larga!- grito al techo -¡¿Qué tratabas de hacerme?!

-Cu-curarte, no quise despertarte, sé que eres algo terco y más cuando se trata de atenderte, por eso creí que sería mejor idea si te atendía mientras estuvieras dormido… - Hyoga le miro aun inseguro –Te lo juro… jamás te haría daño

Pasaron unos minutos en silencio hasta que Hyoga abandono esa posición hostil, dejando salir un suspiro –No vuelvas a asustarme, pude haberte asesinado – camino hasta donde se encontraba el menor aun en el suelo, le extendió la mano para ayudarlo a levantarse y este la acepto

-Ya que estas despierto… ¿Crees que pudiera atenderte?- Hyoga lo miro, parecía sopesar la situación, para por fin asentir sin mucho interés, Shun sonrío haciendo que el corazón de mayor se estremeciera -¡Gracias!

Hyoga miro a otro lado intentando parecer desinteresado, pero la verdad es que esa sonrisa lo ponía nervioso –Como sea

Hyoga se colocó en una silla y Shun se colocó a un costado, con agua comenzó a limpiar aquella herida que se veía aun horrible -¿Cómo te has hecho esto?- el menor pregunto con temor mientras enjuagaba aquel pedazo de tela para continuar limpiando aquella piel lastimada –Parece como si te…- Shun guardo un minuto de silencio –Como si te hubieras quemado, dime es eso…-Hyoga no respondió, solo se encogió de hombros -¿Ha sido después de dejarme en el pueblo?

El rubio miro al menor por sobre su hombro –No es nada

Shun miro entristecido el hombro de Hyoga –Lo siento… de verdad lo siento

-¡Te dije que no es nada! Sanara pronto, deberías volver a tu aldea, ¿Qué no solo venias de noche?

Shun se sorprendió tanto -¿De qué hablas?

-¡No tiene mucho que te deje en tu pueblo! Y ya estás de regreso, ¡vuelve cuando sea de noche!

Shun parpadeo confuso –Hyoga es más de media noche… vengo de ver a mi hermano

Hyoga abrió con totalidad sus ojos -¡¿Qué?!- se levantó de la silla con brusquedad corriendo hasta la puerta, la abrió y se topó con un cielo oscuro lleno de estrellas -¡¿Pero qué?!

Shun se acercó con cuidado -¿Qué ocurre?

-Shun, ¿Qué luna hay hoy?

Shun tardo un poco en responder –Creo que hoy no hay luna

El rubio gruño –Me lo supuse… eso explica porque mi brazo sigue igual que en la mañana- cerro con normalidad la puerta y se volvió a sentar en la silla

-¿Qué tiene que ver eso?- El menor le siguió y tomo asiento en el borde de la cama

-Las criaturas como yo dependemos mucho de la energía de la luna, cuando hay luna llena básicamente somos indestructibles, pero en las noches que no sale somos muy vulnerables, en cualquier otro día mi brazo hubiese estado totalmente recuperado en menos de medio día, pero hoy que no hay luna me curo como si fuese un humano

-¡¿Entonces nuca sanara?!

-Yo no dije eso, mañana que la luna vuelva a la normalidad sanara

-Pues entonces hoy déjame cuidarte

-Ni hablar, regresa a tu casa

-¡Pero dijiste que podía curarte!

-¡Es que pensé que era de día!

-¡Tú tienes la culpa por no tener ventanas!

-¡Si hubiera ventanas la luz del sol me incineraría!

-¡Existen cortinas!

-¡Para eso mejor no tengo ventanas!

-¡Silencio y estate quieto!

-¡Vale! ¡Pero solo porque yo lo digo!- Shun soltó una carcajada y continuo con su labor, Hyoga se estremeció ante su hermosa riza, causando que sus mejillas se tiñeran levemente de color carmín, guardo un momento de silencio intentando recuperarse de los nerviosismos  -¿Cómo se encuentra tu hermano?- pregunto la más desinteresado posible

-Mejor gracias, hoy pudo regresar a ser humano, Shiryu le dio una planta que ayuda a cualquier dragón

-Qué bueno…- Hyoga guardo silencio, extrañamente se sentía nervioso, Shun pronto termino de limpiar aquella horrible herida para después colocarle un ungüento, el mismo que le coloco a su hermano momentos atrás –Eso huele horrible… ¿Qué es?

-Es una mezcla de hierbas medicinales

-Pfff… cosas de humanos, eso no servirá conmigo

-Pues déjame contarte que a mi hermano le alivio bastante el dolor

Hyoga se percató de que su brazo ya no sentía tanto dolor, a decir verdad esa viscosa mezcla estaba siendo bastante efectiva  -En ese caso tráeme uno de esos…

Shun bufo –En cuanto regrese a casa te hare uno

Hyoga lo miro sobre su hombro -¿Es tuyo?

-Claro, las medicinas que hay en el pueblo son bastante… bueno no ayudan mucho, no hay muchas personas que sepan de eso… ya sabes si pasan cosas milagrosas te toman por bruja

Hyoga recordó la ocasión que fue a espiarlo y justamente le habían hecho la misma acusación -¿Acaso te dicen algo al respecto?

Shun guardo aquel ungüento y saco unos pedazos de tela extensos -¿Por qué lo dices? ¿Crees que soy una?- levanto con delicadeza el brazo del mayor y comenzó a vendarlo

-Yo no dije eso

Shun no respondió –Hyoga… ¿Por qué estabas golpeando las rocas ayer?

Ambos permanecieron en silencio un momento, solo se escuchaban las telas desenvolverse cubriendo el brazo de Hyoga –Tú no respondiste mi pregunta

-La responderé si tú contestas la mía – Shun había terminado de envolver la herida –Ya esta

Hyoga estiro el brazo y después lo movió en círculos intentando acostumbrarse a ese vendaje –Gracias…

Shun miro algo curioso al mayor -¿Es algo malo?- Hyoga lo miro sobre su hombro –Lo que te ocurría, ¿Por eso no quieres contarme?

Hyoga no soportaba ver esos ojos decaídos, giro la silla en dirección a Shun y tomo asiento buscando que palabras utilizar, no era un tema del que le fascinara conversar, pero por él estaría dispuesto a abrir el cajón de sus secretos y mostrárselos –Hace ya mucho tiempo, cuando era un ser humano yo… era un chico de veintiún años, tenía trabajo, tenía una familia que quería, cometía tonterías de las cuales pretendía reírme de viejo- Hyoga rio nostálgicamente y después entristeció –Pero todo se fue al demonio cuando conocí a una mujer –Shun lo miraba atento mientras se acomodaba en la cama –Saori era una chica que me llamo la atención desde el primer momento en el que la vi, era una recolectora, recogía fruta de las granjas para después llevarlas a vender, yo trabajaba la tierra, era normal tener encuentros seguidos, comenzamos a vernos fuera de las horas de campo, salíamos, conversamos, habíamos dicho que estábamos profundamente enamorados… -guardo silencio evitando soltar las pequeñas gotas que se encontraban en sus ojos –Pero fui un maldito estúpido… no me di cuenta que todo había sido tan rápido, una noche, la noche que jamás olvidare fue cuando me dejo un trozo de papel en mi cinturón, decía que necesitaba verme al anochecer y obedecí, corrí a su encuentro, era una luna llena hermosa, recuerdo que cuando la vi alumbrada por su luz dije “Te vez encantadora” y la bese… -Las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos anteriormente habían escapado con lentitud, Hyoga no quería que Shun lo viera llorar por lo que miro al suelo- Estaba contento… hasta que me mordió, aún recuerdo ese horrendo dolor… y no necesariamente el de sus colmillos, el de mi pecho, solo quería alimentarse de otra víctima suya, había una pala cerca y le golpee la cabeza para que me soltara. –Hyoga apretó sus puños –Eso no fue lo peor… si un vampiro muerde a su víctima y chupa toda su sangre esta únicamente muere pero yo al sepárame de ella… sin haber terminado su labor me convertí en otro vampiro, recuerdo cuanta sed tenia, mi cuerpo haría por dentro, fue espantoso. –El rubio limpio sus ojos con el dorso de su mano, trago una gran bocanada de aire intentando tranquilizarse para después dejarla salir en un suspiro pesado –Y por si te preguntas si así termino la historia… No, no podía salir al sol, no podía envejecer, me aleje de toda mi familia… vi morir a mi madre porque me creían muerto, vi crecer a mi hermano en las sombras y por ultimo lo vi morir, todo lo que yo conocía ya no existe… solo me queda el recuerdo de esa maldita mujer, me queda el dolor de haber perdido a mi familia… me queda esta maldición… no poder morir, de vez en cuando recuerdo todo aquello y enloquezco más de lo normal…

-Pero si ella era un vampiro ¿Por qué podía estar en el Sol?

-Sangre humana, eso le da resistencia a los vampiros, el problema es que no dura más de un mes, tienen que estar chupando constantemente

Shun tomo las frías manos del rubio y este le miro a los ojos –Lo siento tanto… no tenía idea – el menor dejándose llevar por tanta tristeza no pudo evitar abrazar al rubio, este estrujo su cintura sin pensarlo un momento, aquel muchacho solía traerle una tranquilidad que le era difícil o incluso imposible darse el lujo de tener, pero ese hombre lo hacía con tanta facilidad.

-Lo sé Shun… Hui de ese lugar cuando mi hermano falleció, desde entonces no eh vuelto a ver a esa mujer y siendo honesto no deseo volverla a ver, aunque a estas alturas posiblemente este muerta –Hyoga bufo y después miro a Shun- Bien… te toca ¿Qué me dices de ese asunto con la bruja?- Ambos jóvenes se separaron, Shun volviendo al borde de la cama y Hyoga simplemente se reacomodo en la silla sin dejar de ir aquellas tibias manos.

Shun sonrió de manera cariñosa –Si, me consideran una, pero no por la pomada, piensan que soy una bruja por mi aspecto, dicen que las brujas ocultan su horrendo aspecto para pasar inadvertidas- Shun soltó las manos del rubio y miro sus rodillas con tristeza –Yo no pedí nacer de esta manera… no pedí tener este rostro, a decir verdad quisiera ser más como mi hermano –Hyoga abrió completamente sus ojos asustado y Shun solo rio -¡No, No! Me refiero a su forma humana, es bastante bien parecido

Hyoga se abalanzo sobre el menor dejándolo completamente recostado en la cama, paso su mano izquierda por debajo de su cintura y con su mano derecha tomo su mentón, lo miro con seducción acortando la distancia entre sus labios pero no con totalidad –Pero que dices… eres perfecto así

Notas finales:

¡Sin spoilers!

Como siempre ya saben que pueden dejarme sus comentarios, me motivan muchisimo para seguir escribiendo esta historia

esperare ansiosa!

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).