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Deja que hable el corazón por Ina Arishima

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Notas del capitulo:

Holi owo como dije antes, tengo imaginación hiperactiva DX así que les dejo más rápido de lo que esperaba este capitulo (bien lo pude subir mañana, pero soy buena persona(?) Bienvenidos a mis delirios <3

"Algún día entenderás que no tengo por qué ser el peor de los dos..."

El primer ensayo con vestuario había terminado. ¿La obra elegida? La bella durmiente. Todos los presentes estaban exhaustos y ansiosos por volver a casa, sin embargo Nathaniel había decidido esperar a que todos los chicos terminaran de cambiarse para después ingresar él solo a los vestidores y, cuando le preguntaron el por qué, se limitó a decir que era tímido con su cuerpo y que no le agradaba cambiarse ante los demás. Bueno, no era del todo mentira, ¿quien se sentiría cómodo desnudándose frente a otros teniendo tantas marcas de golpes en la espalda? Al ver que por fin salió el último de los chicos, entró apurado a cambiarse.

Sin embargo nadie esperaba que Castiel hubiera sido retenido por Alexy para ajustar algunos detalles de su traje. Alexy no era el más alto, tampoco tenía una fuerza fuera de lo común, mucho menos tenía una apariencia intimidante; sin embargo, cuando se trataba de ropa si que podía llegar a dar miedo hasta al mismo Castiel.

—Castiel ¿podrías tener un poco de paciencia?
—Tsk bien... ¿ya acabamos?— Alexy suspiró con fastidio y se alejó del pelirrojo.
—Si, quítate el traje CON CUIDADO y entregaselo a Rosa.
—Claro mamá...

Antes de que pudiera responderle, Castiel se fue directo a los vestidores. Al entrar cerró los ojos y soltó un sonoro suspiro, bien podía ir planeando su funeral por si algo le pasaba a ese traje; contó exactamente tres segundos y abrió los ojos, esperando que eso bastara para volver todo aquello una simple pesadilla, pero lo que vio frente a él lo dejó sin aliento. 

Una piel increíblemente blanca que parecía tan suave al tacto, llena de marcas y moretones bastante notorios, inconscientemente apretó los puños y levantó la vista para descifrar de quien se trataba consiguiendo únicamente que su rostro empalideciera completamente mientras unos bellos ojos color miel lo observaban con sorpresa, duda y vergüenza.

—Nathaniel...
—¡¿C-Castiel!?
—¿Qué es lo que te...?

El rubio se colocó a toda velocidad su playera y salió casi corriendo de ahí, empujando levemente a Castiel contra la pared; sus mejillas estaban rojas de la vergüenza y unas lagrimas amenazaban con salir de sus ojos. Todos a su alrededor lo miraban con sorpresa y confusión mientras el pelirrojo lo seguía, gritando su nombre su nombre, y lo hubiera alcanzado si cierta peliblanca molesta no lo hubiera detenido alegando que dañaría el traje si no se lo quitaba de inmediato. Para cuando lo dejó ir ya era tarde, Nathaniel ya había vuelto a casa.

Ya no había más que hacer y, con peor humor que de costumbre, se fue directo a casa. Dejo caer su mochila en cualquier parte de la sala y después se encerró en su cuarto. Al cerrar los ojos la imagen de Nathaniel lo invadía, no tenía nada que ver con él pero aun así debía saber cuanto antes de que se trataba todo esto.

Los días pasaban rápidamente y Nathaniel no podía evitar sentir una mirada sobre él a todas horas, como si alguien lo siguiera. El incidente en los vestidores no había vuelto a ocurrir pero no se sentía capaz ni de voltear a ver a Castiel, este último lo había estado buscando todos los días después de clases pero simplemente aun no estaba listo para hablar de lo sucedido ni con él ni con Sanae ¿Tan mala suerte tenía que justamente las dos personas más obstinadas y molestas del instituto fueron quienes descubrieron su secreto? Efectivamente, su vida era un asco.

Estaba consciente de que Castiel quería una explicación para su comportamiento el día del ensayo, pero ni por un segundo le pasó por la mente la idea de que quisiera ayudarlo, le daba tanto miedo que sólo arruinara más su vida que simplemente no consentía la idea de confiarle su mayor secreto, tenía que pensar un poco más qué excusa le pondría al molesto pelirrojo.

Por su parte, Castiel por fin se había hartado de esperar a Nathaniel y había decidido usar un arma que nunca en la vida deseo realmente ocupar...

— Amber...

—¿C-C-Castiel?     

No hubo que insistir mucho para que la bruja rubia lo siguiera hasta el sótano, una vez en ahí se dio cuenta que la chica estaba completamente roja y algo nerviosa ¿A caso creía que se le iba a declarar? Mala suerte, suficiente había tenido con Debra como para meterse con alguien todavía peor. Para evitar cualquier confusión le preguntó sin rodeos lo que quería saber, pero nunca se espero la respuesta que ella le daría.

  — Te diré lo que sé si me das un beso...

***

Lysandro y Sanae caminaban por los pasillos de la escuela mientras reían alegremente, habían estado platicando por horas y el peliblanco estaba cada vez más seguro de su decisión, de lo que haría en ese mismo momento.

—¿Sanae?

—Ummm... ¿Qué pasa Lysandro?— La joven se había detenido justo al pie de las escaleras y había volteado a ver al joven que no lograba hacer que su corazón dejara de latir a toda velocidad.
—Sanae... Hace tiempo que somos amigos y hemos pasado por muchísimas cosas, como lo del fantasma, el concierto, la carrera de orientación, la nada agradable vuelta de Debra... En fin, sólo quería que sepas que... que yo... bueno, te considero una de las personas más importantes y especiales que he conocido en mi vida, y... tu... Sanae, tu me gus... 

La chica estaba completamente roja y anhelante de las palabras que Lysandro estaba a punto de decir, cuando se escuchó un fuerte estruendo proveniente del sótano seguido de los gritos de Castiel que les indicaban que nada bueno estaba a punto de pasar. Lysandro tomó la delantera para intentar evitar que su amigo hiciera alguna locura, mientras Sanae lo seguía de cerca y algo asustada. Al abrir la puerta pudieron apreciar la escena. Castiel estaba sujetando del cuello a Amber mientras la estrellaba contra la pared, se veía realmente furioso mientras ella tenía una expresión de completo terror en su rostro.

—¿¡Crees que puedes jugar con quien tu quieras maldita bruja!? ¡¿Que no sabes nada!? ¡Me hiciste besarte para nada! ¡Te juro que no vas a salir ilesa de esto!

Lysandro se apuró a alejar a Castiel de su victima mientras Sanae intentaba ayudar a Amber a recuperarse de lo que recién había sucedido, pero únicamente se ganó un manotazo de la rubia, que salió casi corriendo del lugar.

Una vez que Castiel se calmó, los tres amigos se percataron de que no eran los únicos presentes, unos ojos color miel observaban con furia al pelirrojo que, sin entender por qué, sintió una fuerte opresión en su pecho.

—Sanae... Lysandro... Quiero hablar un momento a solas con Castiel, por favor salgan de aquí...

Una vez que ambos chicos estuvieron solos la tensión aumentó notablemente, Castiel ya no estaba tan seguro de querer tener una conversación con el delegado.

Notas finales:

¿Qué le dirá Nathaniel a Castiel? ¿Castiel le preguntará por las marcas? ¿Amber es una maldita? (Si, lo es e.e) ¿Castiel dejara el No Homo para admitir que ama en secreto a Nath y lo quiere hacer suyo? ¿Esta leyendo esto con voz de comercial? Pues aguantense a que tenga listo el siguiente capitulo para descubrirlo <3

Bye bye <3


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