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Una promesa congelada por Miky15E

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Notas del capitulo:

Me tardé actualizando porque me embobé leyendo. Les recomiendo que lean el manhwa, se llama Noblesse. Tiene vampiros, lobos y humanos modificados peleando constantemente; aunque no es Yaoi, hay para shippear xD. También sacaron una ova, que no abarca mucho de la historia, pero el diseño de los personajes es excelente. Yo leo el manhwa en una aplicación que se llama Mangas en Español, descargado de la Playstore.


Después de mi recomendación xD, ¡disfruten!

—Yuuri, te encontré.


—¿Por qué me abandonaste? —preguntó el pelinegro sollozando y arrodillándose—. No escapes.


—Ya no escaparé, mi dulce Yuuri. —Se inclinó para abrazar al menor y sonrió al sentir durante unos segundos esa calidez que tanto extrañaba—. Estaremos juntos hasta que el mundo colapse.


—¿Lo prometes? —Se alejó del agarre que lo hacía su prisionero y miró esos hermosos ojos azules que brillaban.


—Es una promesa —juró y sujetó la mano derecha de su amado—. Nuestro amor es eterno. No lo olvides. —Presionó sus labios sobre los dedos de Katsuki y se desvaneció en una neblina.


—¡No te vayas! —Se sentó de golpe y observó a su alrededor, encontrándose a un Viktor que acababa de ser despertado por el grito en la habitación.


—Era una pesadilla. —El peliplata se despabiló estirando sus brazos hacia arriba y bostezó saliendo de las sábanas—. Yurio viene hoy —comunicó a su alfa, quien todavía no reaccionaba—. ¡Yuuri!


—Perdón, ¿qué decías? —Sacudió su cabeza a los lados y bajó de la cama de un salto—. Prepararé el desayuno.


—¿No me ayudarás? —Comenzó a desabotonarse la camisa blanca, que quién sabe por qué razón la tenía él.  


—¿Con qué? —Jaló el pantalón de mezclilla que reposaba en el suelo y le echó un vistazo a su novio, que no vestía ninguna prenda y dejaba al descubierto la belleza de su piel, los chupetones que resaltaban a la perfección y, claro, el semen que bajaba en su entrepierna. Una gloriosa imagen—. Ah, eso.


—S-Sí, eso —balbuceó sonrojándose y dio la vuelta rumbo al baño.


—T-Te alcanzo en un momento —avisó y tragó saliva al maravillarse con la hermosura de semejante hombre. No se cansaría de jurar que, como Viktor, no existían dos personas en el planeta—. ¿Por qué es tan sexy? —Tapó su rostro riendo igual a una quinceañera enamorada.


Quizá era un bobo por comportarse así y por avergonzarse, pero estaba orgulloso y feliz de ser el alfa de Viktor Nikiforov. Ahora nadie se lo arrebataría. Nadie podría tocarlo ni acariciarlo porque le pertenecía. Sí, a pesar de que sonara arrogante y egoísta, él era su pareja y lo había marcado. El universo entero podía irse al carajo, pero jamás lograrían quitarle a su omega.


Sin embargo, no entendía por qué había soñado con ese extraño. Las pesadillas desaparecieron desde que Viktor entró a su vida. ¿El desconocido trataba de transmitirle algo importante? ¿Qué tan importante era para irrumpir de esa forma en sus sueños, hasta el grado de hacerle caer en la desesperación?


—Yuuri, ¡ven rápido! —exclamó el ansioso peliblanco.


—Cierto. —Asintió y corrió al baño, lanzando su pantalón por los aires.


...


—Oh, estos chicos se han divertido —musitó JJ, colocando la pequeña maleta de Yurio en el sofá grande—. Creo que fue bueno haberle dicho lo del tratamiento.


—¡Maldito JJ, ¿por qué no mueves tu trasero?! —El rubio arrastraba unas bolsas en el pasillo de la entrada; la mayoría, ropa y cajas de zapatos que habían comprado en una plaza comercial.


—Espera, princesa. —Guardó las jeringas, la prueba de embarazo y unos frascos con líquidos en la caja de los supresores de su mejor amigo—. Aún es una bomba para la dama del hogar.


—¡JJ! —vociferó aventando las bolsas y se apresuró a propinarle un merecido zape a su guardaespaldas—. Joder, eres un aprovechado.


—Oye, pero si tú eres musculoso, ¿no? —Se burló, algo típico en su personalidad, y prueba suficiente de que le interesaba románticamente el rubio ilegal.


—Cállate, maldito —bufó rabiando. Jean le era indiferente, pero odiaba cuando lo molestaba porque a veces le gustaba tener toda la atención del mayor.


—Yurio, al fin —expresó el padre preocupado por su adolescente problemático.


Cuatro días sin cruzar una sola palabra con su hijo y no sabía qué decirle o cómo enfrentar la realidad. Necesitaba informarle que era un omega y no un alfa, pero eso también significaba confesar sus secretos. Lo que menos quería era causarle sufrimiento a su Yurio ni deseaba verlo llorar por sus mentiras.


—Viejo, ¿por qué estás temprano en casa? —Frunció las cejas, uniéndolas en una y fulminó a JJ con la mirada—. ¿Me engañaron? ¿El apartamento nunca estuvo en mantenimiento ni mi padre se fue a un viaje de negocios?


—No hubo viaje de negocios y el apartamento está bien —murmulló Viktor. Los nervios ya empezaban a hacer de las suyas y las gotitas de sudor resbalaban en su frente—. Yo… Yo no sé…


—Tranquilo, estoy contigo. —Yuuri se asomó por detrás del peliplata y oprimió la mano derecha de su omega.


—¿Por qué mi maestro está…? —Se calló al captar lo que sucedía, aunque lo estuviese mal entendiendo—. ¡Marcaste a mi tutor, papá!


—¿Qué? ¡No! ¡No marqué a tu tutor! —Su voz temblaba, pero debía dar ese gran paso hacia el futuro porque Yuuri estaba ahí, con él, y no retrocedería—. Yurio, yo no soy un alfa. Soy un omega que se ha medicado para encubrir su naturaleza. Las pastillas que ingiero y las inyecciones no son vitaminas, son supresores.


—¿Cómo? —Entreabrió la boca debido a la sorpresa y se acercó a su padre—. Repítelo, Viktor Nikiforov.


—Soy un omega, Yurio.


—¿Por qué? ¿Por qué me lo ocultaste? ¿Yo nací de ti? ¿Por eso no hablas de mi madre? Tú eres mi madre y mi padre murió o te botó, ¿no? —Viktor no respondió. Sentía que sus piernas no soportarían su peso y su corazón palpitaba veloz—. ¡Dime! ¡Dime, maldita sea! ¡Siempre te quedas callado!


—Princesa, contrólate —ordenó JJ, pero el menor lo ignoró y chasqueó los dientes.


—Mi vida ha sido una estafa y tú te revuelcas con mi tutor en nuestra casa. Seguro él ya sabe tu pasado y yo, ¡yo que soy tu hijo!, no sé ni quiénes son mis abuelos. —Apretó sus puños y gruñó ante la actitud fría de su papá—. ¿Cuándo pensabas contármelo? ¿Cuándo me hablarías de las pastillas y de que eres un omega?


—No quería hacerte daño —susurró con las lágrimas cayendo en sus mejillas—. Soy un omega y tú eres un omega. La sociedad no iba a recibirnos, Yurio. Yo tenía que protegerte de ellos.


—¿Protegerme? —Carcajeó sarcástico y alzó su brazo izquierdo a punto de golpear a Viktor—-. ¿Por qué no me protegiste de ti? Tú eres un mentiroso y vives bajo el mismo techo que yo. Tú eres el peligro, no la sociedad. A mí no me protegiste, te protegiste a ti.


—No seas cruel y óyelo —articuló JJ al observar que su amigo rompía en llanto.


—¿Oír a un impostor? No, gracias. —Se volteó y caminó de regreso a la entrada para marcharse.


—Yurio, por favor —suplicó persiguiendo a su hijo, quien continuaba evadiéndolo y no se inmutaba—. ¡Yurio!


—¡No! Te odio. —Se giró y confrontó al personaje que había destrozado sus recuerdos con falsedades—. Yo no te hubiera discriminado ni te habría dejado de amar, pero no confiaste en mí.  


—Ambos necesitábamos un refugio, comida y tú ibas a crecer dentro de una ciudad que margina a los omegas. Yo no podía permitir que tú te lamentaras.


—¡Hubieras abortado y ya! —gritó enojado y esa acción heló a Viktor.


—¿Abortado? —replicó negando con ligeros movimientos de cabeza—. No, no te habría abortado.


—Entonces no seas hipócrita —siseó y atravesó el pasillo sin percatarse del dolor que provocaba en su padre. 

Notas finales:

¿Intenso? Sí. Yurio necesitaba saber un poco de lo que oculta Viktor y es comprensible que haya reaccionado así. uvu 


Les informo que está disponible un nuevo fanfic Viktuuri. Se llama Mi niñera y contiene shota y comedia. También lo estoy publicando en Wattpad, con el seudónimo: Miky15Echelon 


¡Nos leemos pronto! <33


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