Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Trouble x TaeGi por Miss TaeGi

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Semanas de examen, por lo que estaré nuevamente ausente, DESPUÉS VIENEN LAS VACACIONES Y AHÍ SI ACUALIZARÉ AMORES MIOS ASKJHFASKJSAL <3

Sus sueños parecían tan reales que hasta provocaba acariciarse él mismo.

Estaba solo, manteniendo su cuerpo fundido con la cómoda cama mientras se revolvía contra las sábanas, empapándose del aroma de NamJoon, bajando sus manos firmemente por sus costados.

Era él y sus manos que contorneaban la lujuria que se escabullía entre su cuerpo en pequeños escalofríos, murmurando el nombre de aquella persona que lo hizo suspirar verdaderamente. Abandonado en su propio placer fue buscando los puntos débiles de su cuerpo que conocía perfectamente, aquellos lugares erógenos que pocos habían tenido la libertad de tocar. Buscó los escalofríos que se posaban sobre su clavícula izquierda, subirse su playera raspando firmemente su estómago y caminando lánguidamente hasta sus pezones, donde dedicó caricias imperceptibles que lo obligaban a contenerse, a no raspar enseguida sus botones rosas con la misma violencia de antaño.

Quería disfrutarse. Conocer su cuerpo y desearse como un chico en plena adolescencia, buscar los cosquilleos que ardían en la parte más blanda de su estómago y coincidir con la profundidad de su ingle, la punta de sus huesos y los límites de sus caderas. Terminó con ambas manos dentro de su bóxer y un pantalón que llegaba hasta debajo de sus muslos, acariciando la humedad de su ropa y la carne hirviente de su pene, entumeciéndose al momento de conectar un dedo con la poca profundidad de su prepucio, retándose a contener su orgasmo.

El índice se mantenía en el hueco de su pene a la vez que su zurda mantenía esas caricias violentas por todo el largo de su falo, arañando ligeramente sus testículos cuando sus dedos húmedos chocaban contra esa parte. Se paseaba por su ingle para después tomar su base y agitar su pene sin un ápice de compasión, siseando con los labios perlados en saliva e imaginando con el aroma de NamJoon que era él quien le hacía sentir así: borracho, perdido, amado.

 Se corrió, imaginando esos hoyuelos que se dibujaban sólo para él, sintiendo esa respiración ofuscada que provocaba escalofríos en su caliente piel, palpando su corazón al momento de sostener ambas manos contra el pecho contrario para sostenerse. SeokJin esparció su semen por su estómago, queriendo que fuese la mano de NamJoon que tomara esa porción de su cuerpo, que lo tomara completamente.

-NamJoon—suspiró abatido, abriendo los ojos pesadamente, llevándose la vida consigo. Estaba cansado, con su anatomía completamente caliente y húmeda donde repasara sus manos. Intentó acomodarse, buscar amoldar el colchón para él hasta la llegada de NamJoon; no quería limpiarse, menos acomodar su ropa y pantalones.

Deseaba estar desnudo entre las manos de NamJoon, hallar su nombre entre los gruesos labios de éste cuando riera, cuando lo besara, en todo momento. Pero SeokJin sabía que eso era soñar demasiado.

Y sin saberlo unos labios carnosos y calientes envolvían su boca con delicadeza, robándole la respiración con una voz gruesa—; SeokJin.

 

*¨*¨*¨*¨*¨*¨

 

-Me has resultado más puto de lo que esperaba, Suga—habló Do-Hyung burlesco, riendo a la vez que cruzaba ambas piernas sobre su escritorio y rebuscaba entre sus cajones algún cigarrillo común para fumar.

-¿Para qué mierda me trajiste aquí?—murmuró, cohibiéndose en su asiento ante los dientes blancos y filosos que demostraba la sonrisa ajena. Y de repente pensó en Taehyung, en su sonrisa, en sus ojos marrones y el peligro en el que ambos estaban metidos. Tal vez era una mentira, pero el miedo de perder al amor de tu corta vida era tangible en su corazón.

-Quería hablarte de la relación amorosa que tienes con mi sobrino, y por lo que pude ver no sólo te interesa por su dinero o por su cuerpo—continuó, resignándose a no tener ningún sabor a tabaco entre los dientes. Relamió sus labios al ver los suaves espasmos que el cuerpo de YoonGi estaba teniendo, y sonrió grandemente.

-¿Cómo lo sabe?—preguntó ásperamente, virando sus ojos negros a la barbilla mal afeitada de su jefe, chistando su lengua al descubrir su socarrona sonrisa.

-Sospeché desde un principio el por qué salías seguido de aquí, pedí que te siguieran, y descubrí que te estuviste acostando por dos meses con mi único sobrino.

-¿Sobrino?—se acomodó en su mullido asiento, evitando que sus muslos se adormezcan y prestando atención cuidadosamente.

-Mandé varios hombres a perseguirte junto a varios autos con vidrios polarizados, increíble todas las fotos que consiguieron de ustedes dos—de un cajón abierto bruscamente sacó con la misma violencia un paquete blanco rectangular para arrojarlo al regazo de YoonGi. La sacudida provocó que varias fotos escaparan el envase de papel, y YoonGi las tomó en mano: él y Taehyung frente a la cafetería, en la universidad de su novio, camino a su departamento, su primera salida, una foto de ellos besándose; las hubiera apreciado enfermizamente si no fuese por Do-Hyung que reía frente suyo.

-¿Qué quieres sacar de todo esto?—preguntó en voz baja, mirando tembleque las lindas muestras de Taehyung plasmada en fotografías medias borrosas y mal enfocadas, pero en donde se distinguían muy bien. Miraba al borde de la desesperación la sonrisa de su novio, sus abrazos, cuánto lo amaba.

-Wo-Hyung, el padre de Taehyung, mi hermano—contó Do-Hyung, bajando las piernas de su escritorio y escrutando cada mísero movimiento de Suga, ya sea un parpadeo o el revoloteo de sus ojos, los espasmos de su cuerpo o la posición de sus piernas— heredó toda la empresa familiar, todo el dinero, dejándome a mí sin nada más que la deshonra, según nuestro comprensivo padre—sardónico—; Wo-Hyung siempre fue el hijo favorito, y a mí me dejaban de lado. Por eso te pido algo simple y conciso, algo tan simple y elemental que podrás hacer en menos de un día.

-¿Qué vendría siendo eso?—ésta vez habló con más seguridad, guardando secretamente las fotos en su memoria junto a su sonrisa.

-Tienes que matar a Taehyung.

Y YoonGi abrió los ojos tan grandemente que creyó que por ahí el corazón se le iba a escapar. No supo qué era respirar por dos segundos, perdió el significado de la vida y ni siquiera tuvo que parpadear, sólo se sumergió hasta ahogarse en aquella petición tan descabellada.

-¡Por la mierda, no!—gritó rabiosamente, levantándose con violencia de su silla y levantando un puño directo hacia Do-Hyung.

-¿Acaso quieres que te venda a mis clientes aún si estás embarazado?—mofo, como lo era naturalmente, miró a Suga, sonriendo de punta a punta como Joker, salvo por la ausencia de la espesa sangre roja en la comisura de sus labios.

YoonGi lo pensó por milisegundos, él no podía estar embarazado, la prueba había salido negativa, no había duda de ello. Iba a levantarle nuevamente la voz a la persona más morbosa que había conocido alguna vez, pero nuevamente su sonrisa asquerosa lo dejó seco de palabras.

-¿Has pensado que la prueba es cien por ciento segura?—tiró de otro cajón de su escritorio, sacando una bolsa de farmacia transparente, donde se adivinaba la figura de la caja donde reposaba el test de embarazo.

Suspirando, jalándose los cabellos verdes ya casi arruinados por la lluvia ácida de la última vez que salió sumándole a sus raíces oscuras apareciendo, pateó furioso la silla en donde antes estaba, soltando otro grito colérico. Con la misma actitud tomó la bolsa entre ambas manos y corrió hacia el baño privado de su jefe, mientras éste reía descontroladamente. La situación era realmente cómica.

Do-Hyung se levantó de su asiento, caminando derecho y lento hacia la puerta de su baño. Tocó una vez, y esperó paciente.

-¿Por qué quieres que lo mate?—preguntó forzadamente YoonGi en un momento donde el silencio se le hacía demasiado incómodo y eterno mientras miraba una y otra vez la caja. Si salía el resultado positivo también se agregaban las semanas de gestación.

-Si lo matas, Wo-Hyung entrará en depresión y será una buena excusa para verlo—su plan estaba bien pensado desde hace años, pero ahora se había vuelto demasiado fácil y casi aburrido, por lo que matar a Taehyung sólo era un poco de diversión personal—; cuando esté algo débil lo envenenaré y la herencia pasará a mí, y cuando su esposa, muy hermosa por cierto, caiga en la bebida aprovecharé eso para convencerla de que me dé la otra mitad de la empresa; así quedaré con todo el dinero.

-¿Y yo que gano con todo esto?—preguntó quedo, mordiendo sus uñas a la vez que el tiempo se detenía y se concentraba en un dolor agudo sobre su estómago.

-Libertad, dinero, lo que necesites para vivir bien.

Sonaba aburrido viniendo de Do-Hyung, pero a la vez era tan perfecto el imaginarse siendo una persona normal saliendo a la hora que quiera, viviendo como le gustaría. Quiso ser egoísta, mantener a Taehyung alejado de él por unos momentos mientras disfrutaba del placer garoso de la felicidad propia. Si lo mataba… ¿Qué quedaba allí? No lo sabía con certeza, desconocía sus sentimientos del futuro y del ahora.

¿Realmente lo amaba? ¿Lo necesita en su vida? Pensó por largos minutos, recordando todas las sonrisas, los besos, el amor carnal que le entregó con tanta pasión. La felicidad compartida, la necesidad de estar juntos en la noche y en vez de eso estar en las ásperas manos de otro hombre que desconoce completamente, que no le canta suaves melodías para engatusarlo y robarle un beso junto a un pedacito de su corazón.

-¿YoonGi?—Do-Hyung se preocupó un poco, mínimamente, porque los cinco minutos ya habían pasado; Suga no salía, no respiraba, parecía haber muerto en sus recuerdos.

Y entonces la puerta se abrió, Suga mantenía la prueba de embarazo encerrada en un puño.

Resultado: positivo- tres semanas de gestación.

Un bebé suyo y de Taehyung, la sangre y el amor mezclado en un pedazo de cielo; soltó una sola lágrima, apaciguándose él mismo con susurros inexistentes de Taehyung. Se enamoró otra vez del pequeño que encerraba su estómago y del otro pequeño que se encarceló en su corazón. Sonrió.

-Lo haré.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).