“There was a boy.
A very strange enchanted boy.
They say he wandered very far, very Far …”
El crepúsculo se hacía notar, cualquiera que fuese cruzando en la avenida aquella tarde vislumbraba, bajando por la empinada calle una sombra pequeña. Unos niños quienes jugaban a las canicas pudieron verlo hasta que llegó junto a ellos.
Cargaba consigo una sudadera parecida ( a lo que vieron en la tele, de un programa americano; una sudadera de algún equipo de fútbol ), parecía que pesaba demasiado. En uno de sus brazos llevaba una especie de morral que estaba apunto de reventar.
El chico en sí, vestía completamente de negro (aunque la ropa parecía algo vieja y gastada), los tenis que portaba estaban sucios y muy deteriorados. La cara tenía algunas manchas de algo parecido al carbón. Su cabello amarillo como el oro ya no parecía el lindo cabello de una muñeca sino al contrario poseía el aspecto de un estropajo despintado.
Los niños de aproximados unos 10 años, dejaron las canicas para observarlo con detenimiento. Parecía un niño grande.
Él los miró, podía aullentarlos con una mirada, pero era él. Contra todo pronóstico haciendo uso de toda su energía, les sonrió.
Uno de ellos levantó su mano en son de saludo.
“Plaf”
El gran niño rubio cayó en el pavimento.
Los niños corrieron asustados llamando a sus madres, quienes (entretenidas en los chismes locales) no prestaron atención cuando Mello bajaba.
Una de ellas llamó a su pareja, un remolino de padres e hijos observaba al adolescente tendido, el esposo llamado tomándolo en sus brazos lo llevó a su casa.
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Si esto es cierto, de seguro iré al infierno.
No puedo abrir mis ojos del todo. Supongo efecto de estar muerto; entre veo una fuerte luz blanca cegadora.
¿Será el juicio de mi vida según las creencias cristianas?.
Me iré al infierno por no creer, demonios.
Mis pestañas se mueven cada vez más.
La luz proviene de un foco.
Esto no es el cielo o lo que sea, levanto mi cabeza un poco; es un cuarto… uno de hospital. Bien al menos no he muerto ni comprobado la existencia de todo en lo que no creo.
Los recuerdos rebobinan a mí, Mello me apuntaba con un arma. No me dispara, creo recordar un movimiento rápido de su mano, me golpeo con la pistola. Arrugo el entrecejo. ¿Por qué no me mató?
Sigo recorriendo la habitación mientras corre el tiempo, no deseo pensar en ello. Simplemente porque no puedo explicarlo. Muchas veces durante los meses seguideros traté con todo el ingenio que poseo de imaginar una manera en el que el plan de Mello no hubiera salido mal, para que él y Matt no murieran, había sido mi culpa ,tarde demasiada en atar cabos en cambio él… lo hizo rápido, no pensó con claridad y murió a manos de esa mujer.
Suspiro. No puedo practicar los ejercicios de relajación. Una sensación no fuerte pero persistente sube por mis pies en corrida por el torrente sanguíneo lentamente , no mucho (pero lo suficiente para torturarme), debo , necesito una explicación. Y un cadáver, si, voy a matarlo por no hacerme llegar noticias de su supervivencia. El muy maldito pudo mandar alguna señal de ello, en cambio prefirió dejar que la culpa me carcomiera. Ese tipo de venganza no es de él, y esta es la prueba, el que haya estado frente a mi.
Decidido retiro la sábana de mi cuerpo, camino descalzo, espero no tener que burlar a las enfermeras en turno. La perilla cobra vida, me alejo medio metro.
-Near?- (pff) es Gevanni que ve la cama vacía.
-Gevanni- me encuentra.
-oh Near- me rodea con sus brazos.
-¿ qué ha pasado, es real?- sus brazos parecían más fuertes de lo normal. Aspira el olor emanante de mi cabello.
-Es mejor que te sientes.- dice conduciendome a la cama. -Mello te ha golpeado con su pistola, los demás agentes te trajeron aquí, yo le disparé a él muy cerca de su costado derecho, dio en la pared. Esta junto a Linder en la sala de interrogaciones, llamamos a dos policías locales por no dejar solo al agente Rester.-
-Quiero interrogarlo yo mismo- digo lo más firme que puedo.
-El doctor que te atendió a dicho que mañana puedes irte, el golpe no te ha afectado en nada.- sigo con mi vista su mano que se acerca tocando mi mejilla.
-Voy a hacerlo ahora. Llama a Rester, separenlos, él que termine de interrogarla, yo me ocuparé de ese… imbécil.-
-Nate no-
-no me llames por mi nombre-
Él me mira inquisitivamente -Aún soy tu jefe-
Se levanta de mi lado subiendo los brazos en un gesto de rendición.
Media hora más tarde, el agente y yo subimos al auto. La noche se ha tornado un poco fría a comparación del día, él me dio su saco para cubrirme. Cierro los ojos en todo el trayecto, la verdad, me duele un poco la cabeza.
-Tendremos acceso a todo lo que digan, las cámaras estarán encendidas, dos guardias se encuentran al otro lado de la puerta mientras yo estaré al otro lado del cristal. Near, cualquier cosa e iré a dispararle a esa basura.-
-No le llames así- mi voz suena un poco irritada.
-¿Ah no?, disculpa jefe( tono sarcástico)
Ha tratado de matarte dos veces. No voy a permitir que si quiera te insulte. No,no a ti.-
Llegamos. El ambiente aquí dentro es muy denso.
-Agente defina un muy grueso límite entre su trabajo y sus opiniones personales.-
Ambos bajamos, mira al suelo. No entiendo qué le pasa, no con este dolor que se acrecenta entre más me acerco a la sala 1. Mello está ahí, tal como si nunca hubiera pasado nada.
Tomo el pomo de la puerta,pero alguien me aprisiona contra ella.
-Near, no puedo separarlos. No son pensamientos solamente, me preocupo por ti, son mis sentimientos.-
Tomo el pomo de nuevo.
-Agente no es el momento. Apártese.-
Entro en la sala.
Oh Dios, universo, ángeles o lo que sea.
Esta ahí, sentado con la cabeza entre sus piernas, ¿ha sido ya torturado?.
Observo alrededor no hay rastros de sangre.
-Mello-
Él levanta su torso.
-Near. Pensé que no venderías-
-Nadie mejor que tú sabes que si. Me conoces.-
Me siento al otro lado de la mesa.
-¿Cómo sobreviviste?- él me mira, sus ojos tan azules.
-Ese es el punto,no lo hice, yo morí-
El desconcierto se debe notar en mis facciones ( esto me supera) puesto que él ríe de una manera lunática.
-Debo suponer que eres una especie de fantasma.-
Se inclina en la mesa.
-Cree lo que te plazca. No diré nada.-
-Sabes Mello, eres un mafioso muy buscado, mejor diría ,el más buscado. Podría extraditarte en este momento a Japón.- arqueo una ceja.
Jake mate. Su sonrisa desaparece.
-Llevo meses planeando tu muerte pequeña bola de nieve inútil-
*Near, sal de ahí* puedo escuchar por el intercomunicador.
Paciencia.
-Vaya Mello, tan típico de ti. Logras sobrevivir al poder de Kira, por cierto el único que lo ha hecho. ¿ Y tú solo piensas en vengarte de mí? Que mediocre eres, igual que al ser niños. -
Su expresión me encanta. Nunca fui grosero pero ahora…
-Nate, no eres mucho mejor que yo. Me gustaría ver cómo huyes del orfanato a los 14 y sobrevives para contarlo.-
-Es cierto. Tampoco tengo acceso a esa información, ¿cómo llegaste a Japón desde Inglaterra por ti mismo?-
-Me siento bondadoso, ya que haces el honor de interrogarme aunque evidentemente te sientes terrible.
Bien, mira, yo trabajé un poco en las calles, ya sabes, llevando unos “mandados” ilegales bajo mi ropa a lugares cercanos. Luego me fugue en un barco, entre todo el equipaje. Así lo hice.-
Su rostro es muy serio. Debe ser verdad.
-No me siento mal, por cierto.
Tienes razón Mello aún a mi edad no puedo valerme del todo por mi mismo, menos en mi adolescencia.-
-Bingo. - sonríe -Y, claro que te sientes morir , recuerda cuando eramos niños.-
-¿Cuando eramos inseparables?- su sonrisa ha ido de viaje.
-No. Cuando nos odiabamos. Yo… te golpeaba siempre pero tú… tú nunca demostrabas el dolor. Aún así pude aprender a distinguirlo, ahora mismo puedo hacerlo.¿ Te di muy fuerte?-
-Te recuerdo que las preguntas las hago yo.
Primero exijo saber ¿ por qué no me mataste? - alza una ceja como si él me lo cuestionará a mí - ¿ cómo sobreviviste ?-
Se inclina sobre la mesa, queda a unos pocos centímetros de mí.
-Ja ja ja - dice sin gracia - no seas imbécil Nate, puedo llamarte así no? . Ya te dije, yo morí, esa tarde me dio un infarto, luego la iglesia en la que estaba se incendió. No te miento, ni yo sé que pasó. -Divaga un poco para hacer una expresión exagerada de haber capatado sus propios pensamientos - Estaba en shock. Hace años que nadie decía mi nombre, el real, fueron las últimas palabras que te concedí. Simplemente deje de pensar.-
-Mello no seas estúpido- tiene una sonrisa en su rostro - los humanos no podemos dejar de pensar, eso significaría nuestra muerte.
Además quien diantres vuelve de su tumba para vengarse y se traba solo por qué escucha su nombre.
Sabes qué? Que te den.- me apresuro a pararme del asiento.
-fiuuu, todo un hombre diferente al que conocí toda mi vida, pero sabes qué Near, voy a matarte aún así.-
Su risa es tan psicópata que por un momento le observo atento, este no puede ser él.
-Near, sal ahora.- escucho proveniente de la puerta, Gevanni esta ahí mirándome con impaciencia.
-Si , vete -
Cierro mis ojos. Inhalo, exhalo.
-Ninguno me da ordenes. Espero que pases una agradable noche en el suelo. Te quedarás aquí hasta que decida que hacer contigo.-
-Qué? No llamarás a la policía japonesa?- Gevanni ahora esta cerca.
Niego rotundamente.
-Puedes explicarme por qué N?- los ojos de Mello brillan.
Niego de nuevo con mi cabeza. Tomo la mano del agente y salimos de ahí. Caminamos hasta el piso superior, donde se ubica mi habitación. Si, yo vivo en el departamento de investigación.
Antes de irse Gevanni se acerca a mí, me siento muy adolorido a partes iguales con la aflicción para estar nervioso por nuestra cercanía.
Me besa lentamente. Hoy no hay alcohol. Lo hace porque quiere. Le doy el pase a mi habitación. Esta noche cuidará de mí.
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Over land and sea,
A little shy and sad of eye
But very wise was he...
Un adolescente rubio con cabello esponjoso como el de una muñeca asiste a una iglesia a la par con unos niños castaños menores que él. Adelante unos padres(castaños) los miran sonriendo.
El escenario cambia.
Ve luces demasiado llamativas.
¿Qué es esto?
…
No tiene idea pero se percata casi al instante de que al fondo, una cabellera rubia hace fuego con un traje rojo de alguna tela muy cara.
Esta rodeado de hombres en trajes exclusivos. Lo observan tan detenidamente que parece van a pintarlo.
Trata de acercarse , ¿ qué hace Mello en ese lugar?
Uno de los hombres le dice al chico protagonista del momento.
¿Que eres capaz de hacer? , no lo escucha pero es capaz de leer sus labios.
Una especie de niebla negra cubre el lugar, la gente comienza a inquietarse( es raro, acaba de darse cuenta que es una discoteca) ; cuando vuelve en sí, la gente esta corriendo, hay disparos, no tiene miedo, sólo quiere saber donde esta su nemesis.
Le encuentra, sobre una mesa con dos armas en manos, dispara estratégicamente. Algo sucede, Mello se tira a cubrir al hombre con el que hablaba.
Ese hombre, se le hace conocido.
Un segundo, el jefe de la mafia donde Mello trabajaba.
¿Acaso así se conocieron?
...
And the one day,
On magic day he passed my way
And while we spoke of many things,
Fools and kings...
Lo siguiente que pudo ver, eran unas ruinas, con mucha basura.
Destrozos. Suciedad.
Apenas si recordaba el episodio anterior.
Visualizo todo el lugar, cerca de la entrada, junto a unos periódicos mugrientos. Un cuerpo humano yacía desfallecido.
El pánico recorrió cada célula de su cuerpo. Reconocería ese cabello donde fuese.
Se acercó con cautela.
Su cuerpo lleno de sangre, su ropa desgarrada. Poseía el lado derecho más ensangrentado. Su cara. Lo comprendió esa sería la cicatriz.
Mello abrió los ojos. Más no lo veía. Lágrima cayeron por sus ojos. Maldijo algunas veces.
Quería ayudarlo más no sabía como, una luz(débil) se hizo presente. Tras de ella una figura humana, bajo el aparato. Era Matt. Venía por su amigo. Le agradeció no dejarlo morir. Volvió a cerrar sus ojos…
“The greatest thing you’ll ever learn
Is just to love
And be loved un return” …
Lo que vio le horrorizó a tal punto de dejarlo en shock.
Mello… Estaba muriendo. Ahí frente a sus ojos, por el poder de Kira.
Parecía verlo.
Antes de morir dijo :
“Esta es mi forma de demostrar amor”.
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Near quiso saltar de su cama, más se atoró con las sábanas, cayó al suelo.
Gevanni quien dormía en el sillón ni cuenta se dio.
Near se quedó ahí. Distinguiendo la realidad de la imaginación.
¿Eso fue un sueño?