Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

A las personas se las conoce por ScarlletParaise

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola! Aqui les traigo un capitulin más, espero que les guste. n.n

Al acabar de limpiar toda la casa, lavar la ropa sucia y colgarla en el tendedero, acomodar los cuartos, fue tarea simple para Aioria, sobretodo experimentar cosas nuevas con aquella personita que poco a poco se estaba enamorando.


Por otra parte, Shaka estaba satisfecho al lograr domar aquel muchacho, sabiendo de los rumores que se sabía de Aioria, no parecían ser ciertos, ya que el castaño demostró ser opuesto a esas suposiciones.


Ambos se tumbaron en el sofá del Living, quedando los dos en un silencio algo incómodo, pero en ese momento el teléfono de Aioria sonó.


 


- Perdona, pero contestare el teléfono – Shaka asiente para así él subir a su recamara y buscar algún abrigo. En eso Aioria platica con su cuñado Shura, ya que la llamada parecía ser un aviso - ¿Qué sucede Shura? – Le pregunta en un tono bastante fastidiado.


 


- Disculpa si te interrumpo en tus planes, pero tu tio Sysipho me pido que te llamara, ya que desea hablar contigo – Aioria deja salir un insulto en alemán, pero eso a Shura no le parecía justo – Te dejo porque tu hermano no me deja ni respirar con – El castaño menor corto la llamada dejando a su cuñado con las palabras en la boca.


 


- ¿Shaka? – Lo llama al notar que la presencia del rubio no estaba en la sala de estar, hasta que siente un carraspeo.


 


- Estoy atrás tuyo, Aioria – Le dice en un tono algo tierno y tímido, ya que no sabía cómo expresarse ante el chico más popular de su salón.


 


Aioria se voltea para toparse con la bella imagen de aquella personita y más notar que era más bajito que él, pero únicamente esbozo una sonrisa - ¿Estás listo para la cita? – Shaka frunce un poco su ceño al escuchar aquella palabra, pero al cabo de unos minutos asintió con la cabeza.


 


Ambos se subieron al coche de Aioria, era un deportivo de color azul oscuro, con los vidrios polarizados, en el interior estaba tunado, los asientos tapizados con animal Prim, algo poco favorecedor para un chico como Aioria, pero gustos son gustos. Al estar los dos arriba del coche, el dueño lo puso en marcha para así ambos comenzar su pequeña aventura en el mundo de los sentimientos.


Al haber abandonado la casa del rubio, Aioria se extraña un poco, ya que no encontraba algún tema de conversación hasta que se acordó de algo – Shaka, ¿No te molestaría si te llevo a mi casa? – Aquella pregunta lo había asombrado que lo hizo girar un poco, pero ver la cara apenada de Aioria era algo que no esperaba ver.


 


- No me molesta, para mi es justo, ya que te mostré toda mi casa – Aioria sonrió contento al recibir aquella aprobación, toma el cambio de marcha para cambiar a la cuarta velocidad y así ir rumbo a su casa.


 


Cuando llegaron, Shaka parecía estar asombrado con la hermosura de aquella mansión, ya que no era una casa normal, sino un castillo de cuentos de hadas. El jardín del frente estaba muy bien cuidado, había muchos rosales y lirios, agacha un poco la mirada para observar el camino pedrada que había del garaje hasta la puerta de entrada.


 


- No te quedes admirando todo este palacio, ya que mi casa es muy anticuada – Contesto al estar admirando el rostro fascinado de Shaka, que por su parte, parecía estar experimentando algo nuevo con tan solo estar en la entrada de la casa del chico más popular de su salón.


 


Al ingresar a la misión, Shaka se quedó estoico al encontrarse con Regulus, aquel chico que era bastante moleste y cien veces peor que Albafica, para su punto de vista, era la perra mayor de toda la camada.


 


- ¿Qué miras, zorra? – Suelta Regulus mientras se colocaba dos rodajas de pepino en sus ojos, ya que tenía toda su cara llena de una mascarilla facial de color rojo pasión, y se dirige al sofá más grande de la sala.


 


Por su parte, Shaka se adentra más al interior pero siguiendo a Regulus, para encontrarse con la sorpresa de que el salón era en sueño – Adoro este salón – Dice en voz alta, alertando a Regulus, quien no dudo en usar su poder telepático para mover un florero y posicionarlo arriba de la cabeza del invitado.


 


- ¡Cuidado! – Grita Aioria mientras lo salva de una muerte segura, ya que cuando el florero dejo de flotar se había reventado en el suelo. Shaka parecía estar asustado con tan solo escuchar el grito de terror de Aioria y lo más espantoso era girarse para toparse con la fea imagen de Regulus enojado.


- ¡¿QUÉ SIGNIFICA TODO ESTO?! – Se escuchó el grito de El Cid, quien había bajado a la planta baja al escuchar el sonido de algo romperse, pero al llegar a la sala de estar se topa con una imagen algo extraña para sus ojos - ¿Qué hacen ustedes dos tirados en el suelo? – Aquella pregunta hizo que ambos jóvenes se ruborizaran y se pusieran de pie.


 


- De seguro Aioria junto Shaka querían tirarse un polvito en medio de la sala y enfrente de mí - El Cid se cruzó de brazos y miro mal a su sobrino, pero lo peor para Regulus era que un tremendo dolor de cabeza producto de la ira de Aioria lo hizo gritar del dolor.


 


- Es mejor que te calles o terminaras por irte al hospital para que te arreglen la cara, porque te la voy a romper de los golpes que te daré, ¡Niño mal criado! – Regulus al ponerse de pie y ver que la presión ejercida en su cabeza haya acabado, se hecha a correr ya que su hermano mayor lo estaba persiguiendo por toda la casa.


 


Al ver toda la conmoción en toda la casa era algo que no sabía cómo explicar, más ser él quien debía esperar a que Aioria decida que hacer ahora – Me siento fatal – Se expresó con muchísima pena al oír y ver como Aioria corría a su hermanito más pequeño.


 


- No es para tanto Shaka – El rubio alza su mirada y se voltea para encontrarse con la imagen de Sysipho, quien parecía estar vestido muy elegante - ¡SE DETIENEN LOS DOS, AHORA MISMO! – Por inercia se tapó los oídos, dado que el grito acompañado del regaño le demostró que Sysipho tenía muchísima fuerza como poder vampírico – Toma asiento Shaka, que pronto Aioros trae la merienda – Shaka asiente para así tomar asiento en uno de los sofás para dos personas.


 


El castaño del medio toma asiento al lado de Shaka, dado que su hermanito Regulus pretendía hacerlo antes, pero él se apresuró en hacerlo. Sin embargo, Sysipho espera a que Aioros junto a su novio Shura trajeran la merienda, cuando estos depositaron las bandejas sobre la mesita de café para así comenzar a beber el té ya que el reloj de aquella sala comenzó a sonar a las cuatro de la tarde.


 


- ¿No bebes té, Shaka? – Pregunto Regulus en un tono altanero con un dejo de superioridad, aquello incomodo muchísimo a Aioros.


 


- Si bebo – Responde con timidez para así beber aquel té, hasta que se percata de algo, aquello no era té, sino era ¡Sangre!


 


- ¡Si serás! – Le grita Aioria, listo para lanzarse a su hermanito pequeño quien se reía con muchísima fuerza.


 


Shaka escupe la bebida al percatarse el mal sabor, pero Sysipho se levantó dispuesto a buscar algo de beber para el invitado. Al lograr conseguir una botella de gaseosa, se la entrega a un Shaka bastante avergonzado.


 


- Qué sea la última vez que hagas esto Regulus, porque no dudare en darte el castigo que te mereces jovencito – El susodicho se pone de pie e irse de la sala refunfuñando como un niño mal criado, pero ver todo aquello era algo horrible para Aioria y eso jamás lo perdonaría – Me disculpo por el comportamiento irrespetuoso de Regulus – Shaka niega para después de manera disimulada toma de la chaqueta del castaño dándole la señal de cuanto falta para que se marcharan.


 


- Tío ¿Qué deseabas decirme? – Le pregunta cortándole el poco tiempo que tenía su tio para reaccionar, ya que había acatado la señal de su acompañante.


 


- Aioria, quiero que sepas algo fundamental para nuestra familia – Aioros se levantó para ir hasta una repisa de la sala para tomar de ella un cofre de color negro con detalles dorados, lo lleva hasta su tio para sí este abrirlo – Desde que tu padre falleció por aquella enfermedad – Hizo una pausa ya que hicieron un minuto de silencio, al ver aquella tradición, Shaka quedo extrañado y él también lo hizo para no quedar mal ante las personas que vivían en aquella casa – Siempre quiso que uno de sus tres hijos varones, se quedara con la herencia, pero sé que en estos tiempos, tranquilamente ustedes pueden decidir si la desean compartir o no – Aioria se asombra al ver como su tío le entregaba un collar, aquel collar que era un símbolo de su familia desde generaciones. Shaka también pudo apreciar aquel collar y para su parecer era una pieza muy delicada, con aquella cadena entrelazada con precisión y suavemente como si se rompiera, ver el símbolo de un enorme León que en sus ojos habían dos rubíes, aquellas jemas tan pequeñas que a simple vista pareciera que valiera poco.

Notas finales:

Espero que les haya gustado, nos leemos en el próximo capitulo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).