La silueta difusa y silenciosa del rubio no se movió más. No le dedicó ninguna palabra que pudiera borrar del ambiente la amarga expectación que dejó con su bienvenida. Nada que indicara que esa charla tenía posibilidades de empezar con soltura o augurar algo bueno, así que el alfa tomó la primera oportunidad que tubo y trató de encausarla a algo mejor.
r13;Tu madre me comentó por teléfono que no has estado comiendo mucho _comentó sonriendo discretamente con un tono que trató de ser cordial_
r13;Si vas a decir algo, dilo de una vez _Le cortó de manera tajante, matando sus intenciones de hacer algo de plática previa e ir al grano_
Una inspiración profunda, una postura más formal y un par de ojos fijos sobre él le indicaron al rubio que finalmente el momento había llegado. No habría más noches de espera ni ratos amargos, un peso se fue con ese pensamiento, dejándolo frente a una trágica sentencia que estaba dispuesto a recibir con dignidad si con eso podía acabar con su vergüenza. Pero el alfa que le sostenía duramente la mirada no estaba dispuesto a dejarlo ir sin más.
Rara vez el rostro de Deku le había mostrado tanta seriedad. Podría jurar que ese nerd se había parado frente al espejo y practicado su discurso por horas, para verse tan seguro y decidido como lucía ahora, porque antes de darse cuenta estaba esperando con ansias que abriera la boca para soltar alguna bobería que reparara lo que había hecho. Y le importaba un carajo el sentido, una parte irracional de él quería oírlo disculparse, suplicar y resolver mágicamente todos los problemas que estaban desarmándolo. Esa parte de él quedó muy decepcionada y se vio envuelta de nuevo el pesimismo tras algunas palabras.
r13;Quiero que sepas que eres importante para mí _Lo escuchó soltar de tajo y con la firmeza suficiente para llamar su atención_ Te aprecio como amigo de infancia y respeto como rival, pero no puedo tolerar más tus abusos.
Esa poco melodramática y concisa declaración acabó con sus expectativas y lo hizo soltar un gruñido ofendido que, pese a su intensión, no logró hacer callar al pecoso.
r13;Lamento haberme ido a mitad de tu celo, pero sabes tan bien como yo, que me incitaste a hacerlo. _Lo oyó continuar sin apartar los ojos de su figura, que cada vez lucía más inquieta_ Mi intención no era dañarte ni hacerte creer que estaba abandonándote, simplemente quería darte espacio para pensar y poner las cosas en orden antes de tomar una decisión de definitiva a cerca de esto. Todo fue tan apresurado que no tuvimos tiempo de hablar ni pensar juntos en una solución, sumando a eso no tenemos el mejor pasado, pero quiero intentar solucionar las cosas entre nosotros antes de terminarlas _hizo una pequeña pausa acentuando más la expresión decidida que tenía en el rostro_ No pretendo que me veas como tu pareja. Simplemente quiero estés dispuesto a trabajar conmigo para hacer que esto funcione.
Esperó una respuesta, pero el rubio solo ladeó el rostro con fastidio para poner la vista en algún punto sin nada en particular, antes de empezar a ponerlo nervioso como era su especialidad.
r13; ¿Qué pasaría si te digo que te vallas a la mierda? _soltó despectivo dirigiéndole de pronto sus punzantes ojos rojos a penas distinguibles en la oscuridad_
Los labios de Izuku se fruncieron con frustración antes de responder.
r13;Tendría que marcar a otro omega, pero dudo que quieras eso, Kacchan _su tono era paciente y batallaba por seguir sonando amable_
r13; ¿Por qué no lo querría? Eres una mierda.
r13;Porque soy la mejor opción para ti _contratacó frunciendo el ceño decidido a no caer en su juego y dejar claras sus razones_ Debes considerar que estoy dispuesto a intentar quedarme a tu lado pese a la terrible historia que tenemos y tener muy claro que romper nuestro vínculo, significa iniciar un proceso más largo y doloroso que este _sus chispeantes ojos verdes se clavaron más en él intentando hacerlo entender en estaba pisando territorio peligroso_ La distancia es dura para los omega, pero perder un compañero puede llevarlos al borde la locura. No voy a ponerte en peligro sin una buena razón, así que al menos esfuérzate en darme una que valga la pena. Que me odies no es nada nuevo y no va a hacer que me valla.
Katsuki gruñó con más fuerza. En cualquier otra ocasión su disgusto habría estallado en el rostro del pecoso con una extravagante explosión, pero se limitó a golpear el colchón como advertencia inclinándose hacia el peliverde con la mirada afilada como su mejor intento de mantener el dialogo.
r13; ¿Qué hay de ti? ¿Vas a marcar a otro omega y enlazarte con él? _preguntó con un tono brusco que hizo al pecoso devolverle un ceño fruncido en anticipación a sus intenciones_ ¡No me vengas con eso… si alguien aquí necesita que esto funcione, ese eres tú maldito inútil de mierda! ¡Podrías haber marcado a otro y arreglar esto desde el inicio, pero estás aquí tratando de arreglar esta basura que tenemos porque eres una mierda como alfa y no puedes ir a joder a nadie más!
r13;Kacchan, deja de complicar las cosas, esto no es sobre mi…
r13; ¡Estamos en esta mierda por tu culpa! Así que empieces con esa estupidez de que esto es por mí. ¡Actúa como un hombre por una puta vez y di la verdad! ¡Solo eres un asqueroso alfa de quinta y tu patética marca no va a volver a funcionar!
El ceño fruncido del peliverde cada vez más pronunciado y tenso igualó al del omega, quien ya estaba al borde la cama y a unos centímetros de su rostro, buscando pelea con la mirada.
Entendía su punto, pero no tenía sentido en sus circunstancias. Si bien, era cierto que algunos alfa de clase baja solían elegir un compañero para toda la vida porque su marca era muy débil para enlazarse a otro; y él no había demostrado ser un alfa muy capaz, no había forma de asegurar nada con el cómo el único alfa de su familia en generaciones.
Era una apuesta peligrosa que podía dejarlos con una marca incompleta y destrozar su vínculo de manera irreparable. Pero por devastadora que resultara la separación, no era peor que el conjunto de desgracias que componían sus alternativas si el rubio se negaba a aceptarlo, y Kacchan no estaba en posición de reprochar que el fuera el problema.
El rubio había despertado su lado omega de manera tan tardía y precaria como él. Por lo que, desde su punto de vista, ambos estaban en la misma desafortunada situación y Kacchan no era mejor como omega, que él como alfa. Pero de alguna manera incomprensible, el rubio siempre hallaba la forma de colocarse en un bote distinto y sentirse superior cuando era evidente que ambos se estaban hundiendo.
Había ido allí con las mejores intenciones de tener una conversación pacífica, pero con él esa nunca era una opción. Sin saber exactamente cuándo, también empezó a gritarle.
r13; ¡Te estoy dando opciones! ¡Deja de suponer que lo sabes todo, porque parece que no notaste que me enteré que soy un alfa el mismo día que tú supiste que eres un omega, y no eres mejor que yo en esto! _se irguió colocando las manos en el borde la cama con fuerza para encararlo_ ¡Te guste o no, te necesito como omega tanto como tú me necesitas como alfa, pero eso importa un carajo si tú no estás dispuesto a aceptarme! ¡Puedo ir y tratar de marcar a otro omega sabiendo que eso podría acabarnos y es lo mismo que sentarme aquí y esperar que tu cooperes porque parece que nunca entiendes un carajo!
r13; ¡¿Estás diciendo que esto es mi culpa?!
r13; ¡Estoy diciéndote que eres un idiota, Kacchan! _esta ves si que había llegado a su límite, el rubio debía tener un don especial para sacarlo de sus casillas apenas abría la boca_ ¡Nunca piensas las cosas y es por eso que todo acabó tan mal la última vez! ¡Pero no voy a dejarte sabotearlo de nuevo, no importa cuánto trates de hacerlo, ni si es tu horrible forma de huir de los problemas! ¡Vamos a hablar de esto y a resolverlo!
Detuvo un puñetazo del rubio y apretó su puño hasta aplastarlo contra la cama y obligarlo a escuchar.
r13; ¡Madura un poco Katsuki! _le gritó haciéndolo estremecerse por lo extraño y duro que era escuchar su nombre saliendo de los tiernos labios de ese pecoso risueño que ahora lo veía como si estuviera dispuesto a amordazarlo para hacerlo cooperar_ Solo quiero que tomes una decisión racional. ¿¡Qué es lo que quieres lograr!?
El rubio tiró tratando de soltarse y toda una sarta de maldiciones infructuosas e intentos fallidos hicieron que empezara a impacientarse, luchando por soltarse del agarre del alfa quién lo acorraló contra el desastre que había sobre la cama y lo obligó a mirarlo tomándolo por el rostro con brusquedad, en medio de un arranque de frustración que le dejó muy clara la injusta diferencia entre alfa y omega cuando se trataba de fuerza.
Su pulso no se había disparado de esa forma en mucho tiempo. La mezcla de odio, impotencia y miedo que sintió lo hizo estremecerse y tratar de retroceder, forcejeando hasta llegar a sentir la desesperación y la rabia acumulándose en sus ojos, hasta que solo podía emitir sonidos entrecortados y luchar en vano, retorciéndose por salir de debajo de él y ponerse a salvo o al menos encontrar una mejor posición para defenderse. Pero era inútil y su mente empezaba a nublarse dejándolo a merced de la desesperación.
r13; ¡Responde! _fue la gota que derramó el vaso. La rabia que vio por primera vez en esos ojos verdes que cada vez se asemejaban más a los de un alfa, lo hizo quebrarse_
r13; ¡Déjame! _soltó con una voz una quebradiza y escandalizada que salió con miedo desde su garganta y obligó al peliverde a retroceder cuando lo tenía prácticamente estampado contra la cama_
La voz desesperada del rubio lo tomó por sorpresa. Un tirón sacudió su estómago al toparse con la extraña expresión acongojada de su rostro y su postura contraída debajo él.
r13;Kacchan, lo siento…
r13; ¡Es mentira! ¡Solo estás vengándote! _soltó impulsivamente, irguiéndose con un pulso tembloroso y la vista empañada, pero la expresión desconcertada del pecoso lo obligó a continuar y descargar toda la rabia que había contenido_ Debiste estar feliz cuando supiste que era un omega _arrastró sus palabras con ira y un pesado resentimiento_ está es tu forma de hacerme pagar. Disfrutas sintiéndote superior y paseándote delante de mí como un maldito alfa. ¡Solo quieres torturarme y burlarte de mí porque sabes que no puedo hacer nada mientras tenga tu jodida marca!
Las lágrimas habían empezado a resbalar por sus mejillas con impotencia mientras descargaba sus miedos. Odiaba sentirse utilizado, pero más odiaba reconocer que Deku tenía el poder de usarlo. Que se estaba aprovechando de su patético instinto de omega para dejarlo indefenso y manipularlo. Y que él no tenía forma escapar más que quedándose en esa maldita habitación para sufrir en silencio hasta acabar muerto.
r13; ¡Te importa una mierda lo que me pase! ¡Y toda esta estupidez de dejarme decidir es solo una forma de pavonarte de que no tengo otra opción que elegirte o estoy jodido! ¡Así que puedes ir tratar de marca a quién se te dé la gana, prefiero quedarme aquí esperando la muerte, que ser tu maldita puta!
Sus puños se habían cerrado con fuerza sobre las prendas que componían su nido. Había empujado al pecoso fuera hasta quedarse en el borde respirando agitadamente y limpiando sus lágrimas con el dorso de su manga furiosamente, como si eso pudiera borrar la humillación y hacerlo sentir menos expuesto.
Izuku le ofreció un poco más de espacio retirándose hasta la orilla de la cama con cuidado. Lo vio con detenimiento formando una expresión compasiva y sintiendo la pena apoderarse de su corazón en forma de punzadas de culpa y empatía por el dolor de ese omega orgulloso al que le costaba trabajo hacer parar sus lágrimas y no se atrevía a mirarle con las pupilas aun empañadas.
La sensación que normalmente le infundía su presencia, era la de un torrente de adrenalina disparándose violentamente en sus venas.
Kacchan era una catástrofe impredecible y devastadora que encendía sus sentidos a penas sus chispeantes ojos rojos se clavaban en los suyos. Un detonante que sacaba a flote sus sentimientos más confusos y solía helarle la piel o ponerle un nudo en la garganta, pero nunca le había estrujado tanto el pecho como cuando finalmente le dirigió la mirada.
La rebeldía que normalmente había en esos flamantes ojos escarlata se había ido. Fue la devastadora verdad con la que se topó al ver esos rubís a medio apagar, donde además de cansancio había cicatrices de su orgullo quemado y un rencor sin cause que al parecer había estado desbordándolo por mucho tiempo.
Su imagen sombría y vulnerable sentada en medio de esa masa de prendas que siempre podían entender el corazón de un alfa, se le hizo agridulce. No podía resistirse a la calidez y los impulsos instintivos que le causaba su faceta omega, tan resentida y dolida como para refugiarse en esa fortaleza y tan punzante como para helarle la sangre.
Kacchan se había convertido en algo que nunca pensó ver. Un omega herido y derrotado que ya no creía poder confiar en nadie, sobre todo en un alfa. Una imagen casi irreal que lo golpeó como si fuera su propio sueño el que estaba allí truncado; que le hizo hervir la sangre ansiando justicia y lo arrinconó entre lo correcto y lo que deseaba desesperadamente. Porque si fuera por él, hubiera estrujado a ese omega entre sus brazos y puesto el mundo patas arriba para arreglar mágicamente su corazón roto, pero no era tan fácil; le quedaba muy claro al sentir esa mirada acusadora encima y ver las lágrimas de impotencia que resbalaban aun con vergüenza por sus mejillas.
Ese rubio era como un perro herido y resentido con el mundo, lanzando mordidas para protegerse y proteger el único lugar en el que se sentía seguro. Al verlo aferrarse tan duramente a las prendas que había sobre la cama, negándose a salir de allí, entendió parte de su frustración.
Había escuchado hablar de los nidos que hacían los de su tipo para aparearse o refugiarse cuando estaban vulnerables y deprimidos, pero jamás pareció algo tan significativo hasta que Kacchan lo hizo sentir como un intruso que irrumpió en su espacio sin permiso y sin tener consideración por nada.
Si lo veía desde ese punto, Kacchan tenía razones para ser hostil y portarse irracional. Como alfa, el representaba un peligro apremiante para el rubio. Y considerando que el acercamiento más íntimo que había tenido con los de su tipo había acabado en una violación y la pérdida de su libertad, su desconfianza y renuencia a cooperar era natural. Si bien, era algo que el pecoso había considerado antes de intentar razonar con él, no tubo en cuenta que Kacchan pudiera sentir algo más que repulsión o rencor hacia él, como había estado reforzando reiteradamente con cada una de sus acciones.
Ese rubio rabioso que lo veía con desconfianza y odio desde un lugar que había diseñado especialmente para protegerse de él, era la versión más sincera que había visto nunca de Kacchan. Ese chico de allí simplemente estaba asustado. Se sentía indefenso y tenía miedo de ser herido una vez más. Se sintió como un idiota por no haberlo visto antes.
Kacchan era orgulloso hasta niveles que se le hacían irracionales, pero no era tonto o ignorante para no enterarse de la realidad. Prefería enfrascarse en sus ideas y guardarse sus sentimientos para mantener su dignidad y era algo que complicaba de más las cosas, pero respetaba la forma en la que se mantenía fiel a sí mismo y estaba dispuesto a ceder un poco si con ello podía ayudarlo a sentirse más cómodo y escuchar.
Con suavidad se inclinó hacia el frente y se acercó, seguido por esa mirada acuosa y quebradiza que se amplió con terror a medida que mostraba sus intensiones y perdió rápidamente de vista cuando enterró el rostro en la curva de su cuello, cerca de su oído y se permitió sacar de su pecho esas palabras que había estado reprimiendo con recelo por miedo a recibir otra puñalada.
r13;Quiero estar contigo… _Le dijo por lo bajo, con una voz suave y algo tímida que pretendía hacer de su declaración un secreto entre ellos_
Con suavidad se volvió y buscó su rostro para sonreírle con expectativa suplicando que pudiera creerle o al menos lo dejara explicarlo.
r13;Esa es la verdad _le dijo sin romper el pequeño espacio de intimidad que había creado entre ellos_ es por eso que hago todo esto.
El rubio observó su rostro fijamente en busca de algún rastro de mentira, porque lo que estaba diciendo ese idiota era una tremenda estupidez, pero no lo encontró. Quiso burlarse y voltear sus palabras, incluso un golpe habría estado bien, pero todo lo que se vio capaz de soltar fue una interrogante.
r13; ¿De qué diablos hablas? _era una duda genuina que brillaba en su rostro_
r13; Siempre te eh admirado _le confesó el pecoso decidido a hacer salir todo lo que sentía sin importar las consecuencias; era todo lo que le quedaba para enfrentarse a Kacchan y quería que su última batalla fuera sincera_ Crecí preguntándome si algún día podría camina a tu lado y ser tan fuerte, me esforcé por alcanzarte y demostrarte que también podía cumplir mi sueño… porque para mí eres alguien importante _admitió con fuerza estrechando su mirada_ Es por ese sentimiento que fui detrás de ti para ayúdate. No creo que seas débil, pero quiero ofrecerte mi ayuda, quiero que me reconozcas y me dejes ser alguien importante para ti también _sus palabras empezaban a salir rápidas y desesperadas por hallar compresión en esos ojos escarlata que seguían luciendo incrédulos_ quiero quedarme contigo, porque creo que podemos ser un buen equipo y te conozco lo suficientemente bien para saber qué sin importa que vas a sacar esto adelante. ¡No es por venganza! ¡Es porque quiero ser aceptado por ti de manera genuina! ¡Quiero que cuentes conmigo y me veas como a un igual! No tenemos que hacer nada que no quieras… solo necesitas creer un poco en mí. Dame la oportunidad de demostrarlo.
Los minutos pasaron de manera lenta y tortuosa mientras Izuku buscaba una respuesta en los ojos del rubio, quién en ningún momento pareció convencido por sus palabras y simplemente lo dejó caer en el abismo del rechazo con su silencio. Su ceño fruncido le dio un primer plano sobre el resultado de sus esfuerzos, su cuerpo tenso alejándose de él y sus labios apretados con frustración, solo aceleraron su comprensión sobre lo que era inevitable. Sus manos se movieron con impaciencia sobre sus piernas tratando de buscar una solución de último momento, hasta que decidió bajar la mirada y aceptar que Kacchan no correspondería sus intenciones sin importar que más hiciera.
Su cuerpo no le respondió por algunos minutos sintiéndose pesado, aferrado a esa habitación tan nostálgica que en otro tiempo le trajo buenos recuerdos. Era un pequeño momento de resignación que debía afrontar con madurez para dejar ir todos los sentimientos negativos y empezar de nuevo. Un golpe que debía superar con tiempo y que no valía la pena tratar de aligerar, pero su instinto agonizante le suplicaba que lo intentara, aunque ya no pudiera conseguir nada más.
r13; Kacchan… ¿puedo darte un abrazo? _preguntó con un tono algo desconsolado, dispuesto a hacer de eso una despedida corta_
Bajo la cortina ondulada de sus risos no pudo ver más que el rostro del muchacho girarse y lo interpretó como un despreció. Las lágrimas se amontonaron en sus ojos sin que pusiera detenerlas. Acababa de perder su única oportunidad, había sido rechazado por y dolía; dolía demasiado para su ingenuo corazón que nunca se había enamorado y había decidido darlo todo para tratar de ganarse el afecto de alguien por primera vez.
Era horrible y quizás lo más cruel que jamás en todos sus años de abusador le había hecho el rubio, pero debía deshacerse del nudo en su garganta para acabar las cosas de manera correcta.
r13; Voy a esforzarme… _empezó incapaz de ocultar el llanto de su voz. Quería confirmarle que iba a proceder como lo había dicho en un principio y a tratar de deshacer su vínculo, pero el toque del rubio atrayéndolo bruscamente por el brazo no lo dejó continuar_
r13; Eso lo sé, dime algo que no sepa jodido nerd… _le cortó exasperado por el lloriqueo que había estado oyendo desde hace unos minutos. El definitivamente no era un cobarde que fuera a echarlo sin una respuesta, pero desde que abrió la boca por primera vez, ese bastardo había estado complicando más y más las cosas, él quería algo corto y conciso que le permitiera saber que quedarse con ese él no era peor que echarse a morir completamente solo_ Voy a darte una última oportunidad de arreglar esta mierda _le dijo terminante, y sintiéndose más cómodo al poder poner su propias reglas_ así que más te vale que cuando abras la boca sea algo bueno o puedes ir hacia la puta puerta de una vez y lárgate.
El rostro lloroso de Deku cambió pausadamente hasta dejarle ver un par de ojos brillosos y sorprendidos. No sabía si lo había escuchado o había entendido algo de lo que trató de decirle mientras se sorbía la nariz, pero su gesto mostró tanto alivio que por un momento dudó que hubiera escuchado bien.
Pareció pensar su respuesta por algunos momentos, le dedicó un par de miradas y finalmente con una expresión más serena retomó la palabra.
r13; Quiero ser tu aliado. _pronunció dejándole ver una pequeña sonrisa_ No me importa si eres un alfa o un omega, voy a pelear a tu lado, porque no hay nadie más que ansíe alcanzar tanto como a ti _su expresión tomó un tinte de dolor antes de soltar la última verdad que se había estado guardando_ Aun eres mi héroe…
El corazón del rubio se contrajo. Esas palabras tan simples eran todo lo que su orgullo herido había querido escuchar, esas palabras que aun le retumbaban en los oídos como un recuerdo de su infancia, cuando Deku aun lo miraba con esos ojos chispeantes que solo tenían lugar para sus hazañas. Antes de All Might y de su quirk, antes de los héroes de verdad y todo el devenir desilusorio del mundo real, cuando esas palabras bastaban para sacarle una sonrisa y hacerle pensar que el futuro iba ser bueno y quizás lo fuera.
Por primera vez, desde que empezó ese infierno, logró sentir que realmente había alguien de su lado. Y no, esta vez no era su madre.