Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

38. Ravi (04) por dayanstyle

[Reviews - 55]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Ravi se sentía agotado mientras caminaba por las calles de Pride Pack Valley. Había ido a ver al hombre que Jimmy había rescatado, pero no era el hermano de Alen. Dondequiera que Soo Man lo tuviera escondido, Ravi sabía que la única manera de averiguarlo era con Soo Man.

Y de alguna manera sabía que el hombre no iba simplemente a darle la respuesta. Era un juego de poder con él, un juego de poder que le estaba costando a Alen. Odiaba ver a alguien usado de esa manera. Él había sido utilizado una y otra vez mientras crecía y él sabía que la desesperanza devoraba a una persona cuando sentía como si sus opciones se  hubieran ido.

Ravi quería matar a Soo Man por lo que estaba haciendo.

Era sorprendente como un hombre tenía el poder de destruir a otro, destruir a muchos. Soo Man era el responsable de la droga Liquid Wrath y era responsable de que Alen fuera utilizado como un prostituto.

El hombre no tenía conciencia, ni empatía y ciertamente no tenía ningún reparo en utilizar a quien fuera para conseguir lo que quería. Hombres como Soo Man deberían haber sido la mancha de semen en la cama de sus padres.

Ravi sabía que tenía mucho que aprender cuando se trataba de amor y paciencia, pero también sabía que él estaba muy lejos de la maldad que vivía y respiraba en el interior de Lee Soo Man . Ravi podría tener bordes ásperos, pero podía ser salvado.

Soo Man no.

Entró en una sombra en el lado de Deli donde trabajaba Rockhyun y luego surgió  en la sala de Him Chan. Ravi no estaba preparado para hacer frente a Hak Yeon todavía. Había fracasado y no estaba listo para decírselo a Hak Yeon.

Cuando vio que estaba solo, Ravi tomó asiento en uno de los sofás, recostándose sobre su espalda mientras exhalaba. Hak Yeon había lucido tan malditamente esperanzado cuando Ravi se había ido. No tenía ganas de ver la cara caída de su pareja cuando le diera la noticia de su fracaso.

—Él va a entender.

Ravi miró a su derecha para ver a Him Chan sentado en un rincón oscuro, mirando fijamente hacia la noche, observando Serenity City mientras el vaso de cristal tocaba sus labios. Había estado tan distraído que ni siquiera había notado al líder sentado allí.

—Pero Alen arriesgó mucho para ayudarnos. ¿Cómo voy a decirle que aún no hemos encontrado a su hermano?

Him Chan sentó el vaso en el brazo del sillón. —Fue mi trato. Yo soy el que tiene que informarle, no tu. Has cargado con mucho Ravi.

Pero era su pareja quien había hecho amistad con Alen. Ahora Ravi sentía que era su responsabilidad encontrar al chico. Empujando a sus pies, Ravi miró una vez más en Him Chan antes de dirigirse a su apartamento.

Le daría a Hak Yeon el mundo si él se lo pidiera. Sin embargo, Ravi no podía encontrar al solitario hombre.

   

Hak Yeon se sentó en el campo abierto con Ravi, los brazos extendidos detrás de él, sostenido por su pareja mientras observaba las estrellas en el cielo nocturno. No había ni una nube durante varios kilómetros, lo que le permitía ver miles de luces parpadeantes.

No estaba seguro de dónde se encontraban. Ravi acababa de tomar su mano y lo condujo a través de una sombra y ahora estaba aquí sentado. Escuchando a su compañero quien le decía acerca de cuanto había buscado al hermano de Alen, pero había fracasado en su búsqueda. Hak Yeon podía oír la miseria en la voz de Ravi.

—Pero tú no eres el único que debe sentirse responsable —dijo Hak Yeon cuando bajó la cabeza y miró a su pareja—. Saliste de tu camino para tratar de ayudar al elfo. Eso es más de lo que nadie podía pedir.

Hak Yeon estudió a Ravi un largo momento antes de comenzar su observación de estrellas, una vez más. El cielo era realmente hermoso. Se preguntó si alguna vez Ravi podría relajarse y aprender a vivir un poco. El hombre parecía llevar el peso del mundo sobre sus hombros. Su pareja era un hombre muy fuerte, pero ni siquiera él podía llevar mucho alrededor.

Sabía que tenía un compañero solemne y Hak Yeon podría vivir con eso. Ravi era tranquilo, valiente y solidario. El guerrero era todo lo que Hak Yeon pudiera desear en una pareja. Sólo deseaba que dejara actuar como si los problemas de todos, fueran sus propios problemas.

—Tal vez —Ravi respondió mientras se recostaba nuevamente sobre el césped y metía sus brazos detrás de su cabeza—.

Simplemente no me gusta ver a alguien que ha salido de su camino para ayudarnos, sufra innecesariamente.

—Encontrará a su hermano.

Ravi giró su cabeza, mirando a Hak Yeon con una ceja levantada.  — ¿Y cómo lo sabes pequeña flor?

Hak Yeon se encogió de hombros e imitó a Ravi recostándose sobre su espalda. —Solo lo sé.

Y lo hacía.

Hak Yeon tenía el presentimiento que las cosas con Alen funcionarían. También tenía el presentimiento que las cosas entre él y Ravi estarían bien, también. El hombre era una persona difícil de entender, pero Hak Yeon estaba justo donde quería estar y eso era lo único que importaba.

Miró hacia arriba por encima de él, al ver el brillo de estrellas como diamantes contra un lienzo de terciopelo negro.

Hak Yeon sonrió.

Las cosas entre él y Ravi iban a estar bien.

 

 

Him Chan caminaba por las carreteras secundarias de Pride Pack Valley, algo que hacía de vez en cuando para aclarar su cabeza.

Tan viejo como él era, había mucho ahí arriba para mantener en su mente, incluso mientras dormía.

Otro de sus guerreros había encontrado a su compañero y Him Chan era realmente feliz por Ravi y Hak Yeon, pero sólo se llevaba a casa el hecho de que él todavía estaba solo. No debería molestarle. Él había estado solo durante tanto tiempo que para ese momento debería estar acostumbrado.

Pero no lo estaba.

Parecía que cuantas más parejas aparecían, él se volvía más solitario. Su estado de ánimo estaba empezando a deteriorarse, convirtiéndolo en un bastardo malhumorado. Deseaba tener a alguien a su lado, compartiendo los secretos más íntimos y vivir juntos.

Pero eso era un arma de doble filo.

Tener una pareja también significaba mayor riesgo. Si sus enemigos la encontraban, dejarían a Him Chan vulnerable. Una vez más la pregunta de Hak Yeon venía a la mente.

Y él sabía la respuesta esta vez. Him Chan haría lo que fuera necesario para proteger a su compañero. Ni siquiera estaba seguro de si alguna vez encontraría a su pareja, pero un fuerte instinto de protección lo llenaba por dentro con el pensamiento de que estuviera siendo lastimado. Destruiría al mundo para mantener segura a su pareja.

Él tenía el poder para hacerlo. Y rezó para que nunca tuviera que elegir entre su compañero desconocido y la humanidad.

Sus pasos se desaceleraron al oír voces. Eran las tres de la mañana en una carretera larga y desierta. ¿Quién iba a estar aquí? Escuchó más de cerca, distinguiendo que había dos voces. Y estaban discutiendo. Por alguna razón, se sintió atraído por la cadencia de luz y música de ambas voces.

 

—Te dije que tomamos un giro equivocado, pero nunca escuchas ¿verdad?

—¿Cómo infiernos se toma un giro equivocado en una carretera recta, imbécil?

—Llámame así de nuevo y patearé tu culo. Deberíamos haber ido al sur. No tengo ni una maldita idea de donde estamos y está bastante oscuro por aquí.

Him Chan vio como dos hombres se acercaban a la vista. Se salió de la carretera, apoyándose suavemente en su hombro mientras los dos hombres caminaban por el centro de la carretera. Ellos ni siquiera lo habían notado.

Normalmente habría desaparecido antes de ser visto, pero la pareja le intrigaba. No estaba seguro de por qué, sin embargo.

—Me gustaría ver que lo intentaras. La última vez que trataste de patear mi culo, tú fuiste el único recogiéndote a ti mismo.

Him Chan observó, sintiendo una sonrisa tirar de sus labios mientras ellos se empujaban mutuamente sobre los hombros. Él podía decir que actuaban como si realmente se lastimaran el uno al otro, pero eran muy entretenidos.

—Te voy a golpear para que te calles y me dejes en paz. Cada vez que te escucho, acabamos perdidos o en problemas. Ni siquiera sé porque me molesto.

—Porque soy lindo —el otro respondió con arrogancia—. Sabes que deseas mi cuerpo. Dilo.

—También quiero que jodidamente crezcas, ¿pero sucede? Nooooo.

Him Chan rió. Había pasado un tiempo desde que estuvo tan entretenido. Era una ligera riña, nada importante, pero por alguna razón no podía explicar, Him Chan no podía quitar sus ojos de la pareja.

Ambos dejaron de caminar mientras sus ojos se agrandaban, finalmente notándolo allí de pie. Sabía que tenía aspecto intimidante. Con cerca de 2’13 cm. de alto y una delgada y letal figura, podría  haber parecido un monstruo para ellos.

Ninguno de los dos podría ser mayor de 1’70 cm.. Y se veían delgados pero fuertes. Sintió su polla llenándose en sus pantalones mientras miraba al juego de ojos color whisky y luego al par de deslumbrante azul.

Estaba interesado en ellos de la peor forma. Habían pasado eones desde alguien hizo un llamamiento a Him Chan como estos dos lo hacían. Ambos se veían como duendes, ambos viéndose como si pudieran provocar un poco de problemas.

En la cama eso sería fabuloso. Fuera de la habitación, no tanto. Him Chan estaba acostumbrado a su soledad y no era seguro tomar a estos dos hombres que serían más un dolor de cabeza que lo que valiera la pena que pudieran traer.

—¿Quién infiernos eres tú? —El hombre de ojos color whisky preguntó al otro lado de la carretera—. ¿Y de dónde diablos saliste?

—¡Dae Hyun, no deberías hablar con él de esa manera! —La belleza de ojos azules regañó a su amigo—. Se ve como que pudiera matarnos y cortarnos en pequeños trozos con una mano atada detrás de su espalda.

El hombre de ojos color whisky, Dae Hyun, había rastrillado sus ojos sobre Him Chan antes de agitar una mano hacia el líder, como si lo estuviera despidiendo. —Nah, probablemente solo está escuchado a algún imbécil y sólo está perdido como lo estamos nosotros. No es ninguna amenaza Jong Up.

—¡No hice que nos perdiéramos!

Him Chan frotó el puente de su nariz. Tenía razón en pensar que los dos eran un gran dolor de culo. Él podía sentir que ambos eran shifters de lobo. Sólo se preguntaba por qué no habían cambiado en lugar de caminar en sus formas humanas por este camino oscuro y desierto.

No era seguro ahí afuera. Demasiado estaba pasando para que estos dos estuvieran solos. —¿Dónde intentan ir? —preguntó Him Chan, no estaba seguro por qué se preocupaba, pero por alguna extraña razón, lo hizo.

—A ningún lugar, a cualquier lugar y hacia algún lugar. ¿Conoces el camino? —Dae Hyun preguntó sarcásticamente.

Him Chan podía sentir su presión sanguínea subiendo. —No y buena suerte. —Iba a dejar pasar a la pareja. Déjalos encontrar su camino... dondequiera que sea.

—Espera. —Jong Up gritó como dando un tentativo paso, olfateando el aire—. ¿Quién eres?

—Him Chan.

—¿Qué clase de jodido nombre es ese? —Dae Hyun inhalaba mientras caminaba junto a Jong Up, acercándose. Tan grande como era Him Chan, que los dos que se aproximaran lo hizo sentirse nervioso. Eso era bizarro, que él se sintiera así sobre los dos culo-insignificantes shifters.

Jong Up olfateó el aire una vez más cuando sus ojos crecieron más grandes que cuando vio por primera vez a Him Chan. Dae Hyun vio a Jong Up y luego lentamente también olfateó el aire.

Him Chan estaba allí estaba mientras veía a los shifters. Esto no iba a ser algo que quisiera escuchar. Sólo lo podía sentir en sus huesos.

—Mío. —Jong Up gritó mientras corría más cerca.

—No, mío. —Dae Hyun ladró mientras derribaba a Jong Up—. Él es mi pareja.

—No, él es mi pareja, idiota. —Jong Up gritó.

Him Chan miró con incredulidad mientras los dos hombres rodaban alrededor, lanzando golpes el uno contra el otro. Él comenzó a retroceder lentamente tragando saliva.

Esto no podía estar sucediendo.

Después de miles de años de anhelar una pareja…

¡Oh infiernos, no!

 

 

FIN

Notas finales:

hahahhahaa Alguien encontro a SUS parejas hahahahhaa

llego el final nenes

 a continuacion... 39. Un frío día de Invierno (25) - Manada Kim


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).