Desde otro continente había alguien que estaba empezando a querer caminar por las paredes. El encargado de traer a su hijo se estaba demorando. Esperó por horas un mensaje que nunca llegó, algún "Ya estamos saliendo camino a Rusia" y como eso no pasó, fue él quien envío uno preguntando donde estaban, el cual nunca fue respondido.
-Tranquilizate. De seguro deben estar en viaje.
-No lo creo Yuuri. Él me ha avisado de cada movimiento por este medio. "Ya llegué" otro con "Su hijo esta bien", luego el último que decía "Avisaré cuando tomemos el vuelo" ¡Y ya han pasado un día y horas desde aquel último! Además esa fue su última conexión, desde eso ya no se ha conectado mas.
-Tal vez su celular este descargado.
Pero Victor no escuchaba las justificaciones positivistas de su esposo, lucia tan ansioso y dramático, preocupadisimo por saber el paradero de esos dos que se atrevió a preguntar al contacto que suponía iba a responder.
*Hola Jean ¿Sabes si mi hijo y Otabek ya están viajando hacia aquí? *
*¡¿Qué? ! ¿Otabek piensa llevarse a Yuri-chan tan pronto? No he disfrutado nada junto a él* *emoji de rostro triste*
*¿Siguen allí? *
*Sí y de seguro se quedarán al menos tres días más porque no dejaré que se vayan tan pronto.*
*Ya la has cagado una vez Jean, no empeores esto. Tú no me conoces, te mataré.*
*emoji sonriente*
Victor estuvo a nada de lanzar su celular por la ventana de la habitación si no fuera por Yuuri quien lo detuvo, pidiendo explicaciones.
De repente JJ se veía como un villano que se interponía para que no ocurra el crucial encuentro solo por caprichos egoístas.
Si bien, comieron y durmieron lo suficiente para levantar energías de los suelos, aún tenían el enorme deseo de ver a su hijo. Y a Yuuri lo alivió la idea de que esté en "buenas manos" después de todo. Victor solo pensaba en que estaba rodeado de dos incompetentes, conocidos.
-Victor, sea lo que sea que estes pensando, déjalo ya. Lo importante es que esta bien y...
-¡Otabek no esta cumpliendo con su palabra!
-Si lo esta haciendo, solo está demorado.
-Yuuri, Jean esta demente.
-Jean es Jean, ya sabes a lo que me refiero. Es obvio que se encariño con Yuri ¿Quién no lo haría?
-Ya lo decidí, no soporto mas esto.
-¿Decidir qué?
-Iremos a Canadá nosotros mismos.
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A tempranas horas, Yuri despertó obligadamente porque se sentía ahogado, como si tuviera una soga alrededor del cuello y una enrredadera alrededor de su cuerpo.
No tardó demasiado en descubrir que "la soga que lo ahorcaba" eran los brazos estirados de Otabek y JJ apoyados justo por el cuello suyo y que la enrredadera era en realidad la pierna izquierda de Jean que lo rodeaba alrededor de su escuálido cuerpo para que no escapara.
Se cansó de un largo intento de querer escabullirse por la cama sin que ninguno despierte. No conseguía escapar, sino mas bien, un efecto contrario que hacía a esos dos pegarse mas, como si estuviera siendo utilizado de oso felpudo. Y Yuri nunca fue ni pegajoso, ni paciente, así que su paciencia se agotó abriendo paso al mal humor.
Con furia mas fuerza, pataleó, estiró sus brazos e hizo que ambos se cayeran de la cama con el gran empujón que dio.
-¡¿Qué carajo se supone que haces durmiendo aquí Jean?! -Se cruzó de brazos mientras esperaba a que ambos terminaran de desperezarse.
-Te recuerdo que es mi casa y soy el rey. Estas bajo mis ordenes. Además ¡Es injusto que Otabek duerma contigo y yo no! -Renegaba mientras se fregaba los ojos y luego estiraba sus brazos hacia arriba acompañado de un gran bostezo.
-¿Por qué hacen tanto berrinche a esta hora? ¿Y por qué estoy en el suelo? -Preguntaba el kazajo desentendido, arreglandose el remolino que tenía en el cabello.
-¡Estaban asfixiandome idiotas! -Gritó indignado para luego dar de sus famosos portazos e irse.
Ambos restantes se quedaron envueltos en el silencio de la habitación. Al minuto de reacción, el canadiense se puso la camiseta y salió fuera para ir a buscarlo, a quitarle ese mal humor.
Otabek lejos de sentirse mas tranquilo, pensó que si JJ planeaba cambiar a Yuri gruñon, estaba lejos de hacerlo, incluso la empeoraría. Se sentó a un costado de la cama esperando a sentirse mas recargado.
Yuri estaba en la cocina, estaba tan cabreado que se quitó la remera de dormir y volvió a quedarse en ropa interior. Esta vez llevaba unos calzoncillos azules con huellas tiernas de animal color rosa chicle que hacían contraste.
-Yuri-chan ¿Tan enfadado estás que te quitas la remera que tanto te sienta bien?
-¡Si! -Hizo un bollo con ella y la tiró con furia al suelo.
-Ven, abrázame.
-¡Púdrete!
-Recuerda, soy el rey.
Refunfuneaba pero aún así enfadado, se acercó a JJ que sin siquiera estirar los brazos para cumplir la petición, aquel otro lo hizo primero.
-Ya déjame idiota.
JJ le propuso que si cambiaba ese mal humor le haría el desayuno. El otro no contestó, continuó de brazos cruzados mirando hacia el lado contrario. Esa era buena señal para Jean, ya que significaba una posibilidad.
Otabek se estaba acercando a la cocina, incluso con su mirada puesta en el suelo desde lejos, vio la remera arrugada tirada. Pero no llegó a emitir su "Buenos días" porque se oyó el timbre y como los otros ni se inmutaron en moverse se decidió en ir a atender.
Esa madrugada definitivamente no era buena para nadie. Se llevó una sorpresa desagradable al abrir la puerta para toparse frente a dos personas que quería reconocer como suegros.
No quiso empezar preguntando porque estaban allí, sabía que estaba retrasado y que seguro Victor le preparó un sermón, pero no fue así.
Los "buenos días" de el cual solo Yuuri respondió igual, Victor le clavó una mirada horrible para que entienda lo suficiente para saber que no estaba de buenas. Solo pidió "Guiame donde esté mi niño"
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Con el desayuno a medias por hacer para tres, JJ ya había empezado a parlotear tonterías que el ruso escuchaba pero fingía no hacerlo mientras conservaba su posición, dándole la espalda. Cosa que el rey no podía permitir y entonces se acercó a molestar.
-Tan dulce te ves con ese Bóxer. -No obtuvo respuesta y se acercó posicionándose a la altura de Yuri, bien cerca de su oido para además de que lo escuche, hacer caras graciosas y ser notado.
Yuri, como Jean estaba esperando, se cansó de sus payasadas, lo que hizo a este girarse de golpe para quizá insultar o golpear a tal individuo insoportable, cosa que no pasó. A JJ se le había ocurrido quedar quieto, con sus ojos cerrados y estirando sus labios como pico solo por deformar un rato su rostro y molestar al de al lado. Pero al estar tan cerca de él, se chocaron los labios haciendo que se besaran. Aunque en realidad ni contaba como beso, se encontraban tan espantados, que a la mínima reacción rápida se alejaron unos diez centímetros para encontrar sus miradas de horror.
Y los horrores no acabaron.
Otabek traía detrás suyo a dos padres preocupados y se tuvieron que encontrar con una escena traumática.
No vieron el accidente, esos dos seguían cerca el uno del otro y cuando Jean vio a Otabek pisar la entrada de la cocina se le ocurrió jugarle una pequeña broma.
Lo tomó a Yuri entre sus brazos y volvió a juntar sus labios contra los de él. Divertido y casi conteniendo las ganas de estallar de la risa para no arruinar la escena que quería que sea vista.
El kazajo los vio, y no solo él, los padres también.