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Padre Sobreprotector por MikiPever

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Notas del capitulo:

Hola, volví y perdón por tardar un poco en actualizar pero la buena noticia es que ahora voy a poder actualizar seguido así que si ven que este capítulo es corto, no se preocupen que ya tengo preparado más pero quiero dejarlo para el siguiente capítulo.

Comenzó intentando escaparse por la ventana haciendo una soga con sábanas atadas hasta que se dio cuenta que además de ser ridículo, era fantasioso porque solo en las películas eso funcionaba. En la vida real tenía vecinos chusmas que todo lo ven y que podrían comentarles a sus padres lo que hacía. Además, ese intento de soga era imposible que soporte un peso hecho con nudos, era misión peligrosa. Tampoco escaleras porque era más notorio aún que planeaba un escape. Así que le llevó un tiempo pensarlo hasta finalmente, recorriendo toda la casa fijándose detalle por detalle, encontrar el blanco perfecto, y ese era el baño. La ventanilla era pequeña pero cabía por ella y no corría riesgo de ser descubierto por nadie, eso sumado a que el baño estaba en piso bajo, no arriba como su habitación, y no tenía que utilizar sogas o escaleras.
Horarios en el que sus padres estén ocupados eran los momentos en los que se iban a entrenar y otra opción era a la hora de dormir. Eso ya lo tenía fijado así que continuando con la idea llamó a dos contactos clave.

-Hola Beka, tengo algo que contar.

-Yuri, cuanto tiempo sin oír tu voz... ¿Qué ocurre?

-Nada, a las 1 am en casa de Seung Lee; no faltes, estaré esperándote. - Cortó rápido para que el otro no haga preguntas y solo actúe. Si tenía que ponerse a responder las preguntas que Otabek tendría como "¿Por qué la casa de Lee?" o "¿Tus padres lo saben?" Y explicar toda la historia, no terminaría jamás. Acción y Reacción, fue directo al punto.

-Hola Lee. Eh... te diré esto rápido, como siempre te tengo en cuenta pensé en ti y n-necesito un favor.

-Sabes que odio a la gente que me busca cuando me necesita. Pero ¿Yuri Plisetsky pidiéndome ayuda? Eso si que no puedo creerlo, ni tampoco negarlo. Me sorprende.

-Tsk, hasta a mí me sorprende créeme. Y siento la molestia, tú me caes bien. Solo quiero ir a tu casa para poder encontrarme con mi amigo Otabek. Claro, si me dejas.

-Si, no hay problema. Además, es bueno tener visitas de vez en cuando. Ustedes me agradan.

-Entonces 00:30 o poco después estaré allí.- Avisó Yurio para luego colgar.

Planeó todo en un rato en la tarde que pasó volando. Le fue fácil convencer a Lee porque en realidad casi siempre cedía a Yurio. Y no, nunca necesitó de su ayuda, pero se hablaban de vez en cuando, una veces salieron a comer juntos. Seung jamás rechazó una invitación y eso que Yurio era repentino. Siempre fue de los que toma la iniciativa en organizar una salida amistosa.
                                  -- . --

El momento había empezado. Dejó el típico señuelo bajo las mantas de su cama para que sus padres piensen que esta allí y esperó a que se duerman.
Bajó hacia el baño y quitó los vidrios movibles de la ventanilla colgándose estilo mono por la pequeña abertura que salía al costado de su patio y escapar.
Tomó un taxi hasta destino y Seung lo recibió amablemente mientras en esas charlas de momento llegó Otabek.

-Buenas noches Otabek, Yuri ya esta aquí.

-Hola Otabek, tanto tiempo. - Lo saludó Yurio un poco intranquilo pero sin exaltarse.

-Yurio... - Dijo y luego suspiró como si se liberara de una gran preocupación.

-Chicos, si me disculpan voy a buscar unas pizzas que encargué hace un rato. De pasada traeré algunas bebidas. - Se retiró Lee dejando en su casa a los amigos.

Fue la oportunidad idónea para ellos. Necesitaban expresar la emoción. Yurio abrazó a Otabek diciéndole lo mucho que lo extrañó.

-Créeme Yuri, también te extrañe montones.

La verdad es que no querían hablar mucho, quizá cuando llegue Seung si, pero ahora solos necesitaban contacto corporal, y el visual que se hacían fue el comienzo en ese silencio que los tranquilizaba tanto, estaban frente a frente sin soportarlo más. Otabek con una de sus manos acarició el cabello ajeno y Yurio por su parte aquello le generó ganas de seguir aferrado a él. Se apoyó en su pecho mientras lo seguía abrazando. Solo querían estar así y que el tiempo se detenga para poder hacerse las suficientes caricias que llenen el vacío que sentían al estar alejados.

-Otabek, quiero que me beses. - Dijo mientras apretaba un costado de su labio inferior con sus dientes, deseando que lo haga.
Este aceptó inmediato su petición y estando a medio centímetro de tocar sus labios entro Seung con la pizza haciendo que instintivamente se separen.

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La hora y media pasaron entre los tres hablando de trivialidades acompañados de bebidas y comida mientras que Yurio y Otabek no podían dejar de revolotear miradas de enamorados, pero Lee ni lo notó. Así hasta que el momento acabó y cada cual a su casa.
La suerte jugaba de su parte porque los padres no descubrieron su fuga momentánea. Todo salió como lo esperaba, estaba feliz de ver un poco a Beka y planeaba escapar las veces necesarias mientras Lee siga cediendo su casa para encuentros. Incluso antes de que los tres se separen les contó que tenía planeado hacer más encuentros de estos si Lee lo permitía y como aquel no lo negó entonces fijaron encuentro dos veces por semana a esa hora.
Probablemente a cualquiera le parecería un tanto extraño que ellos tres sean amigos y tengan temas de conversación que hablar porque más que de patinaje y alguna que otra cosa sobre sus vidas cotidianas-normales no había pero Yurio era muy bueno sacando temas de conversación logrando que Otabek y Lee se unan a ella o crucen palabras entre ellos. Sin querer había formado un lindo trío de amigos que aún faltaba por conocer y se ve que tenía un imán con los chicos pacíficos porque estos lo apreciaban mucho. Incluso ambos se preocupaban porque Victor estaba yendo demasiado lejos encerrándolo en una burbuja de cristal, Yurio solo era un adolescente que quería salir con amigos, divertirse y olvidarse un poco de la rutina. Por eso tampoco buscaban hacerle la contra sobre esa idea de escaparse un rato de la casa porque estaba viviendo una injusticia y tenía que tomar esa medida de escape para estar mejor. Es que además si Lee y Otabek tenían algo en común era que la sonrisa de Yurio era un privilegio ante todo, que si sufría, ellos sufrirían más así que mantener al pequeño ruso sonriente era un trabajo en equipo.

Notas finales:

Desde ya gracias por siempre leer y por los comentarios que dejaron me sacaron una sonrisa ¡Les agradezco!


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