Hace dos malditas horas que el viejo me dio la peor noticia de mi vida. Él y sus brillantes ideas. Paseando como un león enjaulado doy vueltas en mi habitación, repasando cada maldito detalle de su petición.
¿Casarme? Por el cielo. Ahora su condición es que me enlace a alguien. Como no. Es sólo un pretexto más para retrasar lo que me corresponde, desde hace cinco años viene retrasando la entrega de nuestra fortuna y las empresas petroleras. Éramos una familia respetable hasta que él llegó y comprometió nuestro apellido en negocios turbios. Lo odio. En cuanto HanGeng supo lo que hacía se deshizo de él a la menor oportunidad, entregándolo a nuestros enemigos y quedando yo, se ha encaprichado con hacerme a un lado.
"--Si en tres meses no te has casado, te prometo que te irá mal.--" sus palabras vienen a mi mente. Algo me dice que aunque cumpla su estúpido capricho va a buscar la forma de fastidiarme. Tengo que ser más inteligente que él para deshacer su plan, si al menos yo no llego a poseer nuestra fortuna, al menos la recuperaré para que Kyuhyun la tenga. Sí, es lo mejor.
--Ojalá se muera.-- lo maldigo. Me siento estallar así que camino directo a la salida de esa casa que me asfixia. Necesito aire. Sin rumbo fijo comienzo a recorrer las calles, justo en la misma dirección en la que siento que va mi vida.
Ahora lo más importante: tengo que hallar una chica y convencerla de casarse conmigo. --¡Por favor!-- bufo tornando los ojos, las personas a mi lado me miran pero no me importa. Pensar en alguien con potencial es casi misión imposible porque todos en la ciudad conocen la reputación de mi padrastro y es suficiente como para salir corriendo. --Tres meses...-- me repito. Estoy perdido.
El sol empieza a ocultarse en el horizonte y las luces de la calle se van encendiendo, no tardo en darme cuenta que estoy en una zona que en el pasado solía frecuentar. --Eso era cuando estaba HanGeng.-- recuerdo con cierta tristeza. A veces me hace tanta falta su consejo.
Como sea, recuerdo un bar al que una vez me llevó y sin vacilar voy a él, necesito un trago, o mil, para poder seguir adelante. Entro al sitio, tomo un asiento en la barra y ordeno un wishky doble que me bebo de golpe. --Otro.-- le demando al chico de la barra y de igual forma me lo trago. Pido un tercero y un cuarto. Esta noche me voy a embriagar hasta la perdición.
El barman me entrega el quinto vaso con cuidado, como si dudara en hacerlo y no lo culpo. En cuarenta minutos he bebido ya esa cantidad sin fijarme en nada, sólo necesito sentir el alcohol nublar mis sentidos.
El tiempo pasa y ya perdí la cuenta de cuántos tragos llevo. De pronto suena mi celular, provocando un leve cosquilleo en mi pierna izquierda donde está. Un poco atontado me levanto de la barra y salgo a la calle, adentro la música se ha ido haciendo más fuerte o tal vez por mi estado es que mis sentidos se sensibilizaron.
--¿Si?-- contesto arrastrando la "ese" inicial, creo que estoy borracho.
--¿Eunhyuk, dónde estás?-- oigo al otro lado de la línea.
--Kyuhyun...-- sonrio diciendo su nombre. --Mi querido hermanito...--
--¡Idiota! ¿Dónde estás?-- demanda. Se ha enojado y eso se debe a que odia que me emborrache. Si tan sólo supiera todo lo que me pasa pero es tan joven como para preocuparlo con mis tonterías. --¡¿Qué dónde diablos estás?!-- grita.
--Estoy en...¿dónde estoy?-- miro a mi alrededor buscando el nombre del maldito lugar o de la calle. Ni idea.
[DONGHAE]
--Lo siento mucho.-- le escucho decir al Doctor Kibum. Asiento mirando mis manos sobre mi regazo, le doy las gracias por su trabajo y salgo de su consultorio evitando mirarlo a los ojos, no quiero llorar en su presencia.
--¿DongHae?...-- me pregunta Henry, mi mejor amigo, que ha estado esperándome a que salga. Luego del trabajo se ofreció a acompañarme y es aquí cuando agradezco que esté presente. --¿Estás bien?-- su voz suena preocupada y entiendo que se deba a la expresión en mi rostro, es inevitable. --¿Qué pasó?-- se pone de pie una vez que quedo delante suyo. Alcanzo a encogerme de hombros, él me abraza de inmediato y rompo a llorar. Siento sus brazos apretarse más alrededor de mi cuerpo.
--Henry...-- la voz se me corta. Quiero decirle que por fin el médico ha dado un diagnóstico para RyeoWook, mi hermano mayor. Durante los últimos dos años su condición ha ido empeorando y hasta ahora no sabíamos qué le pasaba. Calmándome un poco rompo el abrazo.
--¿Siguen sin encontrar la causa?-- pregunta Henry limpiando mis mejillas.
--Ya la encontraron.--
--¿Y bien?--
--Henry...-- alzo mi mirada hasta encontrar la suya. --Wookie tiene una enfermedad llamada Hemoglobinuria paroxística nocturna...--
--¿Eh?--
--No me hagas repetirlo...-- es casi impronunciable.
--Pero...eso es bueno, ¿no? Me refiero a saber...-- las lágrimas vuelven a saltar de mis ojos.
--Sí...pero...pero la medicina es muy cara. Yo no puedo costearla...-- le recuerdo nuestra pobreza. --...el doctor dice que pueden controlarla con esteroides durante algún tiempo pero va a necesitar cada vez más y si no le suministran lo que en verdad necesita pues...--
--Shhhh.-- susurra Henry y me abraza de nuevo. --Encontraremos la forma de conseguir la medicina, DongHae.-- asiento aunque no estoy seguro de cómo. La maldita cura para mi hermano cuesta más que todo el dinero que haya tenido en mi vida. Es demasiado que ni siquiera puedo convertirlo a wons. Henry me suelta unos cuantos minutos más tarde. --Vamos a casa, ¿sí?-
--No, no ahora.-- suplico. No tengo la suficiente fuerza para enfrentar a mi hermano. Es muy difícil verlo día a día consumirse y que aún así sonría y me diga que está bien. No quiero perderlo, no podría seguir sin él.
--¿A dónde quieres ir?--
--¿Podemos ir por un trago?-- necesito algo que me ayude a calmarme un poco tan siquiera. Henry asiente, toma mi mano y salimos del hospital.
[HENRY]
Aún cabizbajo, DongHae camina a mi lado rumbo a un bar de la zona. Debe sentirse devastado con la noticia reciente. Durante el camino me cuenta algunos detalles más aunque trata de no ahondar mucho en ellos para no sentirse triste. Bueno más.
Llegamos al lugar correcto que parece ya estar lleno, si tenemos suerte encontraremos un par de lugares en la barra o en algún otro maldito sitio.
--¡Hey, imbécil! ¡Lárgate para allá!-- escuchamos. DongHae y yo prestamos atención, justo a nuestra derecha vemos a un tipo alto y corpulento aventar a otro de menor estatura, de traje gris y cabellos negros pulcramente peinados, no parece pertenecer a este gremio, eso es obvio. Lo empuja con tanta fuerza que el pobre tipo termina en el piso.
--Calma, viejo.-- responde con una sonrisa en sus labios gruesos y rojos. --Sólo te preguntaba dónde estamos.-- dice. Está tan ebrio que le resulta dificil siquiera incorporarse.
Estoy por acercármele para ayudarlo a ponerse de pie cuando DongHae me detiene asiéndome del brazo. --Mejor ni te metas.-- dice.
Tiene razón, es muy inteligente de su parte mantenerme alejado de los problemas o sabrá el cielo en qué lío pueda meterme. Asiento e ingresamos al bar.
De milagro encontramos dos asientos en una mesita de la esquina y ordenamos la primera ronda de cervezas. DongHae empieza a darle vueltas al mismo asunto, se nota devastado.
[KYUHYUN]
--Este idiota.-- resoplo al cortar la llamada. Como pudo me dijo el nombre del bar donde se encuentra. Me llevo una mano al puente de mi nariz para aliviar la tensión que siento y bajo directo al lobby de nuestra mansión. --Teukie...-- hablo fuerte, al instante aparece nuestro mayordomo con su característico traje negro y camisa blanca, haciéndome una reverencia. --Pide que preparen el auto, voy a salir.--
--Claro.-- se va a hacer lo que le pido, mientras espero veo que mi padre sale de su despacho.
--Hola, Kyu.-- me saluda.
--Hola.-- respondo fríamente. No somos cercanos y a decir verdad le aprecio poco. Nunca me ha hecho nada pero sé muy bien cómo trata a Eunhyuk y también estoy al tanto de lo que le hizo a HanGeng.
--Está listo el auto, joven KyuHyun.-- Leeteuk me avisa.
--Gracias.--
--¿A dónde irás?-- pregunta mi padre con falso interés, o tal vez es genuino pero sinceramente no me importa mucho. Al único que considero como mi familia en aquella casa es a mi hermano mayor.
--Por ahí.-- respondo, tomo mi teléfono y salgo directo al auto. --Vamos a Strings.-- le indico al chófer. No tardamos en llegar, le pido que espere y me meto al bar en busca de mi hermano. Y ahí está, medio recostado encima de la barra, balbuceando quién sabe qué idioteces. --Mira cómo estás...-- le digo acercándome a su costado.
--¡Kyu!-- se gira a verme como si fuera lo mejor en su vida, sonríe estúpidamente y me abraza.
--Hazte para allá.-- me molesta el hedor a alcohol que emana de todo su ser. Intenta abrazarme y darme de besos diciendo que soy su hermano favorito y toda la cosa. --Ya vas a empezar.-- reclamo. Cada que se pone ebrio sale ese lado cursi de él. Aprovechando que se me cuelga, rodeo su cintura y a rastras me lo llevo fuera del bar. --Deberías frecuentar otros lugares mejores.-- le recrimino su mal gusto ganándome algunas miradas despectivas de los otros a mi alrededor. No es mi culpa que este sitio sea asqueroso y yo no pertenezca a esta clase.
Me cuesta mucho sacarlo, parece un costal de papas pero apenas salgo, KangIn, guardaespaldas mío y de mi borracho hermano, viene en mi auxilio. --Démelo a mí, joven KyuHyun.--
--Te lo regalo.-- bromeo deshaciendome de él. Nos subimos al auto y emprendemos el camino de regreso a casa. No demoramos en llegar pero es Leeteuk y KangIn quienes lo llevan a su cuarto, viene cayéndose de borracho. Los sigo de cerca vigilando que mis padres no nos vean o le irá muy mal, para nuestra fortuna ellos no se aparecen. --Gracias, yo me hago cargo.-- les digo a ambos y se retiran del cuarto de EunHyuk. Sobre la cama sigue balbuceando algo pero no sé qué es. De seguro algo pasó con uno de los negocios de nuestro padre. Con cuidado le retiro los zapatos, aflojo su corbata y le quito el saco. --Maldita sea, EunHyuk.-- repito, odio verlo así. Él dice algo más, se gira sobre la cama y cae profundamente dormido.
[DONGHAE]
Pasaron dos horas desde que llegamos al bar, todo ese rato he estado discutiendo con Henry qué hacer respecto a la medicina para mi hermano. Wookie y yo somos muy pobres, de los dos sólo yo trabajo porque él se ha enfermado y nuestros padres murieron así que estamos solos.
--¿Y si pides un préstamo?-- propone Henry.
--No. Los bancos cobran muchos impuestos y no me lo darán porque no tengo un empleo fijo.--
--Uhmm...-- maldita sea, nunca me había importado ser pobre pero ahora que me sucede esto, lo odio. Si tuviera dinero no tendría que pasar por esta situación y Wookie podría estar bien. Henry toma mi hombro. --Tal vez el banco no te lo de pero conozco a alguien que puede ayudarte.--
--¿Quién?--
--No sé como lo tomes pero es dueño de una casa de citas.--
--¿Es de confianza?--
--Pues...es dinero y es lo que importa.--
--Pero no quiero nada que no pueda pagar.-- sinceramente no espero acudir a los prestamistas de los barrios bajos, son de lo peor.
--Eso sí. Podemos ir a verlo, si quieres. Y decides.--
--Podemos.--
--Vayamos el fin de semana, ahora vamos a casa que Wookie está solo.-- me recuerda. Pagamos y salimos a la calle. Durante el trayecto hablamos de cualquier cosa, ya no quiero pensar más en el tema por el momento y Henry parece entenderlo.
Una media hora más tarde vamos llegando a casa, al doblar la esquina veo a SungMin; mi vecino, correr hacia mí. --¡DongHae, DongHae!-- dice con el aliento entrecortado.
--¿Qué?--
--Es...es Wo...Wookie...--
--¿Qué tiene?-- un escalofrío recorre mi cuerpo.
--Tiene un ataque...estab...--
Me echo a correr y ya no oigo lo demás, ahora lo único que me importa es mi hermano. "--RyeoWook.--" es todo en lo que pienso, por favor que nada grave le haya sucedido. Tengo miedo y siento las lágrimas querer salirse. Sus episodios han empeorado en los últimos meses, haciéndose más y más frecuentes, más duraderos, debilitándolo en exceso.
Entro corriendo a nuestra casa y en el piso del patio lo encuentro tirado, desmayado por completo. La esposa de SungMin lo tiene en brazos, llámandolo por su nombre. --¡Wookie!-- grito arrodillándome a su lado.
--DongHae...él...-- algo intenta decirme pero no me importa.
--¡Wookie!-- se lo arrebato para yo sostenerlo. --¡Wookie, Wookie!-- le vuelvo a llamar dándole suaves golpecitos en sus mejillas más no reacciona, es como si estuviera inconsciente...o algo peor... --¡WOOKIE!-- empiezo a llorar. ¿Por qué no abre sus ojos? Tengo miedo. --¡WOOKIE, WOOKIE; POR FAVOR!-- suplico. Si algo le pasa yo me muero.
--DongHae...-- oigo la voz de Henry a mis espaldas, acaba de llegar.
--¡WOOKIE, ABRE LOS OJOS! ¡POR FAVOR, ÁBRELOS!--
--Hey, amigo...--
--¡¡¡WOOKIE!!!--
----------Continuará.----------