Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sólo una palabra por lady_shizu

[Reviews - 45]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hi~

Juro que pensé que lo había subido hace semanas… Si no entraba a revisar, quizá nunca hubiera actualizado. :’v

Aquí están los dos últimos drabbles, pero unidos para formar un oneshot (?).

Nada. Esto es sólo una excusa para escribir porno SasuNaruSasu y cerrar por fin éste ciclo de drabbles. <3 <3

Aún queda abierta la posibilidad de escribir otros 30 pero con el orden NaruSasu (aunque a mi ver es lo mismo *se alza de hombros*), así que si alguien quiere dejar una palabra, la tomaré muy en cuenta. Si no es así, pues ya qué (?).

#Unión.

Lo tomé muy literal. Bv

XXIX y XXX: Estamos de acuerdo en algo

 

Naruto emitió un jadeo quedo al sentir el movimiento ondulante sobre su cuerpo. Con la boca un poco abierta y los ojos cerrados, se dedicaba sólo a sentir y a jadear ocasionalmente. Por supuesto, también a tocar y a acariciar. Con sus palmas abiertas, deslizaba caricias suaves que se intercalaban con apretones, que dejaban más y más en evidencia su desesperación, sobre los muslos que apresaban cada costado de su cuerpo.

 

—Sasuke… —ronroneó, estirándose el labio inferior en una mordida que pretendía tener el efecto de canalizar la serie de sensaciones placenteras que experimentaba deliciosa y cruelmente a manos de su novio. Mas no hacía nada más que echar la cabeza hacia atrás, recargando la  nuca en el respaldo del sofá y encorvando el cuerpo hacia adelante y arriba, buscando más de aquel delirante contacto.

 

Sasuke, sentado a horcajadas sobre él, emitió una risilla burlona y deseosa, soltando un suspiro cálido en su cuello antes de continuar repartiendo mordidas suaves con el fin de enloquecerlo. Y vaya que lo estaba logrando. Naruto no podía contra el bombardeo masivo que todos los efectos juntos de las mordidas y lamidas en su cuello provocaban, menos cuando al mismo tiempo, Sasuke le acariciaba el torso desnudo y le pellizcaba los pezones cuando subía, dibujando una línea sumamente placentera desde el abdomen bajo. Ni hablar del condenadamente-mortal-para-su-raciocinio movimiento ondulante que realizaba con la cadera.

 

Sasuke había estado en casa de sus padres los últimos tres días, y de la conversación que sostenían sobre la cena familiar a la que estos los habían invitado el sábado por la noche, poco recordaba. No, correcto sería admitir que no sabía adónde había ido aquella charla ni cuándo había sido reemplazada por Sasuke subiéndose a su regazo para comenzar a besarlo con lengua y deseo desde el inicio. Incluso, Naruto recordaba un leve sentimiento de cohibición ante el repentino ataque, que, claro, poco había durado, pues si había algo que Naruto amaba por completo era definitivamente la forma intensa en la que Sasuke lo besaba cuando estaba caliente. Pocas cosas se comparaban con la manera fogosa en que Sasuke le introducía su lengua en la boca y saboreaba cada espacio de esta, o cuando se alejaba apenas un instante sólo para morderle el labio y gruñir de placer. Justo como había hecho repetidas veces antes de decidir atacarle el cuello con chupones y mordidas.

 

Naruto no se quejaba. No tenía tiempo ni aliento para eso, aunque lo deseara, cosa que tampoco sería verdad ni en un futuro remoto ni en una dimensión diferente.

 

—Sasuke… —volvió a llamarlo, esta vez en medio de un gemido cargado de anhelo. Intentó hacerle saber de su rendición, que estaba preparado para ser devorado por él o devorarlo a él, según como se dieran las cosas, apretándole con fuerza ambos muslos y levantando la cadera. Su erección dolía demasiado y la evidente intensión de Sasuke de apenas recargarse sobre ella mientras se movía tan condenadamente sensual lo estaba matando—. Por favor…

 

Sasuke decidió apiadarse de él, pensó al sentirlo alejarse de su rojiza y palpitante piel. Naruto sentía latidos a lo largo de su cuello y se estremecía cuando el aire se tornaba frío al chocar contra su caliente piel húmeda de saliva y sudor. Agitado, abrió apenas los ojos y miró la coronilla de la cabeza de Sasuke, sintiendo cosquillas por el oscuro cabello chocando contra la parte inferior de su rostro. Sasuke estaba repartiendo mordidas cariñosas a lo largo de su línea maxilar, y Naruto pensaba que en cualquier momento iba a desmayarse de tantas sensaciones placenteras juntas.

 

—Estoy caliente y muy adolorido, Sasuke —anunció con su voz ahogada cargada de súplica, poniendo todo de sí para terminar de subir la remera holgada que Sasuke vestía y así quitársela por fin y arrojarla a algún lugar de la habitación. Sasuke se rió de él y de sus azules ojos húmedos de deseo, inclinándose para besarlo nuevamente, de esa forma eufórica que tan a tono ponía a Naruto.

 

—El condón y el lubricante —habló Sasuke, ronco, sentándose por completo sobre la erección de Naruto, quien, desesperado como estaba, no pudo evitar gemir alto y hacer una mueca de sufrimiento, siempre sin dejar de mirarlo a los ojos.

 

—En… e-en la… —Intentó hilar sus ideas y recordar qué idioma hablaba y cómo podía hacer uso de él para comunicarse sin fallar miserablemente, como hasta ahora—. Allá…

 

Sasuke se rió otra vez, antes de ponerse de pie y dirigirse a la habitación, donde intuyó que le indicaba con ese simple allá. Naruto se lamentó con un efusivo gruñido por el repentino abandono, pero se quedó allí, tumbado sobre el sofá, intentando regular su respiración y su imparable apetito sexual; no quería que las cosas encontraran un fin tan rápido y al paso que iba, su cuerpo ya le advertía que si no hacía algo se correría con el más leve toque de Sasuke a su regreso.

 

Estaba particularmente sensible ese día. Maldición.

 

—Sasuke —rogó cuando lo tuvo en frente enseñándole el bote de lubricante y dos envoltorios plateados en ambas manos—, apúrate y hazlo rápido. Me voy a morir…

 

—Tranquilo, no quiero que mueras todavía —le respondió, dejando ambos elementos fundamentales para lo siguiente al lado de Naruto, en el sofá, y comenzó a desabrocharse el pantalón con rapidez—. Desvístete rápido.

 

A juzgar por los movimientos erráticos de Sasuke, él también estaba a punto de perder la cabeza. Naruto se sujetó a esa idea para convencerse de que su orgullo no era el único que estaba medio bajo, y sin perder tiempo, se quitó el pantalón y la ropa interior, arrastrándose las zapatillas en el proceso. Agitado nuevamente, se acomodó en el sofá temblando de ansiedad, como si fuera la primera vez que tendrían sexo. Por supuesto que no era sí, pero siempre que terminaba con Sasuke en la cama, el hecho se tornaba una nueva experiencia. Una que siempre lo dejaba deseando por más, babeando más y más por Sasuke. Tal y como en ese momento que lo veía subirse a él totalmente desnudo, sonriendo de forma altanera al ver en qué condiciones lo tenía ya; Naruto era débil ante él y ambos lo sabían. Así como también que Sasuke disfrutaba mucho torturándolo antes de volverse uno solo con él.

 

Sasuke era un bastardo de lo peor cuando se lo proponía, Naruto lo sabía y ahora lo reconfirmaba por enésima vez, soltando una queja cuando lo sintió atacarle el cuello de nuevo, sentándose sobre sus muslos, muy lejos del lugar que necesitaba con desespero sentir el calor de su tacto. Se removió de forma errática, buscando acomodar a Sasuke sobre su necesitada y dolorosa erección, a lo que, como siempre, éste se negaba, escapando de sus intenciones con movimientos hábiles mientras se burlaba de su fragilidad y poca resistencia.

 

Eso poco y nada le importaba a Naruto. No cuando a cambio Sasuke le regalaba la mejor de las vistas y una aglomeración increíble de sensaciones que le serpenteaban a lo largo de la columna, tensándole las extremidades ligeramente acalambradas por el exceso de peso en ellas. Eso tampoco le importaba. Le gustaba la libertad que encontraba para acariciar sin vergüenza los tibios muslos de Sasuke a cada lado de su cuerpo. Y cuando se sentía más travieso de lo usual, ascendía las manos hasta su trasero, apretándolo con dedos poderosos, como ahora hacía, aunque con una sola mano; la otra tanteaba torpemente el espacio vacío a su lado en el sofá, buscando los elementos necesarios para acelerar las cosas.

 

Emitió un gemido entrecortado cuando una de las manos de Sasuke comenzó a masturbarlo lento mientras le repartía besos por el hombro, cuello y mandíbula. Tenía los ojos fuertemente cerrados y la boca abierta, soltando guturales e intermitentes «Ah». Y sólo lo estaban masturbando. Los dedos de Sasuke se deslizaban tan suavemente a lo largo de su miembro, que cada palpitación le dolía más que la anterior. Naruto creía que de la angustia terminaría deslizándose del sofá directo al piso, incapaz de volver a caminar en su vida. El cuerpo completo le temblaba, sudaba demasiado y con dificultad podía inhalar y exhalar sin doparse del aroma de Sasuke tan cerca de su nariz.

 

Y cuando pensaba que iba a perder por completo los estribos, Sasuke se bajó de su regazo y en su lugar, se arrodilló entre sus piernas abiertas. Asumiendo lo que a continuación ocurriría, comenzó a negar frenéticamente en silencio, mirándolo con ojos entornados llenos de deseo y mordiéndose trémulo el labio inferior, rogándole que pasara por fin al último paso. Su mano derecha, sin embargo, como si no se pusiera de acuerdo con lo que su cerebro quería hacer, se dirigió hacia la mejilla de Sasuke, acariciándola con dulzura antes de conducirla hacia su nuca, instándole con un jalón a que se inclinara sobre su miembro, suplicando la atención que merecía desde hace rato.

 

—¡Ohh! Mierda… Mierda… —Sasuke se dejó de rodeos y ahora Naruto deliraba al estar dentro de su boca, sometido ante su húmedo y hábil control. Se tiró hacia atrás, encorvando el cuerpo y moviendo la cadera mientras se deshacía en gemidos y temblores. Su mano acariciaba y aferraba los cabellos oscuros de Sasuke de manera alternada, y la otra buscaba sostén de donde pudiera aferrarse al cuero del respaldo del sofá junto a su cabeza.

 

—Tranquilízate —le indicó Sasuke, apartándose tras dejar una lamida en toda su longitud. Naruto respiraba demasiado agitado—. Oye, Naruto, en serio, cálmate. No quiero que termines sólo porque te la chupé.

 

—¡C-cállate!

 

Naruto estaba tan concentrado en hallar su tranquilidad, que apenas notó cando Sasuke se colgó sus piernas a los hombros para comenzar a repartir besos y suaves mordidas en la cara interna de sus muslos. Ladeó la cabeza y abrió los ojos, buscándolo con la mirada, correspondiendo enseguida a la sonrisa que Sasuke le dedicaba mientras se echaba lubricante en los dedos.

 

El proceso de preparación fue un autentica tortura para Naruto. Removiéndose y soltando maldiciones cada dos segundos, lanzando golpes al aire con la intención de que estos alcanzaran a Sasuke, quien se divertía demasiado viéndolo sufrir y suplicar con su cuerpo. No obstante, Sasuke también estaba al borde del colapso, por lo que quitó sus dedos del interior de Naruto, con rapidez se colocó uno de los condones y se acomodó sobre él, acostándolo a lo largo del sofá.

 

—Rápido, rápido —pronunció desesperado, levantando la cadera y separando las piernas, subiendo una al respaldo. Soltó varios jadeos mientras Sasuke se acomodaba arriba suyo, buscando la mayor comodidad para comenzar, y cuando lo sintió entrar lentamente en su interior, curvó la espalda y llevó ambas manos a su trasero, apretándoselo con fuerza.

 

La placentera sensación le duró poco, pues Sasuke, sin haber entrado en totalidad, no tardó en salir por completo, dejándolo anhelante por más. Iba a replicar, gritar y maldecirlo de mil formas, pero todo lo que estaba hilando en su mente se desvaneció en el instante en que sintió a Sasuke entrar de nuevo sólo un poco, para volver a salir.

 

Quería volverlo loco. Uchiha Sasuke quería que perdiera la cabeza y lo estaba consiguiendo.

 

Frustrado, Naruto gruñó y le dio una fuerte nalgada, seguro de que luego su piel dolería y estaría roja. Sasuke ahogó un gemido de sorpresa ante eso, pero luego rió entrecortado y ronco. Finalmente, Naruto no pudo evitar gritar un «¡Por fin!» sostenido cuando Sasuke dejó los juegos de tortura de lado y entró en él de una maldita vez, moviéndose se manera intensa, emitiendo sonoros gemidos contra su cuello.

 

Si Naruto pensó que antes moriría, no tenía idea de cómo continuaba con vida en ese instante, bajo los fuertes empujes que las caderas de Sasuke ejercían contra su trasero. Menos entendía de dónde provenía la cordura para acoplarse a su ritmo y moverse con él. Su cuerpo se sentía tan caliente a pesar del sudor que lo cubría, y el aire a su alrededor estaba viciado, quemándole los pulmones con cada inhalación desesperada entre gemidos.

 

Mierda, cómo lo había extrañado.

 

—No pares. No pares —imploró con frustración, sintiendo cómo Sasuke salía de su interior. Abrió los ojos y vio que su rostro dibujaba la misma mueca de dolor y placer que seguramente él también tenía tatuada.

 

—Ven arriba —le indicó Sasuke, agotado, sentándose en el sofá y ayudándolo a quedar a horcajadas sobre él. Naruto no opuso resistencia alguna y se dejó guiar hasta que nuevamente estuvieron unidos, pero esta vez era él quien llevaba el control, saltando frenéticamente sobre Sasuke—. Más despacio… —le susurró contra sus labios, con su rostro mostrando un gesto agonizante mientras intentaba contener a Naruto con sus manos—. ¡Naruto! —gruñó, sujetándolo por el trasero con ambas manos mientras le introducía su lengua en la boca en un beso corto pero cargado de deseo.

 

Naruto sabía que Sasuke estaba llegando a su límite y no encontraba mejor momento para vengarse por todo lo que lo había hecho sufrir hasta ese momento. O ese era el plan. No contaba con que uno de los músculos de su pantorrilla derecha comenzara a tensarse tanto hasta el punto de tornarse sumamente doloroso.

 

—¡Un calambre! ¡Un calambre! —gritó frustrado, levantándose de la erección de Sasuke para sentarse a su lado. Estaba tan furioso que si tuviera una sierra no dudaría en cortarse la pierna para volver a montarse en Sasuke.

 

Éste, por su parte, no se movió de su lugar, pero lo miraba de reojo con una curiosa mezcla de preocupación y enojo, pues bien conocía lo doloroso y desesperante que podía llegar a ser un calambre repentino en medio del sexo.

 

—¡Maldita sea! —Naruto gritaba, masajeándose la pantorrilla con impaciencia. Sasuke bufó y comenzó a masturbarse para aliviar el dolor de su erección abandonada repentinamente, lo que ocasionó que su enojo creciera todavía más—. ¡No hagas eso, ya volveré!

 

—Olvídalo —fue la escueta respuesta de un Sasuke demasiado concentrado en brindarse placer a sí mismo. La experiencia le había enseñado que tras un calambre, Naruto no volvía a ponerse a tono a tiempo y él estaba demasiado adolorido y excitado como para esperarlo.

 

—Sasuke… —le reprochó con agobio, poniéndose de pie para caminar, buscando así que el músculo dejara de arruinar su vida sexual.

 

Desde su lugar, Sasuke lo siguió con la mirada sin detener el ritmo de su mano sobre su miembro. Naruto paseándose desnudo por la habitación… La sola imagen provocó que separara los labios y jadeara ronco, achicando los ojos, víctima de los espasmos que sacudían su cuerpo durante el orgasmo. Naruto lo escuchó y, sintiéndose traicionado, volteó a verlo con reprobación.

 

Poco después, cuando estuvo seguro de que el calambre se había ido a la mierda, regresó con Sasuke y se subió en él, jalándole el cabello.

 

—¡Traidor, bastardo! —Que Sasuke riera sin contenerse le causaba más disgusto, aunque también amaba verlo así, con esa bella sonrisa que dejaba ver todos sus perfectos-dientes-Uchiha—. ¡Deja de reírte!

 

—Calma, Naruto, calma. —Intentaba dejar de reír, pero lo era imposible. Afortunadamente había conseguido sujetar las muñecas de Naruto y así evitar que siguiera ensañándose con su cabello—. Escucha.

 

—¡No quiero! ¡No es justo!

 

—Ya. Hagámoslo de nuevo, ¿sí? —propuso, comenzando a dejar cortos besos en el rostro de Naruto, quien por fin se había quedado quieto—. Esta vez hasta el final.

 

Dejando que Sasuke le besara el rostro, descendiendo después por su cuello, Naruto guardó silencio un largo rato, convencido de que así le haría creer que estaba pensando en su propuesta, a pesar de que quiso gritar un «¡Sí!» ni bien aquel terminó de hablar. No. Debía recuperar un poco de su orgullo herido.

 

—Bien, acepto —concluyó lo más tranquilo que pudo, ya que Sasuke había comenzado a morderle ligeramente las clavículas. Que no estuviera deshaciéndose en sus brazos era un gran logro y luego se recompensaría apropiadamente por ello—. Pero yo iré arriba ahora.

 

Alzándose de hombros, Sasuke gruñó mientras mordía con un poco más de fuerza la piel esta vez de su cuello.

 

—Traje dos condones, ¿recuerdas? —dijo Sasuke con cierta ironía, dejando entrever sus verdaderas intensiones. Y esta vez fue el turno de Naruto de romper a carcajadas.

.

.

.

Fin

Notas finales:

¡Ahora sí, por fin puedo decir que terminé un «fic largo» de Naruto! (O de cualquier otro fandom [?])

Y bien, ¿qué les pareció el doble drabble de puro lemon? Buena forma de terminar con esta colección de mini-relatos, ¿eh? *levanta ambas cejas de manera sugerente (?)*

¡Gracias por leer y comentar!

Bis bald!

LadyShizu


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).