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Sólo una palabra por lady_shizu

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Notas del capitulo:

Ya. No sé qué demonios esperaban que hiciera con esta palabra, porque no se me ocurrió ni madres cuando me la dijeron. Con los amigos que tengo, no necesito enemigos, orz.

#Anulación.

 

III: Los contratos se cumplen

 

—Hoy no te me escapas, Naruto.

 

Con esas simples palabras, susurradas directamente a su oído izquierdo, Naruto sintió que el cuerpo le cimbraba, las manos le sudaban y la cara le quemaba horrores. Ni siquiera había podido (ni querido) voltear a ver la indiscutiblemente socarrona sonrisa de Sasuke cuando le dijo esas simples palabras antes de continuar su camino. Con tono seductor, eso sí. Demasiado seductor y lujurioso.

 

El pinchazo de placer que Naruto sintió en la ingle le provocó un sonrojo tan anormal en él que, cruzando los brazos sobre el pupitre, enterró la cara entre ellos, fingiendo sueño y desgana que su cuerpo estaba muy lejos de sentir. De puro nerviosismo prematuro temblaba como si en plena estación de invierno y con la calefacción averiada estuvieran. Se mordió el labio inferior, intentando así que el tronar de sus dientes no rebotara entre las cuatro paredes del salón de clases, como su púbera e inacabable imaginación le hacía creer que sucedía. Y como siempre, traicionado por sí mismo, recordó el motivo de recibir tan deliciosa amenaza tan temprano por la mañana.

 

Salía con Uchiha Sasuke desde hacía siete meses, cumplidos exactamente desde las cero horas de ese día. Y quería a Sasuke. Amaba a Sasuke y lo deseaba con fuerza. Pero también sentía un miedo, digno de hacer orinarse en los pantalones al más audaz, por lo que implicaba el hecho de ya no poder aplacar más el momento de consumar por fin su relación, últimamente circundada por tal tensión sexual imposible de encubrir.

 

Porque finalmente había llegado el ansiado día en que el contrato quedaba anulado. Y Naruto no podía discernir si los nervios eran por miedo, llano y puro, o por expectación a vivir una experiencia que prometía ser inolvidable, cortesía de noches navegando en «internet» y experimentando por su cuenta con su propio cuerpo. Sin embargo, no podía culpar a Sasuke por el excesivo aumento de reconcomio que ese día sufría, ya que prácticamente lo sometió a voto de castidad, enclaustrándolo con la primera cláusula del maldito contrato, eufemismo al cómo Sasuke lo llamaba en realidad: nada de manoseo excesivo que pudiera llevarlos a eso antes de que estuviera listo física y psicológicamente. Y como Sasuke era un hombre racional, que no aceptaba completo liderazgo de nadie que no fuera él mismo, agregó algo más a ese absurdo contrato verbal que Naruto se empecinaba en que cumpliera al pie de la letra: una más que aceptable prórroga de meses para que Naruto desechara los miedos y la vergüenza tras haber perdido en piedra-papel-tijera e irremediablemente tener que tomar el rol pasivo en el descubrimiento de la primera vez de ambos en el terreno sexual.

 

La prórroga había finalizado cuando el reloj marcó las cero horas. Lo que Naruto no sabía era que no sólo él sufría a causa de su inexperiencia todavía infantil, Sasuke también temblaba y era asaltado por miedos que expertamente ocultaba tras un velo de serenidad y ahora deseo, que no negaría que también sentía y mucho, porque Naruto se le había metido bajo la piel y le quemaba y pesaba el cuerpo cuando lo tenía cerca. Pero se sentía plenamente listo para el gran paso que darían, ya había buscado la ayuda necesaria para un eficiente proceder en internet. Bendito internet. Por lo que la seguridad crecía dentro de él, sentimiento que quería compartir con Naruto.

 

Mas si resultaba que Naruto aún no se sentía preparado para dar el gran paso, Sasuke ya había esperado por más de cuatro meses, unos días más no le harían daño. Después de todo, el contrato acababa de quedar anulado y él podría hacer todos los avances que tanto trabajo le habían costado contener.

 

Además, Naruto tenía palabra, y del séptimo mes no se salvaba.

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Notas finales:

Ya había dicho que no se me ocurría nada :P

¡Gracias por leer y comentar!

Bis bald!


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