Le di la dirección y el auto empezó a moverse. No quería pasar la noche en una comisaría por ser el principal sospechoso de un crimen que no cometí… o tal vez sí lo hice al pensarlo y mi deseo terminó convirtiéndose en realidad
6666666666666666666666666666666666666666666666666666666666666666666
Leopondo Chacaliasa era un policía muy comprometido con su trabajo. Se le caracterizaba por su gran habilidad, conocimiento y por haber resuelto casos imposibles para otros policías… en sus años de servicio a la investigación había podido resolver crímenes, asaltos multimillonarios, secuestros, robos, estas, entre muchos otros logros. Incluso, en 1992 colaboró con la captura del líder del grupo terrorista Sendero Luminoso, Abimael Guzmán Reynoso; un personaje al que nadie podía localizar, pero la contribución del entonces coronel Chacaliasa y su gran experiencia llevaron a que se descubriera el paradero del hombre más buscado del Perú… si bien su nombre no figura en los anales de esta empresa, cabe aclarar que el oficial Chacaliasa pidió mantenerse en reserva y aclaró ante todos que él cumplía con sus deberes y que no le agradaban los elogios ni reconocimientos. Él servía a la Policía Nacional por amor y convicción y no por enaltecimientos ni por dinero. Esto resulta ser cierto, pues si revisamos su historial podemos darnos cuenta que fue el primer puesto en toda su promoción mientras se encontraba en la Escuela de Policía; además, las condecoraciones empezaron a llegarle al poco tiempo de vestir el uniforme. Incluso, 2 presidentes habían elogiado su labor y ayuda
Sin embargo, y a pesar de su inteligencia, el general Chacaliasa se había topado con uno de los casos más difíciles de toda su carrera: los asesinatos muy parecidos de 2 ciudadanos quienes no tenían ninguna relación… al ser designado como el oficial a cargo de esta investigación había reunido a personas muy allegadas a él para que puedan ayudarlo a descubrir al autor de tan horrendos crímenes
Pero luego de más de 3 semanas no había nada fructífero en las investigaciones. Fue designado por el jefe de la Dinincri, el general Luis Bustamante, no sólo por sus grandes logros sino también por la amistad que ambos mantienen desde que eran compañeros en la Escuela de Policía… pasados unos días toda la prensa se enteró de que el general Chacaliasa estaba a cargo de la investigación
El pueblo limeño fue entrando en pánico y aunque nadie había confirmado la existencia de un asesinato en serie, ya todos estaban enterados de las similitudes entre ambas muertes. La gente pedía mayor agilidad en las investigaciones.
La prensa amarilla hizo más grande el escándalo y muchos titulares escandalizaron a padres e hijos… durante algunos días después de la celebración del partido, todos reclamaban que se les informase qué era lo que realmente lo que estaba sucediendo. Los medios exigieron una rueda de prensa, pero el general Chacaliasa se negó a tener que responder a la bola de curiosos… era comprensible, era un hombre reservado, abocado en su trabajo y sin ningún interés por darle explicaciones a nadie
Para calmar al pueblo, el jefe de la Dinincri, general Luis Bustamante, tuvo que salir al frente y dar todas las explicaciones posibles
-es cierto que estamos ante un asesino en serie?
-el asesino solo ataca a partir de las 12:00 de la noche??
-hay algún avance en las investigaciones?
-se da cuenta que nuestras familias corren grave peligro??
-por qué no está aquí el general Chacaliasa, el hombre que se encarga de las investigaciones???
El general Luis trató de mantener la calma y se aguantó las ganas de mandar a la mierda a todo el mundo. Ya era suficiente con haber aceptado esta rueda de prensa, así que no soportaría las majaderías de nadie… sin embargo, trataría de no perder la calma en ningún momento.
-si quieren respuestas, primero habrá que mantener el orden
Todos guardaron silencio mientras el general Bustamante intentaba dar la mejor perorata para tranquilizar al pueblo… no sabía cómo es que la información se había filtrado a la prensa. Era posible que algún soplón le hubiera ido con el chisme a su esposa quien no se pudo aguantar y le contó al vecindario entero?? Ahora había que enfrentar la situación pero no sabía que decir exactamente… la realidad era que las investigaciones, hasta el momento, no habían llegado a nada. Sin embargo, tenía fiel confianza en el talento de Chacaliasa
-en primer lugar, señores periodistas, no es nuestro estilo salir en televisión ni dar largas explicaciones a los medios… nosotros nos desempeñamos en el campo mismo y tratamos de hacer justicia a todos los males que haya, siempre en beneficio de la ciudadanía…
-estamos o no ante un asesino en serie??
“Periodista de mierda”, pensó
-es lo que intentamos descubrir. Sabemos que ambos asesinatos son muy similares y fueron cometidos muy cerca el uno al otro, pero aún no podemos afirmar que los perpetró el mismo sujeto
-se está esperando entonces que maten a otra víctima??
-es lo que menos queremos; la Policía está aquí para cuidar a la ciudadanía…
-general, cuáles son los avances que ha logrado la Policía y por qué no está aquí el encargado de dicha investigación??
-el general Leopondo Chacaliasa es quien está a cargo… todos nosotros conocemos la trayectoria de este hombre y estamos convencidos de que llegará a capturar al responsable de estos crímenes
-y las investigaciones, en qué van???
-no podemos decir en qué andan las investigaciones porque no queremos que el criminal, o criminales, sepan lo que estamos haciendo exactamente; de ahí el general Chacaliasa prefiere mantener en secreto sus logros –sabía que no estaba seguro de esto, pero por ahora el objetivo era calmar a la ciudadanía.
Las interrogaciones continuaron y los ánimos se hicieron más agrios. Sin embargo, el general Bustamante aguantó estoicamente todo tipo de comentarios y preguntas hirientes… incluso no puteó a aquel que dijo que la Policía Nacional tenía el 68% de desconfianza por parte del pueblo peruano. Salió muy turbado de esa rueda de prensa; lo primero que hizo fue telefonear al general Chacaliasa pidiéndole que capturase con prontitud a ese sujeto… pero supo que pedía mucho ya que no había ninguna pista sobre el maldito asesino.
Los días continuaron avanzando y durante los primeros 3 días siguientes, no hubo más asesinatos, y no solo eso… sólo vio al general Chacaliasa en pocas ocasiones. No quería ni una muerte más ni mucho menos quería imaginarse que la posible siguiente muerte pudiese afectarle a él… se sentía sumamente preocupado al tener la certeza de que el asesino solo atacaba cuando las personas ya estaban acostadas en sus camas. Todas las noches telefoneaba a su hija para saber cómo estaba, qué hacía, y le aconsejaba hasta el cansancio que cerraras todas las puertas y ventanas cuando se vaya a descansar. Al llegar a casa conversaba mucho más con ella y le daba recomendaciones que incomodaban a la muchacha… incluso estuvo a punto de ponerle seguridad, pero la joven se negó rotundamente y le dijo que se estaba volviendo paranoico.
Tal vez era cierto, pero es que se trataba de su única hija y tenía miedo de que cualquier desgracia le sucediera
Todos los días el mayor Marino, el capitán Rimas y los tenientes Martínez y Alarcón le alcanzaban noticias acerca de las investigaciones sobre las muertes recientes, pero siempre eran las mismas: no había avances y el general Chacaliasa continuaba volviendo al lugar en donde se produjeron las muertes.
1 día después no aguantó más la zozobra y mandó llamar al general Chacaliasa. Lo vio entrar con tal calma… admiraba a ese sujeto, su inteligencia, su porte juvenil a pesar de que bordeaba los 30 al igual que él, su forma de caminar y de vestir, todo…
En muchas ocasiones trató de imitarlo de imitarlo, por ejemplo, con lo de la contextura. No quiso engordarse como la gran mayoría de colegas, es por eso que cada mañana hacia una rutina de ejercicios y cuidaba su dieta con esmero. Pero más por él, era por parecerse un poco al hombre que tanto había admirado desde la Escuela de Policía
-qué sucede Lucho?? –el general Chacaliasa se sentó frente a él
Hasta la forma de sentarse y hablar era casi perfecta
-Leopondo, sabes que no conversamos directamente desde la vez en que te encomendé el caso
-entonces debe de ser importante para estar ahora sentado frente al jefe
-deja de bromear, Leopondo. Sabes que las cosas se están saliendo de la línea.
-a qué te refieres??
-cómo que a qué me refiero!?! No lees los periódicos??
-muy poco en realidad
-y la televisión o la radio??
-a qué quieres llegar??
-al asesino en serie
-ah… o sea que ya lo descubriste…
-no estoy para tonterías, Leopondo!!
El general Luis se dio cuenta que había perdido los estribos y que le había lanzado un grito a la mayor eminencia en investigaciones policiales del país. Leopondo Chacaliasa sólo se mantuvo con las piernas cruzadas, mirando fijamente a su jefe
-perdóname, creo que me exasperé un poco, pero a veces pienso que no tomas las cosas en serio… qué pasó con ese gran investigador a quien yo admiraba tanto??
El general Chacaliasa lanzó una sonrisa
-me permites hablarte como a un igual?
-qué es lo que quieres decir con eso??
-que si me permites hablarte como al heladero de la esquina y no como al jefe de la Dinincri…
-Leopondo –dijo mirando al general contrario- sabes que somos amigos y que puedes hablarme como te plazca
-muy bien… entonces déjate de huevadas y sácate la mierda de la cabeza
El general Luis Bustamante lo miró sorprendido, pero reprimió todas las palabras que por un momento pensó decir
-bueno, al parecer no me has respondido como me imaginaba y creo que me vas a dejar hablar totalmente. En primer lugar, cómo puedes afirmar que estamos ante un asesino en serie? Es que acaso tú ya lo descubriste y por eso lo llamas así?? Me pides que vea los periódicos y que vea las noticias? Para qué?? Para volverme paranoico como esos idiotas que tienen miedo de dejar salir a sus esposas e hijos por las noches??
El general se sintió ofendido, pero dejo continuar con su perorata al detective
-lucho… te has dejado lavar la cabeza por el sensacionalismo. Las noticias, los diarios, la televisión y toda la mierda que se comenta es pura especulación. Acaso no soy yo el oficial a cargo de la investigación? acaso no tendrías que preguntarme a mí como va todo y no hacerle caso a la prensa que ni sabe siquiera mi nombre completo??
El general Bustamante sintió cierta vergüenza ante tales palabras
-aún no sabemos si ambos crímenes tienen relación… es cierto, lo más seguro es que así sea por el tipo de muerte, pero en eso estamos… no me veas como a un superhéroe ni como a un Dios… soy humano, Lucho, y no puedo descubrir a un trastornado hijo de puta de la noche a la mañana. Tú sabes cómo son estas cosas, o es que ahora te has olvidado del verdadero trabajo de policía por ocupar el cargo más alto?? Perdona si me excedo con esto, pero es que me jode que se me exija tanto cuando no saben lo difícil que es… llevo 4 días visitando los lugares en los que se produjeron los crímenes, buscando cierta evidencia que tal vez se me fue de las manos, algo que tal vez no vimos o que…
-la frase en la pared!! –dijo de repente el general Luis
Chacaliasa no pudo evitar dar una carcajada y así continuo por algunos segundos; intentando calmarse sacó un cigarrillo y miró a Bustamante quien lo miraba serio y ofendido
-perdona la carcajada amigo lucho, pero no me vas a decir que fuiste tú el de la idea
-de qué hablas??
-hace 2 días el aprendiz de Sherlock Holmes, cómo se llamaba ese jovenzuelo que siempre está detrás de ti??
Bustamante lo mira con cierta molestia
-aquel que te admira tanto, casi como si estuviera enamorado… ése que es tu ayudante para todo…
-te refieres al teniente Martínez?? –preguntó con una gran duda al escuchar ese comentario
-ese, exacto, Martínez. Bueno, te decía que hace algunos días vino corriendo hacia mi oficina diciendo algo sobre una frase de sangre y vino con una bolsa de esa que usan los criminalistas y dentro había una jeringa con un poco de sangre, dijo qué ahí estaba la solución al caso, que el criminal lo había hecho… no pude evitar reírme de él; perdona Lucho si es que lo ofendí, pero a quién se le ocurre que el criminal se va a poner a escribir unas frases de sangre cuando termina su crimen; en que cabeza cave semejante idiotez
El general Bustamante recordó que él también había pensado lo mismo, la idea le había resultado muy tonta. Tal vez se dejó llevar por la emoción de su ayudante
-tú sabes que un investigador debe estar pendiente de todo lo que se encuentra en el lugar de un crimen, pero a veces hay que tener sentido común. Igual le recibí la bolsa y reconocí cadenas de ADN, pero no podemos asegurar que ahí se encuentra el ADN del asesino. Lo más seguro es que ahí este solo el de la víctima
Bustamante se mostró más calmado. Era consciente de que mucho de lo que había dicho Chacaliasa era cierto; se había dejado llevar por el sensacionalismo??
-bueno, Leopondo, al menos infórmame en que va el caso
-no hay ninguna pista segura, amigo Lucho. El criminal es muy astuto…
-o sea que estamos hablando de un mismo sujeto
-así es Lucho, así es… por si eso te calma
-cómo llegaste a esa conclusión??
-el óxido…
-de ambos cuerpos apuñalados, verdad??
-ya ves cómo sí eres bueno cuando tienes la cabeza más fría?? Espero que no te hayas ofendido por las palabras que te dije anteriormente
-olvídalo… creo que en parte tienes mucha razón, pero es que tengo miedo…
-perdona??... no te escuche bien
-… tengo miedo, pero no por mí, sino por Brigith
-qué tiene que ver tu hija en este caso??
-Leopondo, por lo que vemos hasta ahora, el asesino sólo mata cuando las personas duermen o ya están en sus hogares. Cuando vi el cuerpo de la 3ra víctima se me partió el alma, casi pude ver a mi hijita en ese estado
-creo que necesitas tomarte un descanso, Lucho, te estás volviendo paranoico. Es casi imposible de que eso pase
-casi, pero no imposible, Leopondo… por eso te designé no sólo para que descubras al asesino, sino también para que Brigith pueda estar a salvo de ese maldito loco
-o sea que el jefe de la Dinincri pensó más en lo personal que en la ciudadanía… debería sentirme ofendido, Lucho, pues casi me veo como el guachimán de tu hija
-no lo tomes por ese lado… pero es que Brigith pasa sola tanto tiempo; tú sabes que su madre y yo nos separamos hace muchos años, cuando ella era apenas una bebé…
-pero no está un poco grande para cuidarse sola?? Qué edad tiene??
-tiene 14
-es una adolecente ya
-pero aún es muy dependiente y sé que le falta la figura materna
-pero hermano, vuélvete a casar y asunto arreglado
Bustamante miró con rabia al general Chacaliasa
-creo que estás hablando cojudeces, Leopondo…
-pero, por qué?? Dije algo que te ofendió??
-jamás le daría una madrastra a mi hija… quién sabe como la trataría y antes de eso prefiero sacrificarme
-no me refería a una mujer, puede que sea un hombre pero esa sería tu decisión… -Chacaliasa movió de un lado a otro la cabeza y no quiso seguir con el asunto, dejando con dudas a su amigo
- bueno, siguiendo con el tema de los asesinato, he hecho algunas investigaciones. La primera víctima, Guillermino Roel Chávez, catedrático de la Universidad San Marco, viudo, de 68 años… al perecer era un hombre pedante en su enseñanza y tuvo diversos conflictos con varios estudiantes. Ahora tenemos encerrado a uno que parece ser sospechoso. Él vivía en…
-qué dices??
-que vivía en San Martín de Porres…
-no, sobre el sospechoso
-ah…que tenemos apresado desde ayer a un joven de 19 años, estudiante de…
-y por qué carajo no se me informó nada –dijo irritado el general Bustamante
-ya vas a empezar?? Mira, me estoy aburriendo de que me trates como a tu sirviente. Yo no me apellido Martínez ni tú me pagas lo que con esfuerzo me gané, así que mantén el respeto para hablarme, carajo
Eso fue como un baldazo de agua fría para Bustamante, pero se dio cuenta de que el detective tenía razón
-perdona, Leopondo, no quise ofenderte… pero siento rabia; por qué no se me informó algo tan importante??
-debido a que soy el oficial a cargo y además porque es sólo un sospechoso. Aún no sabemos mucho de él, lo estamos investigando
-quiero que a partir de esta investigación se me informe todo lo que respecta al asesino, general Chacaliasa
-así será. Ahora, me dejas continuar?
-antes que sigas, háblame sobre el sospechoso
-aún no sabemos mucho de él… al perecer fue alumno de Guillermino y tuvo un conflicto verbal pocas horas antes de su muerte. Él es alumno de la facultad de Educación de la Universidad de San Marcos, pero inexplicablemente dejó de asistir a estudiar luego de la muerte del profesor. Nadie supo nada de él, tampoco asistió a los exámenes finales; simplemente se hizo humo… una compañera notó esto como sospechoso y lo denunció. Lo estuvimos buscando durante algunos días, pero no volvió a su casa. Anoche, un conjunto de colegas lo encontró en la casa de un familiar y apenas los vio intentó escapar por los techos de las casas (naruto :y). Ante esta actitud sólo les quedó apresarlo…
-el asesino!!
-eso no lo sabemos, “jefe”. Al parecer, más que un asesino es un testigo… estuve interrogándolo por más de 4 horas, lo trate como a perro, jugué con su psicología, pero la única conclusión que pude sacar es que él solo vio cómo asesinaron al profesor Guillermino
-por qué no denunció el asesinato?
-no vio al asesino y al parecer se encontraba muy asustado ya que creyó que lo acusarían de haber matado al profesor
-por qué pensó eso??
-según los informes de los estudiantes, tuvo muchos altercados con él
-no cabe duda, es él
Chacaliasa lanzó una de sus más irónicas sonrisas
-por qué tan seguro?
-titubea, duda, se contradice… es el perfil común de todo asesino
-pues déjame decirte que ni titubeó ni dudo ni se contradijo, parecería que quieres encontrar un culpable sí o sí amigo Lucho… creo que tendré que investigarte
-no hables estupideces, Chacaliasa
Nuevamente el general Chacaliasa movió de un lado a otro su cabeza y continuó con su relato
-hoy continuaré interrogándolo, pero según mi opinión profesional, ese sujeto no es el asesino. No hay relación entre él y la fenecida Shirley Pérez Salas, lo único que coincide es que ambos asesinatos se cometieron con mucha cercanía
-a las espaldas de la Universidad San Marcos y cerca del Coliseo Amauta
-así es
-dónde vive el sujeto??
-a unas cuadras del puente Tingo María
-qué!?! A unos pasos donde se cometió el segundo asesinato. Lo tenemos, Chacaliasa; ése es el asesino
-sé que a primera vista parecería ser así. Hay muchas coincidencias de ubicación entre el sujeto y ambas muertes, pero…
-investígalo a fondo, Leopondo, casi estoy seguro que es él… Lo peor es que no se me informó inicialmente de su captura. Yo también lo interrogaré hoy mismo
-hay muchas cosas que no coinciden entre él y la segunda víctima. Él ni siquiera sabe quién es Shirley Pérez Salas y por lo que se ha investigado nunca se han conocido
-tú sabes que un loco asesino no necesariamente tiene que conocer a sus víctimas. Salvo que le haya tenido rencor y, por lo me dijiste, eso fue lo que el sujeto sentía por el fenecido Guillermino Roel
-sí, pero la corpulencia también cuenta en estos casos… el asesino los mató de forma fácil y eficaz. Si tú vieras a este sujeto… es un enclenque
-qué rayos te pasa, Chacaliasa!! Por qué lo defiendes tanto?? Acaso se trata de tu hijo??
-quien ahora dice estupideces eres tú. No puedo acusar a alguien si es que todo no coincide en cuanto a las muertes. Insisto, parece que quién está apresurado por encontrar un culpable eres tú…
-deja esas huevadas y ve donde el sujeto. Sigue interrogándolo y llega a la verdad de este asunto
-lo haré, “jefe” –dijo el general Chacaliasa poniéndose una mano en la sien derecha- ahora, voy a continuar con mi trabajo. Sólo una pregunta antes de retirarme, es cierto lo que dijiste? Iras a interrogarlo??
-sí, claro que lo haré. Pero te daré el alcance en unas horas
-muy bien, te esperaremos, “gran jefe”
El general Chacaliasa se levantó y apagó su cigarrillo en la planta de su pie, luego se dirigió a la puerta y se retiró sin voltear atrás. Al estar solo, el general Luis se sintió feliz, estaba casi seguro de que tenían al asesino. Quería hacer una rueda de prensa en ese instante, quería decirle al mundo entero que la Policía Nacional si era eficiente y que no habría más muertes… estuvo convencido que Leopondo Chacaliasa era una eminencia y por eso sintió mayor admiración hacia él… pero sobre todo, sintió mayor felicidad por la seguridad de su hija. Se levanto y descolgó el auricular.
-aló?
-hijita… tenemos al culpable!!
-el asesino en serie, papá??
-sí, ya fue capturado
-pero que alegría!, puedo contárselo a todas mis amigas?
-aún no. Deja primero que me asegure de algunas cosas, ya luego podrás decirle a quien quieras. Al llegar a casa te contaré mej…
No pudo terminar la frase porque en ese momento alguien abrió la puerta bruscamente y se quedó parado, muy agitado, ante el dintel. El general reconoció al teniente Martínez; estaba con el rostro desencajado y muy sudoroso
-te llamo después, hijita –dijo colgando el auricular
-jefe! –dijo Martínez acercándose entre temeroso y asustado
-qué sucede, hombre?
Martínez se apoyó en el espaldar de la silla, pero al notar que las fuerzas le faltaban terminó sentándose. Se pasó una mano por el cabello, tenía una mirada desviada y algunas gotas de sudor le caían por las mejillas. El general Bustamante tuvo un mal presentimiento
-qué tienes, Martínez! Habla de una vez!!
-otra víctima, señor…
Luis Bustamante abrió grandemente los ojos y sintió que la saliva se le atragantaba en la garganta
-qué es lo que dices??
-el mismo tipo de muerte, señor
-no puede ser…
El teniente Martínez intentó decir una frase más, pero se reprimía por varios segundos
-eso no es todo, jefe… le sorprenderá saber de quién se trata ahora...
Bustamante empezó a sentir un sudor helado
-dilo de una vez!
Martínez se encogió en su asiento al tal grito pero se apresuró en responder- su nombre es Fabiola Ortiz Chacaliasa
Luis sintió una descarga de energía eléctrica por todo su cuerpo
- Chacaliasa? Se apellida igual que Leopondo Chacaliasa, quien está a cargo de las investigaciones??
-es su prima hermana, señor… -respondió tímido
Las fuerzas abandonaron al general Bustamante y buscó apoyo en su sillón pero al no poder alcanzarlo, se sujetó con ambas manos, Martínez se alarmó al ver eso, así que rápidamente se levantó y trató de sujetar al general para evitar cualquier caída
-se encuentra bien, seño??
-…si…no te preocupes por mí, Martínez…me encuentro bien, sólo fue un pequeño mareo
-debería tener más cuidado, señor… no quisiera que algo malo le sucediera… -apenado por lo dicho, baja la mirada pero no deja de sujetarlo
-nada me sucederá… Chacaliasa tenía razón…
-disculpe?
-te preocupas mucho por mí – el general en forma de agradecimiento, le dio una ligera sonrisa, haciendo que se forme un ligero sonrojo en el teniente Martínez, quien apartó la mirada para que no lo vea el rostro