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Actitud fría, corazón caliente por WITTPOOLTAS

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Notas del capitulo:

Hi :y

Aquá les traigo la conti. Gracias a los reviews!

Espero lo disfruten.

Ahora solo se concentraba en contemplar a su compañero en ese estado, verlo con el cabello mojado le causaba revuelcos en el estomago y es que cada vez que Masky se encontraba cerca de él era lo mismo. Aún no lograba saber el por qué, pero ya pronto lo descubriría.

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Hace 5 días; Hora: 7:41pm (Segundo asesinato)

PoV Shirley P. S. (víctima):

-Papá, ya tengo 19 años. Entiéndeme!

-Sí, pero no por eso te vas a mandar sola.

-Sólo es una vez. He pasado 18 viajes familiares con ustedes.

-Y qué tiene de malo? De eso se trata, de que la familia esté unida.

-Pero papá, no seas anticuado. Mamá, di algo…

-Vamos, amor, entiéndela también.

-Qué quieres que entienda?, que nuestra hija ya no quiere pasar tiempo con nosotros?

-Cariño, sabes que la pasaremos en un campo donde no hay señal ni cosas modernas. Se aburrirá terriblemente.

-Pero…

-Compréndela por esta vez, ella también quiere divertirse y pasarla bien.

-Mmm, y a dónde irá?

-A un parque de diversiones que acaba de llegar, con mi amiga Daniela la Torre, papá. Tú la conoces, siempre viene a la casa a estudiar conmigo.

-Sí sé quién es, pero… estás segura de no querer hacer este viaje con nosotros?

-Papi, tú y mamá saben que son lo que más quiero en el mundo. Sólo que hoy no quiero aburrirme como los últimos años.

-Mmm, está bien… pero… ten mucho cuidado. Si hay algún problema o algo sólo llámame. La familia de esa chica sabe que van a salir?

-Sí, claro. Ellos me dijeron que su hija quería pasar un tiempo con algunas amigas en el nuevo parque de diversiones y me invitaron.

-Bueno, cuídate entonces. Tu madre y yo estamos de salida. Quieres que te dejemos en algún lugar con el carro?

-No papá, yo saldré después.

-Pero ya son casi las 8 de la noche.

-Y aún es muy temprano para ir. Ve yendo con mamá, yo ya estoy grande, sé cuidarme muy bien.

-Está bien, hijita. Te cuidas mucho, sabes que siempre te voy a ver como mi pequeña.

-Ya crecí, papá.

-Pero para mí siempre serás mi pequeña. Bueno, nos vamos.

-Te cuidas mucho, hijita.

-No te preocupes, mamá.

Y por fin se fueron. Qué felicidad! No podía creerlo, mis padres me dejaron pasar esta nochey el día siguiente libre en donde yo quisiese. Ya no era una niña a la que se le ordenaba, sino que ya valía mi opinión. Gracias mamá por ayudarme con esto, sólo lamento haberte mentido. Ay, no es mi culpa, es culpa del amor y es que Adrián me trae loca… Lo llamaré ahora mismo para darle la buena noticia.

-Aló?

-Adrián?

-Si…

-No me reconoces?

-Kelly?

-Cual Kelly, idiota…

-Jajaja, mentira mi amor, sólo bromeaba. Cómo crees que no voy a reconocer tu voz chillona?

-Malo, y yo que tenía una excelente noticia. Pero por haberme tratado así, ya no voy a tu casa.

-Qué?! O sea que te dieron permiso?

-Sí, pero por haberme hecho esa broma, ahora me voy con mis padres.

-Nooo. Mi amor, sólo bromeaba. Tú sabes cómo soy…

-Convénceme.

-Mi chiquita bonita, la mujer que ilumina mi camino en las noches sin luna ni estrellas, la razón de mi vivir…

-Ya, ya, es suficiente. Dentro de cuánto voy?

-Ahorita mismo mi amor! Ya mis padres saben que vendrás, aunque el que dudaba era yo…

-Entonces en media hora estoy ahí, ok? 

-Te espero, amor. Y si puedes antes, mejor.

-Trataré. Nos vemos loquito.

La felicidad no me cabía en el cuerpo. Jamás creí que me pudiese enamorar así de alguien. Confiaba en que él era el hombre perfecto. La razón por el cual iría a verlo con sus padres era porque nosotros ya llevábamos 3 meses saliendo y qué mejor forma que presentándome a los padres de mi amorcito para formalizarnos.

A ver, a ver, qué me pongo ahora? Vestido? No, me vería muy ridícula y es que no estoy yendo ni a una graduación ni a una fiesta de gala… Sí, creo que con un jeans será suficiente. Me pondré el jeans negro que tanto le gusta y también este polito rojo con la espalda desnuda… se me ve muy atrevido. Un duchazo primero y a apresurarme para estar junto con él.

@@@@@@

Qué deliciosa y fría estuvo el agua. El duchazo me ha causado gran satisfacción, pero a la vez ha despejado mis fantasías. Y Mario? Qué hago ahora con él? No puedo dejarlo plantado. Sé que le destrozaría el alma, pero es que aún no tengo las fuerzas suficientes para decirle que estoy con otro.

 No sé qué hacer, en realidad no sé qué hacer. Yo fui sincera, le dije que ya no sentía lo mismo, pero sus ruegos y lágrimas me hicieron sentir tan mal que no pude abandonarlo. Dios mío, ayúdame a tener fuerzas y decirle que ya no quiero verlo. Es más, detesto que me toque, que me bese y sólo se lo permito cuando lo veo llorar sin consuelo. Es que realmente soy mala o estúpida? Qué pasaría si Adrián me ve con él? No, no quiero ni imaginarme eso, sé que me dejaría y yo me moriría sin él. Esto me tiene atormentada y no encuentro ninguna solución.

Y si hoy no fuese a ver a Mario? Eso le dolería en el alma y seguro que con eso dejaría de quererme. Podría decirle que mis padres no me dieron permiso.

No, mala idea, es capaz de dejar a su familia y venir a esperarme a las afueras de mi casa o incluso ir a mi casa de campo. Me hostiga con esas actitudes y sólo consigo tranquilidad cuando lo amenazo diciéndole que si me sigue llamando al celular a cada instante terminaré con él. No entiendo por qué se humilla tanto. No puede darse cuenta que ya no lo amo? Tal vez hoy mismo tenga a decidirme qué hacer. Oh, el teléfono suena…

-Aló?

-Amor, te dieron permiso tus padres?

Maldito seas, es que no puedes dejarme en paz?

-Ahh, aún no, pero trataré de convencerlos

-Ya les dije a mis padres que vendrías y les he hecho prometer que no probaríamos la cena hasta que tú estés aquí.

-No, no hagas eso. No quiero que me odien ni que tampoco me presiones con eso. Tú sabes que mi papá es muy estricto y que si no se le antoja que salga antes de las 9:30 no me dejará.

-No, mi amor, no te estoy presionando. Es solo que quiero que cenemos todos juntos. Recuerda que algún día serás parte de la familia.

No sé por qué siento asco mientras lo escucho. La verdad es que me da mucha rabia que se imagine esa clase de tonterías.

-Te llamaré apenas salga de mi casa, ok?

-Está bien amor. Te estaré llamando para que me confirmes.

-No!, no quiero que hagas eso ni que me estés presionando. Si se te ocurre llamarme una sola vez en toda la noche, te juro que no voy. Yo te llamaré apenas me desocupe y esté saliendo de mi casa, ok?

Qué es ese ruido? Maldito cobarde, no me digas que estás llorando. Es con lo único que sabes convencerme. Sólo haces que sienta lastima en vez de amor y con eso me atas a tu lado.

-Está bien amor, cálmate, no te pongas así… Lamento haber sido tan ruda. Te prometo que estaré ahí a las 9:30 o un poco después. Está bien?

-Pero no quiero presionarte…

-No lo haces, tontito. Sonríe un poquito, sí? A ver, quiero escuchar una risita… Muy bien, así me gusta. Nos vemos después entonces, pero trata de no llamarme porque si mi celular suena mi papá se molestará y no me dejará salir para nada. Chau.

Estúpido, cobarde, maricón!! Sabes que con esas lágrimas de niño engreído me convences. Por qué no puedo decirte a la cara lo que siento? A veces siento que te odio más y más, pero no sé por qué te aguanto. Encima me has malogrado la noche... Hubiera querido pasar toda la noche con mi lindo amor, pero ahora tengo que aburrirme contigo. Ni sueñes que me quedaré hasta tarde. En menos de una hora ya estaré partiendo.

Mejor me hubiera ido con mis padres en vez de meterme en este enredo. Diablos! Y encima tengo que llevarte algún presente sino romperás a llorar delante de toda tu familia. Cuándo podré acabar con esto?

Bueno, lo mejor es no hacerme hígado y disfrutar de las horas que estaré con mi amorcito. A ver, me veo bien? Espero gustarle a mi Adriancito a quien lo tengo loco. Lo único malo es que ya quiere tener sexo conmigo y siempre tengo que frenarlo. Si supiera que me muero de aganas de estar con él también, pero el problema es el estúpido de Mario. Mejor me voy de una vez y trato de olvidarme de estas cosas.

@@@@@@

Listo, por fin llegué. Creo que se me hizo un poco tarde. Ya solo falta media hora para las 9.

-Amor, qué pasó?, por qué tardaste tanto?

-El tráfico, mi cielo.

-Pero te hubieras tomado un taxi y yo aquí te lo pagaba.

-No mi amor, no me gustan esas cosas. Lo peor es que no podré quedarme mucho tiempo, mi papá me ha dicho que tengo que estar en casa a las 9:30.

-O sea que una hora nada más?

-No te enfades chiquito. Mi padre se puso muy espeso y al final mi mamá me ayudó y me dejó salir. Te prometo que mañana estaremos todo el día juntos, sí?

-Está bien amor, además yo no me podría enfadar contigo. Mejor aprovechemos la hora que nos queda.

Eso era lo que me gustaba de él, su comprensión. Era el hombre perfecto. No como el idiota de Mario que seguramente se hubiese puesto a llorar al enterarse que me quedaría menos de una hora. Por qué tenía que importarme cómo se sentía y debía ocultar MI felicidad?... Creo que más que por él, era por su madre. La mujer era una santa y me quería como a una hija.

Tal vez sea la razón por la que no me atrevía a dejarlo. Además, sentía vergüenza que ella se enterase que ya tenía a otro. Qué situación la mía y qué difícil tomar una solución! Sin embargo, debo decidirme ya, sino perderé a mi amado Adrián.

-Papá, mamá, ella es Shirley.

-Señor, señora, buenas noches.

-Buenas noches. Así que tú eres la enamorada de mi hijito Adriancito? No sabes cuánto nos ha hablado de ti.

-Mamá por favor…

-Mucho gusto, señorita. Espero que no le hayamos causado problemas en casa por estar ahora aquí.

-No señor, no se preocupe. Mis padres fueron comprensivos.

Qué linda familia! Sé que me llevaré bien con la mamá y que seguramente la querré mucho más que a la mamá de Mario. Creo que esto me dará fuerzas para decirle de una vez.

Claro, ya tengo la solución! Lo mejor sería contarle primero a la mamá de Mario. Sé que ella me comprenderá mejor. Le contaré mi dilema y sé que me ayudará a quitarme a su hijo de encima, pues querrá evitar que él siga sufriendo. No me pude resistir y abracé fuertemente a Adrián, pero me avergoncé al ver a sus padres.

-Bueno, iremos poniendo la mesa. Ustedes siéntense mientras preparamos todo.

-Gracias…

Aún era una extraña, pero dentro de poco…

-Ven amor…

-Crees que les haya caído bien a tus padres?

-Claro que sí, llevo semanas hablando de ti.

Sí, eran exactamente 12 semanas que llevaba esta relación paralela. Era difícil vivir así, tratando siempre que ninguno de los 2 se enterase de nada.

-Siéntate aquí, mi cielo.

No se resistió y me besó con mucha pasión. Sentía su cálida respiración y una especie de corriente eléctrica que me recorría todo el cuerpo. De repente, una de sus manos se posó en uno de mis senos. Me sentí en la Luna y quería que continuase, pero luego reaccioné.

-Amor, por favor. Estamos en tu casa.

-Y?, qué tiene?

-No sé, tus padres…

-Ay amor…

-Además aún no es el momento.

-Pero, por qué no? Sólo quiero darte una buena noche antes de que te vayas.

Y se abalanzó hacía mí. Me parecía muy gracioso y hábil para todo. Era un hombre muy especial del cual no quería separarme nunca. Otra vez su mano se posó con mayor fuerza sobre mi seno.

-Amor…

-Sí, sí, ya sé, mi casa…

-Dame tiempo, chiquito. Te prometo que en menos de lo que te imagines pasará. Y… para que te tranquilices… yo también quiero estar contigo –le dije muy bajito.

Sonrió como nunca antes lo había visto y me besó con ternura. Lo amaba locamente.

-Amor, tú sabías que nosotros formamos un as?

-Un as? No entiendo.

-Sabes lo que significa?

-Es alguien que sobresale en un ejercicio o profesión.

-Bueno, también, pero… nosotros somos un “as  del amor”. Recuerda que la inicial de mi nombre es la A, fusionada a la tuya que es la S, forman el AS.

Me pareció tonta su lógica, pero a la vez muy tierna. Esta vez fui yo quien lo arrojó al sofá y lo besé con pasión. Pero tuve que soltarlo al poco tiempo porque escuché que sus padres entraban.

-Nos ayudan a poner la mesa, chicos?

Fue maravilloso como ordenamos todo. Me divertí y me sentí parte de la familia mientras colocábamos los tallarines al centro y la crema a un lado. Los vasos estaban impecables y la gaseosa estaba heladita a pesar de ser una noche fría. Cuando dejamos todo en su lugar escuchamos el inicio de una melodía suave dando a entender que ya pronto serían a las 9:00.

No me interesó no estar con Mario en ese momento, sólo me pegué al pecho de Adrián con mucha ternura. Me sentía una niña a su lado que deseaba sus mimos y caricias.

Luego miré atentamente la bolsa negra que había traído y qué había dejado en el sillón.

-Provecho amor, padres.

-Provecho chiquito; provecho señores.

-Provecho hijo, hijita.

Me dijo hijita! Ya casi me la había ganado.

-Provecho a todos…

A él aún no me lo había ganado, pero era normal. Los hombres son un poco más duros.

@@@@@@

La cena fue una maravilla. La gaseosa heladita, los tallarines recién preparados y qué decir de la jugosa y exquisita crema. Caminé hasta el sillón y extraje los 3 regalos.

-Para usted, señora

-Para mí?

-Para usted, señor.

-Oh… eh, gracias.

-Amor…

Miré cómo Adrián me miraba con orgullo, amor y agradecimiento por ese detalle con sus padres. Fue hasta una de sus repisas, cogió un regalo y me lo dio.

-Sabes?, agradezco a Dios por tenerte a mi lado y el que seas tan linda en todo. Gracias por el detalle con mis padres, la verdad es que me diste una inmensa sorpresa. Ahora siento que mi regalo quedó corto.

Y así era. El peluche que me regaló era uno igual al que Mario me había dado al cumplir nuestro primer mes. Pero no sé por qué razón a este empecé a mirarlo y a apreciarlo de una manera distinta, mientras que al de Mario lo había votado a un lado y ahora ni siquiera sabía dónde estaba. Es increíble cómo el amor puede cambiar tanto a una persona que hasta las cosas más insignificantes las vuelve súper importantes.

No quería irme de esa casa y hubiera querido quedarme hasta el amanecer, pero vi la hora y me horroricé. Era casi las 10 de la noche y empecé a sentirme mal. No tanto por Mario, sino por su mamá. Estaba segura que ese idiota había obligado a toda su familia a no probar un bocado hasta que yo llegase.

-Perdonen, pero ya me tengo que retirar.

-Tan pronto, hijita?

-Es que sólo me dieron permiso una hora, lo siento.

-No te preocupes, gracias por haber venido y gracias por los regalos.

-Gracias a ustedes, ha sido una noche maravillosa. Nunca la olvidaré.

-Adriancito, acompáñala y embárcala en un taxi.

-No, no es necesario. Yo puedo ir sola, no se incomoden.

-Ni hablar. Este barrio no es tan seguro como te lo imaginas.

Estaba en un gran problema y es que debía pensar rápido porque ya no me podía demorar más. Debía convencer a Adrián que me dejase ir solo hasta el paradero porque si no, no podría decirle al taxista la dirección de Mario.

Me despedí con mucho respeto, cogí la bolsa negra en donde llevaba el regalo para Mario y salí con Adrián hasta la puerta. Intenté convencerlo con besos y caricias, incluso dejé que me volviese a tocar un seno para convencerlo.

-Mi amor, no te preocupes, yo puedo ir sola hasta la avenida.

-Pero, por qué no me dejas acompañarte? No te das cuenta que estas calles no son tan tranquilas que digamos.

-Cuántas veces no he venido y me he ido sola de tu casa? Recuerdas cuando me llamabas diciendo que tus padres no estaban?

-Lo sé, pero hoy está más callado que de costumbre.

-Con mayor razón, pues chiquito. Acaso los ladrones no descansan? En serio, no te preocupes, se cuidarme sola.

-No, yo te acompañaré.

-Acepte pasar esta noche contigo y tu familia para presentarme ante ellos. Dejé a la mía en un día especial para nosotros con un millón de excusas, y ahora quieres hacerme esto?

-Qué tienes en esa bolsa que no quisiste enseñarme?

-Ya te dije, un regalo para mi papá. Tú sabes que nunca he pasado el viaje familiar lejos de ellos y que debe estar muy molesto, esta es la única manera de calmarlo. Vamos, no seas desconfiadito y siéntete orgulloso de mí, yo puedo hacer mis cosas sola. Además, la avenida está a una cuadra. No seas exagerado ni tan sobre-protector, no quiero pensar que así te comportarás el día que nos casemos.

-Escucha, me preocupo mucho por ti porque te amo. No quisiera ser alguien que te estorba pero, no podría vivir si te pasa algo malo por estos lugares. Así que te llevaré hasta tu casa y me aseguraré de que llegues sana y salva. Entendido?

-Bueno, como tú quieras amor.

Realmente me habían sorprendido sus palabras. No tuve otra opción más que aceptar su demanda y es que fue tan caballeroso y lindo al decirlo.

Él se acerco hasta su puerta y dijo a sus padres que me dejaría en mi hogar, como respuesta obtuvo un “Esta bien, hijo” y “Cuídense ambos”.

Cerró la puerta y acomodó su brazo para poder sujetarme de él hasta la avenida y poder tomar un taxi que nos llevase directamente hacia mi casa. Ya no me importaba mucho si llegaba muy tarde a la casa de Mario, pues me sentía en las nubes al estar com mi amorcito.

@@@@@@

Apenas el carro se estaciono en la vereda que daba directo a la entrada principal de mi casa, ambos bajamos del vehículo, y mientras yo buscaba mi llave, Adrián le decía al taxista que lo espere unos momentos para que lo lleve de vuelta al lugar de donde nos subimos.

-Bueno amorcito, ya estoy en casa. No hace falta que te quedes más tiempo, tus padres se preocuparían.

-Lo sé, lo sé. Mañana a qué hora nos vemos?

-Todavía no lo sé, pero te llamaré temprano para coordinar, te parece?

-Muy bien. Adiós amor mío, descansa bien.

-Tú igual mi chiquito precioso.

Acercándose a mí, me dio un beso apasionado luego de una sonrisa antes de subirse al taxi e irse.

Mientras Adrián se iba, yo me quede unos segundos fuera viendo como se alejaba para después entrar calmada a mi hogar. Era cierto que ya era muy tarde y que tenía que apresurarme pero de tan solo recordar lo que hizo mi amor por mí, me dejó relajada y sin ganas de hacer nada.

Mis pasos me guiaron hasta el patio de mi casa, sentándome en el suave césped junto a mi telescopio. Desde que era pequeña, las estrellas fueron lo que más me llamó la atención del oscuro cielo nocturno; volviéndose una rutina el querer verlas antes de cada vez que me iba a dormir.

Esta vez sólo quería relajarme un poco antes de ir a la casa de Mario; las estrellas se encontraban más relucientes que de costumbre y eso me pareció tan bello. Sin embargo, unos pasos distrajeron mi concentración en los astros.

Giré la mirada y no pude evitar caer de espaldas. Frente a mí, había un joven de cabellera larga azabache que tenía la piel blanca, tan blanca como una hoja de papel; sus ojos estaban sin parpados, teniendo un grueso borde de color sombrío alrededor de estos.  A pesar de todo lo mencionado, nada me asustó más que ver esa tétrica sonrisa de mejilla a mejilla que portaba. 

La única reacción que tuve en ese momento fue soltar el regalo de Mario que se encontraba en mi mano derecha.

-Qué es lo que quieres?! –Estaba a punto de sollozar por temor.

-… No lo sé, tal vez un buen momento y algunos trozos de tu deliciosa carne para mí querido compañero.

Su voz era un tanto aguda, dándome a entender que no era un adulto, sino un simple jovenzuelo que seguramente quería intimidarme para hacerse con sus fantasías. No se lo iba a permitir.

Intenté pararme pero él me sujeto del brazo, impidiendo mi escape. Sin embargo, me percaté que no tenía ningún arma ni nada. Tal vez si me hacía la fuerte podría intimidarlo y así me dejaría.

-Pero, por qué me tocas? Quién mierda te has creído, mocoso?!

-Mira mi querida víctima, como ya te lo dije, solo quiero pasar un buen rato y si te atreves a gritarme,  a hacer escándalo o a pedir ayuda, adelanto mis fantásticos planes para ti!

Para mi mala suerte, me di cuenta que sí iba armado. Ya su apariencia y sus palabras me habían asustado, pero al ver el sobresaliente mango de un cuchillo en el bolsillo de su sudadera, mi cuerpo se paralizó totalmente por el miedo.

No entendía que era lo que quería. Tal vez era un violador? (Nel >:y, sólo lo es Offender XD) Sentía que el culpable de esto era Mario, pues si no me hubiese llamado no tendría que haberme arriesgado a salir. Necesitaba saber que era lo que quería exactamente, aunque ya el pánico me había invadido.

-Pero qué es lo que quieres? Por qué me haces esto?

Lo vi sonreír más ante mis palabras, si es que eso era posible.

-Ay pequeña, sólo te haré una pregunta, la cual me representa. Has escuchado de los Creepypastas?

Creepypastas? Por qué menciona esas historias de terror que “supuestamente” sucedieron en la vida real? Por qué lo involucra en estos momento?

-Sí, claro que sí. Pero qué tiene que ver!...

-Bueno, si fuese así deberías reconocerme.

Reconocerlo? A caso era uno de esos fenómenos?. (>:Y/) Por más que intentaba mi mente no podía recordar nada a causa del estrés y temor que abundaba en mí.

-Tal parece eres una pésima fan… no me importa, jajajaja.

-Pero de qué hablas?! No logro comprenderte.

-Fea, fea, fea… y plana jajajajajaja!… Al parecer eres muy ingenua o muy idiota. Conoces siquiera a Jeff the killer?, pues déjame decirte que lo tienes justo frente a ti!. Acaso no es maravilloso!?! Muchas fangirls pelearían por estar en tu lugar.

Qué?! Pero quién es este sujeto? Acaso era uno de sus tantos fanáticos que quería imitarlo a tal extremo? No… su rostro era muy real, no podía ser algún tipo de maquillaje.

-Quién eres?

-Ya te lo dije, soy Jeff the killer… acaso tienes problemas en los oídos? Yo te puedo ayudar en eso, mi cuchillo tiene un buen filo.

El miedo se apoderó de mí y por fin me dio fuerzas para gritar con toda el alma. Pero no pude hacerlo porque en ese momento sentí su brazo en mi cuello. Me sentí morir y pensé que todo acabaría ahí, pues por más que lo intentaba, no podía respirar. Sin embargo, cuando estuve a punto de desmayarme disminuyó un poco de fuerza.

-… Por favor… te lo ruego y te lo imploro… no me hagas daño –dije mientras tosía y recuperaba el aliento.

-Lo lamento, pero quiero disfrutar esta noche tan bella.

-Señor, yo…

-Señor?! Me has visto cara de anciano o qué?, también tengo 19, amiga.

También? Cómo sabía mi edad? No pude estar más en mis pensamientos al sentir un fuerte empujón, impactando mi espalda contra el telescopio. Sentía que me había hecho mucho daño, qué algo se había roto en mí.

No pude pararme por más que lo intenté, sólo me apoyé en mis brazos mientras sentía que la cabeza me daba vueltas.

-Me has caído bien hasta el momento. Si no haces ruido, posiblemente te deje vivir.

-Por favor, no me hagas daño…

Sucedió algo muy extraño luego de que yo hablara y es que aquel muchacho que se autoproclamaba Jeff the killer se acercó a mi telescopio para  ver las estrellas. Sentí una luz de esperanza, tal vez se arrepintió de lo que debía hacer y me dejaría ir.

-Qué quieres? Dime que es lo que quieres!

Ya casi no tenía fuerzas. Sentí que iba a desmallarme.

-Vuelves a hablar y te mando a dormir.

Las esperanzas se me fueron al sentir cómo me impactaba un poderoso puñete en la cara. Sentí que uno de mis ojos sufrió mucho daño con eso.

-Sabes qué? Ya no me importa, jajajaja!!

El sujeto se me vino encima y traté de gritar, pero ya no pude hacer nada, con tan solo unos cuantos golpes me hicieron darme cuenta de mi destino. Sentía como mis huesos se trituraban con esos impactos y cómo el sujeto me golpea sin necesidad de hacer esfuerzo.

Hasta que se me ocurrió una idea, una última esperanza. Sabía que ya nada arreglaría mi rostro y que seguramente quedaría desfigurada de por vida, tal vez me lo merecía, pero por lo menos podría vivir si es que me aguantaba los golpes y me hacía la muerta.

Fue difícil, pero resistí casi sin moverme, sintiendo cómo mis huesos se partían, cómo la sangre me bañaba el rostro y cómo casi había perdido la visión, pero tal vez podría sobrevivir. Sin embargo, la última esperanza que tenía murió cuando sentí el cuchillo cortar  ligeramente mi garganta seguido de hacerme 2 cortes profundos en las mejillas, formando una gran sonrisa.

Supe que ya no había nada que hacer y que papá y mamá tendrían el viaje familiar más horrible de todas al enterarse de mi muerte a la noche siguiente. Seguramente papá culparía a mamá por haberme apoyado cuando quise salir y Adrián se enteraría de la doble relación que mantenía por culpa de Mario que de seguro estaría allí, llorando exageradamente mi muerte.

Tal vez era lo mejor, no quería que se sintiese culpable de mi muerte por no haberse quedado unos instantes conmigo. Solo deseaba con todas las fuerzas que me quedaba que el maldito basura de Mario tuviese su merecido.

Pero ya no pude pensar más porque la oscuridad me fue dominando al sentir no solo 1, sino 2 cuchilladas en el estomago, y finalmente me dejé arrastrar por ella, escuchando una última frase en toda mi existencia: Go to sleep…

Fin del PoV.

Notas finales:

Espero que eles haya agradado. El siguiente cap ya está casi terminado ;3

G.T.S.B. <3 WITTPOOLTAS


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