Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Actitud fría, corazón caliente por WITTPOOLTAS

[Reviews - 32]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hi ;y

Aquí la conti como lo prometí (milagro que lo cumpla :y)

Agradezco a Nakoto-Uzumaki por su review!

No lo he revisado como debería así que perdón si hay alguna falta ortográfica...

Esper que les guste!

Finalizó la llamada y apagó el cigarrillo que recién había encendido. Salió de su oficina con una sonrisa en los labios y al llegar al estacionamiento pensó que hacía una bonita tarde de verano.

_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_

 

Hora actual.

El medio día había caído sobre ambos cuerpos que anteriormente se encontraban en las sombras, el sonido de una avecilla fue el causante de despertarlos, con el brillo solar llegándoles hasta el torso por parte del joven Woods, mientras que a la mascota creepy solo hasta sus patas traseras. 

Smile fue el primero en levantarse y sacudirse para quitarse los pedazos de pasto que se le habían quedado pegados en el pelaje (Muchas palabras con “P” XD).

Miró el alrededor, notando pocos humanos que paseaban por ahí, tal vez ya se encontraban saliendo del lugar para buscar un restaurante en cual comer al ser ya hora del almuerzo.

-wuarf, wuarf, wuarff!

-No… Vallamos a comprar algo, tengo hambre, tú no?

-… wuarf –Niega mientras empieza a estirarse.

-Umm. Será mejor salir de aquí, Pronto vendrán los de seguridad para hacer sus rondas de vigilancia.

Antes de salir de aquel espacio verde con laguna, decidieron lavarse y en caso de Smile, tomar un poco de agua.

Esa día se veía el cielo más radiantes al tenerlo despejado de nubes; los arboles y la falta de postes de luz le daba un ambiente muy relajante a ambos creepypastas.

No tardaron mucho en salir del parque, y al estar fuera pudieron visualizar varias personas yendo de un lado hacia otro.

Jeff al no estar acostumbrado estar en presencia de muchos humanos, se coloca su capucha para sentirse más seguro de sí mismo. Smile solo caminaba al lado de su compañero en todo momento, sacando la lengua como un perro “normal” lo haría.

Algunas personas se les quedaban mirando, no solo por el hecho de que Jeff estaba tratando de ocultar su cabellera y pare de su rostro por sus mechones de cabello castaño claro, sino también porque Smile era un perro de raza casi peligrosa siendo un poco más grande de lo normal, y de que se encontraba sin alguna correa o bozal.

Ante esto, tuvieron que ir por caminos menos frecuentes para los residentes, utilizando algunos callejones o pasillos, saliendo de vez en cuando a la avenida para ver por dónde estaban o si había alguna juguería o tienda en el cual puedan comprar algo.

Tuvieron que pasar unas cuadras para poder llegar a una tienda, esta tenía el cartel que decía: Atención las 24 horas. A Jeff se le hizo un poco familiar pero no le dio importancia y entró junto a Smile.

A pesar de que estaba prohibido el ingreso con mascotas, el encargado no les dijo nada cuando Smile le lanzó una mirada aterradora junto a un leve gruñido.

Jeff solo esbozó una ligera sonrisa ante lo sucedido mientras que con la mirada buscaba algunas frutas frescas.

-Quieres manzanas o plátanos?

-wuarf!

-mmm… está bien, algo para tomar?

-wuarf, wuarf!

-Gaseosa? Valla, eso no me lo esperaba. Y sobre algún postre? Prefieres las galletas o chocolates?

-wuarf!...wuarf, wuarf.

-Okey, eso si me gusta…

Las personas que se encontraban cerca de ellos, los miraban extrañados y temerosos; primero, porque era extraño ver a una persona hablar con su mascota y hacer como si se comunicara con él; lo segundo, era la forma grande del animal y también de que este al “hablar” miraba directamente a su “dueño”.

Terminando de hacer las compras respectivas, ambos fueron a pagar lo comprado; si fuera por ellos, saldrían sin pagar y matando a todos los que residían en el lugar pero no querían llamar la atención de los Policías que de por pura coincidencia se encontraba a una esquina del lugar donde estaban.

La compra consistía en algunas manzanas, una gaseosa de 3 litros y un pomo de Nutella con sabor a almendras.

El cajero se apresuró en darle las compras en una bolsa e incluso casi no le cobra por la apariencia que portaba Jeff, pero este le dejo un billete y se fue sin recibir el cambio.

Ya afuera, ambos se dieron una mirada rápida y rieron, bueno… solo Jeff lo hizo.

-Ahora si vamos a la cabaña, echo de menos estar allí… a pesar de que solo salimos en la madrugada.

-wuarf…

-Por cierto, cuando dijo que iba a venir Jack?

-wuarf!!

-Ohh, cierto… ahora tendremos que elaborar una buena estrategia para poder decirle sobre… ya sabes, Dana…

Smile mantuvo la cabeza gacha, pero luego la levantó con energía.

-wuarf, wuarf!

-Lo sé, era lo mejor para ella. Merecía vivir una vida alegre, rodeada de humanos. A pesar de eso, la vigilaremos un día a la semana, sólo para verificar de que esté bien con su nueva familia, te parece, Smile?

Como respuesta, Smile salto un par de veces, seguido de sacar la lengua.

-Buen chico! –Jeff tuvo que aguantar la carcajada al ver a su compañero tan emocionado, limpiándose las traicioneras lagrimas que brotaron de sus ojos celestes, a causa de la risa.

-Bien, bien… tengo una cosa que preguntarte. Ahora que estamos solos nuevamente, te gustaría salir a cazar conmigo? Ya sabes, mandar a dormir a los humanos. Es que cuando te llevé la mano de esa enfermera, que de por cierto me trató mal cuando fui a comprar algunos medicamentos, no te tardaste en deshacerte de tu nuevo juguete. Lo mejor sería que tú mismo te lleves las partes con las que quieras jugar después.

-wuarf!, wuarf, wuarf… wuarf, wuarf!!

-Okey, eso sería todo entonces. Ahora sí, vallamos a casa que ya tengo más hambre.

_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_

 

La cuarta partida había finalizado, terminando así el primer “mundo”. El ganador del juego: Ben; con el puntaje máximo casi a punto de romper su propio record, mientras que Toby solo obtuvo un puntaje más alto que el promedio.

-Oh rayos! Casi te alcanzo, Ben!!

-En tus sueños, soy el mejor jugador del mundo!

-Sólo porque puedes controlarlos… -Haciendo un berrinche, se levanta del suelo y se cruza de brazos.

-Toby, no seas un mal perdedor… para la próxima te dejaré tener el máximo puntaje –entrecierra los ojos ante su propia idea.

-Si!! –Su alegría cambia repentinamente, volviendo a ser el chico alegre y comenzando a saltar de un lado a otro.

-sí, sí… bueno, otra partida?

-Tal vez más tarde; iré a la ciudad unos momentos, quiero comprarme algunas cosas… waffles, tal vez jejejeje…

-… Cómo es?

-Qué cosa?

-La ciudad, cómo es?

-Tú no has ido todavía, cierto?

-No… por eso pregunto, dah –alza los hombros, como diciendo: es lo más obvio.

-Ohh, pues. Hay muchos edificios, súper mercados, parques y demás.

-Eso suena interesante y me da cierta curiosidad.

-Quisieras venir conmigo?

-No lo sé, todavía no puedo cambiar a mi forma ilusión, se me hace difícil el poder conseguirlo…

-En el camino puedes ir practicando, además, iré por los lugares menos recurrentes y casi abandonados; vamos, anímate!!

-Está bien, pero… voy así como estoy o me tengo que cambiar de ropa?

Era cierto… Ben portaba su habitual trajecito verde, un sombrero puntiagudo y su jeans color marrón. Muy llamativo a su parecer.

-Ummm… ñeee, así estas bien.

Ben sólo asintió con mucha alegría, sería la primera vez que saldría a la dimensión de los humanos. No era que siempre se la pasaba con sus videojuegos, no; la razón por la cual no había salido era porque recién se había convertido en creepypasta y aunque ya sabía controlar gran parte de su poder, no podía estar en su forma ilusión ni siquiera por unos segundos.

Mientras el más pequeño flotaba por todos lados, Toby se encontraba inmerso en sus pensamientos, debatiéndose con sus voces… Algunas le decían que vaya a comprar más waffles; otras, que prepare waffles y se los coma en ese mismo instante; unas cuantas, que vallan a divertirse en alguna discoteca. Todas fantásticas ideas pero, y Ben? Lo mejor sería mostrarle todos los lugares que él conocía.

-Entonces andando!

-Yeyy!!

Ambos jóvenes salen de la “mansión”, no sin antes de que Toby grite:”Voy a la ciudad con Ben, luego volvemos”

A penas salieron, Ben voló por entre los árboles, demostrando su alegría presente. El castaño lo imita, pero al no poder “volar” como el menor, solo comienza a correr con los brazos estirados.

Pasan varios minutos que para ellos de seguro sólo fueron segundos al estar divirtiéndose, hasta llegar a la entrada de la dimensión que iban a ir, justo dentro de aquella gran cueva iluminada a pesar de que se encontraban a una buena distancia de la entrada.

-Puedo hacerlo yo?

-Adelante, disfrútalo!

El menor, mordiéndose un poco los labios, se acerca hasta que una de sus manos toca aquella fría materia, sintiendo como esta vibraba para luego dejar un camino libre.

-Vamos, tengo algunos lugares en la mente que te puedan gustar.

Drowned asiente, y lentamente deja de flotar, aterrizando ambos pies en el suelo; comenzando a caminar al compás de su amigo.

-empezaré a practicar mi modo ilusión, espero lograrlo.

-No te preocupes, sí lo lograrás; es cuestión de tiempo. Sólo ten confianza y paciencia.

Las palabras de Toby sorprendieron mucho al menor, no todos los días el castaño se comportaba como debería ser, un joven adulto. No dijo nada, solamente empezó a concentrarse lo más que podía en cómo era su apariencia antes de ser un creepypasta.

@@@@@@

Al cabo de algunos intentos fallidos, una luz casi cegadora cubre la zona donde ambos se encontraban. Poco a poco fue disminuyéndose el brillo, dejando en su lugar a un Ben diferente. Este ya no portaba su característica vestimenta, sino, un polo verde mangas cortas, jeans azulino y zapatillas negras; sus orejas cambiaron a ser unas normales; sus cuencas ahora tenían ojos con una pupila de color celeste eléctrico; su color de piel ya no era más pálida, ahora se podía preciar un tono crema; pero, lo que más se pudo distinguir, fue que Ben había cambiado de estatura, al parecer ahora tenía más años, 17 al parecer.

Tobías lo miraba entre sorprendido y fascinado. “Con que así lucirías ahora si no fueses un creepypasta, eh?”. Pensó divertido.

-Bien hecho!... Ahora sólo relájate y mantén la calma, no demuestres mucho tus emociones hasta que lo tengas casi dominado, entendiste?

-Sí, sí… Oh Zalgo, por fin lo he conseguido… A ver, Ben, relájate… -Se decía a sí mismo el pequeño.

Poco a poco la respiración acelerada a causa de la emoción fue apaciguándose con el pasar del tiempo; llegando a tener casi el control completo de su transformación justo cuando llegaban a la ciudad.

Drowned miraba al castaño, aguantándose las tremendas de dejar fluir su emoción. Tobías por su parte, camufla con su polera las 2 hachas que llevaba a los costados de su cadera.

Esa tarde sería inolvidable para ambos…

_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_

 

El grito que lanzó Toby fue suficiente como para apartar la mirada hacia una de las ventanas. Gran error… Masky dirigió rápidamente su mirada hacia él, quedándose en silencio unos instantes antes de hablar.

-Acaso me estabas mirando todo este tiempo?

No recibe respuesta del contrario, intentando confundirlo tal vez. Sin embargo, él no iba a caer fácilmente en aquel truco. Dejó la toalla en el borde de su cama y fue directamente hacia Hoodie, quién no se movió desde aquel grito.

-Te estoy preguntando; no te hagas el dormido o de verdad te quitaré el pasamontañas para ver quién eres.

Sí… habían pasado viviendo y trabajando juntos 5 años, y Hoodie aún no se había designado a mostrarle el rostro, mientras que Masky no tuvo tanta suerte, ya que al parecer su compañero sí sabía quién era él bajo esa máscara blanca de cuencas y labios bordeados de negro.

-Tú te lo buscaste…

Y justo cuando estaba a punto de tocar aquella tela, una mano lo sujeta con tal rapidez y fuerza que produce un sobre salto en el menor, quien se demora un poco en recomponerse.

-…al parecer si estabas despierto. Por qué no me respondiste?

­-No estaba mirándote, si es lo que quieres saber. –responde en un tono seco y frío.

Hoodie pudo ver primero una expresión de asombro y  casi temor, luego una mirada vacía. El castaño se zafa bruscamente del agarre, colocándose su preciada máscara que reposaba encima de su almohada, retirándose de la habitación sin decir palabra alguna.

Qué era lo que había pasado?, se preguntaba el azabache una y otra vez. A pesar de que su mente le obligaba a que se levantara e ir a disculparse, su cuerpo se negaba rotundamente a obedecer, quedándose tendido en su cama aún con la mirada en la puerta por donde su amigo salió.

Masky, por su parte, ya se encontraba fuera de la mansión. Viendo a lo lejos, a Toby junto a Ben, conversando amistosamente; fue suficiente para que apartara la mirada y comenzara a caminar, siendo sus pasos fuertes y rápidos, sin tener una dirección de adonde quería ir exactamente, sólo caminó y caminó con la cabeza gacha. 

Cuando por fin reaccionó, se dio con la sorpresa de que había llegado a una pequeña laguna; no podía reconocer el lugar, ya que nunca había estado allí antes. Sin importarle mucho, se encamina rápidamente hasta una piedra para poder sentarse y apaciguar el terrible dolor de cabeza que le comenzaba a fastidiar.

-No… no ahora… No!!! Detente!, no salgas!!...NOO!!...

Su voz se detuvo al igual que sus movimientos poco exagerados en sostenerse la cabeza; su cuerpo cayó como un saco de papas en la tierra llena de hojas secas y una que otra ramita de árbol, quedándose quieto allí.

Habrá pasado algunos minutos cuando comenzó a moverse, primero fueron algunos temblores de sus brazos y piernas, luego movimientos bruscos de todo su cuerpo. Convulsionando al parecer.

@@@@@@

Ya no podía seguir allí, sólo faltaba unos minutos para que complete una media hora sin señal del castaño. Tal vez si debió de confesar que lo estaba observando, su dignidad hubiera caído muy bajo pero no se encontraría buscándolo como loco por toda la mansión, justo como lo estaba haciendo en estos momentos…

A pesar de que portaba su pasamontañas no demostraba ninguna expresión en su rostro, pero por dentro estaba llego de angustia y preocupación por el menor. Podía sentir que algo malo  le estaba pasando, de seguro una convulsión…

Se sentía tan culpable por lo ocurrido, quería ver a Tim, quería verificar que estuviera bien y no mal como lo presentía. Tenía que disculparse sí o sí.

Sin querer perder más tiempo en la mansión, al ver que no se encontraba, decidió buscarlo en el bosque. A pesar de que el área que estaba a punto de recorrer era inmensa, no se desanimó en cualquier momento, más bien le dio fuerzas para acelerar su búsqueda.

“Espero que se encuentre bien…” Era el pensamiento que más circulaba en su mente; no se lo perdonaría si algo malo le sucediese por su culpa.

De pronto, algo lo detuvo; sus ojos se enfocaron en aquel árbol donde al parecer tenía una rama partida. Nadie excepto ellos, los proxies, andaban por el bosque de esa dimensión. Una pequeña sonrisa se le forma sin darse cuenta, cambiando de dirección hacia donde aquel árbol.

Sabía que estaba cerca del contrario, lo podía sentir.

Sólo bastó correr  un par de kilómetros para que a lo lejos pueda apreciar un bulto en el suelo, sin dejar de correr intentó subir su velocidad, llegando al lugar en unos cuantos minutos.

A pesar de que no se encontraba cansado, no pudo evitar respirar dificultosamente. Frente a él estaba Masky, tirado en la tierra sin moverse y sin su máscara, la cual estaba a unos metros. El temor lo dominó de un segundo a otro.

Se acercó de manera lenta y sigilosa, notando como el menor respiraba sin dificultad, eso de alguna manera lo tranquilizó. Sin embargo, quería verificar algo antes de despertarlo. Tuvo que sacarse su guante negro de la mano derecha para poder revisar uno de los ojos cerrados, el cual estaba con una pupila de color café. Había cambiado de personalidad.

No tuvo otro remedio más que quitarse el otro guante y el pasamontañas, no quería alarmar a su amigo con su apariencia.

-… Tim, despierta… Timothy. –Se arrodilla, quedando cerca del menor.

-Qué?! –Se despertó sobresaltado, con las manos moviéndolas en diferentes direcciones. Tranquilizándose cuando visualizó a Brian, quien lo sujetó de los hombros.

-Ey, tranquilo… te quedaste dormido, nada más.

-… dónde estamos? –Preguntó con una mano en la cabeza, intentando reconocer el lugar. Levantándose ambos del suelo.

-en un parque, es la zona más profunda.

-y qué estamos haciendo aquí? Además, dónde está Toby?

-queríamos relajarnos un rato, no te acuerdas? Tú mismo lo propusiste; bueno, Toby se fue a dejar las provisiones en la cabaña, no tardará en volver. –Una mentira blanca era buena en esta situación, aunque no le gustaba engañarle tuvo que hacerlo.

Luego de ese lapso se mantuvieron unos segundos en silencio. Ya ninguno sabía cómo seguir la conversación, en especial Brian, quien ahora buscaba una solución para hacerlo cambiar de personalidad y llevárselo de vuelta a la mansión, donde podría disculparse con Masky, no con Tim, ya que “él” no sabía nada de lo antes ocurrido.

Aún tenía las pastillas del más bajo, eran dos frascos; el primero para controlar su dolor de cabeza y así evitar el cambio a Masky cuando estaban en asuntos de personas “normales”; mientras que el otro pomo tenía la función de originarle un fuerte dolor de cabeza, haciendo que cambie de personalidad casi al instante, este sólo se usaba cuando estaban en una de sus misiones y Tim no cambiaba, la razón de no poder usarlo a menudo era que esas pastillas podían traerle unos graves efectos secundarios y era lo menos que Brian quería para su amigo, pero sabía que era la única opción que tenía para volverlo un proxy nuevamente.

Debía inventar una excusa rápidamente para hacerlo tomar esa pastilla sin que sea demasiado sospechoso, tenía que llevarlo a la mansión pues corrían peligro estando en esa área poca conocida del bosque, la cual podría estar bajo el cuidado de “The Rake”, un creepypasta de la categoría “experimento”; el ser, también se encontraba en el grupo pero a pesar de eso no le importaría en absoluto si mata a uno de sus compañeros, este sólo obedecía a las palabras que el señor Slenderman le decía en esos instantes.

De pronto, una fantástica idea se le formula en la mente; sólo esperaba que funcionara a la perfección y que el menor no sospechase de nada.

-Tim, has tomados tus pastillas?

-No, creo que no… qué hora es?

-… ya cerca de la 1 pm.

-qué?! Tan rápido pasó el tiempo?... Dime que tienes mis pastillas de emergencia por favor. –Lo mira entre angustiado y preocupado, talo vez por su temor a su cambio de personalidad o tal vez por no tener su frasco en el bolsillo donde debería estar. Probablemente sea las 2 cosas.

-Emm, sí… toma –sacando rápidamente las pastillas que le producirían el cambio, se las entrega.

-Gracias, eres un buen amigo, Brian. La verdad no sé qué haría sin ti.  –Sin perder más tiempo, las introduce en su boca y se las pasa sin necesidad de tomar algún líquido.

Por un momento el mencionado estuvo tentado a detenerlo para que no tome el medicamento, pero su instinto de “Hoodie” lo detuvo a tiempo, formándose solamente una mueca de arrepentimiento al ver cómo Tim abría grande sus ojos y se sostenía la cabeza con fuerza.

-…Bri-brian… q-qué?.

-Discúlpame pero… necesito a Masky en estos momentos… -Sabiendo que al volver en sí no podría recordar los últimos minutos, le dice la verdad para no cargar algún tipo de remordimiento consigo mismo en las siguientes horas. Poniéndose nuevamente su tan amada pasamontañas casi al instante.

Poco a poco el menor iba perdiendo fuerzas, comenzando a tambalearse al no tener un lugar en el cual apoyarse. El azabache simplemente no puede evitar verlo de tal manera,  así que se le acerca para ser de apoyo, sujetándolo de la cadera con una mano, mientras que la otra se encargaba de sujetar uno de los brazos contrarios sobre uno de sus hombros.

-En serio, perdóname por esto; pero a decir verdad, no sólo tengo que disculparme con esta personalidad que tienes, me falta la otra mitad. –Le dedica una sonrisa triste antes de que Tim  caiga en la inconsciencia. Aunque este no pudo verla al ser que Brian ya tenía su rostro oculto por aquella tela negra.

 Al ya tenerlo dormido, no puede evitar olfatear la cabellera ajena al tenerla tan cerca, percibiendo un olor agradable para su gusto, siendo: menta. Sin nada más que hacer ahí y por temor a ser atacados, comienza a caminar con Masky siendo cargado de un lado, de regreso a la mansión; ya pronto sería hora de comer y de seguro estarían de hambre todos sus compañeros creepys que se encontraban ahí o también los que recién pudieron haber llegado. Pero antes de eso tendría que disculparse con Masky, pues ambos eran los encargados de cocinar en esa semana.

_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_

 

Su mirada se encontraba vacía a pesar de que ya había pasado un buen tiempo desde lo ocurrido, no podía dejar de pensar en la muerte de su quería prima hermana, Fabiola.

Su cuerpo comenzó a temblar ligeramente hasta que una de sus manos golpeó con tal fuera la mesa que se encontraba frente a él, haciendo volar algunos papeles del caso.

-Maldito bastardo, hijo de puta… te atreviste a matar a mi querida prima solo para demostrar tu valentía. Eso jamás te lo perdonaré, ni siquiera después de que te mate con mis propias manos.

Chacaliasa había perdido la calma, cosa inusual en él, ya que siempre había mantenido una postura firme ante todo lo que se le presentaba.

Pasando un par de minutos, logró tranquilizarse un poco, sólo un poco. La furia que tenía sobre aquel asesino aún seguía en pie y no se calmaría hasta tenerlo bajo tierra, muerto.

Un sonido, que provenía de su celular lo distrajo. Al ver quién era que lo estaba llamando se sorprendió, era su hija, Vania; sin querer perder tiempo, contestó.

-Aló, hijita?

-Papá, no me llames así, ya estoy grande.

-Lo sé, lo sé; me disculpo… querías decirme algo?

-Pues, quería saber si tenías esta tarde libre.

-Sí, estoy libre; por qué la pregunta?

-Bueno, hace tiempo que ya no salimos a comer o a conversar siquiera, ya sabes… por tu trabajo y eso. Así que pensé en reunirnos en el restaurante que queda cerca de  mi instituto.

-Por supuesto hija, a qué hora quieres que nos veamos?

-Puede ser en 30 minutos? Necesito arreglarme un poco, acabo de terminar mis deberes de limpieza y me encuentro un poco desarreglada.

-Sí, claro, no te preocupes hija; te esperaré fuera de tu casa, te parece?

-Está bien papá. Gracias.

-No agradezcas mi pequeña.

Y cortó la llamada con una ligera sonrisa, la cual se desvaneció tras unos segundos después. Su hija aún no sabía lo de su “tía” Fabiola, lo cual no le molestaba en absoluto, ya que su pequeña no tan pequeña (:y) se encontraba siempre ocupada ya siendo con la universidad, el trabajo o la limpieza de su casa como lo fue hace unos instantes.

El problema sería como decirle sobre ese hecho sin que ella se ponga a llorar, pues la consideraba su única tía por parte de su padre, al ser que Chacaliasa no tenía ningún hermano o hermana.

Salió de sus pensamientos a propósito, necesitaba cambiarse rápido de vestimenta pues aún seguía con su traje elegante de investigador (qué curioso :y). Sin perder más tiempo se dirige a su habitación, sacando una muda de ropa casual, dirigiéndose luego a su baño.

@@@@@@

No tardó mucho en darse una ducha y cambiarse; quería llegar puntual, como siempre. Miró su reloj de muñeca que recién se lo acababa de colocar y se tranquilizó al ver que el tiempo estaba de su lado al estar 8 minutos adelantados a sus planes. Sin llegar a ser perezoso, buscó la llave de la moto negra que tenía, era el vehículo en el cual a su hija siempre le gustó viajar desde pequeña.

Al encontrarlo, caminó con pasos relajados al garaje, abriendo el portón para poder salir ya estando encima de la moto, cerrando el lugar a penas estuvo afuera.

Con una mirada rápida, verificó que todas sus puertas y ventanas estuviesen cerradas, evitando cualquier intento de robo; aunque eso sería algo estúpido, ya que se encontraba viviendo en una residencial de solo Policías.

Sin perder más tiempo, empezó su recorrido hacia la casa de su pequeña mientras que en su mente se formulaba alguna idea para poder darle la noticia.

A pesar de saber que no estaba usando su casco de seguridad, no pudo evitar pensar en su prima Fabiola. La última vez que la vio fue en el restaurante que a ella siempre le gustaba ir cuando tenía un día libre, fue hace tan solo una semana.

Realmente se encontraba furioso con ese enfermo asesino despiadado. Atacar así a la Policía Nacional; no lo dejaría vivo a pesar de que eso le traería consecuencias como: ser destituido de su trabajo o lo condenarían un par de años en la prisión. No iba a permitir que un monstruo como él estuviera vivo a pesar de que se encontraría encarcelado con alta seguridad a penas sea arrestado.

De repente, sus ojos se dilataron a tal punto que sus manos apretaron el freno casi de golpe; felizmente se sujeto fuerte e hizo una pirueta para no salir volando. Por qué lo hizo? Una mujer de avanzada edad e imprudente estaba cruzando la autopista habiendo un cartel frente a ella que decía: “PROHIBIDO EL PASO”

-Oiga señor, tenga más cuidado! Acaso no ve que estoy cruzando?

“Y esta qué? Acaso tenía algún problema mental al querer cruzar sabiendo que hay un puente peatonal justo encima de nuestras cabezas?” Pensaba Chacaliasa. No permitiría esta desfachatez solo porque se trataba de una mujer ya anciana.  

-Disculpe, señora. Pero debió de usar el puente, no es culpa mía que usted cometa semejante tontería sabiendo de antemano que lo que acaba de hacer está prohibido.

-Y tú qué te crees para responderme de esa manera, muchacho?

A pesar de que fueron palabras un poco ofensivas, no perdió la serenidad en su rostro; sacando de su bolsillo una billetera negra.

-… Detective de la fuerza Policial Nacional, el general Leopondo Chacaliasa… Le recomiendo mejorar su tino al expresarse con otras personas. No quisiera que le den alguna multa por tal atrevimiento hacia un oficial de rango alto, o sí, señora?

La mujer se mantuvo callada teniendo la mirada avergonzada, negando casi frenéticamente la cabeza al reconocer al General que se encontraba a cargo del caso más circulado en toda la ciudad.

-Oh Señor, disculpe mi falta de respeto hacia usted, no sabía quién era.

-No se preocupe, tiene suerte de que no sea algún otro oficial, o sino ya estaría en detención con una multa de paso. Mejor empiece a utilizar el puente antes de que obtenga un accidente a cambio; si me disculpa, tengo algo más importante que hacer ahora.

Sin decir más, volvió a encender su mota para irse, ya había llamado la atención de muchas personas curiosas y eso no significaba nada bueno; apresuró su recorrido pues en ese lapso de tiempo se había atrasado por lo mucho 10 minutos.

Realmente no esperaba que ese inconveniente se le presentaba pero, qué podría hacer? Ya había pasado y sólo tenía la opción de cortar el camino por sitios menos recurrentes, además de aumentar la velocidad…

Pasaron un par de minutos y sin darse cuenta ya se encontraba a tan solo unas cuadras de la casa de su ex-esposa y su hija. Al parecer el atajo que tomo era más eficaz de lo que pensó, al verificar que le quedaba un tercio del tiempo concordado. Sin embargo, se detuvo una esquina antes de llegar.

Una persona junto a un Husky Siberiano pasaron  por la vereda contraria, llamando su atención al instante pues tenía las características que le dio el muchacho que hace un tiempo era considerado como sospechoso.

Lo que no encajaba en lo que veía, era que el joven tenía el cabello castaño y no tan largo, a pesar de que portaba la ropa indicada. Esto lo mantuvo ocupado por unos instantes, viendo a detalle a aquel jovenzuelo que ya estaba a punto de adentrarse en un callejón desalojado.

Estuvo a punto de bajarse de su moto para ir tras el muchacho pero una mano en su hombro llamó su atención, girando el rostro para encarar a la persona que lo había distraído.

Notas finales:

Bueno... Cómo me quedó? Quisiera saber si el fic les está gustando y eso, Si es posible pueden darme algunas recomendaciones para mejorar, acepto de todo! Criticas, Ayuda, Chanclas y Tomatazos!! :"3

 

Me despido:

G.T.S.B. <3 WITTPOOLTAS


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).