Ambos sueltan unas risas cortas, mientras que el menor barajaba y colocaba las respectivas cartas boca abajo. Comenzando el juego, manteniendo un silencio cómodo entre ellos, logrando solamente escuchar las llamaras de gas y los video-juegos que Ben jugaba en la sala.
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-Llegamos...
El vehículo policial es estacionado a las afueras de una casa, la cual poseía 2 pisos. Era de tamaño moderado, como para una familia de 4. Además, tenía un encanto haciéndola diferente a otras casas.
Ambos bajaron del auto, sacándo luego a la pequeña Diana. Martínez la cargó con cuidado y se detuvo en la vereda, apreciando el hogar de su General.
-Entremos, si nos quedamos afuera probablemente nos de un resfriado.
Siguiendo al mayor. Ángel inconscientemente forma una ligera curvada en sus labios, sosteniendo con ambas manos a la pequeña, Luis le abre la puerta y deja que entre primero. Seguidamente él.
-Valla... es muy bonito su hogar, jefe.
-Gracias... "Pronto será tu hogar también ". Ven, toma asiento. Iré a por un poco de té, quisieras tomar algo en especial?
-No, señor. Gracias de todas formas.
-Bueno... entonces, ya vuelvo -comentó antes de irse hacia la entrada de lo que parecía ser la cocina.
Martínez se quedó mirando un punto invisible en una de las paredes, especialmente la que tenía frente a el, pero el leve movimiento junto a un quejido le llamó rápidamente la atención.
Dirigió su mirar hacia sus brazos, los cuales aún sostenían a una pequeña, Diana. Se sorprendió al verla abrir sus párpados, puesto que no esperaba a que esté "despierta" a esa hora.
-Diana... buenos días, pequeña.
-Papi?... -su visión se enfocó en el techo, seguido de la habitación completa- Ónde tamos?
-En el hogar de mi... General. Sólo será un tiempo, luego iremos a casa para que veas programas divertidos y descanses cómodamente, te parece?
-Shi pello... tengo hambe -su estómago, colaborando con la situación, soltó un pequeño "gruñido".
-Uh, está bien... sólo dame unos minutos... -Ángel no sabía que hacer, llamar a su jefe para que lo ayude en sujetarla mientras él iba a comprar algo suave o simplemente ir a la cocina y pedir permiso para usar parte de los ingredientes necesitados. Una mano en su cabeza lo trajo de nuevo a la realidad.
-Veo que se despertó, tendrá hambre, Martínez?
-S-sí señor. Diana necesita comer o al menos tomar algo de su biberón y pues... -decidió optar por la segunda opción- quisiera saber si me permite utilizar su cocina y algunos de los ingredientes...
-No hace falta, ten -con suavidad, le entrega un biberón de tamaño moderado, conteniendo leche tibia- es proveniente de la misma granja, pues no se aún si es lactosa ( :y?)
-Gracias señor... -lentamente coloca el biberón en la zona bucal de Diana, ella de inmediato lo sujeta con ambas manitas y absorbe satisfecha el contenido. Ángel la ve con una leve sonrisa.
-Es muy hermosa... como tú, Martínez -Luis no pudo contener la risa al ver a su Teniente sonrojado hasta las orejas.
-Pe-pero qué dice, señor?!...
-Digo la verdad, pequeño. Además, ahora que Diana está despierta, tenemos que estar pendiente de ella porque sino-.
El sonido de la puerta abriéndose, hizo que ambos giraran la mirada en esa dirección. Topándose con una joven, que portaba ropa neutra y una mochila color negra con destellos rojos y grises en su espalda.
-Papá ya llegué! -comentó en voz alta. Sin darse cuenta de las presencias en su sala, la cual estaba justo frente a ella.
-Brigith, has llegado muy temprano.
-Pues si, hoy no vino el profesor de Artes y... Martínez?
-H-hola... -El mencionado da una sonrisa nerviosa.
-Hola!. Papá, por qué no me dijiste que habría visita en casa?? -la joven rápidamente se abre paso esquivando los muebles y sillones para terminar sentada al lado del Teniente, abrazándolo en saludo- Oh, y ésta pequeña quién es? -dándose recién cuenta.
-Su nombre es Diana -contestaron a la vez ambos oficiales.
-Ay, es tan pequeña y a la vez tan adorable y bella -comentó llena de ternura- puedo cargarla, Martínez?
-Por supuesto. Pero ten cuidado por favor -entrega de manera delicada a la menor, que aún sostenía su biberón.
La joven, con emoción, la carga, teniendo mucho cuidado a la par de curiosidad. Ella al ser hija única, jamás tuvo un hermanito o hermanita a la cual cargar y hacerle jugar. Estaba encantada con la pequeña Diana.
-Perdón si mi pregunta es incómoda o molesta pero, quisiera saber por qué estás aquí, Martínez?
Antes de que el Teniente hable, Bustamante toma la palabra.
-Tengo que hablarle sobre una decisión que fue tomada en el cuartel, además de hacer algo de investigaciones aquí.
-Ya veo, necesitarán ayuda?. Con la pequeña, yo puedo encargarme de ella -dijo toda ilusionada, mirándolos con unos ojitos tiernos.
-No hay problema. Pero si tienes algo de dificultad o si se pone a llorar, no dudes en llamarme. -Ángel le contesta sonriente.
-Gracias! Estaré en la sala de espera, para darles espacio en su trabajo.
-De acuerdo...
Brigith se levanta y de manera lenta se dirige a dicho lugar, dejando solos a los policiales.
Lo sorprendente fue que la pequeña Diana no hizo absolutamente nada cuando fue alejada de Martínez. Esta se mantenía feliz en los brazos de Brigith, mientras la miraba directamente a los ojos.
-Bueno... qué hago primero?, te doy la noticia o empezamos a investigar parte del caso?
-Cualquiera que usted desee, señor.
-Ummm... ok. -Al estar detrás del sillón, de pie, lo rodea hasta llegar a un maletín negro, del cuál saca algunos documentos junto a unas bolsas de criminalística, conteniendo algunas fotografías hechas por los peritos del caso- bien... comenzaremos con la investigación.
-De acuerdo, señor -Sin perder tiempo, saca de su maletín una laptop junto a otros documentos. Además, presiona un botón de un aparato pequeño, el cual seguía dentro del maletín, emitiendo un pitido a la vez que se enciende una luz amarilla.
-No sabía que tenías WiFi portátil.
-Cuando se tiene un trabajo en el cual sabes que requiere Internet, siempre es necesario tener WiFi, señor.
Luis esbozó una sonrisa, el pequeño estaba preparado para una investigación sorpresa.
-Ahora... dame el mayor resumen de todo el informe que has recolectado del caso -volvió a su semblante serio.
Abriendo su laptop y entrando a la cuenta de 'trabajos', rápidamente entra a la carpeta de casos aún no resueltos, teniendo sólo un archivo. Entra y comienza a leer en voz alta.
-Hace un aproximado de 3 semanas hubo un asesinato muy peculiar. La muerte era, hasta ahora, la más extraña y sangrienta.
La Primera víctima fue: Guillermino Roel Sánchez, 67 años.
Hace 3 semanas se encontró el cuerpo de un anciano catedrático a las afueras de un condominio. La víctima estaba con el rostro desfigurado y quemado con lo que se descubrió ser alcohol y lejía. Poseía cortaduras en varias partes del cuerpo, unas en especiales, fueron en las mejillas, las cuales formaban una gran sonrisa. Además de 2 apuñaladas con la misma arma punzante en la zona central del cuerpo.
Segunda víctima: Shirley Pérez Salas, 19 años.
Cuerpo encontrado hace 2 semanas en el patio del hogar de la víctima. Ella presenta el mismo proceso y final que el profesor Guillermino.
Tercera víctima: Fabiola Ortiz Chacaliasa, 32 años.
Cuerpo encontrado ayer en la mañana, en la playa: Agua Dulce. Al igual que las víctimas anteriores, presenta el mismo proceso de asesinato. Pero, con el detalle de tener una mano faltante.
-...Bien, ahora dame las supuestas características del asesino.
-Según la descripción del joven: Arturo Jaime M. V., estudiante de la Universidad San Marcos. Además de haber sido un sospechoso, fue testigo de uno de los "ataques" del asesino. Según la descripción que nos proporcionó:
Portaba sudadera blanca, jean negro, posiblemente un par de guantes blancos. Teniendo el cabello largo, un poco más abajo del hombro, de color negro. Era alto, cerca de 1.75 metros; delgado y de género: varón.
Además, con la contextura que tenía, se puede afirmar que era joven, antes de los 20 años.
Si sumamos la pista encontrada en la playa, este joven asesino estaría usando también unas zapatillas, las cuales fueron reconocidas y compatibles con la marca: Converse...
-... No le encuentro sentido a esto!. Joven, capaz de matar y escabullirse de policías sin dejar rastros, además de no tener más información acerca de él?... Debe haber algo que todavía no nos hemos dado cuenta, o no le hayamos prestado atención...
De pronto, una idea se le viene a la mente, Martínez rápidamente desliza sus manos y abre uno de sus documentos, sacando la fotografía que le hicieron a la frase encontrada.
-General... tal vez no se encontró nada útil en la sangre pero, que tal si la frase tiene un significado a parte de ser unas simples palabras en inglés?
-Eso... no lo había pensado. Revísalo primero en la base de datos policial. Si no se encuentra nada, ve a Google. Aunque sea una página donde se puede publicar de todo, te apuesto que ahí podríamos encontrar casi cualquier cosa.
-Si, señor.
Archivo, tras archivo. Revisando todos detalladamente y aún sin encontrar nada. Martínez prácticamente revisó todo el historial pero no hubo un caso similar. Sin embargo, no perdió las esperanzas... sabía que muy pronto encontrarían información valiosa y eso sucedió.
-Jefe, acabo de ingresar la frase en la búsqueda de Google y me ha salido imágenes parecidas e incluso un par de supuestas fotografías de un chico que tiene las mismas características del asesino!. Además, hay una noticia que salió sobre él en el periódico y TV. Proviene de California, Estados Unidos.
-Qué! Así de fácil y rápido?! -Bustamante, quién se encontraba caminando de un lado a otro, repasando mentalmente todo el informe recolectado, se sorprendió de sobremanera y rápidamente se dirigió al menor, por poco y lo aplasta debido a la ansiedad acumulada. Hizo algunos movimientos para poder acomodarse en el sillón sin hacer tanto escándalo.
-Así es, jefe. Ahora ya tenemos información en la cual basarnos para poder capturarlo.
-Esto es excelente,Martínez! Mereces algún tipo de premio por descubrir estos fantásticos datos. Ni siquiera Leopondo ha llegado tan lejos como tú lo acaba de hacer. Y encima, en un tiempo récord!! -Comenta sin despegar la vista de la pantalla.
-Señor... yo no necesito premios ni nada, sólo hago mi trabajo -Comenta sonrojado por las palabras antes dichas. No esperaba que su General se emocionara tanto. Colocando luego una mano en su nuca, la situación lo volvía nervioso.
-Ay pequeño, acabas de darnos una base a todos los del caso y no lo estás entendiendo -Dejó la Laptop sobre la pequeña mesa y jaló a Martínez del brazo, atrayéndolo hasta su pecho. Colocó su mano derecha en la cabeza contraria y comenzó a despeinar el cabello castaño claro del menor.
Si Ángel estaba antes sonrojado, ahora estaba hecho un tomate. No solo porque está siendo abrazado por aquella persona especial, sino porque... bueno, en realidad si era por eso.
-S-señor.
-Perdón, perdón. Pero es que eres adorable en todos los sentidos, aún más cuando lo niegas... además, tu rostro sonrojado hace que seas más irresistible de molestar -en un tono casi burlesco lo suelta, riendo cuando el otro hace un leve puchero.
-Jefe, no es para tanto... deje de reírse.
-Es que... tu expresión... simplemente no... no puedo -con esfuerzo logra decir, deseaba detenerse pero, aquello era dificultoso.
-General, por favor. Ya detengase!... ay, esto es muy vergonzoso... -cubrió su rostro con ambas manos.
Luis poco a poco se fue calmando. Miró al pequeño con una sonrisa y lo llamó:
-Ángel...
-... Si, señor? -alzó la mirada, dejando ambas manos aún en esa posición. Bustamante nunca lo había llamado antes por su nombre y eso le causó intriga.
Pero... no estuvo preparado para lo que vino después. Definitivamente no se lo esperaba...
Unas manos tibias lo tomaron de ambos cachetes, atrayéndolo a un lado sin lastimarlo. Una mirada calmada de aquellos iris de color café fueron su perdición.
Estaba hipnotizado.
Sintió de pronto una caricia en sus labios. Sus pupilas se dilataron al darse cuenta de que aquello era causado por su General.
No era un beso, sino un simple roce. Como si fuera un tipo de permiso, el mayor acarició una mejilla.
Martínez entre-abrió su boca. Estaba completamente paralizado, un shock.
Por parte de Bustamante, este dio una sonrisa ladina. El saber de que el pequeño era sumiso ante él le dio más confianza en sus movimientos.
Y así se juntaron, permitiendo el choque entre ambos labios. Cerrando los párpados para sentir aquella sensación extraña y a la vez tranquilizante para sus cuerpos y almas.
Poco a poco el simple beso fue tomando intensidad. A la par que se sumaron unas caricias por parte del mayor.
La primera mano en abandonar el delicado y suave rostro fue la izquierda, bajando hasta la altura de la cintura, apretando y acariciando de vez en cuando dicho lugar.
El joven Teniente, se movía por instantes al sentir esa parte sensible. Se fue levantando sin despegarse y se colocó encima de las piernas del mayor, acomodandose para no estar incómodo en esa posición.
Los brazos delgados y de piel clara se enrollaron en el cuello ajeno. Profundizando el beso. Queriendo sentir más.
Pero el aire los separó, sus pulmones ya no podían retener más tiempo el oxígeno así que poco a poco se fueron alejando, dejando sus rostros a escasos centímetros del otro.
Las respiraciones agitadas, el rubor en aquellas mejillas tiernas, una mirada avergonzada mientras que la otra estaba rebosando de alegría y en parte lujuria.
Todo eso por un simple beso y par de caricias.
-S-señor perdone, yo no debí ... -intentando alejarse. En vano. Luis lo mantenía sujetado firmemente.
-... Ángel... ya lo sé. Ahora lo sé... tú eres el indicado y con esta acción acabo de darme cuenta que lo que yo siento por ti es mutuo... Sabes a que me refiero, no?. Me gustas...
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Había pasado un aproximado de 4 horas desde que Jeff y Smile se habían encontrado con el ente llamado Slenderman.
Estos 2 primeros habían entrado a su pequeña cabaña, y una vez llenaron sus estómagos se fueron a tomar una breve siesta. La cual acababa de terminar por un sonido extraño, proveniente de la planta inferior.
Ambos se despertaron a la vez.
Smile prácticamente saltó fuera de su "cama", mientras que su pelaje comenzaba a erizarse y aumentaba su tamaño corporal.
Por parte de Jeff, este se enredó y calló de cara al suelo pero, se puso de pie rápidamente a la vez que se sacaba su antifaz para dormir y se armaba con su fiel cuchillo.
Si no fuera por el sonido de la refrigeradora abriéndose, Smile hubiera estallado en una carcajada. Ver como se levantaba el joven Woods siempre sería de agrado al gran canino.
El azabache al estar un poco desorientado de la situación no se dio cuenta por donde pisaba y terminó cayendo nuevamente al parquet, sólo que esta vez utilizó sus manos para evitar golpearse.
Pero... no pudo evitar el no hacer ruido.
-Jeff? Smile?... están ahí?
Al reconocer la voz, los mencionados se relajaron. No era ninguna amenaza, mucho menos un "ladrón". Sólo se trataba de Jack...
"Un momento... Jack? !" -Al haber descansado con las zapatillas puestas, sólo se paró de la caída y fue al encuentro de su amigo. No espera tener que verlo tan pronto.
-Oh, ahí estás Jeff. Pensé que habían salido, la casa estaba en un silencio muy extraño... un momento! Qué haces en esa forma??
-Estábamos descansando... Hola, por cierto. -levanta la mano en modo de saludo, seguido de un bostezo- Es más cómodo así... tan rápido estás de vuelta?
Eyeless contesta igual en el saludo- Ehh... pues sí, fue sólo una misión de torturar psicológicamente hasta conducirlo al suicidio. Nada difícil.
-Ah ok... Smile!, vas a bajar o seguirás durmiendo? -Gira parte de su cuerpo en dirección a las escaleras.
-Jeff... estoy a tu lado.
Da un brinco al escuchar la respuesta justo a sus espaldas. ¿Cómo no vio a su compañero?
-Pero qué mierda?!.... Quieres que me de un infarto o qué?!?!
-No me digas que Smile te asustó de verdad -Se burlaba E.J.
-Yo mejor me voy al sillón... -Sin esperar a que digan algo, el animal se retiró del lugar.
-Argh... bueno, a qué has venido Jack?
-Ya sabes... por los deliciosos riñones y para ver a la peque.
Ok... Eso era un dato del cual Jeff no se había acordado... hasta ahora.
La pequeña Dana ya no se encontraban con ellos y de tan sólo pensarlo sintió un vacío, además de nervios.
-Eh pues... si claro, los riñones... los guarde en la parte baja del refrigerador y-....
-Y la peque? Está durmiendo, verdad? Es por eso que puedes estar así entonces.
-.... Verás... ella ya no está con nosotros...
Un incómodo silencio se instaló en entre ellos. Jeff se quedó inquieto, respondería mal su amigo?
Esperaba y esperaba, pero Eyeless seguía quieto como estatua, tanto que hasta parecía que ni respiraba.
Dio un respingo cuando un par de tics aparecieron en el ojo de su amigo.
-A qué te refieres con el... no está con nosotros?... qué has hecho, Jeffrey?
Uff, ahora hasta podría decir que un escalofrío le recorrió la espina dorsal.
-Escucha... primero escuchame antes de intentar hacerme algo...
-Adelante, tienes exactamente medio minuto para explicarme antes de que pierda el autocontrol y te ataque...
-Ok, ok!!... Es que, ya no podía seguir con nosotros, nos descubrió en esta forma y bueno... no tuve otra opción-...
En tan sólo unos milisegundos Jack se había acercado al menor, sujetándolo desde el cuello de la sudadera. Había vuelto a su forma normal, teniendo puesta la capucha pero por alguna razón su máscara estaba amarrada a un lado de su pantalón (por donde pasa la correa :y).
-LA ASESINASTE?!?!!
-N-noo!, claro que no!
-Entonces donde está?! -Lo soltó de golpe, empujándolo de paso.
-Con un joven! Es policía... Smile y yo la dimos en adopción por así decirlo... -respondió en un tono decaído pero, sin demostrarlo mucho.
-Pero... le borraron la memoria, cierto? -Colocó una de sus manos en su cien, incrédulo de lo que estaba escuchando.
-Si, a pesar de que sea una pequeña y de que haya estado a nuestro cuidado, no podíamos dejarle así nada más.
-... Argh Zalgo!! Cuando sucedió?
-En el día que te fuiste, en la noche.
-No lo entiendo, cómo ha podido verlos? Acaso no sintieron su presencia??
-Nada, estábamos viendo una película de esta forma y ella apareció de la nada... Smile la vio primero...
-... No puedo creerlo, estoy sin palabras, literal... Bueno, al menos saben donde vive ese joven, o como es si quiera?
-Logramos verlo, él la recogió de la entrada. Era menor, de unos 24 tal vez. Aún no sé la ubicación de su hogar pero no será problema, podemos seguirle uno de estos días y ya.
-Jeff, Jeff, Jeff... escucha, esta fue mi última misión pendiente. De ahora en adelante estaré libre. Así que de seguro vendré más seguido, posiblemente una vez al día. Así que aprovechamos el tiempo y lo rastreamos, ok?
-Bien... aún quieres los riñones que te guarde? -Cambió el rumbo de la conversación, ya era muy incómodo de por cierto.
-Si... espero que los hayas extraído bien de los cuerpos.
-Fue un poco complicado, pero si asqueroso... era viscoso y tenía un olor desagradable; cómo es que puedes comerlos?? -Se fue alejando poco a poco, yendo con dirección a la cocina.
-Para mi, son deliciosos. Es como si tú comieras tu platillo favorito... Aunque debo admitir que antes de ser un creepypasta me resultaban repugnantes a simple vista. -Jack lo seguía mientras contestaba. Deteniendose ambos cuando entraron a dicho lugar. Justo terminó de hablar.
-No los viste cuando abriste el refrigerador? Estaba en la zona baja, en una bolsa negra.
-Ah, era eso... sólo eché una ojeada, nada de tocar. Me lo dijiste hace tiempo.
-Oh, es cierto. Lo había olvidado por completo...
-No me sorprende viniendo de ti.
-Oye!... por cierto... Tengo algo más que decirte...
Con lentitud abrió el refrigerador y se agachó para extraer aquella bolsa negra mencionada, sujetándola desde las asas. Lo entregó de inmediato a Jack.
-Y ahora qué sucedio?. Es bueno o malo? -Sentándose en uno de los pequeños estantes.
-No lo sé... un intermedio tal vez...
-... Vas a hablar o qué? No me dejes con la intriga Jeff.
-Pues... sucedió hace, no sé, 3 horas?. Estabamos todo normal, descansando, viendo que comer. Pero como tenía mucha hambre y ya estaba recostado en el sillón muy cómodamente, Smile fue a traerme comida, en una bandeja claro... y de la nada sentimos una presencia fuera de casa, intentamos salir a inspeccionar y no lo pudimos hacer al toque pero... - Se da cuenta de aquella mirada amenazante de Eyeless que le decía: "Habla de una puta vez o te golpeo" y decide no andar con rodeos. Ya estaba un poco "molesto" por lo de Dana y no quería que empeorara- Bueno... el punto es que Smile y yo nos encontramos con tu "Jefe" -haciendo comillas con sus dedos.
Por poco y Jeff suelta una carcajada al ver a su amigo inmóvil y con la mandíbula bien abierta de asombro absoluto.
-Estás bromeando, cierto? Cómo es que sigues entero?!
-Otro que es exagerado -Rueda los ojos- Bah, como si pudiera conmigo!, el gran y hermoso Jeff The Killer!!... bueno, en serio. No es broma amigo mío. Ese poste en terno se nos presentó.
-Cuida tus palabras Jeff, no deberías de confiarte mucho. Él es de verdad muy fuerte...
-Lo has visto?
-Qué cosa?
-El poste!, alguna vez lo has visto en una batalla?
-No pero... sus proxies si, y ellos no se atreverían a mentirnos ya que trabajamos en equipo y debemos guardar la espalda unos de otros...
-Pues yo sigo sin creer... soy de esos que tiene que verlo primero, sabes.
-Si, si... Sólo ten cuidado si lo vuelves a ver.
-Okay~... una pregunta, él puede hablar, no?
-Si... qué te ha dicho?
-Pues... -Haciendo una voz gruesa y en parte burlona lo dice- "con que te llamas Jeff, eh?" -vuelve a su voz normal- Y luego hizo puff, desapareció de un momento a otro. Y yo que quería jugar un poco...
-Le dijiste tú nombre?
-No, que va!, escucho cuando Smile me dijo para escapar... aún me sigo preguntando como es que nos escuchó e incluso habló si no tiene rostro!
-Bienvenido a mi mundo... pero debo decirte que no sólo puede escuchar y hablar, él tiene todos sus sentidos mega desarrollados a pesar de no poseerlos a vista de otros.
-Fascinante... otro ser rarito... bueno, y que harás ahora? Aún no has ido para allá?
-No, como tu cabaña estaba más cerca decidí pasar a saludar y eso...
-Entonces... ya te vas o cómo?
-Me estás echando de tu hogar?
-Algo así... la verdad no se qué hacer ahora. Estoy muy aburrido...
-Por que mejor no van a la ciudad a cazar?
-Ummm... es buena idea. Nos acompañas o... ay, es cierto, tú te vas.
-Hahahaha tenías que ser Jeff...
-También soy Lionel... y Dhamer... y Woods... y ya.
-Claro... bueno, bye supongo. Veré si vengo en la noche...
-Lo tendré en cuenta. Iré a ponerme mi sudadera blanca para salir. Bye.
Ambos se dan un choque de puños, yendo en direcciones diferentes, uno al segundo piso y el otro a donde se encontraba cierto canino mirando TV.
-Hey Smile, ya me voy. Jeff te llevará a cazar por cierto.
-Enserio? Ok. Hasta luego Jack.
El joven acaricia un poco fuerte la cabeza del animal, en modo de despedida. Luego se fue sin más, cerrando la puerta y desapareciendo entre los grandes pinos que rodeaban la cabaña.
Smile miró impaciente las escaleras, esperaba que Jeff bajase rápido para ir a la ciudad. Ya se había levantado para apagar el aparato electrónico y ahora se encontraba sentado a un lado de la puerta.
-Estás listo Jeff?
-Dah, obvio. Yo nací listo. -pose de superioridad mientras avanzaba hasta su compañero.
-Vamos entonces, no?
-Y quién dijo que ibas a ir?
-Jeff, ya vamos, estoy ansioso por ir.
-Es que acaso mi querido Smile encontró una perrita bonita? -pregunta todo burlón mientras se apoyaba las manos en sus propias rodillas.
-No molestes niño, sólo quiero ir a comer un poco de carne fresca.
-Aish, pero que amargado. Está bien... Oye! No soy niño!!
-Lo dije por la gran diferencia de edad. No te lo tomes a pecho.
-Okay, okay... pero no lo vuelvas a decir pues.
Se disponen a abandonar la cabaña, cerrando con seguro las entradas... por si acaso nada más. Tomando el camino hacia la ciudad.
-Daremos unas vueltas primero, tenemos que revisar el terreno en el cual vamos a divertirnos, ya luego tú eliges a la víctima o si quieres 2 o 3 o no sé... te parece bien, Smile?
-Con tal de que comeré, está bien. No hay problema...
-Tal vez... también deberíamos ir a verla, se que fue hace poco cuando la dejamos pero...
-Entiendo... yo me siento igual. Aunque, luego podemos hacer un par de juegos con los policías, ya sabes, asustarlos y hacer que nos persigan, como antes.
-Suena bien, eso significa entonces que yo si podré subirme a tu espalda nuevamente? Cómo antes?
-Si... me había olvidado de eso. Pero bueno, está bien.
-Yei!! Por que no me llevas hasta la ciudad de esa manera? -Deteniendose- Es para que me familiarice con esa sensación pues. Para evitar cualquier desequilibrio en el momento.
-Mmmm... ya que; sube pero ten cuidado con mi pelaje.
Poco a poco el grosor del cuerpo de Smile fue aumentando, haciéndose más grande de lo que un Husky Siberiano normal debería ser. Jeff emocionado, esperó paciente a que llegara hasta la altura de su abdomen para poder subirse. Sujetándose luego de aquel collar negro. Listo para que Smile empiece a correr.
-Vamos Smile!, quiero saber si aún eres rápido y ágil.
-No me provoques Jeff. A comparación de los humanos, los demonios no podemos perder nuestras habilidades pero si aumentarlas.
-En serio? A ver... quiero ver como es que puedes ir más veloz que una aceleración de 120 kilómetros por hora, podrás? o simplemente te-... ahhh!! Avisa cuando vas a correr!, maldito perro demoníaco!!!
-Je...
Aquella velocidad que Smile utilizaba era intermedia, pero luego fue aumentando, casi hasta llegar al pedido del joven asesino. Sin embargo, al ser un bosque, había muchos árboles que hacían de obstáculos para la velocidad.
Eso no lo detuvo. Si se apreciaba de lejos, sólo se vería una mancha rojiza, negra y blanca pasar de manera veloz.
Jeff se mantenía fuertemente sujetado del collar y en parte del cuello de su amigo, a este no le dolía, ya se encontraba acostumbrado y además su pelaje grueso era muy diferente a los de los animales de la tierra.
Era como cabalgar un caballo salvaje.
Tan sólo bastó medio décimo de minutos para llegar a la entrada de su destino, deteniéndose cerca de una gran roca para poder cambiar de forma.
Jeff se encontraba feliz, había vuelto a sentir esa brisa rápida en su rostro después de unos años. Por parte del canino, estaba normal, como si unos momentos antes no había tenido que correr por más de 4 kilómetros en tan sólo unos cuantos minutos.
-Y... algún lugar en específico para ir?
-Haber... ummm... no se me viene nada a la cabeza. Por qué mejor no eliges esta vez tú, Smile?
-...el... cementerio(? -Diciendo lo primero que se le ocurrió.
-Suena bien... creo que vi uno de acá a un par de kilómetros hacia el Este -señalando a la derecha- si no me equivoco, y nunca lo hago, es de policías y militares, ya sabes no?
-Si, si... habrá más diversión entonces. Es un buen lugar, así que... vallamos a por varios está vez.
-Uy, me gusta eso. Okay! Andando Smile!! -Comienza a caminar de manera aniñada y emocionado. Siendo detenido de un jalón proveniente de la manga izquierda de la sudadera- Oye!! Ya te dije que no hagas eso. Arruinas mi ropa Smile!
-Eres tonto o qué? Casi sales en esta forma. Recuerda que aún es tarde y hay luz solar. Ten más cuidado...
-Arghh... está bien, mamá -Comenta burlón.
-Has caso bebito, aún no eres grande. -Le responde de igual manera, ganando un resoplido por parte del menor- No te quejes. Tú te lo buscaste después de todo.
No obtiene respuesta en palabras, pero si en sonido: "Tch".
Un brillo ya común en ellos los cubre, dejando luego a un simple humano con su "mascota". Sin decir alguna palabra, comienzan sus andadas. Portando ambos una leve sonrisa.
El sonido de las aves y las brisas fueron silenciadas de a poco por el de los vehículos y ambulantes. Un gran cambio sin duda.
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