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Actitud fría, corazón caliente por WITTPOOLTAS

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Notas del capitulo:

Hi :y

Aquí WITTPOOLTAS actualizando XD

No quiero distraerlos así que les dejo leer ¤~¤

El sonido de las aves y las brisas fueron silenciadas de a poco por el de los vehículos y ambulantes. Un gran cambio sin duda.   @@@@@@   -Buenas tardes, damas y caballeros, me llamo Jean Pier y hoy seré su guía durante el recorrido que haremos al cementerio "Ángeles de Guerra".   Se presentó adecuadamente un muchacho a un conjunto de personas, luego comenzó a caminar siendo seguido por su grupo.   Continuó el joven guía- Es el más grande dentro de la ciudad principal del país y uno de los más visitado en todo América, con más de quinientas mil personas al año. Aquí encontramos a diversos personajes de las fuerzas policiales, desde Alférez, Tenientes, Capitanes y Mayores, hasta Comandantes, Coroneles, Generales y Tenientes Generales - (Me informé :y/)- Además, es uno de los más importantes espacios verdes del país. Entre las principales especies arbóreas tenemos: fresnos, castaños, cedros, acacias, nogales y plátanos. Muchas veces se ha criticado el excesivo desarrollo vegetal, el cual no es controlado y llega a cubrir algunas tumbas o emblemas. La fauna de Ángeles de Guerra está compuesta de unas 12 especies de aves, entre las que más destacan: cuervos, búhos, gallinazos y gorriones. También hay gatos, lagartijas, murciélagos, comadrejas y ardillas. Por último, se han identificado 87 especies de escarabajos y cientos de mariposas. Actualmente, Ángeles de Guerra se encuentra en una pequeña colina. Hace dos siglos, se le conocía como Siete de Agosto porque en esa fecha ocurrió una pelea entre los líderes de dos poblados distintos, pero toma 21 años después el nombre de Bosquejo Del Mal por las repentinas muertes que se formulaban dentro del lugar. En 1932, el alcalde del distrito compra el terreno con el fin de  construir una casa solariega, una locura!... Una década más tarde un grupo de asesinos tomaron posesión de la casa, fue hasta que en 1967, un conjunto de policías deciden enfrentar a los asesinos... La victoria fue para los buenos pero, de los 35 sólo 4 policías vivieron. Y es en rememoración  a ellos que el cementerio lleva su apelativo. Ahora, síganme por favor, vamos a visar las tumbas de los militares caídos en la gran batalla de... -mientras el guía hablaba y hablaba, un joven se dirige a su perro susurrándole.   -Ey... Smile, esto está un poco aburrido... vamos a escabullirnos e ir hacia una bodega o algo, tengo sed.   Como respuesta recibe un asentimiento de cabeza.    Ambos sigilosamente logran separarse de aquel pequeño grupo de turistas, caminando a paso neutral ya que no querían parecer sospechosos y mucho menos que el guía se de cuenta de que le faltaba personal.   Logrando su cometido al pasar por unas cuantas curvas, la poca tensión se disipa en el ambiente.   -Este parece un buen lugar... hay buena cantidad de árboles tapando, además de que no transeuntan mucho por esta zona...   -wuarf wuarf!   -Bien... marca el lugar entonces, para ir a comprar algo de beber. En un aproximado de media hora cerrarán el cementerio, así que no demoremos.   Al terminar la acción de Smile, vuelven a tomar un rumbo, el cual era salir del cementerio para comprar provisiones.    Ya estando en la entrada, observan a 4 muchachos reuniéndose cerca de un árbol pequeña. Jeff y Smile se dan una mirada, entendiendo ambos un: "Encontramos a nuestras víctimas perfectas"    _-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_   Hace 2 horas (3:28pm):   -Por fin acabaron las clases!!   -Sí, qué día más aburrido, sobre todo porque en la última hora tuvimos Historia del país.   -Esa profesora habla sin parar y no le importa si alguien la escucha o no. Hoy habló más de una hora sobre la diferencia de cargos que existen en la policía. Estoy arto de ella!   -Ya, tranquilos, muchachos. Olvidémonos de ella y mejor sigamos hablando de lo que comentábamos en el recreo.   -Ah, sí. Lo de la Ouija.   -Estaba pensando en algo.   -En qué? Dilo!   -En la clase de historia...   -No jodas! Estás hablando en serio?   -Qué relación puede tener la ouija con la clase de historia?    -Aún no se dan cuenta? Nuestra escuela se encuentra a sólo unos pasos del cementerio más conocido en el país.   -Estás proponiendo que usemos la ouija en el Ángeles de Guerra?   -No solo eso, sino que utilicemos también la historia.   -De qué hablas?!   -Por qué son tan lentos, carajo! La profesora nos hinchó las pelotas hablando de los policías y militares. Nosotros los tenemos a unos pasos. Entonces, vayamos a despertarlos!   Fue una gran sorpresa y el silencio rondó en todo el grupo por unos segundos.   -Estás diciendo que vayamos  al Ángeles de Guerra ahora y  hagamos la ouija delante de algunas de las tumbas de policías al azar?   -No   -Entonces?   -Ahora, por supuesto que no, hay mucha gente. Tenemos que hacerlo en la noche, cuando el cementerio haya cerrado.   Todos intercambiaron unas miradas en donde podía traslucirse cierto temor.   -No me digan que tienen miedo... Que yo sepa, esos policías ya llevan muertos desde hace muchos años.   -No es el miedo a ellos...   -Entonces a qué o a quién?   -No recuerdas que hace unos días habían encontrado muertos a dos turistas canadienses?   -No me digan que creen que los mataron las almas de los policías.   -Por supuesto que no. Lo que quiero decir es que el asesino aún no ha sido encontrado.   -Ni tampoco lo van a encontrar ahí. Aquel sujeto no es tan idiota, habrá escapado hace mucho y no volverá jamás al lugar del crimen. Además, se especula que fue un novio celoso que no soportó que su ex se casase con otro. No sean cobardes, puta madre.   Se produjo un intercambio de miradas desconfiadas, pero ninguno se aventuró a decir una palabra.   -Lo sabía, son un trío de miedosos que hablan tanto de utilizar la ouija, pero llegado el momento todos se convierten en verdaderas gallinas. No se preocupen, no los necesito, lo haré yo solo... Pero no quiero que nunca más me vuelvan a mencionar siquiera que quieren jugarla.   Caminó unos pasos con dirección a la estación del metro.   -Espera! Aquí nadie es cobarde.   -Claro que no! Si quedamos en jugarla, lo haremos.   -Dinos cual es el plan...   @@@@@@    A las seis de la tarde, el cementerio Ángeles de Guerra cerraba sus puertas. A pesar de los avisos, gritos y silbatazos de los guardias anunciando el cierre, los cuatro muchachos permanecieron dentro.   Tenían que ocultarse, pues luego de las 6:00pm comenzaba la ronda de los vigilantes, quienes debían asegurarse de que no quedara nadie dentro.   Debían de ser muy cautelosos, sobre todo ahora que habían encontrado a 2 personas muertas hace unos días.   Los muchachos sabían que si los identificaban los expulsarían del lugar y no podría realizar su cometido.   José Mariano, el propetario de la ouija, la había escondido debajo de un árbol para no tener que estarla cargando mientras buscaban un escondite. Iba a ser muy pesado y difícil pasar desapercibidos.   Tendrían que buscar un buen lugar del cual no deberían moverse, tampoco deberían mostrar temor, pues muchos de los guardias hacían su ronda acompañados de perros.   Pasado los minutos pudieron encontrar un buen escondite entre las escaleras que conducían a la cima del cementerio. Había unos orificios profundos entre la tierra y las escaleras y fácilmente se introdujeron ahí.   Ahora había que esperar a que terminara de caer la noche.   Lo malo era la humedad y ciertos gusanos y mosquitos que se les pegaban en el cuerpo.   De rato en rato, sacaban la cabeza para espiar, deseando que la tarde terminara más rápido que de costumbre.   Durante media hora estuvieron sin moverse, guardando el mayor silencio para no ser descubiertos, peroluego habían empezado a aburrirse y sus extremidades a adormecerse.   -Estoy cansado y me duelen las piernas -Dijo Mauricio- No es nada cómodo estar metido aquí como una rata.   -No seas idiota y cállate que nos van a oír -Respondió de prisa  José Mariano, con cierto fastidio.   -Quién nos va a oír, mon cousin? No te das cuenta de que los guardias ya se fueron a sus casas y estamos completamente solos? Deberíamos salir de aquí ahora mismo... Los gusanos se me han metido hasta en el culo!   -Sí, José, yo creo que no hay nada que temer, deberíamos-...   Billy no terminó de decir la frase, ya que en ese momento escucharon a un perro ladrar muy cerca de ellos.   -Mierda, ya nos cagamos. Les dije que guardarán silencio, tarados -Comentó furioso José- Ese perro de porquería nos va a delatar a todos.   Ninguno de los cuatro se movió cuando oyeron al perro ladrar sobre sus cabezas. Intentaron pegarse unos a otros y adentrarse más en el agujero húmedo en el cual estaban. Thomas, quien no había dicho ninguna palabra hasta el momento, metió su cabeza entre las hierbas que caían desde la superficie y Mauricio prácticamente se recostó a los pies de todos.   -Qué pasa, Campeón? Por qué ladras tanto? Has visto algo?   El guardia se acercó al agujero y empezó a mirar en dirección a donde su perro ladraba... No pudo identificar nada, así que decidió arrodillarse y ver en una postura más cómoda.   De repente, una rata salió de la profundidad del agujero y se paseó por el cuerpo de Mauricio, quien casi suelta el grito en el acto.   La rata rodeó los cuerpos y las cabezas de todos y finalmente salió a la superficie y pasó corriendo cerca de la cara del vigilante, quien, asustado, cayó sentado en la escalera.   El perro continuo ladrando e intentó perseguir al roedor, pero este escapó entre los árboles.   -Rata de mierda!! Casi me matas de un infarto... Y tú, Campeón cojudo, no te traigo para que ladres a cualquier mugroso animal, sino a identificar a algún idiota que se quiera pasar de vivo quedándose en el cementerio... Vámonos de aquí!   Mucho rato después de que los pasos del vigilante y su perro hubieron desaparecido, los 4 muchachos se animaron a moverse e incluso optaron por salir del lugar. Mauricio se acostó en las escaleras y empezó a respirar profundamente.   -Puta madre, sentía que me moría cuando aquella asquerosa rata gorda me pasaba por toda la cara. No sé cómo no grité.   -Yo casi me cago del susto -Dijo Billy luego de un tiempo.   -Perro de mierda que se le ocurre acercarse aquí. Imagino que ha de ser por el desagradable olor de Mauricio. A los perros les gusta el olor a miedosos -Sonrió burlonamente Thomas.   -Va te faire enculer -Respondió el aludido.   -Bueno, chicos, lo peor ha pasado. Ese vigilante no volverá por aquí así su perro vuelva a ladrar, se ha llevado un susto terrible con aquella comadreja-José lo dijo muy seguro.   -Comadreja? Qué no era una rata?   -Cuandos has visto una rata del tamaño de un gato, Mauricio? Tal vez en tu país haya eso, pero aquí, las ratas son pequeñas -Dejó en claro el líder de aquella agrupación, José, usando un poco de burla en sus palabras.   Todos echaron a reír a carcajadas, pero José intentó calmarlos moviendo las manos hacia abajo.   -Silencio, chicos! Es cierto que lo peor ha pasado, pero no debemos confiarnos. Si hacemos mucho escándalo, ese vigilante volverá y estoy seguro de que no lo hará solo. Lo mejor sería quedarnos aquí hasta que se vallan. Apenas no haya nadie, iremos a buscar la ouija que escondí debajo del árbol y luego nos dirigiremos a la división 11 en donde están enterrados los policías más antiguos. Por ahora, pensemos en las preguntas que vamos a hacerles.   -Tal vez podríamos preguntar si en sus épocas habían unos buenos casos de investigación sobre asesinatos -Sonriente comentó Mauricio.   -Espero que aunque sea te sepas uno de los títulos, sino, no te dejará salir del cementerio -Thomas le molestó, diciéndole con ironía.   Una risa general calmó la tensión que habían vivido ese día y esperaban emocionados el cierre general para iniciar el juego prohibido que habían estado pensando desde hace ya mucho tiempo.   Los minutos pasaban lento para los muchachos, demasiado para sus gustos. Poco a poco el aburrimiento les fue dominando y no tardó en demostrarse.   -Hubiéramos traído unas cuantas cervezas para no aburrirnos mientras esperábamos -Soltó de la nada Thomás mientras miraba el estrellado cielo nocturno.   -No te quejes, que ya prácticamente es de noche -Respondió José.   -Además, el alcohol es haram -Se les unió Mauricio.   -Haram? No estás en tu país, Mauricio, aquí entre nosotros no entendemos el árabe excepto tú -Thomás fue quién habló- Además, qué significa Haram?   -Algo prohibido -Respondió como si nada Mauricio.   -Ya, joder. No hemos venido para hablar de lenguajes sino a jugar a la ouija -Expresó fastidiado Billy.   -Bueno, la verdad que yo no creo en eso de la ouija, pero vine aquí porque me da curiosidad -Intervino nuevamente Mauricio.   -Al carajo si crees o no! -Explotó José Mariano- Todos vinimos aquí con el compromiso de jugar a la ouija, así que no quiero oír ninguna excusa.   -Tranquilo, Mariano -Habló Billy- Nadie se está echando para atrás.   -Bueno... No podemos decir lo mismo del árabe -Sonrió burlón Thomás.   -Tu me fais chier, imbécile!!   -Ya vasta! -volvió a gritar José Mariano- La noche ha caído y la hora de utilizar la ouija ha llegado. Empecemos a lo que vinimos. Thomás, acompáñame a buscar la ouija. Billy y Mauricio, espérennos aquí hasta que volvamos.   José Mariano encendió una pequeña linterna y fue en busca del tablero que había escondido en un árbol cercano.   -Ahora volvemos, Billy, no dejes que Mauricio se escape corriendo de miedo -Partió carcajeándose Thomás.   -Cuando todo esto termine, te voy a romper el hocico -Respondió furioso el segundo mencionado.   A los pocos minutos, ambos volvieron trayendo el juego.   -Listo, vatos, ahora vallamos a buscar una tumba que no esté muy deteriorada.   -La sola mención de algo relacionado a un policía, en este caso su tumba, me hace recordar a la profesora hincha pelotas.   Partieron siguiendo a José Mariano, quien iba adelante con la linterna.   -No hagan ruido -Dijo luego de unos segundos, iluminándoles el rostro- Recuerden que aún pueden quedar guardias, los cuales podrían oírnos y enviarnos a los perros.   El resto asientieron con la cabeza.    Caminaron algunos minutos siguiendo el sendero iluminado por José, quien llevaba la linterna en una mano y el tablero bajo el brazo contrario. Ninguno se atrevió a hablar ni a mirar al otro lado.   Una brisa les sopló el rostro como anunciándoles que estaban a punto de entrar a un mundo desconocido.   -Et voilà, llegamos!   Se encontraban frente a varias tumbas rodeadas por aquella reja de metal. El viento volvió a soplar esta vez con mayor fuerza, produciendo el sonido de las ramas de los árboles moviéndose.    No había rastro ni de los guardias ni de los perros y, salvo el viento que soplaba, el cementerio gozaba de una completa tranquilidad.   -Y ahora? Qué hacemos? -Dijo Billy mirando con atención el nicho principal.   -Lo primero será trepar la reja y sentarnos rodeando la tumba del principal policía, esa que está primera -Contestó José Mariano.   Hubo un silencio dubitativo entre todos y ninguno se animó a dar el primer paso.   -Mierda, es en serio? No me digan que ahora a todos les dio miedo.   -Claro que no! -Dijo Thomás rompiendo el silencio- Si para eso hemos venido.   Fue el primero en saltar el cerco de barrotes metálicos y en el acto José Mariano lo imitó. Luego siguió Billy.   -Y tú, Mauricio? -Preguntó con sarcasmo Thomás.   -No sé si esté bien que lo hagamos, no olviden que soy musulmán.   -Sabía que se iba a acobardar, los árabes hacen mucha bulla, pero en el momento del acto se orinan en los pantalones.   Mauricio, herido en su orgullo, saltó la cerca y se unió a ellos mirando con odio a Thomás.   -Muy bien, ahora rodeemos la tumba... Cada uno de nosotros se ubicará y se sentará en cada columna que sostiene la tumba del policía. Pondremos la ouija en el centro y luego comenzaremos con el llamado.   Todos se acomodarnos como José les dijo. Miraron con intriga el tablero en el que se encontraban grabados los caracteres del alfabeto, los números del 0 al 9 y también las palabras Sí y No que resaltaban por su tamaño. José Mariano sacó a relucir una tablilla que acababa en punta.   -Con esto sabremos lo que el policía nos quiere decir y podrá también responder a nuestras preguntas.   Tras haber explicado el uso de la pieza, sacó por último una varita de incienso, la cual prendió con un encendedor.   -Ahora quiero que se relajen, que tomen aire profundamente y que piensen en la pregunta que le quieren hacer. No quiero que nadie se desespere ni sienta temor por lo que vea o escuche... Mucho menos que se le ocurra salir corriendo porque no sabemos que es lo que pueda pasar. Tranquilidad, chicos... Ahora empezaré a invocarlo. Su mensaje será leído de acuerdo al movimiento de mis manos. Es decir, sigan las letras que señalaré cuando lo invoquemos, solo así sabremos que es lo que nos quiere decir...   Los otros 3 se cogieron las manos. Se sentía un ligero temblor en cada uno de ellos,  pero ninguno quiso admitirlo. Solo se concentraron en mirar el tablero y las manos de José, quien sostenía la tablilla puntiaguda.   _-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_   Hace 45 min. aprox. (5:49 pm)   Tras haber comprado una botella de agua mineral y un paquete de galletas sabor chocochips, ambos amigos volvieron a adentrarse en el cementerio.   Buscaron rápidamente con la mirada a los 4 jóvenes que vieron minutos antes, encontrándonos en uno de los rincones cerca de la entrada. Iban agachados y parecía que intentaban no hacer ruido.   Jeff sonrió ampliamente, luego dirigió su mirar a su compañero, quien no tardó en corresponder.   -Será mejor escondernos antes de que cierren el lugar. Llévame al punto marcado Smile... -Susurró lo suficientemente fuerte para solo ser escuchado por su amigo.   Este asintió y comenzó su trayecto hacia el lugar que minutos antes había marcado con orina, siendo algo característico en los perros para no perder un lugar importante o simplemente para defender su territorio.   Con forme pasaba el tiempo, se logró escuchar apenas unos gritos, seguidos de silbatazos anunciando el cierre.    Esto no les preocupó. Ambos ya habían llegado a su destino y solo tuvieron que adentrarse en la flora, siendo unos arbustos de gran tamaño, además de tener un buen espacio en el cual recostarse sin incomodidad.   -Smile, para estar seguros, podrías poner un campo de fuerza que elimine nuestra presencia? Ya sabes, por los perros de los guardias. No queremos que nos arruine la diversión antes, o si?   El contrario negó, así que no tardó en hacer el pedido. Cerró los párpados y clavó las garras en la tierra húmeda. Una fuerte brisa movió salvajemente su pelaje, dando a entender que ya estaban "protegidos".   Jeff, quien se encontraba recostado en la parte baja de un árbol, sacó el paquete de galletas y lo abrió de manera lenta para después proceder a comerlas.   -Sabes dónde se encuentran esos niños, verdad? Además... crees que ahora podemos cambiar? Sinceramente estoy cansándome de seguir en esta forma.   Smile tardó un corto lapso de tiempo en responder. Claro, no podía hablar pero al menos podría cambiar. Así lo hizo. Volvió a su forma Creepy seguido de Jeff.   -Si lo sé. Están a tan solo unos 30 metros aproximadamente. En un agujero al parecer.   -Valla... Al menos no tardaremos en llegar hasta ellos. Ya quisiera ver sus rostros cuando hagamos nuestra aparición... hahahaha.   -Si... bueno, Jeff, como ellos son cuatro será mejor que les paralice o algo, puede que uno escape y eso.   -Ummm... está bien. Si quieres incluso tú podrías encargarte de ellos y yo solo me dedico a hacerlos hermosos. Después de todo, también eres un creepy y necesitas divertirte.   -Okay... -Hubo unos segundos de silencio. Smile de pronto dirigió su vista a un punto entre todos los árboles antes de hablar- Se están moviendo del lugar, al parecer van a "jugar" a la ouija, ya que siento un objeto maldito con ellos.   -Ellos si que son curiosos y traviesos. Merecen un castigo y que mejor darle de su propia medicina? Andando Smile!, mientras más rápido mejor y lo sabes.   -Claro, claro...   El azabache guardó el paquete de galletas y se dispuso a ponerse de pie para después seguir a Smile.   El paso que llevaban era calmado, pudiendo visualizar tranquilamente aquellos puntos destellantes en el oscuro cielo sin luna.   El sonido de grillos, búhos y cualquier otro animal junto a la suave y a la vez friolenta brisa les daba un momento agradable a ambos asesinos.   Pronto llegaron a lo que parecía un área apartada. Habían mucho más árboles y eso fue de agrado para ellos.    Sin hacer mucho ruido, pudieron acercarse hasta una cerca de metal que tenía unos cuantos centímetros más que la talla de Jeff.   No fue un problema. Smile de un salto ya se encontraba del otro lado, Jeff por su parte, solo tomó impulso y utilizó sus brazos para empujarse un poco más, llegando al otro lado sin dificultad.   -Smile, démosle un poco de susto a esos niñitos. Juega con sus pequeñas mentes un poco, quiero ver quien será el primero en desboronarse de miedo -Terminó de decir con una suaje risa, sin dejar de ser sádica, obviamente.   Su compañero no tardó en cumplir aquel mandado. Él también deseaba lo mismo, quizás porque quería "alimentarse" de su miedo ya que es un demonio prácticamente.   ***   -Mathieu Flores Peñafiel... más conocido como Symonds... despierta y responde nuestras preguntas -Dijo José Mariano  con los ojos cerrados y sosteniendo el marcador pegado al tablero- Symonds, Symonds, sé que estás ahí. Ven ahora mismo, invocamos tu nombre. Preséntate ante nosotros!   Un fuerte viento los envolvió, escucharon ruidos de ramas  quebrarse y algunas hojas cayeron de los árboles.   -Esa es tu señal! Gracias por presentarte, ahora sabemos que estás entre nosotros... Hay algo que quieras decirnos?   Todos abrieron grandemente los ojos y miraron con atención las manos de Mariano, las cuales empezaron a moverse señalando algunas letras.   -Es... peligroso... estar... aquí -Leyó con lentitud Billy.   -No jodas, José, no me vas a decir que eso es lo que te ha dictado Symonds -Dijo incrédulo Thomás.   -Shhh, calla, mierda... No me quites la concentración! -Gritó irritado el aludido.   -Tienen... que... escapar... o... dormirán... para... siempre... -Volvió a leer Billy.   José Mariano se quedó estático y abrió los ojos con terror.   -Dormirán para siempre! -Gritó Mauricio- Qué quiere decir eso?   -Por qué pones esa cara de susto, Mariano? Si lo que querías era asustar al árabe, lo conseguíste.   Pero Mariano no contestó y continuó con la cara aterrada.   -Ya, huevón, deja de fingir! -Se exasperó Thomás.   Pero Mariano siguió sin reaccionar, solo se recostó a un lado del tablero y empezó a sollozar.   -Mariano, qué tienes?! -Irritado preguntó Billy.   -Esto está mal, está mal! -Gritó Mauricio.   -Todos son unos imbéciles -Estalló Thomás- No se dan cuenta que este idiota lo único que ha querido hacer es asustarnos y todo esto es parte de su show? Con razón insistió tanto en que vengamos esta noche a jugar la ouija...   -A dónde vas, Thomás? -Preguntó aterrado Mauricio.   -A orinar. Ya me cansé de mirar a ese huevón lloriqueando como una niñita.   Thomás trepó ágilmente los barrotes de metal y se dirigió hacia la espalda de la tumba de Symonds. Apenas abrió su bragueta y comenzó a orinar, escuchó los gritos aterrados de José Mariano.   -Mátenme! No dejen que él lo haga! Mátenme!!   Mauricio también empezó a gritar y escuchó que unos pasos huían del lugar y saltaban las rejas.   -Cálmense, idiotas! Entiendan que el tarado de José Mariano solo nos trajo aquí para jugarnos la peor broma que se le ha ocurrido.   De repente, escuchó un grito aterrador que le recorrió la médula espinal y luego el sonido de una calabaza que reventaba contra algo duro. Después, otro grito espeluznante y unos pasos que huían. Acaso todos se habían confabulado para asustarlo a él?   Sintió que alguien se aproximaba por su espalda y reconoció a Billy con el rostro aterrado y compungido.   -Thomás, el árabe...   -Vete a la mierda, Billy, ya sé cuál es su juego. Todos ustedes son unos hijos de puta que quieren salir en defensa del árabe y por eso se han puesto de acuerdo para asustarme. Pero vállanse todos a la concha de su madre porque no lo conseguirán, no podrán-...   De repente, Thomás dejó de hablar al ver unas manchas rojas en el pecho de su compañero. Eran unas gotitas que le bañabanla camisa.   -Sangre?   Pero no pudo continuar porque el terror que vio en el rostro de Billy le escarapeló el cuerpo.   Billy observaba algo a su espalda que le había producido un miedo incontrolable y, señalando en esa dirección, echó a correr para el lado contrario.   Thomás pensó que era parte de la broma y que seguramente el árabe estaba detrás de él, buscando asustarlo.   Pujando para expulsar un poco más de orina, Thomás volteó con la intención de mojar a Mauricio, pero al hacerlo un dolor insoportable lo dominó.   No entendía qué había pasado hasta que sintió la abundante sangre caliente que se deslizaba por sus piernas. Solo ahí vio con horror que su miembro viril había sido cortado o arrancado sin que él se diera cuenta.   Cayó hacia adelante, golpeándose la frente contra el suelo e intentando parar la abundante hemorragia que lo debilitaba con rapidez.   Puso ambas manos en el orificio que le había quedado en donde antes había estado el miembro con el cual orinaba.   Sintió que la muerte se le aproximaba y unas gruesas lágrimas empezaron a bañar su rostro.   Qué mierda había pasado?!?!   De pronto, un jadeo y un sonido como de una rama que se quiebra, le hizo voltear la cabeza.   Reconoció a Billy tirado a un lado temblando notoriamente.   Quién, quién les había hecho eso?!?!   Y fue cuando los vio. Un había cogido a José Mariano que se retorcía frenéticamente al ser alzado entre esas 2 manos.   Su cuerpo fue depositado con violencia encima de la tumba de Symonds.   José intentó pararse y escapar, pero por alguna extraña razón su cuerpo parecía no querer moverse, era como si lo estuvieran controlando.   El que lo había cargado se recargó en la tumba mientras que el otro... tenía una forma de perro?...  Saltó y cayó encima del estómago de su víctima.   Luego de unos segundos se escuchó un sonido como de carne siendo arrancada y molida, confundido con los jadeos aterrados de José.   Supo que habían acabado con él y con Billy aunque no se explicaba qué había sucedido con Mauricio.   No pudo pensar más porque en ese momento sintió unas ganas incontrolables de orinar y sin darse cuenta soltó la herida que cubría con ambas manos y un rojizo chorro empezó a salir con fuerza de entre sus piernas. Luego vio que sus asesinos se acercaban, pero no hizo el esfuerzo de escapar.   Ya era demasiado tarde para él.   Cerró los ojos de a poco, escuchando un par de risas aterradoras y al final de estas, una frase por el que tenía forma de humano...   ***   Esperaban el momento adecuado para hacer una aparición. Sus víctimas al ser 4, tendrían que estar atentos, no querían que ninguno se escape.   La oportunidad se les presentó cuando uno de ellos se separó del grupo. Al parecer el plan estaba yendo a la perfección.   Las almas de aquellos antiguos policías sintieron la presencia maligna que desprendía Smile y, trataron inútilmente de alertar a los muchachos.   Al parecer el supuesto líder era solo un llorón miedoso que se disfrazaba de algún valiente. Nada más al escuchar el segundo mensaje se largó a llorar.   -Ahora.   Con pasos cautelosos se acercaron a la segunda tumba, la cual al estar rodeada de abundante vegetación, les sirvió de escudo para opacar la luminosidad del cambio.   -Primero a por el que está más cerca, de ese yo me encargo. Si deseas, puedes ir a por el que se fue.   -Suena bien. Andando.   Ambos salieron de su escondite y se acercaron con tan solo unos cuantos pasos a los 3 restantes.   -Buenas noches niñito... acaso ya quieres ir a casa para dormir?   Jeff extendió su sonrisa al ver la cara llena de terror en el joven. Se agachó, quedando a la altura del menor.   -A-alejate!!! -Intentó correr pero, Jeff ya lo tenía todo calculado. Con su cuchillo atravesó el muslo izquierdo del muchacho y al caer, lo tendió boca arriba de una sola patada.   El grito que lanzó Mauricio llamó la atención de Billy y José, quienes vieron horrorizado al asesino de sudadera blanca.   -Por qué te quieres ir?... No ves que soy hermoso? Muchas se pelearían por estar en tu lugar ahora, niño.   Billy fue quién tomó iniciativa en correr, su dirección fue directo hacía el chico que momentos antes se había ido a hacer sus necesidades. Mientras que José, se quedó tieso, mirando con miedo y una gran cantidad de lágrimas en la cara. Sólo atinó a gritar que lo mataran.   -Valla... ese amigo tuyo si que es un llorón... tú también lo eres?   Mauricio se encontraba arrastrándose hacia una de las esquinas de la cerca. Sollozando a la par que emitía gemidos de dolor, angustia y horror.   Jeff se le fue acercando con pasos lentos pero largos. Arrinconándolo tras unos segundos.   El joven miraba a todos lados, buscando una escapatoria pero... no había ninguna.   -Oye, es de mala educación dejar hablando solo a alguien. Ahora dormirás antes de tiempo, mocoso... hahahaha!

 

Notas finales:

Y poss... una nueva forma de narrar uno de los asesinatos :y

Está bien? Es de su agrado?

Espero que si XD... y si no lo es, me informan :y

Zalgo usó sus poderes e hizo que actualizara en menos de 10 días ¤<¤

Me despido!

G.T.S.G. con musho amorsh WITTPOOLTAS :3


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