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Actitud fría, corazón caliente por WITTPOOLTAS

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Notas del capitulo:

H-hi :'y....

Me-mejor... Les d-dejo leer...

-Oye, es de mala educación dejar hablando solo a alguien. Ahora dormirás antes de tiempo, mocoso... hahahaha!
 
Jeff se levantó y lanzó con fuerza el cuchillo que tenía en su mano. Acertó dándole en la espalda. Una navajas también se sumaron al juego, clavándose en diferentes partes del cuerpo.
 
Mauricio soltó un grito desgarrador al sentir todas esas cuchillas atravesarle la piel.
 
Pasado solo unos cuantos segundos, calló muerto. Teniendo debajo de él un gran charco de sangre.
 
La vista era fantástica según Jeff. Acercándose al ya fallecido, sacó sin ningún toque de suavidad sus pertenencias. 
 
Limpio la sangre que había en sus navajas con la ropa del muchacho, para luego guardarlas. No sin antes hacerle una gran y mal formada sonrisa.
 
Se acomodó la ropa y enfocó la visión con la del joven líder, haciendo que su sonrisa se agrande.
 
***
 
Pasos calculados daba Smile al acercarse al joven que se encontraba orinando.
 
Vio como uno de sus compañeros se acercaba corriendo desesperadamente. De seguro Jeff ya había echo su aparición, la sangre en el polo le decía eso.
 
Fue necesario la interrupción, ya que, aprovechándose, salió de los arbusto dejándose ver por el recién llegado.
 
Funcionó, lo había espantado y ahora estaba colocado detrás del niño, espero paciente a que se girara y cuando lo hizo, corto de un solo tajo el miembro contrario. La velocidad que utilizó evitó que su pata fuera ensuciada.
 
Tras hacer su objetivo, fue corriendo hacia el que segundos antes había espantado. Lo inmovilizó al saltar encima de él y hacerlo caer. El chico jadeo... tal vez utilizó un poco de más en su fuerza.
 
Vio a unos cuantos metros a su compañero, Jeff tenía sujetado al líder del cuello de su polera. Sonrió. Una idea se le cruzó por la mente.
 
Para no dejar escapar al que tenía debajo, utilizó sus poderes demoniacos, metiéndole en una ilusión terrorífica y a la vez dejándole sin la capacidad de moverse.
 
Volvió hasta su compañero caminando tranquilamente.
 
-No lo mates, Jeff. Tengo un plan en la mente para este chico.
 
-Entonces controla a este niño! No deja de dar pataletas.
 
-Su-suéltame!! No... No qu-quiero morir!! -En uno de sus movimientos desesperados, agarró y arrancó un pedazo de la manga de la sudadera de Jeff. 
 
-Smile! Apúrate que ya incluso ha dañado mi ropa!! Maldito mocoso! -Logra darle un puñetazo en la cara, fracturándole la nariz en solo ese golpe.
 
Con una sonrisa burlona, Smile hizo el pedido antes de que la poca paciencia que poseía su amigo se pierda por completo.
 
-Esta es mi idea, Jeff. Coloca al muchacho encima de la tumba.
 
-No entiendo para que pero lo haré... listo, ahora? -Mencionó luego de que prácticamente lo botara con fuerza en el lugar.
 
-Tienes muchas navajas, saca la que ya no tenga mucho filo y quieras deshacerte de ella.
 
-Umm... todas son buenas pero... -Mirando detalladamente a cada una, levantó uno en especial- Su mango es un poco pequeño, además de que el color se está desvaneciendo. Ésta. 
 
-Clávasela en el pecho, a la altura del corazón -Buscó con la mirada aquella tabla hasta encontrarla, fue hasta donde estaba y la trajo.
 
-Y eso? Piensas llevártelo para jugar?
 
-No. La pondré encima de él. 
 
-Harás un ritual? -Seguía sin entender.
 
-No, Jeff. Haremos algo nuevo, una broma. Es para ver si podemos despistar a esos "detectives".
 
-Oh... ohhh!! Ya entendí! Si es así... -De un solo apuñalamiento hundió aquella navaja en el sitio del corazón. Luego, se movió a los lados y movió las extremidades del chico haciendo una figura- Qué te parece?
 
-Bien. No lo había pensado pero esto le da más sentido.
 
-Sip... y, ya nos vamos? O aún no has probado bocado?
 
-Aún no... empecemos con ese de allá, creo que sigue desangrándose.
 
Antes de ir a por el mencionado, Jeff rajó la boca del chico, dejándo su tan característica marca, una sonrisa enorme.
 
-Apuesto a que también lo hiciste en el otro chico.
 
-Acertaste!
 
-Tan típico de ti, Jeff. 
 
-Si, si... Oye, no dijiste que aún seguiría desangrándose? Este ya está casi muerto, incluso está cerrando los ojos... Un momentito! -Se acerca agachado cercionándose de que aquel muchacho estuviera aún consciente- Go to sleep...
 
-... Pues... -Ríe ante la acción que hizo Jeff- que mas da. Ayúdame en quitar pedazos de carne. 
 
-Bien... Brazos, piernas, qué exactamente? 
 
-De él, solo una mano... y también carne parte del pecho. Yo iré a por los otros. No toques a ese de allá, está en trance... es parte de la broma.
 
-Okay...
 
@@@@@@ 
 
Ya teniendo las partes que Smile había desgarrado en una bolsa, la cual varios minutos antes estaban las galletas y la botella, se dispusieron a terminar las mencionadas.
 
Luego de algunos minutos, Jeff tomó el celular de uno de los muchachos muertos. Smile se encargó de eliminar la contraseña.
 
Tras estar buscando un rato en la galería de música (o como lo digan :y) encontró unas canciones de rock. Seleccionó un pequeño grupo y los puso a reproducir en máximo volumen.
 
Escuchando a los pocos minutos ladridos de perros y gritos de los guardias de la entrada.
 
-Genial! Ya están llegando -Comentó muy emocionado Jeff- Vamos Smile, crece para poder montarme y empezar con la persecución.
 
-Calmate, tenemos que esperar a que nos descubran... Ponte tu capucha, es muy pronto para que te identifiquen -Poco a poco Smile fue creciendo, llegando a medir de alto 1.35 metros aproximadamente.
 
-Quién está ahí?! Salga con las manos en la cabeza, o abriremos fuego! -Se escuchó gritar una voz a la distancia.
 
-No han tardado... dejémos que vean este bello espectáculo. De seguro les impactará hahahaha!!
 
Solo bastó esperar un corto lapso de tiempo para que un conjunto de guardias hicieran su aparición en la escena.
 
Los perros que poseían, ladraban sin control pero, una vez localizaron a ambos creepypastas, se callaron de golpe mientras trataban de ocultarse teniendo las orejas y colas gachas.
 
Smile dio un gran aullido, alertando a los guardias de seguridad de sobremanera.
 
-Q-quietos! No se muevan!! -ordenó con voz grave el que parecía estar a cargo del conjunto, pero no pudo disimular el leve tartamudeo al principio.
 
-Muy buenas noches, señores guardias... -Jeff mantenía la cabeza gacha, manteniéndose de frente a los mencionados. Smile estaba detrás, casi oculto.
 
-Levanta la mirada al igual que las manos. Luego da unos pasos hacia nosotros! -Volvió a decir el guardia, esta vez más seguro de si mismo.
 
-Valla, valla, valla... alguien quiere ser el héroe en estos momentos. Lo lamento vejetes pero, no estamos para seguir aguantando aburridos. Nos vamos!
 
Jeff de un salto cae en el lomo de Smile, este al estar ya preparado, comienza a correr no tan rápido, para que sus perseguidores no lo pierdan.
 
-Se escapan!! Llamen a la policía! 
 
-Suelten a los perros!
 
A pesar de los gritos que lanzaban los guardias, sus perros se negaban rotundamente a hacerles caso. 
 
Viendo esto, ellos tuvieron que comenzar a correr tras el asesino que iba acompañado de un animal aún no identificado.
 
Mientras un conjunto iba a por ellos, un par de guardias comenzaban a hacer las respectivas llamadas mientras se acercaban curiosos a los cuerpos tirados.
 
-Aquí la central, cual es la emergencia?
 
-Señor, necesitamos un par de patrullas para el cementerio Ángeles de Guerra. Soy uno de los guardias y estamos en una persecución de un asesino, repito, estamos en una persecución de un asesino!
 
-Entendido, cuatro patrullas irán en camino, estarán en la entrada principal y trasera.
 
La llamada quedó en espera. El primer guardia en ver los cuerpos no pudo aguantar las ganas de vomitar al ver tal grotesca imagen.
 
-Qu-qué mierda es esto?! -logró articular su acompañante.
 
A penas se recuperó, se limpió lo mejor que pudo y trató de encararlo. Lográndolo con esfuerzo.
 
-Qué es lo que sucede? -Se escuchó nuevamente una voz proveniente del teléfono.
 
-Ne-necesitamos a los de criminalistas y... y peritos para que examinen u-unos cuerpos...
 
-Cuerpos? Cual es la cantidad?
 
-Son... cuatro muchachos adolecentes al parecer -Respondió contando rápidamente con la mirada.
 
-Puedes describir uno de ellos?
 
-Emm... si... -Acercándose de manera lenta al primer cuerpo.
 
Su compañero se mantenía distante, viendo casi petrificado la escena.
 
-Ti-tiene múltiples apuñaladas y cortes en el cuerpo... está un poco golpeado y además...
 
-Además qué?!
 
-Posee una gran cortada en las mejillas... formando una sonrisa mal hecha y enorme... También le hace falta algunos dedos de las manos y carne del muslo derecho...
 
-... Es el del caso
 
-Disculpe señor?
 
-No dejen escapar a ese maniático!! Él es el culpable de estas últimas muertes!
 
-Sí señor!
 
Finalizó la llamada. Ambos guardias se miraron por unos segundos antes de comenzar a correr a la entrada. Tal vez para cooperar con la captura, o tal vez para evitar quedar igual que los jóvenes porque aún no sabían si el asesino estaba cerca de ellos a pesar de que lo están persiguiendo.
 
_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_
 
El general Chacaliasa se encontraba junto a su hija, Vania, en la casa de esta misma y su madre.
 
Habían llegado hace tan solo media hora, pero aún no se recuperaban del encuentro con esos dos.
 
-Mejor colocaré un par de cámaras en puntos cables de la casa y el patio.
 
-Pero para eso necesitas el permiso de mi madre, pa.
 
-Lo sé. Y conociéndola, no querra nada de eso.
 
-Solo si no se lo dices...
 
-Ese es otro problema. Si yo le comento el por qué, de seguro me anulará las visitas por haberte puesto en peligro.
 
-Pero no fue tu culpa padre, era tu deber.
 
-No hija. Si es mi culpa, no quiero volver a repetirlo por favor.
 
-Bien... pero, entonces que podemos hacer?
 
-Estoy escaso de ideas en estos momentos.
 
-... Y si me mudo contigo? Tu hogar queda más cerca que mi universidad.
 
-Podría decirle, pero no estoy seguro si aceptará.
 
-Yo hablaré en ese caso. Ya es tiempo de que viva contigo, he pasado casi toda mi infancia con ella.
 
-Bien. Enton-...
 
Una llamada a su celular lo detuvo, contestó sin demorar, recibiendo a su teniente Jerson.
 
-General, ha vuelto a aparecer... esta vez fueron cuatro.
 
-Qué?! -lanzó un grito de tonalidad baja- En donde a sido esta vez? 
 
-En el cementerio Ángeles de Guerra; sector once.
 
-Es cerca del primer asesinato... 
 
-Señor, los guardias del lugar se encuentran en la persecución del asesino. Fue visto en el final del acto y ahora están tras de él.
 
"Él... está confirmado, es un él" -Pensó.
 
-Iré en camino, comunicale al general Bustamante, él debe estar enterado también.
 
-... Si, señor.
 
Iba a preguntar por el tono de voz que había utilizado su teniente pero este le había colgado la llamada. Miró algo extrañado su celular.
 
-Te irás padre?
 
-Si... acaban de reportar cuatros asesinatos en el cementerio policial y además, están en una persecución del supuesto asesino. Esto es importante, Vania.
 
-Puedo ir contigo? No quiero quedarme sola... mi madre tardará mucho en venir...
 
-Igualmente no te iba a dejar sola. Andando.
 
Ambos salen del hogar y toman rumbo hacia el departamento policial en la moto de Leopondo.
 
@@@@@@
 
-Señor! Su patrulla ya está lista y... Disculpe, quién es ella? -Fijó su mirada en la joven que estaba detrás del mayor. Era muy atractiva a pesar de la edad.
 
-Es mi hija. Irá conmigo.
 
-Pero... -Detuvo su hablar cuando notó la mirada penetrante en su General- Si, señor.
 
-El general Bustamante ya se encuentra de camino?
 
-... Si, tuvo un inconveniente pero ya está yendo al cementerio...
 
-Sucede algo con él? 
 
-No, señor. Nada -Exclamó esquivando la mirada de rencor.
 
-... Luego hablaré contigo. 
 
Sin esperar una contestación, partió nuevamente en otra dirección, el estacinamiento. 
 
Una vez ya estando dentro del vehículo, no tardó en encenderlo y ponerlo en marcha. El silencio parecía gobernar allí.
 
_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_
 
Tras haber dicho aquella declaración, el teniente Martínez no pudo evitar abrir los ojos al igual que la boca.
 
-... Se que esto fue muy repentino y tal vez estoy siendo muy atrevido a decírtelo pero-...
 
Fue silenciado por un beso tímido y tierno por parte del menor.
 
Nuevamente atrajo el cuerpo de Ángel, intentando profundizar el choque de labios.
 
Pero como siempre, la falta de aire terminó por romper aquel contacto un tanto íntimo.
 
-S-señor, yo... siento l-lo mismo que... usted -ocultó su rostro sonrojado por completo en uno de los lados del cuello del mayor.
 
Una sonrisa de satisfacción se posó en el mencionado. Sentía su corazón latir desesperadamente tras escuchar esas palabras.
 
Con una de sus manos, Luis levantó el rostro del menor. Este aún seguía sonrojado y trató de evitar el contacto visual.
 
-... Me encanta cuando te sonrojas, más aún sabiendo ahora que es por mi.
 
Bastó la nueva declaración para hacer que su rostro tome un color más vivo.
 
-Se-señor... creo que... de-deberíamos separarnos, esta-mos en su hogar y n-no creo q-que...
 
-Interrumpo algo, padre? -Comentó en voz alta Brigith. Teniendo una mirada seria.
 
Ambos oficiales se tensaron en segundos. Martínez rápidamente se levantó de las piernas del mayor, tropezando pero evitando caerse.
 
-Hija... te lo puedo explicar...
 
-No hace falta, padre... los escuché hablar.
 
El silencio comenzó a gobernar en la sala. De pronto, una risa se escucho por parte de la joven, transformándose en una carcajada luego.
 
-B-brigith? -habló por fin Martínez, manteniendo un leve tartamudeo.
 
-... Ay, debieron haber visto sus caras! -soltó una risa más suave esta vez.
 
-No estás molesta o algo por el estilo, hija?
 
-Claro que no papá!. Yo ya me preguntaba cuando Martínez se te iba a declarar o, cuando tú te ibas a dar cuenta. 
 
-S-sabías de esto? -Comentó menos tenso esta vez, sin dejar de lado el nerviosismo.
 
-Un poco... pero bueno! Mejor vuelvo con la pequeña para dejarles solos -Lanzó una mirada pícara, la cual fue notada por ambos. Luego simplemente se escabulló y desaparició de la vista.
 
-Eso... fue extraño.
 
-Así es ella. Al parecer está de acuerdo con lo nuestro, pequeño -Se levantó con lentitud y atrapó en un abrazo al menor. Este se tenso.
 
-S-si... un momento, lo n-nuestro?
 
-Por supuesto. Aunque creo y debería ser un poco más formal...
 
-Disculpe? -Intrigado preguntó.
 
El general Luis se colocó de rodillas y sujeto ambas manos contrarias con suavidad.
 
-Ángel Martínez, me gustas. Me dejarías ser tu pareja de vida hasta la muerte? Yo, Luis Bustamante, prometo quererte y protegerte de todos y todo aquel que intente dañarte y alejarte de mi.
 
-Señor... yo... claro que lo acepto, no hacia falta tener que arrodillarse ante mi. Esto se parece mucho a una boda si me doy cuenta.
 
-Lo sé -Terminó por levantarse- Estoy ensayando para ese día...
 
Y nuevamente Ángel se sonrojó violentamente.
 
-D-deberíamos terminar la investigación, señor.
 
-Bien...
 
Antes de poder sentarse, el celular del mayor comenzó a sonar. Miró la pantalla y en ella aparecía el nombre del teniente Jerson.
 
-Esto es raro... Él nunca me llama a menos que Leo le ordene...
 
Martínez vio el nombre y una corriente de nervios se desplazó en él.
 
-Si, teniente Rupire?
 
-Señor... *suspiro*, el general Chacaliasa le manda llamar a usted a por el caso. Se acaba de reportar hace tan solo unos minutos cuatro asesinatos en el cementerio Ángeles de Guerra. Los guardias del lugar se encuentran ahora en una persecución del asesino.
 
-... Iré en camino, directo hacia allá.
 
-Entendido señor.
 
Y colgó, Luis ya se lo esperaba. Era un clásico cuando Rupire se encontraba molesto por algo.
 
-Martínez, como la segunda sorpresa del día, tengo que decirte que ahora eres parte de la investigación del general Chacaliasa.
 
-Wou... en serio señor? Muchas gracias por la oportunidad -Sin pensarlo 2 veces, se lanzó en un abrazo al mayor, el cual le correspondió con gusto.
 
Nuevamente fueron interrumpidos por una llamada telefónica, esta vez era el celular del teniente. 
 
Con un poco de nerviosismo se tuvo que separar y contestar, sin fijarse en el número o nombre.
 
-Diga?
 
-Hola pequeño~ 
 
-Jerson? -Preguntó extrañado. El mayor cambió por unos segundos su expresión, susurrándole luego un: Ponlo en altavoz. 
 
-El único, me extrañaste? 
 
-Qué es lo quieres? 
 
-Una cita, te lo he pedido muchas veces pero siempre me rechazas.
 
-No estoy para tus juegos, hay alguna emergencia en la central? -Recordando la llamada del mayor.
 
-Si, la hay. Como parte del caso tienes que ir también. Dónde te encuentras para ir a recogerte? -Preguntó en voz maliciosa y lujuriosa.
 
-Estoy acompañado, gracias -Respondió de manera seca.
 
-Oh, vamos!. Si aceptas, te invito a cenar luego. Qué dices?
 
El general sin previo aviso tomó el celular con delicadeza y contestó usando su vos grave.
 
-Teniente Rupire, yo me encuentro acompañando a Martínez. No hace falta insistir más.
 
-General Bustamante?!
 
-Exactamente. Ahora debo cortar la llamada, comenzaré a manejar -Mintió.
 
No esperó y cortó. Entregó con una sonrisa el aparato y se giró para llamar a su hija.
 
-Brigith, puedes venir un momento, por favor?
 
En cuestión de segundos apareció la mencionada con Diana en brazos.
 
-Sí, pa?
 
-Martínez y yo saldremos, nos acaban de llamar del caso. Necesito que cuides a la pequeña mientras nosotros no estemos, puedes hacerlo?
 
-Por supuesto! No tengo ningún problema.
 
-Bien. Vámonos entonces, Martínez.
 
-Si. Luego volvemos, cuidala bien, por favor.
 
-Está bien! -Comentó con alegría.
 
Ambos salieron rápidamente del hogar y se subieron al vehículo sin perder tiempo. Encendió y arrancó de golpe.
 
-Qué es lo que exactamente sucede, señor?
 
-Es el asesino, ha aparecido y lo están persiguiendo justo ahora. El lugar no es otro más que el cementerio Ángeles de Guerra. Acompañado de cuatro asesinatos esta vez.
 
-Eso es... algo sorprendente.
 
-En qué sentido lo dices?
 
-Señor, este asesino acaba de saciar su sed de sangre en cuatro víctimas, una buena cantidad considerando que él trabaja solo. 
 
-Tienes razón en eso, pequeño. Me sorprende y alegra a la vez saber tu alta capacidad de deducción. Sin duda, eres un buen detective.
 
El menor no hizo otra cosa más que desviar la mirada. Sus mejillas tornaron nuevamente un color más rojizo. 
 
Acaso era el día en que su General tenía como objetivo sonrojarlo? Si era así, ya estaba cumpliendo su deber y con creces.
 
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Había pasado un aproximado de 4 horas desde el almuerzo. Los pocos integrantes que se encontraban en la mansión, nuevamente se instalaron en sus habitaciones respectivas tras llenar sus estómagos.
 
Los únicos que se encontraban en la sala, junto a la chimenea, eran Hoodie y Masky. Quienes se mantenían recostados en los sillones, teniendo un silencio cómodo.
 
El sonido de la puerta abriéndose hizo que ambos se giraran a ver.
 
-Ummh... Hola Jack. Cómo te ha ido?
 
-Lo normal, Masky... díganme, hay algo de riñones para comer?
 
-Si, está en la parte baja del refrigerador.
 
-Bien... una pregunta más, el señor se encuentra?
 
-No... Ha salido en la mañana y aún no regresa. 
 
-Extraño... bueno, me voy.
 
Una vez Eyeless había desaparecido del radar de ambos rangos de visión, Masky se levantó y terminó sentándose justo al lado de Hoodie, quién se mantuvo callado todo el momento.
 
-Aún no le tienes confianza, cierto?
 
No obtuvo respuesta, simplemente le dedico una mirada indescriptible por la pasamontañas.
 
Masky se movió un poco incómodo pero terminó por apoyar una de sus manos en el hombro de Hoodie.
 
-Tal vez deberías conversar y arreglar asuntos del pasado con él. Después de todo, no te hizo nada.
 
-Lo sé... aunque estuvo a punto, Masky. No puedo simplemente hablarle después de lo que me hizo pasar...
 
-... Mejor cambiemos de tema, aunque no pueda ver tu rostro, me preocupas y no quiero que estés en ese estado de ánimo solo por algo pasado.
 
-Yo... No sé cómo es que aún no puedo decirte la verdad, sabiendo que confías tanto en mi...
 
-Dijiste algo? No pude escucharte bien, y eso que estamos cerca..
 
-No, nada... salimos ahora? Quiero respirar aire fresco y de paso conversar.
 
-Okay, no tengo problema.
 
Con un poco de entusiasmo, se levantan casi de golpe. Luego tomaron rumbo hacia la puerta.
 
-Sabes... te quiero mostrar un lugar que descubrí hace poco.
 
-Eh?! Y yo dónde estaba? Cómo es posible que no lo haya sabido antes? 
 
-Bueno... Lo descubrí en mi día de descanso. Estaba solo, por ese motivo ni tú ni Toby conocen.
 
-Bien, pensé que estaba excluido en saber.
 
-Sabes que nunca haría eso. Es más, tú eres el primero en enterarte de todo lo mío. 
 
-Debería sentirme agradecido, no? 
 
Ambos se ríen. Hoodie abre la puerta y sale, seguido de Masky, quien se encargó de cerrarla.
 
-Esta estación es la preferida de los dos. El aire frío, el cielo nublado y la nieve...
 
-Tienes razón... Oye Hoodie, confías en mi?
 
-Tanto como tú en mi -Gira la mirada hasta su compañero, sin dejar de caminar.
 
-Si es así... entonces porque no te dignas a revelarme tu rostro? Incluso Toby te ha visto.
 
-No es tan fácil para mi...
 
-Oh vamos. Después de todo este tiempo juntos pensé que de verdad confiabas en mi -Disminuye la velocidad de sus pasos y mantiene la mirada baja- Pero... entiendo, ya no te lo voy a pedir de nuevo. Disculpa si te soy una molestia con eso.
 
Silencio. No hubo más conversaciones hasta incluso después de haber pasado la entrada en la cueva.
 
De un momento a otro, el mayor sujeta firmemente el brazo de Masky, quien aún sorprendido se deja guiar sin protestar.
 
Conforme más caminaban, Hoodie dejó caer su agarre hasta sujetar esta vez la mano contraria. 
 
Un simple apretón que luego se volvió un entrelazado de dedos.
 
Ninguno expresó nada, pero por dentro, se encontraban ansiosos, nerviosos, algo alterados y con una muy pequeña parte llamada alegría.
 
-A dónde vamos?
 
-Ya te lo dije. Te voy a mostrar el lugar... ten cuidado con las ramas altas.
 
-Ramas alt-?... -Fue silenciado por una de estas, dándole directo en la máscara- Ah... esas ramas...
 
-Ya vamos a llegar...
 
Y así pasó varios minutos. Caminando de allá para acá. 
 
Hoodie se detuvo ante un gran conjunto de arbustos. Sin soltar la mano de Masky.
 
-Es aquí? Detrás de esos arbustos?
 
-Exacto... vamos.
 
Con un poco de esfuerzo logran pasar ambos a la vez. Tuvieron unos cuantos arañazos en sus ropas y, un par de hojas sueltas en sus cabelleras alborotadas.
 
Una vez se soltaron para limpiarse, levantaron la mirada encontrando un lago de tamaño promedio, rodeado de una fina capa de césped limpia manteniendo flores de diversos colores para adornar el paisaje.
 
-Esto es sorprendente... cómo así lo descubriste, Hoodie? 
 
-Verás...
 
Flash Back:
 
Tras haber salido de la ciudad, y no tener trabajo alguno, decidió dar una vuelta por el bosque. De paso se fijaba si las notas seguían en su lugar.
 
Las horas pasaban rápidas. Tan concentrado se encontraba mirando los árboles del alrededor que no se fijó en las pequeñas raíces sobresalientes de la tierra.
 
Se cayó inevitablemente, golpeándose el rostro de una manera tan vergonzosa.
 
Tardó unos segundos en levantarse y sacudirse. Miró en todas direcciones, buscando algún indicio de personas o compañeros suyos.
 
El aire retenido en sus pulmones salió una vez confirmó lo contrario.
 
Dio unos cuantos pasos, detuviendose cuando sintió algo caliente saliendo de sus fosas nasales.
 
Buscó unos arbustos para poder esconderse mientras se sacaba el pasamontañas. Podría verlo algún campista curioso, era lo que menos quería.
 
Tras ver un buen escondite, rápidamente se adentró en el. Se deshizo del pasamontañas y levantó la mirada.
 
Por unos instantes pensó que era una ilusión a causa del golpe. Al tocar el lago supo que era todo real.
 
Detuvo el sangrado lavándose el rostro y terminó recostándose bajo la sombra de un árbol.
 
Fin del Flash Back.
 
-Ese fue un mal día. Me hubiera gustado verte caer en ese instante.
 
-Si claro... Y? Qué opinas?
 
-Es hermoso. Emite un ambiente muy relajante y tranquilo. Simplemente me encanta.
 
-Que bueno. Quieres ver un poco el alrededor?
 
-Si. Bueno, es que no tenemos nada más que hacer -Extendió los brazos, revelando lo obvio.
 
-Qué estamos esperando entonces? Nuestras piernas no se moverán solas -Rio Hoodie por su propio comentario.
 
-Disculpe, señor inteligente.
 
-No pasa nada joven, pero déjeme decirle que yo aún no soy señor, no me encuentro casado.
 
-Disculpe nuevamente.
 
Ambos sueltan risas. Después de calmarse un poco, deciden realizar su propuesta.
 
@@@@@@
 
-Recostémonos un momento. Siento la necesidad de disfrutar el paisaje -Masky fue el primero en hablar tras luego de haber estado caminando por todo el lugar.
 
-Valla coincidencia... yo siento lo mismo -Manteniendo su mirar en el joven castaño.
 
Tim al darse cuenta, sonríe nerviosamente mientras se recuesta en el borde del prado, con el lago a sus pies y la mirada en el cielo casi nocturno, manteniendo su máscara.
 
-No te es incómodo?
 
-El qué? -Cierra los ojos, escuchando atentamente el sonido de los grillos y el leve movimiento del agua.
 
-Descansar con la máscara puesta.
 
-Me pregunto lo mismo... -Susurró pero no lo suficientemente bajo como para que Hoodie lo escuchara- Solo un poco, un ligero estorbo.
 
Pronto sintió como su máscara era removida con delicadeza. Abrió los ojos y miró al causante del acto.
 
-No quería que tu rostro se marcara por la presión -Respondió algo burlón.
 
-Nunca me ha sucedido eso. Gracias de todas formas, creo.
 
-... Ahora que te vuelvo a ver de cerca... me doy cuenta que el color de tus pupilas son de un color celeste oscuro... me gusta...
 
Tim giró rápidamente la mirada, porque su compañero le decía eso de la nada?
 
-Y por supuesto, me di cuenta también de que yo tengo la piel más clara que tú. 
 
Cambió el tema, quizá queriendo ocultar o dejar atrás lo antes mencionado. Cooperó.
 
-Ah si? Cómo estás seguro?
 
Hoodie levantó sus brazos y se deshizo de un guante, seguido de remangar el brazo izquierdo contrario de su sudadera.
 
-Esto es prueba suficiente?
 
-Ummh... un poco. Bueno, si.
 
-Je... Descansamos un rato? Me han entrado unas ganas de tomar una siesta.
 
-Curioso, te iba a proponer lo mismo.
 
Pasados los minutos, ambos se quedaron dormidos. Y entre medio de sueños, terminaron abrazados.
 
Hoodie, estando en la izquierda y de costado, usando uno de sus brazos como almohada, mientras que la otra se encargaba de abrazar al menor por su cintura. 
 
Por el contrario, Masky estaba a la derecha, girando su cuerpo hacia Hoodie, escondido en el pecho del azabache, rodeándolo con su brazo izquierdo al igual que su pierna, envolviéndola sobre las contrarias.
 
@@@@@@
 
Una hora después, despertó el castaño, quien al darse cuenta de las posiciones abrió de forma exagerada los ojos.
 
No se alejó, al contrario, se mantuvo quieto, apreciando el calor que el mayor le daba.
 
Se perdió en sus pensamientos por unos instantes.
 
Realmente siento algo por Hoodie? Él también siente lo mismo o solo es mi mente? Debería comenzar a mandar indirectas o esperar a que el otro se diera cuenta? Lo dudo, casi nunca dejo que mi lado más sentimental salga a flote y eso hace prácticamente imposible lo antes dicho.
 
Sin embargo, antes de seguir formulando preguntas o teorías, una voz lo trajo de vuelta a la realidad.
 
-En qué piensas tanto, Tim?
 
-Nada importante... Cosas sin sentido.
 
-En ese caso debo de suponer que no pensabas en mi -Soltó una risa de burla.
 
-Claro que no!, o si, tal vez, quizá(?... ya me acabas de confundir.
 
-Perdón, Tim. Es casi irresistible molestarte cuando Toby no se encuentra para hacerlo.
 
-Lo que tu digas... me puedes soltar? Esto ya se está poniendo incómodo, Hoodie.
 
-Solo si tu te dignas a soltarme primero, aprietas mucho cuando duermes, sabes?
 
Acto seguido, el rostro del castaño se encendió. Soltó rápido el cuerpo contrario y se sentó.
 
-No hacia falta que me empujaras.
 
-No debiste decirlo entonces...
 
-Cambiemos de tema... No quieres ir a nadar un rato? 
 
-Pero si no hemos traído ropa de baño, genio.
 
-Ah si? Para qué crees que subí a la habitación minutos antes de echarnos en los sillones?
 
-Ya habías planeado todo esto, no es así?
 
-Acertaste.
 
El mayor sacó una bolsa negra, la cual tiró a un lado y comenzó a desvestirse por la parte superior.
 
Masky lo miraba casi sin pestañear. No estaba bromeando con lo de nadar? Se preguntaba.
 
-Por qué me ves tanto? Se que estoy bueno pero no para tanto, Tim.
 
-Solo no pensé que lo decías de verdad...
 
-Ya, no importa, empieza a sacarte la ropa, no pienso meterme solo en el lago.
 
-Okay, okay.
 
No duró mucho para que Hoodie terminara en solo boxers. Unos de color negro y algo apretados.
 
Masky tragó duro, tan ejercitado estaba su compañero? Cómo no lo vio antes? Ver el abdomen, brazos y piernas marcadas le hizo ruborizarse. Con las justas él tenía un poco de musculatura marcada y Hoodie ya parecia uno de esos dioses griegos.
 
Aprovechó el sacarse el jean para apartar la mirada. Una vez quedado igual que el otro, caminó hasta el lago, deteniéndose frente a este.
 
No estuvo preparado para lo siguiente. Hoodie lo había empujado, cayendo inevitablemente al lago formando un gran chapuzón.
 
Seguido fue el causante, quien saltó y una vez dentro nadó hasta el centro. Masky, lo siguió, intentando detenerlo para luego hundirlo, en modo de venganza.
 
-Ya, ya! Que no me dejas respirar!!
 
-No te quejes que tú me hiciste tragar agua! -Empujó en dirección hacia abajo uno de los brazos de Hoodie.
 
-Tardabas en lanzarte! No te iba a dar todo el tiempo del mundo!! -Se zafó 
 
-Estaba pensando!!
 
-... Por qué seguimos gritando? -Preguntó cuando sujetó ambos brazos del menor.
 
-Tremendos retrasados que somos...
 
Notas finales:

Perdonen mijos ;^;

Les dije el Miércoles 1 y estoy actualizando el Viernes 3... gomen :'y

Les he venido también a dejar unas preguntas, si quieren responden o si no, no.

-Qué creen que haya pasado entre Hoodie y Eyeless Jack? 

-Qué pareja (Ya avanzada) quisieran que salga más? 

*Martínez y Bustamante 

*Masky y Hoodie

*Ben y Eyeless.

-Este es un aviso: Haré los capítulos más cortos... así podré actualizar sin demora. Serán de (3500/4000 palabras)

 

Bye... los veo (? La prox. semana :'"y


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