Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Buttontale. La historia de las almas por Lubay Nue

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Como a las canciones, traigan pañuelos, este es el capítulo más triste de este arco y el ultimo del mismo arco…

 

Advertencia: +18

 

¡A leer!

-¿C-Como?-  pregunto titubeante el más bajo luego de haber escuchado semejante propuesta; sin dejar de observar el regalo en sus manos y finalmente posándose su mirada asustada en la mirada de botón de Papyrus, notando como el otro Gaster se acercaba a él, colocando una mano en su hombro y estrechándolo de costado, ambos “más altos” veían con gentileza a Sans, esperando por una respuesta mas allá de aquella confusa e inocente pregunta

 

-tu padre no podrá entrar mientras la llave se encuentre en este lugar y en todo caso, el único modo de entrar o salir es por medio de la puerta-  menciona el otro Papyrus como si comentara algo ligeramente preocupante, Sans se ha levantado de su lugar alertado de tan solo imaginar a su padre de nuevo en este lugar

 

-¡No quiero que este aquí!-  grito, Papyrus lo vio y con mucho cuidado, lo devolvió a su asiento, ahora, Sans veía a Papyrus con un rostro apenado y suplicante

-tampoco quiero volver a ese terrible lugar… incluso aquí pareciera que mi enfermedad no existe-  susurra lo último, bajando la mirada que es suave y gentilmente subida por los dedos esqueléticos del mayor, ahora que Sans lo notaba mejor, el otro Papyrus ya no tenía los guantes rojos que su hermano siempre portaba, sus huesudas manos desnudas lo tocaban directamente dándole una especie de corriente eléctrica que se sentía extraña en su ser

 

-Sans… tu padre no volverá a hacerte daño-  susurra el otro Papyrus, acercándose peligrosamente a su rostro para que ambos alientos choquen entre sí creando un aroma dulce que comienza a enloquecer discretamente al otro Papyrus

-pero… si aceptas colocarte los botones… serás tu quien se quedará aquí para siempre hermano e incluso tu padre Gaster no podrá sacarte de aquí… jamás-  susurra como a una muy discreta maldición que el más bajo no ha notado, tomando de nuevo la caja y entregándosela en manos al esqueleto más bajo sin apartar en ningún momento el contacto visual o alejar ambos rostros. Sans tiene poco espacio para poder observar la caja junto a la aguja y sus demás detalles

-solo deseo lo mejor para ti hermano-  susurra una última vez, sentándose esta vez, sorpresivamente mas cercas, ni siquiera hay distancia de mesa entre ellos, prácticamente, el otro Papyrus está sentado al lado de Sans sin nada que detenga que las rodillas de ambos rosen indiscretamente para terror tanto del otro padre como de Flowey

 

*¿Es que no le molesta?*  se pregunta confundida la flor al observar el continuo rosar de los huesos del otro Papyrus con los de Sans y aun así, parecer que el más bajo de los presentes ni siquiera se inmuta

*no… más bien… parece ser que no lo nota*  se dice confuso, observando el rostro preocupado y pensante de Sans

*debería de ser capaz de decir “no” ¿Cierto?*  se pregunta el mismo, observando a Sans y al otro padre que parece no dejar de observarlo con preocupación latente…

 

-¿Necesitas tiempo para pensarlo hermano?-  pregunta con voz preocupada el otro Papyrus, pasando su mano por el hombro del contrario, Sans lo mira fijamente, como si pensara realmente profundo las cosas, entregando después de un prologando silencio una hermosa y verdadera sonrisa llena de cariño y afecto

 

-está bien Papyrus… me quedaré aquí contigo-  susurra comenzando a temblar, todos miran asustados la escena, el otro padre no tiene opción más que fingir que festeja, salta de su lugar y se alegra por lo que sucede, con señas discretas le hace entender a Flowey que escape pronto

 

-¡woow! No te apures hijo, esta tan afilada que no sentirás nada-  le felicita su padre, Sans parece asustado de su decisión pero los brazos del otro Papyrus lo aferran, el miedo parece desaparecer de su ser y cierra sus ojos enterrando su rostro en este…

 

-¿Te parece si comenzamos ya? Así podremos hacer una gigantesca fiesta de bienvenida oficial-  susurra el otro Papyrus, cargando con el cuerpo de Sans y marchando a otra dirección

 

--------------

 

-¡no! ¡Sans no pudo haber hecho algo así!-  grito Gaster poniéndose de pie y volviendo la mirada a la puerta, Flowey muestra un rostro apenado, no tiene el valor para alzar la vista aunque puede observa como al suelo caen las lagrimas fluidas del monstruo real…

 

-lo lamento doctor… su hijo dejo que le cosieran los botones en los ojos… intente evitarlo pero no lo logre a tiempo-  susurra suavemente la flor, Gaster se ha quedado callado, las lagrimas lo ahogan y cae arrodillado al suelo, su frente golpea contra el suelo de madera y sus manos se aferran con forma de puños fuertemente al suelo…

 

Flowey no puede hacer nada más que observar el dolor del monstro que tiene frente suyo, volteando alternadamente a la puerta y el lugar donde ha abandonado al joven esqueleto que ahora, ha quedado completamente ciego

 

Y atrapado bajo su propia voluntad*

 

--------------

 

Con el dolor en sus ahora inexistentes ojos, Sans es fuertemente apresado por su otro hermano Papyrus, se aferra con dolor, llorando lágrimas de sangre y casi perdiendo todo lo que le rodea por el agudo dolor que no para de sentir. Llevaba rato inconsciente aun después de que le hubieran cosido los botones y en cuanto despertó, el agudo dolor le embriaga junto a la ceguera ahora permanente, una vez más, en alguna parte recóndita de su mente que no se encuentra ahogada en el dolor de sus cuencas ahora vacías, se pregunta cómo es que su otro padre Gaster y su otro hermano Papyrus pueden ver con los botones… ¿Acaso seria practica? ¿Alguna habilidad especial que él no posee? ¿O simplemente con el tiempo iría aprendiendo?

 

-d-duele paps-  gime bajito entre sus hipidos de dolor, el otro Papyrus sonríe enternecido de ver como se aferra a él como el cachorro asustado y desprotegido que ahora es, su sonrisa no puede ser más ancha mientras lo observa gustoso, relamiendo sus dientes con una lengua de magia naranja, no para de observar a quien tiene entre sus brazos

 

-shhhh shhh shhhh, no te preocupes hermano… ya verás que el dolor pasará pronto… solo debes acostumbrarte-  susurra acariciando su nuca y alejando un poco su rostro para verlo directo a esos botones negros ahora recubiertos en lagrimas carmesí, relame de nuevo su boca ya deseando poder saborear a su presa aunque una sonrisa suave y ligeramente tímida de parte de Sans le hace detener sus acciones

 

-ahora estaremos juntos… ¿Cierto hermano?-  pregunta para sorpresa del otro Papyrus quien solo observa como Sans se aferra con miedo a sus ropas, su rostro lucha por mantener una sonrisa pero todo su cuerpo lo traiciona temblando repetidamente cada vez con más miedo

-¿Verdad que ya nada nos va a separar?-  pregunta una última vez, siendo acallado con un “clanck” sorpresivo que lo deja en shock

 

-si… nadie nos separará jamás hermano-  escucha la promesa del otro Papyrus y Sans, por primera vez tiene la sensación de que tal vez ha hecho algo estúpido

 

Su cuerpo es recostado en la cama, como hubo mucho movimiento cuando se despertó con el dolor de ojos, no está seguro si está en su habitación o si esta en otro lugar, ahora que posee botones por ojos está completamente ciego, no sabe en donde esta o como andar por su cuenta… y aun así, lo que gira en estos momentos en su cabeza es el recién Clanck que se dieron entre dientes a forma figurativa de un beso prohibido entre bocas, la sensación de las palabras del otro Papyrus que parecen ser por una vez, no una promesa, sino una maldición a si mismo…

 

Traga asustado cuando siente como es recostado en una cama que no sabe reconocer si es la suya propia; susurra asustado el nombre de su otro hermano mientras sus manos inconscientes y tímidas se endurecen cerca de su pecho a forma de un inocente escudo; escucha la gentil y tal vez oscura risa de su otro hermano al tiempo que siente las manos esqueléticas comenzar a perder la calidez de la vida y la magia que le había sentido desde siempre… su cuerpo se tensa y se vuelve mas sensible al tacto al notar cómo el contrario le comienza a acariciar por encima de la ropa

 

-¿p-Paps?-  pregunta asustado, intentando tomar las manos que le acarician, encontrando que, al tacto con estas, han dejado ya de parecer manos normales de un esqueleto para volverse más, mucho más delgadas, frías y metálicas, se asusta al comenzar a escuchar el rechinar de metales pequeños y delgados chocando, tiene miedo y antes de poder negar asustado sus manos son apresadas arriba de su cabeza. Ahora puede sentir que las manos huesudas de su hermano ya ni siquiera están cubiertas por los guantes rojos de este, sino que están al tacto y que ya ni siquiera son huesos lo que lo sujetan sino metales fríos y delgados

 

Esta asustado, al no poder ver nada, no sabe a qué se enfrenta y ahora le es imposible ocupar su magia, ya que ella salía no solo de su alma, sino de sus propios ojos, su ultimo ojo izquierdo era el único actualmente que tenia la fuerza para brillar y crear la magia… ahora, está indefenso y acorralado en las garras del otro Papyrus

 

-n-no… no quiero… d-detente Paps… ¡Papyrus!-  grita cada vez mas y mas asustado, cuando siente que las manos gélidas del contrario lo han amarrado en sus muñecas por arriba de su cabeza con algo que le impide moverlas o pasarlas a su pecho, el sentir su camisa blanca ser subida de un modo lento le hace tener escalofríos; un tacto frio parece calar en su alma mientras sus huesos parecen volverse más sensibles al tacto ahora que ya no puede ver

-¡Alto! ¡No!-  comienza a gritar cada vez subiendo el tono de su voz y con él, incrementando el terror en su voz. El otro Papyrus sonríe enternecido, apenas ha subido su camisa y ya posee a su pequeño “hermano” y presa temblando de miedo sin posibilidades a poder moverse; es entonces que acaricia con cuidado y mimos su mejilla, para tratar de clamar un poco su asustado corazón

 

-shhhhh… tranquilo Sans… no te are daño… después de todo, te amo, jamás podría hacerte daño-  responde el otro Papyrus, acercando su rostro y llenando de “clancks” el rostro de este, deteniéndose varias veces en la boca de Sans para repetir besos apasionados que incrementan con su lengua invasora en la jadeante boca de su presa

 

Su boca se entretiene robando los besos en su boca, sus manos se divierten rasgando las ropas de su cuerpo y dejándolo expuesto en más de un sentido; para cuando se aleja de su boca, gustoso observa el ser jadeante e indefenso que posee ahora, relame una última vez su boca, su cuerpo comienza a mutar… se hace más largo, mucho más alto, demasiado delgado… su cráneo comienza a agrietarse  y su alta figura se en joroba, algunas partes se vuelven metálicas y de un modo jadeante se inclina a lamer desde la mejilla de un lloroso y asustado Sans, hasta sus costillas donde con gula lame una por una, deteniéndose en aquellas que encierran y protegen el alma de su portador

 

-te quedaras aquí… para siempre Sans…-  como a una maldición, Sans escuchó aquella frase, y antes de negarse nuevamente, un grito le hizo callar incluso sus pensamientos al sentir como sus costillas eran mordidas de un modo salvaje y siendo arrancadas de su complexión para dejar en completa libertad el hueco donde se encuentra su alma azul palpitando con terror

-te amo Sans-  fue lo último que pudo alcanzar a comprender antes de sentir un segundo dolor aun más penetrante que el primero, ahogando su alma

 

--------------

 

Flowey se hundió en la tierra después de haber visto semejante escena*… ha visto con su mirada aterrorizada como aquel otro Papyrus, después de tomar su “verdadera forma” simplemente ha arrancado no solo parte de las costillas de su presa Sans, sino que también ha robado su alma la cual muerde, mastica gustoso, bebiendo su vida y devorándola sin piedad mientras sus caderas comienzan a introducirse en el cuerpo más chico, arremetiendo de un modo lento mientras roba su vida… ha sido demasiado para Flowey quien desaparece de la habitación, encontrando en medio de la sala donde se encuentra la salida, ni más ni menos que al otro padre, aferrando sus manos con miedo y lagrimas en su cabeza donde debían de estar los oídos, quiere cubrir los gritos del pequeño Sans

 

Flowey lo observa, aquella criatura se encuentra tan metida en su propio dolor y miedo que no presta atención que la flor se encuentra literalmente delante de sus ojos de botón, la criatura solo se mese a si mismo mientras lagrimas caen por sus ojos, sus manos rasgan su cabeza dejando caer pequeños hilos de arena, su cuerpo no para de temblar y su gesto parece de terror y tristeza pura

 

Al ver que no puede hacer mas en este mundo, decide regresar con mirada cabizbaja… al volver, encuentra al monstruo que lo creo, escribiendo con lagrimas en sus ojos, aun cuando los talla cada tanto de tiempo, sus lagrimas continúan cayendo aun por las mismas aberturas que posee su cráneo, Flowey baja la mirada con pena… ¿De verdad tendrá el valor para decirle la verdad a su creador?

 

-¿Has sabido algo más de Sans?-  la pregunta de Gaster lo hace saltar en su lugar, viéndolo con miedo y preocupación, titubea un momento antes de tratar de comprender la misma pregunta y pensar si deberá de decir la verdad y permitirle a la criatura seguir jugando a que su hijo esta “ a salvo”… aun así, con miedo observa el acercarse a pasos agigantados al monstruo que se encuentra ahora delante suyo… asustado, Flowey mira al suelo, buscando en este una respuesta que sabe de antemano que no encontrará…

-te ordeno que me digas todo lo que has averiguado Flowey-  y con aquella frase que ambos saben de antemano que es una orden, pero que ha sonado mas como una súplica por mantenerse cuerdo, la flor termina rindiéndose en un suspiro derrotado

 

-su… tu hijo… Sans… el…-  su voz, suave y titubante se mantiene en lo más bajo como un hilo delgado, el hombre lo mira con preocupación, sus lagrimas parecen permitirle la oportunidad para que vea a la flor que parece preocupado y triste pero al final, aparecen al intuir que si Flowey tiene problemas para responder a su simple pregunta, es porque su hijo ya no está “bien”

 

-¿Lo mato?-  pregunta, esperando por el golpe de la cruda realidad, esperando poder soportar el dolor de saber la verdad, de hacerse el fuerte cuando sabe que está a un hilo de telaraña delgada y frágil a antes de romperse su mente, traga asustado, tratando de mostrarse lo más tranquilo, sereno y seguro que puede, aun cuando sus lagrimas corren por sus pómulos, Flowey se debate un último segundo, dejando caer al final la bomba que es la verdad

 

-ese otro Papyrus… se ha comido su vida y su cuerpo entero…-  sus palabras confunden a Gaster… ¿Comerse su vida y su cuerpo? No tiene sentido, Gaster exige por mas respuestas, por una explicación clara y concisa tal cual está acostumbrado que sea la ciencia… Flowey por primera vez le dice que es mejor que no sepa la “historia completa” pero al final, la orden del ser es superior y Flowey se ve forzado a explicarse

 

El precio por saber la verdad, el precio por saber lo que le ha pasado a su hijo es la ultima daga afilada que hacía falta para hacer perder en locura al hombre…

 

Gritos y risas retorcidas se hacen presentes junto a lamentos de dolor y desespero… la mansión se inunda en cada una de sus habitaciones en gritos de terror y dolor por haberlo perdido finalmente todo, el hombre grita con dolor el nombre de su última familia convida…

 

“Sans”

 

Ya no queda nada más que sus gritos de dolor, más que la desesperación de haberlo perdido todo, de saber, que no pudo proteger a su familia, que de todos modos lo termino perdiendo todo antes de darse cuenta… primero su esposa, después su hijo más pequeño y ahora… su hijo mayor, su primogénito ha muerto a manos de una falsa alucinación con la apariencia de su hijo más chico. Los gritos de Gaster resuenan por fuera de la casa, se hacen notar y arrastran a todo aquel que le escuche en el dolor que le ahoga

 

Flowey mira con dolor como el ser se rompe frente suyo, grita y maldice, se retuerce en su propio dolor mientras el ultimo rasgo de cordura desaparece de su ser, mientras los dedos huesudos se hacen paso por entre el rostro y cabeza del hombre, observando a cruel detalle cómo se desquebraja aun más fácilmente que “el otro Gaster”

 

La noche parece eterna y más oscura que nunca para Gaster…

 

Y aunque llega el amanecer, el hombre aun continuó gritando su dolor

 

-------------

 

Sans despertó, con dolor en su ser, sintiendo repentinamente un frio que le corre por sus huesos, se abraza a sí mismo, esta vez, por extraño que parezca, puede abrir sus ojos, encontrando asustado una habitación envuelta en penumbras… se abraza a sí mismo y se encoje en su lugar, pegando su espalda contra los muros que colindan, mira la habitación en penumbras, encontrándose en una cama maltrecha y vieja que por extraño que parezca, no rechina

 

Al bajar su mirada para ver la cama se asusta al ver que su cuerpo apenas destella, se hace para atrás, su espalda choca contra la fría piedra pero al ver su cuerpo, este es completamente translucido, mira asustado a sus alrededores, se levanta y trata de caminar, pero al tratar de tocar las paredes un sentimiento extraño le carcome, como si realmente no estuviera tocando nada y aun así, una especie de campo invisible le detuviera

 

-¿Paps?... ¡Papyrus! ¡Papyrus!... ¡Papy!-  grita Sans, tratando de golpear el muro sin conseguir nada…

 

Confuso, siente pasar el tiempo… tal vez horas… tal vez días… no lo sabe, esta ahogado en la oscuridad y su voz no para de llamar a su otro hermano con suplica, siente el correr de frías lagrimas viscosas, al pasar su mano para limpiarlas encuentra lagrimas, si, pero lagrimas de sangre que lo asustan… se limpia con su chaqueta dejándola sucia de paso, camina por la habitación ya cansado y con sus cuerdas bucales lastimadas, se sube a la cama y encuentra un bulto que no había visto hasta ahora… al descorrer la sabana que parece humedecida se encuentra con la verdad

 

Un grito se hace notar por todos lados… por fuera, del otro lado de la puerta, donde se encuentra Gaster echo un ovillo escribiendo garabatos casi imposibles de leer, incluso el cree escuchar los gritos de terror de su hijo, el cree que escucha a su hijo llorando y llamándolo, esto solo lo hace reír, hacerse ovillo en sí mismo, aferra sus brazos a sus piernas y mecerse en la esquina de su casa mientras continua garabateando

 

“Él tiene a Sans” “Él tiene a mi hijo” “Él lo ha matado” “Se comió su vida y se trago su alma”

 

Gaster llora, ha tirado la pluma con la que rayoneaba las hojas de su cuaderno, cubriendo sus oídos lastimados nuevamente, comienza a llorar de nueva cuenta mientras pide perdón, mientras suplica a su hijo que le perdone… llora con fuerza, abrazándose a sí mismo con más fuerza, suplica por el perdón, suplica por que su hijo vuelva a casa sano y salvo…

 

Sans no está muy diferente de su padre… él se encuentra hecho un ovillo del lado contrario de la cama vieja y sucia… en la cama ha visto su propio cuerpo, el cadáver de lo que alguna vez su esquelético cuerpo cubierto de vida… ahora comprende por qué se ve translucido… ahora es un fantasma que llora asustado en la esquina, suplica por volver al lado de su padre, pide al otro Papyrus que lo libere, se pregunta qué ha hecho mal… quiere volver a ver a su verdadero padre… solo quiere volver a casa y sentir los cálidos brazos de su padre…

 

Ni siquiera se pudo despedir o pedir por que le perdonara por ser un mal hijo y tratarlo tan mal…

 

 

El tiempo pasa y Sans olvida su nombre

Quien fue alguna vez y los que le amaron

Ahora, solo recuerda su silueta sonriéndole con amor

Apenas puede recordar la imagen de su antigua y verdadera familia

 

Notas finales:

*Para los que pregunte, la respuesta es no, no tengo las agallas para mostrar una escena donde a Sans le estén cosiendo los botones en los ojos, no tengo las agallas así que lo salte, ya ustedes lo imaginan porque mi mente se perturba de la simple idea… y me hace llorar

*Quería que fuera lemon hard de ese genial pero… aquí entre nos, después de ver cómo iban las cosas a mi me dio miedo y le pare… por eso se corta de golpe el lemon… (he quedado traumatizada) aun con las descripciones de Flowey yo quede mal…

 

Ahora sí, saquen sus pañuelos y ¿Quién me acompaña a la esquina para llorar? Tal vez y encontremos a Sans por ahí y su cuerpo X.x

 

¿Les ha gustado? Yo quede traumatizada ¿Eso cuenta?

Que tengan un lindo día

¡Comenten!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).